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- Ryusen:
- Aquel tipo siguió a Ryusen para asegurarse que le escuchaba. –Parece que tienes prisa por encontrar a alguien, y yo te puedo ayudar. Si estáis en esta isla es por algo, todos lo que vienen acaban en el mismo lugar. Si quieres volver a ver con vida a quien sea que estés buscando deberías escucharme. No vale la pena que pierdas el tiempo dando vueltas por la isla, pues cada segundo que pase es un segundo más cerca de la muerte para tus amiguitos.
- Hiumi, Uracha, Aspros:
- Aspros decide ir con aquel tipo, pero Hiumi se niega a despegarse de él.
-De acuerdo –dijo Greic. –Que se venga la chica, no quiero más contratiempos, pero tendrá que quedarse fuera cuando hables con mis compañeros. Y no es una opción, lo hará por las buenas, o por las malas.
Dicho esto, Greic continuó su camino.
- Sawn:
- -No estás en condiciones de pedir nada –dijo la Natura que ya estaba el laboratorio. –Te entendemos y sabemos que no debes estar cómodo, pero no nos gustaría que escaparas o que te volvieras en nuestra contra, entiéndenos tú a nosotros –dijo con una sonrisa.
-Vamos Natura -dijo el tipo de su lado. –No podemos tenerle así todo el tiempo, tarde o temprano tendremos que soltarle, y más si está dispuesto a ayudarnos.
Tras estas palabras, Natura hizo a regañadientes que las plantas que oprimían a Sawn se despegaran de su cuerpo.
-Bien –dijo Natura –lo que tienes que hacer es salir ahí fuera y acabar con los que han llegado a la isla. Ya no nos son de utilidad.
- Roger:
- El puñetazo de Roger alcanzó la cara de Jack, pero este, a pesar de ver unos cuantos dientes salir de su boca, no se inmutó.
-Ya veo que no quieres mi ayuda. Entonces no me queda otra opción.
Se crea combate en "Batallas históricas"
- Ahiru:
- Tras un tiempo buscando por la ciudad logras ver unas figuras. Parece ser que Elizabeth está en el suelo, y Unity rodeada por dos Elizabeths y dos Unities.
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Mientras corro ese tipo me persigue diciendome que tengo que hacerle caso para poder salvar a mis nakamas ya que todos los que vienen a la isla acaban en el mismo lugar. Sin dejar de correr le digo
A ver, si tanto sabes dime donde puedo encontrar a mis nakamas.
Aumento la velocidad ya que no quiero perder el tiempo de charla para encontrar cuanto antes a mis nakamas en esa extraña isla que no se ni porque fuimos, tengo que dejar de creerme los rumores que escucho y empezar a pensar antes de aventurarme por lugares desconocidos por completo.
Mientras corro miro sobretodo entre los árboles y en lugares donde se pueda esconder una persona por si mis nakamas están en dicha situación no pasar de largo y dejarlos tirados.
A ver, si tanto sabes dime donde puedo encontrar a mis nakamas.
Aumento la velocidad ya que no quiero perder el tiempo de charla para encontrar cuanto antes a mis nakamas en esa extraña isla que no se ni porque fuimos, tengo que dejar de creerme los rumores que escucho y empezar a pensar antes de aventurarme por lugares desconocidos por completo.
Mientras corro miro sobretodo entre los árboles y en lugares donde se pueda esconder una persona por si mis nakamas están en dicha situación no pasar de largo y dejarlos tirados.
Sawn
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Me estaba empezando a acalorar dentro de la armadura, no llegaba nada de oxigeno dentro y eso poco a poco dificultaba la tarea de moverme. Le pedía a Natura (a alguna de las dos) que me quitase la armadura, pero se negaron rotundamente. Mientras seguía mirando la habitación, tenía algo raro, en alguna parte, pero aún así no conseguía ver nada.
Natura: No estás en condiciones de pedir nada –dijo la Natura que ya estaba en una especie de laboratorio. –Te entendemos y sabemos que no debes estar cómodo, pero no nos gustaría que escaparas o que te volvieras en nuestra contra, entiéndenos tú a nosotros- dijo con una sonrisa.
Al escuchar que no me quería quitar la armadura, pensaba de una maldita vez actuar para salir yo mismo, lo malo era que si lo hacía, podía salir mal de allí, me perseguirían y me atacarían, y no era lo que quería, y menos en ese momento. Empezaba a sudar como un cerdo, no pasaba nada de oxigeno por ninguna parte de mi cuerpo, solo por la cara y dando gracias, pero en ese momento, actuó alguien que no pensaba que actuase.
¿?: Vamos Natura -dijo el tipo que estaba al lado de Natura. –No podemos tenerle así todo el tiempo, tarde o temprano tendremos que soltarle, y más si está dispuesto a ayudarnos.
Me había salvado aquel muchacho, por fin, las plantas que me oprimían, ibas desapareciendo poco a poco, más a Natura no le gustaba la idea de haberme soltado, no confiaba nada en mi, algo normal cuando no conoces a una persona. Estaba a punto de marchar, sabía lo que quería sobre la habitación, no necesitaba estar más allí, cuando Natura empezó a hablarme.
-Bien –dijo Natura –lo que tienes que hacer es salir ahí fuera y acabar con los que han llegado a la isla. Ya no nos son de utilidad.
Cuando escuché esas palabra, esbocé una sonrisa, podía hacer lo que me diese la gana por fin, y aún más matar al primero que se cruzase en mi camino, era algo que tenía anotado en mi cuaderno de ideas y era una de las que estaba en primera fila. Salí de allí sin decir nada, aparecí otra vez en el pasillo, tan tranquilo y oscuro como antes, me gustaba. Miraba todo el rato a las puertas numeradas que dejaba atrás, aún seguía con la intriga, pero no podía arriesgarme a que me pillasen husmeando por ahí.
Estaba ya en las escaleras, las subí y antes de salir miré a ver si había alguien, miré a todos lados, pero no había nadie, salí y empecé a caminar con paso lento al sureste.
Natura: No estás en condiciones de pedir nada –dijo la Natura que ya estaba en una especie de laboratorio. –Te entendemos y sabemos que no debes estar cómodo, pero no nos gustaría que escaparas o que te volvieras en nuestra contra, entiéndenos tú a nosotros- dijo con una sonrisa.
Al escuchar que no me quería quitar la armadura, pensaba de una maldita vez actuar para salir yo mismo, lo malo era que si lo hacía, podía salir mal de allí, me perseguirían y me atacarían, y no era lo que quería, y menos en ese momento. Empezaba a sudar como un cerdo, no pasaba nada de oxigeno por ninguna parte de mi cuerpo, solo por la cara y dando gracias, pero en ese momento, actuó alguien que no pensaba que actuase.
¿?: Vamos Natura -dijo el tipo que estaba al lado de Natura. –No podemos tenerle así todo el tiempo, tarde o temprano tendremos que soltarle, y más si está dispuesto a ayudarnos.
Me había salvado aquel muchacho, por fin, las plantas que me oprimían, ibas desapareciendo poco a poco, más a Natura no le gustaba la idea de haberme soltado, no confiaba nada en mi, algo normal cuando no conoces a una persona. Estaba a punto de marchar, sabía lo que quería sobre la habitación, no necesitaba estar más allí, cuando Natura empezó a hablarme.
-Bien –dijo Natura –lo que tienes que hacer es salir ahí fuera y acabar con los que han llegado a la isla. Ya no nos son de utilidad.
Cuando escuché esas palabra, esbocé una sonrisa, podía hacer lo que me diese la gana por fin, y aún más matar al primero que se cruzase en mi camino, era algo que tenía anotado en mi cuaderno de ideas y era una de las que estaba en primera fila. Salí de allí sin decir nada, aparecí otra vez en el pasillo, tan tranquilo y oscuro como antes, me gustaba. Miraba todo el rato a las puertas numeradas que dejaba atrás, aún seguía con la intriga, pero no podía arriesgarme a que me pillasen husmeando por ahí.
Estaba ya en las escaleras, las subí y antes de salir miré a ver si había alguien, miré a todos lados, pero no había nadie, salí y empecé a caminar con paso lento al sureste.
Arya Valieri
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Me desperté cuando Erika me depositó en el suelo. Aunque estaba aturdida, noté el peligro que reinaba en el ambiente, por lo que decidí quedarme quieta y evaluar mi situación.
Los cortes me escocían un poco, pero no me preocupaban. La costilla aun me dolía, aunque mucho menos que antes de desmayarme y no parecía que fuera a empeorar. La garganta me molestaba, pero ya podía respirar con normalidad.
-Venga, no tengo todo el día ¿quieres empezar?- la voz de Erika sonaba tensa y preocupada- ¿Qué, no vas a moverte? Muy bien.- después, el sonido de alguien al correr por el suelo cubierto de hojarasca llegó hasta mis oídos.
Rápidamente, abrí los ojos y me incorporé. Mi nakama estaba de pie frente a un hombre exactamente igual que el que había aparecido antes y había sido asesinado vilmente. No me lo pensé dos veces, desenfundé las pistolas, apunté y disparé varias veces hacia la cabeza del desconocido.
Como decía un pirata que conocí una vez, primero dispara y después pregunta.
Los cortes me escocían un poco, pero no me preocupaban. La costilla aun me dolía, aunque mucho menos que antes de desmayarme y no parecía que fuera a empeorar. La garganta me molestaba, pero ya podía respirar con normalidad.
-Venga, no tengo todo el día ¿quieres empezar?- la voz de Erika sonaba tensa y preocupada- ¿Qué, no vas a moverte? Muy bien.- después, el sonido de alguien al correr por el suelo cubierto de hojarasca llegó hasta mis oídos.
Rápidamente, abrí los ojos y me incorporé. Mi nakama estaba de pie frente a un hombre exactamente igual que el que había aparecido antes y había sido asesinado vilmente. No me lo pensé dos veces, desenfundé las pistolas, apunté y disparé varias veces hacia la cabeza del desconocido.
Como decía un pirata que conocí una vez, primero dispara y después pregunta.
Unity Crowley
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Aquel tipo me golpeó con fuerza, derribándome y dejándome tendida de espaldas en el suelo. Era jodidamente fuerte, tenía que admitirlo. Acto seguido, le propinó un fuerte golpe a Elizabeth.
-Vaya, vaya, al parecer te has quedado sola. No parece que vayas a servirnos de mucho, así que lo mejor va a ser acabar con escoria como tú. Es una lástima que ahora tenga que irme, pero creo que ellas solitas podrán contigo. Pasadlo bien.
-¡Espera, hijo de puta! -le grité mientras se alejaba, sin conseguir ningún resultado.
Me arrastré hacia donde estaba Elizabeth. Comencé a zarandearla y a gritarle que se despertara, pero ni con insultos lograba que reaccionara. Le comprobé impulso y, a pesar de que su muerte hubiera significado mi ascenso en la banda, no pude evitar sentirme aliviada.
Ahora estaba yo sola contra cuatro clones. Supongo que algunos llamarían a esto "inferioridad numérica", pero yo no lo veía así.
-Con la nena-planta me basto y me sobro con una mano -le dije a los clones de Eli. A continuación eché un vistazo a los míos -. Y vosotras sois unas jodidas imitaciones que no me llegáis ni a la suela del zapato.
Me puse en pie y de un salto me abalancé contra una de mis clones, dispuesta a serrarla por la mitad antes de que tuviera tiempo de tocar su hacha.
-Vaya, vaya, al parecer te has quedado sola. No parece que vayas a servirnos de mucho, así que lo mejor va a ser acabar con escoria como tú. Es una lástima que ahora tenga que irme, pero creo que ellas solitas podrán contigo. Pasadlo bien.
-¡Espera, hijo de puta! -le grité mientras se alejaba, sin conseguir ningún resultado.
Me arrastré hacia donde estaba Elizabeth. Comencé a zarandearla y a gritarle que se despertara, pero ni con insultos lograba que reaccionara. Le comprobé impulso y, a pesar de que su muerte hubiera significado mi ascenso en la banda, no pude evitar sentirme aliviada.
Ahora estaba yo sola contra cuatro clones. Supongo que algunos llamarían a esto "inferioridad numérica", pero yo no lo veía así.
-Con la nena-planta me basto y me sobro con una mano -le dije a los clones de Eli. A continuación eché un vistazo a los míos -. Y vosotras sois unas jodidas imitaciones que no me llegáis ni a la suela del zapato.
Me puse en pie y de un salto me abalancé contra una de mis clones, dispuesta a serrarla por la mitad antes de que tuviera tiempo de tocar su hacha.
Uracha
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Al final Aspros decidió acompañar a aquel hombre, y aunque Tras ver todo lo sucedido y observar como Hiumi y Aspros tomaron el camino hacia el laboratorio, junto a aquel hombre seguidamente me acerque asta ellos.
-¿Supongo que sabrás que yo también voy no?.-
le dije tranquilamente sin hacer ningún caso a todas las personas que había a alrededor nuestra me acerque asta ellos.
¿Tienes la intención, de que no os acompañe?
le dije mientras sonreía y seguía caminando junto a ellos
Por cierto, dime que vas hacer con todas esas personas que ¿ellos vendrán con nosotros, o se quedaran allí?
dije mientras me estiraba...
-¿Supongo que sabrás que yo también voy no?.-
le dije tranquilamente sin hacer ningún caso a todas las personas que había a alrededor nuestra me acerque asta ellos.
¿Tienes la intención, de que no os acompañe?
le dije mientras sonreía y seguía caminando junto a ellos
Por cierto, dime que vas hacer con todas esas personas que ¿ellos vendrán con nosotros, o se quedaran allí?
dije mientras me estiraba...
Legim
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Procedí a caminar por este paisaje tan desolador acercándome a la ciudad, pudiendo ver mejor como era. Parecía una ciudad abandonada, algunas plantas habían comenzado a subir por las paredes y un gélido viento recorría el lugar.
Al llegar al pie de la ciudad observé atentamente todo sin moverme del sitio, parecía una ciudad que había tenido mucha actividad y que de la nada había desaparecido su población. Todo estaba en su sitio lógico, lo único ilógico era la falta de habitantes.
Observé entonces a mis pies una barra de metal que dividía en dos el pueblo, sonriendo puse mis pies sobre dicha barra y ande encima de ella practicando mi equilibrio, recordando uno de mis hábitos infantiles.
Me divertía avanzando lentamente así, pero seguía siendo observado. Estaba ya cansado de esta sensación, por lo que activé mi ojo cyborg y observé a mi alrededor para ver si detectaba algo o eran simplemente pensamientos míos, con este ojo podía ver el calor de cualquier ser y algunas cosas más debido a mi ojo. Es por ello que había decidido esto, era ahora o nunca.
Al llegar al pie de la ciudad observé atentamente todo sin moverme del sitio, parecía una ciudad que había tenido mucha actividad y que de la nada había desaparecido su población. Todo estaba en su sitio lógico, lo único ilógico era la falta de habitantes.
Observé entonces a mis pies una barra de metal que dividía en dos el pueblo, sonriendo puse mis pies sobre dicha barra y ande encima de ella practicando mi equilibrio, recordando uno de mis hábitos infantiles.
Me divertía avanzando lentamente así, pero seguía siendo observado. Estaba ya cansado de esta sensación, por lo que activé mi ojo cyborg y observé a mi alrededor para ver si detectaba algo o eran simplemente pensamientos míos, con este ojo podía ver el calor de cualquier ser y algunas cosas más debido a mi ojo. Es por ello que había decidido esto, era ahora o nunca.
Ahiru Nakimushi
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Tras un tiempo buscando a mis compañeras parecía que las había encontrado, pero las cuentas no me cuadraban ¿Tres Unities y tres Elizabeths? Me acerqué velozmente corriendo hasta la Unity que estaba zarandeando a una de las Elizabeths.
-¿Qué... qué está pasando aquí? ¿Quiénes son estas tipas? ¿Por qué sois iguales? ¿Qué le pasa a Elizabeth? -pregunté confusa.
Las preguntas se amontonaban en mi cabeza. Quería saber tantas cosas, y parecía que había tan poco tiempo para explicaciones...
Antes de que Unity me respondiera, agarré la muñeca de Elizabeth para comprobar el pulso. -No le pasa nada -dije aliviada. -Por lo menos está viva ¡¿Me vas a responder a alguna de mis preguntas?!
Normalmente no me solía aponer tan nerviosa, pero aquella situación podía conmigo.
-¿Qué... qué está pasando aquí? ¿Quiénes son estas tipas? ¿Por qué sois iguales? ¿Qué le pasa a Elizabeth? -pregunté confusa.
Las preguntas se amontonaban en mi cabeza. Quería saber tantas cosas, y parecía que había tan poco tiempo para explicaciones...
Antes de que Unity me respondiera, agarré la muñeca de Elizabeth para comprobar el pulso. -No le pasa nada -dije aliviada. -Por lo menos está viva ¡¿Me vas a responder a alguna de mis preguntas?!
Normalmente no me solía aponer tan nerviosa, pero aquella situación podía conmigo.
Sharpus
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Unos leves rayos de sol comenzaron a calentarme todo el cuerpo. Poco a poco, fui abriendo los ojos y pude ir contemplando lo que había a mi alrededor. Parecía un bosque, hice el amago de levantarme pero me costó ya que unas raices estaban creciendo alrededor mia.
-¿Donde estoy?, ¿Que ha pasado?, ¿Cuanto tiempo llevo durmiendo?, estas son varias preguntas que me asaltaron la mente.
Cuando me puse en pie, observé a un lado y a otro, pero solo veía bosque y mas bosque. Habían ramas resquebrajadas y plantas pisada, como si de una batalla se tratara. Tenía el cuerpo lleno de cortes ya cicatrizados, y sangre seca alrededor de la cabeza. Y fue entonces cuando me acordé. Nos enfrentamos las chicas y yo contra una tal natura, la cual no llegamos a derrotar porque salió huyendo. Recuerdo que la perseguimos y tras salir corriendo tras ella, yo tropecé y caí por un barranco golpeándome fuertemente en la cabeza. Ese golpe es el que me ha tenido en un estado de indisposición hasta ahora. Me sacudí quitándome un poco la mugre de encima y me transformé. Procuré no volar muy alto para no ser visto, ya que no se que hechos habían ocurrido o si algún miembro de la banda seguía vivo.
Ya en las alturas pude ver como el frondoso bosque se extendía cientos y cientos de kilómetros. Más allá del bosque parecía haber una ciudad de mercaderes aunque no sabía bien, ya que mi visión no daba para más. En un acto de curiosidad giré la cabeza y pude ver como nuestro navío seguía anclado en aquella playa. Señal de que mis camaradas aun seguían en la isla, cosa que me calmó.
-¿Donde estoy?, ¿Que ha pasado?, ¿Cuanto tiempo llevo durmiendo?, estas son varias preguntas que me asaltaron la mente.
Cuando me puse en pie, observé a un lado y a otro, pero solo veía bosque y mas bosque. Habían ramas resquebrajadas y plantas pisada, como si de una batalla se tratara. Tenía el cuerpo lleno de cortes ya cicatrizados, y sangre seca alrededor de la cabeza. Y fue entonces cuando me acordé. Nos enfrentamos las chicas y yo contra una tal natura, la cual no llegamos a derrotar porque salió huyendo. Recuerdo que la perseguimos y tras salir corriendo tras ella, yo tropecé y caí por un barranco golpeándome fuertemente en la cabeza. Ese golpe es el que me ha tenido en un estado de indisposición hasta ahora. Me sacudí quitándome un poco la mugre de encima y me transformé. Procuré no volar muy alto para no ser visto, ya que no se que hechos habían ocurrido o si algún miembro de la banda seguía vivo.
Ya en las alturas pude ver como el frondoso bosque se extendía cientos y cientos de kilómetros. Más allá del bosque parecía haber una ciudad de mercaderes aunque no sabía bien, ya que mi visión no daba para más. En un acto de curiosidad giré la cabeza y pude ver como nuestro navío seguía anclado en aquella playa. Señal de que mis camaradas aun seguían en la isla, cosa que me calmó.
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- Legim:
- Legim, gracias a su ojo cyborg pudo ver varias figuras dentro de los edificios, pero sus cuerpos emitían menos calor que el cuerpo humano. Si deja de mirar los edificios y dirige su vista al frente podrá ver una de esas figuras acercándose a él.
-¿Quién eres tú y cómo has llegado aquí? –dijo aquel tipo acercándose cada vez más.
- Ryusen:
- Ryusen aumenta la velocidad, así que Jack decide responder sin rodeos su pregunta. –Tus nakamas están en el laboratorio de Vladimir. Deja de correr y escúchame. Yo también tengo ahí a gente querida. Sé donde está ese lugar y podemos salvarlos. Si decides escucharme te lo contaré todo por el camino –dijo alzando cada vez más la voz para que se le escuchara.
- Unity y Ahiru:
- Mientras Ahiru hablaba, Unity atacaba a uno de sus clones. Pero antes de que llegara a alcanzarla un cuerpo impactó contra ella tirándola al suelo. Se trataba de su otro clon.
-Dos contra cuatro –dijo una de las Elizabeths. –A ver lo que sois capaces de hacer.
Se crea combate en "Batallas históricas"
- Hiumi, Uracha, Aspros:
- Uracha también se apuntó a ir con Hiumi y Aspros al laboratorio.
-De acuerdo –dijo Greic sin parar de caminar –pero como ya he dicho os tendréis que quedar en la puerta.
Tras un rato caminando, llegaron a una puerta que sería la del laboratorio.
-Bueno –dijo su acompañante –como dije os tendréis que quedar aquí mientras yo entro con vuestro compañero. Si intentáis entrar con nosotros todos acabaréis mal. No os preocupéis por él, si lo he traído aquí es porque lo quiero con vida. Por cierto, en parte de atrás de este edificio hay una puerta, yo de vosotros no entraría allí.
Tras decir esto, sacó una especie de tarjeta que acercó a un punto alto de la puerta y esta se abrió automáticamente. Greic invitó a Aspros a pasar y una vez dentro entró él sin dejar pasar a Uracha y Hiumi, dejándoles al otro lado de la puerta.
- Sawn:
- Cuando Sawn salió de la sala la Natura que estaba con Jack le dijo a la otra Natura –acompáñale hasta la salida, no estaría bien que robara material, y cuando esté fuera síguele y asegúrate de que no nos traicione.
Nada más recibir las órdenes, Natura salió de la sala y comenzó a buscar a Sawn, al que encontró poco después.
-Chico, la salida es por aquí –dijo Natura acompañándole hacia la puerta. –Ahora ve y demuestra lo que vales.
- Arya:
- Arya se puso en pie e interfirió en el combate de Erika, disparando, pero solo logró rozar a Jack, el cual se giró centrando su atención en ella.
-Por lo visto el juego se está poniendo entretenido –dijo sonriendo.
Te incorporas al combate de "Erika vs Jack Jackson" en "Batallas históricas"
- Sharpus:
- Debido a los árboles no puedes ver a nadie en la isla. Tan solo la orilla donde está el barco atracado a un lado, y la ciudad en el centro de la isla. Todo lo demás está cubierto por vegetación ¿Qué camino tomará Sharpus?
Legim
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Seguí mirando a los edificios y pude contemplar varios focos de calor con una silueta humana, extrañado comencé a avanzar con la mano izquierda reposando sobre una katana y la derecha sujetando la otra. Me detuve pues una de las siluetas se acercaba y pude contemplar a un ser humano acercándose.
Desde luego su aspecto era llamativo, tenía un peinado extravagante y de color morado, y por si fuera poco su cara también estaba pintada de una forma peculiar.
-¿Quién eres tú y cómo has llegado aquí?
Sonriente y sin quitarme la capucha me encogí de hombros.
- Solo un humilde trotamundos... ¿Qué sucede con este lugar? No hay ni un alma desde que llegué a esta isla por casualidad... y el primero que veo aparece armado con una gran espada... ¿Qué sucede?
Preparado para lo que pueda suceder tenía el ojo cyborg activado para preveer cualquier ataque igual que mi haki mantra y otras habilidades.
Desde luego su aspecto era llamativo, tenía un peinado extravagante y de color morado, y por si fuera poco su cara también estaba pintada de una forma peculiar.
-¿Quién eres tú y cómo has llegado aquí?
Sonriente y sin quitarme la capucha me encogí de hombros.
- Solo un humilde trotamundos... ¿Qué sucede con este lugar? No hay ni un alma desde que llegué a esta isla por casualidad... y el primero que veo aparece armado con una gran espada... ¿Qué sucede?
Preparado para lo que pueda suceder tenía el ojo cyborg activado para preveer cualquier ataque igual que mi haki mantra y otras habilidades.
Hiumi D.Monkey
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Observé a Uracha,el cual como había pensado también se unió a nosotros y Greic aceptó sin ninguna objeción.
--¿Supongo que sabrás que yo también voy no?.- Sonreí abiertamente ante eso.Me sentí muy bien al saber que mis compañeros nunca abandonan a nadie.Lo sabía,de antes,pero aún así era una sensación bastante reconfortable.
Al final,nos encaminamos hacia el laboratorio.Antes de entrar con Aspros,Greic nos advirtió de que no nos coláramos.
--Bueno –dijo su acompañante –como dije os tendréis que quedar aquí mientras yo entro con vuestro compañero. Si intentáis entrar con nosotros todos acabaréis mal. No os preocupéis por él, si lo he traído aquí es porque lo quiero con vida. Por cierto, en parte de atrás de este edificio hay una puerta, yo de vosotros no entraría allí.-Abrí los ojos y una sonrisa pasó desapercibida por los presentes. ¿Prohibido? Siempre me había gustado esa palabra.Cuando Aspros entró en el laboratorio,no pude contenerme y busqué alguna ventana que otra,la cual no encontré.Así caminé un poco para observar esa puerta.Giré mirando a Uracha,con emoción contenida en mis ojos y dándole a entender lo que quería hacer.Mi compañero seguramente me mataría.
--¿Supongo que sabrás que yo también voy no?.- Sonreí abiertamente ante eso.Me sentí muy bien al saber que mis compañeros nunca abandonan a nadie.Lo sabía,de antes,pero aún así era una sensación bastante reconfortable.
Al final,nos encaminamos hacia el laboratorio.Antes de entrar con Aspros,Greic nos advirtió de que no nos coláramos.
--Bueno –dijo su acompañante –como dije os tendréis que quedar aquí mientras yo entro con vuestro compañero. Si intentáis entrar con nosotros todos acabaréis mal. No os preocupéis por él, si lo he traído aquí es porque lo quiero con vida. Por cierto, en parte de atrás de este edificio hay una puerta, yo de vosotros no entraría allí.-Abrí los ojos y una sonrisa pasó desapercibida por los presentes. ¿Prohibido? Siempre me había gustado esa palabra.Cuando Aspros entró en el laboratorio,no pude contenerme y busqué alguna ventana que otra,la cual no encontré.Así caminé un poco para observar esa puerta.Giré mirando a Uracha,con emoción contenida en mis ojos y dándole a entender lo que quería hacer.Mi compañero seguramente me mataría.
Sharpus
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Cuando alcé la vista al frente topé con un árbol milenario que me hizo rebotar hasta la orilla donde estaba el barco (unos metros de donde estaba). Caí y tragué mas arena que cuando era socorrista en una piscina jajajaja, me reí solo...
Ir sobrevolando la isla será difícil, así que me tocará ir a pie por el bosque. Ante mí pude ver tres caminos, cosa que no me gustaba nada ya que cada uno podría llevarme a cualquier sitio menos a donde quería ir; la ciudad. Así que empuñé mi tridente y opté por ir al camino de la izquierda. Ya entrado en el, alrededor había vegetación un tanto extraña que no había visto en mi vida. Las raíces de los árboles no eran muy comunes aquí ya que su grosor eran el doble o el triple que las normales. La corteza era muy gruesa y dura también algo inusual. No se escuchaba nada de nada, ningún ruido aparente, todo muy tranquilo a mi modo de ver, cosa que me asustaba. Seguí tan normal por el camino hasta que a lo lejos pude ver una bifurcación. Justo en medio había una señal con dos flechas apuntando una para cada lado del camino y sin nada escrito.
Antes de elegir por donde ir, me senté a las rodillas de un árbol que yacía al lado del camino, para descansar un poco, comer y beber algo.
Ir sobrevolando la isla será difícil, así que me tocará ir a pie por el bosque. Ante mí pude ver tres caminos, cosa que no me gustaba nada ya que cada uno podría llevarme a cualquier sitio menos a donde quería ir; la ciudad. Así que empuñé mi tridente y opté por ir al camino de la izquierda. Ya entrado en el, alrededor había vegetación un tanto extraña que no había visto en mi vida. Las raíces de los árboles no eran muy comunes aquí ya que su grosor eran el doble o el triple que las normales. La corteza era muy gruesa y dura también algo inusual. No se escuchaba nada de nada, ningún ruido aparente, todo muy tranquilo a mi modo de ver, cosa que me asustaba. Seguí tan normal por el camino hasta que a lo lejos pude ver una bifurcación. Justo en medio había una señal con dos flechas apuntando una para cada lado del camino y sin nada escrito.
Antes de elegir por donde ir, me senté a las rodillas de un árbol que yacía al lado del camino, para descansar un poco, comer y beber algo.
Aspros
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Estaba aproximándome a mi enemigo con el fin de que me guiara hasta el laboratorio, cuando sentí que alguien me agarraba el brazo. Se trataba de Hiumi, la cual miraba con desafío al hombre que se encontraba ante nosotros...
"No pensamos dejar a un compañero solo"- sentenció mientras desplazaba su mirada hacia mi- "¿Ellos no te acompañan siempre?"
Esas palabras hicieron que me hundiera en una profunda reflexión. Es verdad que había permanecido poco tiempo como integrante en los Piratas del Doblón, pero era lo más parecido que tenía a una familia: y a la familia no se le abandona. Supuse que era lo mismo para los aliados. Miré a Hiumi con intriga y caí en la cuenta de que afrontar los problemas uno mismo, esquivando la ayuda de los demás, haría que poco a poco te autoconsumieras.
"De acuerdo" –dijo Greic–"Que se venga la chica, no quiero más contratiempos, pero tendrá que quedarse fuera cuando hables con mis compañeros. Y no es una opción, lo hará por las buenas, o por las malas."
Dicho esto, Greic emprendió el recorrido. Ambos comenzamos a seguirlo y como era de esperar, Uracha se unió a nosotros.
"¿Supongo que sabrás que yo también voy no?"
Agradecía toda su amabilidad, pero si se trataba de una trampa, íbamos a adentrarnos en la boca del lobo los tres solos, sin ningún tipo de apoyo. Lo más inteligente hubiera sido que ambos marcharan hacia donde se encontraban sus compañeros y advertirles de la presencia de estos sujetos extraños, pero ya era tarde para tomar aquella decisión.
"De acuerdo" –dijo Greic sin parar de caminar –"pero como ya he dicho os tendréis que quedar en la puerta".
Los tres nos miramos con intriga y seguimos caminando. Poco a poco íbamos dejando atrás a la enorme masa de gente que ahora se encontraba totalmente paralizada observándonos en la distancia, como si hubieran sido petrificados. Recorrimos una gran cantidad de edificios derruidos, en cuyo interior se encontraban los retazos de vidas pasadas, de lo que parecían ser familias felices, ¿Que había ocasionado esto? Los posibles experimentos llevados a cabo por el cabecilla de esta organización tal vez hubieran provocado la huida de toda la gente...o aun peor, su muerte.
Tras un rato caminando, llegaron a una gran puerta metálica, que supuse era la entrada al laboratorio.
"Bueno" –dijo –"como dije os tendréis que quedar aquí mientras yo entro con vuestro compañero. Si intentáis entrar con nosotros todos acabaréis mal. No os preocupéis por él, si lo he traído aquí es porque lo quiero con vida. Por cierto, en parte de atrás de este edificio hay una puerta, yo de vosotros no entraría allí."
Aquello último confirmaba el peor de mis temores: Hiumi. Si conocía la presencia de aquella puerta, no dudaría en arrastrar a Uracha hasta a ella para intentar adentrarse en el edificio, provocando la ira de nuestros enemigos e induciendo nuestra muerte.
Mientras pensaba en todo aquello, el extraño sacó una especie de tarjeta que acercó a un punto alto de la puerta y esta se abrió instantáneamente. Era un sistema automático de apertura y cierre por sensor, una tecnología bastante innovadora y eficaz en el campo de la informática. Si poseían eso, no dudaba en la posibilidad de que también poseyeran cámaras de vigilancia por todo el lugar y mecanismos de defensa.
El hombre hizo un ademán con su brazo para invitarme a entrar y una vez dentro, entró sin permitir el paso a Uracha y Hiumi. La puerta se cerró de forma brusca, provocando un fuerte eco que se extendió por toda la habitación. La estancia estaba pobremente iluminada, dejando entrever siluetas de mesas, columnas y pocos elementos más. Un molesto ruido eléctrico surgía del fondo de aquel lugar, y los pasos de mi acompañante a mi espalda hacian que me pusiera un tanto alerta.
-¿Y ahora qué?- dije mientras me giraba y le miraba a los ojos.
"No pensamos dejar a un compañero solo"- sentenció mientras desplazaba su mirada hacia mi- "¿Ellos no te acompañan siempre?"
Esas palabras hicieron que me hundiera en una profunda reflexión. Es verdad que había permanecido poco tiempo como integrante en los Piratas del Doblón, pero era lo más parecido que tenía a una familia: y a la familia no se le abandona. Supuse que era lo mismo para los aliados. Miré a Hiumi con intriga y caí en la cuenta de que afrontar los problemas uno mismo, esquivando la ayuda de los demás, haría que poco a poco te autoconsumieras.
"De acuerdo" –dijo Greic–"Que se venga la chica, no quiero más contratiempos, pero tendrá que quedarse fuera cuando hables con mis compañeros. Y no es una opción, lo hará por las buenas, o por las malas."
Dicho esto, Greic emprendió el recorrido. Ambos comenzamos a seguirlo y como era de esperar, Uracha se unió a nosotros.
"¿Supongo que sabrás que yo también voy no?"
Agradecía toda su amabilidad, pero si se trataba de una trampa, íbamos a adentrarnos en la boca del lobo los tres solos, sin ningún tipo de apoyo. Lo más inteligente hubiera sido que ambos marcharan hacia donde se encontraban sus compañeros y advertirles de la presencia de estos sujetos extraños, pero ya era tarde para tomar aquella decisión.
"De acuerdo" –dijo Greic sin parar de caminar –"pero como ya he dicho os tendréis que quedar en la puerta".
Los tres nos miramos con intriga y seguimos caminando. Poco a poco íbamos dejando atrás a la enorme masa de gente que ahora se encontraba totalmente paralizada observándonos en la distancia, como si hubieran sido petrificados. Recorrimos una gran cantidad de edificios derruidos, en cuyo interior se encontraban los retazos de vidas pasadas, de lo que parecían ser familias felices, ¿Que había ocasionado esto? Los posibles experimentos llevados a cabo por el cabecilla de esta organización tal vez hubieran provocado la huida de toda la gente...o aun peor, su muerte.
Tras un rato caminando, llegaron a una gran puerta metálica, que supuse era la entrada al laboratorio.
"Bueno" –dijo –"como dije os tendréis que quedar aquí mientras yo entro con vuestro compañero. Si intentáis entrar con nosotros todos acabaréis mal. No os preocupéis por él, si lo he traído aquí es porque lo quiero con vida. Por cierto, en parte de atrás de este edificio hay una puerta, yo de vosotros no entraría allí."
Aquello último confirmaba el peor de mis temores: Hiumi. Si conocía la presencia de aquella puerta, no dudaría en arrastrar a Uracha hasta a ella para intentar adentrarse en el edificio, provocando la ira de nuestros enemigos e induciendo nuestra muerte.
Mientras pensaba en todo aquello, el extraño sacó una especie de tarjeta que acercó a un punto alto de la puerta y esta se abrió instantáneamente. Era un sistema automático de apertura y cierre por sensor, una tecnología bastante innovadora y eficaz en el campo de la informática. Si poseían eso, no dudaba en la posibilidad de que también poseyeran cámaras de vigilancia por todo el lugar y mecanismos de defensa.
El hombre hizo un ademán con su brazo para invitarme a entrar y una vez dentro, entró sin permitir el paso a Uracha y Hiumi. La puerta se cerró de forma brusca, provocando un fuerte eco que se extendió por toda la habitación. La estancia estaba pobremente iluminada, dejando entrever siluetas de mesas, columnas y pocos elementos más. Un molesto ruido eléctrico surgía del fondo de aquel lugar, y los pasos de mi acompañante a mi espalda hacian que me pusiera un tanto alerta.
-¿Y ahora qué?- dije mientras me giraba y le miraba a los ojos.
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Salí de aquella cueva, no sabía al principio donde ir, ya que no me sabía la isla ni donde estaba cada lugar. Todo estaba tranquilo, se podía notar una suave brisa que movía los árboles. Al no saber donde ir, me senté en una piedra pensando donde podría ir y donde estaría el sitio, además, no quería echar a perder todo lo que había avanzado.
Dejé las armas a mi lado, y empecé a mirar por todos lados, para ver con claridad todo lo que podía pasar y actuar de inmediato. Todo estaba tranquilo, nada se movía ni se escuchaba ningún ruido, solo el viento que empujaba a los árboles.
Dejé las armas a mi lado, y empecé a mirar por todos lados, para ver con claridad todo lo que podía pasar y actuar de inmediato. Todo estaba tranquilo, nada se movía ni se escuchaba ningún ruido, solo el viento que empujaba a los árboles.
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De pronto el extraño me dice que mis nakamas están en un laboratorio de un tal Vladmir y me dice que si lo ayudo podré salvarlos ya que el sabe donde se encuentra dicho laboratorio por lo que me detengo y mirándolo fijamente digo
Más te vale no mentirme que sino será tu fin.
Tras esto espero a que el extraño hombre indique el camino y me diga que sabe sobre esta isla mientras pienso
Me mantendré alerta por si trata de jugármela para matarme.
Mis ojos reflejan muy poca abertura a mis emociones por lo que es complicado saber en que estoy pensando.
Más te vale no mentirme que sino será tu fin.
Tras esto espero a que el extraño hombre indique el camino y me diga que sabe sobre esta isla mientras pienso
Me mantendré alerta por si trata de jugármela para matarme.
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Poco a poco mi cuerpo recupera energías, apoyado en un árbol de forma que mi cuerpo permanece erguido, mi vista algo nublada por el cansancio de la lucha anterior no me deja ver con demasiada claridad, una voz llega a mis oídos, parece ser que alguien está en apuros, aunque visto lo visto me creo poco de la situación ajena a no ser que conozca a la persona, me acerco un poco al origen de la voz, un hombre, al fijarme en quien es no puedo evitar exclamar
No puede ser...
Mi voz es tan floja que nadie que no estuviera a escasos centímetros de mí escucharía, en un abrir y cerrar de ojos invoco a Fudo Myo-o, el cual ata al sujeto con su cuerda, así no podrá jugármela como antaño.
¿Quien eres y que pretendes?
Pregunto con un tono funesto.
No puede ser...
Mi voz es tan floja que nadie que no estuviera a escasos centímetros de mí escucharía, en un abrir y cerrar de ojos invoco a Fudo Myo-o, el cual ata al sujeto con su cuerda, así no podrá jugármela como antaño.
¿Quien eres y que pretendes?
Pregunto con un tono funesto.
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- Legim:
- -Lo que pueda pasar en este lugar no es de tu incumbencia –le respondió aquel tipo mirándole de arriba a bajo. -Aunque ahora que lo pienso puedes servirnos de ayuda, sígueme, te voy a llevar con mi jefe, y apresúrate.
Aquel tipo se dio la vuelta y comenzó a caminar.
- Ichigo:
- -Rápido no hay tiempo –le dijo aquel tipo a Ichigo. -Tienes que ayudarme, a mí y a muchos otros que han caído presos en esta isla. Tú eres fuerte y puedes hacerlo, sígueme y te lo contaré todo por el camino.
Tras decir esto, comenzó a caminar para no perder ni un segundo más.
- Ryusen:
- Jack comienza a caminar más aliviado, y por el camino se dispone a contar todo.
-Seguramente habrás tenido problemas con algunos tipos, pero te habrás dado cuenta de que no son personas normales. Se trata de clones. En el centro de la isla hay un laboratorio de un científico que se dedica a eso, a hacer clones de todos los que vienen a la isla. Sobre todo hay muchos clones como yo, pero no todos obedecemos al científico. Sí, yo también soy un clon. Hay unos cuantos como yo que no estamos de acuerdo con lo que hace, y hemos decidido pararle los pies. Seguramente si has venido con más gente la tenga él en su laboratorio, te voy a llevar hasta él para que puedas salvarles. Hay otros clones como yo que están buscando más gente que quiera ayudar, así que no te pediré que derrotes al científico, porque por lo visto no estarás dispuesto.
Una vez le hubo contado todo siguió caminando y esperando por si aquel chico quería hacerle alguna pregunta.
- Aspros:
- -Ahora vas a conocer a nuestro jefe. Sígueme.
Greic comenzó a caminar por los pasillos del laboratorio. Había varias puertas, pero no se detuvo en ninguna, continuó su camino hasta llegar a una sala donde dentro estaban Natura y Jack.
-¿A ver qué nos has traído ahora? –dijo Natura de forma burlona.
-Este tipo podría ser muy útil para nuestra causa –le contestó Greic. –Espera aquí chico, voy a hablar con Vladimir.
Greic se alejó de Aspros para cruzar por una puerta cercana a ellos. Tras unos minutos de silencio, la puerta se abrió y por ella salió un tipo que Aspros no había visto hasta ahora.
Aquel tipo se le quedó mirando hasta que finalmente se acercó a él. –Así que tú eres el chico del que me ha hablado Greic. Espero que estés dispuesto a colaborar con nosotros, porque si no lo haces por las buenas tenemos muchos más métodos de hacerte colaborar. Ni siquiera te pediremos que hagas daño a la gente, lo único que tienes que hacer son discursos en favor de nuestra causa ¿Estás dispuesto?
- Sawn:
- Cuando te sientas en la roca escuchas una voz femenina hablando con entusiasmo, y si te giras podrás ver a dos tipos, una chica y un chico (Hiumi y Uracha) casi en la puerta del laboratorio.
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De rodillas frente al cuerpo sin vida de Jack dejaba que la sangre cayera por todo mi cuerpo y que tapara mi característico color de piel... y que esta se tiñera totalmente de rojo.
Mi rival antes de caer me apretó en la herida, cosa que me dejó sin habla. Miré hacia el celeste cielo azul y abrí la boca para gritar de dolor... pero no pude, no me salía la voz, simplemente se escuchaba un afónico susurro.
Finalmente caí encima del cuerpo de Jack, pensé en quitarme la punta de lanza de mi cuello pero eso solo traería más problemas... por ahora aquel trozo de metal me serviría de tapón y si lo arrancaba de mi cuello puede ser que se agravara la hemorragia interna y muriera desangrado.
Necesitaba un médico... y no confiaba que en aquella ciudad hubiera gente humilde que me iba a ayudar.
Cogí como pude el mango de la lanza que tenía Jack y lo utilicé de bastón... gracias al ''bastón'' me pude levantar y empecé a caminar dejando un reguero de sangre a mis espaldas. Mi ojos tenían un color blanco muy particular y empezaba a perder la razón.
Me tambaleaba y me iba chocando entre los árboles, hasta que caí de rodillas y empecé a arrastrarme como un gusano. Intentaba gritar pero me seguía sin salir la voz... lo más posible es que me quedara mudo.
Mi camisa pesaba mucho... estaba toda empapada de sangre, mi cara también... al igual que todo el cuerpo.
Me intentaba dirigir hacia el barco de los marines con los que vine... pero probablemente cayera desmayado antes de llegar.
Mi rival antes de caer me apretó en la herida, cosa que me dejó sin habla. Miré hacia el celeste cielo azul y abrí la boca para gritar de dolor... pero no pude, no me salía la voz, simplemente se escuchaba un afónico susurro.
Finalmente caí encima del cuerpo de Jack, pensé en quitarme la punta de lanza de mi cuello pero eso solo traería más problemas... por ahora aquel trozo de metal me serviría de tapón y si lo arrancaba de mi cuello puede ser que se agravara la hemorragia interna y muriera desangrado.
Necesitaba un médico... y no confiaba que en aquella ciudad hubiera gente humilde que me iba a ayudar.
Cogí como pude el mango de la lanza que tenía Jack y lo utilicé de bastón... gracias al ''bastón'' me pude levantar y empecé a caminar dejando un reguero de sangre a mis espaldas. Mi ojos tenían un color blanco muy particular y empezaba a perder la razón.
Me tambaleaba y me iba chocando entre los árboles, hasta que caí de rodillas y empecé a arrastrarme como un gusano. Intentaba gritar pero me seguía sin salir la voz... lo más posible es que me quedara mudo.
Mi camisa pesaba mucho... estaba toda empapada de sangre, mi cara también... al igual que todo el cuerpo.
Me intentaba dirigir hacia el barco de los marines con los que vine... pero probablemente cayera desmayado antes de llegar.
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Comencemos a seguir a aquel tío y tras estar andado durante un rato, lleguemos los cuatro a la que supuse que era la puerta del laboratorio, el tío nos hablo de nuevo y nos dijo que no podíamos entrar que ya lo dijo antes y que no nos preocupáramos por Aspros y que por atrás había una puerta y que no pensáramos en entrar, pero pase totalmente de sus palabras.
Seguidamente observe como Hiumi estaba buscando algo, supuse que algún lugar por donde colarse, pero desgraciadamente no encontró nada y camino un poco y pudo encontrar la puerta que hablo aquel tío, a continuación giro a la cabeza y me miro, podía observar como sus ojos contenían una gran emoción, -Vamos Hiumi, a que esperamos para ver lo que hay en la puerta.-
Dije con una sonrisa en mi rostro mientras me acercaba a Hiumi
¿Dime que hacemos reventamos la puerta, o entramos sigilosamente?
le pregunte mientras observaba la puerta...
Seguidamente observe como Hiumi estaba buscando algo, supuse que algún lugar por donde colarse, pero desgraciadamente no encontró nada y camino un poco y pudo encontrar la puerta que hablo aquel tío, a continuación giro a la cabeza y me miro, podía observar como sus ojos contenían una gran emoción, -Vamos Hiumi, a que esperamos para ver lo que hay en la puerta.-
Dije con una sonrisa en mi rostro mientras me acercaba a Hiumi
¿Dime que hacemos reventamos la puerta, o entramos sigilosamente?
le pregunte mientras observaba la puerta...
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Tras haber destruido a la molesta mujer planta y los clones, además de poder vencer el veneno mediante una medicina natural que cree junto a Corleone, le di una última orden a este de llevar a Axel al Nuevo Este por los peligros que puede haber más adelante, aunque no estaba segura de si de verdad iban a cumplir esa orden, de seguro que me seguirían, pero bueno yo intente mantenerlos a salvo.
Yo por mi parte, los deje atrás en aquel campo despejado debido al ataque de Axel y continúe adentrándome en el bosque, de donde habían salido esos molestos clones, mis intenciones eran encontrar a ese tal doctor Vladimir o como se llame y además de cobrarle los daños que yo y mi tripulación estábamos sufriendo, iba a preguntarle el porqué habíamos aparecido asi sin más en la isla.
Yo por mi parte, los deje atrás en aquel campo despejado debido al ataque de Axel y continúe adentrándome en el bosque, de donde habían salido esos molestos clones, mis intenciones eran encontrar a ese tal doctor Vladimir o como se llame y además de cobrarle los daños que yo y mi tripulación estábamos sufriendo, iba a preguntarle el porqué habíamos aparecido asi sin más en la isla.
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Arquee una ceja extrañado por su indicación a que le siguiese un desconocido encapuchado con un saco a sus espaldas. Gracias a dios no sabía que esas cabezas que tenía en el saco fuesen probablemente amigos suyos o como mínimo conocidos.
- Está bien, veamos que tienes...
Sonriendo le comencé a seguir con todos mis sentidos activados, desde el haki mantra hasta Simurgh observando a mis espaldas para avisarme con un apretón si ocurría algo.
- Está bien, veamos que tienes...
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El sujeto me dijo que era un clon, cosa que me hizo sospechar aún más pues ya tuve un encuentro con clones y no fue amistoso. También me dijo que todo lo que ocurría era culpa de un científico que se encuentra en el centro de la isla. En el fondo todo esto me importa un pimiento pero lo que sí me importa es salvar a mis nakamas, los cuáles al parecer estaban en el laboratorio de dicho científico.
Muy bien, llévame al laboratorio pero que sepas que me da igual lo que te pase mientras pueda salvar a mis nakamas.
Dije mientras seguía al mismo ritmo ya que no quería perder ni un segundo.
Muy bien, llévame al laboratorio pero que sepas que me da igual lo que te pase mientras pueda salvar a mis nakamas.
Dije mientras seguía al mismo ritmo ya que no quería perder ni un segundo.
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"Ahora vas a conocer a nuestro jefe. Sígueme."
Mi acompañante avanzó entre las sombras, mientras que yo, cargado de desconfianza, emprendía un lento e inseguro camino que no sabía a ciencia cierta donde iba a llegar a parar. Comenzamos a atravesar los diversos pasillos laberínticos que se encontraban allí, repletos de puertas que no parecían aguardar lo que mi guía pretendía enseñarme. Tras una larga caminata en la que mi mejor aliado fue el silencio, llegamos a una habitación fuertemente iluminada en la que nos esperaban un pequeño grupo de personas más bien no deseadas.
"¿A ver qué nos has traído ahora?"
Era aquella mujer que poseía un poder idéntico al de Elizabeth...creo que se hacía llamar Natura. Era de esperar que las personas con las que habíamos tratado antes eran meros clones enviados para sembrar la confusión entre nosotros y atraernos hasta esta trampa, pues a su lado se encontraba Jack, aquel chico que conocimos en la costa y nos advirtió de que no nos adentráramos en aquel sitio.
"Este tipo podría ser muy útil para nuestra causa" –le contestó Greic.
Tras un breve lapso de tiempo de intercambio de miradas entre todos, tal y como si se tratase de un duelo en el viejo oeste, el hombre de morado se giró hacia a mi para hablarme:
"Espera aquí chico, voy a hablar con Vladimir."
Vaya, así que resultaba que por fin iba a conocer a ese tal Vladimir, tantas veces nombrado desde que pisamos esta isla. El hombre avanzó hacia una de las puertas situadas en el fondo de la sala y, después de atravesarla, la cerró fuertemente con la finalidad de que no pudiera ver lo que se encontraba tras ella. El silencio en la ausencia de Greic fue, cuanto menos, incómodo, y tan solo era roto por la respiración de los presentes y una leve risilla que musitaba Natura mientras se movía de un lado para otro. Esa situación se alargó durante unos minutos, aunque a mi se me antojaron horas.
La puerta se abrió de golpe, y de ella salieron Greic y un hombre que supuse se trataba de Vladimir. Mientras que el hombre de morado se unió a sus dos compañeros, Vladimir se quedó parado en el umbral de la puerta, observándome. Se trataba de un hombre bastante extraño, con una mirada misteriosa y siniestra y ataviado por prendas tiznadas de manchas oscuras. La pausa se alargó hasta que decidió avanzar y situarse frente a mi.
"Así que tú eres el chico del que me ha hablado Greic. Espero que estés dispuesto a colaborar con nosotros, porque si no lo haces por las buenas tenemos muchos más métodos de hacerte colaborar. Ni siquiera te pediremos que hagas daño a la gente, lo único que tienes que hacer son discursos en favor de nuestra causa ¿Estás dispuesto?"
Era el líder, y como tal, decía las mismas sandeces que sus secuaces. Todo aquello era una locura, pero la situación era tan desfavorecedora que me replanteaba muchas cosas: se encontraban Jack, Natura y Greic, los cuales parecían tener un buen nivel de combate y que podrían ser fastidiosos a la hora de pelear; por otra parte, Vladimir, siendo su cabecilla, no podía quedarse muy atrás de ellos; y finalmente, podían no ser los únicos de la organización, o incluso cabía la posibilidad de que todos ellos fueran clones y que no sirviera de nada pelear.
-¿Y cual se supone que es vuestra causa?- tras aquello, dirigí una furtiva mirada hacia Greic-La verdadera, no todas esas mentiras que ocultáis con bonitas palabras para engañar a la gente.
Mi acompañante avanzó entre las sombras, mientras que yo, cargado de desconfianza, emprendía un lento e inseguro camino que no sabía a ciencia cierta donde iba a llegar a parar. Comenzamos a atravesar los diversos pasillos laberínticos que se encontraban allí, repletos de puertas que no parecían aguardar lo que mi guía pretendía enseñarme. Tras una larga caminata en la que mi mejor aliado fue el silencio, llegamos a una habitación fuertemente iluminada en la que nos esperaban un pequeño grupo de personas más bien no deseadas.
"¿A ver qué nos has traído ahora?"
Era aquella mujer que poseía un poder idéntico al de Elizabeth...creo que se hacía llamar Natura. Era de esperar que las personas con las que habíamos tratado antes eran meros clones enviados para sembrar la confusión entre nosotros y atraernos hasta esta trampa, pues a su lado se encontraba Jack, aquel chico que conocimos en la costa y nos advirtió de que no nos adentráramos en aquel sitio.
"Este tipo podría ser muy útil para nuestra causa" –le contestó Greic.
Tras un breve lapso de tiempo de intercambio de miradas entre todos, tal y como si se tratase de un duelo en el viejo oeste, el hombre de morado se giró hacia a mi para hablarme:
"Espera aquí chico, voy a hablar con Vladimir."
Vaya, así que resultaba que por fin iba a conocer a ese tal Vladimir, tantas veces nombrado desde que pisamos esta isla. El hombre avanzó hacia una de las puertas situadas en el fondo de la sala y, después de atravesarla, la cerró fuertemente con la finalidad de que no pudiera ver lo que se encontraba tras ella. El silencio en la ausencia de Greic fue, cuanto menos, incómodo, y tan solo era roto por la respiración de los presentes y una leve risilla que musitaba Natura mientras se movía de un lado para otro. Esa situación se alargó durante unos minutos, aunque a mi se me antojaron horas.
La puerta se abrió de golpe, y de ella salieron Greic y un hombre que supuse se trataba de Vladimir. Mientras que el hombre de morado se unió a sus dos compañeros, Vladimir se quedó parado en el umbral de la puerta, observándome. Se trataba de un hombre bastante extraño, con una mirada misteriosa y siniestra y ataviado por prendas tiznadas de manchas oscuras. La pausa se alargó hasta que decidió avanzar y situarse frente a mi.
"Así que tú eres el chico del que me ha hablado Greic. Espero que estés dispuesto a colaborar con nosotros, porque si no lo haces por las buenas tenemos muchos más métodos de hacerte colaborar. Ni siquiera te pediremos que hagas daño a la gente, lo único que tienes que hacer son discursos en favor de nuestra causa ¿Estás dispuesto?"
Era el líder, y como tal, decía las mismas sandeces que sus secuaces. Todo aquello era una locura, pero la situación era tan desfavorecedora que me replanteaba muchas cosas: se encontraban Jack, Natura y Greic, los cuales parecían tener un buen nivel de combate y que podrían ser fastidiosos a la hora de pelear; por otra parte, Vladimir, siendo su cabecilla, no podía quedarse muy atrás de ellos; y finalmente, podían no ser los únicos de la organización, o incluso cabía la posibilidad de que todos ellos fueran clones y que no sirviera de nada pelear.
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- Legim:
- Aquel tipo siguió caminando por la ciudad sin dar muestras de querer atacar. Tras un rato caminando llegáis a un puerta, y cerca de ella hay un chico y una chica (Hiumi y Uracha)
-No sé quiénes sois vosotros dos ni qué hacéis aquí, pero podéis ser de ayuda –les dijo Greic. -Os voy a contar a los tres algo importante, así que escuchad. Esta isla está repleta de clones creados por el científico Vladimir, que se encuentra en este laboratorio. Seguramente habrán mandado clones para acabar con vosotros, pero al parecer habéis salido con vida, una suerte. Los clones le obedecen, pero hay algunos que nos revelamos contra él. Estamos buscando gente lo suficientemente fuerte para acabar con él. Por esta puerta podemos acceder al laboratorio, pero hay un par de clones por ahí buscando más ayuda. Estarán muy cerca, no tardarán. Mirad, por ahí viene uno.
Si miráis donde os indica podréis ver un clon de Jack aproximándose cada vez más a vosotros y acompañado de un chico (Ryusen).
- Ichigo:
- Jack no estaba seguro de si Ichigo le seguiría, pero para que confiara en él le comenzó a contar todo mientras caminaba, esperado que le siguiera para escuchar lo que decía.
-Seguramente habrás tenido problemas con algunos tipos, pero te habrás dado cuenta de que no son personas normales. Se trata de clones. En el centro de la isla hay un laboratorio de un científico que se dedica a eso, a hacer clones de todos los que vienen a la isla. Sobre todo hay muchos clones como yo, pero no todos obedecemos al científico. Sí, yo también soy un clon. Hay unos cuantos como yo que no estamos de acuerdo con lo que hace, y hemos decidido pararle los pies. Seguramente si has venido con más gente la tenga él en su laboratorio, te voy a llevar hasta él para que puedas salvarles. Hay otros clones como yo que están buscando más gente que quiera ayudar, cuando os reunamos a todos podremos vencerle. Perdona por las prisas, pero no hay tiempo que perder. Estamos muy cerca.
- Ryusen:
- Tras unos minutos de camino os adentráis a la ciudad, donde una gran nube la cubre por completo. Y poco después de estar caminando entre edificios abandonados se puede ver a lo lejos unas figuras.
-Ya estamos casi –le dijo Jack –Mira ¿Ves a esos tipos de ahí? Son los que nos ayudarán a entrar al laboratorio.
Os vais acercando cada vez más hacia el grupo de gente (Hiumi, Uracha, Legim y un tipo extraño)
- Shaki:
- Shaki escuchó un ruido a su lado. Si se gira podrá ver a Jack acercándose a ella y con una mueca de tristeza en el rostro.
-Chica, veo que eres muy fuerte, por favor necesito tu ayuda. Si vienes conmigo te lo contaré todo por el camino, no hay tiempo que perder, sígueme que estamos muy cerca.
Tras decir esto comenzó a caminar esperando que la chica le siguiera para contarle lo que estaba ocurriendo en aquel lugar por el camino.
- Hiumi y Uracha:
- Podéis ver como un tipo igual al que ha metido a Aspros en el laboratorio se acerca a la puerta de atrás con otro hombre (Legim).
-No sé quiénes sois vosotros dos ni qué hacéis aquí, pero podéis ser de ayuda –les dijo Greic. -Os voy a contar a los tres algo importante, así que escuchad. Esta isla está repleta de clones creados por el científico Vladimir, que se encuentra en este laboratorio. Seguramente habrán mandado clones para acabar con vosotros, pero al parecer habéis salido con vida, una suerte. Los clones le obedecen, pero hay algunos que nos revelamos contra él. Estamos buscando gente lo suficientemente fuerte para acabar con él. Por esta puerta podemos acceder al laboratorio, pero hay un par de clones por ahí buscando más ayuda. Estarán muy cerca, no tardarán. Mirad, por ahí viene uno.
- Aspros:
- -Está claro que tendremos que contarte todo si queremos que nos ayudes –dijo Vladimir. –Los aquí presentes no soportamos a los piratas ni a los miembros del gobierno mundial. Odiamos a las personas que causan el sufrimiento a otras, así que hemos decidido crear un ejército de clones para luchar contra todos aquellos que generan guerras. Ya lo sé, pensarás que es una contradicción aplacar las guerras con más guerras. Pero lo que queremos hacer es diferente. Los piratas y el gobierno, en su lucha estúpida se llevan por delante a gente inocente, gente que no tiene nada que ver en su guerra. Nosotros solo iremos contra ellos, y una vez les derrotemos y hagamos que paren sus guerras, habrá paz. Les informaremos de que no queremos más guerras, y si es necesario acabar con todos ellos, lo haremos. Verán como les derrotamos y los que queden con vida estarán tan asustados que pararán de pelear.
Tu misión será convencer a todos los que vengan a la isla de que gracias a nuestro proyecto se acabarán las guerras y de que se unan a nosotros. Y una vez salgamos de aquí, tendrás que hacer lo mismo fuera. Y no te preocupes que esto no es permanente, una vez hayamos vencido podrás seguir con tu vida.
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