[Retos]Xerxes G. Dellacroix vs Kyle Aran

Operación Rundown. Así se llamaba la nueva operación de infiltración a la que me habían mandado los Revolucionarios, esta vez para conseguir algunos documentos simples. El hecho de que me hubieran mandado a mi solamente significaba una cosa: Prueba. Si, una prueba para demostrar mi valía y poder mostrar que era efectivo y necesario para que pudieran cumplir no solamente sus objetivos, sino también los míos propios, que eran básicamente los mismos; Escondido entre las malezas cercanas de la Base de la Marina en la isla de Shell Town, veía, estudiaba paso a paso todos los movimientos rutinarios de los Marine que se paseaban de guardia en el lugar. Siempre habían dos, cada uno con un intervalo de 3 minutos cada uno entre si, y siempre tenían el mismo recorrido circular, casi como si fuera una especie de bucle infinito.

-"Ya es hora..."- pensé, comenzando a escuchar a algunos pájaros y gaviotas que cantaban y aleteaban en este tiempo matutino -el sol recién salía-, apenas y el cielo comenzaba a teñirse de nuevo en ese celeste intenso, y en el horizonte, un anaranjado hermoso con toques violáceos y verdosos inclusive; Aprovechando los sonidos de las aves, desenvainé una de las pequeñas dagas que mantenía escondidas en mis botas. Agarrando aquella pequeña arma blanca con mi mano izquierda, manteniendo el filo apuntando hacia afuera, salí de los arbustos aprovechando que aquel guardia Marine se encontraba distraído orinando en una esquina oscura de la base. Pasé mi brazo derecho por su cuello, tapándole la boca, y al mismo tiempo, rodeaba con mi izquierda su cuello, apoyando con firmeza el filo de mi pequeña cuchilla de combate y desgarrando por completo los músculos como también una de sus venas yugulares, desangrándose, ahogado en su propio néctar carmesí. -Requiescat in pace, cazzo di merda.- susurré en un tono prácticamente inaudible, parecía más mover los labios que otra cosa.

Me quedaba un solo minuto, así que debía actuar rápido. La sangre afortunadamente no había manchado la ropa porque había inclinado su cuerpo de tal forma que la sangre cayera directamente al suelo, aparte de que con una mordaza hecha de madera tapé aquella herida para que fuera prácticamente imperceptible. Le saqué sus prendas y una vez me vestí con ese atuendo de soldado Marine, creé una cúpula con forma de tronco cortado encima del cadáver, no se veía demasiado real, pero a esta hora de la mañana nadie se fijaría demasiado en esos detalles, mucho menos unos reclutas de mierda que lo único que quieren es su taza de leche caliente y un pan para sacarse la modorra, y si es posible, seguir durmiendo en sus cómodas y tibias camas... ¡Pff! Vagos de mierda; De todas formas, comencé a caminar aprovechando que ya me había aprendido días atrás, todo premeditado, el camino de guardia que hacían esos Marines todo el tiempo, quizás caminaba un poco más rápido, queriendo encontrar esa sala en la cual se encontraban los archivos principales, pero de un segundo al otro... me choqué con alguien, no sabía quien o qué fuera, pero solamente le dediqué una mirada ladina a la par de seria, entrecerrando los ojos y luego dibujándose una pícara sonrisa en mi rostro... si, reconocía ese rostro, una de las misiones "secundarias" que me habían jactado eran de asesinar a todo aquel que me viera la cara, y ese sujeto la había visto. La daga había sido guardada de nuevo en la bota, desde el momento en que camuflé lo mejor posible el cadáver del otro difunto Marine...

-¿Qué, quieres pelea... pedazo de subnormal?- cuestioné moviendo mi cabeza de tal forma que me haría sonar las cervicales, y luego los nudillos, acomodando mis guantes con nudillos de hierro. Me puse de frente a él, estando alejado unos metros. Nos encontrábamos en el centro de aquella base, en un pequeño patio interno, de aproximadamente 10x10m, y la distancia entre nosotros era de cinco partiendo desde la mitad del "ring"... ¿Aceptaría el reto, o sería una gallina cobarde?

Mi respiración era bastante calmada, teniendo en cuenta la situación en la que me encontraba. Si bien seguramente el asunto era que no me reconocería nadie de ese sitio, por el punto de que tienen un registro específico de cada uno de los Marines que se encontraban allí... quizás podría meter en problemas a aquel sujeto que poco a poco me fui dando cuenta de sus cambios físicos. Sonreí de una manera complacida, parecía ser que estaba dispuesto a atacar, inclusive sus palabras me parecían un tanto emocionantes, pero patéticas de cierto modo; Suspiré pesadamente y cuando vi que arremetió hacia mi, yo hice lo mismo, esprintando poniendo mi pie izquierdo delante y luego arranqué. Nuestras distancias lentamente se iban achicando progresivamente íbamos avanzando. Noté que desenvainaba una Guadaña, que posiblemente terminaría usando con sus dos manos. El corte aparentemente iba horizontal, por lo que agaché mi cuerpo de tal modo que me deslicé por el suelo, apoyando mi codo derecho en el suelo, solamente para deslizarme apenas medio metro, aunque por la velocidad que aquel ataque había tomado, llegó a hacerme un corte superficial que alcanzó mi mejilla izquierda y el hombro de ese mismo lado, haciéndome sangrar de inmediato. Cuando parecía ser que esa acción había pasado, sin esperar ni un solo momento, tomé con mi mano izquierda -aunque algo adolorido por el corte que me alcanzó- la empuñadura de su arma, invadiendo casi por completo la guadaña con mi madera común y corriente, inclusive apresandole por completo las manos, volviendole prácticamente unas esposas, buscando prácticamente imposibilitar todo posible movimiento brusco o sorpresivo que pudiera hacer con sus manos u guadaña. De mi espalda salieron una especie de tablones que me ayudaron a levantar velozmente.

Cuando me fui levantando, cubrí mi puño derecho en una especie de guante de madera con púas duras hechas del mismo material. Flexioné rápidamente mi brazo derecho, girando todo el tronco de mi cuerpo hacia ese mismo lado, para luego hacer de efecto latigazo, lanzando aquel puñetazo con todas mis fuerzas, inclusive me había salido un pequeño nombre para aquella técnica: -Uddohandoru {Puño de Madera} [AF]- El golpe había salido a una velocidad común y corriente, no más de 2m/s. La idea no era solamente golpearle la cara y dañarle lo suficiente, sino seguir como si quisiera empujarle, y de tal forma, al último momento cuando el golpe alcanzara su punto máximo, soltar rápidamente aquella prisión de madera que sostenía su guadaña y manos juntas como unas esposas, haciendo así una especie de empujón como cuando alguien tira con fuerzas de algo, y el otro le suelta de golpe por bromear, por inercia la persona que tironea de X objeto, saldrá impulsada hacia atrás. Aunque quizás mis acciones no fueran las mejores, aquel golpe sería lo mejor para comenzar el combate. Él había logrado dañar mi ropa, mi piel y parte de mi carne. Si aquel golpe le alejaba lo suficiente, aprovecharía para acomodar un poco mi hombro, el cual me había quedado con cierto ardor/dolencia por el corte, y relamería la sangre que salía de la herida en mi mejilla; En tal caso que el golpe y mandarlo lejos hubiera funcionado, nos encontraríamos a unos 5 metros nuevamente, manteniendo siempre la distancia para poder predecir sus movimientos o al menos poder reaccionar mejor a sus acciones, aunque teniendo en cuenta que había logrado dañarme de esa forma, posiblemente me costaría más de lo normal.

El ataque parecía estar saliendo a la perfección, al estar aproximadamente a unos tres metros de distancia tenía la total certeza de que lograría dejarle imposibilitado por completo, pero un error fatal se formó en mi estrategia, había formado tubos... sin ninguna ramificación posible, por lo que solamente fui capaz de agarrar uno de sus brazos, mientras el otro quedaba totalmente libre. Teniendo en cuenta que su brazo estaba siendo hecho trizas, y que no demostraba ningún tipo de remordimiento u dolor ante aquello, ninguna reacción se demostraba en su rostro, me dejaba notar que era una persona decidida a asesinarme. De hecho, inclusive su mirada parecía totalmente despreocupada. Arqueé una ceja cuando lo vi mover, y de pronto me vi tironeado de tal forma que tuve que moverme hacia un lado para así no caerme de golpe, perdiendo un poco el equilibrio. Estaba decidido ya a liquidarle de un segundo al otro, pero en vez de eso, pude ver como su guadaña, midiendo aproximadamente unos dos metros y medio, quería alcanzar mi cuerpo. Si eso alcanzaba a tocarme siquiera, terminaría desmembrado de golpe, pero en vez de eso, transformé mi brazo derecho, el que tenía libre, en un tronco sumamente grueso y resistente, intentando cubrirme de aquel ataque por completo, pero en vez de eso, sentí como mis músculos se desgarraban, un corte de aproximadamente un centímetro y medio recorría casi toda la extensión de mi antebrazo y parte de mi brazo, ¿porqué me había golpeado? Ya que según estudios, los Logias eramos prácticamente intangibles, pero en vez de eso, llegó a hacerme verdadero daño a mi... ¿Pero qué demonios?

-¡Ugh!- quejé arrugando notablemente el entrecejo, aunque luego solté una pequeña risa. Enseguida aquel ataque me dio, aún soportando un tanto el dolor que el corte causaba, cubrí con madera la guadaña de mi contrincante a la par de su mano, usando la misma táctica de antes para al menos estar más seguro con mi golpe, con la intención nuevamente de no dejarle mover, esta vez no habría errores de cálculo. Me levanté de un salto ya que había caído por la fuerza de aquel guadañazo que por poco y casi me partía a la mitad si no hubiera sido por haber sacrificado el bienestar de mi brazo, y notando que aún me encontraba a una considerable distancia de mi enemigo, teniendo en cuenta que uno de sus brazos aún se veía apresado por la madera que estaba quebrando su hueso, haciendo uso del poder de mi brazo izquierdo el cual no estaba tan malherido como el otro, solté su brazo hecho trizas -o al menos esperaba que hubiera quedado así luego de tanta deformación que causé en la estructura de la madera con la que le agarraba-. Al haber soltado su brazo, velozmente transformé aquel tubo en una especie de bola de aproximadamente unos 50cm de diámetro, una esfera perfecta, casi pareciendo una "Morning Star", un arma medieval pero muy efectiva cuerpo a cuerpo; Aquella esfera de madera maciza estaba cubierta con púas bastante grandes, seguramente un golpe con eso y quedaría "K.O." en un instante.

Al momento que me sentí preparado, apretando con la fuerza que podía ejercer de mi brazo derecho contra la guadaña y mano del contrario para así al menos querer evitar posibles movimientos bruscos, abriendo mis piernas de tal forma que tendría un mejor eje de equilibrio que antes, moví mi brazo izquierdo primero hacia adentro de mi cuerpo, de tal forma que alejaría un poco la bola maciza de madera y púas a al menos un metro del rostro de aquel que pensaba liquidar, y posterior, lancé un ataque sumamente devastador, usando todas mis fuerzas posibles en aquel ataque. La "Morning Star" de madera con púas, yendo a una velocidad aproximada de 10m/s gracias al poder de la Logia, lancé un golpe potente dirigido a su pecho, con la intención directa de hacerle trizas todas sus costillas y órganos internos, si... quizás estaba pasándome de poder, pero inclusive el nombre era demasiado emocionante: -Mōningusutā no hi {Sol de la Estrella Matutina} [AB]- depositaría toda la potencia posible en ese ataque, mis fuerzas comenzaban a flaquear, debido al uso constante de mi Logia, como también el daño que mi contrincante había hecho en mi cuerpo, solamente esperaba... que esto sirviera lo suficiente para dejarle claro... que conmigo no se jugaba.

De nuevo, el golpe impactaba de lleno, esta vez destrozando parte del pecho de mi oponente, no sería un golpe mortal... siempre y cuando se tratara con sumo cuidado, pero si... el combate ya estaba totalmente decidido, o al menos en gran medida, ya que aquella bola enorme de madera maciza habría prácticamente quebrado todas las costillas flotantes y parte de las que cubrían los pulmones completamente. Una sonrisa macabra se dibujó en mi rostro al momento que la "Morning Star" de madera impactó contra mi contrincante. Inclusive llegaba a notarse como me relamía los labios mientras sacaba con fuerzas esa arma de madera, volviendo mi brazo nuevamente a la normalidad. Suspiré pesadamente, mientras miraba de soslayo mi brazo derecho, aquel chico de cabellera extraña y cambiante y de personalidad tan poco solida yacía aplastado contra la pared, posiblemente tendría aún algunas ansias de pelea, pero por como había quedado su cuerpo luego de ese golpe tan brutal que le había lanzado, dudaba en demasía el hecho de que pudiera siquiera levantarse, agradecía al menos que mi Logia me había salvado, pero si se hubiera cubierto o esquivado de aquel ataque que le lancé, por poco y perdía yo mismo... por el hecho de que las energías comenzaban a flaquear, y la sangre que salía por la herida en mi brazo, la cual seguramente dejaría una cicatriz que intentaría ocultar lo mejor que pudiera, me estaba debilitando poco a poco, además... el usar tanto tiempo la Logia simplemente me dejaba agotado, todavía no estaba del todo preparado para la acción al parecer, pero... con la práctica se hace al maestro, dice un dicho.

Aprovechando que aquel golpe había asestado por completo, y que posiblemente mi contrincante no se levantaría más, o eso esperaba, comencé a caminar de una forma acelerada, como el patio interno era básicamente eso, un patio interno con algunos pasillos alrededor y columnas un tanto macizas y gruesas, me paré detrás de una de aquellas columnas, vigilando no solamente si venía algún Marine que empezara a sospechar, sino también querer ver si aquel enemigo, ese tonto que creyó que podría contra mi -aunque debía admitirlo, yo también me había llevado algunos cortes- se levantaba de su lugar, cosa que dudaba en demasía, pero nunca cabía prevenir, como bien dice un dicho: Más vale prevenir que lamentar; Mi respiración era algo agitada, sumamente cortada por los jadeos, solamente deseaba que ese chico cayera noqueado ya, desmayado por el dolor y las heridas que había causado en su cuerpo, para así, poder sacarme este traje de mierda, que directamente ya me estaba dando un asco importante, cabe destacar, e irme de esta isla de una vez y por todas; Prácticamente me encontraba a 10 metros de mi enemigo, de aquel pequeño, escondido detrás de una columna aprovechando que había golpeado su pecho con aquella bola con púas en todo su pecho, un ataque brutal, y posiblemente mortal si no lo trataban a tiempo...