[Misión épica-Isla Gyojin] La rebelión se ha acabado

Contratante:Hipatia Stix

Descripción: Bueno, ¿estáis contentos? ¡Necesitaba ayuda! Malditos egoístas, me habéis fallado. Pero ya está, se acabó. ¿No queréis ayudarme a conquistar Raijin? Vale, me parece muy bien. Pero espero que me ayudéis a pacificar las revueltas que está habiendo en MI REINO. Parece que ALGUNA GENTE no está muy de acuerdo con que la legítima heredera haya ascendido al trono. Concretamente, Kaya Caballa es una de las principales disidentes de este reino. Quiero que desaparezca.

Objetivos: Acabar con la líder rebelde Kaya Caballa.

Objetivos secundarios: Hacerlo de manera visible y dejar una muestra para que todo el mundo sepa a qué se enfrenta si no acepta mi reinado.

Premios: El pequeño condado de Underseas, de donde normalmente no salen engendros como mi futuro marido.

Premios por objetivos secundarios: El favor de la reina y un conocimiento único.

Vaya, vaya, vaya. Mira lo que nos ha traído la marea, nada mas ni nada menos que un pequeño favor a la futura esposa de mi amigo y compañero Maki. La verdad no pregunte demasiado que había que hacer tan solo tres cuestiones muy importantes. ¿Que es? ¡Donde esta? y finalmente ¿Como lo mato? La primera pregunta me sorprendió no era un que si no un quien... Kaya Caballa, parecía ser un disidente, alguien que no estaba muy de acuerdo con el nuevo reinado de Maki.

Lamentablemente no supieron decirme exactamente donde se encontraba, tendría que buscarme la vida para lograr llegar a la celula disidente y localizar a su líder, vamos un paseo por el parque... Lo que mas me perturbo es que me pidieran una ejecución publico... una muestra de poder y que dejara un mensaje algo así como poner su cabeza en una pica... Eso estaba seguro no era cosa de Maki, algo olía a podrido y por una vez no era nuestro poco adorable pez gota.

Me reuní con Fluffle y los muchachos en una taberna cercana, el esturión Derrochon, Por supuesto a buena primera hora de la mañana el alcohol y las tostadas con pescadito frito se servían a menor velocidad de lo que se consumía en la mesa de Fluffle...

-Parece mentira que os metáis esos pelotazos entre echo y espalda de buena mañana, pediros un café irlandés que tenemos tajo. Mi amigo Maki el señor que nos invito a su despedida de soltero, no se si os acordareis de el. Me ha pedido que busquemos y capturemos a un tal....-

Me acerque a la mesa y escribí el nombre en un papel, no quería que oídos maliciosos captaran la conversación que estaba tomando un matiz demasiado tétrico.

-Asi que, terminar de engullir preparaos y salgamos a ver que podemos encontrar.-

-Ñuu ñu ñu ññuñuu Ñuc. - Protestaban enérgicamente Puck y Tuck. - Ñuñuñu ñuuu ñuuu ñuñu ñu.

-Hay que admitir que mis dos pequeños y borrachos acompañantes tienen razón compañero. - Dije mirando a Bleyd mientras nos servían algo de desayunar. - Les habías prometido una despedida de soltero con su correspondiente descomunal fiesta y bebercio y otra vez más estamos hablando de trabajo. Pero adelante, cuéntanos. ¿Qué nos tienes preparado?

Bleyd observó alrededor asegurándose de que no había miradas ni oídos indiscretos prestando atención antes de sacar un papel que deslizó sobre la mesa tras escribir en él.

Los tres leímos atentamente lo que sucedía. Para Puck y Tuck aquello fue una ofensa personal, ¡Querían asesinar a su nuevo y maravilloso amigo el pez gota! A esa persona de bien que les estaba proporcionando fiesta y alcohol aún a pesar de no conocerles de nada, aquello era imperdonable según sus creencias.
Por mi parte no me sorprendía, había escuchado de la mala fama que tenía la futura esposa de Maki y el hecho de que este fuese un conocido mando revolucionario no prestaba ninguna ayuda en absoluto a la ecuación.

-Lo difícil será dar con ella. ¿Tienes algún plan en mente? - Comenté. - Si no... sabiendo que quieren acabar con Maki siempre puedo dar a entender que estaría dispuesto a ofrecer mis servicios como mercenario a ver si con suerte eso nos consigue una reunión. ¿Como lo ves?

Sopese las posibilidades, había muy pocas oportunidades de localizar a quien estuviera interesado en joder a mi colega, pero sabia como moverme por esos lares.

-Creo que eso no es una mala idea, yo por mi parte usare un método mas directo- Mire a Fluffle y a los hombre ñu-

Chicos os voy a pedir un favor, quiero que cuidéis de Fluffle, no quiero que se manche el pelaje viniendo conmigo, cuidarlo bien y tendréis tanto alcohol como para nadar en el. En cuanto a ti pequeño diablillo, no les hagas enfadar y pórtate bien.
Yuc, nos reuniremos aquí a la noche para la cena, a ver que podemos encontrar cada cual por nuestro lado. Yo iré a "" interrogar amablemente a algunos sospechosos habituales.-

La verdad es que lo mio seria mas dar palos de ciego que una verdadera investigación, quería abrir algún cráneo y ver si podía obtener algún nombre que me llevara al cerebro del asunto.

Fluffle por su parte estaba un poco inseguro, le encantaba irse de fiesta con sus pequeños amigos peludos y caoticos, pero se preocupaba por mi seguridad mas que yo mismo, tuve que empujarlo suavemente hacia los ñu que sostenían un muffin como cebo, aunque no sabia muy bien de donde lo habían sacado, poco a poco mi rosado amigo se acerco a ellos con la boca abierta y la lengua fuera intentando no perder el contacto conmigo, era entre adorable y espeluznante.

Espere a que Yuc me diera su opinión, tampoco quería imponerle mi plan por las bravas

Parecia que Yuc y sus hombres Ñu estaban demasiado centrados en sus discusiones absurdas de sobre como tendría que sobrellevar la investigacion.

-Bien, Fluffle te dejo al mando, cuida a esos tres monitos, intenta que no se metan demasiado en líos y no te comas todos los postres, este poder acarrea una responsabilidad, haz que este orgulloso de ti.

Fluffle hizo un saludo militar y corrió raudo y presto a la mesa donde estaban el resto del grupo, sabia que haría un buen trabajo manteniendo bajo control a esos alcoholicos empedernidos.

Aun era pronto, demasiado pero nunca lo suficiente como para no vagabundear por las peores zonas de bares del contorno, necesitaba encontrar un local lo bastante turbio como para que allí se reunieran escorias a las cuales poder interrogar, mi búsqueda fue bastante infructuosa, apenas algún camello que no sabia o no quería decir nada, peces demasiado pequeños como para poder hacer algo con ellos. Sin embargo todo era cuestión de tiempo, tocar la tela de una araña siempre lleva a que esta se mueva hacia el intruso, y yo estaba tocando muchas telas.

Deje en el suelo sangrando al ultimo camello que me encontré, este tipo no parecía saber nada sobre los rebeldes que estaba buscando, pero de seguro iría corriendo a llorar a su distribuidor, me senté en un bar de mala muerte, pedí tequila y espere, necesitaba que ellos acudieran a mi, a ver si resultaba que dar palizas indiscriminadas a maleantes te ponía una diana en el pecho.

Bleyd salio disparado dejándonos a cargo de Fluffle, o a Fluffle a cargo de nosotros, no estaba muy seguro aunque lo más probable era que nos hubiese dejado a todos bajo la supervisión del barman de aquel garito.

No le presté mucha atención así que no me enteré de qué es lo que iba a hacer mi compañero y su ausencia, o al menos eso creo, de respuesta hacia mi plan lo ví como una luz verde para llevar a cabo mi plan. En el peor de los casos tendíamos dos lineas de búsqueda para dar con el paradero de la gente que quería acabar con nuestro amado Maki.

-Puck, Tuck, hasta que volvamos Bleyd o yo nada de alcohol, sólo café. - Dije dejando unas instrucciones claras. - Quiero que tanto vosotros como Fluffle os comportéis un mínimo y cuidéis los unos de los otros. Ah, y por supuesto nada de robar, estafar o montar guerras termonucleares. ¿Entendido?

Los pequeñajos accedieron no sin poner gestos de indignación por "cohartarles la diversión", ya veríamos con que nos encontrábamos al volver, miedo me daba...

Pero había que ponerse manos a la obra, una rebelión contra una reina y el futuro rey.... Tendría que buscar por los bajos fondos y las barriadas de la ciudad, que remedio.

-Disculpe buen hombre. - Dije acercándome a la barra del garito. - Se que le parecerá absurdo, o de locos, pero necesito saber cual es y donde está el peor barrio de esta ciudad.

El hombre sorprendido me indicó y yo me limité a hacerle caso así que llegué andando sin gran dificultad.
Me moví por aquel lugar ante las miradas recelosas de vecinos y transeuntes, pero aquello me daba igual, hasta que finalmente en un callejón di con lo que estaba buscando.
Un hombre que carecía de disimulo se trataba de ganar la vida haciendo de camello en un callejón y con calma me acerqué a él.

-¡No por favor! - Me suplicó en cuanto estuve a su lado. - Otra paliza no por favor, ya te he contado todo lo que sé.

-Tranquilo hombre. - Dije intentando calmarlo. - Ni nos hemos visto nunca ni he venido a darte una paliza. Tranquilizate.

-Pero el otro tío en armadura nos ha dado palizas a casi todos buscando información, pensaba por las pintas que tú también venías a eso...

Otra persona en armadura... Parecida a la mía.... Solo podía ser Bleyd. El muy genio estaba extorsionando camellos para conseguir información o atención, no era mal plan pero podía salirle el tiro por la culata.

-Imagino que clase de información buscaba aquel tipo. - Hablé con voz tranquila. - Mi petición va por los mismos derroteros. Pero a mi me interesa trabajo como mercenario, así que si puedes hacer correr el rumor hacia esa gente por la que te preguntaron te recompensaría ampliamente.

La promesa de recompensa lo había puesto a total disposición de hacer eso por mí. Esperaba que la aparición de una potencial herramienta para cumplir con sus intenciones hiciese que se acercasen a mi.... Aunque fuese para intentar que me librase de Bleyd.

El tiempo pasaba, el bar era un antro cutre y de mala muerte, sin embargo la bailarina estaba de muy buen ver, llevaba un sombrero vaquero, una chaquetilla abierta junto un top apretado que dejaba poco a la imaginación, su escultural trasero se contoneaba y movía al son de la música, los parroquianos aullaban con fantasmas en una orgía de depravación. Apure el vaso mientras miraba a la chica, no tendría mas de veinte primaveras, sin embargo gastaba unas tetas mas grandes que su cabeza.

La noche estaba siendo decepcionante y demasiado tranquila... Decidí volver a casa a ver si Yuc había tenido mas suerte que yo. Por otro lado no me fiaba que Fluffle se comportara como le pedí, de seguro llegaba y me encontraba una Party Hard en toda regla...

El camino de vuelta era ruinoso, maloliente y sobre todo muy sucio, las pintadas en las paredes adornaban todo el callejón, el humo de los puros y cigarros de los mutantes con cara de pescado creaba una niebla espesa y horrible, como si Nick furia, Lobezno y Jhon konstantine estuvieran en una partida de poker ilegal.

Sin ningún aviso previo el paso me fue denegado, un grupo de matones con brillantes nudillos de metal estaban esperándome, parecia que efectivamente alguien se había enfadado conmigo.

Llegue a la posada donde nos estábamos alojando, olía a sangre, mugre y alcohol. Necesitaba una ducha y algunos puntos, sin embargo tenia lo que buscaba un nombre y una dirección, me sorprendió encontrar a Fluffle dormido con los hombres ñu enterrados en su pelaje, no sabia si realmente los había atrapado o ellos mismos sintiendo la esponjosidad se habían sumergido en el placer que era. La verdad no me importaba, me derrumbe en la cama y espere que mañana no me doliera nada.

Volví a la taberna sin ningún contratiempo más allá de equivocarme un par de veces de calle en la que girar, aquel amago de ghetto era bastante confuso, pero bueno, tiempo es lo que precisamente ahora me sobraba.
Cuando por fin estaba frente a la puerta me chistaron desde una esquina para llamar mi atención y no dude en acercarme.

-¿Eres el mercenario que andaba buscando trabajo sobre la reina? - Pregunto aquel Gyojin con gesto temeroso mientras miraba de forma neurótica en todas direcciones. - Que tontería de pregunta he hecho. Es obvio que tienes que ser tú, no creo que pueda haber muchos más extranjeros con esas pintas.

-Te acabas de responder tú solo. Pero sí, soy yo.

-Si, si. Toma esto. No nos conocemos y jamás hemos estado aquí. - Dijo tendiéndome una carta sellada antes de largarse de allí a un ritmo rápido.

Entré en la taberna y me fui tranquilamente a mi habitación, escuchaba a Puck y Tuck roncar al otro lado de la pared, parecían estar en la habitación de Bleyd así que seguramente se habían quedado secos con Fluffle. Al menos estaban a buen recaudo.

Me aseguré de que la puerta y ventana estuviesen aseguradas y tapadas, no quería dejar ningún margen a ojos indiscretos cuando leyese la carta.

"Ha llegado a nuestros oídos que está buscando trabajo como mercenario querido extranjero.
También que la reina y su gobierno no son de su agrado.
Le hemos investigado y nos han llegado rumores de su trabajo, podría sernos de utilidad.
Permitame invitarle a una reunión mañana por la noche.
Acuda al mismo callejón en el que le han entregado esta nota y uno de nuestros camaradas le guiará.

KC."

Parecía que mi plan si había captado su atención y querían verme, las siglas KC que firmaban la carta bien podrían ser de Kaya Cabaya, o podría tratarse de una trampa tendida por algún agente de la futura esposa de Maki pero eso era un riesgo que debía de correr, o más bien debíamos porque pensaba acudir con Bleyd... Si es que volvía.

Amaneci, tenia esa sensacion cansada de un mal descanso, me hubiera gustado seguir durmiendo, pero tal cosa era imposible, tenia a Fluffle totalmente activo y emocionado, no dejaba de golpearme con la añmuada, de dar saltitos encima mio y de correr por toda la habitacion en un ciclo interminable de caos y destruccion.

—Estoy despierto, estoy despierto, para de golpearme, dulce luna ¿ Por que me has abandonado?—

Suspire mientras me arrastraba fuera de la cama en direccion a la ducha, el agua caliente me relajo, con suerte podria desayunar algo antes de que los gordos panzudos de Yuc asaltaran la cocina.

Me desplace al comedor y alli me sente mientras una batalla campal se gestionaba. Fuertes de churros resostisn el embate de poderosas peras asesinas, la sana fruta era lanzada mediante onagros y catapultas hechas a mano.

Busque a yuc. Teniamos mucho de que hablar

Por una vez Puck y tuck no empezaban el día tajandola a base de alcohol sin conocimiento, pero eso no nos mantenía a salvo puesto que estaban sobreviviendo a base de café y habían entrado ya en frenesí, no, nadie estaba a salvo.
La única escapatoria posible era alejarse de su guerra de comida con fortificaciones y maquinas de asedio. La madre que los parió...

-Buenos días princesa. - Dije con tono jocoso cuando se acercó Bleyd. - ¿Qué tal has dormido? Espero que bien después del día que te pegaste dando palizas a pobres camellos y criminales de poca monta. ¿Pensabas que no me enteraría? Yo también estuve haciendo mi propia investigación. - Comenté pasándole la carta. - Como puedes ver obtuve algunos resultados y nos han citado en el callejón de al lado de este tugurio, esta noche. Podría ser una trampa o podría ser la introducción que necesitamos para dar con nuestro objetivo. ¿Cómo lo ves?

Esperaba que la información le resultase interesante y que estuviese dispuesto a colaborar. Más le valía, a fin de cuentas era él quien nos había metido en todo este embrollo de las conspiraciones e intentos de asesinato y las rebeliones al traernos a la boda de su amigo el pez gota en este lugar dejado de la mano de cualquier Dios. O bueno, por lo menos el Dios del alcohol de los dos pequeños Hombres Ñu si parecía estar presente para celebrar el enlace.

En el peor de los casos si se diese que Bleyd no quisiese colaborar bien por oponerse o bien por tener otro plan yo estaba dispuesto a correr el riesgo de ir a solas a aquella reunión y posible trampa.
Ya veríamos como terminaba todo esto...

-Vaya, veo que estas bien informado... Si estuve saltando alguna muelas, un trabajo sucio. Si. Pero mereció la pena, conseguí sacarles algunos nombres y direcciones a esos desgraciados. Por otro lado no esperes que te acompañe, al menos no a tu lado, te seguiré desde las azoteas a una distancia prudencial, necesitaras apoyo logístico si las cosas se salen de control.-

Me serví un buen desayuno de los restos de café y postres que volaban por todas partes.

-Um esto esta realmente bueno, respeto a lo que averigüe parece que Vinyl Scratch es uno de los mafiosos de la zona tiene un almacén de armas en el puerto, puede que sepa algo. Después de tu reunión si es poco fructífera, podríamos pasarnos para ver que puede contarnos, incluso podríamos conseguir algunos explosivos para Tuck y Puck, seria bonito verles lanzando granadas en vez de albóndigas. -

Llame a Fluffle para limpiarlo, con toda esa guerra de comida se habia puesto perdido, el chocolate y la nata montada salian fatal del pelo...

-Creo que voy a darle un manguerazo a Fluffle antes de partir, respecto a ti... igual quieres limpiar un poco el destrozo antes de que alguien resbale y se mate. Vuelvo en diez minutos.

Me despedí de Yuc y partí con Fluffle a la habitación para poder quitarle la mugre.

Limpiar los restos de aquella batalla campal que habían mantenido nuestros pequeñajos me sirvió para hacer tiempo hasta la noche, para evitara accidentes y sobre todo para evitar la ira de nuestro anfitrión el amable tabernero.

Salí de aquel antro, aunque ahora era un poco menos antro debido a la limpieza que habíamos llevado a cabo y me dirigí hacia el callejón. Estaba algo tenso, para que mentir, pues de verdad esperaba que aquello me llevase hasta Kaya Caballa en vez de ser una burda trampa tendida por esa misma gente... O por otra.
Quien podría saber si aquella gente no eran agentes encubiertos al servicio de la reina dispuestos a librarse de una potencial amenaza, aunque claro, nada podían saber de mi objetivo real.
En el peor de los casos me estaba metiendo en la boca del lobo no contaba con mis armas ya que me habían pedido que las dejase, pero con suerte si contaba con mi brazalete, mi armadura y el apoyo y vigilancia de mi compañero desde los tejados.

Me daba la sensación de que aquel callejón estaba más oscuro que cuando me dieron la nota, podría ser por pura paranoia con la situación o tal vez porque en efecto, lo estaba.
Al fondo se encontraban varias figuras encapuchadas.

-Te estábamos esperando. - Dijo una de las figuras. - Por favor, acompañanos.

Dudé por un segundo aunque me aseguré de no dejarlo entre ver, peor me dirigí tras las figuras.
Avanzamos hasta el final del callejón aunque por lo visto no había salida. ¿Entonces finalmente resultaría ser una trampa? No, no lo era. Empujaron un par de contenedores y tras hacer un par de gestos moviendo algún tipo de mecanismos abrieron una trampilla que daba paso a unas escaleras descendentes. Si el callejón era la boca del lobo entrar allí era ir directo al estómago...

La limpieza del local había sido una autentica pesadez, los trozos de comida por las esquinas eran dificilisimos de limpiar....

Con la ayuda de todos finalmente terminamos, la posada había pasado de ser un antro a un local de tercera, suspire con alivio y me encamine al cuarto para ponerme el traje de faena.

Comencé la vigilancia aérea, no quería que Yuc pasara un mal rato, por ello lo seguí desde las alturas de las casas, avanzaba poco a poco revisando con la vision de rayos X los tejados, hacia barridos en las diferentes visiones para asegurarme de que no era una emboscada y de que todo funcionaba como era necesario, lamentablemente la mitad del plan se fue al garete cuando se colaron por un pasadizo secreto.

-Pero serán cabrones...-

Maldije mi suerte mientras veía como desaparecían en las entrañas de la tierra, aun con la visión de rayos X no pude seguirlos demasiado, estaban bajando rápido y profundo y salian de mi alcance visual....

-Mierda Fluffle plan B, vamos a por el.-

Salte del tejado a la calle parando el impacto con la riñonera cohete. corrí hasta donde habían abierto el pasaje. Lamentablemente no fui capaz de averiguar que demonios habían hecho para activarlo, por ello entre a las bravas. Dispare al suelo con el cañón lineal haciendo cortes en el hormigón, un cubo de tres por tres salio de su hueco cuando lo extraje con el rayo tractor, con cuidado lo deposite al lado y me introduje en el agujero en pos de lo desconocido. No dejaría a Yuc solo.

Me guiaron a través de un túnel que conectaba con la red de alcantarillado y de ahí en un rumbo incierto por aquel caótico entramado.
Estaba seguro de que Bleyd me habría visto entrara aquí, pero no de que nos estuviese siguiendo de cerca, seguramente dejase un par de minutos para que no le detectasen así que en pos de facilitarle el rastreo fui usando los crampones retráctiles de mis botas para ir dejando en las intersecciones marcas en el suelo que le indicasen por donde habíamos ido.

Debieron de pasar unos cinco o diez minutos, aunque en aquella situación el paso del tiempo era relativo y pareció una eternidad, pero finalmente llegamos frente a una puerta metálica a la que mis amables acompañantes llamaron y tras comprobar sus identidades esta se abrió.

-Como comprenderá debemos de cachearle y requisarle las armas. - Me dijo uno de los sujetos.

-Lógico y normal. - Respondí mientras dejaba una de mis pistolas y mi cuchillo. - Por seguridad llevaba esto, pero aquí tenéis, podéis cachearme si queréis.

-No hace falta perder más tiempo. - Dijo una voz femenina desde el interior dela sala. - Ya ha dejado sus armas y a fin de cuentas vamos a ofrecerle un trabajo complicado para el que no contamos con mucho tiempo. Que pase.

pasé al interior, se trataba de una sala no muy grande, claramente artificial con distintas llaves de paso de las tuberías, debía de tratarse de alguna sala de control apra emergencias en las cloacas que esta gente estaba usando como lugar clandestino de reunión y organización al que solo le habían añadido una gran mesa central con una infinidad de papeles y documentos de todo tipo tirados por encima.

-Encantado señor Yuc. - Saludó la mujer Gyojin que se encontraba frente a la mesa. - Nos alegra que esté abierto a colaborar para llevar a cabo nuestra rebelión. Permítame presentarme, mi nombre es Kaya Caballa.

Si ella era Kaya Caballa suponía que mi plan había surtido efecto y no estaba ante una trampa, si no tendiéndola yo. Ante mi tenía a la líder de aquella rebelión que había intentado acabar con nuestro bienamado Maki y a cuatro de sus ayudantes.
Solo tenia la boleadora con su cable y el lanzallamas, así que era complicado acabar con todos sin ponerme en peligro. Debería de ganar tiempo hasta que Bleyd llegase... Si es que llegaba.

-Un gusto conocerla señorita. - Dije amablemente. - Me hago una idea de lo que me va a sugerir, pero necesitaría saber si tiene alguna forma de introducirme allí, si quiere algo que mande un mensaje claro y sobre todo y lo más importante... ¿Cuanto considera usted que va a pagar por ese servicio?

Esperaba que la reata de preguntas me hiciese ganar el suficiente tiempo.

El camino era oscuro, sucio y tortuoso, los túneles parecían ser viejas alcantarillas, camine en la oscuridad atento a los ruidos de las pisadas, lamentablemente el eco hacia que me confundiera, por fortuna Yuc se había molestado en dejar un rastro de profundos arañazos en el suelo, lo que me facilitaba seguirle a través del intrincado laberinto de túneles que conformaba aquella alcantarilla.

Finalmente tras un buen rato de caminar en el mas absoluto silencio del cual era capaz... lo cual no era mucho sinceramente. Llegue a una puerta metálica esta se encontraba cerrada y a través de ella pude comprobar que se encontraba Yuc con otro grupo de gente, seguramente sus contactos.

Con cuidado me acerque a la puerta, coloque una carga conformada de material detonante y le di candela, me cubrí de la detonación en la esquina mas noreste de la puerta. La deflagración arranco la puerta de sus goznes, el sonido reverbero por toda la alcantarilla revotando en las paredes. Salí de mi cobertura cargando a través de la apertura. Entre arma en mano a través del humo y los seguramente sorprendidos y ensordecidos defensores. No me ande con barbaridades, lance una bomba borracha al suelo dejando que los efluvios alcohólicos hicieran mella en los alli reunidos, necesitábamos información sobre todo, ya Yuc se encargaría de hacer el trabajo sucio. No me gustaba mancharme las manos pero me gustaría reducir al mínimo las posible bajas.

-Manos arriba, que nadie se mueva, esto es una redada.-

Esperaba que por una vez alguien hiciera caso a esa advertencia y no intentaran salir corriendo o organizar un tiroteo.

Joder. Esperaba a Bleyd, si, pero también esperaba que hubiese hecho una entrada un poco menos... ¿Destructiva? O al menos que no me colocase a mí en la posición de potencial daño colateral.

La puerta de metal que mantenía la sala cerrada voló por encima de mi cabeza, prácticamente peinándome y acbó por dejar a uno de los pobres desgraciados de esta infame rebelión de pegatina en la pared. ¿Sería mal momento para hacer un chiste de Toc-Toc?
Pero vamos, si algo había aprendido después de convivir y trabajar un poco con Bleyd es que cualquier explosión que genere ese monstrenco va a ir acompañada como mínimo de otra más. Cuando el está involucrado la explosiones nunca vienen solas.

Desplegué mi casco dejando la armadura sellada justo en el momento que tenía lugar la segunda explosión, por suerte se trataba de una de sus bombas borrachas, no eran letales pero sí muy pero que muy molestas.
Recapitulando rápidamente sobre la situación... Quedaban tres sujetos y su líder, Kaya Caballa. O bueno, más bien dos puesto que uno de ellos había optado por intentar salir huyendo a plena carrera, un plan con alguna que otra fisura puesto que solo había una puerta en aquel sitió y un armario empotrado acorazado contra el que se dió de bruces estaba entrando por ella.
Levanté mi brazo, lanzando la boleadora de acero contra uno de los restantes derribándolo en el acto. El último de ellos optó por la opción sensata y rindiéndose se echó al suelo con las manos en la nuca. Frente a mi ya solo quedaba Kaya Caballa, y a mi espalda el pobre desgraciado que se había estampado contra Bleyd.

-Bueno señorita Cabaya. - Dije acercándome a la líder de aquel grupo rebelde. - Parece que la fiesta ha llegado a su fin. Cometió un gran error al decidir atentar contra la vida de Makintosh en vez de contra la reina porque da la casualidad de que es un buen amigo de esa mole de la puerta y yo le he cogido cariño. Imagino que ya sabe como acaba esto ¿Verdad?

Podía ver una mezcla de miedo y aceptación en su mirada, parecía ser consciente de que había estado jugando con fuego y al final se había quemado al intentar forzar las cosas sin un plan seguro y jugándoselo todo a una última carta.

-No quiero enseñarme y hacerle sufrir de más. - Dije en dirección a Bleyd. - Soy partidario de una ejecución clásica de un disparo, rápida e indolora, o al menos eso dicen. Aunque nos han pedido que mandásemos un mensaje claro... Creo que sería una buena idea colgar el cuerpo junto con un cartel en la plaza mayor.

-Tu, quietecito.-

Colgué de un gancho de la pared al tipo que se empotro contra mi, se quedo pataleando en el aire sin poder descolgarse, era extremadamente cómico de ver, sin embargo había cosas mas importantes que hacer.

-Joder tío... no apruebo esas cosas de ejecuciones publicas y esas movidas... Vale que la reina sea una desgraciada y esas cosas. Que Maki sea un carnuz insufrible que nunca se entera de nada bien... Pero no me siento cómodo con esto, algo se nos escapa. Si quieres mi opinión... Bueno yo agarraría el cuerpo del pobre desdichado que esta en la pared, puedo hacer que se parezca a esta lindura en unas cuantas horas. Después tan solo tendremos que exponerlo como tu quieres, que todo el mundo vea lo que ha ocurrido.

Me gire a ver a la aterrad mujer.

Pero una cosa esta clara, ese lindo rostro tuyo desaparecerá, Yuc se lo que es revelarte contra algo que crees injusto, simpatizo con su causa. Sinceramente creo que puedo hacer un trabajo esplendido y ademas nos aseguraremos de que la rebelión no se quede sin cabeza pensante, por supuesto, cualquier intento de ir contra el pobre Maki supondría una visita mucho menos agradable y apacible por nuestra parte ¿lo has entendido?

Saque el instrumental y comencé a trabajar en el cuerpo, ya seria la moral de Yuc la que decidiera si quería cortar por lo sano o prefería intentar mi estratagema.

Por una vez todo estaba bajo control sin apenas derramamiento de sangre, o al menos no intencionado, porque todos sabemos que Bleyd nunca tiene en cuenta los daños colaterales que pueden causar sus explosiones. Pero ahí estábamos, a punto de rematar el trabajo cuando el armario empotrado que tenía por compañero tuvo a bien interrumpirme evitando la ejecución para proponerme un plan alternativo.

-¿Sabes qué te digo compañero? - Respondí. - Que te compro la idea. Vamos a hacerlo a tu modo que por esta vez no incluye muertes en masa. - Dije mientras iba retirando la puerta que mantenía atrapado el cuerpo del pobre desgraciado. - Haz lo que tengas que hacer pero hazlo rápido. Vamos contrarreloj, la boda es pasado mañana y quiero tener este asunto zanjado cuanto antes, y sobre todo cobrado.

Terminé de retirar la puerta dejando a Kaya Caballa bajo la supervisión de Bleyd, agarré el cuerpo y lo coloqué sobre la mesa tirando bastantes papeles al suelo en el proceso.

-Dime lo que necesitas y te echaré una mano. Pero aligerando, tampoco nos conviene pasar mucho rato aquí abajo, por prevenir.

Esperaba que Bleyd no se eternizase, lo último que nos convenía era que apareciese algún rebelde más y nos viésemos implicados en un conflicto más grande y menos sutil.

-No te preocupes, mañana a primera hora estará todo perfectamente hilado.-

Me alegre de que no tuviéramos que ejecutar a la pobre mujer, nadie tendría que ser asesinado por defender lo que cree que es justo, tal vez una paliza bien dada pero tanto como ser eliminado... Me parece excesivo. Me apure en reparar la cara del fallecido lo mejor que pude para que se pareciera a Kalla, la verdad es que tantos años de hacer suturas dieron sus frutos, lamentablemente la cara no podía sanar, aunque eso no era un problema muy grande, una mezcla de drogas sobre el cuerpo haría la función que buscaba, el cuerpo podría estar muerto, pero las células individuales no. Deje que el proceso de sanación arreglara los cortes y las punzadas, con suerte no se notaria demasiado, ahora me tocaba cambiar un poco a la moza para que no la reconocieran por la calle.

Finalmente estaba todo preparado en medio de la plaza estaba el cuerpo de la nueva Kaba Caballa o como leches se escribiera, Habia sido bastante creativo para ocultar las facciones, la empales por detrás y le saque el palo por la garganta atravesándole un pómulo, un espectáculo dantesco cuanto menos.

Deje lo matices de poner algún cartel e informar al contratista a Yuc, a el siempre se le daría mejor hablar conmigo, mientras tanto yo mantenía una conversación amistosa con la reestructurada señora.

-Bien, como veras te he salvado el culo, no me importa que atentes contra la reina o lo que sea pero creo que seria mejor que desaparecieras una buena temporada, ademas no te metas con Maki, la revolución siempre busca gente como tu. Podrías ingresar y plantear tus problemas a los altos mandos. Seguro que te pueden dar suministros y apoyo logístico cuanto menos. -

Esperaba que la muchacha hubiera aprendido la lección y aceptara la mano que le estaba ofreciendo amablemente, aunque no me importaba que se fuera por su cuenta, después de todo una cirugía facial forzada y presenciar a la muerte cambian a cualquiera.,