Gareth Silverwing
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El pájaro vuela hacia vosotros, chillando y con las garras abiertas dispuestas a haceros jirones.
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El lobo avanzaba por los cielos hasta que vio aquella cosa a lo lejos. Redujo la velocidad lo justo para poder estar seguros de ver lo que era y entonces se dio cuenta de que se trataba de un enemigo enorme. Una sonrisa se formó en el rostro del luchador del buey y entonces fue cuando pensó que debería ser un enemigo formidable. Activó su haki de observación y pensó en empezar la fiesta. La bestia pasó a ras de suelo y se frenó lo justo para que el vampiro y sus dos amigos bajasen de él o de lo contrario iban a tener que agarrarse a sus piernas y eso podía estorbarle. El animal volvió a la forma humana y se quedó mirándolos con una expresión calmada en todo momento, como si pasara del mundo.
- Será mejor que bajéis de mi lomo. No quiero que os pase nada cuando choque con esa cosa a máxima velocidad.
El ojo derecho, el cual estaba rojizo, se activó finalmente, haciendo que unas marcas oscuras aparecieran por el rostro de Drake. Una terrible aura oscura invadió al chico lobo y entonces fue cuando alzó el vuelo y salió despedido hacia su presa. El enorme pájaro chillaba de forma algo molesta y eso hizo que el luchador soltase un suspiro enorme. Con el poder de Slayer de su parte, iba a realizar un golpe potente. Estiró la mano derecha a un lado y en su palma comenzó a formarse una especie de esfera blanca. No iba a dudar en reventar a su oponente con aquel ataque, o mínimo dejarle incapaz de volar. El lobo echó su puño hacia atrás e imbuyó su brazo entero en haki armadura. Era el momento de hacer pedazos a aquel maldito pajarraco que había osado meterse en el camino de ellos.
- Ripera o utsu… ¡Nivel dos!
Gritó entonces aquel luchador mientras activaba su máxima velocidad. A doscientos metros por segundo, trató de atravesar su ala derecha por la zona más cercana al cuerpo. Impactaría su puño contra la bestia, dejando aquella esfera blanca impactar contra la carne y de esa forma causarle un daño mortal. Entonces se fijó en que estaba sangrando un poco por el costado y se dio cuenta que quizás se había hecho el corte con una de las uñas. Eran enorme y eso le iba a ser un problema. Soltó un pequeño suspiro y observó los resultados de su ataque para ver si había hecho efecto.
- Será mejor que bajéis de mi lomo. No quiero que os pase nada cuando choque con esa cosa a máxima velocidad.
El ojo derecho, el cual estaba rojizo, se activó finalmente, haciendo que unas marcas oscuras aparecieran por el rostro de Drake. Una terrible aura oscura invadió al chico lobo y entonces fue cuando alzó el vuelo y salió despedido hacia su presa. El enorme pájaro chillaba de forma algo molesta y eso hizo que el luchador soltase un suspiro enorme. Con el poder de Slayer de su parte, iba a realizar un golpe potente. Estiró la mano derecha a un lado y en su palma comenzó a formarse una especie de esfera blanca. No iba a dudar en reventar a su oponente con aquel ataque, o mínimo dejarle incapaz de volar. El lobo echó su puño hacia atrás e imbuyó su brazo entero en haki armadura. Era el momento de hacer pedazos a aquel maldito pajarraco que había osado meterse en el camino de ellos.
- Ripera o utsu… ¡Nivel dos!
Gritó entonces aquel luchador mientras activaba su máxima velocidad. A doscientos metros por segundo, trató de atravesar su ala derecha por la zona más cercana al cuerpo. Impactaría su puño contra la bestia, dejando aquella esfera blanca impactar contra la carne y de esa forma causarle un daño mortal. Entonces se fijó en que estaba sangrando un poco por el costado y se dio cuenta que quizás se había hecho el corte con una de las uñas. Eran enorme y eso le iba a ser un problema. Soltó un pequeño suspiro y observó los resultados de su ataque para ver si había hecho efecto.
- Datos:
- Fuerza empleada: X26 sobre la fuerza de un buey al 100.
Haki superior activado: 1 asalto.
Técnica usada Ripera O Utsu Nivel2: Drake posee el nivel 1 de esta técnica ya que fue la primera que aprendió y la que hoy día es su favorita. El nivel dos le permite varias cosas, el 1 consiste en un brillo blanco que inunda el puño del chico lobo. En este nivel esa energía es algo más brillante y rápidamente es llevada a la palma del luchador en forma de esfera blanca. Esta esfera hecha de energía de choque, tiene la potencia de dos ondas de choque bastante fuertes en lugar de una. Cuando esta esfera golpea a un rival (no PUEDE ser lanzada o se desvanece en el aire) produce un poderoso golpe que libera la energía de esas ondas de choque, con esto podría expandir su golpe por la superficie de un edificio y destrozarlo, o evadir la coraza de un enemigo y provocarle un daño interno mediante ondas vibratorias . Además gracias a su aura ardiente (técnica ya obtenida) podría hacer esas ondas bastante calurosas y molestas debido a que sus golpes con esta habilidad son ardientes, formando así una esfera ardiente con el poder de dos ondas de choque potentes en el interior.
Modo Dark Drake activado: 1 asalto (causante de un x2 de fuerza activo)
Velocidad usada: 200 Metros por segundo.
Ivan Markov
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Ivan frunció el ceño, algo desagradado. ¿Un pájaro de metal? Estaba claro que aquello de "cuidado con lo que deseas" era demasiado cierto... ¿Qué iba a poder hacer contra semejante monstruo? Además de que parecía alguna clase de ingenio mecánico. Su especialidad era combatir contra los vivos, no contra colosos de metal. Con el ceño fruncido, bajó del lomo de Drake de un salto ordenando mentalmente a sus ghouls que lo siguieran. Entonces comenzó a correr y se alejó lo máximo posible, refugiándose tras un edificio. La batalla la decidiría el lobo blanco, y en el peor de los casos tendrían que huir. Le dio rabia, muchísima rabia... pero también conocía sus limitaciones. "Rehuir un combate no es propio de un cazador. Pero un cazador debe conocer sus limitaciones si no quiere convertirse en una presa." Sin embargo... tal vez sí hubiera algo que podía hacer. Sacó el revólver y lo abrió, comenzando a poner unas balas doradas con la punta azul en el tambor.
- Si es un ser movido por tecnología como sospecho... eso lo entorpecerá.
Se acercó a la esquina y se asomó un poco, alzando el arma y usando el antebrazo izquierdo como apoyo para el derecho al apuntar. Como estaba en una zona en la sombra, el solo no le estorbaba y podría hacer uso de sus capacidades al máximo. "Es irónico que siempre recurra a este arma en las situaciones más desesperadas." Las armas de fuego no eran su fuerte, era más de espadas y dagas, pero en una de sus horas más bajas aquel revólver le había salvado la vida. Y ahora, esperaba que la munición iónica que había cargado en él sirviera para inclinar la balanza a favor de ellos.
- Relájate y respira... - murmuró para sí.
Un disparo bien dado... y tal vez todo se acabara. Sin embargo, ¿podría atinar a aquella distancia? El ser era grande, sí, pero su armazón probablemente sería increíblemente resistente. Así pues tendría que intentar apuntar a lo que parecían sus ojos, aquellos faros azules. Suponía que sería cristal, y un disparo los destrozaría de serlo. De todos modos, no tenía claro que disparando a aquella zona pudiera causar serios daños. Por un instante dudó, sin tener claro lo que hacer... aquello era una lucha entre dos titanes, dos auténticas bestias. ¿Qué era él en medio de todo aquello? Alardeaba de ser un cazador, pero era apenas una hormiga al lado de ese ser o de Drake. Este había vuelto a su forma humana y parecía que se disponía a lanzar un golpe decisivo. Pero, ¿qué más daba? Había jurado que no volvería a flaquear. Morir una vez fue más que suficiente.
- No volverás a llamarme presa, padre... - siseó con rabia.
Contuvo la respiración y apuntó al faro inferior izquierdo, cargando toda su voluntad y su energía en la bala, haciendo que un tenue brillo blanquecino saliera del cañón. Pasara lo que pasara... nadie podría decir que no lo había intentado. Una sonrisa fiera comenzó a dibujarse en su rostro, y entonces apretó el gatillo.
- Si es un ser movido por tecnología como sospecho... eso lo entorpecerá.
Se acercó a la esquina y se asomó un poco, alzando el arma y usando el antebrazo izquierdo como apoyo para el derecho al apuntar. Como estaba en una zona en la sombra, el solo no le estorbaba y podría hacer uso de sus capacidades al máximo. "Es irónico que siempre recurra a este arma en las situaciones más desesperadas." Las armas de fuego no eran su fuerte, era más de espadas y dagas, pero en una de sus horas más bajas aquel revólver le había salvado la vida. Y ahora, esperaba que la munición iónica que había cargado en él sirviera para inclinar la balanza a favor de ellos.
- Relájate y respira... - murmuró para sí.
Un disparo bien dado... y tal vez todo se acabara. Sin embargo, ¿podría atinar a aquella distancia? El ser era grande, sí, pero su armazón probablemente sería increíblemente resistente. Así pues tendría que intentar apuntar a lo que parecían sus ojos, aquellos faros azules. Suponía que sería cristal, y un disparo los destrozaría de serlo. De todos modos, no tenía claro que disparando a aquella zona pudiera causar serios daños. Por un instante dudó, sin tener claro lo que hacer... aquello era una lucha entre dos titanes, dos auténticas bestias. ¿Qué era él en medio de todo aquello? Alardeaba de ser un cazador, pero era apenas una hormiga al lado de ese ser o de Drake. Este había vuelto a su forma humana y parecía que se disponía a lanzar un golpe decisivo. Pero, ¿qué más daba? Había jurado que no volvería a flaquear. Morir una vez fue más que suficiente.
- No volverás a llamarme presa, padre... - siseó con rabia.
Contuvo la respiración y apuntó al faro inferior izquierdo, cargando toda su voluntad y su energía en la bala, haciendo que un tenue brillo blanquecino saliera del cañón. Pasara lo que pasara... nadie podría decir que no lo había intentado. Una sonrisa fiera comenzó a dibujarse en su rostro, y entonces apretó el gatillo.
- Cosas usadas:
- - Munición iónica.
- Ámbito: Tercera Luna, Bóreas: Con este poder Ivan canaliza el frío de la técnica base del "Estilo de las Doce Lunas" para generar una llama fría en torno a un arma, sus manos o munición de una pistola. Esta llama está a -20º, y congela en vez de quemar. Como componente escénico, es capaz de generar una desagradable sensación de frío al tocar a alguien.
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El golpe de Drake alcanza al ave en donde se propuso, pero notas algo que no es normal. Por un momento te parece ver que el metal (Bastante oscuro de por sí) adquiere un tono azabache, bloqueando gran parte de la fuerza de tu golpe y disipando la onda de choque por su superficie.
Al mismo tiempo parece reaccionar al disparo de Ivan, pocas décimas antes de que éste apriete el gatillo, moviendo ligeramente la cabeza y haciendo que el disparo de en su coraza. Unos rayos es extienden por la superficie metálica escarchada, no parece haber hecho mucho efecto. El pájaro maniobra en el aire y por unos se queda estático mirándoos.
-Soy Seregios, guardián de la ciudad. Durante siglos la he protegido de los enemigos de Síderos. Pero esta guerra ha dividido a nuestro pueblo y lo dejó sin un monarca que lo liderase. Llevo décadas guardando estas calles vacías a la espera de que regrese alguien digno de sentarse en el trono... pero no, no sois vosotros. -Su voz, la cual no parece provenir de ningún sitio, como si resonase en vuestra mente, es serena pero firme. - No pienso permitir más intrusos en esta ciudad sagrada, preparaos para afrontar el castigo por cruzar los muros sin mi permiso.
Dicho esto se eleva unos 50 metros, tras eso bate las alas con fuerza y una onda de choque baja rápidamente hacia Drake. Impacte contra lo que impacte generará una onda expansiva con un fuerte viento (Cuidado Ivan)
Al mismo tiempo parece reaccionar al disparo de Ivan, pocas décimas antes de que éste apriete el gatillo, moviendo ligeramente la cabeza y haciendo que el disparo de en su coraza. Unos rayos es extienden por la superficie metálica escarchada, no parece haber hecho mucho efecto. El pájaro maniobra en el aire y por unos se queda estático mirándoos.
-Soy Seregios, guardián de la ciudad. Durante siglos la he protegido de los enemigos de Síderos. Pero esta guerra ha dividido a nuestro pueblo y lo dejó sin un monarca que lo liderase. Llevo décadas guardando estas calles vacías a la espera de que regrese alguien digno de sentarse en el trono... pero no, no sois vosotros. -Su voz, la cual no parece provenir de ningún sitio, como si resonase en vuestra mente, es serena pero firme. - No pienso permitir más intrusos en esta ciudad sagrada, preparaos para afrontar el castigo por cruzar los muros sin mi permiso.
Dicho esto se eleva unos 50 metros, tras eso bate las alas con fuerza y una onda de choque baja rápidamente hacia Drake. Impacte contra lo que impacte generará una onda expansiva con un fuerte viento (Cuidado Ivan)
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Drake ladeó la cabeza al ver que su ataque no le había hecho nada a la enorme bestia. Frunció el ceño y después de unos momentos se quedó mirándolo tranquilamente, esperando a ver lo que pasaba. Entonces escuchó sus palabras y se relamió. Entendía sus motivos, pero eso de atacarles sin motivo no era nada justo. El lobo era legal con aquellas cosas y se sintió un poco ofendido con la forma de ser del pájaro. Lo primero que hizo fue colocarse en posición de combate y después todo el aire posible. Miró a la bestia fijamente a los ojos y después de aquello le habló con un tono calmado.
- Me parece muy bien que protejas este lugar y eso te honra. Nosotros solamente queremos pasar a por las centrales y no vamos a destrozas la ciudad ni nada por el estilo. Sin embargo, tú fuiste el primero en atacar. Podrías habernos hablado desde el principio y todo habría acabado.
El lobo frunció el ceño al mismo tiempo que miraba al pájaro ascender hacia lo más alto de los cielos. Entonces el cabrón lanzó una onda que iba directa hacia él, pero era un maestro en el conocimiento de aquellos ataques. Sabía de sobra que el vampiro se iba a ver alcanzado. Eso provocó que sus ojos se abrieran como platos. Apretó lo puño y se imbuyó en una terrible energía blanca que lo rodeó de forma intensa. Entonces salió disparado hacia los cielos en busca de aquella onda, pues no iba a permitir que Ivan fuese dañado de alguna forma. Estiró el brazo hacia atrás y entonces lanzó un terrible puñetazo contra el aire.
- ¡Ripera o utsu! ¡Nivel tres! – Gritó lleno de furia por la mentalidad del pájaro.
Formó una terrible onda expansiva que salió de su cuerpo como si fuese el epicentro y dicho poder reventó contra el ataque del ave. No tardó en formarse un terrible choque que provocó un estallido sonoro en pleno aire. El lobo blanco salió despedido hacia abajo a toda velocidad con los brazos en equis imbuidos en haki armadura y el ceño fruncido. Fue frenando despacio con la potencia de su SN1 hasta que finalmente llegó al suelo y se estrelló en él. Debido a su potente haki y su defensa del ripera más su cuerpo, tan solo se hizo algo de daño en la espalda. Una terrible humareda se formó entonces, haciendo que el suelo temblase un poco, pero al menos logró proteger al vampiro. Drake no hablaba, ni daba señales de vida. Pasaron unos momentos y entonces una voz se escuchó a través del humo.
- ¡Es posible que tú quieras proteger esta ciudad! Pero…
De repente la humareda salió disparada hacia los lados, como si alguien la hubiese repelido. Entonces la figura de Drake salió de la nada, pero había algo distinto en él. Sus cabellos se habían oscurecido y crecido, su camiseta estaba rota, dejando ver una musculatura envidiable. Todo su cuerpo estaba cubierto de pelo rojizo salvo por el rostro, el cuello, las manos y los pectorales y de la parte baja de su espalda surgió una cola de lobo. Los ojos del joven ahora eran uno rojizo y el otro amarillento y una terrible aura blanca se formó a su alrededor. Su mirada era bastante seria y ahora parecía mosqueado.
- Pero yo hice una promesa a mi maestro… ¡VOY A PROTEGER A IVAN CON MI PROPIA VIDA Y ESO SIGNIFICABA VENCERTE!
Gritó de repente al mismo tiempo que una explosión de energía surgía de sus pies y salía disparado hacia los cielos a una velocidad muy superior a la anterior. En un pestañeo o quizás menos, ya estaba sobre el pájaro, pues su objetivo era traspasarlo. A continuación gritó envolviéndose en haki armadura y llamas, siendo una especie de peonza ardiente, pues empezó a girar sobre sí mismo. El terrible ser se lanzó hacia abajo, colocando ambos puños por delante imbuido en su ripera de nivel tres. Su objetivo era atravesar al enorme ser de lado a lado y de paso dejar una vibración interna que lo hiciera pedazos. Lo lograse o no, aterrizaría en el suelo y miraría con furia al animal, hablando en voz alta para que el vampiro le escuchase.
- No te preocupes, chico. Soy Drake, el protector de los Markov y juro por mi sangre que no te va a pasar nada mientras yo siga viviendo. – Le dijo mirándole y levantándole el pulgar de forma amable.
El lobo entonces volvió a salir despedido hacia el pájaro y quedaría a una distancia calmada al mismo tiempo que lo miraba con seriedad.
- Soy Drake Lars Lee, el mejor luchador de Hallstat y soy el guardián de ese chico de ahí abajo. Ambos podemos salir bien de este sitio si colaboramos, pero si no atiendes a razones, solo uno de los dos saldrá de aquí vivo. – Diría frunciendo el ceño si la bestia continuaba viva.
- Datos:
- Haki Superior : 2º Asalto
Fuerza empleada: x50 respecto a la fuerza de un buey al 100
Velocidad empleada durante el ataque: 300 Metros por segundo.
Técnicas usadas:
Ripera O Utsu Nivel 3:
Drake ha llegado a un nivel muy alto en esta técnica, su energía de choque es muy poderosa, tal que ya no se forma una bola en su mano. Todo su cuerpo es imbuido en una energía blanca resplandeciente, el tono de sus ojos se pone dorado y su control de esa energía mejora. Sus golpes en esta forma están llenos de energía expansiva, si golpea el aire con la suficiente fuerza, el suelo o un adversario podría formar una onda expansiva que sale de su cuerpo hacia fuera, como si se tratase del epicentro. Esta lanza un poderoso empujón que cubre 360º en un área de unos veinte metros. Sin embargo al luchador no le gusta dañar con este tipo de cosas y esta solo sirve para cubrirse de posibles ataques como podría ser una enorme llamarada, un cañonazo explosivo u una onda de choque de gran magnitud. A la persona que esto le impacte en el cuerpo sentirá lo mismo que el nivel 2 del ataque (ya logrado) pero si simplemente le pilla la onda, le lanzara lejos sin producirle ningún daño salvo el de la caída. Además el lobo puede imbuir su golpe expansivo en haki armadura tocando con esta onda a usuarios del tipo logia. El poder de este ataque aumenta según el nivel del luchador del Buey.
[Usada en la defensa y en el impacto final]
Moeru:
Drake puede usar su energia para igualar su cuerpo a una temperatura muy elevada y despues expandir toda la energia a una increible velocidad y fuerza formando mediante la fricción, un aura ardiente a su alrededor. al ser su energia le protege de quemarse pero le cansa bastante, sus golpes son ardientes y algo mas potentes. Solo puede mantenerla encendida durante tres post, despues debe anularla y mantenerla apagada durante otros dos post mas. Esto le ayuda a no pasar frio en islas o climas helados ya que hace mucho calor en un radio de un metro a su alrededor.
Dark Drake:
La otra PERSONALIDAD de Drake toma su cuerpo, sus ojos se vuelven rojizos y unas marcas de llamas tribales de color negro se dorman en la mitad de su rostro, de su pecho y de su brazo derecho. Su fuerza aumenta debido a un aura oscura que crea. Gana un x2 en fuerza. Puede usar este poder dos post, después necesita otros dos de descanso.
SN1 + SN2
Power Up: Densetsu no ōkami (Lobo Legendario): En esta forma Drake aumenta mucho su fuerza superando la de la fuerza hibrida y supera la velocidad de la forma final. Su aspecto cambia debido a una mezcla entre su forma hibrida y la humana.Su pelo crece un poco volviendose algo oscuro y erizado, su cuerpo se recubre entero de pelo menos la cara, los pectorales, las manos y la zona abdominal. Sus musculos aumentan u surge su cola de lobo, sus ojos son rojizos podiendo variarlos a dorados y sus colmillos crecen. Gana un x3 en fuerza y un x2 en velocidad. Solo puede usar esta forma 2 post por combate.
Power ups pasivos: Fuerza x13/ Resistencia x3 / Velocidad x10
Resultado Final: Peonza ardiendo imbuida en haki mas todas estas tecnicas con muy mala leche y velocidad (?)
Ivan Markov
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Vale, definitivamente no pintaba absolutamente nada allí. No tenía ninguna oportunidad contra un ser como aquel ni iba a lograr hacer nada salvo estorbar a Drake y tal vez morir en el proceso. Lo mejor sería huir... la pregunta era, ¿avisaría al lobo? Si lo hacía, era probable que el guardián intentase impedirlo. Definitivamente, debía actuar y dejarse de chorradas; siempre podía enviar a un ghoul a que avisara de que se había ido. Rápidamente comenzó a alejarse a toda la velocidad que le permitían sus fuerzas mermadas por la luz solar. Poco le importaba hacia qué parte de la ciudad ir mientras se alejara de aquel combate de monstruos. De fondo escuchó un terrible estruendo y al instante se alegró de haberse ido.
- Avisa a Drake de que me he retirado - le dijo telepáticamente a uno de sus ghouls.
Ambos seres se habían quedado atrás, incapaces de seguir su ritmo. En fin, eso daba igual, ya le darían alcance y si no lo lograban siempre podía encontrar a nuevos cadáveres que convertir. Estaba algo furioso consigo mismo por todos aquellos sucesos; odiaba no ser lo bastante fuerte como para poder intervenir en la pelea. Se suponía que había prometido superar a su padre... eso le había dicho a Thelor. ¿Cómo iba a lograrlo huyendo de sus desafíos? "Si pierdes la vida poco demostrarás salvo estupidez" dijo una voz insidiosa en su cabeza.
- En fin... - suspiró - A ver si encuentro algo con lo que desquitarme
Moviéndose entre las sombras para ocultarse, olisqueó el ambiente en busca de presas cercanas, al tiempo que activaba su haki de observación. Tanto correr le había dado hambre... ¿tendría algo en la reserva de Valak? Aún no había probado a usar la daga. El hecho de que tuviese el emblema de su familia hacía que prefiriera mantenerla oculta la mayor parte del tiempo. Sacó el arma y la admiró, observando su elegante hoja plateada y el oscuro mango. Este tenía cerca del extremo final un aro plateado con una gema negra... no se había fijado hasta ahora, pero no parecía parte de la propia arma. Arqueando una ceja, trató de retirarlo y para su sorpresa no tuvo que hacer demasiado esfuerzo. Era un anillo. Por algún motivo, el mero hecho de sostenerlo era... aliviante. Era como si sus fuerzas estuvieran siendo restauradas. Movido por una corazonada, se lo puso en la mano derecha, y al instante notó como si una inmensa presión que hubiese estado aprisionando su cuerpo fuese removida. Era como si fuera de noche... se quitó la capucha y probó a salir a una zona al sol. No sintió debilidad ni se cegó, aunque seguía siendo un poco desagradable.
- ¿Y he tenido esta preciosidad conmigo todo el rato? - murmuró para sí, con una media sonrisa - Bueno, mejor tarde que nunca.
Con su ánimo recuperado, volvió a meterse entre las ruinas y volvió a su tarea de buscar rastros en busca de otras personas, ya fuesen civiles o gente de otra facción. Mientras tanto activó la primera función de la runa para meter una carga en esta.
- Avisa a Drake de que me he retirado - le dijo telepáticamente a uno de sus ghouls.
Ambos seres se habían quedado atrás, incapaces de seguir su ritmo. En fin, eso daba igual, ya le darían alcance y si no lo lograban siempre podía encontrar a nuevos cadáveres que convertir. Estaba algo furioso consigo mismo por todos aquellos sucesos; odiaba no ser lo bastante fuerte como para poder intervenir en la pelea. Se suponía que había prometido superar a su padre... eso le había dicho a Thelor. ¿Cómo iba a lograrlo huyendo de sus desafíos? "Si pierdes la vida poco demostrarás salvo estupidez" dijo una voz insidiosa en su cabeza.
- En fin... - suspiró - A ver si encuentro algo con lo que desquitarme
Moviéndose entre las sombras para ocultarse, olisqueó el ambiente en busca de presas cercanas, al tiempo que activaba su haki de observación. Tanto correr le había dado hambre... ¿tendría algo en la reserva de Valak? Aún no había probado a usar la daga. El hecho de que tuviese el emblema de su familia hacía que prefiriera mantenerla oculta la mayor parte del tiempo. Sacó el arma y la admiró, observando su elegante hoja plateada y el oscuro mango. Este tenía cerca del extremo final un aro plateado con una gema negra... no se había fijado hasta ahora, pero no parecía parte de la propia arma. Arqueando una ceja, trató de retirarlo y para su sorpresa no tuvo que hacer demasiado esfuerzo. Era un anillo. Por algún motivo, el mero hecho de sostenerlo era... aliviante. Era como si sus fuerzas estuvieran siendo restauradas. Movido por una corazonada, se lo puso en la mano derecha, y al instante notó como si una inmensa presión que hubiese estado aprisionando su cuerpo fuese removida. Era como si fuera de noche... se quitó la capucha y probó a salir a una zona al sol. No sintió debilidad ni se cegó, aunque seguía siendo un poco desagradable.
- ¿Y he tenido esta preciosidad conmigo todo el rato? - murmuró para sí, con una media sonrisa - Bueno, mejor tarde que nunca.
Con su ánimo recuperado, volvió a meterse entre las ruinas y volvió a su tarea de buscar rastros en busca de otras personas, ya fuesen civiles o gente de otra facción. Mientras tanto activó la primera función de la runa para meter una carga en esta.
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El ataque de Drake da de lleno en el objetivo, pero Seregios no sería el guardián de una nación por ser un pollo cualquiera. Se cubre de tu ataque con ambas alas y rota el el aire para contrarrestar tu movimiento, no sólo es resistente, sino que tiene técnica. Cuando chocáis notas algo raro, sus plumas metálicas, ya oscuras de por sí por el haki que parece poder usar, logran un efecto raro en tí. Al tocarlas notas cierta sensación de debilidad, como si te faltasen las fuerzas si siguieses tocándolas más tiempo, menos mal que el contacto no ha durado más de un segundo. ¿Es posible que sus alas sean de puro kairoseki? Si es así ¿Cómo se mantiene en el aire?
-No me importan vuestras intenciones, cualquiera que ose mancillar esta tierra sagrada merece recibir el castigo divino.- No parece atender a razones, su voz es ausente, es como si dijera eso a cada intruso.
De todas formas y, aunque parezca intacto, sus movimientos son algo más lentos que antes, es posible que tu ataque le pueda haber afectado en el interior. Pero esta debilidad no dura mucho, vuela en círculos mientras gana velocidad. Unos relámpagos comenzan a salir de su morro mientras acelera. Desciende en picado en tu dirección, haciendo una pasada con sus garras. Tras eso comienza a pasar a toda velocidad de un lado a otro, cada vez con diferentes direcciones y ángulos, algunas de esas veces escuchas sonidos como de metal chocando contra algo. Al final se para en lo alto, sus alas se cargan de electricidad durante un par de segundos y tras eso lanza un trueno en tu dirección. Por cierto, ahora que miras a tu alrededor hay plumas metálicas clavadas por todas partes, incluso algunas flotando en el aire como suspendidas por una fuerza extraña. Y hablando de mirar a tu alrededor, no ves a Ivan por ningún sitio, solo un gohul indicándote una dirección.
Por tu parte Ivan. Escuchas choques y explosiones en la lejanía, dirías que incluso truenos. La furia del combate hace temblar el suelo... un poco de arenilla caes sobre tí. Muchos de los edificios de las ruinas tienen un aspecto bastante precario, yo que tú me andaba con cuidado.
-No me importan vuestras intenciones, cualquiera que ose mancillar esta tierra sagrada merece recibir el castigo divino.- No parece atender a razones, su voz es ausente, es como si dijera eso a cada intruso.
De todas formas y, aunque parezca intacto, sus movimientos son algo más lentos que antes, es posible que tu ataque le pueda haber afectado en el interior. Pero esta debilidad no dura mucho, vuela en círculos mientras gana velocidad. Unos relámpagos comenzan a salir de su morro mientras acelera. Desciende en picado en tu dirección, haciendo una pasada con sus garras. Tras eso comienza a pasar a toda velocidad de un lado a otro, cada vez con diferentes direcciones y ángulos, algunas de esas veces escuchas sonidos como de metal chocando contra algo. Al final se para en lo alto, sus alas se cargan de electricidad durante un par de segundos y tras eso lanza un trueno en tu dirección. Por cierto, ahora que miras a tu alrededor hay plumas metálicas clavadas por todas partes, incluso algunas flotando en el aire como suspendidas por una fuerza extraña. Y hablando de mirar a tu alrededor, no ves a Ivan por ningún sitio, solo un gohul indicándote una dirección.
Por tu parte Ivan. Escuchas choques y explosiones en la lejanía, dirías que incluso truenos. La furia del combate hace temblar el suelo... un poco de arenilla caes sobre tí. Muchos de los edificios de las ruinas tienen un aspecto bastante precario, yo que tú me andaba con cuidado.
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El lobo blanco notó cierta molestia en su puño derecho cuando realizó aquel ataque, notando sus fuerzas bajar de repente de forma considerable. Era como si aquella cosa estuviese hecha de kairouseki y aquello la hizo fruncir el ceño. Aquel mineral era terriblemente duro y además anulaba sus poderes. El castaño no pudo evitar agachar la cabeza sabiendo que estaba enfrentándose a un coloso hecho de la mismísima muerte para él. Sin embargo, no iba a rendirse de ninguna de las formas. Fue entonces cuando pudo ver a uno de los monstruos del joven Ivan, señalándole una dirección. No pudo detectar al vampiro con su olfato y eso quería decir que se había largado. No pudo evitar mostrar una sonrisa calmada y después suspirar. No se lo había esperado, pero tal vez ahora podía pelear cómodamente sin tener que contenerse. Entonces fue cuando tomó aire y se quedó mirando a aquel pájaro cabezón.
No parecía que fuese a atender a razones. Era más bien como si estuviese decidido a terminar con todas las personas que invadieran la zona. Los ojos del chico se mantuvieron calmados, hasta que lentamente el orbe rojizo volvió a ser verde. El poder de Slayer había terminado, pero no era una molestia. Drake estaba centrado más bien en el enorme ave, el cual parecía ser un oponente más duro de lo que pensaba. Ya perdió la oportunidad de combatir con Guro en la guerra Gyojin y esta vez no iba a huir. Apretó los puños y mostró una expresión seria al mismo tiempo que su aura azulada aumentaba de forma considerable. Llegaba el momento de la verdadera batalla y por ello escupió a un lado al mismo tiempo que se preparaba para un nuevo ataque. Debía elegir bien la zona de su golpe si quería hacerle efecto al enorme ser. Le importaba poco el kairouseki, nunca le había importado de hecho.
Se dio cuenta de que el enorme animal empezó a volar en círculos de forma más lenta que antes, pero haciendo algo extraño en sus alas. Realmente estaba impresionado y no se esperaba lo que iba a ocurrir. Entonces el enorme ser se lanzó en picado hacia él. Drake lejos de huir, también salió volando hacia el pájaro con el ceño fruncido. Cuando estuvo cerca lanzó una onda expansiva para apartar las garras de su cuerpo. A medida que la bestia iba atacándole desde varios ángulos, el chico iba echándose a los lados aprovechando la velocidad impresionante que tenía en ese momento. El luchador evadía los golpes de forma fácil, escuchando en su cabeza las voces del alma de su oponente. El haki de observación era bastante útil y sumado a su conocimiento del combate, le hacían alguien increíblemente fuerte. Cuando el ave empezó a volar hacia los cielos, una sonrisa se formó en el rostro de Drake.
- Ese cabrón es más astuto de lo que pensaba…
La sangre empezó a salir de sus brazos y pectorales, teniendo varios cortes en ellos. Pese a su velocidad y haki, el enorme ser logró rozarle varias veces y hacerle heridas que de no ser por su cuerpo, habrían sido mortales. El lobo entonces notó un escozor enorme recorrerle y además de aquello una sensación bastante incómoda bajando por su frente. Un corte superficial sobre su cabeza hizo que unas pequeñas gotas resbalasen hasta su ojo izquierdo, el cual cerró despacio. Pese a todo aquello, el luchador mostraba una expresión calmada, moviendo su cola de lobo de un lado a otro. Era como si estuviese en un estado mental demasiado concentrado y pasase de todo lo que ocurría a su alrededor. Soltó un pequeño jadeo debido al dolor y acto seguido se quedó mirando fijamente a su oponente. No fue un genio, pero supo fácilmente que la descarga que salió hacia él sería mortal. El chico se movió a trescientos metros por segundo, evadiendo el ataque, pero cuando el trueno impacto, la onda lo lanzó. El fuego que se formó además le hizo algo de daño, pero debido a la rapidez con la que iba, no pudo ni verlo. Drake colocó los brazos en equis y a continuación atravesó un edificio. Los escombros empezaron a caer de forma natural, mientras una humareda de polvo invadía la zona.
Cuando todo se despejó, el chico pudo verse clavado en una pared, con la cabeza agachada y algunas quemaduras. Sus ojos estaban cerrados y su rostro mostraba seriedad. Parecía que estaba terminado, pero entonces movió los dedos de su mano derecha. El lobo dio un par de pasos hacia delante y miró hacia la enorme ave. Pese a los cortes y su aspecto, no iba a dejar al jodido pájaro joderse de aquella forma. Era el momento de atacarle también y ya de forma seria. Ivan no estaba y ahora podría defenderse de la forma más violenta posible. Echó un vistazo a su alrededor, observando las plumas que había a su alrededor. Se sorprendió por las que flotaban, pero decidió librarse de ellas. Golpeó el aire de forma violenta, formando una onda expansiva que las lanzó todas a unos veinte metros de distancia o más. Los escombros también salieron volando, dejando la zona donde pisaba el chico algo despejada.
- Te he dado la oportunidad, pero la has rechazado… Perdóname por esto, pajarito… – Susurró al mismo tiempo que abría sus ojos de forma exagerada, tomando estos un ligero tono rojizo. – ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!
Gritó empezando a canalizar su energía a su alrededor. El suelo empezó a temblar como si de un terremoto se tratase y sus músculos quedaron tensos. Algunas piedras de la zona salían disparadas a direcciones al azar debido a la presión de poder. Sus cabellos lentamente fueron tomando un color rojizo al mismo tiempo que algo de electricidad carmesí le rodeaba de forma exagerada. Los ojos de la bestia poco a poco fueron quedando sin pupilas, hasta estar totalmente en blanco y sus venas marcarse de una forma exagerada. Su piel se enrojeció también y una inmensa cantidad de sudor empezó a brotar de su cuerpo. Perdió un poco de agilidad, pero su fuerza y su resistencia aumentaron de forma bestial.
- Puerta de Belial y Berserker… ¡Abiertos! – Gritó al mismo tiempo que de su boca surgía una especie de aullido que se mezclaba con su ahora grave voz.
El lobo entonces alzó el vuelo mirando a su oponente con el ceño fruncido. Una descarga de energía le recorrió de nuevo, haciendo que sus cabellos quedasen de punta hacia arriba y además cambiasen de nuevo de color. Esta vez tomaron un tono azulado celeste. La musculatura del chico volvió a aumentar de forma exagerada, pero esta vez su tamaño también lo hizo, quedando en una altura de tres metros y medio. La segunda puerta de Balak estaba abierta y ahora todo su potencial se mostró. Las venas de su cuerpo se marcaron de forma algo exagerada y su corazón empezó a latir con fuerza. Tenía tiempo antes de que le estallase, pero no iba a tardar mucho. De repente escupió algo de sangre, notando un intenso dolor debido a la gran energía que ahora poseía. Además de que su enfermedad era otro problema. Todo le daba igual, estaba en su forma definitiva. Al menos la que consideraba legal, convertirse en un lobo de veinte metros lo veía un poco innecesario por el momento. Finalmente se limpió el sudor con el dorso de la mano y miró hacia el enorme pájaro.
- ¡Zan Nin Na! ¡Arte Prohibido! – Gritó de repente.
A una velocidad inhumana y muy superior a la anterior, desapareció de su zona, para después de un segundo o menos aparecer frente al pájaro. Lanzó un veloz y terrible puñetazo buscando la “mejilla”, acto seguido desaparecería de nuevo y trataría de colocarse sobre su cabeza, lanzando una patada violenta hacia su cabeza, buscando hundírsela con toda su mala leche. Su combo no terminaba allí y de repente trató de imitarlo en su ataque anterior. El lobo empezó a desaparecer y aparecer debido a su velocidad. Estaba dando vueltas alrededor del pájaro para marearlo. Debido a su fuego, tan solo se veían algunos destellos naranjas. Sin previo aviso, Drake rugió con fuerza y se lanzó a una velocidad ridícula hacia el centro de la bestia, con ambas piernas estiradas para que sus botas le librasen de la debilitación. Su objetivo era atravesarlo de lado a lado y por ello imbuyó los pies en un color morado azabache, dando a entender que el haki estaba activado a la máxima potencia. Si lograba impactarle, además liberaría una potente onda vibratoria que viajaría por la superficie del monstruo intentando de esa forma reventarlo.
Una vez terminase su combo, se quedaría volando frente a su oponente sin miedo algunos. De hecho, le lanzó un rugido provocativo. Apretó los puños y sintió todo su cuerpo empapado debido al sudor. Los jadeos de la bestia aumentaron. Y la sangre de la herida de la cabeza hizo que su frente estuviese pigmentada de rojo. Aquellos ojos sin pupilas y brillando en un tono azulado podían resultar intimidantes. El cuerpo rojizo de Drake y toda aquella agua que expulsaba su cuerpo parecían estar pasando factura, pues él sentía un dolor increíble en los músculos, el cual trataba de contener.
- Este es el poder que reservaba para el asesino de Derian… ¡Siente la fuerza del lobo legendario! ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah! – Gritó de nuevo aumentando sus auras y rugiendo de nuevo. La pregunta era ¿Su oponente habría aguantado? El chico sentía que sus fuerzas iban a terminar si continuaba usando aquella forma. De hecho, la última opción de todas era sacrificar su corazón en el siguiente asalto y llevarse al guardián con él al otro lado.
No parecía que fuese a atender a razones. Era más bien como si estuviese decidido a terminar con todas las personas que invadieran la zona. Los ojos del chico se mantuvieron calmados, hasta que lentamente el orbe rojizo volvió a ser verde. El poder de Slayer había terminado, pero no era una molestia. Drake estaba centrado más bien en el enorme ave, el cual parecía ser un oponente más duro de lo que pensaba. Ya perdió la oportunidad de combatir con Guro en la guerra Gyojin y esta vez no iba a huir. Apretó los puños y mostró una expresión seria al mismo tiempo que su aura azulada aumentaba de forma considerable. Llegaba el momento de la verdadera batalla y por ello escupió a un lado al mismo tiempo que se preparaba para un nuevo ataque. Debía elegir bien la zona de su golpe si quería hacerle efecto al enorme ser. Le importaba poco el kairouseki, nunca le había importado de hecho.
Se dio cuenta de que el enorme animal empezó a volar en círculos de forma más lenta que antes, pero haciendo algo extraño en sus alas. Realmente estaba impresionado y no se esperaba lo que iba a ocurrir. Entonces el enorme ser se lanzó en picado hacia él. Drake lejos de huir, también salió volando hacia el pájaro con el ceño fruncido. Cuando estuvo cerca lanzó una onda expansiva para apartar las garras de su cuerpo. A medida que la bestia iba atacándole desde varios ángulos, el chico iba echándose a los lados aprovechando la velocidad impresionante que tenía en ese momento. El luchador evadía los golpes de forma fácil, escuchando en su cabeza las voces del alma de su oponente. El haki de observación era bastante útil y sumado a su conocimiento del combate, le hacían alguien increíblemente fuerte. Cuando el ave empezó a volar hacia los cielos, una sonrisa se formó en el rostro de Drake.
- Ese cabrón es más astuto de lo que pensaba…
La sangre empezó a salir de sus brazos y pectorales, teniendo varios cortes en ellos. Pese a su velocidad y haki, el enorme ser logró rozarle varias veces y hacerle heridas que de no ser por su cuerpo, habrían sido mortales. El lobo entonces notó un escozor enorme recorrerle y además de aquello una sensación bastante incómoda bajando por su frente. Un corte superficial sobre su cabeza hizo que unas pequeñas gotas resbalasen hasta su ojo izquierdo, el cual cerró despacio. Pese a todo aquello, el luchador mostraba una expresión calmada, moviendo su cola de lobo de un lado a otro. Era como si estuviese en un estado mental demasiado concentrado y pasase de todo lo que ocurría a su alrededor. Soltó un pequeño jadeo debido al dolor y acto seguido se quedó mirando fijamente a su oponente. No fue un genio, pero supo fácilmente que la descarga que salió hacia él sería mortal. El chico se movió a trescientos metros por segundo, evadiendo el ataque, pero cuando el trueno impacto, la onda lo lanzó. El fuego que se formó además le hizo algo de daño, pero debido a la rapidez con la que iba, no pudo ni verlo. Drake colocó los brazos en equis y a continuación atravesó un edificio. Los escombros empezaron a caer de forma natural, mientras una humareda de polvo invadía la zona.
Cuando todo se despejó, el chico pudo verse clavado en una pared, con la cabeza agachada y algunas quemaduras. Sus ojos estaban cerrados y su rostro mostraba seriedad. Parecía que estaba terminado, pero entonces movió los dedos de su mano derecha. El lobo dio un par de pasos hacia delante y miró hacia la enorme ave. Pese a los cortes y su aspecto, no iba a dejar al jodido pájaro joderse de aquella forma. Era el momento de atacarle también y ya de forma seria. Ivan no estaba y ahora podría defenderse de la forma más violenta posible. Echó un vistazo a su alrededor, observando las plumas que había a su alrededor. Se sorprendió por las que flotaban, pero decidió librarse de ellas. Golpeó el aire de forma violenta, formando una onda expansiva que las lanzó todas a unos veinte metros de distancia o más. Los escombros también salieron volando, dejando la zona donde pisaba el chico algo despejada.
- Te he dado la oportunidad, pero la has rechazado… Perdóname por esto, pajarito… – Susurró al mismo tiempo que abría sus ojos de forma exagerada, tomando estos un ligero tono rojizo. – ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!
Gritó empezando a canalizar su energía a su alrededor. El suelo empezó a temblar como si de un terremoto se tratase y sus músculos quedaron tensos. Algunas piedras de la zona salían disparadas a direcciones al azar debido a la presión de poder. Sus cabellos lentamente fueron tomando un color rojizo al mismo tiempo que algo de electricidad carmesí le rodeaba de forma exagerada. Los ojos de la bestia poco a poco fueron quedando sin pupilas, hasta estar totalmente en blanco y sus venas marcarse de una forma exagerada. Su piel se enrojeció también y una inmensa cantidad de sudor empezó a brotar de su cuerpo. Perdió un poco de agilidad, pero su fuerza y su resistencia aumentaron de forma bestial.
- Puerta de Belial y Berserker… ¡Abiertos! – Gritó al mismo tiempo que de su boca surgía una especie de aullido que se mezclaba con su ahora grave voz.
El lobo entonces alzó el vuelo mirando a su oponente con el ceño fruncido. Una descarga de energía le recorrió de nuevo, haciendo que sus cabellos quedasen de punta hacia arriba y además cambiasen de nuevo de color. Esta vez tomaron un tono azulado celeste. La musculatura del chico volvió a aumentar de forma exagerada, pero esta vez su tamaño también lo hizo, quedando en una altura de tres metros y medio. La segunda puerta de Balak estaba abierta y ahora todo su potencial se mostró. Las venas de su cuerpo se marcaron de forma algo exagerada y su corazón empezó a latir con fuerza. Tenía tiempo antes de que le estallase, pero no iba a tardar mucho. De repente escupió algo de sangre, notando un intenso dolor debido a la gran energía que ahora poseía. Además de que su enfermedad era otro problema. Todo le daba igual, estaba en su forma definitiva. Al menos la que consideraba legal, convertirse en un lobo de veinte metros lo veía un poco innecesario por el momento. Finalmente se limpió el sudor con el dorso de la mano y miró hacia el enorme pájaro.
- ¡Zan Nin Na! ¡Arte Prohibido! – Gritó de repente.
A una velocidad inhumana y muy superior a la anterior, desapareció de su zona, para después de un segundo o menos aparecer frente al pájaro. Lanzó un veloz y terrible puñetazo buscando la “mejilla”, acto seguido desaparecería de nuevo y trataría de colocarse sobre su cabeza, lanzando una patada violenta hacia su cabeza, buscando hundírsela con toda su mala leche. Su combo no terminaba allí y de repente trató de imitarlo en su ataque anterior. El lobo empezó a desaparecer y aparecer debido a su velocidad. Estaba dando vueltas alrededor del pájaro para marearlo. Debido a su fuego, tan solo se veían algunos destellos naranjas. Sin previo aviso, Drake rugió con fuerza y se lanzó a una velocidad ridícula hacia el centro de la bestia, con ambas piernas estiradas para que sus botas le librasen de la debilitación. Su objetivo era atravesarlo de lado a lado y por ello imbuyó los pies en un color morado azabache, dando a entender que el haki estaba activado a la máxima potencia. Si lograba impactarle, además liberaría una potente onda vibratoria que viajaría por la superficie del monstruo intentando de esa forma reventarlo.
Una vez terminase su combo, se quedaría volando frente a su oponente sin miedo algunos. De hecho, le lanzó un rugido provocativo. Apretó los puños y sintió todo su cuerpo empapado debido al sudor. Los jadeos de la bestia aumentaron. Y la sangre de la herida de la cabeza hizo que su frente estuviese pigmentada de rojo. Aquellos ojos sin pupilas y brillando en un tono azulado podían resultar intimidantes. El cuerpo rojizo de Drake y toda aquella agua que expulsaba su cuerpo parecían estar pasando factura, pues él sentía un dolor increíble en los músculos, el cual trataba de contener.
- Este es el poder que reservaba para el asesino de Derian… ¡Siente la fuerza del lobo legendario! ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah! – Gritó de nuevo aumentando sus auras y rugiendo de nuevo. La pregunta era ¿Su oponente habría aguantado? El chico sentía que sus fuerzas iban a terminar si continuaba usando aquella forma. De hecho, la última opción de todas era sacrificar su corazón en el siguiente asalto y llevarse al guardián con él al otro lado.
- Datos:
- No quiero liar mucho al mod, seré breve.
Haki superior activado: 3º Asalto
Endurecimiento activado en las piernas durante la última parte del combo.
X 175 Sobre la fuerza de un buey nivel 100.
Drake ha llegado a un nivel muy alto en esta técnica, su energía de choque es muy poderosa, tal que ya no se forma una bola en su mano. Todo su cuerpo es imbuido en una energía blanca resplandeciente, el tono de sus ojos se pone dorado y su control de esa energía mejora. Sus golpes en esta forma están llenos de energía expansiva, si golpea el aire con la suficiente fuerza, el suelo o un adversario podría formar una onda expansiva que sale de su cuerpo hacia fuera, como si se tratase del epicentro. Esta lanza un poderoso empujón que cubre 360º en un área de unos veinte metros. Sin embargo al luchador no le gusta dañar con este tipo de cosas y esta solo sirve para cubrirse de posibles ataques como podría ser una enorme llamarada, un cañonazo explosivo u una onda de choque de gran magnitud. A la persona que esto le impacte en el cuerpo sentirá lo mismo que el nivel 2 del ataque (ya logrado) pero si simplemente le pilla la onda, le lanzara lejos sin producirle ningún daño salvo el de la caída. Además el lobo puede imbuir su golpe expansivo en haki armadura tocando con esta onda a usuarios del tipo logia. El poder de este ataque aumenta según el nivel del luchador del Buey. [Esto en el impacto final, si le da, recibirá esto]
Drake posee el nivel 1 de esta técnica ya que fue la primera que aprendió y la que hoy día es su favorita. El nivel dos le permite varias cosas, el 1 consiste en un brillo blanco que inunda el puño del chico lobo. En este nivel esa energía es algo más brillante y rápidamente es llevada a la palma del luchador en forma de esfera blanca. Esta esfera hecha de energía de choque, tiene la potencia de dos ondas de choque bastante fuertes en lugar de una. Cuando esta esfera golpea a un rival (no PUEDE ser lanzada o se desvanece en el aire) produce un poderoso golpe que libera la energía de esas ondas de choque, con esto podría expandir su golpe por la superficie de un edificio y destrozarlo, o evadir la coraza de un enemigo y provocarle un daño interno mediante ondas vibratorias . Además gracias a su aura ardiente (técnica ya obtenida) podría hacer esas ondas bastante calurosas y molestas debido a que sus golpes con esta habilidad son ardientes, formando así una esfera ardiente con el poder de dos ondas de choque potentes en el interior.
Golpes ardientes durante todo momento.
Velocidad: 350 Metros por segundo.
Haki mantra en todo momento.
Tecnicas de aumentos: Puertas del zan nin na, sn2, Dendetsu okami, berserker, los pasivos.
Gareth Silverwing
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Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
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Antes de que te lances puedes notar como el rayo de antes recorre las plumas, al principio no sabes para qué es, pero actúas antes de averiguarlo. Das el primer golpe y parece que le afecta, puede que solo las alas sean de Kairoseki. Pero antes del segundo notas un dolor punzante en la espalda. Dos plumas se han clavado en tu hombro derecho, el cual notas entumecido. Cuando quieres mirar todas las que había liberado vuelven a reunirse con él, atrapadas por una especie de campo eléctrico. Las plumas, lejos de volver a sus alas, comienzan a orbitar a gran velocidad a su alrededor, generando una auténtica tormenta de acero.
Seregios sigue recibiendo tus golpes, mientras tu cuerpo se llena de pequeños cortes. Trata de defenderse con las alas, pero las plumas se rompen. No ves sangre salvo la tuya, pero se nota que le estás haciendo mucho daño.
Terminas tu combo, casi sin fuerzas, miras tus manos, las cuales tienen la carne abierta, tu piel está llena de cortes y las plumas del hombro no paran de drenarte fuerzas, quizás tengas que quitártelas.
Seregios se precipita al suelo con todo su peso. No notas nada en él, ni movimiento, ni intenciones hostiles, ni vida... Os habéis librado de esta, puede que sea hora de buscar a Ivan.
Puedes postear en el capítulo.
Seregios sigue recibiendo tus golpes, mientras tu cuerpo se llena de pequeños cortes. Trata de defenderse con las alas, pero las plumas se rompen. No ves sangre salvo la tuya, pero se nota que le estás haciendo mucho daño.
Terminas tu combo, casi sin fuerzas, miras tus manos, las cuales tienen la carne abierta, tu piel está llena de cortes y las plumas del hombro no paran de drenarte fuerzas, quizás tengas que quitártelas.
Seregios se precipita al suelo con todo su peso. No notas nada en él, ni movimiento, ni intenciones hostiles, ni vida... Os habéis librado de esta, puede que sea hora de buscar a Ivan.
Puedes postear en el capítulo.
- Lee esto si quieres, es plot del bueno:
- -Mi señora... he fallado a mi causa. No he sido capaz de frenar a los invasores- Suena una solemne voz en el vacío.
-Tranquilo Seregios, me encargaré yo. Tú has cumplido tu deber hasta el amargo final... descansa guardián. Síderos no caerá en mi guardia.
La voz se pierde en la oscuridad. El cuerpo ahora sin vida de Seregios se agrieta y un aura intimidante emerge de él. Algo está por despertar.
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Destreza
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