Shinobu Yamamoto
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fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Nivel: 37
Nombre: Shinobu Yamamoto.
Apodo: Demonio de Onigashima. Shinono.
Raza: Misterios de la evolución (humana con cuernos).
Los onis son criaturas antropomórficas que alguna vez, hace mucho tiempo, habitaron prácticamente la totalidad de la isla de Fuji, en el Nuevo Mundo. Se cree que aparecieron por primera vez en Onigashima y, desde la región sureste de la actual capital, dirigieron sus ejércitos en una cacería sangrienta y cruel. Son bestias nacidas para la guerra de gruesas pieles rojas o azules, incluso las hay doradas y negras. Poseen cuernos en sus cabezas, algunos tienen dos; otros, solo uno. La mayoría de los onis rondan los cinco metros de alto y pesan alrededor de una tonelada, considerándose a sí mismos unos «tanques de batalla».
Los monjes del templo de Onigashima decían que Shinobu es el fruto de la unión entre un humano y un oni, conservando los ojos escarlatas y cabellos plateados de las gentes del sur, y los cuernos de las criaturas demoniacas. Si bien es más fuerte y resistente que un humano promedio, pudiendo cargar con tan solo diez años a un adulto en su espalda, su largo y extenuante entrenamiento le dotó de una destreza increíble, suponiendo dos rangos adicionales a esta característica. Los seres humanos, por otra parte, son los verdaderos maestros de la guerra. Puede que no sean los más poderosos físicamente, pero sus estrategias dejan en ridículo a las demás bestias que habitan el mundo. Y esto Shinobu lo sabe muy bien, traduciéndose a una fortaleza adicional relacionado con esta. Por último, y no menos importante, antes de convertirse en una Doncella de Guerra estudió con ahínco las flores medicinales de su tierra, representando un rango adicional a Herborista.
Sexo: Femenino.
Edad: 19 años.
Rango/Empleo: Ciudadana.
Clase: Doncella de guerra.
Características (mejoras incluidas): Destreza 9 (Postura Perfecta y Reflejos), Fuerza 6 (Habilidad), Resistencia 4 (Analgesia), Velocidad 4 (Aceleración), Agilidad 4 (Coordinación), Táctica 5, Combate armado 5.
Características en forma híbrida: Destreza 9 (Postura Perfecta y Reflejos), Fuerza 8 (Habilidad), Resistencia 6 (Analgesia), Velocidad 4 (Aceleración), Agilidad 4 (Coordinación), Táctica 5, Combate armado 5.
Características forma completa: Destreza 9 (Postura Perfecta y Reflejos), Fuerza 10 (Habilidad), Resistencia 7 (Analgesia), Velocidad 5 (Aceleración), Agilidad 4 (Coordinación), Táctica 5, Combate armado 5.
Cuenta con dos rangos adicionales a Destreza por bonificación racial.
Cuenta con mejoras especiales en Destreza, Fuerza, Agilidad y Velocidad.
Estilo de lucha: Mugetsu-ryū
Armas:
Nombre del objeto: Oni Sakon
Descripción y habilidades: Es una lanza recta de metro noventa curtida en batalla y que ha experimentado modificaciones radicales hasta llegar a manos de Shinobu. Shima Sakon, uno de los comandantes bajo órdenes directas de Shuten Douji, empleó la experiencia conseguida en 100 batallas para ordenar que uno de sus armeros de confianza le fabricase esta lanza personalizada. La hoja de cuarenta centímetros ha sido afilada a la perfección y se rumorea que nunca ha perdido su filo. Esta lanza ha capturado la furia de los cielos en su interior, pudiendo provocar ráfagas de viento con un ángulo de 120° y un alcance de tres metros capaces de desestabilizar a una persona normal cuando es blandida con la fuerza suficiente (mínimo rango 5).
Cualidades: Posee tenacidad y dureza especiales.
Oficios (1280/1305):
Montaraz (Excelencia): Herborista 6; Cazadora 6; Domadora 3.
Médico: Cirujana 3.
Cronista: Arqueóloga 4; Historiadora 4.
Renuncio a 1250 puntos de oficio lo que equivaldrían a dos maestrías adicionales.
Aspecto: Jamás se pensaría que una chica tan pequeña tendría tanta fuerza; ni siquiera supera el metro sesenta de altura. Viéndola con la armadura casi siempre puesta cuesta pensar que tiene algo de músculo bajo esta, pero la verdad es que Shinobu es muy fibrosa. Tiene los bíceps y los cuádriceps muy bien definidos, además de unos abdominales marcados. No es que sea una masa de músculo, solo tiene muy poca grasa en el cuerpo. Eso sí, la gente suele fijarse de inmediato en las cicatrices que tiene en sus manos. Tiene un feo recuerdo de cuando una daga le rasgó el antebrazo izquierdo, y un montón de protuberancias alargadas en la espalda, cortesía de los latigazos que recibió al ser capturada por el enemigo. Si alguien ha sufrido en la vida, esa es Shinobu.
Centrándonos en otros aspectos, es una jovencita de cabellos plateados y ojos escarlatas que siempre parece tener una sonrisa en el rostro. Pero seguro que primero te fijarás en sus largos cuernos. Durante muchísimo tiempo fueron objeto de discriminación y desprecio. Se podría decir que estos tienen una buena parte de culpa en sus problemas de autoestima. Si hay algo característico en Shinobu, es que su rostro refleja todo lo que su corazón siente. Si siente vergüenza, se pondrá roja como un tomate; si está triste, sus ojos se humedecerán y llorará; si está enojada, tendrá el ceño fruncido. Y todo lo hace casi de manera exagerada, siendo muy fácil de leer. Por lo general no supone ninguna desventaja, salvo a la hora de toparse con gente malintencionada.
Shinobu es una chica sencilla que no les presta demasiada atención a los lujos. Cuando no lleva su pesada armadura viste un kimono blanco sin demasiados adornos, sujeto por un cinturón en su mayoría de veces rojo. Las sandalias de madera son el calzado por excelencia. Es increíblemente diestra con los pies y tiene un gran talento para caminar con zancos, de hecho, es muy conocida en su isla natal por pelear usando este tipo de calzado. Su armadura, por otra parte, está compuesta por unas largas hombreras que abarcan la totalidad del brazo conformadas por placas de metal rojizo. Los guantes escarlatas también forman parte de su equipo de combate, así como también la pesada falda escalonada en placas de metal con forman acaban en el símbolo del clan Yamamoto, un círculo con una especie de estrella estilizada.
Personalidad: Una chica buena. Sería demasiado arrogante decir que Shinobu es todo lo que está bien en el mundo, pero siempre intenta hacer lo correcto. Es alguien amable y sensible que, si bien puede comportarse como una auténtica fiera en el campo de batalla, siempre va por ahí con una sonrisa en el rostro. Normalmente se muestra como una joven tímida, pero cuando entra en confianza esa faceta desaparece y aparece una chica conversadora y preguntona. Shinobu es verdaderamente altruista, responde la amabilidad con más amabilidad y se compromete tanto con su trabajo como con las personas. Su fuerte sentido del deber y su carácter bondadoso son también sus debilidades, puesto que, cegada por hacer el bien, ha sido manipulada y llevada a cometer atrocidades.
Es la trabajadora que quieres tener en el equipo. Es responsable y diligente, sin ninguna excepción entrega sus informes antes de la hora. Es meticulosa en lo que hace e incluso a veces roza el perfeccionismo. Como no es talentosa debe esforzarse más que los demás para hacer lo mismo, algo que ha desarrollado una personalidad perseverante y resiliente a la vez que humilde al punto de que suele subestimar sus logros y habilidades. Y, aun así, tiene una voluntad increíble para hacer las cosas, superar experiencias dolorosas y poder sonreír hoy en día.
Shinobu es sincera y abierta con sus propios sentimientos siendo, a la vez, genuina con estos. Si se preocupa por una persona, muy seguramente se lo dirá; si le cae mal alguien, también se lo hará saber. Es tan sincera consigo como con los demás y una de las cosas que detesta es la gente mentirosa, ese tipo de persona que miente sabiendo el daño que está provocando. La religión, por otra parte, conforma uno de los pilares de la personalidad de Shinobu. Se guía por valores ya consolidados en sí misma como, por ejemplo, la bondad y el respeto por la vida. Los engaños, el asesinato (cuestión distinta tratándose de la guerra), las mentiras, el robo… Hay un largo etcétera de cosas que esta chica no tolera.
Trasfondo: Soy de Fuji, un enorme trozo de tierra en el Nuevo Mundo. Antes pensaba que era la única isla del mundo entero, pero hoy en día me doy cuenta de lo que tonta que fui. El maestro tenía razón, como siempre. A pesar de no compartir lazos sanguíneos con él, siempre le consideraré un padre. Creo que hoy en día estoy buscando un lugar al que llamar hogar... Lo perdí todo y aún no me acostumbro a este nuevo mundo, pero estoy segura de que la gente también es agradable, de que lo pasaremos bien. Continuaré esforzándome por hacer lo correcto, creo que es lo que le gustaría al maestro. ¿Clase social? Uhm, supongo que no tengo nada... Mientras pueda comer una vez al día tampoco está mal, ¿verdad?
Me formé como sacerdotisa en el templo de Onigashima, aunque jamás pasé la prueba de consagración, así que supongo que solo puedo decir que fui estudiante durante mucho tiempo. Y temo que nunca podré serlo, no siendo quien soy. He traicionado la confianza del hombre que me quiso como ningún otro, y eso no lo haría una buena persona. Quise ayudar, pero acabé siendo un estorbo. Es por ello que me continúo esforzando para no fallarle a mis amigos, o al menos a los que tendré. ¿Enemigos? Uhm, supongo que todo Fuji… Aún no entiendo del todo bien lo que está pasando, pero creo que tengo más enemigos que amigos.
Algún día me gustaría recuperar las reliquias que fueron robadas luego de la quema del templo de Onigashima. Definitivamente sería la única razón por la que volvería a Fuji. Deseo un mundo sin guerras ni muerte, sin destrucción ni violencia, pero eso es imposible. Lo sé, tuve que aprenderlo por mi propia cuenta. Solo es un sueño, aunque intento ofrecer mi granito de arena para mejorar las vidas que están a mi alcance. Y quiero descubrir qué pasó en mi tierra natal, quiero saber el desenlace de todo. Temo que todo esto lo esté haciendo por mero egoísmo y no por una bondad sincera, pues la voz que me susurra cosas en mi cabeza siempre me lo repite. Creo que me conozco lo suficiente para saber que, pese a actuar como comandante del ejército Yamato, le temo a la guerra. Los cañonazos, las flechas surcando el cielo, el rugido de las espadas chocando entre sí, los tambores de guerra y los gritos de muerte... Supongo que tras haber estado en tantas batallas acabé perdiéndoles el miedo, aunque a día de hoy preferiría mantenerme alejada del campo de batalla y actuar en pequeñas operaciones.
Historia: Se dice que nació en una noche tormentosa y posteriormente abandonada en las fueras del templo de Onigashima. Fue encontrada y adoptada por el Supremo Monje, decisión que disgustó a sus pares: ¿cómo se le ocurría adoptar a una mocosa de cabellos blancos y ojos escarlatas? ¡Era un mal augurio! Criada en un ambiente de desprecio, Shinobu creció solo con el objetivo de algún día convertirse en sacerdotisa para demostrar que era como los demás. Entrenó ella sola y estudió más que nadie durante diez largos años en los que nadie le dirigió la palabra, nadie salvo el maestro. Aprendió a leer y a escribir para entender las sagradas escrituras de Izanagi-sama. Ese era su pequeño mundo que tejía con optimismo día a día, sin embargo, en el país estaba sucediendo algo muchísimo más grande que ella.
Los clanes Takamoto y Konoe tuvieron una fuerte discusión política que acabó dividiendo el país en dos bandos poderosos. Héroes se levantaron y otros cayeron, pero hasta el día de hoy se recuerdan esas honorables y valientes figuras que dieron su vida por el clan. Y una de las personalidades más importantes de ese momento era Takamoto no Yutaka, uno de los comandantes que, luego de perder la fortaleza de Hiuchiyama, encontró una mano amiga dentro de las murallas del templo de Onigashima. Ese mismo mes se celebró la Prueba de Consagración en donde los aprendices consagrarían sus votos, en caso de pasarla.
Había esperado durante mucho tiempo ese momento, había trabajado muy duro para finalmente ganarse el respeto que merecía dentro del templo. Nerviosa, cogió su lanza y se enfrentó a su oponente. El principio del combate fue complicado y se vio enormemente superada por el otro aprendiz hasta el punto de encontrarse con el suelo. Recibió mucho castigo antes de poder levantarse y contraatacar. Pero su adversario, motivado por el deseo de ganar y empujado por el desprecio hacia la chica demonio, respondió con aún más fuerza. Humillada y menospreciada por las palabras de este, bajó la guardia y recibió un golpe muy duro. Atacada tanto por su oponente como por sus propias dudas se quedó ahí en el suelo, esperando la derrota. Sin embargo, fueron los gritos de los soldados que sanó los que le permitieron ponerse de pie y seguir peleando. Demostró su gran destreza con la lanza y acabó derrotando a su adversario. Celebrando la victoria sin poder creer lo que había pasado, fue golpeada a traición por este.
Shinobu no consiguió superar la Prueba de Consagración y su fe en Izanagi-sama comenzó a caer. Los hombres de Yutaka marcharon del templo y poco tiempo después recibieron una visita de Konoe no Katsuo, comandante del clan Konoe. A todas luces parecía un hombre tranquilo y amable. Compartió sonrisas con el maestro de Shinobu y, al anochecer, ordenó a sus hombres quemar la villa de Onigashima. Los sacerdotes se encarnaron en una batalla mortal contra los samuráis de Katsuo. Una avanzadilla de monjes liderada por el sacerdote supremo Obito combatió con estos, permitiendo que muchos aldeanos se salvasen. A cambio tuvo que entregar su propia vida.
Era imposible detener el avance de los samuráis y el maestro se dio cuenta de lo que se avecinaba. Por ello, le encomendó la tarea más importante de todas a Shinobu: proteger el corazón de Shuten Douji y llevárselo a Kato, el hombre conocido como «El monje más fuerte». Entre lágrimas y sollozos se despidió de su maestro, adentrándose en los túneles que conducían a las afueras del templo. Sin embargo, el amor por el maestro le ataba a él y dio la media vuelta para volver. Sabía que podía ser de ayuda.
La situación era poco favorable para los monjes y muchos cayeron, pero de entre todos ellos había una figura gigantesca e iluminada: el propio maestro transformando en un buda. Abatió a muchos enemigos, pero también fue alcanzado por las lanzas de estos. Shinobu pensó que comiendo el corazón de Shuten Douji obtendría la fuerza para salvar a su maestro, así que le dio un mordisco y esperó el milagro: nada sucedió. Habiendo abandonado su fe y su humanidad, todo lo que su maestro había forjado con el tiempo, se entregó a los brazos de la muerte. Pero las palabras del hombre que más le amó, las palabras del hombre que era su padre le obligaron a aferrarse a la vida y cumplir su último deseo: vivir. Llorando y con el corazón desgarrado huyó del templo.
Shinobu lloró los tres días siguientes hasta quedar completamente seca, tan vacía que no le quedaban lágrimas que derramar. Entonces, regresó al templo. No quedaba nada de la belleza que alguna vez tuvo el orgullo de Onigashima, y todas las risas y comidas que compartió con el maestro quedaron enterradas bajo toda esa madera carbonizada. Pero ningún sentimiento se comparó al ver a su maestro empalado por cientos de lanzas. Yamamoto no Katashi murió de pie y mirando el cielo, esperando algún día reunirse en el abrazo de Izanagi-sama con su querida hija. Shinobu, por su parte, juró que mataría con sus propias manos al responsable de la muerte de su maestro.
La historia completa se encuentra aquí: Crónicas de guerra: El lamento de la sacerdotisa [Parte I]
Habilidades: Si este apartado figurara en una carta de presentación, Shinobu entraría en pánico, reiría muy nerviosa y se hundiría lentamente en la vergüenza. Conociendo a esta chica, la empatía entraría como la habilidad más importante que posee y la cual ha desarrollado con el paso del tiempo. Tiene facilidades para comprender realidades distintas y sentimientos ajenos, poniéndose en el lugar del otro. También es resiliente, pudiendo sobreponerse a los problemas que le afectan tanto en su día a día como a largo plazo. Durante casi once años estuvo entrenando todos los días, aguantando la discriminación y el menosprecio de los monjes, con el propósito de ganarse un lugar entre ellos.
Shinobu no es perfecta y ella lo sabe mejor que nadie. Siempre intenta cumplir su palabra y no retractarse, pero el fracaso forma parte del sendero de la humanidad. Detesta prometer en vano y cuando lo hace se compromete al mil por ciento. Por otra parte, Shinobu suele caer bien, aunque esto sin contar a los desagradables viejos de la isla de Fuji. Evidentemente hay excepciones, pero normalmente la gente piensa que es imposible que esta chica, con esa sonrisa iluminada y esas buenas vibras, sea capaz de hacer algún mal. Esto conduce a otra habilidad: las personas tienden a confiar en ella. Es buena oyente y siempre pone un hombro cuando alguien necesita llorar, no tiene problemas en pasar horas escuchando la historia de otra persona si eso puede suponer una ayuda. Por alguna razón, tanto hombres como mujeres suelen descargar sus sentimientos con ella.
Ningún personaje está obligado a sentirse atraído por Shinobu ni es obligatorio sentir simpatía hacia ella ni mucho menos confianza.
Fortalezas: Shinobu está lejos de ser una persona perfecta, de hecho, este concepto no puede aplicarse absolutamente en nada, excepto una cosa: la guerra. Tiene un ojo prodigioso a la hora de estudiar el campo de batalla, reconocer las debilidades del ejército enemigo y ejecutar movimientos impredecibles. La guerra fluye por su sangre y, por tanto, la comprende mejor que nadie. Sin embargo, ¿cómo enorgullecerse de algo así? Durante esta son cientos de vidas las que se pierden; miles de sueños los que se rompen; incontables corazones acaban rotos. Esta fortaleza adicional suele pasar desapercibida por su comportamiento amable y equívocamente ingenuo, lo cual termina sorprendiendo, para bien o para mal, a la gente.
La perseverancia figura como uno de sus pilares fundamentales. Dicho un par de veces arriba, Shinobu carece de talento y habilidad. Le toma más tiempo aprender determinada cosa que a otras personas, debiendo esforzarse el doble. No es la más inteligente ni la más astuta, pero intenta equilibrar toda esta “falta de talento” con una perseverancia insólita. Es la prueba viva de que el “ensayo y error” funciona. Puede caer cien, mil y hasta diez mil veces, pero se levantará dispuesta a aprender.
Desde pequeña convivió con el egoísmo, la envidia y la maldad. Y siempre estuvo observándolas desde fuera, estudiándolas inconscientemente. Si bien no es ninguna detectora de mentiras humana, tiene facilidades increíbles para reconocer las malas intenciones de la gente. Durante la guerra se traiciona y se asesina fríamente, se hacen cosas realmente atroces que nadie merece ver ni vivir. Shinobu estuvo ahí, bebiendo de la maldad de los comandantes de ambos ejércitos. ¿Cómo no va a identificar cuando alguien quiere hacerle daño a otra persona? Carece de formación clínica-psicóloga ni tiene idea de cómo se comporta la mente humana, sin embargo, hay ciertas… actitudes en las personas que activan sus alarmas.
Torpezas: Comencemos con el hecho de que tiene una cosmovisión del mundo muy… especial. Según ella, todo lo que existió, existe y existirá es parte de la creación de Izanagi-sama, el dios que vive en los cielos eternos y espera a todos sus hijos con los brazos abiertos. Persigue sus enseñanzas y las intenta cumplir en el día a día. Actos como mentir, traicionar e incluso robar son considerados pecados y, por tanto, no está dispuesta a cometerlos. Bien puede ser engañada o manipulada para que, inconscientemente, termine haciéndolos. En compañía de esto, Shinobu permaneció muchísimo tiempo encerrada en una isla con un escaso nivel intelectual. Hasta hace muy poco creía que Fuji era la única isla en todo el mundo. ¿Y qué significa esto? Bueno, es una chica muy ignorante. Sabe escribir y leer, pero no tiene idea de qué es la ciencia y sería incapaz de explicar por qué caen las cosas. ¿Reniega los avances de esta? Por supuesto que no, pero para ella todo tendrá una explicación en Izanagi.
Las situaciones difíciles le afectan mucho más que a otras personas. Shinobu no es la persona más racional del mundo y una buena parte de sus decisiones las toma con base en su moral. Si algo le parece que está bien, simplemente lo hará. Y, por el contrario, si algo está mal… Bueno, será difícil convencerle de lo contrario. Esto deriva a otra torpeza: es increíblemente dura de cabeza. Al igual que su difunto maestro, a Shinobu le cuesta seguir consejos que chocan con su cosmovisión de las cosas. Terca sería la palabra adecuada para describir esta faceta.
Debilidades: Carece de talento. La sacerdotisa no tiene grandes habilidades en prácticamente nada y, como se ha mencionado en varias ocasiones, debe esforzarse el doble o incluso el triple que los demás para conseguir lo mismo. No tiene mayor ciencia; la naturaleza no le ha favorecido. Otro de sus defectos, considerado muchas veces una enfermedad mental, es que escucha una voz que le incita a hacer cosas. Esquizofrenia auditiva, quizás. Esta voz normalmente está callada, pero aparece silenciosamente. En principio puede sonar amable y sabia, sin embargo, enseguida se vuelve tétrica y oscura. Shinobu cree que es el espíritu de Shuten Douji susurrándole cosas al oído, pero la voz la escuchaba de antes.
Nombre: Shinobu Yamamoto.
Apodo: Demonio de Onigashima. Shinono.
Raza: Misterios de la evolución (humana con cuernos).
Los onis son criaturas antropomórficas que alguna vez, hace mucho tiempo, habitaron prácticamente la totalidad de la isla de Fuji, en el Nuevo Mundo. Se cree que aparecieron por primera vez en Onigashima y, desde la región sureste de la actual capital, dirigieron sus ejércitos en una cacería sangrienta y cruel. Son bestias nacidas para la guerra de gruesas pieles rojas o azules, incluso las hay doradas y negras. Poseen cuernos en sus cabezas, algunos tienen dos; otros, solo uno. La mayoría de los onis rondan los cinco metros de alto y pesan alrededor de una tonelada, considerándose a sí mismos unos «tanques de batalla».
Los monjes del templo de Onigashima decían que Shinobu es el fruto de la unión entre un humano y un oni, conservando los ojos escarlatas y cabellos plateados de las gentes del sur, y los cuernos de las criaturas demoniacas. Si bien es más fuerte y resistente que un humano promedio, pudiendo cargar con tan solo diez años a un adulto en su espalda, su largo y extenuante entrenamiento le dotó de una destreza increíble, suponiendo dos rangos adicionales a esta característica. Los seres humanos, por otra parte, son los verdaderos maestros de la guerra. Puede que no sean los más poderosos físicamente, pero sus estrategias dejan en ridículo a las demás bestias que habitan el mundo. Y esto Shinobu lo sabe muy bien, traduciéndose a una fortaleza adicional relacionado con esta. Por último, y no menos importante, antes de convertirse en una Doncella de Guerra estudió con ahínco las flores medicinales de su tierra, representando un rango adicional a Herborista.
Sexo: Femenino.
Edad: 19 años.
Rango/Empleo: Ciudadana.
Clase: Doncella de guerra.
Características (mejoras incluidas): Destreza 9 (Postura Perfecta y Reflejos), Fuerza 6 (Habilidad), Resistencia 4 (Analgesia), Velocidad 4 (Aceleración), Agilidad 4 (Coordinación), Táctica 5, Combate armado 5.
Características en forma híbrida: Destreza 9 (Postura Perfecta y Reflejos), Fuerza 8 (Habilidad), Resistencia 6 (Analgesia), Velocidad 4 (Aceleración), Agilidad 4 (Coordinación), Táctica 5, Combate armado 5.
Características forma completa: Destreza 9 (Postura Perfecta y Reflejos), Fuerza 10 (Habilidad), Resistencia 7 (Analgesia), Velocidad 5 (Aceleración), Agilidad 4 (Coordinación), Táctica 5, Combate armado 5.
Cuenta con dos rangos adicionales a Destreza por bonificación racial.
Cuenta con mejoras especiales en Destreza, Fuerza, Agilidad y Velocidad.
Estilo de lucha: Mugetsu-ryū
- Mugetsu-ryu:
- Ejecución: Se cuenta en la mitología que una tarde Yamashiro, fundador de este estilo, reflexionaba con la vista puesta en las aguas cristalinas de Onigashima cuando algo le llamó la atención. En el cielo estrellado no había rastro alguno de la luna, sin embargo, el lago reflejaba el brillo plateado de esta. Así, Yamashiro fue inspirado a crear una lanza capaz de cortar el mismo cielo y reflejar lo que no está allí.
Usado por un puñado de samuráis debido a su gran complejidad, este estilo se basa principalmente en el uso de la lanza. El samurái se mantiene a una distancia segura mientras ejecuta estocadas o barridos. Lejos de centrarse en ataques rápidos y precisos, el Mugetsu-ryū busca movimientos devastadores y con un gran rango de acción, una destrucción tan violenta como para cortar la misma luna. El grado de la complejidad depende del añadido de armas extras. Este estilo de lucha ha sufrido una infinidad de modificaciones, y cada maestro agregó una técnica nueva en su momento. Así, el Mugetsu-ryū contempla el uso de la lanza en compañía de armas como la katana, cadenas e incluso hachas, todo depende de la fuerza del samurái.
Postura básica: Una postura alta se realiza con los brazos medianamente extendidos hacia arriba con la punta de la lanza mirando hacia abajo, ejecutando movimientos devastadores pero lentos y ofreciendo una gran protección ante enemigos fuertes y grandes. Una postura media, con la lanza situada a la altura del pecho, permite un combate equilibrado que da pie a una serie de piruetas en compañía del arma. Finalmente, una postura baja se enfoca exclusivamente en ataques rápidos y desde abajo hacia arriba. Más allá de la fuerza bruta o el poder de destrucción, esta postura permite movimientos ágiles y elegantes que buscan desconcertar al oponente.
Técnicas básicas:
Lanza de derribo: Tras ejecutarse un combo en postura alta, el samurái asesta un corte horizontal y embiste fuertemente la lanza contra el enemigo.
Patada con poste: Durante un combo ejecutado en postura media o baja, el samurái clava la lanza en el suelo para usarla como poste y luego da una patada.
Lanza celestial: Carga durante un segundo para realizar una poderosa embestida con la lanza en cualquiera de las posturas.
Lluvia lacerante: Durante un segundo el samurái acumula potencia y luego desata una lluvia de cinco estocadas salvajes al enemigo.
Intercambio de cuerpos: El samurái busca cambiar de posición con el enemigo que tiene delante para colocarse tras él.
Maraña: Únicamente en postura media el samurái puede barrer las piernas de un enemigo para derribarle.
Tajo atrás: En postura baja el samurái realiza un barrido al mismo tiempo que retrocede.
Mono volador: En cualquiera de las posturas el samurái puede usar la lanza de poste para saltar sobre el enemigo y ubicarse a su espalda.
Armas:
Nombre del objeto: Oni Sakon
Descripción y habilidades: Es una lanza recta de metro noventa curtida en batalla y que ha experimentado modificaciones radicales hasta llegar a manos de Shinobu. Shima Sakon, uno de los comandantes bajo órdenes directas de Shuten Douji, empleó la experiencia conseguida en 100 batallas para ordenar que uno de sus armeros de confianza le fabricase esta lanza personalizada. La hoja de cuarenta centímetros ha sido afilada a la perfección y se rumorea que nunca ha perdido su filo. Esta lanza ha capturado la furia de los cielos en su interior, pudiendo provocar ráfagas de viento con un ángulo de 120° y un alcance de tres metros capaces de desestabilizar a una persona normal cuando es blandida con la fuerza suficiente (mínimo rango 5).
- Imagen referencial:
Cualidades: Posee tenacidad y dureza especiales.
Oficios (1280/1305):
Montaraz (Excelencia): Herborista 6; Cazadora 6; Domadora 3.
Médico: Cirujana 3.
Cronista: Arqueóloga 4; Historiadora 4.
Renuncio a 1250 puntos de oficio lo que equivaldrían a dos maestrías adicionales.
Aspecto: Jamás se pensaría que una chica tan pequeña tendría tanta fuerza; ni siquiera supera el metro sesenta de altura. Viéndola con la armadura casi siempre puesta cuesta pensar que tiene algo de músculo bajo esta, pero la verdad es que Shinobu es muy fibrosa. Tiene los bíceps y los cuádriceps muy bien definidos, además de unos abdominales marcados. No es que sea una masa de músculo, solo tiene muy poca grasa en el cuerpo. Eso sí, la gente suele fijarse de inmediato en las cicatrices que tiene en sus manos. Tiene un feo recuerdo de cuando una daga le rasgó el antebrazo izquierdo, y un montón de protuberancias alargadas en la espalda, cortesía de los latigazos que recibió al ser capturada por el enemigo. Si alguien ha sufrido en la vida, esa es Shinobu.
Centrándonos en otros aspectos, es una jovencita de cabellos plateados y ojos escarlatas que siempre parece tener una sonrisa en el rostro. Pero seguro que primero te fijarás en sus largos cuernos. Durante muchísimo tiempo fueron objeto de discriminación y desprecio. Se podría decir que estos tienen una buena parte de culpa en sus problemas de autoestima. Si hay algo característico en Shinobu, es que su rostro refleja todo lo que su corazón siente. Si siente vergüenza, se pondrá roja como un tomate; si está triste, sus ojos se humedecerán y llorará; si está enojada, tendrá el ceño fruncido. Y todo lo hace casi de manera exagerada, siendo muy fácil de leer. Por lo general no supone ninguna desventaja, salvo a la hora de toparse con gente malintencionada.
Shinobu es una chica sencilla que no les presta demasiada atención a los lujos. Cuando no lleva su pesada armadura viste un kimono blanco sin demasiados adornos, sujeto por un cinturón en su mayoría de veces rojo. Las sandalias de madera son el calzado por excelencia. Es increíblemente diestra con los pies y tiene un gran talento para caminar con zancos, de hecho, es muy conocida en su isla natal por pelear usando este tipo de calzado. Su armadura, por otra parte, está compuesta por unas largas hombreras que abarcan la totalidad del brazo conformadas por placas de metal rojizo. Los guantes escarlatas también forman parte de su equipo de combate, así como también la pesada falda escalonada en placas de metal con forman acaban en el símbolo del clan Yamamoto, un círculo con una especie de estrella estilizada.
- Modo seria:
- De perfil:
Personalidad: Una chica buena. Sería demasiado arrogante decir que Shinobu es todo lo que está bien en el mundo, pero siempre intenta hacer lo correcto. Es alguien amable y sensible que, si bien puede comportarse como una auténtica fiera en el campo de batalla, siempre va por ahí con una sonrisa en el rostro. Normalmente se muestra como una joven tímida, pero cuando entra en confianza esa faceta desaparece y aparece una chica conversadora y preguntona. Shinobu es verdaderamente altruista, responde la amabilidad con más amabilidad y se compromete tanto con su trabajo como con las personas. Su fuerte sentido del deber y su carácter bondadoso son también sus debilidades, puesto que, cegada por hacer el bien, ha sido manipulada y llevada a cometer atrocidades.
Es la trabajadora que quieres tener en el equipo. Es responsable y diligente, sin ninguna excepción entrega sus informes antes de la hora. Es meticulosa en lo que hace e incluso a veces roza el perfeccionismo. Como no es talentosa debe esforzarse más que los demás para hacer lo mismo, algo que ha desarrollado una personalidad perseverante y resiliente a la vez que humilde al punto de que suele subestimar sus logros y habilidades. Y, aun así, tiene una voluntad increíble para hacer las cosas, superar experiencias dolorosas y poder sonreír hoy en día.
Shinobu es sincera y abierta con sus propios sentimientos siendo, a la vez, genuina con estos. Si se preocupa por una persona, muy seguramente se lo dirá; si le cae mal alguien, también se lo hará saber. Es tan sincera consigo como con los demás y una de las cosas que detesta es la gente mentirosa, ese tipo de persona que miente sabiendo el daño que está provocando. La religión, por otra parte, conforma uno de los pilares de la personalidad de Shinobu. Se guía por valores ya consolidados en sí misma como, por ejemplo, la bondad y el respeto por la vida. Los engaños, el asesinato (cuestión distinta tratándose de la guerra), las mentiras, el robo… Hay un largo etcétera de cosas que esta chica no tolera.
Trasfondo: Soy de Fuji, un enorme trozo de tierra en el Nuevo Mundo. Antes pensaba que era la única isla del mundo entero, pero hoy en día me doy cuenta de lo que tonta que fui. El maestro tenía razón, como siempre. A pesar de no compartir lazos sanguíneos con él, siempre le consideraré un padre. Creo que hoy en día estoy buscando un lugar al que llamar hogar... Lo perdí todo y aún no me acostumbro a este nuevo mundo, pero estoy segura de que la gente también es agradable, de que lo pasaremos bien. Continuaré esforzándome por hacer lo correcto, creo que es lo que le gustaría al maestro. ¿Clase social? Uhm, supongo que no tengo nada... Mientras pueda comer una vez al día tampoco está mal, ¿verdad?
Me formé como sacerdotisa en el templo de Onigashima, aunque jamás pasé la prueba de consagración, así que supongo que solo puedo decir que fui estudiante durante mucho tiempo. Y temo que nunca podré serlo, no siendo quien soy. He traicionado la confianza del hombre que me quiso como ningún otro, y eso no lo haría una buena persona. Quise ayudar, pero acabé siendo un estorbo. Es por ello que me continúo esforzando para no fallarle a mis amigos, o al menos a los que tendré. ¿Enemigos? Uhm, supongo que todo Fuji… Aún no entiendo del todo bien lo que está pasando, pero creo que tengo más enemigos que amigos.
Algún día me gustaría recuperar las reliquias que fueron robadas luego de la quema del templo de Onigashima. Definitivamente sería la única razón por la que volvería a Fuji. Deseo un mundo sin guerras ni muerte, sin destrucción ni violencia, pero eso es imposible. Lo sé, tuve que aprenderlo por mi propia cuenta. Solo es un sueño, aunque intento ofrecer mi granito de arena para mejorar las vidas que están a mi alcance. Y quiero descubrir qué pasó en mi tierra natal, quiero saber el desenlace de todo. Temo que todo esto lo esté haciendo por mero egoísmo y no por una bondad sincera, pues la voz que me susurra cosas en mi cabeza siempre me lo repite. Creo que me conozco lo suficiente para saber que, pese a actuar como comandante del ejército Yamato, le temo a la guerra. Los cañonazos, las flechas surcando el cielo, el rugido de las espadas chocando entre sí, los tambores de guerra y los gritos de muerte... Supongo que tras haber estado en tantas batallas acabé perdiéndoles el miedo, aunque a día de hoy preferiría mantenerme alejada del campo de batalla y actuar en pequeñas operaciones.
Historia: Se dice que nació en una noche tormentosa y posteriormente abandonada en las fueras del templo de Onigashima. Fue encontrada y adoptada por el Supremo Monje, decisión que disgustó a sus pares: ¿cómo se le ocurría adoptar a una mocosa de cabellos blancos y ojos escarlatas? ¡Era un mal augurio! Criada en un ambiente de desprecio, Shinobu creció solo con el objetivo de algún día convertirse en sacerdotisa para demostrar que era como los demás. Entrenó ella sola y estudió más que nadie durante diez largos años en los que nadie le dirigió la palabra, nadie salvo el maestro. Aprendió a leer y a escribir para entender las sagradas escrituras de Izanagi-sama. Ese era su pequeño mundo que tejía con optimismo día a día, sin embargo, en el país estaba sucediendo algo muchísimo más grande que ella.
Los clanes Takamoto y Konoe tuvieron una fuerte discusión política que acabó dividiendo el país en dos bandos poderosos. Héroes se levantaron y otros cayeron, pero hasta el día de hoy se recuerdan esas honorables y valientes figuras que dieron su vida por el clan. Y una de las personalidades más importantes de ese momento era Takamoto no Yutaka, uno de los comandantes que, luego de perder la fortaleza de Hiuchiyama, encontró una mano amiga dentro de las murallas del templo de Onigashima. Ese mismo mes se celebró la Prueba de Consagración en donde los aprendices consagrarían sus votos, en caso de pasarla.
Había esperado durante mucho tiempo ese momento, había trabajado muy duro para finalmente ganarse el respeto que merecía dentro del templo. Nerviosa, cogió su lanza y se enfrentó a su oponente. El principio del combate fue complicado y se vio enormemente superada por el otro aprendiz hasta el punto de encontrarse con el suelo. Recibió mucho castigo antes de poder levantarse y contraatacar. Pero su adversario, motivado por el deseo de ganar y empujado por el desprecio hacia la chica demonio, respondió con aún más fuerza. Humillada y menospreciada por las palabras de este, bajó la guardia y recibió un golpe muy duro. Atacada tanto por su oponente como por sus propias dudas se quedó ahí en el suelo, esperando la derrota. Sin embargo, fueron los gritos de los soldados que sanó los que le permitieron ponerse de pie y seguir peleando. Demostró su gran destreza con la lanza y acabó derrotando a su adversario. Celebrando la victoria sin poder creer lo que había pasado, fue golpeada a traición por este.
Shinobu no consiguió superar la Prueba de Consagración y su fe en Izanagi-sama comenzó a caer. Los hombres de Yutaka marcharon del templo y poco tiempo después recibieron una visita de Konoe no Katsuo, comandante del clan Konoe. A todas luces parecía un hombre tranquilo y amable. Compartió sonrisas con el maestro de Shinobu y, al anochecer, ordenó a sus hombres quemar la villa de Onigashima. Los sacerdotes se encarnaron en una batalla mortal contra los samuráis de Katsuo. Una avanzadilla de monjes liderada por el sacerdote supremo Obito combatió con estos, permitiendo que muchos aldeanos se salvasen. A cambio tuvo que entregar su propia vida.
Era imposible detener el avance de los samuráis y el maestro se dio cuenta de lo que se avecinaba. Por ello, le encomendó la tarea más importante de todas a Shinobu: proteger el corazón de Shuten Douji y llevárselo a Kato, el hombre conocido como «El monje más fuerte». Entre lágrimas y sollozos se despidió de su maestro, adentrándose en los túneles que conducían a las afueras del templo. Sin embargo, el amor por el maestro le ataba a él y dio la media vuelta para volver. Sabía que podía ser de ayuda.
La situación era poco favorable para los monjes y muchos cayeron, pero de entre todos ellos había una figura gigantesca e iluminada: el propio maestro transformando en un buda. Abatió a muchos enemigos, pero también fue alcanzado por las lanzas de estos. Shinobu pensó que comiendo el corazón de Shuten Douji obtendría la fuerza para salvar a su maestro, así que le dio un mordisco y esperó el milagro: nada sucedió. Habiendo abandonado su fe y su humanidad, todo lo que su maestro había forjado con el tiempo, se entregó a los brazos de la muerte. Pero las palabras del hombre que más le amó, las palabras del hombre que era su padre le obligaron a aferrarse a la vida y cumplir su último deseo: vivir. Llorando y con el corazón desgarrado huyó del templo.
Shinobu lloró los tres días siguientes hasta quedar completamente seca, tan vacía que no le quedaban lágrimas que derramar. Entonces, regresó al templo. No quedaba nada de la belleza que alguna vez tuvo el orgullo de Onigashima, y todas las risas y comidas que compartió con el maestro quedaron enterradas bajo toda esa madera carbonizada. Pero ningún sentimiento se comparó al ver a su maestro empalado por cientos de lanzas. Yamamoto no Katashi murió de pie y mirando el cielo, esperando algún día reunirse en el abrazo de Izanagi-sama con su querida hija. Shinobu, por su parte, juró que mataría con sus propias manos al responsable de la muerte de su maestro.
La historia completa se encuentra aquí: Crónicas de guerra: El lamento de la sacerdotisa [Parte I]
Habilidades: Si este apartado figurara en una carta de presentación, Shinobu entraría en pánico, reiría muy nerviosa y se hundiría lentamente en la vergüenza. Conociendo a esta chica, la empatía entraría como la habilidad más importante que posee y la cual ha desarrollado con el paso del tiempo. Tiene facilidades para comprender realidades distintas y sentimientos ajenos, poniéndose en el lugar del otro. También es resiliente, pudiendo sobreponerse a los problemas que le afectan tanto en su día a día como a largo plazo. Durante casi once años estuvo entrenando todos los días, aguantando la discriminación y el menosprecio de los monjes, con el propósito de ganarse un lugar entre ellos.
Shinobu no es perfecta y ella lo sabe mejor que nadie. Siempre intenta cumplir su palabra y no retractarse, pero el fracaso forma parte del sendero de la humanidad. Detesta prometer en vano y cuando lo hace se compromete al mil por ciento. Por otra parte, Shinobu suele caer bien, aunque esto sin contar a los desagradables viejos de la isla de Fuji. Evidentemente hay excepciones, pero normalmente la gente piensa que es imposible que esta chica, con esa sonrisa iluminada y esas buenas vibras, sea capaz de hacer algún mal. Esto conduce a otra habilidad: las personas tienden a confiar en ella. Es buena oyente y siempre pone un hombro cuando alguien necesita llorar, no tiene problemas en pasar horas escuchando la historia de otra persona si eso puede suponer una ayuda. Por alguna razón, tanto hombres como mujeres suelen descargar sus sentimientos con ella.
Ningún personaje está obligado a sentirse atraído por Shinobu ni es obligatorio sentir simpatía hacia ella ni mucho menos confianza.
Fortalezas: Shinobu está lejos de ser una persona perfecta, de hecho, este concepto no puede aplicarse absolutamente en nada, excepto una cosa: la guerra. Tiene un ojo prodigioso a la hora de estudiar el campo de batalla, reconocer las debilidades del ejército enemigo y ejecutar movimientos impredecibles. La guerra fluye por su sangre y, por tanto, la comprende mejor que nadie. Sin embargo, ¿cómo enorgullecerse de algo así? Durante esta son cientos de vidas las que se pierden; miles de sueños los que se rompen; incontables corazones acaban rotos. Esta fortaleza adicional suele pasar desapercibida por su comportamiento amable y equívocamente ingenuo, lo cual termina sorprendiendo, para bien o para mal, a la gente.
La perseverancia figura como uno de sus pilares fundamentales. Dicho un par de veces arriba, Shinobu carece de talento y habilidad. Le toma más tiempo aprender determinada cosa que a otras personas, debiendo esforzarse el doble. No es la más inteligente ni la más astuta, pero intenta equilibrar toda esta “falta de talento” con una perseverancia insólita. Es la prueba viva de que el “ensayo y error” funciona. Puede caer cien, mil y hasta diez mil veces, pero se levantará dispuesta a aprender.
Desde pequeña convivió con el egoísmo, la envidia y la maldad. Y siempre estuvo observándolas desde fuera, estudiándolas inconscientemente. Si bien no es ninguna detectora de mentiras humana, tiene facilidades increíbles para reconocer las malas intenciones de la gente. Durante la guerra se traiciona y se asesina fríamente, se hacen cosas realmente atroces que nadie merece ver ni vivir. Shinobu estuvo ahí, bebiendo de la maldad de los comandantes de ambos ejércitos. ¿Cómo no va a identificar cuando alguien quiere hacerle daño a otra persona? Carece de formación clínica-psicóloga ni tiene idea de cómo se comporta la mente humana, sin embargo, hay ciertas… actitudes en las personas que activan sus alarmas.
Torpezas: Comencemos con el hecho de que tiene una cosmovisión del mundo muy… especial. Según ella, todo lo que existió, existe y existirá es parte de la creación de Izanagi-sama, el dios que vive en los cielos eternos y espera a todos sus hijos con los brazos abiertos. Persigue sus enseñanzas y las intenta cumplir en el día a día. Actos como mentir, traicionar e incluso robar son considerados pecados y, por tanto, no está dispuesta a cometerlos. Bien puede ser engañada o manipulada para que, inconscientemente, termine haciéndolos. En compañía de esto, Shinobu permaneció muchísimo tiempo encerrada en una isla con un escaso nivel intelectual. Hasta hace muy poco creía que Fuji era la única isla en todo el mundo. ¿Y qué significa esto? Bueno, es una chica muy ignorante. Sabe escribir y leer, pero no tiene idea de qué es la ciencia y sería incapaz de explicar por qué caen las cosas. ¿Reniega los avances de esta? Por supuesto que no, pero para ella todo tendrá una explicación en Izanagi.
Las situaciones difíciles le afectan mucho más que a otras personas. Shinobu no es la persona más racional del mundo y una buena parte de sus decisiones las toma con base en su moral. Si algo le parece que está bien, simplemente lo hará. Y, por el contrario, si algo está mal… Bueno, será difícil convencerle de lo contrario. Esto deriva a otra torpeza: es increíblemente dura de cabeza. Al igual que su difunto maestro, a Shinobu le cuesta seguir consejos que chocan con su cosmovisión de las cosas. Terca sería la palabra adecuada para describir esta faceta.
Debilidades: Carece de talento. La sacerdotisa no tiene grandes habilidades en prácticamente nada y, como se ha mencionado en varias ocasiones, debe esforzarse el doble o incluso el triple que los demás para conseguir lo mismo. No tiene mayor ciencia; la naturaleza no le ha favorecido. Otro de sus defectos, considerado muchas veces una enfermedad mental, es que escucha una voz que le incita a hacer cosas. Esquizofrenia auditiva, quizás. Esta voz normalmente está callada, pero aparece silenciosamente. En principio puede sonar amable y sabia, sin embargo, enseguida se vuelve tétrica y oscura. Shinobu cree que es el espíritu de Shuten Douji susurrándole cosas al oído, pero la voz la escuchaba de antes.
Shinobu Yamamoto
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Oni oni no mi: Modelo Oni
Es un racimo de uvas escarlata con forma de corazón con un efecto peculiar: da la impresión de que está palpitando y bombeando sangre. Tiene un sabor asqueroso como si se estuviese comiendo carne descompuesta. Esta fruta del diablo dota al usuario de la capacidad de convertirse en un oni, una criatura del folclore japonés conocida como el «yokai más fuerte». Así, esta versión de oni tiene las siguientes habilidades:
- Tempestades [Faceta Principal]: A lo largo de la historia el oni ha sido culpado en incontables ocasiones de los desastres naturales que han azotado Japón, sin embargo, el folclore japonés no solo figura a los onis como responsables, sino también como «amigos del ser humano». El oni tiene dominio sobre las tempestades y lo relacionado a ello (nubes, vientos, rayos, nieves). Por regla general, una tormenta dura 3 turnos + 1 por cada rango par a partir de nivel 20.
- Guardián del infierno [Faceta Secundaria]: De acuerdo a la escatología budista los onis se encargan de la supervisión del infierno: cuidan sus puertas, vigilan que nadie se escape, cuidan que los fuegos no se apaguen y son unos torturadores por excelencia. Los onis están directamente relacionados con el mal por su naturaleza demoníaca, son expertos percibiéndolo y reconociéndolo. Incluso dicen que lo pueden oler a kilómetros y no dejarán odio ni resentimiento sin castigo.
- Polimorfia [Faceta Secundaria]: De acuerdo a leyendas antiguas del folclore japonés, los onis se transformaban en seres humanos para engañar a la gente y atraerla a sus cuevas para luego darse un festín. Son incontables los mitos en donde se les ve adoptando otras apariencias.
- Invencibilidad [Faceta Secundaria]: Probablemente sea el rasgo más característico de los onis. Para un ser humano común y corriente vencer a una de estas criaturas es imposible. Hay un mito que gira en torno a Minamoto no Yoritsumu y Shuten Douji, en el cual, el primero, asalta la fortaleza del «oni más poderoso» y consigue cortarle la cabeza. Sin embargo, el yokai continuó con vida y atacó hasta que el samurái le retiró los ojos de sus cuencas.
Forma híbrida: Aparecen tonalidades rojizas en algunas partes de su cuerpo, sus músculos aumentan su volumen y Shinobu crece hasta alcanzar los dos metros y medio. Las facciones de su rostro aún humano se vuelven un poco más fieras, los colmillos se acentúan y bajo sus ojos se ven unas líneas rojas horizontales. Sus uñas pasan a ser auténticas garras afiladas con las que podría desgarrar con facilidad la piel de un hombre. Incrementa en dos rangos la fuerza y en dos rangos la resistencia.
Forma completa: Su piel completa se vuelve roja como el fuego del infierno y, si bien su rostro conserva facciones antropomórficas, carece de belleza. Su cabello plateado parece flotar sin hacerle caso a la gravedad, su dentadura se ve provista de una horripilante hilera de grandes colmillos, y sus cuernos crecen hasta alcanzar sesenta centímetros de longitud cada uno. En esta forma, Shinobu mide cuatro metros y sobrepasa la media tonelada de peso. Un tercer ojo dispuesto verticalmente aparece en su frente, el cual puede desplazar a lo largo y ancho de su cuerpo. Incrementa en cuatro rangos la fuerza, en dos rangos la resistencia y en otros dos la velocidad.
Tabla de Tempestades:
Nivel 1: El oni es capaz de convocar pequeñas tormentas con vientos lo suficientemente fuertes como para sacudir con suavidad los árboles, molestar a la gente que lleva paraguas y poco más, además de generar lluvias que disminuyen ligeramente la visibilidad. La tormenta sería lo suficientemente grande como para cubrir una pequeña villa.
Nivel 10: La fuerza de los vientos aumenta de manera tal que sus velocidades alcanzan los 60 km/h, pudiendo mover árboles más grandes o provocando dificultades para moverse en contra de este. En el mar podrían verse olas medianamente grandes.
Nivel 20: La fuerza de la tormenta continúa creciendo poco a poco, manifestándose en vientos que alcanzan velocidades de hasta 70 km/h. Estos impiden que un humano corriente se mueva con normalidad, siendo golpeado por las ráfagas de viento. Las olas alcanzan aún más altura y poco a poco se vuelven más peligrosas. El fenómeno atmosférico, por otra parte, sería lo suficientemente grande como para cubrir una villa de tamaño ordinario.
Nivel 30: Los vientos más fuertes alcanzan velocidades de hasta 80 km/h, levantando olas altas y muy gruesas, además de pudiendo provocar daños superficiales en estructuras débiles (como una choza de madera, por ejemplo). La lluvia es tan intensa que dificulta la visibilidad, siendo imposible para un humano normal ver más allá de 50 metros.
Nivel 40: Las tormentas responden a otros fenómenos meteorológicos como, por ejemplo, truenos y relámpagos. Los vientos más fuertes pueden soplar a velocidades de hasta 110 km/h, siendo capaces de desplazar vehículos y levantar olas muy grandes. Poco a poco se acerca más a lo que se podría llamar desastre natural, teniendo el tamaño suficiente como para cubrir un pueblo.
Nivel 50: Los truenos rugen en el cielo y de vez en cuando los rayos golpean la tierra, la lluvia es tan intensa que ningún humano podría ver más allá de 25 metros. Los vientos, por su parte, pueden alcanzar velocidades de hasta 140 km/h.
Nivel 60: La tormenta aumenta considerablemente su tamaño, pudiendo cubrir en tamaño una ciudad pequeña. Los vientos rugen con fiereza, sobrepasando los 190 km/h. La lluvia cae con tal fuerza y densidad que no tardaría demasiado tiempo en desbordar un río cuyo cauce se encuentre medianamente lleno.
Nivel 70: Las tormentas eléctricas son comunes ya y estas azotan la tierra con tal fuerza cuyos vientos pueden alcanzar los 240 km/h. Las olas son tan altas que podrían hundir con facilidad una embarcación mediana. La intensidad de la lluvia es tal que ningún humano ordinario podría ver más allá de 10 metros en medio de la tormenta. Bueno, eso si es que consigue sobrevivir a la fuerza de las ráfagas.
Nivel 80: Vientos de hasta 270 km/h golpean la tierra, truenos y rayos son de lo más común, las olas tienen crestas tan altas que podrían hundir una embarcación medianamente grande. En superficie ninguna estructura de madera sería capaz de sobrevivir a la fuerza de la tormenta. Oh, y esta puede cubrir en tamaño una ciudad grande.
Nivel 90: Los vientos rugen con tal intensidad que alcanzan los 340 km/h, los rayos caen constantemente y la intensidad de la lluvia es tal que, además de disminuir la visibilidad a casi nada, podría desbordar un río en pocos minutos. El área del fenómeno meteorológico continúa creciendo.
Nivel 100: Los vientos alcanzan los 400 km/h, no hay prácticamente nada que quede en pie luego de ser golpeado por una tormenta de esta magnitud. En tierras llanas podrían ocasionarse tornados que, en conjunto con los rayos, podrían generar un auténtico cataclismo. Las olas son tan grandes que podrían hundir sin dificultad una embarcación grande. El área que alcanza la tormenta se extiende hasta cubrir una región de una isla.
Tabla de Guardián de los Infiernos:
Nivel 1: Los onis poseen una gran sintonía con la maldad, siendo capaces de sentirla y reconocerla en cualquier sitio. Es por ello que el usuario puede percibir tanto los sentimientos negativos como las intenciones hostiles de una persona. Este sentimiento se expresa como un aroma que dependerá de cuán malvada sea la intención, sentimiento o propiamente la persona. Por ejemplo, cuando una persona está a punto de mentir el usuario sentirá un olor relacionado con el infierno (azufre, carne quemada, putrefacción, etc.). Ahora, bien puede oler que alguien está tramando alguna jugarreta sucia o incluso un asesinado, sin embargo, no posee la destreza necesaria para identificar el aroma y con ello la intención exacta.
Nivel 20: Cuenta con un buen dominio sobre los aromas del mal, pudiendo reconocerlos con algo de trabajo. Es capaz de identificar ciertos olores como el de la mentira, el del odio y la envidia.
Nivel 50: El oni puede identificar una gama variable de aromas relacionados a distintos males. Además de las mentiras, el odio y la envidia, es capaz de reconocer intenciones más específicas (como cuando alguien está a punto de hacerle daño a otra persona). Es casi imposible para una persona malvada no ser reconocida por el oni.
Nivel 80: Prácticamente no hay criatura viva que pueda escapar al olfato del oni. Si es mala por naturaleza, este lo sabrá. Si posee sentimientos, intenciones o pensamientos malvados, lo descubrirá.
Tabla de Polimorfia:
Nivel 1: El oni es capaz de adoptar otras formas humanas durante tres turnos, o bien hacer cambios localizados como, por ejemplo, alterar la apariencia de un brazo o una pierna para no transformarse por completo.
Nivel 10: Es capaz de adoptar formas más… complejas durante tres turnos. Monstruosas, mejor dicho. Básicamente es capaz de cambiar la apariencia e imitar la de otros yokais, aunque por ningún motivo copiará las cualidades físicas o especiales de uno.
Nivel 40: Las formas que puede adoptar son cada vez más engorrosas. Podría convertirse en un híbrido entre humano-demonio de seis brazos, una pierna y veinte ojos. Solo por poner un ejemplo. Las transformaciones duran cinco turnos.
Nivel 70: Ya no es solo capaz de cambiar la apariencia superficial, sino condiciones específicas tales como el peso. Podría volverse veinte veces más grande/pesado o diez veces más pequeño, depende de su estado de ánimo.
Nivel 100: El límite es la imaginación. No, mentira, sí que tiene límites. Si bien las transformaciones duran hasta que se aburra, no puede transformarse en criaturas marinas. Está prohibido o algo. Puede adoptar formas sacadas de historias surrealistas, todas mayoritariamente basadas en el folclore japonés.
Tabla de Invencibilidad:
Nivel 1: El folclore retrata a los onis como criaturas con una fuerza sobrehumana, bestias invencibles. Lamento desilusionar a la gente, pero la verdad es que estos pueden ser vencidos y la historia ha demostrado que también pueden morir. Ahora, esta característica ha surgido de lo difícil, por no decir imposible, que es matar a uno. Por regla general, un oni puede resistir cualquier herida mortal para luego ser tratado por un sanador. Se dice que Shuten Douji no murió cuando fue decapitado por Minamoto no Yoritsumu, sino cuando este le sacó los ojos de sus cuencas.
Importante: El que pueda resistir una herida mortal no significa que pueda continuar peleando, sólo que no morirá tras haberla sufrido. Además, si no es tratado por un médico eventualmente perecerá.
Nivel 30: El cuerpo del oni está diseñado para soportar grandes presiones (como si estuviera a mil metros bajo el mar) y temperaturas extremas. Podría sobrevivir en un ambiente cuyas temperaturas ambientales alcancen los 100°C y los -30°C sin problemas.
Nivel 60: La piel del oni es incluso más dura que el acero y casi tan tenaz como el titanio, por lo que siquiera conseguir dañarlo resulta una tarea titánica. Además, puede resistir cualquier herida que no sea mortal y continuar peleando.
Nivel 90: El oni es capaz de soportar presiones extraordinarias (como si estuviera a tres mil metros bajo el mar) y temperaturas muy extremas. Podría sobrevivir en un ambiente cuyas temperaturas ambientales alcancen los 220°C y los -65°C. Es tan difícil dañarle que podría soportar incluso un rayo.
Tabla de Mejoras:
Nivel 1: Los desastres naturales están bien, pero el problema es que tú también mueres con ellos, así que, usando un poco la inteligencia, los onis han aprendido a generar pequeñas versiones de estos que pueden controlar con cierta maestría. De esta manera, el usuario puede provocar pequeñas ráfagas de viento que golpean con toda su fuerza la primera mitad de su recorrido, desaparecen pasado los diez metros y tienen un ángulo máximo de 120°.
Importante: La velocidad de las corrientes siempre será igual a la de la tabla + otros power ups.
Nivel 10: El oni ha aprendido a cambiar rápidamente de forma, aunque este no es el término más apropiado. Explosividad; sí, este es el adecuado. Siempre y cuando no haya cambios sustanciales (como multiplicar su estatura o darse demasiados brazos) cualquier transformación le tomará menos de un segundo.
Nivel 20: ¿Crees que generar diminutas versiones de las tempestades es la única manera de usar los poderes de un oni? Ja, novatos. El usuario puede sentir hacia dónde se dirigen las distintas corrientes de viento y, mejor aún, es capaz de usarlas a su favor. El oni puede aprovechar las ráfagas y moverse con ellas, pudiendo desplazarse rápidamente.
Importante: El oni puede sentir las ráfagas de viento dentro de un radio equivalente al estipulado en la tabla.
Nivel 30: La naturaleza está en un constante cambio y los onis también. Las pequeñas ráfagas de viento ya no son tan pequeñas. Estas recorren hasta la mitad de su trayectoria sin perder fuerza, desaparecen pasado los veinte metros y tienen un ángulo máximo de 150°.
Nivel 40: Ha aprendido a controlar mejor sus poderes y, de esta manera, dominar el factor explosividad. Puede cambiar su apariencia en menos de un segundo a menos que sufra un cambio drástico como, por ejemplo, ver su tamaño disminuido en más de una quinta parte.
Nivel 50: El viento no es el único elemento dentro de una tormenta, sino que hay otros igual de importantes. El oni puede generar nubes pequeñas (lo suficientemente grandes como para cubrir una casa de un piso) o exageradamente diminutas (tamaño suficiente para caber dentro de la palma). Además, tiene un dominio telepático sobre estas y, si bien no están cargadas de electricidad como para soltar truenos o fenómenos similares, son muy molestas.
Importante: Puede manipularlas apenas sin concentrarse en un radio equivalente al tamaño máximo de una tormenta que puede generar.
Nivel 60: Es capaz de sentir las ráfagas de viento y distinguirlas según colores que solo el oni ve. Además, hasta una vez por turno puede manipular la dirección de una corriente de viento específica que se encuentre dentro de una tormenta.
Nivel 70: Cualquier transformación que no involucre añadirse más de diez apéndices o aumentar/disminuir su tamaño/peso en diez veces le tomará menos de un segundo.
Nivel 80: El oni puede generar una única ráfaga de viento que no perderá fuerza en los primeros ¾ de su recorrido, desapareciendo pasado los ochenta metros. También es capaz de encadenar ráfagas de viento, aunque se debe mantener la proporción establecida en este rango.
Nivel 90: Tiene una gran sintonía con el viento y pareciera que este le habla. Por poner un ejemplo, podría saber si va a llover dentro de las siguientes horas o días según el tipo de viento. Por otra parte, el oni posee un dominio magistral sobre las corrientes de viento. Una vez por turno puede controlar hasta tres corrientes de viento distintas que se encuentren dentro de una tormenta (o el espacio equivalente a la tormenta que puede crear por tabla).
Nivel 100: ¡Rayos, nieve, lluvia! ¡Caos! El oni es capaz de crear nubes tan grandes que podrían cubrir un pueblo. Dentro de estas hay un importante desbalance electroestático que, si bien nadie sabe lo que significa o si tiene sentido, provoca truenos y relámpagos.
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Haki de Observación Entrenado — Empatía (III): Concentrándose activamente puede distinguir a todas las personas a su alrededor de los animales. Desarrolla su modalidad única de Haki de observación.
Haki de Armadura Entrenado — Armadura (III): Puede generar una armadura transparente con brillo metálico alrededor de su cuerpo que mejora en un rango adicional la resistencia de su Haki. Mientras mantenga sus armas imbuidas en Haki, nada sin un Haki superior es una amenaza para ellas.
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¡Ficha terminada!
Faltarían las ventajas de oficio y subir la tabla de la fruta del diablo (está en proceso de construcción).
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Bueno, señorita. En principio todo en orden. Lo único... Supongo que la lanza Onigiri es tu objeto especial. Si eso es así, no hace falta que contestes y tira a los censos. De no serlo, debo pedirte que la dejes como un arma normal.
Muchas gracias y disfruta del rol.
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Tabla de la fruta del diablo añadida~
Todo correcto, paso a cerrar la ficha.
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¡Buenas noches!
He gastado los 10 puntos de entrenamiento del evento en cuatro mejoras especiales de estas "narrativas" y he subido tanto haki de observación como de armadura a nivel 3 cada uno (pasando de despertados a nivel 3, claro). Además, me gustaría usar mi ventaja de facción y entrar a la Marina^^
¡Saludos y gracias!
He gastado los 10 puntos de entrenamiento del evento en cuatro mejoras especiales de estas "narrativas" y he subido tanto haki de observación como de armadura a nivel 3 cada uno (pasando de despertados a nivel 3, claro). Además, me gustaría usar mi ventaja de facción y entrar a la Marina^^
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