[Misión Legendaria-Nuevo Mundo] ¡Se ha escapado!

Contratante: Comandante en jefe del gobierno mundial.

Descripción de la misión: ¡Ha escapado! La cruel y despiadada Alcipe, capitana de los antiguos piratas del bosque ha conseguido escapar de Impel Down. ¿Cómo? No lo sabemos con certeza, pero ha desaparecido de su celda y la han visto deambulando por su viejo territorio, el archipiélago de las tres flechas; nombre dado porque son tres islas con forma de punta de flecha que, curiosamente, apuntan al norte magnético del planeta. Dicen que está haciendo un llamado a su vieja tripulación, la cual ha estado escondida por más de quince años. Necesito que la atrapen y la traigan ante mí, aunque ha de ser viva. Pero hay que tener cuidado, pues en su viejo archipiélago la siguen considerando una salvadora.

Recompensa:Una condecoración por acto heroico (en el caso de ser marine) o un kenpo épico del rokushiki (en el caso de ser CP), conocimiento único y una técnica creada por Billy Adam, el viejo instructor de la marina.

Por suerte, recientemente había desarrollado cierta habilidad dracónica que le permitía cambiar ligeramente de aspecto. En esta ocasión le serviría, pues debía meterse en un archipiélago a buscar a una legendaria pirata fugada de Impel Down. Un archipiélago donde todavía la adoraban y creían sus mentiras de pirata que se las da de libertador. Iba vestido con una chaqueta granate y unos pantalones vaqueros, así como unos guantes negros sin dedos. Su pelo, modificado por la habilidad de polimorfosis, era largo hasta los hombros y totalmente rubio. Su ojo izquierdo estaba tapado por un parche.

Se suponía que debía encontrarse allí con el almirante Koneko y que iba a estar a sus órdenes. El almirante tenía una descripción general del aspecto que iba a tener Zuko, aunque si él pretendía disfrazarse, el vicealmirante no conocía el aspecto que iba a tener. ¿Sería un buen disfraz? ¿Sería uno demasiado obvio? Cierto miedo creció en el interior del dragón. Había conocido antes al almirante, claro, y no le había parecido un hombre poco serio, sin embargo... Había tenido una misión junto al vicealmirante Suzume, subordinado directo de Koneko.

Si el almirante era igual o más errático que él cuando se encuentra en una misión... Tal vez sería un problema. No dudaba de su fuerza o su capacidad, pero si además tenía que soportar sus locuras... Tal vez acabase de allí volviendo a coger un cigarrillo después del último de hace dos días. ¿Será capaz de dejar de fumar algún día? Esperaba que sí. Zuko suspiró. Se encontraba en la plaza del encuentro, con una mano en el bolsillo, esperando. En cuanto llegase el almirante, empezarían a buscar a la pirata.