Capítulo 6

Estaba algo cansado, con las piernas adormecidas por toda la actividad reciente, esa mujer me había costado algo más de lo esperado.

Envainé mis katanas y me acerqué al chico caminando despacio. El brazo derecho estaba a escasos centímetros de ser partido, y el pecho sangraba. Definitivamente ya había muerto si no lo había echo en el mismo instante de la muerte.
- Lastima ... quería ver si podía salvarte ... y haberte sacado alguna utilidad...

Miré a Natura, comprobando con la vista si respiraba o algo aún, pero para mi desgracia también había fallecido.
- Vaya hombre ... sabía que tenía que controlarme ... los jóvenes de hoy en día no aguantan ni un tango ...

Reí suavemente y saqué a Ökami de su empuñadura emitiendo esta un brillo rojo ardiente, cosa que me llenaba de emoción y de pavor al mismo tiempo. Lentamente la coloqué en el cuello de Jack y bajé la espada atravesándolo y cortandole la cabeza. Inmediatamente cubrí esa cabeza de alcohol para frenar el sangrado con la presión que ejercía y limpiarla.
- Bien, primera cabeza lista ... será una buena tarjeta de presentación ...

Miré la cabeza de Natura repitiendo el mismo movimiento con una sonrisa y silbando una canción melódica a la vez que animada.
- Así, así, así cortaba, así, así, así cortaba, así, así.

Una vez finalicé mi trabajo dejé ambas cabezas enrolladas con alcohol y me limpié un poco la sangre con el mismo alcohol que emanaba de mis manos, entonces me senté suspirando y observé un saco al que no llegaba estando sentado, debía de levantarme para cogerlo, sin embargo tuve una idea más divertida. Justo a mi lado estaba una mano cortada de Natura.
- Natura, con tu permiso me vas a echar una mano ...

Cogí la mano y con esta alcancé el saco hasta acercármelo a mi fácilmente, con una suave sonrisa por la gracia que me hacía esto cogí la mano mirándola y me la llevé a las espaldas rascándome, tras esto tiré la mano sobre la entrepierna del cadáver del chico.
- Ey Natura, no metas mano a tu chico! O por lo menos espera a que yo me vaya... vaya, vaya ... eres toda una loquilla ... - Dije entre suaves risas levantándome cuando tras pensarlo un momento me detuve y volví a sentarme frente a Natura.

- Mi experiencia me dice que tu tendrás algo interesante entre tu ropa ...

Dicho esto acerqué el cuerpo del chico hasta ponerlo al lado de el cuerpo de Natura y comencé a registrarlos rápidamente observando con mi ojo cyborg por si podía detectar algo en un sitio donde no se me ocurriese buscar con las manos.

Casi se me cayó la quijada de sorpresa al ver a las cuatro chicas que se acercaban a nosotras. Dos de ellas eran copias idénticas de Elizabeth y las otras dos... ¡ERAN MIS CLONES!

¿Cuándo y cómo se las habían arreglado para hacer algo así? Quizás mientras dormíamos en el barco o cuando las plantas de Natura nos agarraron. Era siniestro ver a esas dos mujeres tan parecidas a mí hasta en el mínimo detalle.

Ahora estábamos en desventaja numérica y parece que eso envalentonó al travelo.

- Vaya. ¿Natura os dio eso? Debisteis de resultarles interesante... Comprobémoslo...

Tan rápido que ni siquiera lo vimos venir, aquel tipo agarró a Elizabeth del cuello de la camisa y la lanzó contra mí, de tal forma que chocamos. Conseguí agarrar a Elizabeth de tal forma que no se hiciera daño al caer, yo me di un golpe en la espalda; nada importante.

Miré a Elizabeth y le dediqué un guiño, intentando decirle que no había de que preocuparse, esos clones de pacotilla nunca podrían llegar a nuestro nivel. Ella se levantó y atacó al maromo con sus plantas y una de sus dagas.

Ahora yo tenía que elegir entre luchar contra mis "gemelas" o las de Eli. Aunque tanto me daba, me divirtió la idea de golpear a una Elizabeth aunque fuera falsa. Al fin de al cabo, aún de tenía guardado más de un golpe a la subcapitana, soy una persona rencorosa.

Me agaché y tomando impulso me deslicé por el suelo con el hacha en ristre, para cercenarle las piernas a la pseudoElizabeth que tenía más cerca.

"¿Os atrevéis a enfrentaros a nosotros? JAJAJAJA Os arrepentiréis de ésto."

cuando aquel chico termino de hablar, aparecieron 200 personas y nos rodearon, en mi rostro apareció una leve sonrisa...

seguidamente Aspros coloco su espalda junto a la mía, con la intención de tener todos los flancos cubiertos, tras observar a todos me susurro -Uracha, ¿tienes algún plan?- tras escucharle no tarde nada en responder -Si, destrozarlos a todos si hace falta...-

Aunque habían aparecido, todos esas personas no me asuste lo mas mínimo y en ningún momento perdí de vista a mi rival ademas su piel oscura me facilitaba aun verlo mejor, y cogí la lanza de Jack que tenia aun en mi espalda, y aspros hablo de nuevo -¿Quién es toda esta gente? dije gritando... ¿Tanto nos temes que requieres de todo este gentío para acabar con nosotros?

Tras terminar de escucharle tranquilamente alce la voz y hable también Te aviso, no tengo ningún problema en enfrentarme a odas estas personas, diles que se retiren, o tendrás que vértelas con nosotros, y créeme no te gustara vernos enfadados

dije seriamente...

Al ver a toda la gente reunida alrededor de algún punto avanzo hacia allí.No puedo avanzar,así que empiezo a gritar.
-¡OEEEEEE! ¡QUITAD! -Grito enfadada empujando a casi toda la gente,para poder pasar.Como no me dejan pasar,retrocedo y salto hacia la cabeza de un hombre que hay allí.Empiezo a saltar de cabeza en cabeza.
-¡HEEEEEEY! ¡Uracha,Apros! -Levanto la mano mientras sigo saltando,hasta que aterrizo al lado de ellos.No sé lo que está pasando,pero parece que la cosa se va poner divertida.Al parecer,mis camaradas están a punto de tener un combate con un hombre que parece ser el contrincante de estos.
-¿Qué está pasando? -Pregunto mirando alrededor,a toda la gente y fijando la vita en el hombre aquel.Pero me empiezo a reír,señalando al que parece ser el jefe de todos aquellos.- ¡Qué feo!

Tras haber hablado con aquel chico, antes de que pudiera decir algo observe como por una parte de grupo de personas empieza a ser empujada y escucho una voz muy conocida -¡OEEEEEE! ¡QUITAD! sin ningún duda se trataba de la voz del Hiumi.

Al parecer al ver que no la dejaban pasar dio un salto y comenzó a saltar sobre las cabezas de las personas asta llegar a nosotros seguidamente nos hablo de nuevo ¿Qué está pasando?

Al ver a Hiumi una sonrisa aparecio en mi rostro y ella sola se dio cuenta de la situación, seguidamente rei  Vamos pequeñaja, parece que tenemos que patearles dije mientras me reía y miraba aquel chico...

Cuando llego veo a Uracha.Él,al verme a mí sonríe.

Vamos pequeñaja, parece que tenemos que patearles-Yo sonrío ante esa actitud y levanto el brazo animada.

-¡YEEEEI! -Le contesto con una sonrisa de oreja a oreja,pero no me distraigo y dirijo mi mirada hacia el supuesto rival,el cual parecía tener que decir algo.

-Pobre ingenua, vete de aquí niña, éste lugar no es para crías como tú. Puedes acabar muy mal... Y no es que necesite a ésta gente para derrotaros, tan solo que se aburren mucho escondidos. Ellos también necesitan diversión. Es interesante esa habilidad chico. Gracias por crear éste ring de combate.[/color]-Sigo sonriendo,infantilmente.

-¿Ah? ¿Una cría?-Pienso en un animal y me río sola.Más no avanzo,puesto que sé que ahora no vendría bien meterse en problemas.Pero al ver que el hombre nos apunta con un arma,sonrío,infantilmente como siempre.

Del suelo,aparece una mano de tierra y sujeta el arma de Lavander.

-Creo que sería mejor que hubiera menos complicaciones -Sigue sonriendo,enseñando los dientes de punta a punta.-Pero,entonces...¿Cuál es tu objetivo?-Pregunto arqueando un ceja y dando vueltas sobre mí misma,de manera hiperactiva.

Cuando Hiumi llego, empezó a hablar con aquel hombre y este había sacado su arma, una espada de dos manos que podía sujetar con una mano, me di cuenta que nuestro posible rival o aliado, poseía una gran fuerza, pero no me sorprendía demasiado, yo mismo podía sujetar mi espada de dos manos con una sola, asín que mas que sorprenderme me sentí intrigado por quien tenia mas fuerza, Si el o yo... seguidamente vi como Hiumi agarro el arma de Lavender Gracias a una mano que apareció de la tierra, pero este fácilmente se zafó usando haki. Había visto muchos tipos de haki, pero el que uso se trataba de un haki un tanto especial, seguidamente hablo...

- Vaya. Parece que la más pequeña es la más curiosa. Bien, has empezado bien chica. Pero no es bueno actuar tan impulsivamente. Te responderé pequeña, pero solo por que eres mona. Te diré que no es mi objetivo, sino "nuestro" objetivo. Si pensáis que estoy solo estáis equivocados... Tan solo mirad a vuestro alrededor, y ésto no es nada. En ésta ciudad hay unas 1200 personas, todas están con nosotros. Nuestro objetivo, eso es algo complicado de decir. Aunque se basa en lo mismo, cada uno desea algo concreto. Se podría resumir en una utopía. El fin de las guerras, la paz mundial. Acabaría toda la corrupción y la malicia de éste mundo, aunque tengamos que recurrir a la violencia para ello. Las guerras no hacen más que causar daños, y aunque tengamos que recurrir a ella para conseguir nuestro objetivo, no lo dudaremos. Pero al fin y al cabo, se trata de una buena causa... Ahora es vuestro turno de contestar a mi pregunta. ¿Queréis oponeros a la paz y morir aquí? ¿O por el contrario deseáis acabar con la peor enfermedad del mundo y uniros a nosotros?

Escuche todo lo que dijo Lavender sonreí y seguidamente le mire con una sonrisa en mis rostro.

Vaya. Parece que tienes un haki un tanto especial, e visto a varias personas con ese poder, que suerte tienes, Nosotros no queremos ninguna guerra, pero para mi lo mas importante que tengo son mis Nakamas, y no permitiré que les suceda nada, respecto a tu problema, No se bien por que, pero de una forma un tanto obligada nos estas pidiendo ayuda, en mi opinión no hay ningún problema en ayudaros, pero... ¿me gustaría saber bien a que os enfrentáis?

Dije mientras me acercaba a Lavender muy tranquilamente sin ninguna intención de atacarle.

Al ver que se zafa de mi agarre,no me sorprende para nada,es más,mantengo mi sonrisa inocente,y miro con curiosidad.

-Haki...¿Ha?-Pienso mirando de reojo a mis compañeros,a ver lo que decían,pero escucho nuevamente la voz de aquel hombre y volteo mi mirada para oír lo que dice.

-- Vaya. Parece que la más pequeña es la más curiosa. Bien, has empezado bien chica. Pero no es bueno actuar tan impulsivamente. Te responderé pequeña, pero solo por que eres mona. Te diré que no es mi objetivo, sino "nuestro" objetivo. Si pensáis que estoy solo estáis equivocados... Tan solo mirad a vuestro alrededor, y ésto no es nada. En ésta ciudad hay unas 1200 personas, todas están con nosotros. Nuestro objetivo, eso es algo complicado de decir. Aunque se basa en lo mismo, cada uno desea algo concreto. Se podría resumir en una utopía. El fin de las guerras, la paz mundial. Acabaría toda la corrupción y la malicia de éste mundo, aunque tengamos que recurrir a la violencia para ello. Las guerras no hacen más que causar daños, y aunque tengamos que recurrir a ella para conseguir nuestro objetivo, no lo dudaremos. Pero al fin y al cabo, se trata de una buena causa... Ahora es vuestro turno de contestar a mi pregunta. ¿Queréis oponeros a la paz y morir aquí? ¿O por el contrario deseáis acabar con la peor enfermedad del mundo y uniros a nosotros?-Iba a contestar,pero Uracha se me adelante y lo escucho detenidamente.

-Vaya. Parece que tienes un haki un tanto especial, e visto a varias personas con ese poder, que suerte tienes, Nosotros no queremos ninguna guerra, pero para mi lo mas importante que tengo son mis Nakamas, y no permitiré que les suceda nada, respecto a tu problema, No se bien por que, pero de una forma un tanto obligada nos estas pidiendo ayuda, en mi opinión no hay ningún problema en ayudaros, pero... ¿me gustaría saber bien a que os enfrentáis?-Yo sonrío ante la respuesta de mi amigo,sin decir nada,luego,por mi parte,prefiero dar mi opinión también.

-¿La paz,dices? -Miro a Uracha,quien le había preguntado a quien se enfrentaba y en mi rostro aparece una sonrisa aún más grande.-¡Vamos a patearle el trasero! -Me acerco también,alzando mi puño con entusiasmo.De pronto,miro a Lavender,algo más seria que antes.-Yo también estoy dispuesta a ayudar.Pero,dime,¿Sólo nos estás dando dos opciones? -Pregunto,sonriendo y ocultando la mirada en el sombrero para luego levantarla y mirarlo,nuevamente,con mi sonrisa inocente.

Parecía que la situación no avanzaba. Uracha y yo nos encontrábamos en el epicentro de aquel albedrío, mientras que nuestro enemigo se regocijaba en su superioridad numérica. De pronto, vimos como una silueta saltaba por encima de las personas para posteriormente situarse junto a nosotros. Era Hiumi, aquella niña revolucionaria que se introdujo en nuestro barco y engulló toda la comida que nuestra cocinera había preparado.

"¿Qué está pasando?"

No estaba de más contar con un nuevo camarada con el poder de una Akuma no mi, pero era alguien más del que debíamos preocuparnos; en ocasiones, tener muchas cartas en tu mano solo entorpece el juego.

"Pobre ingenua, vete de aquí niña, éste lugar no es para crías como tú. Puedes acabar muy mal... Y no es que necesite a ésta gente para derrotaros, tan solo que se aburren mucho escondidos. Ellos también necesitan diversión. Es interesante esa habilidad chico. Gracias por crear éste ring de combate."

Tras aquellas rudas palabras, el hombre comenzó a avanzar hacia nosotros, empuñando su arma con una sola mano y dirigiéndola de forma amenazadora hacia nosotros. La gente se apartaba a su paso, dejando entrever que en su rostro esbozaba aquella sonrisa burlona de menosprecio ante la situación.

"Os habéis encerrado con una sola persona, eso puede haber sido muy astuto... O muy estúpido. Cuando no conocéis el potencial de vuestro rival debéis saber que toda precaución es poca... Si ahora dejo herido a uno de vosotros, estaréis en un terrible dilema. ¿Huir y dejar al herido a merced del pueblo furioso o quedarse con él y ser atrapados todos? Un gran dilema moral. Sin una estrategia sólida vuestros actos tan solo son guiados por el azar. ¿Que haréis si resulto ser más poderoso que vosotros? ¿Queréis arriesgaros y poner vuestras vidas en manos del azar, o preferís rendiros y uniros a nosotros?"

Acto seguido, el hombre misterioso clavó su mirada en mi, a lo cual contesté de la misma forma. Tras una breve pausa, siguió con su discurso.

"Pensad bien vuestra respuesta. No tenemos porqué ser enemigos. Estoy seguro de que no conocéis nuestro objetivo, estoy seguro que no os habéis parado a preguntar a Jack y a Natura por qué hacían lo que hacían. ¿Y si buscamos el mismo objetivo? Pensad que con acciones sin pensar podéis llegar convertir en enemigos aquellos que son vuestros amigos o podrían ser grandes aliados. Pensad bien vuestra decisión. Ahora estáis rodeados por más de 200 personas. ¿Cómo sabéis el poder de ataque de ésta muchedumbre?... Espero vuestra respuesta."

Seguía mirándome a los ojos de la forma más desafiante posible, mostrando a la luz que esperaba una respuesta que le abriera la posibilidad de atacarnos a sangre fría. De pronto, dicha conexión visual se rompió cuando Hiumi hizo aparecer una mano de tierra del suelo que pisaba el enemigo. Dicha extremidad sujetó con fuerza el arma del hombre, el cual no tardó en zafarse de la ofensiva y adoptar de nuevo la posición anteriormente adquirida.

"Vaya. Parece que la más pequeña es la más curiosa. Bien, has empezado bien chica. Pero no es bueno actuar tan impulsivamente. Te responderé pequeña, pero solo por que eres mona. Te diré que no es mi objetivo, sino "nuestro" objetivo. Si pensáis que estoy solo estáis equivocados... Tan solo mirad a vuestro alrededor, y ésto no es nada. En ésta ciudad hay unas 1200 personas, todas están con nosotros. Nuestro objetivo, eso es algo complicado de decir. Aunque se basa en lo mismo, cada uno desea algo concreto. Se podría resumir en una utopía. El fin de las guerras, la paz mundial. Acabaría toda la corrupción y la malicia de éste mundo, aunque tengamos que recurrir a la violencia para ello. Las guerras no hacen más que causar daños, y aunque tengamos que recurrir a ella para conseguir nuestro objetivo, no lo dudaremos. Pero al fin y al cabo, se trata de una buena causa... Ahora es vuestro turno de contestar a mi pregunta. ¿Queréis oponeros a la paz y morir aquí? ¿O por el contrario deseáis acabar con la peor enfermedad del mundo y uniros a nosotros?"

Aquello que decía no tenía ni pies ni cabeza ¿paz?¿utopía? Todas aquellas cosas eran simples palabras que ocultaban un fin muy diferente del que nos estaba proponiendo. Uracha, tras escucharle, comenzó a avanzar hacia él mientras sonreía despreocupadamente:

"Vaya. Parece que tienes un haki un tanto especial, e visto a varias personas con ese poder, que suerte tienes, Nosotros no queremos ninguna guerra, pero para mi lo mas importante que tengo son mis Nakamas, y no permitiré que les suceda nada, respecto a tu problema, No se bien por que, pero de una forma un tanto obligada nos estas pidiendo ayuda, en mi opinión no hay ningún problema en ayudaros, pero... ¿me gustaría saber bien a que os enfrentáis?"

Tenía razón. El haki que había utilizado para salir airoso del ataque de Hiumi era distinto al que se observa normalmente, aunque ese hecho no era el que mas me había llamado la atención...

-¿Poner nuestras vidas en manos del azar?La vida es un conjunto de eventos otorgados al azar: nadie sabe lo que le depara, solo que el camino que recorre tiene un final- dije mientras le miraba a los ojos- Además, nuestra rendición nos podría llevar a un destinó aun peor que el que nos depararía contradiciéndote.

Caminé hacia el frente para situarme a la misma altura que Uracha.

-Todo eso que estas diciendo es una contradicción en si mismo. No existe tal utopía que nos quieres hacer ver, ni nunca existirá. El mundo es un conjunto formado por todas las cosas que hay en él: bien, mal, amor, odio, paz, guerra... La una no puede vivir sin la otra,¿o acaso puedes describir la paz sin la ausencia de guerra? ¿o el odio sin la ausencia del amor? La oscuridad del hombre es eterna, y no se puede acabar con ella, tan solo enmascararla o aprender a convivirla. Mira a tu alrededor, ¿ves paz? En tu brazo sujetas una espada, pero peor aun, sujetas una razón para odiar, para iniciar aquellas guerras que según tú quieres hacer desaparecer.

Frené en seco. Me encontraba justo detrás de mi barrera, posición en la cual podía ver con total claridad a mi receptor.

-Te contestaré. No, no me opongo a la paz, pero si que me opongo a tú paz. Utilizas las palabras para engañar a la gente y llenar sus corazones de creencias que esconden tras de sí fanatismo por el poder. Tal vez este pueblo este de acuerdo contigo, o les hayáis lavado el cerebro, pero nosotros no caeremos en tus mentiras- dije mientras extendía mi brazo hacia mis compañeros.

Acto seguido, hice que la barrera de huesos comenzara a expandirse, haciendo que la gente se aglomerara cada vez más y más tras ella.

-Dime, ¿cuales son los objetivos que escondes tras esa lengua viperina?.

Extrañado ante esas cosas que había sacado y había perjudicado mi vista decidí guardarlo entre una prenda de ropa mucho y dejarlo en el fondo del saco junto a las cabezas de esos dos que había metido en dicho saco, tras eso comencé a caminar recto dirección al centro de la isla, con el tiempo que había pasado y gracias a la habilidad de mi amigo ya había logrado estar al 100% de salud, listo para otro combate.

- Bien, dos muertos de dos oponentes ... ¿Siguiente por favor? - Dije divertido mientras continuaba mi camino.

Estaba tumbado en el suelo, atado en cuna mano con madera que contrlaba Natura, esta estaba casi pegada a mi, controlando unas raíces que no sabía que iban a hacer. Gracias al tener la otra mano libre, pude desviar las raíces y evitar su ataque. Estaba ya desesperado, no sabía que decirle a aquella chica para que me dejara en paz. Estaba tan desesperado que le dije que les iba ayudar.

- ¿Dices que nos ayudarías a eliminar a todos? Debes de ser consciente de que si los tuyos no están de nuestro lado, también serán eliminados... Pero ahora ya es tarde para arrepentimientos...

No me sentía seguro de lo que había dicho yo mismo, pero al ver la reacción de Natura, ya no podía hacer mucho a esas alturas, así que empecé a mentalizarme que tenía que deshacerme de todos los de la isla. De pronto, la madera que controlaba Natura empezó a envolverme, convirtiendo la madera en una especie de armadura, parecía chula si miraba bien. Se empezó a acercar más a mi, parecía que me quería decir otra cosa .

- Ven conmigo, no intentes atacarme o la madera te destruirá los órganos internos y el cerebro, morirás. Ahora no te queda otra salida más que seguirme. Bienvenido al proyecto utopía.

Vale, decididamente no tenía otra salida que ayudar a esos tipos, pero por lo menos haría algo y me enteraría de la forma más rápida de que ocurría allí, enterarme más profundamente de lo que pasaba. Me cogió y empezó a correr, conmigo detrás. Al principio no podía seguir su velocidad, pero luego al estar un buen rato, uno se acostumbraba a esa velocidad. Lo que no me gustaba era que teníamos que esquivar las raíces que sobresalían del suelo, parecía imposible. No sabía hacia donde íbamos, seguramente no me diría nada.

- No se te ocurra mover un solo músculo que no te diga. Si realmente estás con nosotros, lo averiguaremos fácilmente Sawn White. Por el momento, cualquier movimiento sospechoso hará que mueras, ahora estás a mi merced por completo.

Eso me asustó mucho, tener la vida a un movimiento minúsculo, eso aterraba a todo el mundo o por lo menos eso pensaba. Seguía corriendo mientras me arrastraba, estaba cansado de intentar esquivar las raíces. Llegó un momento que nos detuvimos, parecía que ya habíamos llegado, ¿pero a donde? Pude ver una elevación del terreno un poco rara, pero más raro que esa mujer seguramente no habría nada. Pude ver mejor el lugar, era como un corte en el cual se alzaba una pequeña meseta cuadrada. En esos momentos apareció un tipo de caseta alta. Sin esperar mucho tiempo entramos por la puerta que había, teníamos que bajar unas escaleras de caracol, no veía nada, pero tenía a Natura para que me guiase. La escalera no era muy larga, sin llegar a darme cuenta habíamos llegado a un túnel, que no estaba muy bien iluminado. Empezamos a andar lentamente por ese túnel, no podía dejar de mirar el material del que estaba hecho el lugar, parecía antigua la estructura, pero a la vez nueva, era algo interesante de investigar.

Al caminar durante un rato, a los lados habían puertas, todas cerradas, creía que íbamos a entrar en alguna, pero ella seguía caminando en dirección recta, la curiosidad se me disparó, quería saber que había detrás de esas puertas, simplemente me conformaría por asomarme por una de ellas. No me podía fijarme muy bien en las puertas, simplemente por la escasez de luz, pero tenían algo raro.

Seguía caminando en dirección al centro de la isla, donde parecía haber unos edificios, donde según parecía podía haber personas viviendo en el. Seguramente no eran simplemente ciudadanos normales, o por lo menos, no en su totalidad.

Esas personas que me atacaron y cuyas cabezas tengo encima de esta bolsa que cargo estaban ahí por o para algo, y seguramente alguien que viva en ese lugar deba saberlo, así pues me encaminaba hacia allí con la gabardina puesta de nuevo que cubría todo mi cuerpo y cabeza, con una bolsa cargando y mi mano izquierda apoyada en las empuñaduras de las katanas.

Después de estar un tiempo caminando por un túnel, lleno de puertas cerradas a los lados con unos números extraños, nos paramos en un punto del túnel, Natura abrió la puerta y entramos. No estaba extrañado de nada, solo dejaba que el tiempo pasase hasta que todo se normalizase, pero eso cesó cuando vi que había otra Natura, idéntica a la que estaba acompañando todo el camino desde el bosque.

Pero no solo estaba Natura multiplicada, también había un muchacho hablando con la Natura de la habitación. Empezaba a notar que me volvía loco, no se me ocurría nada para entender lo de Natura, pero no le di más vueltas a la cosa. Nada más entrar las personas que estaban hablando, dejaron de hacerlo, prestándome atención a mi y a Natura 1, así la llamaría para diferenciarlas. La sala era extraña, era igual que el túnel, pero más iluminada, con antorchas posicionadas por todos los rincones.

-Vaya –dijo la Natura 2. –Has tardado bastante, pero al final no has venido con las manos vacías –dijo mirándome. –Entonces ¿Piensas ayudarnos?

Al decir eso, entendía ya las dos Naturas, una de ellas, supuesta mente la que me había capturado, era la copia, mientras la verdadera se escondía cual tal rata de cloaca, sin dejar que le hiciesen algún daño, pero la idea era buena, y pensé en como podía afectar esa habilidad a mi tipo de combate si tuviese ese poder, me empezaba a comer la cabeza. En eso que recordé que me había hablado, hubo un silencio un poco incómodo.

Nathan: No e cambiado de opinión, todavía no. Os ayudaré, solo con la condición que me dejes libre, no me gusta mucho esta prisión de madera, parezco un friki.

No paraba de mirar a mi alrededor, me gustaba como estaba ordenada esa sala, todo ordenado cual sala de estar de una simple casa, pero sin chimenea. Esperaba que todo esto se acabase pronto, no me apetecía estar mucho tiempo más allí, con una loca y un tío que no conocía de nada.

-Ya veo –dijo –Así que no piensas ayudar en nuestra causa, y no solo eso, eres un peligro para ella. No obstante, te voy a dar otra oportunidad. Como veo que no vas a atender a razones lo haremos por las malas. Ven conmigo al laboratorio y sirve a nuestra causa, o tú y tus queridos amigos moriréis. Si decides venir conmigo tendrás todo lo que quieras, y lo más importante, conseguirás salvarles –dijo mirando a Hiumi y a Uracha -Les dejaré libres y que se marchen de este lugar, a ellos no los necesito. Pero si te opones, ten por seguro que no escaparéis de aquí.

Me hallaba entre la espada y la pared. Mis compañeros y yo nos encontrábamos ante una situación muy desfavorecedora, mientras que nuestro enemigo tenía todas las papeletas para salir airoso. Miré hacia mis pies, y entretanto el bullicio de los "civiles" pasó a un segundo plano...¿Qué debía hacer? Para nosotros era desconocida la habilidad de ese hombre y los aliados de los que pudiera disponer a la hora de un enfrentamiento cara a cara. Era verdad que Hiumi y Uracha eran una buena baza, pero la fuerte presión que ejercía sobre mi pecho la presencia de aquel hombre hacia que desconfiara totalmente de nuestro poder en conjunto. También cabía la posibilidad de que se tratara de una trampa; era más que obvio, pues una vez separados sería más fácil acabar con nosotros. Fuera como fuese, acabaríamos muertos.

Por otra parte, tal vez en aquel laboratorio se pudieran encontrar Elizabeth y Unity, por lo que no había nada que me hiciera dudar entre la elección de seguir con vida o entablar una pelea suicida. Mantuve mi mente vacía durante un instante, el cual me pareció eterno, y decidí actuar cuando me convencí totalmente de ello.

-...-levanté mi brazo lentamente hasta alzarlo completamente erguido sobre mi- De acuerdo.

Con esas últimas palabras la barrera de huesos comenzó a hundirse bajo tierra, ocultándose y dejando ver claramente a la gran masa de gente situada ante nosotros. A pesar de ello, ninguno intentó avanzar hacia nosotros, ya que su líder había tomado la decisión de dejarnos con vida...por el momento. Avancé entre los ciudadanos con la mirada fija en mi enemigo, caminando con paso firme y constante. Una vez llegué allí miré de reojo durante unos pocos segundos a Hiumi y a Uracha, para después girar completamente y esperar a que el enemigo me guiara hacia su escondite.

-Lo siento- susurré mientras la armadura de hueso creada anteriormente sobre Uracha se rompía.

Con mi nivel de poder actual, no podía mantener dicha protección a partir de una determinada distancia, por lo que al alejarme de ellos mi influencia se quebró.

-Vamos.

-Ya veo –dijo –Así que no piensas ayudar en nuestra causa, y no solo eso, eres un peligro para ella. No obstante, te voy a dar otra oportunidad. Como veo que no vas a atender a razones lo haremos por las malas. Ven conmigo al laboratorio y sirve a nuestra causa, o tú y tus queridos amigos moriréis. Si decides venir conmigo tendrás todo lo que quieras, y lo más importante, conseguirás salvarles –dijo mirando a Hiumi y a Uracha -Les dejaré libres y que se marchen de este lugar, a ellos no los necesito. Pero si te opones, ten por seguro que no escaparéis de aquí.

Al oír las palabras de ese hombre,mi mirada se tornó seria.¿Quería chantajearnos,o qué? Es verdad que quien tuviera cabeza como para pensar en la responsabilidad como Aspros,elegiría ir con él,pero aún así eso era desfavorecedor para nosotros.En momentos como este,debíamos mantenernos juntos.
Miré a Aspros,el cual ya había decidido y levató la mano para hacerlo saber con un simple "de acuerdo".Luego,deshizo la barrera de huesos alrededor del lugar.
-Lo siento-Oí salir de la boca de Aspros,a continuación.Se rompió la armadura que había creado alrededor de Uracha.Al ver que quería irse,ni si quiera pensé en lo que iba a hacer,como siempre.Pero en esos caso me daba igual,había aprendido,que si no proteges lo tuyo,un día se te iba solo.
Los seguí por el trecho que habían caminado,agarré el brazo de Aspros,y levanté la mirada cruzándola con el hombre al que supuestamente tenía él que ayudar.
-No pensamos dejar a un compañero solo.-Dije,sin pensar en las consecuencias.Observé el panorama.Esbocé una pequeña sonrisa.-¿Ellos no te acompañan siempre? -Le dije,haciendo un ademán con la cabeza,como si señalara a sus compañeros.-Pues en este caso es igual.-Sonreí,enseñando mi dentadura.La verdad,no me paré a fijarme en la gente que nos rodeaba en ese momento.Y así,seguí con una sonrisa,en el mismo sitio sin moverme ni un centímetro.

No sabía cuanto tiempo llevaba ya sobrevolando por aquel lugar. Me había quedado dormida y había dejado de lado a mis compañeras. Tenía que hacer algo para arreglarlo.

Me llamó la atención una gran nube que parecía estar cubriendo una ciudad. Ellas querían ir al laboratorio, y si hay un laboratorio en esta isla no se me ocurre un lugar mejor que la ciudad para encontrarlo.

Tardé un rato en llegar, y no las vi. Pero no podía rendirme. Seguí buscando.