Un forastero en el pueblo [Ushio] [Pasado]

La siempre agradable villa Syrup. Era una isla sin mucho que ofrecer, la verdad. Y, aparte, por ser del mar del Este, era algo débil. Aunque, tiempo atrás, de este mismo mar salieron muchas leyendas y eso, quizás, debería dejar de ser cierto. Aunque claro, cuando algo se consideraba débil, no importaba que pasara, que nombres relevantes salieran de ahí, que tan leyendas puedan ser… Siempre será débil. Claro, existían ciertas excepciones, cosas fuera de lo común pero que… A largo plazo, no importaba nada. La etiqueta de “El mar más débil de los cuatro” Se iba a mantener vigente por toda la eternidad. Y, claramente, era un buen lugar para estar. Uno donde podía estar y saber que no tendría problemas… O no muchos.

– Últimamente atraigo problemas como si fuera un imán. – Suspiré con calma y seguí mi camino. Vestía con una camiseta roja de mangas cortas, en el centro; una zarpa de oso de color negra. Unos pantalones azules y unas sandalias a juego con todo, completaban mi indumentaria. Mis dos espadas básicas en mi espalda y la de Kairoseki en mi cintura. ”Algún día debería salir sin ellas” – llamaba mucho la atención y bueno… A veces, ni siquiera era necesario usarlas. Aunque claro, era espadachín y era una tradición usarlas. Algo que ya era inherente en mí. Solo tenía que mantener un perfil bajo y no llamar mucho la atención. No tener problemas sería lo ideal, pero… Simplemente los atraía. Y… Al parecer, no iba a ser la excepción.

Un semi gigante se plantó ante mí y me dedicó unas… No muy buenas palabras. No si era su tono o su altura lo que imponía más. Era moreno, de brazos anchos y ojos rojos. En su rostro, una cicatriz blanca lo terminaba de adornar. En su brazo derecho llevaba un tatuaje extraño. ”¿Por qué debo ser ahora un imán de problemas?” – él no parecía ser… Amigable. Pero, las apariencias engañaban y mucho.  Suspiré con calma y lo miré con la misma. Era extraño… ¿Qué hacía él ahí? Era curioso y me hacía sentirme intrigado. Por su tamaño, imaginaba que era un portento físico. Aunque… Ya había luchado contra alguien así de grande, pero que, en contra de lo “normal”, era bastante ágil y rápido.

– Solo estoy de paso. Soy Ushio, un gusto. – Dije con una sonrisa. ¿Cómo se desarrollaría aquella extraña situación? Estaba alerta, por si las moscas. Listo para desenvainar y luchar… Solo esperaba no llegar a eso.