[Misión osada-South Blue] Ay mi pobre Johnny

Contratante:Neira Etnia

Descripción: Hace años que mi marido no sonríe. Se pasa los días mirando por la ventana, como un viejo chocho, y yo ya no sé qué hacer; no me mira como antes, no me hace el amor, ya no me siento mujer… Mátalo, y al menos cobraré su herencia.

Objetivos: Matar a Neira Johnny

Objetivos secundarios: Que nadie relacione a Etnia con este revés del destino

Premios: cinco millones de Berries.

Premios por objetivos secundarios: El doble de fama, pero todo será mal Karma.

- Aquí tiene su refresco y su hamburguesa. Que aproveche, señor.

Atsu hizo un gesto con la cabeza al camarero y siguió fingiendo leer el periódico. Entre las páginas tenía en realidad el dossier de su siguiente operación. Una mujer quería que alguien eliminase a su marido, y como tras el asunto de la fuga del Navajas ambos andaban en el South Blue, había dado un aviso a Meneror para ir ambos a ejecutar la tarea. En ese momento estaba en la terraza de un local, bajo el cálido sol del sur. Iba vestido con ropa de calle, gafas de sol y se había tintado el pelo de negro. No le apetecía que le relacionasen con el asunto y acabar teniendo problemas con sus jefes.

- Sin que le relacionen... ¿eh? - masculló para sí mismo.

Cogió el resfresco y dio un sorbo, mientras pensaba. Podían fingir un robo que se había ido de las manos. Aunque esperaba que Meneror tuviese una mejor idea. Preferiría algo más planificado, y para eso sería mejor discutirlo entre ambos y examinar los planos y la información que tenían de su objetivo.

Ya era la tercera vez que hacía un trabajo con el agente Omega. Habiéndome citado con él en la terraza de un local. Así que me puse mi traje negro, abrigo a los hombros y saqué brillo al garfio antes de salir por la puerta del hotel donde me hospedaba. No tardaría mucho en encontrar a Omega y verle allí leyendo el periódico. Sacando mi cipo del bolsillo me disponía a preparar le primer habano de la mañana mientras le saludaba.

-Buenos días Atsu, últimamente parece que voy a tener que cobrarle a usted por estos trabajos, por fortuna, me agrada hacerlos.- dije antes de tomar asiento frente a él -Según lo que me habéis dicho hay que matar a alguien, y si le digo la verdad me alegra que me haya llamado a mi para no ensuciarse sus manos.

El camarero no tardó en aparecer y le pedí un café con hielo mientras continuaba hablando.

-Un asesinato es cosa simple y no deberíamos tener problemas. Si la señora Etnia no quiere que se la involucre me parece bien y todavía más fácil. Tengo varios métodos sobre la mesa, desde un disparo en mitad de la noche ,un veneno o cualquier cosa que usted guste Atsu....con dejar una carta de suicidio antes debería bastar. Obviamente la víctima del contrato la escribirá previamente  para que sea su despedida de su puño y letra. Solo habría que secuestrarlo, forzarle a  escribir y luego...bueno, BAM.-dije antes de exhalar humo por la boca- Fácil, rápido y sencillo.