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Johota amanece con un clima espléndido. El cielo se encuentra despejado, una suave brisa mece el cabello y las holgadas prendas de los habitantes de Ciudad Índigo y todo cuanto puede escucharse es, además del graznar de las gaviotas, el ajetreo de la gente que transita el inmenso puerto y el sonido de las olas rompiéndose suavemente contra la playa. Lo cierto es que lo único que apetece hacer en un día como este es ponerse el bañador, tomar el Sol y darse un buen baño -si es que no eres usuario, claro-.
Deben de ser cerca de las seis de la mañana ahora mismo y, pese a ello, los muelles rebosan de actividad. Si te da por fijarte, podrás vislumbrar bastantes embarcaciones mercantiles, todas ellas pertenecientes en su mayoría a compañías comerciales de cierto renombre. Probablemente se encuentren allí con la intención de llenar sus bodegas con cajas y cajas llenas de jade, el producto de exportación por excelencia de la isla. Nada fuera de lo normal, vaya. Por otro lado, y como novedad en la activa rutina de la zona occidental de Johota, ha llegado un pequeño barco cargado de turistas que ha echado amarras en sus muelles. Esta embarcación es, lógicamente, la que te ha traído hasta aquí, tú sabrás si legalmente o como "mercancía extra". ¿Quizá disfrazado de algún tripulante de la propia nave? No sé, aunque lo cierto es que no tenías demasiado -o, mejor dicho, nada de- dinero cuando embarcaste, y la travesía ha sido larga... ¿Cómo habrás evitado que te descubran?
El caso es que la gente comienza a desembarcar, así que quizá vaya siendo hora de que, sea cual sea tu situación, te apresures y des tus primeros pasos en Ciudad Índigo. No tienes demasiada información de la isla, más allá de que son famosos por sus minas de jade, que constan de dos asentamientos más aparte del que te encuentras y que, en la capital, puede encontrarse todo un cuartel de la Marina... Así como lo más importante: una prometedora prisión. Este es el motivo por el que has venido, después de todo, ¿no? El caso es que no tienes mucha idea de cómo llegar hasta allí, y la isla parece ser jodidamente enorme. Quizá algún amable norteño esté dispuesto a darte indicaciones, porque con tus ahorros lo de comprar un mapa está descartado -aunque podrías robarlo-. En fin, tú sabrás.
Por cierto, parece que también hay una pequeña fragata marine amarrada a lo lejos. Por los ánimos de la gente, no parece ser lo normal... Tal vez sea buena idea andarte con ojo.
Deben de ser cerca de las seis de la mañana ahora mismo y, pese a ello, los muelles rebosan de actividad. Si te da por fijarte, podrás vislumbrar bastantes embarcaciones mercantiles, todas ellas pertenecientes en su mayoría a compañías comerciales de cierto renombre. Probablemente se encuentren allí con la intención de llenar sus bodegas con cajas y cajas llenas de jade, el producto de exportación por excelencia de la isla. Nada fuera de lo normal, vaya. Por otro lado, y como novedad en la activa rutina de la zona occidental de Johota, ha llegado un pequeño barco cargado de turistas que ha echado amarras en sus muelles. Esta embarcación es, lógicamente, la que te ha traído hasta aquí, tú sabrás si legalmente o como "mercancía extra". ¿Quizá disfrazado de algún tripulante de la propia nave? No sé, aunque lo cierto es que no tenías demasiado -o, mejor dicho, nada de- dinero cuando embarcaste, y la travesía ha sido larga... ¿Cómo habrás evitado que te descubran?
El caso es que la gente comienza a desembarcar, así que quizá vaya siendo hora de que, sea cual sea tu situación, te apresures y des tus primeros pasos en Ciudad Índigo. No tienes demasiada información de la isla, más allá de que son famosos por sus minas de jade, que constan de dos asentamientos más aparte del que te encuentras y que, en la capital, puede encontrarse todo un cuartel de la Marina... Así como lo más importante: una prometedora prisión. Este es el motivo por el que has venido, después de todo, ¿no? El caso es que no tienes mucha idea de cómo llegar hasta allí, y la isla parece ser jodidamente enorme. Quizá algún amable norteño esté dispuesto a darte indicaciones, porque con tus ahorros lo de comprar un mapa está descartado -aunque podrías robarlo-. En fin, tú sabrás.
Por cierto, parece que también hay una pequeña fragata marine amarrada a lo lejos. Por los ánimos de la gente, no parece ser lo normal... Tal vez sea buena idea andarte con ojo.
- Para ir empezando:
- Tienes total libertad para inventarte el viaje, desde cómo lograste embarcarte pese a no tener dinero hasta en qué has invertido tu tiempo durante todo el trayecto.
Eso sí: si los métodos no han sido legales y la forma de pasar desapercibido no es coherente, tomaré medidas. Dicho esto, mucha suerte y... Que comience el juego :)
Andy G. War
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Decir que durante el largo mes de travesía que Andy vivió en aquel navío fue de locuras y diversión seria mentir descaradamente, puesto que ni una moneda tenia para pagar lo que costaba embarcarse en aquel pequeño barco. Aún recuerda como gastaba como loco todo lo que tenía en bebida, comida y mujeres como si no existiera un mañana, seguramente su madre le pegaría un regaño al enterarse de todo, aunque como suele decir en muchos lugares: Si mama nunca lo vio a mama nunca le dolió.
El pequeño hombre tenía dos alternativas (tenía otras, pero estas le parecían las más factibles en su momento) por las cuales optar: Entrar en el equipaje o probar suerte y ver si le contrataban, quizás la diosa de la fortuna le sonreiría en esta oportunidad y tal vez… podría intentar ser grumete de este barco durante la travesía.
Pero ya que había las cosas por el momento para él se trataba de suerte, ¿Por qué no terminar que la suerte decida qué camino tomar? Así fue como el reviso uno de sus bolsillos en busca de lo único que le quedaba: una moneda de cobre. La lanzo con fuerza al aire viendo como esta giraba. Cara era igual a colarse en el equipaje y luego apañárselas dentro del barco, cello era probar suerte con el capitán y ver si le contrataba. El resultado no se dio a esperar mucho y la diosa fortuna dio un resultado: Cello.
Al acercase pudo divisar dos personas, alguien que se disponía a recibir el dinero para disfrutar del viaje y un hombre bastante mayor, de unos 50 años posiblemente, barbudo, de unos 2 metros de altura y se le notaba bastante fuerte. Andy se acercó exponiendo su situación con total amabilidad y cortesía. El hombre de la barba se presentó como Morgan Grip, el capitán. AL ver al hermano mayor dudaba por un momento, fue muy claro y explicito, el mar no era para críos débiles, lleno de peligros y adversidades, se le notaba bastante serio, se le notaba la experiencia que este cargaba encima y eso le daba mucha satisfacción a Andy.
- El océano es un mar lleno de profundos secretos capitán. - Dijo Andy sonriendo mirándole con total tranquilidad. - Pero… ya he viajado lo suficiente como pasajero… y usted podrá entender lo siguiente… Todo tiene un comienzo en algún momento… ¿ Por qué no ahora?
- ¿Estás seguro de eso mocoso?. – Respondió Morgan algo dudoso.- Eres de buen hablar y se nota que no eres mala gente, ¿por qué no trabajar aquí en el pueblo por un tiempo y esperar un siguiente barco?
- Porque… El mar es algo que no solo forja hombres… forja leyendas.
El capitán dudo por un momento, aclarando: El viaje dudaría aproximadamente un mes, comenzaras como grumete y te explotare hasta la última gota. El líder de la familia Giant solo sonrió y solo dijo una única palabra: Acepto.
Durante el viaje Andy trabajo arduamente, días y días de cargar cosas pesas, ayudar con los quehaceres, arduas noches de vigilancia nocturna para pillar algún polisón o barcos paratas que trataran de atacar, pero para suerte de todos, ningún barco enemigo se vio durante el mes de viaje.
Faltando unos 2 días antes de llegar al puerto de Johota, el pequeño hombre fue llamado por Morgan para tener una charla. Llego al cuarto del capitán. Se sentó en una silla que se encontraba frente al escritorio de este, al parecer sería una charla bastante pacifica, o eso esperaba el.
- Lo has hecho muy bien mocoso. - Dijo Morgan sonriendo bastante contento. - Niño… tengo una pregunta para ti, ¿estás seguro que solo tu trabajo sea pagado con el costo del viaje?
- Se lo que estás pensando capitán… y la respuesta es no, no deseo nada más aparte de esto, la verdadera ganancias son las experiencias vividas… aunque puede que si quiera algo más… historias… cuénteme historias sobre usted y sus tiempos de juventud.
Y así fue, los últimos dos días en el barco fue totalmente llenado con historias del capitán, experiencias vividas como navego por todos los mares, como este trataba de ganársela a vida, la vez que lucho contra alguno que otro grupo de piratas, incluyendo la vez que un monstruo marino casi se lo devora y como este pudo escapar, y muchas más, pero ahora solo son recuerdos preciosos para Andy.
Hoy en día el líder de la Familia Giant se encuentra al fin de Johota, listo para hacer su trabajo y comenzar su travesía como pirata, pero para eso necesita dos cosas: un barco y personas que reclutar. Y para ello, no existe mejor lugar que la prisión.
Pero antes de dar el primer paso a su misión suicida, este tenía primero que llenarse de información, quizás alguien estaría dispuesto a prestar una mano amiga con un poco de información. Pero antes él pudo ver un revoloteo cerca de un barco de la manera, este camino en dirección a este, puesto que la gente no montaría escándalo por algo de poca importancia, ¿o tal vez si?
El pequeño hombre tenía dos alternativas (tenía otras, pero estas le parecían las más factibles en su momento) por las cuales optar: Entrar en el equipaje o probar suerte y ver si le contrataban, quizás la diosa de la fortuna le sonreiría en esta oportunidad y tal vez… podría intentar ser grumete de este barco durante la travesía.
Pero ya que había las cosas por el momento para él se trataba de suerte, ¿Por qué no terminar que la suerte decida qué camino tomar? Así fue como el reviso uno de sus bolsillos en busca de lo único que le quedaba: una moneda de cobre. La lanzo con fuerza al aire viendo como esta giraba. Cara era igual a colarse en el equipaje y luego apañárselas dentro del barco, cello era probar suerte con el capitán y ver si le contrataba. El resultado no se dio a esperar mucho y la diosa fortuna dio un resultado: Cello.
Al acercase pudo divisar dos personas, alguien que se disponía a recibir el dinero para disfrutar del viaje y un hombre bastante mayor, de unos 50 años posiblemente, barbudo, de unos 2 metros de altura y se le notaba bastante fuerte. Andy se acercó exponiendo su situación con total amabilidad y cortesía. El hombre de la barba se presentó como Morgan Grip, el capitán. AL ver al hermano mayor dudaba por un momento, fue muy claro y explicito, el mar no era para críos débiles, lleno de peligros y adversidades, se le notaba bastante serio, se le notaba la experiencia que este cargaba encima y eso le daba mucha satisfacción a Andy.
- El océano es un mar lleno de profundos secretos capitán. - Dijo Andy sonriendo mirándole con total tranquilidad. - Pero… ya he viajado lo suficiente como pasajero… y usted podrá entender lo siguiente… Todo tiene un comienzo en algún momento… ¿ Por qué no ahora?
- ¿Estás seguro de eso mocoso?. – Respondió Morgan algo dudoso.- Eres de buen hablar y se nota que no eres mala gente, ¿por qué no trabajar aquí en el pueblo por un tiempo y esperar un siguiente barco?
- Porque… El mar es algo que no solo forja hombres… forja leyendas.
El capitán dudo por un momento, aclarando: El viaje dudaría aproximadamente un mes, comenzaras como grumete y te explotare hasta la última gota. El líder de la familia Giant solo sonrió y solo dijo una única palabra: Acepto.
Durante el viaje Andy trabajo arduamente, días y días de cargar cosas pesas, ayudar con los quehaceres, arduas noches de vigilancia nocturna para pillar algún polisón o barcos paratas que trataran de atacar, pero para suerte de todos, ningún barco enemigo se vio durante el mes de viaje.
Faltando unos 2 días antes de llegar al puerto de Johota, el pequeño hombre fue llamado por Morgan para tener una charla. Llego al cuarto del capitán. Se sentó en una silla que se encontraba frente al escritorio de este, al parecer sería una charla bastante pacifica, o eso esperaba el.
- Lo has hecho muy bien mocoso. - Dijo Morgan sonriendo bastante contento. - Niño… tengo una pregunta para ti, ¿estás seguro que solo tu trabajo sea pagado con el costo del viaje?
- Se lo que estás pensando capitán… y la respuesta es no, no deseo nada más aparte de esto, la verdadera ganancias son las experiencias vividas… aunque puede que si quiera algo más… historias… cuénteme historias sobre usted y sus tiempos de juventud.
Y así fue, los últimos dos días en el barco fue totalmente llenado con historias del capitán, experiencias vividas como navego por todos los mares, como este trataba de ganársela a vida, la vez que lucho contra alguno que otro grupo de piratas, incluyendo la vez que un monstruo marino casi se lo devora y como este pudo escapar, y muchas más, pero ahora solo son recuerdos preciosos para Andy.
Hoy en día el líder de la Familia Giant se encuentra al fin de Johota, listo para hacer su trabajo y comenzar su travesía como pirata, pero para eso necesita dos cosas: un barco y personas que reclutar. Y para ello, no existe mejor lugar que la prisión.
Pero antes de dar el primer paso a su misión suicida, este tenía primero que llenarse de información, quizás alguien estaría dispuesto a prestar una mano amiga con un poco de información. Pero antes él pudo ver un revoloteo cerca de un barco de la manera, este camino en dirección a este, puesto que la gente no montaría escándalo por algo de poca importancia, ¿o tal vez si?
Andy G. War
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Quién lo diría… entrar a la prisión fue la parte más fácil de todas. Dentro de sí, Andy agradecía y maldecía al mismo tiempo al destino por haber llegado a estar en su posición actual, obviamente no de la mejor manera pero así suele ser la vida.
Pero al final de cuentas las circunstancias no importan. “Ya estoy aquí… es hora de hacer lo que vine a hacer” fue lo primero que paso por su mente. Vestido de rayas, es gracioso porque este pequeño hombre aún no ha cometido su primer crimen, aunque lo acusen de todas esas cosas. Eso le recordó que al final de que salga de todo esto tiene que ir a darle las “gracias” al idiota que pensó que era buena idea arrojar eso, pero eso en caso que lo encuentre en su camino mientras se fuga, aunque las posibilidades son pocas.
- Muy cómodo para ser una prisión. - Sus ojos divisaron cada rincón de su celda, prácticamente lo tenía todo, incluyendo libros, generando una alegría dentro de él. Se aseguraría de echarle una ojeada a alguno antes de acostarse a dormir, créanme que lo hará.
La puerta fue abierta dando el inicio a al juego, el primer paso era uno: Observación. El primer movimiento que esta realizaría seria repasar cada una de las celdas de la prisión, observando cada prisionero en búsqueda de posibles reclutas a su causa. Adicional este destacaría la cantidad de guardias, sus armas y tratar de identificar que tan fuertes eran. Puede que a simple vista esta prisión sea de mínima seguridad, pero eso no significa que se tenga que bajar la guardia por ello.
Pero al final de cuentas las circunstancias no importan. “Ya estoy aquí… es hora de hacer lo que vine a hacer” fue lo primero que paso por su mente. Vestido de rayas, es gracioso porque este pequeño hombre aún no ha cometido su primer crimen, aunque lo acusen de todas esas cosas. Eso le recordó que al final de que salga de todo esto tiene que ir a darle las “gracias” al idiota que pensó que era buena idea arrojar eso, pero eso en caso que lo encuentre en su camino mientras se fuga, aunque las posibilidades son pocas.
- Muy cómodo para ser una prisión. - Sus ojos divisaron cada rincón de su celda, prácticamente lo tenía todo, incluyendo libros, generando una alegría dentro de él. Se aseguraría de echarle una ojeada a alguno antes de acostarse a dormir, créanme que lo hará.
La puerta fue abierta dando el inicio a al juego, el primer paso era uno: Observación. El primer movimiento que esta realizaría seria repasar cada una de las celdas de la prisión, observando cada prisionero en búsqueda de posibles reclutas a su causa. Adicional este destacaría la cantidad de guardias, sus armas y tratar de identificar que tan fuertes eran. Puede que a simple vista esta prisión sea de mínima seguridad, pero eso no significa que se tenga que bajar la guardia por ello.
Andy G. War
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Mientras el pequeño hombre vagaba tranquilamente, observaba cuidadosamente a cada “inquilino” que se encontraba en este “hotel de cinco estrellas”. Y todo resulto bastante interesante para él, con resultados… variados.
Uno que otro logro captar la atención de Andy, el hombre que se encontraba en meditación. Le llamo mucho la atención y genero bastante curiosidad. ¿ Por que esta aqui ? ¿ que hizo tan malo para meterse en problemas? ¿ por que medita ? Muchas preguntas y solo serian respondidas si Andy daba el primer paso.
- ¿ Me permite interrumpir su momentos de meditación ? - Dijo el pequeño hombre, tratando de dar el primer paso para poder entablar conversación.
El pelinegro se acerco a la celda, se cruzo de piernas y se sentó en suelo esperando tranquilamente una respuesta. Estaba sonriendo, se le notaba bastante que disfrutaba de la situación en la cual se encontraba. Era como un niño con un juguete nuevo, no... era algo mas.
- Tal vez usted sea el mas indicado... para ponerme al día...
Uno que otro logro captar la atención de Andy, el hombre que se encontraba en meditación. Le llamo mucho la atención y genero bastante curiosidad. ¿ Por que esta aqui ? ¿ que hizo tan malo para meterse en problemas? ¿ por que medita ? Muchas preguntas y solo serian respondidas si Andy daba el primer paso.
- ¿ Me permite interrumpir su momentos de meditación ? - Dijo el pequeño hombre, tratando de dar el primer paso para poder entablar conversación.
El pelinegro se acerco a la celda, se cruzo de piernas y se sentó en suelo esperando tranquilamente una respuesta. Estaba sonriendo, se le notaba bastante que disfrutaba de la situación en la cual se encontraba. Era como un niño con un juguete nuevo, no... era algo mas.
- Tal vez usted sea el mas indicado... para ponerme al día...
Andy G. War
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El pirata escucho atentamente cada palabra, tan solo un montón bastante sencillas, aunque eso era lo de menos. Le pareció bastante curiosa la manera tranquila en que se llevaban los prisioneros con los guardias, ¿jugar baloncesto y futbol? ¿Capilla con cura y todo? Esta prisión es bastante fuera de lo normal, y Andy solo podía sonreír ante este escenario tan fuera de lo común, esto no lo había leído en ningún libro.
- Tengo un par de preguntas si no son mucha molestia… pero antes de hacer la primera pregunta he de presentarme… soy Andy G. War - musito mientras le miraba tranquilamente mientras acomodaba un poco su cabello - la primera pregunta sería… ¿cuál es su nombre y cuál es la razón por la cual fue encerrado en estas celdas? Segunda pregunta… ¿quién es el alcaide de esta prisión? Tercera pregunta… ¿conoce usted los nombres y causa por la cual están encerrados aquí en la prisión? Cuarta pregunta…¿nadie ha intentado escapar de este lugar? Y mi última pregunta sería… ¿quién de todos los de aquí es el prisionero más fuerte? Ya sabe usted, el jefe de todos
Al momento de preguntar por quién era el más fuerte, la mirada del pequeño brillo muchas, como si fuese un niño a punto de conseguir un juguete nuevo. Era obvio su interés por saber quién era el más fuerte. Su sonrisa se marcó aún más, era demasiado notoria, imposible de ocultar. Mil y un ideas pasaban por su cabeza, y eso era algo que a mucho han de preocupar.
- Tengo un par de preguntas si no son mucha molestia… pero antes de hacer la primera pregunta he de presentarme… soy Andy G. War - musito mientras le miraba tranquilamente mientras acomodaba un poco su cabello - la primera pregunta sería… ¿cuál es su nombre y cuál es la razón por la cual fue encerrado en estas celdas? Segunda pregunta… ¿quién es el alcaide de esta prisión? Tercera pregunta… ¿conoce usted los nombres y causa por la cual están encerrados aquí en la prisión? Cuarta pregunta…¿nadie ha intentado escapar de este lugar? Y mi última pregunta sería… ¿quién de todos los de aquí es el prisionero más fuerte? Ya sabe usted, el jefe de todos
Al momento de preguntar por quién era el más fuerte, la mirada del pequeño brillo muchas, como si fuese un niño a punto de conseguir un juguete nuevo. Era obvio su interés por saber quién era el más fuerte. Su sonrisa se marcó aún más, era demasiado notoria, imposible de ocultar. Mil y un ideas pasaban por su cabeza, y eso era algo que a mucho han de preocupar.
Andy G. War
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Cuando Radius regreso a su estado de meditación, Andy solo se propuso a dar las gracias inclinado su cabeza y retirándose en silencio. Toda la información que él le ha sido brindada al pequeño fue muy clara y precisa, todos contra el Hermano mayor, bastante divertido.
Posibles escenarios, posibles enemigos o aliados. No paraba de pensar, su mente se llenaba de posibilidades. Se emocionaba. No paraba de sonreír. Miraba a todos lados detallando todo. Para el esto era lo más parecido a un reino, pero a una menor escala. Pero un recuerdo llego a su mente logrando que este se detuviera de inmediato. Llevo su mano derecha a su barbilla acariciándola. Meditando, analizando y tratando de buscar una solución. Imagino por un momento este lugar destruido y en ruinas mientras escuchaba la risa de una mujer que claramente Andy conocía, y quería evitar a toda costa que ella viniera a este lugar.
- Joder… Mama…
Pero ese ya sería un tema para otro momento, aun tenía tiempo de sobra para resolver ese problema. Ahora su mente está llena de otras prioridades, y son: conseguir contactar con Patricio y Karmaine.
- Entonces… vamos por ti primero señor Patricio… espero poder entablar una conversación contigo…
Según este recordaba, el Gimnasio se encontraba al sur. Este caminaría y saludaría saludando a cualquiera que se encontrara amablemente. Después de todo y “aparentemente” aquí todos son buena gente.
Posibles escenarios, posibles enemigos o aliados. No paraba de pensar, su mente se llenaba de posibilidades. Se emocionaba. No paraba de sonreír. Miraba a todos lados detallando todo. Para el esto era lo más parecido a un reino, pero a una menor escala. Pero un recuerdo llego a su mente logrando que este se detuviera de inmediato. Llevo su mano derecha a su barbilla acariciándola. Meditando, analizando y tratando de buscar una solución. Imagino por un momento este lugar destruido y en ruinas mientras escuchaba la risa de una mujer que claramente Andy conocía, y quería evitar a toda costa que ella viniera a este lugar.
- Joder… Mama…
Pero ese ya sería un tema para otro momento, aun tenía tiempo de sobra para resolver ese problema. Ahora su mente está llena de otras prioridades, y son: conseguir contactar con Patricio y Karmaine.
- Entonces… vamos por ti primero señor Patricio… espero poder entablar una conversación contigo…
Según este recordaba, el Gimnasio se encontraba al sur. Este caminaría y saludaría saludando a cualquiera que se encontrara amablemente. Después de todo y “aparentemente” aquí todos son buena gente.
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