Un hombre en busca de la verdad[Moderado nivel 2 Difter]

El sol bañaba las copas de los arboles más altos de aquella isla, la brisa fresca, el sonido de gaviotas, pelícanos y otros animales..., me gustaba esa sensación de tranquilidad pero no podía acomodarme demasiado porque el barco con el que iba a zarpar pronto marcharía, pero... tenía muchas ganas de dar un último paseo por una playa cercana al hostal donde estuve 2 días alojado.

Llegué a la playa y la brisa marina inundó mis pulmones, el aire corría bastante fuerte, lo que hacía que el cuello de mi chaqueta se moviese violentamente, aunque me gustaba esa sensación, me hacía sentir como si estuviese en una película. Hace poco que me había hecho cazador y todavía no había hecho nada al respecto, así que supongo que esa sensación de epicidad propia de algún libro de aventuras me daba aún más ganas de continuar.

Mientras observaba la orilla, vi un trozo de papel en la playa y fui a recogerlo en una mezcla de curiosidad y deber, puesto que tirar basura al mar está muy mal. Mi curiosidad fue recompensada cuando leí el titular del mismo ''¿Johota eh? Podría ser divertido'' pensé. Inmediatamente cambié mi billete de barco, aunque llegué por los pelos, nunca había oído hablar de ella pero por lo que pude ver no está tan mal, esto será divertido.

Una vez subí al barco rumbo a Johota me metí en una de las habitaciones que quedaban libres a dormir mientras llegaba, mejor será estar descansado para cuando llegue.

Nota:

Tu viaje hacia Johota transcurre de forma tranquila y amena. No sufrís ningún contratiempo a bordo y cuando os queréis dar cuenta el viaje casi ha concluido, ya que por todo el navío se puede escuchar una voz amplificada que emana de diversos den den mushis colocados por todo el lugar.

-El muelle de Ciudad Índigo se encuentra a quince minutos de nuestra posición. Los pasajeros que vayan a desembarcar en este puerto vayan preparando su equipaje, al resto, solo desearles que su viaje siga siendo igual de confortable que hasta ahora, gracias.

Parece que has tenido suerte y diste con una buena compañía de viajes. Has podido disfrutar, o no, de unas instalaciones bastante cómodas para el módico precio que pagaste por el embarque. Hay un restaurante-bar donde la comida no sabe a bazofia y los camareros son simpáticos. Los camarotes están limpios y los baños no huelen a orina añeja. Quizás la recepcionista que te cambió el ticket se confundió y no pensó en el cambio, pero eso ya da igual. Ahora lo importante es que vas a hacer tú, porque esta es tu historia.

A partir de aquí dejaré algunas indicaciones que deberás de tener en cuenta a la hora de proseguir el rol, pero en el resto eres libre de actuar como quieras.

· Dejo a tu decisión el tiempo que quieres que dure el viaje exactamente, al igual que libertad para meter NPC irrelevantes con los que poder charlar.

· Estos no podrán proporcionarte información sobre tu misión, ni sobre el estado actual de Johota más allá de lo que has leído en el periódico, aunque eso sí, hay un NPC que sí podría contarte algo si llegas a caerle bien.
Se trata de un joven de más o menos tu edad que trabaja en el barco como limpiador. Su carácter es impulsivo, le gusta apostar a las cartas por la noche y trabaja en el navío para ganarse sus primeros berries y así poder salir a la aventura. Su sueño es asaltar tumbas ser arqueólogo y visitar todas las ruinas del planeta.

Ya depende de ti si quieres tratar o no con él. No te juzgaré sobre eso, pero sí lo haré sobre el resultado de la obtención de la información, ya que si te tiene que contestar algo importante ya lo sabrás en la siguiente moderación.

· Si decides bajar en este puerto te encontrarás con que la aldea no es de gran tamaño y que tiene pinta de ser austera, al fin y al cabo en la zona se dedican a la pesca, pero a pesar de todo eso, el lugar emana un aura de tranquilidad. Este se acentúa por el reflejo del color que da nombre a la aldea y que proviene de la zona de los alrededores. Todo parece muy bien... Hasta que si bajas por la pasarela del barco te encontrarás a dos tipos uniformados y armados esperándote. A ti y a una pareja de enamorados que también parecen querer desembarcar en el lugar.

Estos os avasallarán por turnos a preguntas y hasta que no las respondáis de forma satisfactoria para ellos no podrás averiguar más... Si es que desembarcas. Quizás te haya gustado tanto el viaje que ahora ya no te quieres bajar, pero si lo intentas antes tendrás que contestar. Por suerte la pareja baja primero y puedes oír la voz clara de los guardias preguntando. No puedes oír la voz de los que están más adelante, pero al menos tienes uno segundos para pensar qué decir.

-¿Cuáles son los motivos de vuestro viaje? ¿Cuánto tiempo pensáis quedaros en la isla? ¿Tenéis fondos suficientes? ¿Vais armados?

El viaje estaba cerca de terminar, lo cual era una pena ya que respirar la brisa marina era un tanto embriagadora y las instalaciones del barco estaban bastante bien, al menos no me hicieron potar mientras caminaba ni me resbalé con un suelo fregado que se olvidaron de marcar, como pasó en mi anterior viaje y además, la gente fue bastante simpática conmigo y eso es algo que siempre se agradece, que quieres que te diga, aunque en este viaje decidí no socializar demasiado con la gente, ya que necesitaba mentalizarme para la isla, no sabía el estado en el que se encuentra ahora ni nada por el estilo y quizás me encontrase con problemas nada mas bajar, así que lo mejor sería mentalizarse.

Oí la sirena del barco, recogí mis cosas y subí al exterior, aún no habíamos llegado pero ya se podía ver desde aquí, cerca de mi había una adorable pareja, un limpiador bastante joven y un par de señores que parecían felices de llegar por fin a la isla, ya que tenían cara de estar mareados y se tambaleaban un poco, el limpiador no se separaba mucho de ellos, por si acaso.

Mi viaje estaba cerca de su fin, así que por fin decidí preguntar a la gente sobre el lugar, así que eché un vistazo a la gente mientras el viento acariciaba mi pelo y pensé que el limpiador era el indicado, no quería estropear el ambiente cerca de la parejita y los hombres ya hacían suficiente esfuerzo con no vomitar hasta quedarse vacíos, así que me acerqué a preguntar.

-Oiga, ¿conoce algo sobre la isla? Esque estoy de turismo y me gustaría saber algo antes de desembarcar. Pregunté como pude, casi se me cae el alma al suelo pero era algo que tenía que hacer, mira que detesto hablar con gente que no conozco pero presentía que iba a ser importante.

Tras oír la respuesta, el barco atracó y los pasajeros comenzaron a bajar, así que me despedí con la mano del chico y me dispuse a bajar por la pasarela que había hasta el puerto. Los enamorados iban delante de mí, su aura de amor era hasta pastelosa pero es normal cuando estás en una relación, supongo.

Nada mas bajar, unos seguratas se plantaron delante de todos, haciendo preguntas bastante intimidatorias a la gente y por lo que pude ver, bastante importantes. Cuando le tocó a la parejita afiné el oido y escuché las preguntas *¿Armas? ¿Intenciones? Aquí se cuece algo muy chungo* Una vez me tocó a mi me preguntaron exactamente lo mismo y, con lo que me quedaba de valentía para hablar con extraños dije:

-Mis motivos son de trabajo, soy un cazador. Me quedaré unas cuantas semanas. Sí, dispongo de suficiente dinero para pasar aquí un tiempo y no, no voy armado, estoy dispuesto a ser cacheado si es necesario No dejé que mi miedo jugase una mala pasada, hablé tranquilo y sereno y estaba dispuesto a colaborar todo lo que hiciese falta. En caso de que me dejasen pasar, iría a explorar el lugar, buscar un lugar donde dormir y de donde poder pensar un plan de captura e iría a algún bar, a comer algo y a buscar información, en caso de que me retuviesen por cualquier motivo, les acompañaría encantado para lo que fuese.

Ese lugar me gustaba, el sol iluminaba mi blanco pelo y hacía brillar mis ojos en un rojo fulgurante mientras que el viento zarandeaba mi ropa y mi pelo por partes iguales, presentía que esto iba a ser el comienzo de algo gordo