Un avance ¿para bien o para mal? Tú decides[Moderado Yuu]

Un viaje movido te lleva hasta la isla de Gracia, no sabes ni cómo llegaste al barco en el que llegas a puerto, pero si tratas de averiguarlo deberás ser cauteloso, nunca se sabe que clase de gente viaja en un barco, y menos sin saber como llegaste a él. Quizás te secuestraran, quizás en una noche de fiesta te pasaras de bebida y acabaras marchándote en un barco sin darte cuenta. En fin, deberías irte salvo que quieras volver a la mar.

Si buscas tus pertenencias están en un rincón de la estancia, un cuartucho de mala muerte sin un solo mueble, lo único que ves en él son tus pertenencias y un plato de comida a medio comer. Parece que no te trataron mal, pero ¡quien se fiaría de algo que no recuerda?

Si decides salir verás que no encuentras mucha oposición, quizás piensen que puedan detenerte si tratas de correr. Al salir te encontrarás con un puerto abarrotado de gente, sin un solo marine, al parecer no tiene lazos con el gobierno, por lo menos es un peso menos que tienes encima, por el momento.

Si miras la isla desde el barco verás que es mayormente montañosa, con un gran río alrededor del cual se ve una arboleda, y una ciudad. Poco más.

Se despertó con un tremendo dolor de cabeza. El pirata se dio cuenta de que no tenía ni idea de dónde estaba, ni de cómo había llegado allí. Por un momento se le paró el corazón al no llevar colgada su bolsa ni verla cerca de él, mas pudo divisarla a lo lejos, al otro lado de la habitación. Poco a poco, intentó levantarse. El dolor no mermaba ni por un segundo, era insoportable. Sin embargo, debía de salir de allí cuanto antes. Caminó despacio a por su bolsa, luego de comprobar que llevaba sus mismas ropas y sus espadas colgadas. Se puso el saco en su hombro y, lentamente, se asomó por la puerta, que yacía abierta.

¿Qué hora era? Al parecer… ya era bien avanzada la mañana, aunque el pirata no lo sabía con certeza. En la cubierta del barco no había mucha gente, solo un par de personas hablando al lado derecho de la puerta, un hombre durmiendo en una silla, y otro limpiando el suelo. Ya que era la única salida posible, no tenía otra opción que ir por ahí, a riesgo de encontrar hostilidad por parte de los marineros. Pero bueno, al fin y al cabo… ¿qué podría salir mal? Yuu se preparó para la carga mental que aquello suponía, y empezó a correr hacia el borde de cubierta, dando un salto para llegar hasta el muelle.

La multitud que allí se hallaba le sirvió para que, si los que había dejado atrás en el barco se volvían hostiles, poder escapar con éxito. Se mezcló con ella mientras la cabeza le daba vueltas, en busca de algún lugar donde esconderse y descansar, para saber al menos dónde se encontraba. En pocos minutos, encontró el sitio donde hallaría un poco de paz, un estrecho callejón por el que no pasaba nadie, solo unos cuantos gatos callejeros. Allí, Yuu se sentó en un lugar con sombra, pues el sol le molestaba sobremanera en los ojos, causándole aún más dolor de cabeza. ¿Qué le depararía al joven a partir de ahora?

Bueno, logras llegar a un callejón bastante vacío, ¿te preguntas el por qué está tan vacío? Bien, unos ruidos dan una ligera pista, y si a eso le sumas el olor que llega poco a poco a tus fosas nasales entenderás mejor el motivo por el cual nadie se encuentra en esos lares. Una peste a excrementos y basura pudriéndose rodea todo el lugar, y si te fijas, la sombra en la que te encuentras, es la propiciada por una enorme montaña de bolsas de basura, algunas llenas de pañales sucios. No sé tú, pero yo no me quedaría ahí mucho rato, o podrías enfermar seriamente.

Un brillo a lo lejos llama tu atención, si es que todavía sigues despierto con la peste que te rodea, apenas logras distinguirlo antes de que desaparezca. Quizás seguirlo te ayude a conseguir algo que quieres. O no, pero algo debes hacer, una puerta metálica suena, y eso solo puede significar algo, más basura, y quizás esta te caiga encima.

El callejón se divide en varios callejones más estrechos y peligrosos, aunque para un pirata de tu carácter, no hay peligro que lo achante, ¿o sí?

El dolor de cabeza seguía azotando al pirata. “Que acabe ya, por favor...” imploraba a su cabeza desde sus pensamientos. Hubo algo que empezó a asquear al ladrón, un fétido olor que se filtraba en sus fosas nasales. “¿De dónde coño viene esta peste?” se preguntó a sí mismo. A la par que se taponaba la nariz con una mano, alzó la cabeza para ver la procedencia de aquel hedor. Literalmente, una montaña de bolsas de basura se cernía delante de él, de las cuales asomaban cosas que es mejor no relatar. Era insoportable, así que se levantó del sitio. Nada más hacerlo, su oído captó algo abrirse, algo parecido a una compuerta metálica. El sonido provenía de arriba. Concretamente, de una especie de tubo gigante del cual colgaban algunas bolsas. No había duda alguna, la siguiente tanda de basura estaba por llegar, y el pelinegro se lo temió.

El pirata empezó a caminar hacia uno de los callejones próximos, con el fin de evitar que toda el montón de deshechos orgánicos le cayese encima. Al estar a un paso de entrar, vio una luz en el callejón de al lado. Su sentido de ladrón se activó inmediatamente, y no se lo pensó. La basura estaba a punto de tirar la montaña abajo, así que rápidamente corrió para meterse dentro de la otra estrecha calle. Sin embargo… no volvió a ver esa luz de nuevo. ¿Qué la habría provocado entonces?

Conforme llegas encuentras un cuerpo sin vida y con claros indicios de haber sido víctima de un asesinato. Normalmente no sería raro que en esos callejones hubieran muertes y normalmente cualquiera avisaría a las autoridades, pero quizás a ti no te convenga. Pero haz lo que creas conveniente.

Si tienes un mínimo de atención puedes ver unas huellas de bota de sangre irse por la derecha. Y otros de sandalias por la izquierda. Cualquiera de los dos podría ser el portador del brillo. O quien sabe ninguno lo porta.

Un ladrido muy fuerte y un grito, uno por la derecha y otro por la izquierda. Puede que sean un perro y una víctima. Un chico que pasaba te ve junto al cuerpo, y sale corriendo, puedes pensar que se asustó y se fue a casa, pero seguramente fuera a avisar a la marina y no tarden en llegar. Tú decides.