Salazar, el matador del mar.

Experiencia: 0

Nivel: 1

Nombre: Armando

Apellido: Salazar  

Apodo: “El Matador del mar”

Alineamiento: Legal Maligno.

Raza: Humana

Sexo: Hombre

Edad: 35

Facción: Marine (antes) / Cazador

Rango/Empleo: Capitán (antes)

Recompensa: 0

Rango social: Alto

Banda, Flota o Brigada: Ninguna

Clase: Espadachín.

Oficios: Navegante/Médico/ Artista.

Akuma no mi: No

Mar e Isla de Origen: Dressrosa

Sueños: Que la justicia limpie el mar,  de malhechores…concretamente de piratas. Salazar desea ante todo que la paz y la calma vuelvan a los mares. Busca venganza por todos aquellos marines que murieron en el mar en acto de servicio en dicha lucha contra el mal. Salazar no parará hasta ver al último pirata ahorcado, es más, capturar a revolucionarios, traficantes, asesinos u estafadores no compensa sus ansias como si de un pirata se tratase. Espera que algún día la marina reconozca su valor y determinación a la hora de juzgar sus actos, de verlo como un patriota que defenderá los ideales que la marina tiene por bandera. A pesar de esto Salazar sueña con estar en un puesto de mayor poder, y que este puesto le permita, de alguna manera, tener más poder y así proseguir la caza. Algún día espera poder retirarse con honores, ser un héroe y casarse. PERO ANTE TODO, encontrar a la usuaria que se hacía llamar así “diosa del mar” y matarla para romper la maldición que le asola. ANTE TODO MATARLA.


Descripción Física:

Descripción general: Es un hombre de altura considerable, llegando a medir el metro noventa y cinco. De hombros y espalda ancha, con un pectoral marcado. Normalmente lleva el pelo suelto, llegándole por el hombro, a un estilo francés del siglo XVI, pero alisado con una pequeña coleta recogida con una pinza a modo de moño torero. No tiene bello facial, de hecho, parece estar siempre recién afeitado, pero si muestra una cicatriz en el sien derecha, seguramente efectuada por algún pirata. Sus brazos son musculosos para sostener armas como el trabuco, mosquete o mismamente un largo rapier o sablón, y que, gracias a las ropas, no se le ven las innumerables cicatrices de bala y sable que le dejaron sus enemigos. Sus piernas son gruesas, dejando patente que es un hombre corpulento. Tras la maldición, su rostro se tornó quebradizo, sus vestimentas se oscurecieron y carcomieron, al igual que sus armas. Y  su casaca negra, oscila sus remates como si estuvieran levitando, como si el mar envolviera la ropa, haciendo que esta se mueva continuamente.

Salazar Recluta:

[*]Marcas personales:  Tras la maldición de la diosa del mar, su cara se tornó como la de un espejo quebradizo, su cicatriz de la sien se abrió y de vez en cuando chorrea lo que parece sangre, pero no es más que una ilusión de la maldición. Su pelo se tornó todavía más negro y se mueve como si el pelo de un ahogado se tratase, posiblemente es un guiño de la diosa por haber amenazado el mar, y como consecuencia le otorga ese castigo de un pelo en constante movimiento como si las olas del mar lo golpearan. También posé una respiración entre-cortada como si le faltara el aire, como si se estuviera ahogando en vida. .

Salazar Maldito:

[*]Indumentaria habitual: Salazar estaba siempre vestido con un resplandeciente uniforme blanco y negro adorado con tres medallas en el lado izquierdo de su abrigo, prueba de sus muchos logros durante su servicio a su país antes de ser marine (méritos locales dejando clara su necesidad de destacar ante la multitud). Lleva una funda negra con un rapier, arma principal y a veces usa esta funda como un bastón a modo de caballero. Tras su maldición por la diosa del mar, su vestimenta se tornó en andrajos, su uniforme tomó un color negruzco, como sucio y desgastado, a veces parecía que quemado. Su rapier está oxidado, su funda desgastada y su cinturón cruzado estaba mellado y carcomido. Parecía más un muerto pudriéndose que un vivo propiamente. Sus botas llegan por la rodilla y son negras.

Descripción Psicológica:

[*]Psicología: Salazar es un hombre cruel por naturaleza. Para él dicha crueldad no es más que una muestra de “misericordia” para con sus enemigos, la cual nunca tiene. Su mente establece que los piratas son una plaga que daña a los ciudadanos honrados y mancillan el honor entre caballeros, haciendo que la marina, desde su punto de vista surgiera como respuesta a dicha plaga. Por ello se alistó. A pesar de que los piratas son una amenaza, no duda en darles el “beneficio de la duda” y le gusta hacer juegos para que prueben su “inocencia” en apenas unos segundos. Si le convence, les deja vivir, pero si no les pega un tiro. Le gusta hacer espectáculo delante de sus marineros, pero tampoco duda en dejar las cosas claras a los mismos. Siempre que está ante un superior su mente le dicta “obediencia” pero en el campo de batalla impera un solo pensamiento “primero cazar y las leyes serán lo segundo”. Por otro lado está el factor de la "derrota" que padece desde que fue maldito, sintiéndose como humillado en todo momento por piratas, lo que hace que su rabia sea su constante "caparazón" para proteger realmente lo frágil que es como persona. Me gustaría aportar varias frases para que se vea como actúa y piensa Salazar para que quede más claro:

- " No he aguantado a idiotas y basura para tener que aceptar órdenes de un hombre que no ha estado en la vanguardia en la guerra"
-Ciertamente los piratas están haciendo lo mismo que yo, salvo que yo lo hago por ética y ellos por placer.
-Los piratas son como la peste, se propagan por el mal matando todo lo bueno y puro, pero para su desgracia, yo soy el antídoto
-Dejar a un hombre con vida no es un acto de piedad, sino de propaganda.
-Un consejo de sabios es disparar a su cubierta hasta que los gritos cesen, el barco puede estar ardiendo y hundiéndose, pero eso no impide que las ratas sigan vivas.
-Soy un hombre de honor, pero contigo haré una excepción
-La Marina es la justicia, la marina es poder, la marina es imagen, si dejásemos que el último baluarte de la decencia cayera ,yo mismo me clavaría mi propia espada.
-No oséis cuestionar mi honor, mato basura, mato escoria, mato malhechores, pero nunca hombres, solo piratas.

Esta personalidad es bastante común en hombres rencorosos y malhumorados como el propio Salazar, pero tambien su psicología varía según la situación. No puede evitar  sentirse vivo y alegre cuando escucha música de su tierra, haciendo que sus preocupaciones se disipen, de hecho en su barco o siempre que puede, busca bares o marineros que toquen piezas de su tierra natal, para levantarle el humor....pero algo curioso es que mata a aquellos que fallan en una nota debido a que para él, fallar en la música es como fallarle a su propia patria, como él le falló cuando los piratas le derrotaron. A pesar de todo Salazar también tiene una manera peculiar de actuar con los que considera "buenos", pues si le importa dicha persona, lo trata con amabilidad y decoro, pero si es algo que no le importa, como un niño, lo aparta de su camino. Otro aspecto es que Salazar cree escuchar voces, de sus  compañeros asesinados, algo que le impide dormir muchas veces, pero que realmente parece más un síntoma de esquizofrenia por su parte ante el trauma sufrido por su enfrentamiento a piratas.

[*]Gustos: Siempre le ha gustado el vino que importan a Sabaody, de sabor dulce y olor fuerte, por ello no duda en que cada vez que visita el puerto, comprar con su jornal algunas botellas para beber fuera de servicio. Por otro lado, le encanta fumar habanos en sus tiempos libres, y siempre y cuando, sus superiores no le vean, pues la bebida y el tabaco le dan chispa a la vida de Sahator. Una de las cosas que también le gustan hacer es jugar con sus víctimas pero siempre “ en nombre de la marina” cuando realmente solo quiere ver llorar al pirata que tiene suplicando o deseando pegarle un tiro si su superior da la orden. Otro factor que le gusta, son los grandes buques, siempre le han gustado los barcos grandes de los almirantes y vice-almirantes, y algún día espera poder tener uno propio. Para terminar, le gusta hacerse de rogar, cuando sus marineros le preguntan algo o necesitan que les dé una orden, solo responde tras unos segundos de pausa, como ganando tiempo y tensión, algo que sus compañeros y marineros aprecian, pues él piensa que de este modo, es más popular. También ha desarrollado un especial gusto por las costumbres de Dressrosa, sobre todo la música, bailes y moda de la isla. Lo más característico de este personaje es su cicatriz de la sien. Esta parece todavía estar curando, sin embargo, tiene ya unos 5 años. A pesar de todo el capitán Salazar destaca por su peculiaridad personalidad adquirida de sus viajes a Dressrosa, su país, ya que le gusta la música de guitarra, una buena balada, pero sobre todo fumar sus preciados puros de Orange Town acompañado de un vino procedente del comercio de Sabaody, el cual siempre compra a los lugareños

[*]Desagrados: Que le ofrezcan comida que no sea de gourmet. Odia las tascas y los antros de alterne que los piratas suelen frecuentar. Si bien le gustan a estos malhechores los burdeles y las casas de apuestas, a Salazar le producen repugnancia. Tampoco le gusta que otros compañeros le lleven la contraria y que mucho menos le dejen en ridículo ante un superior, pues su objetivo es siempre quedar bien, y si un compañero lo deja mal no duda en devolvérsela. Tampoco le gusta que le hagan de menos en las misiones, al igual que no le gusta que se mofen de él en su cara ni de sus capacidades para tomar decisiones o luchar.  Siempre que se le de la oportunidad de manejar un navío, mantiene una fuerte disciplina debido a su rechazo total a la anarquía en cubierta, pues esto le recuerda al modo de vida de los bandoleros, piratas y maleantes, por ello para Salazar, el gusto por lo civilizado es algo presente en su mente siempre, pero su total desagrado ante el salvajismo ( a pesar de que el mismo sea un auténtico salvaje).

Habilidades: Siempre mostró interés por la navegación y por las armas repujadas. O sea, le gusta el ideal caballeresco y pelear como un auténtico caballero, con armas como el rapier, una pistola de un caño y una daga de duelo, pues odia las armas toscas como un sable. Siempre se le ha dado bien manejar la espada, aunque no hace nada del otro mundo, pues solo practicaba en sus ratos libres en su aldea. La pistola tampoco se le da mal, aunque es un nefasto tirador a largas distancias, pero al menos conseguía darle a una lata de cerca. Otro factor que tiene es su danza, le gusta bailar y tiene una habilidad casi “flamenca” de moverse, seguramente debido a los años de estar en Dressrosa viendo continuos bailes en restaurantes y ferias, por la cual, taconea en el suelo con gran soltura, y ha aprendido a combinar dicho baile con su estilo de pelea, al que llamó: Un, dos , tres Olé.

Torpezas: Es demasiado orgulloso, un orgullo que le puede causar tranquilamente problemas para con sus superiores o mismamente en el desarrollo de misiones. A pesar de ser un caballero, no tiene ni idea de sobrevivir a hacerse un huevo frito. Una de sus torpezas más claras es su propio carácter, que le suele meter en problemas. Esto se debe a que es muy irascible, casi siempre se enfada o intenta poner su punto de vista. No suele tener mucho tacto con temas de importancia, tanto en el almirantazgo reportando informes como con las mujeres. Es cierto que es un caballero, pero nefasto en el cortejo…o sea mucha teoría poca práctica para con las mujeres, ya que no puede pegar a ninguna por muy mala que sea, o incluso si es pirata, se considera un caballero, , aunque muchas veces su deseo de venganza no es más que una torpeza en si, pues no mira por el bien de sus marineros, solo por el de él mismo.  

Historia:
No sé por dónde empezar, pues tú no sabes nada de mí, ni yo de  ti, pero seguramente sepas algo cuando te cuente, como el Marine Armando Salazar, se convirtió en una sombra para el mundo que defendía, y como fue desterrado ….y maldito.
Mi capitán y mis compañeros llevamos navegando cerca de Dressrosa desde hace una semana, pues nos habían llegado noticias de que varios buques de la armada habían desaparecido misteriosamente. Parece ser que eran piratas, al menos eso pensaba.
Formaba parte de una división de reclutas del buque “Gavilla”, habiendo partido de Sabaondy  hace un mes atrás. Parecía que mis compañeros estaban algo cansados, pero yo no veía el momento de matar a esos piratas que atacaban a los nuestros. Parecía que mis compañeros me veían demasiado ilusionado, pues estaba en el castillo de proa intentando mirar al frente, pero a las pocas horas, una niebla interrumpió mi campo de visión. Así que subí a la cofa de vigía para intentar ver algo entre tanta niebla.
Parecía que mi búsqueda de enemigos no daba resultado…o sí. Al cuarto de hora pude divisar un juego de velas en la lejanía. Mis ojos se abrieron como platos al ver una bandera con una calavera y dos tibias cruzadas.

-CAPITÁAAAN CAPITÁAN POR ALLÍ ¡ Velamen! ¡Piratas! A una cuarta por la mura de estribor!.
El capitán que estaba tomándose un café en la balaustrada de popa, escuchó mis palabras y rápidamente dio la orden de preparar las baterías y esperar órdenes de disparo. Yo desde la cofia me quedé mirando a aquel extraño buque pirata, que no se puso en posición de disparo.

Marine: “Cañones listos señor”.

Mis ojos nuevamente se abrieron como platos al ver que el barco pirata se estaba lanzando, como si de un ariete se tratara contra nuestro costado, abirendo fuego contra nosotros con sus cañones de proa. El capitán dio orden de disparar toda la batería, pero poco se pudo hacer, y al efectuar el choque, comenzó un abordaje. Curiosamente, solo descendió una mujer.
El capitán ordenó aputanr los mosquetes contra aquella mujer. Parecía ¿una nereida? ¿una sirena? No podía ser, tenía piernas, pero su piel era azul, su pelo añil y llevaba un par de pistolas en un cinturón hecho de peces y poseía una especie de tridente. ¿Un usuario? ¿Un monstruo? No lo sabía solo podía mirar desde la cofia, y preparar mi mosquete con sumo cuidado. Estaba seguro que si disparaba en la cabeza a aquel ser, me ascenderían por salvar a todos.
Aquella mujer se presentó como la “Diosa del Mar” ante nosotros, y a mi francamente me había convencido, pero mi capitán debía de saber de sobra que era una usuaria con un ego de diosa. Así que la tensión se palpaba en el ambiente, y yo no es que fuera un buen tirado, pero no perdía nada en intentarlo.

-Como osáis amenazarme a una diosa simples mortales – Dijo aquella mujer hacia mi capitán- Dadnos vuestras pertenencias y no se os hará ningún mal.

En ese momento aparecieron un montón de piratas a su espalda, riendo y esperando órdenes. Mi capitán por su parte veía que su tripulación no podía hacer nada ante tal enemigo, así que cedió de buena gana, aunque resentido, que los piratas saquearan nuestro navío. “QUE OSADÍA", pensaba constantemente, mi capitán era un débil así que tenía que actuar enfrentándose a aquella escoria, y solo optó por no hacer nada. Cogí mi mosquete, apunté al entrecejo de la mujer y disparé. En ese preciso momento ella me divisó, y movió rápidamente el tridente, haciendo que la bala perdiera velocidad y cayera al suelo.
Después giró su vista hacia a mi y con un ademán de mano, movió el tridente hacia a mi, haciendo que una fuerza me expulsara de la cofia y me bajara hasta cubierta dejándome inmovilizado.

-Me habéis decepcionado, habéis osado atacar a una diosa, y pagaréis todos por él- Dijo la mujer.

-Maldito idiota! Salazar nos has condenado a todos.- Decía mi capitán arrodillado.

No podía tolerar que mi superior me condenara por su propia debilidad, al fin y al cabo el había rendido el barco sin oponer resistencia, rompiendo el código de la marina.

-¿Los matamos mi diosa?- Dijo un pirata a la espalda de la capitana que portaba un sable en la mano.

-No, este tiene agallas, no como su capitán…seré generosa contigo y solo moriréis la mitad, la otra -Golpea con su tridente la cubierta- Solo vagaréis por estos mares con una horrenda apariencia…tan horrenda como la afrenta que has cometido al osar atacarme... y de este modo veremos si eres digno de que te perdone enfrentándote a tu destino buscado.

Volvió a golpear el tridente y un círculo azul rodeó el barco. Rápidamente los piratas volvieron a su navío y la “Diosa” se dio media vuelta y ella y su navío desaparecieron en la oscuridad bajo risas. Y o solo podía ver como se iba con una gran ira en mis ojos.
En ese momento el barco empezó a quebrarse, como si se pudriera , y los marineros, muchos de ellos comenzaron a caer muertos a mi alrededor, otros comenzaron a padecer horribles dolores en el cuerpo, cambiando su aspecto a grotescas formas. Y yo comencé a notar un fuerte dolor en la cara haciendo que  perdiera poco a poco la visión. Debíamos salir de allí cuanto antes. Así que cogí el timón mientras colocaba la mano sobre mi cara para parar el dolor. El barco se estaba hundiendo bajo el aura azul y yo no podía hacer nada, así que intenté dar una orden, a pesar de ser un mero grumete, pero esta orden se vió ahogada cuando la santabárbara explotó calcinando a mis compañeros y a mi, la onda expansiva me tiró al mar.
Cuando el navío comenzó a desaparecer bajo el agua, yo comenzaba a hundirme en las profundidades, medio muerto , desperté. Ascendí nadando como pude a la superficie y me agarré a un tablón.

Mi rostro había cambiado, parecía un muerto e vida, solo podía gritar de desesperación y ver como en la lejanía aquella diosa pirata se iba…era una usuaria.
-Juro que iré a por ti, y acabaré con esta maldita plaga, acabaré con todos los…piratas.- Dije mientras intentaba nadar hacia Dressrosa.  Notaba que mi cuerpo estaba normal, pero con una apariencia de cadáver, como si fuera un ahogado en vida, mi pelo se movía al igual que mi ropa como si estuviera en la mar, no sentía nada, ni dolor físico pero padecía heridas  como una persona normal., me había despojado de "sentir" nada, era un hombre normal y corriente, pero maldito y condenado a morir o bien por la espada o bien por esta maldición.

Desde aquel día mi cuerpo estaba lleno de dolor, muerte y sobre todo…ira y adquiriría un apodo acorde con mi nuevo filosofía de cazar piratas... "El matador del mar".

Pasaron los días y yo seguía juntos aquel tablón a la deriva sobre el naufragio, no sabía que hacer. Pensé que todo estaba perdido y no podría llevar a cabo mi sagrada misión de limpiar los mares, pero cuando todo estaba perdido, el aura azul que hundió mi barco, comenzó a aparecer a mis pies, y en ese momento pude ver como el barco de la marina, ascendía de las profundidades como si del Holandés Errante se tratara, cogiéndome a mi en su impulso y dejándome sobre su cubierta tirado.

Escupí un poco de agua e intenté levantarme como pude. ¿Como era eso posible? El barco parecía totalmente destruido, parecía casi un barco fantasma, lleno de agujeros y aún así flotaba, posiblemente la maldición afectara también a los objetos donde están los integrantes malditos. Para mi sorpresa, mis compañeros de la marina estaban vivos, pero tenía la misma apariencia que yo. No  me di cuenta en el momento, pero eso debía ser obra de aquella "Diosa". Mis compañeros estaban totalmente confusos y yo pude ver el sombrero del capitán tirado en cubierta. Lo cogí y miré a mis compañeros, y ellos, solo movieron la cabeza haciendo un aceno de "si". Así que me lo puse, me dirigí al timón y miré hacia proa. Sonreí  levemente, aliviado, pues mi nueva condición me daba una ventaja...seguir vivo. Así que me dirigí a mi nueva tripulación.

-Caballeros, es hora de purgar los mares. ¿Quién está conmigo?.

Todos vitorearon la decisión y pusimos rumbo a nuevos mares, mientras que otros, se negaron..así que MOTÍN. El motín fue un éxito, a pesar de las bajas y ahora era capitán, bajo  la regla de que si veía una bandera negra  , la quemaría. Parecía que  aquella zorra del mar, me había condenado no solo físicamente , sino también a vagar por el  mar para nunca encontrarla ....cuán equivocada estaba. Así que tras volver a tierra la tripulación decidió irse por su cuenta, cosa a la que no me opuse. Necesitaba un barco y una tripulación propia, necesitaba hacer que mi nombre sonara en el mar, asi que...manos a la obra.





Talentos: Es bastante astuto, o al menos más que la media, pues usa dicha astucia para conducir a sus enemigos a sus propios intereses, no duda en usar la mentira si es para su beneficio o mismamente para engañar a sus superiores siempre y cuando no lo pillen y vea segura la mentira. Dedica tiempo a la espada, lo que le permite responder con presteza ante enemigos débiles o maleantes de poca monta, pero no ante experimentados.

Ineptitudes: Prácticamente Salazar solo es un inepto en el amor y en la trata de mujeres, además no puede pegar a ninguna por su fuerte ética moral, lo que supone un problema si el enemigo es mujer. A pesar de su egocentrismo, rabia y furia en caso de perder, a veces apoya demasiado fuerte su funda del rapier en el suelo y le resbala, haciendo que haga un pequeño amago de caída a cubierta.

Estilo de Lucha:

Ámbito: Activa: Lucha como si estuviera bailando flamenco, dando taconeos, giros y paso obteniendo  x2 en agilidad y capacidad de evasión, bajo una recarga de 2 turnos.Pasiva: Su cara parece un espejo roto y su cabello constantemente esta moviéndose, como si de un ahogado se tratara.  La " maldición" que tiene es solo un aspecto físico, a modo de hacer daño a Salazar, al verlo la gente como un monstruo, se quedaría solo

Akuma no mi:

Armas: Rapier oxidado, pistola de chispa de un solo tiro, daga en el cinturón y una pequeña pistola en la bota.

Ropas: Una casaca negra raída y oscurecida acompañada de un cinturón raído y unas botas negras hasta la rodilla acompañadas de un pantalón blanco oscurecido. La casaca parece de oficial, pero es difícil saberlo por lo raída que está.

Propiedades: Ninguna.

Barcos:  Ninguno


Islas: No

Varios: Nada.