¡10 años en activo! Hace ya 10 años que esta comunidad, todavía más antigua, encontró su lugar en OPD. Los tiempos han cambiado y los usuarios más antiguos han dado paso a las nuevas generaciones que hoy rolean, pero siempre con el mismo espíritu que nos vio nacer: Construir juntos la historia más grande jamás contada. Da igual si acabas de llegar o llevas una vida; si te quedas o te vas: Gracias por hacer de este foro un lugar mejor.
Leaping es probablemente la isla más peligrosa de todo el Paraíso, tanto para la gente sobre ella como para quienes, incautos, navegan a su alrededor. Está ubicada bajo la madre de todas las corrientes ascendentes, que empuja la isla cada doce horas hacia los cielos, ascendiendo entre mil y tres mil metros de altura. Por fortuna para sus habitantes, los árboles forman un pequeño paracaídas que ralentiza la caída, aunque el cambio de presión sigue provocando jaquecas a cualquiera que no esté habituado. Por otro lado, la isla no va muy deprisa pero si cae sobre un barco las consecuencias son obvias. Sus únicos habitantes son una población tribal tan inteligente que nunca se ha metido en política.
■ Regiones: Leaping es una isla de grandes bosques y no demasiadas colinas. Hay varios ríos y muchas llanuras, sin nada más reseñable.
■ Flora y fauna: Lo que más destaca de la flora de Leaping son sus grandes árboles. De inmensas copas, actúan de paracaídas cuando la isla sale despedida por los aires.
■ Lugares de interés: Hay varios asentamientos de la misma tribu desperdigados por toda la isla. En el centro hay un sindicato; no va nadie porque es una representación fática de poder y esta tribu es anarquista, pero estar está.
■ Algunos habitantes: En el asentamiento de las albuferas conviven varias parejas, entre ellas Tony y Lara. Se pasan el día recolectando fruta y nadando con los tiburones kawaii, a los que tendrían de mascotas si no fuera una imposición de poder sobre los animales. Los perros humoristas suelen pasarse por allí, pero van y vienen sin que nadie les obligue.
Trevor vive con las capibaras parlanchinas. Literalmente. Se ha hecho una cama y una pequeña cabaña junto a ellas y como no parece molestarles pues ahí se ha quedado. A él no le gusta mucho hablar, pero le encanta escucharlas, así que es un trato fantástico. Sabe por terceras todo lo que ocurre en la isla, pero es maravilloso a la hora de guardar secretos.
Álvaro trabaja en el sindicato, es decir, tiene el mejor edificio de la isla. No tiene deberes porque nadie se pasa nunca por allí, así que se limita a vivir allí para mantener las apariencias y ya está. En realidad se aburre bastante.