Marc vs. Los hombres de la limpieza 1 {Vie 10 Mayo 2019 - 0:15}

23/03/2014

Empieza Marc.

12/09/2017

El semigigante logró bloquear el shuriken, pero para su sorpresa un segundo proyectil llegó tras el primero y le pilló desprevenido. Un grito de dolor se escapó de sus labios al recibir el impacto de la explosión en el hombro. Por suerte no había sido especialmente fuerte, pero aún así le dolía mucho la zona afecta. Estaba seguro de que tendría alguna quemadura en la piel producto del impacto. Tan solo esperaba que no le entorpeciese mucho a la hora de pelear cuando llegase el momento.

Y dicho momento no tardó en presentarse, pues cuando apenas habían comenzado a avanzar tres hombres con el torso descubierto, musculados y aparentemente cubiertos de aceite se plantaron ante ellos con intenciones en apariencia nada buenas. En ese momento unas paredes surgieron del suelo, separándolos y obligándoles a enfrentarse a sus recién llegados adversarios en combate singular. El oponente de Marc era un hombre de rasgos particularmente armoniosos y cabello de color morado. Sin duda resultaría muy atractivo para la mayoría de las mujeres, aunque al grandullón le daba bastante igual el aspecto que tuviese su enemigo.

Enarboló su espadón frente al pelimorado. Su hombro derecho se resintió levemente, aunque por suerte al ser zurdo no soportaba la mayoría del peso del arma, sino que su función se limitaba a aportar un soporte adicional y algo de precisión extra en sus movimientos, un apoyo para su brazo izquierdo. Trazó un arco con su hoja, y de ella nació una poderosa onda cortante que comenzó a avanzar hacia su oponente. Acto seguido soltó su mano derecha, pasando a sujetar su arma tan solo con la izquierda. Su portentosa fuerza y la sangre de Elbaf le permitían hacerlo sin problemas, aunque solía preferir usar ambas cuando podía. No obstante en aquel momento tenía otras intenciones.

Levantó su brazo derecho y lo echó hacia atrás mientras creaba un arpón de queso en su mano. El hombro le envió un pinchazo, muestra de que aún estaba resentido por el golpe previo. Sin embargo, lanzó con toda la fuerza que fue capaz la láctea pica hacia su enemigo. En concreto, hacia sus piernas.

Cosas:

23/03/2014

Sin hacer un ademán de sorpresa y sin siquiera despeinarse el extraño hombre flexiona los músculos de los brazos en una pose de culturista casi practicada. Tras eso un par de cuchillas con forma de media luna salen de sus antebrazos. Las cruza e intercepta la onda cortante con ellas, saltan chispas durante unos segundos antes de que la logre quebrar, soplando tras eso un mechón de pelo que se le había quedado delante de la cara.

Tras eso salta una altura imposible en el aire para esquivar sin muchos problemas la lanza, aunque por las volteretas te da la sensación de que le gusta simplemente presumir. Aterriza haciendo una pose en T delante de ti y con un movimiento prácticamente coreografiado lanza un par de tajos con las cuchillas, uno dirigido a cada pierna. Al verlas de cerca notas que tienen algo especial, algo brilla a la luz de la luna por delante de su filo, no son hojas normales y corrientes.

12/09/2017

Marc debía reconocer que su oponente tenía una forma de moverse realmente elegante. Todo lo que hacía parecía casi salido de un espectáculo de danza, aunque daba la sensación de ser notablemente más peligroso. Parecía que sus armas preferidas eran una pareja de cuchillas curvas que, además de saber usar con maestría, parecían ser extremadamente resistentes a las altas temperaturas dado que el infernal calor de su onda cortante no les había afectado, o al menos no de forma que pudiese observarse a simple vista.

Tras aterrizar grácilmente ante él, el guaperas lanzó dos tajos, dirigidos cada uno a una de sus piernas. Falto de la agilidad necesaria para esquivarlos, el semigigante solo pudo hacer una cosa. Aprovechando el descomunal tamaño de su espadón, lanzó un tajo descendente con intención de interceptar ambas armas. Su mirada ardía, dejando entrever toda la fuerza de la voluntad del grandullón, aplicada en su espada. El filo de esta se cubrió, igual que había hecho el de las cuchillas de su oponente, de una brillante capa.

La colisión resonó en toda la sala. Probablemente sus amigos lo habrían escuchado, dada la violencia del choque. Debido a su corpulencia, el cocinero no retrocedió. Por el contrario, con su espada aún impregnada de su férrea voluntad lanzó un poderoso tajo oblicuo hacia arriba. Dado que las armas de su rival se hallaban a la misma altura que la suya, debería moverlas velozmente si quería bloquearlo. Consiguiese herir o no a su adversario, continuaría su ofensiva con un espadazo descendente en el que aplicaría toda su fuerza, tratando de aprovechar su ventaja de altura y potencia física a su favor para apabullar a su enemigo.

Cosas:

23/03/2014

Lanzas el tajo descendente y las cuchillas de tu rival se encuentran con tu espada. Cuando los aceros chocan notas que algo vibra violentamente. Las cuchillas tienen pequeños dientes que circulan como si se tratase de una motosierra. Las chispas saltan a ambos lados y cuando las el tajo ascendente notas los brazos entumecidos. El hombre sitúa sus hojas sobre la espada y aprovecha y fuerza para salir disparado hacia arriba. En el aire parece vulnerable, y no hay nada que pueda hacer para evitar el tajo descendente.

- Oh vamos, se que puedes mover ese palo mejor, querido. - Comenta con una voz segura y algo prepotente antes de recibir tu golpe.

La hoja de tu espada choca contra su pierna, pero hay algo más, de entre sus gemelos surge una tercera cuchilla. Como si de una danza se tratase, aprovecha el movimiento para dar una voltereta en el aire y caer de pie. Se mira los brazos y los agita.

- Eso sí, sabes golpear duro.

Esta vez, parece como si desapareciera tras decir la frase, moviéndose a gran velocidad, cuando lo localizas está en el aire, lanzando tres tajos seguidos con un sólo giro, uno con cada cuchilla, todos dirigidos a tu cuello, desde tu derecha.

12/09/2017

Las cuchillas de su adversario eran ciertamente particulares, pues estaban cubiertas de dientes que giraban a gran velocidad, aumentando su poder de corte. Cuando el semigigante atacó a su enemigo aprovechando que se hallaba en el aire este paró su espadazo con la pierna, que no perdió porque sorprendentemente otra cuchilla apareció en ella. ¿De dónde había salido? ¿Sería acaso algún extraño poder de una Akuma no mi? ¿Se trataría de un hombre-sierra o algo similar?

Fuera lo que fuese era tremendamente veloz, y cuando comenzó a moverse Marc tuvo serios problemas para anticiparse a su siguiente ataque. Finalmente su visión le avisó de sus intenciones cuando prácticamente le tenía encima. Tres tajos desde su derecha, buscando su cuello. El grandullón apenas tuvo tiempo de interponer a Kotai-Hi para desviarlos, aunque tardó una milésima de segundo más de lo debido. Ninguna de las armas alcanzó su cuello, pero una de ellas, desviada por su espada, se hundió en su hombro. El corte no era muy profundo, pero sumado a la herida provocada por el shuriken suponía un importante contratiempo, ya que apenas podía mover el brazo.

Pese a las dificultades, el semigigante no pensaba rendirse. No iba a abandonar a sus nakamas, tenía que ayudarles a salvar a todas las personas inocentes de aquel mar que no tenían la culpa de que un demente quisiese destruir el mundo. Había demasiado en juego. El cocinero contrajo sus músculos, decidido a continuar luchando pasara lo que pasase. Sus brazos y sus hombros crecieron, volviendo al ya de por si enorme espadachín aún más corpulento.

Con fuerzas renovadas, el semigigante retomó la ofensiva. Agarrando a Kotai-Hi únicamente con su mano buena, la derecha, lanzó una onda cortante a su enemigo. Acto seguido avanzó corriendo hacia él tras su propio ataque. Cuando llegase hasta él descargaría toda su fuerza y su fogosa voluntad sobre su anatomía, lanzando tantos espadazos como pudiese. Debía acabar con aquel combate cuanto antes y continuar avanzando para ser de utilidad a su capitán y el resto de sus amigos. Iba a hacer que se sintieran orgullosos de él.

Cosas:

23/03/2014

Tu rival saborea la sangre que ha salpicado su boca y una sonrisa ladeada se forma en su rostro mientras te mira con arrogancia.

Con gracia y elegancia desvía la onda cortante, no sin poner bastante más esfuerzo del que está cómodo con mostrar en ello. Tras eso recibe tus ataques y comienza a bloquearlos sin que le dejes mucho margen para recuperarse, aunque su rostro no pierde la compostura ni muestra preocupación alguna.

Cuando parece que encuentra una apertura para contraatacar algo ocurre. Una explosión os sacude, más a él que a ti. Hace que pierda el equilibrio y se estampe su pecho contra tu espada, lanzandolo contra la pared más cercana. Cuando se intenta levantar, una enorme viga lo aplasta.

Ahora que puedes mirar alrededor, la niebla ha desaparecido, y la torre está en muy malas condiciones. Si tienes mapa puedes encontrar un ascensor que te lleve a la última planta, sino siempre puedes buscar uno o bien encontrarte con un compañero que lo tenga. O meterte en algún combate cercano. La decisión es tuya.

Marc vs. Los hombres de la limpieza 1

Marc vs. Los hombres de la limpieza 1 {Vie 10 Mayo 2019 - 0:15}

Re: Marc vs. Los hombres de la limpieza 1 {Vie 10 Mayo 2019 - 18:45}

Re: Marc vs. Los hombres de la limpieza 1 {Dom 12 Mayo 2019 - 22:42}

Re: Marc vs. Los hombres de la limpieza 1 {Miér 15 Mayo 2019 - 19:13}

Re: Marc vs. Los hombres de la limpieza 1 {Jue 16 Mayo 2019 - 23:54}

Re: Marc vs. Los hombres de la limpieza 1 {Mar 21 Mayo 2019 - 18:27}

Re: Marc vs. Los hombres de la limpieza 1 {Miér 29 Mayo 2019 - 22:21}

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