[Misión Legendaria-Nuevo Mundo] Un barco legendario

-Bien, repasemos el plan una vez mas.-

Suspire con sufrida paciencia. Intentaba por décimo octava vez explicar como haríamos para cumplir esta peliaguda y difícil misión.

-Esto no va a ser un paseo por el campo, la isla Keplan está dentro de una maldita guerra civil, está claro que ambas facciones están recibiendo ayuda desde fuera de la isla. Esto causa que las fuerzas se presionen y machaquen en una sangría de muerte y destrucción, está claro que lo más afectado serán los campos circundantes a las ciudades si no son estas mismas.

El problema será llegar a la isla... Podemos utilizar la nave y aterrizar alli.
Pros: rápido y sencillo, llegamos vivos y sin complicaciones.
Contras: nos  verán llegar y oír de lejos., cosa que no queremos...

También podemos lanzarnos dentro de un "ataúd volante" esto es un misil taladro de mi fabricación, le removemos todo el sistema de detonación y la carga explosiva.

Pros: rápido y espantara a todo el que lo vea llegar, en una guerra no llama la atención ver estrellarse un misil.
Contras: Puedes acabar enterrado vivo, incrustado en una pared o en el fondo del mar si algo va mal.

Como ultimo medio podemos hacer una aproximación por el aire, lanzarnos al mar a varios kilómetros de la costa y caminar por el fondo hasta la playa.
Pros: una indetectabilidad casi asegurada.
Contras: El tiempo que se tarda es elevado, proveerse de oxigeno para la caminara submarina. La fauna autóctona puede ser realmente agresiva.

Entonces de todas estas opciones cual crees que es mejor, como te gustaría meternos en el turrón, ten en cuenta que son doscientos millones lo que nos jugamos.

Se encontraban a una distancia razonable de Keplan, sobrevolándola con un perfil bajo para que no pudiesen detectarles. Mientras Bleyd explicaba los distintos tipos de plan, se llevó la mano al mentón para poder pensar cuál sería la mejor forma de llegar. Por lo que sabía su compañero estaba dentro de la revolución, así que podrían usar eso de alguna forma a su favor. Si la isla se mantenía en una guerra civil y necesitaban sacar un barco de allí lo verían sin dudarlo. No sabía todavía la envergadura del navío así que eso tendría que ser algo que tendrían que pensar sobre la marcha.

-Podemos usar los ataúdes, me parece la mejor forma de entrar. Yo no soy un experto del sigilo, de hecho, soy bastante negado, pero puedo ir usando el mantra para ver si hay gente alrededor. - Explicó.

No veía una mejor forma de entrar sin ser detectados. La fauna marítima era algo que no le preocupaba demasiado, si tenía que luchar debajo del agua lo haría. El problema es que hubiesen gyojin por la zona, cosa que también veía bastante improbable. Se cruzó de brazos y volvió a repasar las opciones. Tras unos minutos, remarcó una vez más su decisión de entrar con los ataúdes. Si les salía bien, podría dejarse una temporada sin tener que mover ni el higo. Doscientos millones de berries eran mucho y podría vacilarle a Xiba sobre el dinero que le había requisado.

Comenzó a preparar su equipo y agarró su espada, colocándosela bien en el cinturón de la espalda. Después agarró su katana y se la cruzó en el cinturón de la cintura. Muy seguramente necesitaría toda la ayuda posible para aquella misión, meterse en una guerra civil no era moco de pavo. Una vez acabó de prepararse, miró al hombre de la armadura.

-Cuando quieras tiramos, Bleyd.

-Vaya, parece que tenemos un ganador. Fluffle, ven conmigo vamos a preparar las capsulas, tenemos mucho trabajo por delante.-

Fluffle y yo nos pusimos manos a la obra, teníamos que armar y preparar sistemas de guiado y de vuelo para cuando el proyectil, con nosotros dentro fuera lanzado, la soldadura, las chispas y los golpes de metal se escucharon en la nave, no podía hacer muchos grandes arreglos, tendríamos que encogernos como sardinas.

Tardamos un buen rato en tener todo listo, pero el esfuerzo dio sus frutos cuando vimos que todo funcionaba como debía.

-Bueno señores cada cual a su sitio. Yo programare el lanzamiento con Ellie.  Lo que esta claro es que siendo un barco ha de tener salida al mar. Nuestro objetivo es encontrar un acceso de mar al interior de la isla... Supongo que será una pared falsa o u buen camuflaje.

Cuando lleguemos allí, lo más importante es que no nos descubran. He preparado una serie de disfraces para poder obtener información de las ciudades cercanas al punto de impacto. Recordar buscamos un barco, seguramente un acceso a una zona de cavernas naturales, incluso un astillero en medio de la isla con sistema de transporte o lanzamiento al mar... Todo podría ser posible, intentaremos contactar con los ancianos del lugar. Reunir periódicos de la época de construcción en una hemeroteca si existe... Incluso mitos y leyendas de la isla.

Bien, buen viaje. Ellie lanzanos en cuanto estés lista. Intenta que caigamos en el interior de ese bosque. Cualquier cosa que retrase nuestra localización sera bienvenida.-

Le dí el visto bueno mientras me encerraba en mi capsula hecho un cromo, apenas tenia espacio y había tenido que dejar atrás la mayoría de mi equipo voluminoso. El lanzamiento se completo, no podía ver pero sí sentir como la velocidad aumento, en poco tiempo sentiría el impacto contra la tierra.

El impacto contra la superficie fue mayor a lo que yo esperaba, la capsula se estremeció y reverbero como un diapasón, los sonidos de crujidos y arrastre por el suelo del improvisado transporte se hicieron dolorosos, finalmente se hizo el silencio. Abrí la capsula y salí con premura, necesitaba encontrar a Fluffle en primer lugar. Busque por la zona los lugares de impacto, era bastante difícil encontrarlos, habíamos caído en una densa foresta, por fortuna los arboles derribados eran un buen indicativo de donde se encontraba la zona del impacto de Fluffle. Me acerque a liberar a mi pequeño compañero, no quería que se pusiera nervioso al estar encerrado y lo que podría ser peor, estuviera dañado.

La capsula se había llevado por delante arboles jóvenes y arbustos por igual, sin embargo no pudo con un vejo pino centenario, la capsula estaba incrustada, deformada y resquebrajada. Por fortuna conseguí arrancar la puerta y rescatar a mi peludo compañero que temblaba como una flor.

Llevaba unos minutos retorciéndose en la cápsula. Parece ser que no fue buena idea tirarse de esa forma hacia el bosque; había sentido a Bleyd hace un rato salir, y tenía que coger el coraje para hacerlo también. Pegó una patada a la puerta de la cápsula y salió estirándose, algo dolorido. "No vuelvo a seguir una idea de Bleyd en mi vida" se juró a él mismo mientras acababa de colocar sus cosas bien. Entre haber estado apretado y el impacto, todo lo que tenía en los bolsillos estaba esparcido por el contenedor. Se agachó y agarró sus cosas, volviendo a meterlas en sus faltriqueras. Después se volvió a colocar bien los cinturones y la espada, la cual se había clavado en una nalga con el golpe. Agarró un pañuelo de su gabardina y limpió la sangre, para después llevarlo a su trasero y apretar, esperando que su regeneración hiciese el resto para cerrar la herida.

-Bueno, ahora tenemos que abrirnos paso por el bosque e ir a por el misterioso barco. - Exclamó mientras se abría paso por un arbusto y se dirigía a su compañero.

Se podía oír desde donde estaban la guerra. No era la primera vez que estaba en una, por suerte. Podría soportar el impacto psicológico de los dos bandos luchando. Ya había colaborado con Xiba y Sharp a luchar los tíos de la semilla del mal, y habían perdido mucha gente en el intento. Esta vez, sin ataduras de tener que preocuparse por sus compañeros, haría lo máximo posible para encontrar el lugar y pirarse de allí. Contra menos estuviesen por la zona, mejor; si les pillaban la recompensa extra se iría al garete. Él sabía que podía hacerlo, o más bien, que tenía una posibilidad de intentarlo. Pero Bleyd llevaba una armadura y no parecía un tipo experto en la infiltración. Suspiró algo agobiado y comenzó a andar hacia la ciudad, esperando que su compañero le siguiese.

Pero que diablos... Lo que me faltaba por ver, el señor no tenia otra cosa que echarse a andar sin esperar ni nada.

-Pero bueno... ¿A donde crees que vas? ¿Que parte de sin que nos detecten no entendiste? Ir a la ciudad ahora mismo es como ponerse un cartel diciendo, miradme estoy aquí.-

Suspire.

-Mira ve si quieres, pero ten cuidado, nos veremos en este punto mañana por la mañana a ver que podemos descubrir cada cual por su lado. Estoy seguro que en el bosque puedo encontrar algo que me de una pista, ese barco fue construido en esta isla y no creo que fueran muy dados a arrancar los tocones, buscare antiguos restos, con suerte podre localizar algún rastro de donde pudieron ser llevados... La naturaleza es sabia y se cura, pero existen cicatrices que nunca sanan.-

Me despedí del mozo y comencé a caminar por el bosque, no era muy sigiloso pero dudaba que por esa zona hubiera alguien que no fuera un cazador perdido en medio del bosque.

Dark tuvo un mal presentimiento; su brazo no paraba de brillar. Podrías llamarlo quizás tirar del cable o algo así, si podía llamarse a un cable a un sentimiento negativo. No entendía muy bien si realmente merecían la pena dos cientos millones a cambio de meterse en medio de una guerra civil. Y no es que no le gustase el dinero, ojo; es que quizás se había dejado en la nave de Sharp la plancha encendida. Miró a Bleyd y a su poderoso compañero y se puso dos dedos en la frente, para después despedirse con un gesto de mano. Después se colocó unas gafas y comenzó a andar por el bosque, hasta el puerto más cercano. Se volvería a esconder en algún barco mercantil o lo primero que pasase para salir de allí. O quizás llamaría a sus compañeros para que lo recogiesen. Aquello, era una incógnita que sólo el tiempo desvelaría.

Avance por el bosque, estaba sumido en sombras y los colores verdes se superponían unos a otros, los sonidos propios de la madre naturaleza resonaban rompiendo el calmado silencio que reinaba en aquel lugar. Avance entre pinos y abetos, musgo y hiedras, piedras y palos. Mi viaje continuo en silencio, moviéndome delicada y lentamente con la intención de no armar mucho ruido. Aunque desgraciadamente no lo conseguía demasiado... Un venado salio de entre los arboles alejándose de nosotros mientras trotaba y daba brincos. Le deje pasar mientras caminaba por encima de un árbol caído, estaba lleno de musgo y era resbaladizo, fue difícil pero finalmente lo conseguimos.

Habíamos pasado todo el día buscando algún rastro que indicara donde podrían haber estado talando hace tanto tiempo los leñadores para hacer el buque. Totalmente infructuoso, me senté junto con Fluffle a la tenue luz de la primitiva fogata que hice con ocho piedras y una docena de palos, Intentaba relajarme cocinando nubes de caramelos, pero en mi cabeza no paraba de rondar la idea de que algo se me estaba escapando.

No tenia nada en claro... Me fui a dormir, mañana tenia que esperar al muchacho en el punto de reunión, tal vez el hubiera tenido mas suerte.

Me levante de la espalda de Fluffle, era una maravilla poder dormir encima de su esponjosidad suprema, le rasque la cabeza y le ofrecí unos dulces en compensación por sus servicios, los cuales acepto con avidez. Después de asearnos lo mejor que pudimos marchamos en dirección al punto de encuentro.

El camino era duro, entre otras cosas por que Fluffle se dedico a jugar con una ardilla, el problema fue cuando la ardilla consiguió huir con el ultimo caramelo de nueces y avellanas, se realizo una improvisada persecución a alta velocidad por el bosque, Fluffle ganaba terreno mientras la ardilla intentaba mantener la distancia, yo les seguía los pasos muy de cerca, hasta que una pared se interpuso en nuestro camino, la ardilla paso, Fluffle paso, pero yo no entre en el estrecho hueco...

Un apertura en la tierra situada en un pequeño acantilado, aunque seria mas apropiado decir un corte en el terreno, media un medio metro de ancho por uno y medio de alto, tuve que escurrirme entre la grieta para poder pasar, aunque el interior era mucho mas amplio.

-Fluffle, ven aquí.

Mi llamada cayo en saco roto y solo el eco me contesto. Tenia que encontrar a Fluffle, la reunión tendría que esperar.

La caverna era bastante amplia, la roca estaba erosionada de manera natural o tal vez era un simple capricho morfológico. Fuera como fuera el suelo resbaladizo y húmedo descendía a las profundidades de la tierra, no se veía nada a causa de la oscuridad que reinaba bajo la superficie. Encendí mi dial de fuego y avance iluminado con su luz.

En la roca viva no podía distinguir ninguna huella, pero Fluffle había pasado por allí eso era innegable. La caverna descendía mucho mas abruptamente tanto que era mas una caída libre. A mi derecha un estrecho pasadizo el cual descendía en forma de tobogan hasta sabe dios donde, nunca llegaría a entrar por allí y era a todas luces impracticable para volver. Suspire sabiendo que tendría que tomar otra ruta para buscar a Fluffle. Aunque lo llame y el sonido hizo eco perdiéndose en la complejidad de las cavernas no regreso.

-Pero que diablos estas haciendo Fluffle....-

Me encontraba descendiendo una maldita pared vertical, agarrándome a las piedras y los salientes, incrustando los dedos dentro de la roca cuando no podía conseguir una sujeción decente. No se cuanto tarde en descender hasta el fondo, pero finalmente pise suelo firme.
El terreno era irregular con altibajos y estalagmitas surgiendo del suelo, una pequeña corriente de agua se localizaba en el margen derecho.Avance hacia ella iluminando tenuemente la zona con el dial. Para mi sorpresa cerca del agua se encontraba un campamento, tiendas de campaña de un color amarillo formando un circulo alrededor de una vieja hoguera hace mucho apagada. Reuni lo que pude de las cercanías y la encendí iluminando la estancia. Varias mochilas y maletas se guardaban en las tiendas, las revise para ver su contenido, estaba claro que esto llevaba aquí mucho tiempo.

En su interior encontré bengalas, refrescos y chocolatinas largo tiempo caducadas. Recupere las bengalas y deseche las provisiones, no creia necesitarlas de un tiempo a esta parte. Explore la caverna y me di cuenta de que la corriente de agua era mucho mas profunda de lo que había previsto, por otra parte una cuerda descendía aun mas al interior de la tierra.

Suspire mientras encendía una bengala y descendía haciendo rapel por la cuerda, una triste visión sucedió cuando vi que a la izquierda se encontraba el cadáver de un hombre, vestía un mono rojo y casco amarillo con linterna, obviamente apagada. Estaba colgado de una cuerda suspendido en el aire a muchos metros de altura, acerque la bengala a su cuerpo y no pude ver mucho, el cadaver si habia momificado, tocarlo o moverlo un poco lo despedazaría sin remedio. Proferí una plegaria a su alma para darme cuenta de que me miraba, su rostro me miro mientras sus ojos se iluminaban en un brillante blanco.

Un grito sobrenatural resonó en mi cabeza mientras el cuerpo aullaba.

-Devuélvenos a la vida.-

El cuerpo continuo allí rígido e inmóvil como siempre había estado, la bengala yacía en el suelo a muchos metros de mi, me frote la cara con la palma de la mano y el metal chirrió ante el fuerte contacto. Descendí hasta la bengala, tenia que apresurarme.

La sala donde me encontraba era cuanto menos curiosa, abovedada de grandes dimensiones con un pequeño lago en su centro, las estalactitas y las estalagmitas estaban por doquier, algunas se habían fusionado convirtiéndose en columnas naturales que aguantaban el techo, lo que mas me llamo la atención es que la pared estaba decorada con salvavidas, circulares de color rojo y blanco y extremadamente antiguos, me acerque para apreciarlos en detalle y pude comprobar que en el pequeño lago descansaba una vieja y desvencijada barca de remos.

-¿como diablos ha llegado esto aquí?-

Estaba cada vez mas intrigado y sorprendido. Examine con cuidado la barca, era viejisima y su madera estaba medio podrida, sin embargo no parecía tener nada fuera de lo común. Deje la sala y camine por un angosto pasillo iluminado tan solo por una bengala, tendría que darme prisa pues no me quedaban demasiadas.

Llevaba un par de minutos de caminata, ademas de cruzar pasos estrechos cuando me tope con un obstáculo, el túnel estaba colapsado, seguramente un derrumbe cegó el túnel imposibilitando paso. Me tomo cerca de dos horas retirar piedras y escombros lo suficientemente bien como para cruzar al otro lado, sin embargo pude cercionarme de algo. El derrumbe pudo no ser un accidente, encontré a otro de los espeleologos bajo las rocas, su cuerpo eran poco mas que huesos y entre sus ropas conseguí recuperar una linterna así como un piolet de escalada. La linterna era antigua y por fortuna del destino el metal y el cristal no fueron dañados por el alud. Encendí la linterna con el dial de fuego y continué adentrándome en las profundidades.

-Fluffle. Donde diablos te has metido.

La gruta gruta continuaba cavernosa, oscura y agobiante, en mi camino no faltaron las sorpresas, una vieja lampara colgaba del techo, esto seria un buen indicio si no fuera por que era un cráneo cabeza abajo, no tenia aceite pero aun conservaba una vieja vela de sebo. Deje atrás tan extraño artilugio para caer al vació, el suelo bajo mis pies desapareció, precipitándome a un foso plagado de afiladas puntas de metal. Active la riñonera jet y me pare en el aire a escasos centímetros de una muerte atroz.

Varios esqueletos humanos yacían empalados en el metal. Deje estar a esos podre desgraciados y ascendí fuera del agujero el cual comenzaba a cerrarse.

-Bonita trampa... y muy ingeniosa, un sistema de rearmado. La pregunta es ¿Que necesitaban proteger?

Con esa pregunta en mente continué caminando en la búsqueda de mi compañero Fluffle.

El camino no se hizo mucho mas llevadero o fácil, no quedaba nada de ruta, tan solo una estrecha entrada a una caída de varios metros, la parte buena, es un tobogán natural escavado por la erosión del agua a través de los años. Me lance por el con los pies por delante, con suerte no acabaría golpeándome contra una pared ni nada. El trayecto se hizo corto entre otras cosas por la velocidad que enganche, de nada sirvió que intentara frenar con uñas y dientes, la resbaladiza superficie y el agua corriente impedían cualquier agarre posible.

Me hundí como una piedra hasta el fondo del lago, en el que me precipite. Mi sorpresa fue mayúscula cuando descubrí que esas aguas eran el hogar de un cocodrilo, pero no un cocodrilo cualquiera, esa criatura era colosal y tenia hambre.

Salí del agua resoplando, tenia el cuerpo y la armadura por igual, la criatura que se encontraba en el fondo del lago no era la única, allí se encontraba un maldito nido, el agua estaba teñida en rojo y los cadáveres se agolpaban en la superficie mientras eran arrastrados por la corriente hacia el fondo de la caverna.

Me puse en pie con dificultad y me deje caer sobre una roca, estaba empapado y hacia frió, reuní lo que pude de los alrededores, musgo y raíces en su mayoría, con ellas hice un fuego alrededor del dial de fuego, me quite la armadura y atendí mis heridas mientras intentaba paliar el frió que me atenazaba, suture, cosí y remendé mi ajado cuerpo, agujeros de colmillos, moretones, cortes y rasguños por doquier, tenia el ojo hinchado y no veía bien, esos malditos bichos defendieron su territorio incluso se opusieron al haki del rey con tal de defender su territorio.

Necesitaba descansar, curarme a mi mismo, sin embargo las nombras de la culpa acechaban, no había podido ir a la reunión con el chaval... Ni siquiera recordaba como se llamaba, incluso había perdido a Fluffle, ahora estaba en las profundidades de la tierra buscando fantasmas.

-¿Cuanto he dormido? Fluffle en marcha, tenemos que...-

No, no era un sueño, seguía allí atrapado bajo tierra, mirando unas débiles brasas, me puse la armadura, estaba agujereada y fracturada en diversos puntos, pero aun ofrecía protección y parte de sus dispositivos continuaban operativos. El problema, no tenia salida, tan solo podía sumergirme y avanzar por el túnel inundado que se encontraba allí donde esas criaturas anidaron.

Hice de tripas corazón, aguante la respiración y me sumergí con premura en las frías aguas.

El sonido del agua corriendo reverberaba en toda la caverna, las luces naturales surgidas de lo que parecían ser criaturas luminiscentes se reflejaban en las paredes minerales, colores azules, purpuras y turquesas oscilaban en un bello baile en techo y paredes. Me levante del frío y mojado suelo en donde me encontraba, camine renqueando, siguiendo los túneles iluminados con luces titileantes. Pequeñas luciérnagas comenzaron a poder apreciarse revoloteando por los túneles, Ignore a los insectos en el momento que salí del túnel, ante mí se encontraba una gigantesca gruta, sin embargo esta era diferente de los túneles naturales por donde había pasado, las paredes eran de mampostería, la roca había sido excavada a mano, gigantescos pilares sostenían la bóveda que formaba el techo, un enorme lago dominaba el centro de la estancia. Camine arrastrando los pies mientras admiraba los murales que se encontraban tallados en las paredes, la iluminación era pobre pero se podían apreciar.

Las paredes parecían contar la historia de la isla, no entendía mucho tan solo me guiaba por los dibujos. Deje las paredes más interesado en registrar lo que parecía ser una habitación anexa, la puerta era de madera e increíblemente había aguantado perfectamente las condiciones de humedad y el tiempo que había pasado.

El interior era una mezcla entre taller y mesa de controles. Palancas y botones recubiertos de telarañas, herramientas de metal oxidadas y con herrumbre todo largo tiempo olvidado.

Decidí cerrar la puerta y acampar allí, podía canibalizar madera de la mesa y las herramientas para hacer un fuego y dormir caliente unas horas, la verdad necesitaba descansar, también estaría correcto conseguir algo de comer, tal vez pudiera recoger algún pez del lago o incluso un crustáceo. Me puse manos a la obra con el fuego como mi primer objetivo, luego ya intentaría cazar algo.

La pesca había sido fructífera, no en gran medida pero bueno, las paredes del lago estaban plagadas de percebes y mejillones. Con maña he ingenio consegui fabricar una rudimentaria olla, la cual puse al fuego para hervir agua y poder cocer en ella a los bivalvo. No era un menu muy apetitoso pero si abundante, lo suficiente como para aplacar el hambre. La bebida fue lo mas complicado, evaporar el agua y volverla a condensar fue un dolor en el culo... Pero con esfuerzo logre lo suficiente como para aplacar la sed.

Repuesto y con el cuerpo en mejor estado me prepare para continuar la caminata, estaba muy preocupado por Fluffle, pero el pequeñín siempre encontraba la forma de salir de los líos en los que se metía el problema lo tenia yo... Examine la caverna con cuidado y conseguí descubrir que era mas grande de lo que en un principio había observado, varios túneles se adentraban en un complejo laberinto, temí entrar y perderme... Pero el temor paso cuando me di cuenta que el camino mas rápido para cruzar un laberinto era sin duda alguna la linea recta. Aunque siempre con el mayor cuidado que se puede tener comencé a abrirme paso a tortazos a través de las paredes, pura fuerza bruta contra un laberinto.

Las antiguas paredes escavadas en la roca caliza caían rápidamente y con facilidad, no eran rivales para la fuerza brutal que utilizaba contra ellas, los cascotes caían al otro lado del pasillo y en algunos puntos extrañas trampas se activaban a causa de la presión, fosos con estacas, techos aplastantes, guillotinas basculantes... un letal conjunto de trampas para proteger algo terriblemente valioso.

-Parece que la suerte esta de mi lado y todo... Veremos a donde desemboca esto.-

Llegue al final del laberinto, una pared maciza que no se vino abajo, a partir de ese punto camine en linea recta buscando la salida, no tarde mucho hasta dar con un par de enormes puertas de metal, las abrí mientras un chirrido metálico se hizo audible por todas partes.

Mi asombro no hizo más que crecer, ante mí se encontraba un enorme y gigantesco barco en dique seco, tendría que revisarlo para ver las condiciones en las que se encontraba, pero lo que de verdad me hizo caer de rodillas y casi llorar de alegría es ver que a Fluffle el pequeñín se encontraba en el puesto de vigía del barco, su color rosa era inconfundible a la luz de la linterna que portaba con el, tenia puesto un pañuelo rojo alrededor de la cabeza y un parche.

Corrí en busca de su cálido abrazo, pero el destino tenia otros asuntos en mente, un gigantesco y enorme ser me paro en seco de un tortazo el cual me mando por donde vine.

-¡Oh! Venga eso duele maldito cabro...-

Las palabras murieron en mis labios, ante mí se encontraba un autómata que chirriaba, echaba vapor y se movía mediante engranajes de un tamaño colosal. El robot había reaccionado a mi presencia en la sala y se activo para no sabia si impedirme el paso o neutralizarme.

Las cosas quedaron claras cuando libero de su espalda una cantidad ingente de apéndices, manos, puños, espadas, garras, pinchos... Una colección impresionante de armas, artefactos y cachivaches dispuestos para arremeter contra mi persona en segundos, el ataque no se hizo esperar. Las manos golpearon mi ya machacada armadura mientras sus apéndices me golpeaban como látigos, cortes aparecían aquí y allí donde las filosas armas tocaban mi piel desprotegida.

Salí de allí catapultado, aproveche un golpe para lanzarme a un lado intentando poner distancia entre ambos, había demasiadas extremidades y no encontraba una apertura que me permitiera contraatacar. Intente retirarme al laberinto, con suerte se desactivaría o podría perderlo en la zona de túneles. Para mi desgracia la puerta se había cerrado y no tenia tiempo para derribarla.

Me volví hacia el robot, ya era suficiente, había sufrido demasiado para encontrar a Fluffle y un manojo de tuercas no me impediría llegar hasta él.

El área estaba devastada, fragmentos de piedra, agujeros y boquetes estaban por doquier, mezclados todos ellos con restos de metal y grasa. El olor a pólvora se concentraba en el aire y el humo aun flotaba en el techo. Me encontraba tendido en el suelo, en un charco de mi propia sangre, me apreté la herida del costado, era profunda y discontinua... Necesitaría suturarla. Lamentablemente todos mis suministros médicos se habían perdido en la batalla.

-Fluffle, deja de hacer el tonto y échame una mano, ya no hay peligro.-

Mi pequeño y peludo compañero se acerco correteando a mi persona, se le veía preocupado y feliz a partes iguales, era bonito tener a alguien que te quiere y se preocupa por ti.

-Ayúdame a subir al barco, con un poco de suerte encontraremos una gaseosa sin abrir en la cocina y algo con lo que hacerme un vendaje primitivo.-

Fluffle me cargo en su grupa y me hundí en el mullido pelaje, era tan suave y cómodo que sentí como Morfeo intentaba llevarme en sus brazos, un costalazo contra el suelo me devolvió a la realidad.

-¡Eh! Ten un poco de cuidado ¿Quieres?-

El pony ni me escucho, se puso a lanzarme trapos de cocina y delantales que había encontrado. Me preocupe de curarme las heridas lo mejor que podía, lo primero era detener el sangrado. Fluffle muy servicial el apareció con un botella de ron añejo en la boca, eso tenia mas graduación de alcohol que el almirante en jefe de la marina.

-Bueno esto va a doler.-

Me eche un trago para catar el producto antes de dejar caer el alcohol por las heridas en un pobre intento de desinfección.

-¡Dios....!- Me queje a causa del dolor y el picor que me ejercía el alcohol en las heridas.

Fluffle necesito descansar, cuéntame como has llegado hasta aquí mientras descanso, después de que me recupere un poco, procederemos a preparar el barco para hacerlo a la mar, intentaremos salir de noche con la pleamar, no creo que este viejo cascaron sea muy difícil de llevar en linea recta... Atracaremos en la primera isla que veamos y contrataremos una tripulación adecuada para entregarlo a nuestro contratante, si después de todo lo que he pasado no es esto lo que esta buscando el cliente, puede irse a donde Luffy D Monkey perdió su sombrero.

Me quede allí sentado escuchando la historia de Fluffle mientras descansaba e intentaba que mi cuerpo se curara solo. Llevaría un tiempo pero lograría salir de esta.

Un terremoto resonó en toda la caverna y el techo comenzó a caer una de las paredes de roca se derrumbo mientras el agua anegaba la zona y el barco comenzaba a flotar, un sistema de poleas impulso el barco hacia la luz del sol que se colaba por la oquedad, liberándolo de su prisión después de tanto tiempo.

-Fluffle vayámonos ponte al timón tenemos un buen viaje por delante.

El barco zarpo rumbo a la próxima isla, allí podríamos contratar tripulación suficiente para llevar el barco como esta mandado y no a trompicones.