Edward vs. Lucio Deer

Edward se encontró con un extraño que, al parecer, abría alguna clase de portales. Cuando se quiso dar cuenta, se encontraba frente a él y este pensaba propinarle una torta con una gran fuerza, tanta que parecía llevar una onda de choque. El chico de ojos dorados fue pillado por sorpresa, pero por suerte gracias a sus reflejos hizo lo que pudo y se echó para atrás tratando de evitar el golpe. A la vez, y para impulsarse en su esquiva, propulsó sus pies desde atrás y, una vez posara sus manos en el suelo, se impulsaría para darle una patada en la cara.

Tras eso, saltaría para alejarse y se imbuiría en Haki, adoptando una postura defensiva y estando muy pendiente a los movimientos de sus manos, que muy probablemente fueran los que generaban sus portales. —¿Quién... Qué quieres? —preguntó nervioso.

Había mucho ruido alrededor, además de una música a toda potencia, algo estaba pasando y no podía apartar la mirada para saber qué era. Cuando activó su Haki de Observación pudo sentir a Krauser deambulando por los cielos, pero no alcanzaba (ni podía permitirse el concentrarse en ello) a distinguir qué producía los ruidos que venían de lo más bajo de la aguja. ¿Y Julianna? —Esto se ha puesto muy tenso de repente, alguien ha esperado hasta ahora para jugar sus cartas... Y creo que tiene escalera de color. —se dijo, tragando saliva y sintiendo sudores fríos por todo el cuerpo.

Maniobrar en el aire no es algo que sepa hacer todo el mundo, pero a ti te ha funcionado, más o menos. Al echarte hacia atrás cambias la posición de tu cuerpo, de tal modo que la onda te da en las piernas e impide que puedas golpearle, cayendo al suelo. La herida de las piernas no es muy grave, pero notas mucho entumecimiento en ellas.

—Es irrelevante lo que yo quiera en una situación como en la que nos encontramos —te contesta—. Soy Lucio Deer, la persona encargada de derrotarle, Teniente Ogami —El hombre se abalanza sobre ti a gran velocidad, casi te cuesta percibirlo, mientras que desenfunda dos de sus múltiples aceros y las posa sobre tu cuello—. Así que sería oportuno que estuviera más atento a mí que a su antiguo jefe —Y vuelve a desaparecer de tu vista, abriendo un portal bajo sus pies.

De pronto, sientes una presencia en el cielo. Es Lucio, que está encadenando una onda cortante tras otras a tu alrededor. Son un total de seis, y cuando la primera toca el suelo explota, creando una fuerte onda de choque que abarca un radio de un metro. Tras eso, vuelve a abrir otro portal y aparece lejos del alcance de su ataque, a unos cuatro metros de ti.

El joven cayó al suelo, había sido un golpe potente. En un instante, su enemigo se encontraba con sus armas posándose sobre su cuello... pero no llegó a acabar con él. —Con esa velocidad y esa habilidad para abrir portales... Va a ser muy problemático... ¿Y por qué ha hecho eso? ¿Acaso está jugando conmigo? —En ese instante, Edward centró por completo su atención en él, concentrándose con el Haki de Observación. —¿El encargado de "derrotarme"? ¿Quién lo ha elegido? ¿Y por qué derrotarme y no matarme?... ¿Krauser...?

Al segundo siguiente, su oponente se encontraba en las alturas, lanzando cortes. El chico podía actuar con cierta antelación debido al Haki y no iba a perder ni un instante en salir disparado no solo para evitar el ataque sino también para trartar de alcanzar a su oponente tan rápido como le fuera posible.

Se puso de pie y empezó a emitir electricidad. Se giró hacia su enemigo y se lanzó hacia él, dejando un rastro de electricidad tras de sí. Tenía cierta confianza en que su velocidad pudiera coger desprevenido a su oponente y, por tanto, golpearlo, lo cual sería un potetísimo golpe debido al gran peso de Edward, algo con lo que su contrincante era imposible que contara. Sin embargo, y por si estaba equivocado, no usó su máxima velocidad para tener tiempo a tener preparado el rayo de los Munōryoku tebukuro, que dispararía tras la embestida, fuera o no exitosa. Quería mantenerse cerca de Lucio para observar cómo funcionaban sus habilidades y poder agarrarlo o seguirlo si decidía usar un portal de nuevo.

Resumen:

Cosas usadas:

Las ondas cortantes únicamente te cortan la coleta, haciéndote casualmente un peinado muy molón pese a haber sido sin querer. La velocidad es tan grande que tu contrincante no tiene probabilidad de esquivarte por completo, recibiendo tu golpe a la altura del hombro, rompiéndole parte de la clavícula y lanzándolo por los aires y chocando contra un muro, paralizando su tren superior.

Haciendo movimientos irregulares se vuelve a poner sobre el suelo y desaparece de tu vista durante un instante, apareciendo frente a ti, intentando darte cinco patadas consecutivas: la primera a la cabeza, seguida de cuatro seguidas a la altura de los hombros en pleno aire. Lo consiga o no, ascendería en el aire y manteniéndose allí dando pequeños golpes.

El rápido movimiento de Edward permitió que saliera ileso, aunque perdiera parte de su largo cabello en el proceso. El golpe y el posterior disparo hicieron que Lucio sufriera notables daños, moviéndose de manera errática tras salir del hueco en el muro que había hecho con el golpe.

Edward estaba entrando en calor y estaba contento de tener una lucha medianamente normal (al menos su oponente no era un gorila morado gigante hecho de metal e invulnerable a casi todo). Es por eso que se estaba preparando para lo que viniese y forzó un poco sus capacidades. Esto, junto a su Haki de Observación, le permitiría esquivar sin demasiadas dificultades las patadas de su oponente.

Una vez este saltó y usó esa técnica que Edward ya había visto en varias ocasiones con anterioridad, el Geppou, el joven se preparó para saltar con gran fuerza y, en el camino, lanzar el Hebi Kōsen. El chico contaba con que su enemigo podría esquivarlo, es por eso que pretendía usarlo como distracción y, en el momento en el que aquella cobra estuviera lo suficientemente cerca como para bloquear parcialmente su visión, usaría su técnica Kaijo.

Propulsando su pierna desde la pantorrilla, hizo una vuelta lateral completa, tratando de impactar una patada directamente sobre la cintura, tras lo cual volvería al suelo, preparándose para una idea que tenía en mente de ser necesaria.

Resumen:

Cosas usadas: