[Moderado Nivel 2 - Thyso] Un motivo para actuar

¡Despierta, dormilón! El barco ha llegado a Dressrosa. El capitán fue muy amable dejándote subir a cambio de que limpiaras la cubierta. Cumpliste sin problemas y te has pegado un señor viaje gratis hasta acá. Es hora de ver mundo, señorito.

Paseas un poco por la ciudad, curioseas las tiendas y, de repente, ves algo extraño. Todavía estás en la zona del puerto y parece que uno de los almacenes del lugar ha sufrido serios daños. El paso está cortado, todo está lleno de escombros y hay una pequeña muchedumbre alrededor. Cuando te acercas escuchas fragmentos de conversaciones sueltas.

- ... una grandísima explosión, se llevó todo el pescado por delante...

-No se como se recuperará la empresa, la verdad...

- ...ha visto al señor Trempere?

Tras dar un par de vueltas y preguntar un poco, descubres que uno de los barcos perdió el control y se estrelló contra el lugar, aunque ya lo han retirado, seguramente para el desguace. Eso y que un tal señor Trempere ha desaparecido. Hm.

Spoiler:

El sol entró por una ventana del camarote para dar directamente a mi cara, despertándome. Intenté remolonear un poco en la cama, dando vueltas sin llegar a levantarme, pero finalmente lo hice, agarré mis cosas y salí a la cubierta ya que, según lo que me dijo el capitán del barco cuando yo le pregunté si podía montar a bordo a cambio de ir en un viaje gratis, hoy era el último día de viaje.

Una vez más me aseguré de llevar todas mis cosas encima y salí a la cubierta del barco, pude divisar Dressrosa en la lejanía, se veía bastante bien el puerto y un pequeño cumulo de personas a las cuales no presté demasiada atención. Hablé con un par de viajeros del barco con los cuales entablé amistad mientras fregaba para saber que iban a hacer ahora y nadie lo sabía con exactitud, seguramente solo vendrían de turismo así que buscarían un buen hotel y se irían a ver Dressrosa.

Al bajar del barco cerré los ojos y tomé aire para disfrutar la brisa del mar, después, fui a curiosear unas cuantas tiendas que habían por el puerto, la gran mayoría de tiendas eran pescaderías pequeñas de pescadores humildes, aunque había dos o tres que vendían complementos hechos con elementos marinos como caracolas, y otra miscelánea. Mientras curioseaba un poco una mujer corriendo llamó mi atención y la seguí hacia donde estaba yendo con la mirada, ¿por que tendría tanta prisa? Poco tardé en descubrirlo y es que por ahí cerca un edificio estaba hecho añicos. Me acerqué a ver que ocurría y, por lo que pude entender de unos pocos fragmentos de conversaciónes que escuché, había explotado un edificio de una empresa de un tal señor Trempere, pero aún no sabía si este era el dueño o algo diferente, así que decidí que lo mejor era acercarse a explorar el lugar y preguntar a la gente por ese tal señor Trempere y la situación.

Tras preguntar mis dudas descubrí que un barco se estrelló en el lugar y un tal señor Trempere había desaparecido, que mal, espero que estuviese bien. De todas formas aún me gustaría saber más sobre el señor Trempere así que pregunté a la gente del lugar quien era el señor Trempere, tras eso, intentaría buscar un lugar para alojarme por la noche mientras pienso en la situación, tampoco es plan de dejar esas cosas para el último momento.

Preguntas aquí y allá y de fragmentos de conversaciones y respuestas sesgadas, sacas varias cosas en limpio. El señor Trempere al parecer es el CEO de una gran compañía de comercio de pescado, la misma que es dueña del almacén destrozado. Estaba ahí, pero nadie ha encontrado su cuerpo, vivo o muerto, después del incidente y algunos piensan que ha sido secuestrado. Ignoran los motivos, pero dado que es alguien con bastante dinero, esa podría ser una razón o por lo menos un buen aliciente...

De todas formas, das varias vueltas al lugar y encuentras dos o tres posadas de aspecto bastante acogedor. Parece que pasar la noche no será un problema.

Es extraño, de las conversaciones que tuve saqué en claro que el señor que ha desaparecido era bastante importante y no se había encontrado su cuerpo, ni vivo ni muerto, esto me hace pensar que, o lo sabía y por eso se fue antes o alguien querría pedir un rescate por el, lo cual veo más probable puesto que es alguien importante y podrían recibir una cantidad de dinero por el, supongo que cada quien se gana la vida como puede pero eso no es solución, herir a alguien por ganarte la vida... bueno, supongo que está mal aunque ellos no lo sepan, en fin.

Tras sacar algunas cosas en claro de las diferentes conversaciones del lugar, vi que había bastantes lugares donde me podría alojar, así que decidí buscar la posada más cercana del lugar del incidente, ya que quería saber todo lo que pasaba por el lugar, me había quedado intrigado. Al llegar a la posada pregunté al encargado del lugar alguna información adicional sobre el señor Trempere, la empresa y sobre los dueños de la misma.

Tras sus respuestas, me dirigí a dar una vuelta por el lugar para ver si me topaba con algún rostro familiar del barco, para explorar un poco el lugar y, obviamente, por turismo. Aunque el tema del almacén no paraba de darme vueltas en la cabeza... a ver si con algo de suerte encontraba a alguien que supiese más del tema. Sin mucha dilación fui hacia el coliseo corrida como primera parada de interés.

-¿El señor Trempere? Ah, el que ha desaparecido. Si, es el dueño de la compañía Trempe S.A; son los que le facilitan el pescado a todo este sector de los muelles. Hay varios comercios, supongo que te has fijado. No es cosa pequeña.

El encargado de la posada es un señor bastante mayor, con un poblado bigote. Mira a ambos lados antes de inclinarse sobre el mostrador y decirte en confianza:

- Lo cierto es que yo creo que le han secuestrado. ¡Estoy convencido de que es un asunto de drogas! Pero bueno, mejor no hablemos de esto. ¿Habitación 202, chico?

Tras finalizar de hablar con el viejo, te diriges al Coliseo Corrida, gran lugar. Cuando llegas y lo ves por primera vez casi te parece que puedes sentir la energía y el poder de todas las batallas que han tenido lugar ahí. Además de eso, te das cuenta de que está bastante adaptado a los curiosos. Aquí y allá hay vendedores con toda clase de aperitivos y merchandising del lugar. Pero que apañados. Oh, mira, allí a lo lejos ¿No es uno de los pescadores de tu barco?

El señor de la recepción, el cual era un hombre entrado en años, me dijo que pensaba que se trataba de un secuestro ¿tendría razón? La verdad es que a mi también me parece que fue un secuestro, podrían sacar mucho por su rescate pero... ¿drogas? ¿Que tendría que ver un CEO de una empresa de pescado con drogas? Me pareció una locura pero... nunca se sabe.

El viejo me dio las llaves de la habitación 202, tenía buena pinta la verdad, tenía un baño, un dormitorio con un gran ventanal en la pared por la que sale el sol y un armario, donde guardé mi ropa de muda y mis pertenencias bajo candado (a excepción del cuchillo, me siento mejor cuando lo tengo a mi lado). Investigué la habitación y descubrí que la cama era una de estas que se esconden en la pared y que la sacas para dormir y tal, así que eso mejor no tocarlo por ahora.

Tras mirar mi habitación y dejar mis pertenencias, cerré la puerta con llave y me la guardé en el bolsillo derecho. Salí por la puerta del hotel y, aunque la calle aún seguía algo agitada, parece que todos volvían a sus quehaceres diarios, algunos de lo que volvían a sus tiendas eran gente que estaba ahí antes y con las que había hablado así que saludé con la mano y me devolvieron el saludo.

Puse rumbo al coliseo y por el camino había una cantidad de vendedores ambulantes bastante alta, vendiendo pescado, comidas típicas, souvernirs, etc, pero el numero incrementó al llegar al coliseo, donde había un montón de tiendas para los turistas, había tenderos y tenderas de todas clases, esto juntado con la sensación de poder y valentía que me trasmitía el coliseo... fue algo que difícilmente olvidaré.

Mientras me acercaba con cara de bobo al coliseo para poder entrar, vi al fondo a un pescador de los que hablaba conmigo en el barco, era un hombre calvo, fornido, bastante alto y con una cara bien definida, me acerqué a saludar y preguntarle si sabía algo sobre el señor Trempere y, tras eso, me dirigiría a entrar al coliseo

Tu amigo el pescador te mira con mala cara cuando le preguntas por el señor Trempere. Mira a los lados como asegurándose de que no hay nadie extraño a vuestro alrededor antes de responderte:

- No estoy seguro de si es buena idea que andes preguntando por él, chico... dicen que estaba metido en asuntos turbios. Se merece lo que pasó y si te lo digo yo que ni siquiera soy de aquí... fijo que los lugareños están de acuerdo.

Cuando te diriges al coliseo, un hombre te pone la mano en el pecho para pararte. Te mira de arriba abajo y se rasca la cabeza, antes de preguntarte:

- ¿Vienes a mirar o a pelear? Lo primero son 100 berries, lo segundo 1000 si es que ganas.

Detrás de ti comienza a formarse una pequeña cola, al parecer todos quieren entrar para ver las peleas de la tarde y has tenido suerte de encontrar la puerta recién abierta. Y bien, ¿Qué será?

Parece que el señor Trempere no tenía muy buena fama por lo que me dijo el pescador, así que seguramente haya sido un ajuste de cuentas o algo por el estilo. De todas formas, decidí pasar de ello por el momento porque no era asunto mío por el momento y seguro que había mas gente en el caso mucho más capacitada que yo.

Cuando me acercaba al coliseo un hombre me detuvo poniendome la mano en el pecho para pararme de seco. Me pregunto si iba a ver o a participar y en ese momento me subió la adrenalina, Thyco estaba ansioso por participar y la verdad, necesitaba algo de dinero pues solo tenía unos dos mil berries ahorrados de casa y necesitaba algo de dinero para poder viajar e investigar tranquilamente, así que miré con decisión al hombre, el cual era un hombre alto, musculoso y calvo, con un parche en el ojo y que no paraba de examinarme con su otro ojo, y asentí. Metí mi mano en mi mochila y saqué 1000 berries

-Voy a participar, señor Una chispa roja se encendió en mi mirada, estaba dispuesto a ganar esto.

Tras eso continué hacia el coliseo, era un lugar enorme que transmitía una energía enorme que dejaría llevarse a la pelea a cualquiera con un poco de conocimiento sobre la lucha, así que, decidido, continué hacia adelante, hacia la zona de luchadores