[Pasado || Privado] El conocimiento, fruto del pecado~ {Fein & Xerxes}

Habría llegado a Ohara hacia unas 7 semanas, tal vez mas pero la verdad que dentro del árbol del conocimiento el tiempo transcurre sin que vos te des cuenta, tenia hecho un resumen de unas 80, tal vez 90 hojas de los libros que tenían que ver sobre las Akumas y todas sus debilidades, ¿Sabían que en su tiempo existió una Akuma que te permitía convertir en piedra a aquellos que te aman o una que te permita parar el tiempo por segundos en un área determinada?, en cualquier caso yo no lo sabía y me era sumamente extraño ver que eso existiera, en lugar de toparme con Akumas de ese estilo me encontré con una que me permite cambiar de personalidad, si, de personalidad, es más un enfermedad que un poder ya que lo único que me permite hacer es tener varios estilos de combate y muchas armas pero ¿Acaso sirve de algo? en pelea si pero en todo lo demás es una Akuma molesta por sobre todo.

Volviendo a lo importa, me encontraba en aquella isla tratando de cumplir mi gran sueño, quitarme el poder de la Akuma, pero solo encontraba mas y mas Akumas, como una que te permite manejar algo Juyo o manejar el clima, las Zoan eran las que más me asombraban, habían de todo tipo de animales y de dicho animal habían modelos, si modelos, un mismo animal en sus diferentes hábitats, también las habían prehistóricas y mitológicas, estas últimas tenían una extrañeza extrema a tal punto que las prehistóricas se habían visto dos en 500 años de historia, la Akuma manejada por X-Drake un contra-almirante de la marina que se hizo un pirata reconocido en la época de Luffy y Quinty D. Shaky, una marine actual que se iba haciendo famosa con el tiempo.

Ahora en serio, vamos a dejar de hablar de Akumas que puedo estar largo y tendido, volvamos a lo realmente importante, estaba ahí buscando la debilidad "natural" de mi Akuma, como el hielo es débil ante el fuego, pero seguía sin encontrarla, era algo imposible, lo que había encontrado era que con entrenamiento se podían desbloquear mas Personalidades además de las 6 básicas, eso me asusto de sobremanera, algún día de estos podía aparecer un derivado mas de mi, cuando me entere de eso tuve que dejar mis resúmenes y las pilas de libros en aquella mesa que estaba usando para estudiar Akumas y decidí salir a tomar un poco de aire, seguir después de enterarme lo que podía pasar con mi Akuma no me iba a ayudar a mejorar.

Una vez fuera del árbol del conocimiento salude al viejo -Ahí información muy fea en esos libros la verdad- cuando dije eso el viejo me miro con una sonrisa característica de él, la típica "Te lo dije", la cuestión es que siempre me advertía que podía encontrar cosas muy feas ahí dentro, cosas que tal vez era mejor no enterarse y aun asi yo entraba a investigar indiscriminadamente sin reparar en lo que podía encontrar, pero bueno, seguí hablando con el viejo que me decía cosas muy interesantes de la época en la cual el pirata Monkey D. Luffy logro hacerse con el One Piece, uno de mis sueños estaba rondando encontrar ese tesoro que posee todo tipo de cosas además de oro.

Cuando me aleje del árbol vi a un joven al cual el viejo dejo entrar, estaba seguro de que nunca antes lo había visto en el árbol pero bueno, mientras cumpliera la ley número uno del árbol no me importaba, ahora de seguro se preguntan ¿Cual mierda es la ley numero uno? bueno eso es fácil, la ley dice "No sé a de tocar o mejorar ninguna investigación ajena a uno sin que el dueño de dicha investigación lo permita" por lo que mis papeles y pilas de libros debían de estar iguales al volver, yo me fui al pueblo a comprar un par de cosas para comer antes de continuar en mi búsqueda de la cura para mi Akuma.

Mientras volvía del pueblo vi al viejo durmiendo en la entrada del árbol, roncando y viéndole asomar un hilo de baba por un costado de la boca y deslizándose por la barba, esto me dio un asco tremendo y me hizo perder la concentración dejándole la oportunidad a Orgullo de salir, ni bien salió dio un bostezo y se estiro un poco mientras preguntaba -¿Dónde dejaste la lanza? Quiero mi arco- es obvio que no tenga el arco si yo dejaba la lanza en la mesa de trabajo, esa de seguro se había transformado en un arco sobre la mesa dejando asombrado a cualquiera que pase cerca durante ese momento.

Cuando le dije que estaba adentro ella entro dando saltando las escaleras de dos en dos, con algo de suerte algo la desconcentraría y me dejaría tomar el cuerpo de nuevo pero para mi mala suerte lo que la desconcentro fue chocar contra un joven de unos 20 años con un melena rubia y unos ojos azules bastante lindos la verdad, lo que lo arruino fue su actitud de baboso, se apego a Orgullo que estaba tan sorprendida como todas nosotras y se puso a bailar si es que se lo podía llamar asi.

Después de eso se agacho y dijo unas palabras -Oh, pero disculpa mi mala educación, 'hotness', me llamo Xerxes G. Dellacroix, pero puedes decirme... "Sexrex" ¿Y tú, lindura?~- momento que aprovecho Delicada para salir y desplazar a Orgullo dentro de nuevo, ahora el arco pasaría a ser un simple saco de colores rojos, si alguien veía eso de seguro se volvería loco.

Para mi desgracia había salido Delicada, la única de todas nosotras que de seguro se había enamorado de aquel baboso revolucionario ¿Cómo sabia eso? Era obvio al ver sus ropas, una persona normal como un ciudadano con un intenso entrenamiento de combate, algo asi como Azumi, mi viejo capitán -Sos muy dulce ¿Quieres ver?- típico de ella, ir directo al grano, mientras hacia la pregunta se holgó el escote, que por cierto es bastante chico para los pechos de ella y empezó a sonreír -Ni te atrevas a hacer eso Delicada- la rezongue antes de que pudiera hacer algo y enseguida se enojo y comenzó a gritarme en mil idiomas, aunque parezca ingenua ella sabe tanto como todas las demás.

Después de eso se dio media vuelta dejando al joven en la completa ignorancia y comenzó a seguir mis indicaciones para ir a buscar el saco -Por cierto, me llaman Delicada, si encontras a alguna otra mujer por acá pregunta por mi- esto lo dijo mientras daba vuelta el cuello y le tiraba un beso al pobre que debía de estar lo suficientemente excitado como para seguir, después de eso doblo en una esquina de la librería y con un soplido se corrió el pelo mientras me dejaba el control de nuevo -Gracias querida, necesitaba el control- le dije mientras daba una última vuelta y agarraba mi lanza me giraba para ver a un hombre desmayado en el piso, el pobre habrá visto como cambiaba de forma la lanza y habrá perdido la compostura.

¿Saben cuál fue la peor parte de encontrarme con aquel joven? que se le ocurrió seguirme cuando volví a tomar el control, al parecer le interesaba más saber porque cambiaba mi lanza al porque yo cambiaba de apariencia, cada cual tiene sus dudas aunque las de él eran algo extrañas.

En cuanto se acerco por detrás y me hablo no pude evitar sobresaltarme con la lanza en la mano y al darme vuelta Locura opto por tomar el cuerpo, que mal momento pasaría aquel muchacho, aunque para mí era algo sin importancia ya que se les había buscado al intentar perseguirme -Oh, gracias por asustar a Fein, Delicada debe de estar perdida en mi mente...- y en la mente Delicada le contesto "Nuestra mente" Locura sonrió sarcásticamente y sin dejar de ver al joven dijo -Nuestra, mía da igual, ahora solo quiero un poco de carne fresca- cuando dijo eso sujeto la lanza que ahora era una pistola y se la coloco en el cuello al pobre e indefenso muchacho, después con la mano izquierda tanteo en la espalda la escopeta que tenia sujeta de una cinta, en su caso la lanza se divide en dos eh ahí el motivo por el cual tiene dos armas, mientras tenía el arma en el cuello y ahora la escopeta en la cintura Locura le dedico una sonrisa algo sádica y dijo en voz baja acercándose al oído -Fuego- y seguidamente disparo de cada arma cerca de tres balas.
Trio balístico [AM]

Después de eso se dio media vuelta y con una sonrisa estaba por desmoronar todos los libros cuando logre despistarla al decirle "Esta vivo, rápido" cuando se dio vuelta logre tomar el control del cuerpo aunque no por mucho ya que me desconcentre y a Vergüenza por algún extraño motivo se le ocurrió salir, enseguida se escondió detrás de un estante con la intención de que el revolucionario que debía de estar herido la viera, sus intenciones eran ayudarlo pero tenía tanta vergüenza que no lo hacía, algún día tendría que perderlos pero eso no iba a ser posible ya que era una de mis personalidades, si cambiaba ella yo también lo haría -Perdón- dijo en un hilo de voz tan bajo que me daba vergüenza a mí que esa persona fuera yo, por cierto, la lanza en ella es una espada que despide un poco de frio por la hoja.

Aquel muchacho se acerco a nosotras preguntando y quejándose como nunca antes había visto, bueno eso no es verdad, eh visto gente quejándose mas que él pero bueno, la idea era que entierran lo molesto que resultan tantas preguntas.

Vergüenza se mantuvo escondida detrás de la biblioteca dejándose ver cada tanto aunque soltaba palabras sueltas, cosas sin sentido, eso sí, si unías las mil palabras sueltas de seguro tenias una oración pero asi era ella y no tenia forma de hacerla cambiar, aunque para mi sorpresa largo un grito sin tomar aire para responderle, cosa que hace muy pocas veces -Te estuvimos diciendo cada uno de nuestros nombres ya que somos siete personas en una y mi nombre es Vergüenza- bueno, después de esa oración se puso roja como un tomate y se escondió aun mas entre los libros "Ya, ahora si me vas a dejar a mi querida" por algún motivo note como ella asentía con la cabeza dejándome tomar control del cuerpo otra vez.

Una vez tomo el control de nuevo no pude evitar lanzar un grito de triunfo, algo asi como un -¡Siiii!- pero con una "i" larga y extendida, después de eso me levante del suelo ya que Vergüenza se había sentado y me acerque al muchacho -Mi nombre es Fein Marion, conocida como La maldita, La seductora o también La traicionera, todo esto se lo debo a mi Akuma no mi, la Baipōra - Baipōra no mi, que me da la capacidad de desbloquear personalidades como Locura, Orgullo, Delicada o Vergüenza, aunque para mi es más una maldición que un poder- cuando dije eso vi que unas personas se acercaban hacia donde estábamos nosotros debido a los disparaos de Locura.

Mire mis estudios y rápidamente me acerque a la mesa y tirando cosas al suelo saque mi libreta que rápidamente guarde en mi saco, después de eso pase por un lado del joven y le dije mis últimas palabras antes de salir de la isla -Te conviene irte ya si no quieres que te descubran, fue un placer no haberte matado gracias a tu logia de madera y si, te vi usándola dotes especiales de mi poder- dicho eso salí corriendo del lugar evitando a todas las personas que iban hacia donde aquel revolucionario estaba, de seguro lo acorralarían a preguntas si no salía de ahí.