Haiu
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
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Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
¿Cómo puedo escribir algo? Si mi inspiración radica en las batallas no en las hojas de papel.
Todas las personas tenemos un ideal, ese empujón que nos da fuerzas para levantarnos en los momentos más difíciles, ese ideal que va más allá de metas simples que podemos ver en nuestro futuro.
Este ideal del que les hablo es algo que trasciende todo, que siempre va a existir y nos va a dar fuerzas para luchar.
¿Cuál es mi ideal? Ahora lo sabrán.
CAPITULO 1: INFANCIA.
A mi infancia si tuviera que darle una tonalidad de colores sería una gama de grises y tonos oscuros.
Me encantaría decirles que los días de frio nos juntábamos con mi familia en la chimenea a escuchar historias de mis abuelos o que los días de calor salíamos al parque a hacer un almuerzo familiar y disfrutar el día.
Porque nada era así...
Aunque muchos culpan al destino por ponerlos donde están y no nacer en una familia rica o acomodados, para mí el destino solamente me jugo una mala pasada y sí, nací en la cumbre de las clases sociales pero eso, me hizo estar trabajando mañana y noche para ser un heredero digno por ser el único hijo varón de la familia, el próximo "gran" heredero que de "gran" no tenía nada.
La rutina dejaba marcas de cansancio en mi cuerpo que se volvían cada vez más dolorosas aunque solamente eran unas cicatrices, cada mañana tener que entrenar mis actitudes físicas y mentales para ser todo un "señorito" algo que aborrezco.
Para mala suerte de mi padre, el hijo que el tanto quería no es el que tiene en frente aunque esas aptitudes de señorito se pueden entrenar, mi cuerpo me pasa factura de simplemente estar vivo.
¿A qué me refiero con esto? A pesar de ser un chico inteligente, tengo un físico que deja mucho que desear...
Un cuerpo enfermizo que se lastima con facilidad, aunque yo no tenía la culpa de esto pero mi padre pensaba que si.
¿Qué culpa tenía yo de que el destino me haya jugado una mala pasada? Gracias a que somos de una familia rica, mi padre llamo a médicos y científicos de todos lados para arreglar este problema que yo “había causado”.
Era un niño ingenuo que añoraba la aceptación de mi padre y que no habia conocido el amor de una familia si no fuera por mi hermana.
Buscando esta aceptación me sometí a todos los exámenes que los médicos necesitaban realizar para poder mejorar mis condiciones físicas y cada vez que un médico iba a dar resultados a mi padre, yo lo miraba a los ojos intentando decirle "Padre, hice lo mejor que pude y soporte todos estos experimentos" aunque los resultados decían que solamente seguía empeorando.
Cada vez se le hacía más difícil a mis padres mirarme a los ojos, me comunicaban un sentimiento de desprecio y amargura ¿Cómo creen que me sentía?
Mas médicos pasaban y mi físico sentía una sensación de alegría al saber que estos exámenes, agujas, medicamentos iban a terminar por la falta de resultados aunque al mismo tiempo traicionaba el sentimiento de intentar ser aceptado por mi padre, que me dé su aceptación algo que tanto añoraba.
Pasaban los días y me sentía cada vez menos humano, el dolor se me hacía costumbre los días parecían interminables como una eterna agonía en vida, el único motivo por el que seguía era intentar conseguir el anhelo de la aprobación de mi padre, dejar de ser una decepción para él y poder enorgullecerlo una sola vez.
Cuando las esperanzas eran pocas apareció un científico cuyo nombre no recuerdo, pero si hay algo que nunca voy a olvidar fue cuando me susurro al oído al momento antes de comenzar el tratamiento "La cura para el dolor es más dolor" mirándome con una sonrisa que me atemorizo muchísimo más que todos los momentos que tuve que pasar anteriormente, sin dudas no era una sonrisa de una persona normal.
Acostado en la camilla, sin poder mover mi cuerpo gracias a la anestesia en las extremidades de mi cuerpo puedo escuchar a el doctor diciendo:
- Sr. T'Hiel, su hijo no posee un mal físico como pudieron decirles otros doctores dado que sus conocimientos no fueron extensos sobre las enfermedades o trastornos de la piel, el problema no yace en los músculos del muchacho.
Esta enfermedad es conocida como epidermólisis ampular, un trastorno de la piel transmitido genéticamente, aunque puedo notar que este trastorno abarca tanto superficial como en las capas interinas de la piel alcanzando a un grado de profundidad tal que lastima las fibras de los músculos. Lamentablemente no hay cura para este tipo de enfermedades.
En ese momento la mirada de mi padre no expresaba nada más que decepción, odio. Tanto que me daba vergüenza mirarlo a la cara aun estando yo en ese estado de parálisis por someterme a otro tratamiento por él, nada más que por él aunque solo le importaran los resultados y no las intenciones.
El medico siguió hablando y le ofreció una esperanza a mi padre que sin prestarle atención a las consecuencias acepto.
- Como le decía Sr. no hay cura para este tipo de enfermedades pero si soluciones, podemos someter a su hijo a distintos tipos de tratamientos para que el cuerpo erradique lo que produce este transtorno. Aunque es muy riesgoso, pudiendo afectar no solo física si no psicológicamente a su hijo.
Por desgracia solo tiene un 10 % de éxito este tratamiento, si me permite llamarlo así.
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