Al que con lobos anda...[Pasado][Privado][Bizvan - Tobías Thorn]

Por un momento temí que mi compañero no llegase a tiempo, pero un ruido a mis espaldas me tranquiló. Bizvan apareció con una bomba de humo en una de sus manos mientras que con la otra sujetaba su espada. Se entrelazaron en un baile de fuerza y equilibrio, en el cual el primero que fallase podría perder la vida y en el que yo no me veía capaz de ayudar a mi compañero. Necesitaba recuperar energías para poder seguir luchando y de nuevo no tenía un tiro limpio. No podía arriesgarme a herir al marine y me sentía un poco inútil ahí tirado viendo como el moreno hacía todo el trabajo. No podía permitirlo, era el responsable de la vida de aquel chico y debía pensar algo. Sentía que algo se me pasaba por alto.

Intentaba pensar mientras observaba con detenimiento el combate. Por suerte Bizvan estaba manteniendo bastante bien a raya al grandullón a pesar de la clara diferencia de fuerza, aunque el moreno se sustentaba en su técnica. Además el gigantón comenzaba a cometer más errores, incluso pude ver como tosía un par de veces cuando atravesaba el humo, el tipo simplemente seguía vivo porque resistía por pura fuerza...

- ¡Seré subnormal! - espeté dejando a un lado mi atención en el combate para comenzar a rebuscar en mis bolsillos. No había usado aún las bombas de humo tóxicas, asique tras prender las dos que encontré en uno de mis bolsillos las lancé lo más cerca que pude de los combatientes buscando acelerar los efectos nocivos sobre el enemigo.

El combate siguió en una vorágines de golpes en la que terminó perdiendo el marine. El mafioso había lanzado a Bizvan contra uno de los estantes proclamándose vencedor. No podía creer el aguante que tenía aquel tipo, pero ahora eso me daba igual. Saqué mis pistolas con pulso tembloroso apuntando al grandullón y dejando mis miedos por herir a mi compañero a un lado mientras apretaba el gatillo. Clic, ese estúpido sonido comenzó a reconcomerme por dentro, no podía creer que no me quedase nada de munición y el tipo estaba a escasos metros del marine. Una rabia que desconocía que había en mi interior comenzó a darme fuerzas y pude levantarme poco a poco. No podía permitir que el tipo matase a Bizvan, o menos no sin tener que matarme a mi primero.

Estaba dispuesto a exprimir cada gota de mi ser, cuando de repente el grandullón sucumbió a las drogas y se puso farfullar sandeces mientras golpeaba al aire. Un ligero temblor de piernas recorrió mi cuerpo nada más ver que la cosa volvía a nuestro favor. Bizvan le ganó las espaldas al tipo y consiguió herirle lo suficiente como para impedirle andar, el mafioso gritaba desesperadamente intentando huir arrastrándose de una manera penosa y aproveché el subidón del momento acercándome como pude hacia el tipo cortando su sufrimiento propinándole una patada imbuida en haki armadura en plena cabeza. Hasta aquí había llegado.

Tras asegurarme que el tipo no se movería de allí me acerqué a Bizvan para ayudarlo a incorporarse.

-Bien hecho joven lobo, hoy hemos dado lo mejor de nosotros.

Salí por la puerta lentamente y me quité la máscara para respirar profundamente. Todavía podía sentir que mi cuerpo temblaba entero, pero todavía quedaba algo por hacer y aproveché que había una pareja de hombres atraídos por el humo y el ruido de los disparos.

- Perdonen, soy integrante del gobierno mundial y necesito que vayan a buscar a alguien  que pertenezca a la autoridad, tenemos a alguien que encerrar - dije usando el tono autoritario que siempre usaban los superiores. Si alguien te hablaba con ese tono de voz le prestabas atención.

Una vez dicho eso me asomé a la puerta de la botica y llamé a Bizvan para que arrastrase su cuelo fuera de allí.

-Las explicaciones las das tú compañero, odio tener que dar explicaciones.

Tras mis palabras Bizvan terminó saliendo para recibir al grupo de las autoridades cuando llegaron. Al principio creí que estaba menos herido, pero tras ver como le costaba andar comprendí que no era así. Preguntó por un médico y rápidamente memoricé la ubicación para acompañarle yo mismo cuando se llevasen al tipo. Luego respondería a sus preguntas.

- Perdonad, soy el Agente Tobías Thorn del gobierno mundial - dije tirando de rango para captar la atención de lo que estaban fuera. -Cuando encerréis a este perro ya pasará alguien en mi nombre a recoger la recompensa por sus cabezas, yo ahora voy a llevar a mi compañero a que lo atiendan - dije usando el mismo tono que había usado con los anteriores.

Tras eso me acerqué a mi compañero para ayudarlo a caminar y andamos como pudimos uno apoyado en el otro. Parecía que éste había sido un buen fichaje para las filas de los CW y se merecía alguna información sobre mi, asique me dispuse a contarle lo que podía una vez que estuvimos lejos de oídos indiscretos.

- Bueno compañero, lo primero que tengo que hacer es darte las gracias por dejar tus tareas a un lado y ayudarme en esta tortuosa tarea, asique voy a contarte algo de mí. - comencé a amigablemente para romper la tensión de después del combate. - La verdad es que puedo transformarme en eso a lo que tú llamas "smile" porque me comí una fruta del diablo, para ser más exacto la Sirope no mi, convirtiéndome en un Logia, imagino que habrás oído de ellos. Si quieres saber más pregúntale a Gusi cuando lo veas y que te cuente la historia de como las conseguimos, porque él también tiene una - dije bromeando para picar la curiosidad del moreno. -Y sobre eso de "volar"... Lo tendremos que dejar para más adelante, sólo puedo decirte que es un arte especial que aprendemos unos pocos de la agencia, pero te prometo que si sigues avanzando en la marina algún día podremos hablar de él si sigues interesado.

Seguramente mis palabras no saciarían a Bizvan, pero por suerte para mí ya habíamos llegado al médico. Era una pequeña consulta montada en una casa, pero todo parecía bastante limpio. Dejé al marine en manos de una enfermera bastante guapa, mientras que yo me quedé en una pequeña sala de estar vacía. Sentía que podía quedarme dormido en cualquier momento y aún me quedaba algo por hacer. Busqué entre mis ropajes y encontré dos cosas, una era la bomba de humo que no encontré en su momento y lo otro un den den mushi color negro. Activé el DDM y llamé al agente con el que habíamos hablado.

- Soy el Agente TT, misión cumplida - dije de forma corta y concisa. Las comunicaciones normalmente eran así, pero a esta le añadí una especie de posdata. -La mitad para el acompañante.

Sabía que el mensaje sería atendido correctamente, asique con el trabajo hecho y la conciencia tranquila me estiré ocupando varios asientos y me eché a dormir mientras esperaba a que Bizvan terminase con aquella enfermera tan guapa.