Página 2 de 2. • 1, 2
Aki D. Arlia
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Gera pareció rendirse y aceptar la ayuda. Aki fue a responderle, pero se calló en el último momento. No quería incomodarle más. Al final llegaron al hostal y guiados por Airi, subieron a la habitación 21. Gera se tumbó en la cama mientras Aki miraba a su alrededor, distraida.
Era una habitación simple, pero grande y bien limpia. Una cama, un armario y un arcón... lo mínimo y necesario. En verdad era un buen sitio para pasar un par de noches, al menos hasta que encontrara a aquel tipo. Volvió a centrar su atención en la cama cuando oyó las palabras de Airi. Frunciendo el ceño se acercó a mirar. Tenía sus manos sobre la pierna de Gera y parecía que la hinchazón iba bajando. ¿Se lo estaba imaginando? Con cuidado, se agachó al lado de ambos y posó un par de dedos en el lugar. Helado.-Pensó para si. No tenía sentido. Sabía que tenía una akuma, antes había sacado una pistola de la nada y había hecho aquel comentario... ¿Pero que además pudiera manejar la temperatura? Bueno, a lo mejor era una técnica... ¿Pero qué clase de técnica extraña hacía esto?
-¿Cómo lo haces? ¿Es una técnica o... la misma akuma que con la pistola? Eso no tiene sentido... creo. Y he visto bastantes akumas no mi. -Añadió con el ceño fruncido y una cara de seria concentración. Le frustraba un poco no adivinar el misterio. Pero sin duda era bueno para la pierna de la chica, así que tampoco se iba a quejar.
Mirándola se dio cuenta de que se estaba quedando dormida, y sonrió con amabilidad. De repente, recordó que tenía el físico del chico y por un segundo su sonrisa se volvió traviesa... pero lo ocultó en seguida. Se acercó y como si fuera normal apoyó su frente en la de la chica. Se apartó lentamente mientras le decía:
-Al menos no tienes fiebre. Debes de estar cansada... te taparé, no te vayas a resfriar por el frío de Airi.
Dicho y hecho, se inclinó sobre ella para coger la otra punta de la manta y pasársela por encima, arropándola y rozándole un par de veces en el proceso. Una vez acabó, se sentó en la esquina de la cama y empezó a mirar por la ventana, distraída. Lo cierto es que ella también estaba cansada... la siesta en el bosque no le había llegado a mucho.
Era una habitación simple, pero grande y bien limpia. Una cama, un armario y un arcón... lo mínimo y necesario. En verdad era un buen sitio para pasar un par de noches, al menos hasta que encontrara a aquel tipo. Volvió a centrar su atención en la cama cuando oyó las palabras de Airi. Frunciendo el ceño se acercó a mirar. Tenía sus manos sobre la pierna de Gera y parecía que la hinchazón iba bajando. ¿Se lo estaba imaginando? Con cuidado, se agachó al lado de ambos y posó un par de dedos en el lugar. Helado.-Pensó para si. No tenía sentido. Sabía que tenía una akuma, antes había sacado una pistola de la nada y había hecho aquel comentario... ¿Pero que además pudiera manejar la temperatura? Bueno, a lo mejor era una técnica... ¿Pero qué clase de técnica extraña hacía esto?
-¿Cómo lo haces? ¿Es una técnica o... la misma akuma que con la pistola? Eso no tiene sentido... creo. Y he visto bastantes akumas no mi. -Añadió con el ceño fruncido y una cara de seria concentración. Le frustraba un poco no adivinar el misterio. Pero sin duda era bueno para la pierna de la chica, así que tampoco se iba a quejar.
Mirándola se dio cuenta de que se estaba quedando dormida, y sonrió con amabilidad. De repente, recordó que tenía el físico del chico y por un segundo su sonrisa se volvió traviesa... pero lo ocultó en seguida. Se acercó y como si fuera normal apoyó su frente en la de la chica. Se apartó lentamente mientras le decía:
-Al menos no tienes fiebre. Debes de estar cansada... te taparé, no te vayas a resfriar por el frío de Airi.
Dicho y hecho, se inclinó sobre ella para coger la otra punta de la manta y pasársela por encima, arropándola y rozándole un par de veces en el proceso. Una vez acabó, se sentó en la esquina de la cama y empezó a mirar por la ventana, distraída. Lo cierto es que ella también estaba cansada... la siesta en el bosque no le había llegado a mucho.
Esmejit R. Airnal
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
- Es lo que soy -respondió Esmejit, con una sonrisa de suficiencia-. Cada uno aquí tiene sus trucos, Rías. Digamos que se me da bien hacer esta clase de trucos baratos -el chico apartó la mano. El tacto de la pierna de Gera estaba gélido. Pero al menos, la hinchazón parecía haber disminuido, y la mujer estaba cerrando los ojos y dormitando.
El chico entonces se sonrojó ligeramente al verla así, tan inocente y bonita, como si esperase a un príncipe azul para que la despertase con un beso. Observó el cuarto y no pudo evitar pensar en que unas noches antes la escena debía haber resultado bastante diferente. Miró a Rías, que estaba poniéndole una manta por encima a Gera, y dijo:
- Si quieres dormir un poco, túmbate a su lado. -le dijo. La cama era lo bastante grande como para que las dos cupiesen sin muchos problemas, y a él no le había pasado desapercibido el gesto cansado de la chica-. Al fin y al cabo, aquí no os molestará nadie a ninguna de las dos.
El chico caminó hasta el arcón, sentándose sobre éste, y en su mano apareció un libro grueso y encuadernado en piel. Con una sonrisa de satisfacción, el joven empezó a ojear sus páginas con parsimonia. Cada vez que abría aquel tomo, descubría una nueva nota a pie de página que no había visto antes, una imagen interesante o un gráfico de fluctuaciones arcanas y los esquemas de los canales mágicos que había pasado por alto la vez anterior. La verdad es que aquel libro no tenía desperdicio como lectura, completo y entretenido... aunque solo sirviese para una persona con unas grandes dotes mágicas como él.
Unos toques en la puerta llamaron su atención. El chico hizo un movimiento con la mano y la puerta se abrió, mostrando a uno de los trabajadores de la posada con un pequeño cubito lleno de hielo. El pelirrojo suspiró, diciendo:
- Gracias, puedes dejarlo por ahí. -dijo señalando al suelo, al lado del umbral. El hombre se agachó y depositó el cubilete allí, despidiéndose con un gesto rápido, tras lo que la puerta se cerró sola, acompañada por otro movimiento de manos de Esmejit.
El chico entonces se sonrojó ligeramente al verla así, tan inocente y bonita, como si esperase a un príncipe azul para que la despertase con un beso. Observó el cuarto y no pudo evitar pensar en que unas noches antes la escena debía haber resultado bastante diferente. Miró a Rías, que estaba poniéndole una manta por encima a Gera, y dijo:
- Si quieres dormir un poco, túmbate a su lado. -le dijo. La cama era lo bastante grande como para que las dos cupiesen sin muchos problemas, y a él no le había pasado desapercibido el gesto cansado de la chica-. Al fin y al cabo, aquí no os molestará nadie a ninguna de las dos.
El chico caminó hasta el arcón, sentándose sobre éste, y en su mano apareció un libro grueso y encuadernado en piel. Con una sonrisa de satisfacción, el joven empezó a ojear sus páginas con parsimonia. Cada vez que abría aquel tomo, descubría una nueva nota a pie de página que no había visto antes, una imagen interesante o un gráfico de fluctuaciones arcanas y los esquemas de los canales mágicos que había pasado por alto la vez anterior. La verdad es que aquel libro no tenía desperdicio como lectura, completo y entretenido... aunque solo sirviese para una persona con unas grandes dotes mágicas como él.
Unos toques en la puerta llamaron su atención. El chico hizo un movimiento con la mano y la puerta se abrió, mostrando a uno de los trabajadores de la posada con un pequeño cubito lleno de hielo. El pelirrojo suspiró, diciendo:
- Gracias, puedes dejarlo por ahí. -dijo señalando al suelo, al lado del umbral. El hombre se agachó y depositó el cubilete allí, despidiéndose con un gesto rápido, tras lo que la puerta se cerró sola, acompañada por otro movimiento de manos de Esmejit.
Gera
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Gera dormía plácidamente, se había quedado exhausta después de todo el jaleo que había sufrido a lo lardo del día. Sus ojos se cerraron completamente y su respiración se volvió de carácter lento. Mientras descansaba comenzó a soñar con su madre, ésta era pequeña y le preparaba una taza de sopa, mientras la tomaba, llamaron a su puerta de una manera totalmente brusca haciendo que la madre se levantase a abrir, pero era tarde, ya habían tirado la puerta de manera impulsiva, la muchacha no podía parar de moverse, el sueño maravilloso que estaba teniendo sobre su madre, se acabaría convirtiendo en una de sus peores pesadillas. En ese sueño, veía al hombre agarrar a la madre del pelo con su mano izquierda mientras que con la derecha agarraba un gran machete que estaba acercando de manera rápida al cuello de la madre hasta que le cortó... y Gera se despertó de súbito, agitada, nerviosa, temblando, lloraba sin cesar.
En ese momento no pudo darse cuenta de que allí estaba Rias ni tan siquiera de que estaba el propio Airi, en su momento solo podía llorar e intentar tranquilizarse de la pesadilla que la perseguía desde que tenía poca edad. El corazón le latía de lo más rápido, sus manos sudaban y no se dio ni cuenta de que su pierna apenas presentaba la hinchazón. Giró la cabeza hacia el arcón y se vio perdida en la habitación completamente acongojada por la situación. Intentó tranquilizarse y volver a la realidad del cuarto en el que se encontraba en ese preciso momento.
En ese momento no pudo darse cuenta de que allí estaba Rias ni tan siquiera de que estaba el propio Airi, en su momento solo podía llorar e intentar tranquilizarse de la pesadilla que la perseguía desde que tenía poca edad. El corazón le latía de lo más rápido, sus manos sudaban y no se dio ni cuenta de que su pierna apenas presentaba la hinchazón. Giró la cabeza hacia el arcón y se vio perdida en la habitación completamente acongojada por la situación. Intentó tranquilizarse y volver a la realidad del cuarto en el que se encontraba en ese preciso momento.
Aki D. Arlia
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Cuando Gera cayó dormida, Aki suspiró y volvió a su aspecto normal. Acomodándose el pelo, sonrió al escuchar las palabras de Airi. Estaba cansada... ¿No era muy descuidado por su parte dormirse al lado de completos desconocidos? Se acercó al joven, que se había sentado en el arcón y leía un libro.
-Así que magia, ¿Eh? Cuando era más pequeña había un mago en nuestra troupe. Siempre tenía un caramelo y una sonrisa para mí, pero no recuerdo su nombre. Aún así, es un bonito recuerdo. Y mago es una bonita profesión. -Volvió hacia la cama lentamente, y mientras se descalzaba y se metía bajo la manta, musitó:-Este mundo necesitaba más magos como tú y menos gente como yo... pero no puede evitarse.- Y tan pronto su cabeza tocó la almohada, se sumió en un plácido sueño.
Por una vez, la joven pelirroja no tuvo pesadillas. Acurrucada en la enorme cama, soñó con recuerdos de épocas más sencillas y fáciles. Iba por el bosque con Cetus a su lado, y comían helado. La luz irradiaba a través de los árboles y no tenía nada más en qué pensar. Sonrió sin despertarse, perdida en su mundo imaginario.
-Así que magia, ¿Eh? Cuando era más pequeña había un mago en nuestra troupe. Siempre tenía un caramelo y una sonrisa para mí, pero no recuerdo su nombre. Aún así, es un bonito recuerdo. Y mago es una bonita profesión. -Volvió hacia la cama lentamente, y mientras se descalzaba y se metía bajo la manta, musitó:-Este mundo necesitaba más magos como tú y menos gente como yo... pero no puede evitarse.- Y tan pronto su cabeza tocó la almohada, se sumió en un plácido sueño.
Por una vez, la joven pelirroja no tuvo pesadillas. Acurrucada en la enorme cama, soñó con recuerdos de épocas más sencillas y fáciles. Iba por el bosque con Cetus a su lado, y comían helado. La luz irradiaba a través de los árboles y no tenía nada más en qué pensar. Sonrió sin despertarse, perdida en su mundo imaginario.
Esmejit R. Airnal
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Esmejit sonrió, mientras pasaba poco a poco las páginas del libro, sintiendo el tacto apergaminado del papel entre sus dedos. El chico suspiró sonoramenrte. Rías decía que hacía falta más magos como él en el mundo y menos personas como ella. El chico negó con lentitud:
- Te equivocas. Haría falta más gente como tú. Las personas no suelen pararse a ayudar hasta este punto a una persona en problemas. -el chico volvió a mirar las entintadas hojas, regresando a aquel interesante capítulo acerca de la transfiguración.
No sabría decir cuánto tiempo había pasado, pero empezaba a tener hambre cuando algo le hizo alzar la mirada de su lectura. Rías se había acostado, y Gera estaba incorporada, llorando sobre la cama, mientras miraba con pánico a su alrededor. Con rapidez, el chico dejó a un lado el libro, que desapareció en medio del aire, y se acercó a la cama con gesto preocupado.
- ¡Gera! -exclamó, mientras la abrazaba-. Ssssssh... tranquila. Estoy aquí. -le dijo con la voz más tranquilizadora que pudo-. Solo ha sido un sueño, no te preocupes... -el chico empezó a acariciarle el pelo, tratando de hacer que se relajase, mientras la apretaba ligeramente contra él. Tal vez no fuera lo mejor en un caso de ansiedad, pero esperaba que al menos sirviese para que la mujer dejase de llorar.
- Te equivocas. Haría falta más gente como tú. Las personas no suelen pararse a ayudar hasta este punto a una persona en problemas. -el chico volvió a mirar las entintadas hojas, regresando a aquel interesante capítulo acerca de la transfiguración.
No sabría decir cuánto tiempo había pasado, pero empezaba a tener hambre cuando algo le hizo alzar la mirada de su lectura. Rías se había acostado, y Gera estaba incorporada, llorando sobre la cama, mientras miraba con pánico a su alrededor. Con rapidez, el chico dejó a un lado el libro, que desapareció en medio del aire, y se acercó a la cama con gesto preocupado.
- ¡Gera! -exclamó, mientras la abrazaba-. Ssssssh... tranquila. Estoy aquí. -le dijo con la voz más tranquilizadora que pudo-. Solo ha sido un sueño, no te preocupes... -el chico empezó a acariciarle el pelo, tratando de hacer que se relajase, mientras la apretaba ligeramente contra él. Tal vez no fuera lo mejor en un caso de ansiedad, pero esperaba que al menos sirviese para que la mujer dejase de llorar.
Gera
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Estaba completamente en un ataque de ansiedad, su gesto mostraba desesperación, lloraba sin cesar y cuando se dio cuenta tenía al mago abrazándola, intentando calmarla de esta situación tan dolorosa para ella. El abrazo del muchacho la consoló mucho, le ayudó hasta que pudo recomponerse. En el momento en el que volvió a sus cabales, levantó la cabeza y miró a Airi a los ojos y sin más dilación le dijo:
A veces los sueños se vuelven pesadillas, y estas pesadillas te pueden perseguir el resto de la vida. Gracias por estar tan pendiente de mi en cada momento y no dejar que mi desesperación me haga perder el sentido.
Lo cierto es que Gera se sintió mejor y se miró la pierna para ver como iba, le seguía doliendo pero se encontraba mejor. Gracias por bajarme la hinchazón, lo cierto es que me encuentro mucho mejor, le dijo mientras le sonreía con una leve mueca en los labios.
Esperaba no haber despertado a Rias que dormía al lado de ella, sentía que la muchacha merecía un descanso. La había ayudado mucho a lo largo del día y no dudaría en darle un abrazo en cuanto la muchacha estuviese despierta. Gera sintió que no tenía que seguir siendo tan cabezota y que cuando le ofreciesen la mano debía agradecer y no ser tan sumamente testaruda, como había sido hasta ese momento. Mientras continuaba con sus pensamientos, algo en su cabeza la hizo reaccionar.
¿Airi puedo hacerte una pregunta? mientras pronunciaba estas palabras se comenzaba a sonrojar... ¿Crees que nos volveremos a ver y podremos compartir lo mismo que la otra noche? le preguntó con un tono completamente vergonzoso a la vez que segura de sí misma. Me encantaría poder volver a besarte antes de que te vayas, le dijo acto seguido con una sonrisa picarona, mientras esperaba su respuesta con una cara de extrema atención.
A veces los sueños se vuelven pesadillas, y estas pesadillas te pueden perseguir el resto de la vida. Gracias por estar tan pendiente de mi en cada momento y no dejar que mi desesperación me haga perder el sentido.
Lo cierto es que Gera se sintió mejor y se miró la pierna para ver como iba, le seguía doliendo pero se encontraba mejor. Gracias por bajarme la hinchazón, lo cierto es que me encuentro mucho mejor, le dijo mientras le sonreía con una leve mueca en los labios.
Esperaba no haber despertado a Rias que dormía al lado de ella, sentía que la muchacha merecía un descanso. La había ayudado mucho a lo largo del día y no dudaría en darle un abrazo en cuanto la muchacha estuviese despierta. Gera sintió que no tenía que seguir siendo tan cabezota y que cuando le ofreciesen la mano debía agradecer y no ser tan sumamente testaruda, como había sido hasta ese momento. Mientras continuaba con sus pensamientos, algo en su cabeza la hizo reaccionar.
¿Airi puedo hacerte una pregunta? mientras pronunciaba estas palabras se comenzaba a sonrojar... ¿Crees que nos volveremos a ver y podremos compartir lo mismo que la otra noche? le preguntó con un tono completamente vergonzoso a la vez que segura de sí misma. Me encantaría poder volver a besarte antes de que te vayas, le dijo acto seguido con una sonrisa picarona, mientras esperaba su respuesta con una cara de extrema atención.
Aki D. Arlia
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
De repente, se había vuelto pequeñita. Miró a su alrededor y lo vio todo más grande. Fue a hablar, pero no recordaba las palabras. De alguna manera, supo que no había encogido; se había vuelto más joven. Volvía a ser una niña. Corrió por el bosque, encantada. Ahora era un tigre de nuevo, recordó. Y sin más, se transformó y siguió corriendo hasta que de repente los árboles se acabaron. La fortaleza de Samirn se hallaba al fondo y Aki volvía a ser ella. Sonriendo con ganas siguió corriendo, atravesando la ciudad hasta llegar a su destino. Sin saberlo, musitó en sueños:
-Kara... dame otra galleta... no le digas a Jester, porfa...
Poco después, despertó, desorientada. Creyendo que todavía estaba en Samirn, comenzó a hablar sin darse cuenta, incorporándose y frotándose los ojos mientras ahogaba un bostezo.
-Alena, onegai, dile a Jester que hoy voy a tardar más... todavía tengo agujetas de ayer. ¿Es que no recuerda que tengo experiencia como pirata? Se pasa un montón y....-En ese momento se dio cuenta de dónde estaba. Se tapó la boca con la mano, procesando lo que acababa de decir. Sonrojándose un poco, todavía medio dormida, esbozó una mala copia de una sonrisa.
-Era... ¿Un mal sueño?-Dijo titubeante. No estaba lo suficientemente despejada como para improvisar algo, ¿Colaría?
-Kara... dame otra galleta... no le digas a Jester, porfa...
Poco después, despertó, desorientada. Creyendo que todavía estaba en Samirn, comenzó a hablar sin darse cuenta, incorporándose y frotándose los ojos mientras ahogaba un bostezo.
-Alena, onegai, dile a Jester que hoy voy a tardar más... todavía tengo agujetas de ayer. ¿Es que no recuerda que tengo experiencia como pirata? Se pasa un montón y....-En ese momento se dio cuenta de dónde estaba. Se tapó la boca con la mano, procesando lo que acababa de decir. Sonrojándose un poco, todavía medio dormida, esbozó una mala copia de una sonrisa.
-Era... ¿Un mal sueño?-Dijo titubeante. No estaba lo suficientemente despejada como para improvisar algo, ¿Colaría?
Esmejit R. Airnal
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Esmejit se sonrojó ligeramente cuando la mujer le agradeció el haber estado allí con ella, ayudándola. A continuación le dijo que ya se encontraba bastante mejor, a lo que Esmejit asintió, sonriente. Algo pareció cambiar entonces en Gera, que le pidió permiso para hacerle una pregunta. El rostro de la chica se iluminó ligeramente con un suave rubor. Cuando le pidió repetir lo de unas noches atrás, el chico se quedó sin habla por un instante. Y el hecho de que le pidiera besarlo de nuevo fue lo que le hizo reaccionar. El chico se inclinó lentamente hacia delante, y depositó un suave beso en los labios de la mujer. A su lado, Rías murmuraba algo en sueños, pero él no le prestaba atención.
Varios segundos después, los labios del chico se separaron de los de la joven de pelo violáceo. En ese mismo instante, Aki empezó a desperezarse, mientras se incorporaba, hablando consigo misma, o con una persona que no parecía estar presente en la sala. El chico la miró con un gesto extrañado, y sus ojos se abrieron ligeramente cuando escuchó la palabra "pirata". En aquel momento, la mujer pareció darse cuenta de que no estaba soñando, y los miró a ambos, sonrojada. Se excusó diciendo que había sido un mal sueño, pero aquella sonrisa no parecía ser del todo sincera. El mago asintió, ya le preguntaría más tarde si tenía la ocasión.
- Parece que has despertado. Tranquila, no ha pasado nada interesante. -dijo, haciéndose el aburrido. No era que le importase lo que pensase la pelirroja, pero tal vez a Gera le avergonzase un poco aquello que acababa de ocurrir, por lo que lo mejor sería disimular. Tras eso, hizo un leve guiño de complicidad a la chica del pelo morado.
Varios segundos después, los labios del chico se separaron de los de la joven de pelo violáceo. En ese mismo instante, Aki empezó a desperezarse, mientras se incorporaba, hablando consigo misma, o con una persona que no parecía estar presente en la sala. El chico la miró con un gesto extrañado, y sus ojos se abrieron ligeramente cuando escuchó la palabra "pirata". En aquel momento, la mujer pareció darse cuenta de que no estaba soñando, y los miró a ambos, sonrojada. Se excusó diciendo que había sido un mal sueño, pero aquella sonrisa no parecía ser del todo sincera. El mago asintió, ya le preguntaría más tarde si tenía la ocasión.
- Parece que has despertado. Tranquila, no ha pasado nada interesante. -dijo, haciéndose el aburrido. No era que le importase lo que pensase la pelirroja, pero tal vez a Gera le avergonzase un poco aquello que acababa de ocurrir, por lo que lo mejor sería disimular. Tras eso, hizo un leve guiño de complicidad a la chica del pelo morado.
Aki D. Arlia
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Por un momento pensé que mi descuido había pasado desapercibido, hasta que vi la mirada que me dedicaba Esmejit. En lugar de sostenérsela, asentí sutilmente y comencé a levantarme. Ya luego hablaría con él. Sonreí a las palabras de Gera, parecía encontrarse mejor y estar de buen humor.
-Aunque no te lo creas me gusta mi cuerpo. Aunque al salir tendré que volver a tomar prestado el de Airi, o la chica de recepción de extrañará.
No era como si me importara, pero eh, era una buena excusa. Y en ese momento, mientras me alisaba la ropa y acomodaba un poco el pelo, noté algo entre los dos, Gera y Airi. El deseo fluía entre ambos como una corriente subterránea., burbujeando bajo una apariencia de normalidad. Me lamí los labios sin poder evitarlo. Uno de los efectos secundarios que noté al poco de consumir mi fruta era que el deseo, propio o ajeno, me abría tremendamente el apetito. Por ello, la mirada se me iluminó al escuchar las palabras de la joven.
-¡Si! Todo esto me ha dado hambre, la verdad. Un desayuno es justo lo que necesito. Bueno... o cena. Para empezar, ¿Qué hora es? Ni siquiera sé cuanto hemos dormido.-Añadí algo confusa. Pero eso no era impedimento ninguno. Me acerqué a Gera y pidiéndole permiso con la mirada, la sujeté del hombro y volví a convertirme en Airi. Le sonreí con picardía por medio segundo y me aparté. Señalando a la puerta con teatralidad, exclamé:
-¡La comida nos espera!
-Aunque no te lo creas me gusta mi cuerpo. Aunque al salir tendré que volver a tomar prestado el de Airi, o la chica de recepción de extrañará.
No era como si me importara, pero eh, era una buena excusa. Y en ese momento, mientras me alisaba la ropa y acomodaba un poco el pelo, noté algo entre los dos, Gera y Airi. El deseo fluía entre ambos como una corriente subterránea., burbujeando bajo una apariencia de normalidad. Me lamí los labios sin poder evitarlo. Uno de los efectos secundarios que noté al poco de consumir mi fruta era que el deseo, propio o ajeno, me abría tremendamente el apetito. Por ello, la mirada se me iluminó al escuchar las palabras de la joven.
-¡Si! Todo esto me ha dado hambre, la verdad. Un desayuno es justo lo que necesito. Bueno... o cena. Para empezar, ¿Qué hora es? Ni siquiera sé cuanto hemos dormido.-Añadí algo confusa. Pero eso no era impedimento ninguno. Me acerqué a Gera y pidiéndole permiso con la mirada, la sujeté del hombro y volví a convertirme en Airi. Le sonreí con picardía por medio segundo y me aparté. Señalando a la puerta con teatralidad, exclamé:
-¡La comida nos espera!
Esmejit R. Airnal
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Esmejit se levantó de la cama ante la promesa de comida. Casi sin darse cuenta, su estómago había empezado a revelarse contra él, y ahora exigía un poco de alimento para que su cuerpo pudiera seguir funcionando. Unos cuantos rugidos, bastante audibles para los presentes, emergieron de su vientre, haciendo que el chico enrojeciese hasta que su cara adquirió un color similar al de sus cabellos.
- ¡Sí, creo que ahora mismo podría comerme una vaca entera! -dijo, sonriendo, mientras empezaba a bajar las escaleras hasta el comedor de la posada. El día había ido transcurriendo, y la gente ya se encontraba tomando una copa de media tarde, disfrutando de las raciones del día y charlando animadamente. Airi reconoció a algunos de los huéspedes, y no pudo evitar sentir que algunos los miraban de solsayo. El joven no sabía el porqué de aquellas miradas, pero decidió ignorarlas.
El chico se acercó a la barra, y tras colocar algunos billetes en ella, murmuró algo en voz baja al tabernero. El hombre asintió amistosamente y Esmejit se acercó a una mesa, indicando a las chicas (o a su hermano gemelo y a Gera) que se acercasen. Unos minutos después, y tras una banal conversación acerca del tiempo y de lo bien que debían haber dormido aquellas dos, un camarero llegó con una bandeja llena de comida y una botella de vino, el mejor que tenían allí. Esmejit había pedido lo mejor de lo mejor, y esperaba que aquella comida estuviera a la altura de las expectativas. Con un gesto de invitación, agarró un canapé de aspecto delicioso y se lo llevó a la boca.
- ¡Sí, creo que ahora mismo podría comerme una vaca entera! -dijo, sonriendo, mientras empezaba a bajar las escaleras hasta el comedor de la posada. El día había ido transcurriendo, y la gente ya se encontraba tomando una copa de media tarde, disfrutando de las raciones del día y charlando animadamente. Airi reconoció a algunos de los huéspedes, y no pudo evitar sentir que algunos los miraban de solsayo. El joven no sabía el porqué de aquellas miradas, pero decidió ignorarlas.
El chico se acercó a la barra, y tras colocar algunos billetes en ella, murmuró algo en voz baja al tabernero. El hombre asintió amistosamente y Esmejit se acercó a una mesa, indicando a las chicas (o a su hermano gemelo y a Gera) que se acercasen. Unos minutos después, y tras una banal conversación acerca del tiempo y de lo bien que debían haber dormido aquellas dos, un camarero llegó con una bandeja llena de comida y una botella de vino, el mejor que tenían allí. Esmejit había pedido lo mejor de lo mejor, y esperaba que aquella comida estuviera a la altura de las expectativas. Con un gesto de invitación, agarró un canapé de aspecto delicioso y se lo llevó a la boca.
Gera
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
La invitación parecía haber tenido éxito y con la misma los dos muchachos se acercaron a Gera para acudir al comedor. Rias volvió a mirar a la muchacha a los ojos para así, transformarse en una réplica de Airi, objeto de deseo de ella... Al fin y al cabo, debía salir con la misma apariencia con la que había accedido a la habitación.
Una vez en el comedor del propio hostal, Rias y Gera se sentaron en una mesa mientras la botánica observaba detenidamente a Airi que estaba en la barra. Le parecía perderse en el tiempo con tanto traspié. Se dio cuenta de que era media tarde y que la gente que allí comía, no podían parar de observar, en cierto modo, los gestos del mago y de sus compañeras.
Un rato después de estar en la mesa hablando de diferentes temas sin mayor importancia, el camarero se acercó a la mesa y sirvió varios platos que Airi había pedido, además de una botella de vino que simulaba ser deliciosa. ¡Vaya, que festín! Dijo Gera con una sonrisa mientras el camarero iba posando toda la comida en la mesa. ¡Qué buena pinta tiene todo! Comamos murmuró la muchacha mientras cogía uno de los canapés del plato. Todo estaba delicioso, mientras se introducía los canapés en la boca, se sirvió una copa de vino para ella, luego para Rias y para el muchacho. Creo que debemos brindar por habernos conocido y por haberme ayudado tanto,dijo mientras se acercaba la copa a los labios. Le dio un sorbo y se dio cuenta de que una leve gota de vino se estaba escurriendo por la parte derecha de su labio. Con la misma, pasó suavemente la lengua por el labio para limpiarse así de dicha gota que recorría su dulce cara.
El vino estaba delicioso y la muchacha parecía tranquila mientras disfrutaba de la comida con cada uno de sus acompañantes. Le gustaba tener a dos muchachos sentados juntos y que además, eran exactamente iguales. A Gera le divertía la situación, al fin y al cabo tenía su punto gracioso.
Una vez en el comedor del propio hostal, Rias y Gera se sentaron en una mesa mientras la botánica observaba detenidamente a Airi que estaba en la barra. Le parecía perderse en el tiempo con tanto traspié. Se dio cuenta de que era media tarde y que la gente que allí comía, no podían parar de observar, en cierto modo, los gestos del mago y de sus compañeras.
Un rato después de estar en la mesa hablando de diferentes temas sin mayor importancia, el camarero se acercó a la mesa y sirvió varios platos que Airi había pedido, además de una botella de vino que simulaba ser deliciosa. ¡Vaya, que festín! Dijo Gera con una sonrisa mientras el camarero iba posando toda la comida en la mesa. ¡Qué buena pinta tiene todo! Comamos murmuró la muchacha mientras cogía uno de los canapés del plato. Todo estaba delicioso, mientras se introducía los canapés en la boca, se sirvió una copa de vino para ella, luego para Rias y para el muchacho. Creo que debemos brindar por habernos conocido y por haberme ayudado tanto,dijo mientras se acercaba la copa a los labios. Le dio un sorbo y se dio cuenta de que una leve gota de vino se estaba escurriendo por la parte derecha de su labio. Con la misma, pasó suavemente la lengua por el labio para limpiarse así de dicha gota que recorría su dulce cara.
El vino estaba delicioso y la muchacha parecía tranquila mientras disfrutaba de la comida con cada uno de sus acompañantes. Le gustaba tener a dos muchachos sentados juntos y que además, eran exactamente iguales. A Gera le divertía la situación, al fin y al cabo tenía su punto gracioso.
Aki D. Arlia
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Pronto llegamos al restaurante y mientras Gera y yo nos sentábamos, Airi se quedó en la barra pidiendo. Al parecer ya era media tarde, y quedaban pocas personas en el comedor. Me recliné en la silla, tranquila. Pese a los pequeños fallos que había cometido todo estaba yendo a pedir... de boca. Y nunca mejor dicho, pensé mientras veía la cara de Gera. Estaba observando al joven, perdida en sus pensamientos. Era muy tierno. Di un sorbo de agua y sonriendo para mi le dejé intimidad hasta que volvió Airi.
Charlamos de cosas triviales como lo rápido que se había pasado el día o la mejoría de la pierna de Gera. Entre una cosa y otra llegó el camarero, cargado de platos. Completamente encantada, pasé al ataque igual que mis dos acompañantes. Disfruté los canapés, pero lo mejor fue el plato principal; se notaba que sabían lo que hacían. Mientras rellenaba las copas de todos escanciando el vino, elogié la elección de Airi.
-Se nota que sabes escoger las posadas, gracias por traernos aquí. Creo que pasaré un par de días bastante agradables. - Y entonces, oyendo la sugerencia de Gera, alcé mi copa con una sonrisa: -Cuanta razón. ¡Por nosotros! Y por las aventuras que aún puedan aguardarnos.
Todo era muy tranquilo, y estaba contenta. La comida había estado exquisita, pero de todas maneras, debía volver al trabajo. Sonriendo, me levanté y fui hacia la barra. Pagué la cuenta antes de que los otros dos se hubieran levantado, o eso esperaba, y volví a la mesa.
-Esta corre de mi parte. Ha sido un día genial, pero debo volver al trabajo y encontrar a ese hombre. Quizás podamos vernos... ¿Más tarde? Os pediría que me acompañárais, pero no quiero robaros más tiempo.
Charlamos de cosas triviales como lo rápido que se había pasado el día o la mejoría de la pierna de Gera. Entre una cosa y otra llegó el camarero, cargado de platos. Completamente encantada, pasé al ataque igual que mis dos acompañantes. Disfruté los canapés, pero lo mejor fue el plato principal; se notaba que sabían lo que hacían. Mientras rellenaba las copas de todos escanciando el vino, elogié la elección de Airi.
-Se nota que sabes escoger las posadas, gracias por traernos aquí. Creo que pasaré un par de días bastante agradables. - Y entonces, oyendo la sugerencia de Gera, alcé mi copa con una sonrisa: -Cuanta razón. ¡Por nosotros! Y por las aventuras que aún puedan aguardarnos.
Todo era muy tranquilo, y estaba contenta. La comida había estado exquisita, pero de todas maneras, debía volver al trabajo. Sonriendo, me levanté y fui hacia la barra. Pagué la cuenta antes de que los otros dos se hubieran levantado, o eso esperaba, y volví a la mesa.
-Esta corre de mi parte. Ha sido un día genial, pero debo volver al trabajo y encontrar a ese hombre. Quizás podamos vernos... ¿Más tarde? Os pediría que me acompañárais, pero no quiero robaros más tiempo.
Esmejit R. Airnal
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Esmejit asintió satisfecho mientras terminaba de comer aquellos deliciosos manjares. Era más que probable que en realidad su calidad no pasase del punto de ser decente, pero el hambre que sentía le había sentado mejor que cualquier especia a aquella comida.
El joven pelirrojo suspiró, mientras se recostaba un poco en su asiento. La verdad es que el día había acabado bastante bien, y se sentía cómodo y saciado. Rías se levantó, diciéndoles que tal vez se encontrasen de nuevo más tarde, y que había sido un placer pasar el día con ellos. El pelirrojo asintió, la compañía había sido grata y la comida, buena. Ahora solo quedaba ver qué ocurriría durante la noche. Observó a la gente en el local, comiendo tranquilamente, y sonrió. La verdad es que pocas cosas podían fastidiarle aquel día.
Se giró hacia Gera, con una sonrisa amplia y divertida. Su mirada preguntaba claramente qué iba a hacer la chica a continuación. El joven tenía claro cual era su plan, salir de fiesta, ahora que los ánimos estaban más calmados y los locales más vacíos.
- Bueno, creo que iré a mi cuarto a ponerme un poco de ropa limpia. -el chico se levantó y tras agradecerle a Rías el haber pagado, caminó hacia su habitación y empezó a cambiarse de ropa con lentitud, relajado. Se puso unos pantalones vaqueros, cómodos y perfectos para salir de fiesta, una camiseta blanca y una camisa roja y negra de cuadros. Tras eso, observó el espejo que había apoyado en una pared, y examinó su reflejo: perfecto. Asintió, satisfecho, y sacó una baraja de cartas de a saber dónde. Se sentó en el borde de la cama y se puso a barajar los naipes. Aquel gesto le relajaba. Suspiró, y se dejó caer en el catre, mientras lanzaba las cartas al aire, y estas caían al suelo mágicamente, formando un pequeño castillo de naipes.
El joven pelirrojo suspiró, mientras se recostaba un poco en su asiento. La verdad es que el día había acabado bastante bien, y se sentía cómodo y saciado. Rías se levantó, diciéndoles que tal vez se encontrasen de nuevo más tarde, y que había sido un placer pasar el día con ellos. El pelirrojo asintió, la compañía había sido grata y la comida, buena. Ahora solo quedaba ver qué ocurriría durante la noche. Observó a la gente en el local, comiendo tranquilamente, y sonrió. La verdad es que pocas cosas podían fastidiarle aquel día.
Se giró hacia Gera, con una sonrisa amplia y divertida. Su mirada preguntaba claramente qué iba a hacer la chica a continuación. El joven tenía claro cual era su plan, salir de fiesta, ahora que los ánimos estaban más calmados y los locales más vacíos.
- Bueno, creo que iré a mi cuarto a ponerme un poco de ropa limpia. -el chico se levantó y tras agradecerle a Rías el haber pagado, caminó hacia su habitación y empezó a cambiarse de ropa con lentitud, relajado. Se puso unos pantalones vaqueros, cómodos y perfectos para salir de fiesta, una camiseta blanca y una camisa roja y negra de cuadros. Tras eso, observó el espejo que había apoyado en una pared, y examinó su reflejo: perfecto. Asintió, satisfecho, y sacó una baraja de cartas de a saber dónde. Se sentó en el borde de la cama y se puso a barajar los naipes. Aquel gesto le relajaba. Suspiró, y se dejó caer en el catre, mientras lanzaba las cartas al aire, y estas caían al suelo mágicamente, formando un pequeño castillo de naipes.
Gera
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Rias había pagado la comida, lo que molestó a Gera en cierto modo, debido a que era algo que quería hacer ella. Pese a su sensación de desilusión sonrió a la muchacha y le agradeció el gesto. Había sentido que una buena parte del tiempo había sido muy divertido y el rato que había pasado con ellos, lo consideró de una grata compañía. Con la misma se levantó de la silla y se despidió de los muchachos.
Ha sido muy agradable pasar el día con vosotros, os agradezco las atenciones que me habéis prestado y me disculpo por haberos hecho perder el tiempo. Ya nos veremos por ahí, si el destino así lo quiere. Con una sonrisa burlona se marchó.
El día había sido bastante extraño, y en ese momento solo necesitaba ir a su hospedaje y darse una ducha, lavar las heridas y cambiarse de ropa. Sentía que necesitaba renovarse debajo del agua, y regenerar su estado anímico. Se metió en la ducha y comenzó a acariciar su piel con un jabón natural que había traído de su casa, fabricado por ella misma. Gota a gota de agua, el pelo comenzó a mojarse y sin más dilación se lo lavó. Sentía que estaba en el cielo, y en ese instante pensó en volver a salir por el pueblo en busca de alguien que conociese las plantas lugareñas y sus propiedades. Recordó que había una leyenda de un hombre que tenía tal conocimiento que para ella, sería un gran honor aceptar su sabiduría. Una vez terminada la ducha, se vistió. Se cubrió con un vestido azul cielo, unas sandalias blancas y un collar que simulaba ser un dragón.
Con su nuevo estado, se dirigió a la puerta y salió en busca del hombre que poseía los conocimientos necesarios para la evolución de sus estudios. Caminó por una calle bastante luminosa hacia el centro de la ciudad, la parte más antigua de la misma hasta así, llegar a una especie de plaza en la que había un hombre bastante curioso sentado en uno de los bancos que allí se encontraba.
¿Sería ese el hombre que ella estaba buscando? pensó para sí mientras lo miraba con inquietud.
Contenido patrocinado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Página 2 de 2. • 1, 2
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
|
|