¿Que diablos somos? [Arny, Tilikum]

-Aún me duele la cabeza... (Escupitajo)- Me desperté en una barcaza de estas de salvamento, junto a un saco de comida, pude suponer que Morgoth después de darme tremenda paliza fue él quien decidió salvarme y dejarme a la deriva, si fuera por los demás estaría muerto o encarcelado para ser nuevamente vendido, pero el único humano que tenía algo de "piedad" o lo que fuera era él, tubo que ser su idea... -Maldito mono sin pelo (Escupitajo) y pensar que encima de noquearme le tendré que dar las gracias (escupitajo) Aún que dejarme a la deriva inconsciente en el mar de Gran Line no creo que (Escupitajo) Fuera muy sensato, era presa fácil de los reyes marinos... Maldito monstruo descerebrado (Escupitajo)- Era un maldito orangután sin pelo pero tenía que admitir que era fuerte... Aún que cuando le fui a golpear el mentón algo raro pasó, quizás fue por el golpe de después pero juraría que algo raro pasó y por eso no acerté pero tras la conmoción que sufrí después a saber si eran imaginaciones mías o simplemente paso algo...
Y ahí estaba yo, maldiciendo al maldito humano mientras escupía repetidamente... ¿Por qué escupía? te lo explico... -No conseguí derrotar a ese maldito humano por el simple hecho de que no tengo recursos... El tenía armas, yo no soy de armas, pero de pequeño se me daba muy bien el orgullo de nuestra raza...- Era el primero de mis compañeros y superaba a muchos luchadores más veteranos entre los críos claro... El Gyojin karate era una forma de hacerme más poderoso, de pequeño me sirvió ¿Por qué no iba a serlo de grande? Por eso estaba escupiendo, había una técnica que simulaba a un disparo, empezaría por esa... Mis mofletes estaban desentrenados y no conseguía escupir a mas de un metro pero me acordaba... Bueno más o menos, tantos años de tortura y golpes, nublan el juicio de cualquiera pero insistiendo, conseguiré volver a controlar ese escupitajo de la leche...

¿Y por qué estaba entrenando sobre una barca en medio del agua? Porque mínimo tendría que estar ahí un par de horas más pues a lo lejos se podía ver una isla llena de luces que iluminaban el cielo, pero no había mucho viento y no estaba para remar, podría ir nadando peor total, estaba entrenando que más da el tiempo que tardase en ir... -¿De noche? Cuanto habré estado inconciente..- Me preguntba calculé unas pocas hroas, no un día entero...

Durante su travesía por la senda del futuro, el ornitorrinco no había perdido de vista su objetivo. Por el camino había reído, comido y conocido gente. Pero las palabras leídas en el periódico comprado en Bloothe lo perseguían mientras se dejaba llevar por los vientos del Grand Line en su camino a Dark Dome.
Cuanto más cerca estaba de la isla, el carácter normalmente risueño del mink fue quedando relegado al fondo de su conciencia. Concentrándose para lo que estaba por hacer.
Por su profesión de navegante, había memorizado un par de rutas con anterioridad. El camino del rey, y la que sobrevolaba de isla en isla en aquel momento. Conocía las islas, y lo que podías encontrar en ellas. Sabía el pozo oscuro que era Dark Dome, pero saber que incluso había quien se vanagloriaba de comerciar con esclavos como si se tratasen de nabos hacía que su sangre hirviera clamando venganza.

A medida que surcaba el cielo a lomos del viento, el ornitorrinco dejó su mente vagar libremente por su pasado. Su oscuro pasado a manos de los esclavistas que consiguieron capturar una versión más joven e inexperta de si mismo. Una versión sin poder ni medios para defenderse. Pero ahora poseía conocimiento, experiencia, y poder suficientes como para preparar un buen desmadre.

Desde la altura, Arny fue consciente de una extensa línea oscura que partía de la isla hacia la siguiente en la ruta, Pucci. Una extraña formación que se mecía al ritmo de la marea, como una línea de orugas, siguiendo la corriente que se alejaba de la isla.
Observar aquello en la distancia lo hizo regresar su mirada a las zonas más cercanas, al menos antes de que la oscuridad perenne se apoderase del cielo, y usar la visión desde tan lejos dejase de ser una opción. Así fue como descubrió una solitaria barcaza con un ser, que pudo catalogar como un gyojin, como único tripulante. Parecía disgustado por algo pues no dejaba de escupir, por lo que el mink descendió hasta un lugar cercano a su posición, atento a cualquier posible ataque.

-EY, HOLA- gritó para llamar su atención desde el cielo -Me surgen muchas preguntas, pero lo más intrigante es saber que hace un miembro de los gyojin navegando... si es que se puede decir así dado el aspecto, una barcaza de mierda- preguntó con un tono en la voz que no dejaba claro si era una pregunta realmente o estaba hablando para si mismo en voz alta -Veras, si solo estas de visita te recomiendo que sigas a la siguiente isla. Tiene fama de comerse muy bien y este lugar va a volar por los aires... Pero si tienes algo que ver con Elrik y los esclavistas que hay en Dark dome, me temo que tengo que matarte aquí y ahora- La amenaza no estaba vacía de intención. Arny comenzaba a brillar en contraste con el fondo de oscuridad que rodeaba el lugar. Su electro comenzaba a recorrer cada célula de gas que conformaba su cuerpo, haciéndolo brillar como una aparición.

Los escupitajos cada vez llegaban más lejos, ahora iban en recto pero al metro y poco la trayectoria iba directa al agua, para no deshidratarme una vez escupía unas cuatro o cinco veces, metía la cabeza bajo el agua y me recargaba... -Malditos... Malditos...- Yo seguía con mi odio que se retroalmentaba de forma cruel y estúpida... De pronto escuché una voz... -Hola, no molestes- contesté al saludo -No estoy navegando, estoy a la deriva.. ¿Que pasa, los humanos son los únicos que pueden navegar?- Encima insulta el trozo de mierda sobre el que estaba flotando, bajo el agua no podía entrenar el chorro de agua, ¿Estaba ciego o qué? Lo último que dijo fue ya la gota que colmó el baso... -¡Mira trozo de mierda, me da igual quien sea Elrick o su abuela en bragas, pero como me sigas molestando pienso partirte el cuello!- grité luego seguí escupiendo... Espera... ¿No se supone que estaba solo?
Al girarme pude observar lo que puñetas fuera eso, una nube deforme chisporroteante, -¡Un fantasma!- Grité mientras que de un salto bastante patético me caí al agua...

Hasta por debajo de la superficie del agua podía seguir viendo ese engendro, esa masa de lo que sea que me habló, ¿En la travesía a la deriba había sido deborado por un rey marino y al no enterarme solo podía viajar como alma en pena encontrandome cosas de esas... ¡Y una mierda! Salí lentamente a la superficie primero mostrando mi aleta "dorsal" y luego mi cara de mala ostia -¡Que cojones eres!- Quizás un, hola, me has asustado, podrías decirme quien eres sería la mejor pregunta, pero que le den a esa cosa, casi infarto... Iba muy de subido, era mi egocentrismo y "honor" de raza superior pero no subí a la barcaza por si esa cosa hace algo raro, en el agua era más fuerte, era mi ventaja...

Empecé a nadar en circulos rodeando al ente mientras seguía haciendo preguntas extrañas... -¿Tengo yo pinta de tener algo que ver con escoria del tipo esclavista? A mi no me metas en el mismo saco que esa escoria, no te condundas no se que eres ni si se te puede matar, pero si sigues insultandome te devoraré- Sí, amenazas sin sentido pues como flote un poco más no le llego ni a escupitajos, pero ya había llamado mi atención... -¿Eres un lunario?- Sí, volaba como Katyon y era tan feo y raro como él, quizás eran de la misma especie

El susto y la sorpresa eran algo de esperar, el mal carácter algo a sopesar.
Arny observó al gyojin dar vueltas como lo haría un escualo. Escucho sus palabras y decidió que o bien era lo suficientemente buen actor, o tenía demasiada rabia contra los esclavistas o simplemente era tan tonto como una piedra.
-¿A la deriva?- se sorprendió -¿Que hace un gyoj... en fin- terminó diciendo antes de comenzar a repetirse, mientras los pelos de su cuerpo iban regresando a su posición habitual a medida que el electro desaparecía -Llevaré eso por ti a la orilla si quieres... aunque dudo que necesites a nadie para arrastrar semejante trozo de madera flotante hasta la costa... si fuese un barco aun...- Arny hablaba con calma mientras descendía hasta la barcaza y se sentaba -Esto tiene pinta de ser el bote salvavidas de unbarco, ¿Lo has robado?- preguntó tras observar la barca más de cerca.

Sin pararse a pedir permiso, el ornitorrinco sacó una linterna de su mochila y comenzó a iluminar la barcaza en busca de rastros de sangre. Al encontrarlo completamente limpio se giró de nuevo hacia el tiburón -Esta isla se va a convertir en un infierno- explicó tendiéndole los recortes del periódico y girándose mientras se apartaba el pelaje para que Tilikum, viera la marca de su esclavitud. La quemadura que sufrió cuando fue capturado -Elrik y la puta de su abuela van a morir hoy- dijo entonces con fuego en la mirada -No va a ser un buen lugar para que alguien no humano vaya de visita en las próximas horas- repitió, haciendo alusión a sus intenciones de nuevo. Poniendo sobre aviso al gyojin del avispero en el que estaba a punto de entrar.

Arny por su parte había dejado de ser el científico majete que solía ser. Sus temores más profundos, su única fobia real se encontraba a tan solo unos vientos de su posición. Una fobia que le había quitado el miedo a todo lo demás, pero que se había hecho fuerte dentro del mink -No dejaré que me cojan vivo- dijo más para si mismo que para nadie que lo estuviera escuchando, arrancando así una especie de mantra en el que repetía aquella sentencia cinco veces sin respirar.
Aquello le dio el valor para hacer lo que estaba a punto de hacer.

Respiré y me puse a responder pregunta por pregunta, cuestión por cuestión la mierda seca esta de diez kilos como máximo me estaba tratando de imbécil y no se lo iba a permitir... -A lo primero, sí, un gyojin puede estar a la deriva, Gran Line es un mar peligroso, claro que puedo nadar e ir donde quiera, pero que te persiga un rey marino cansa a cualquiera y no estoy dispuesto a ser la cena de ningún molesto gigante idiota... Segundo, no me hace falta que nadie arrastre la barcaza, simplemente estaba esperando llegar poco a poco a la isla, no tenía prisa, estaba entretenido en mis cosas, si quisiera llegar a mi velocidad de nado habría estado antes de que tú parpadees maldito mono... ¿Enano? ¿¡Que puñetas eres tú!?- Claramente había conocido a miles de seres siendo esclavo pero nunca una cosa tan fea como esta... Luego la cosa esta empezó a decir tonterías de abuelas e infiernos...

Tanto mi conducta, como mi expresión facial cambiaron cuando el tejón mostró su señal de esclavo, en ese momento me subí al barco, me quedé de pie y quité la camisa mostrando las señales de tortura, cuando me giré, la marca de esclavo quedó clara... Dejé unos segundos para que él pensara lo que quisiera, pero la marca que tenía bajo el pelo era señal suficiente para mí. Mientras me volvía a poner la camisa -No lo he robado, pedí "ayuda" en un barco y acabé sin sentido y abandonado a mi suerte en la barca, mejor eso que muerto la verdad...- Alcé mi mano para presentarme, no sabía si la comadreja me estrecharía la mano pero mi respeto se lo había ganado en un segundo -Disculpa, siempre estoy de mal humor... Soy Tilikum, gyojin tiburón, encantado- No me hacía falta ni que se presentara -Y sinceramente, me dirijo a Shabondy con la misma intención que tienes tú en esta isla pero si quieres puedo ayudarte a completar tu deseo... Solo vivo para acabar con todos y cada uno de los humanos que han ganado un solo berrie con la vida de otro, no soy un "héroe" ni un repartidor de Karma, solo voy a por mis objetivos, pero no me importaría en absoluto ayudar a un camarada que sabe lo que es el infierno a completar su objetivo...- Sinceridad, me tranquilicé, hablaba más sosegado, me daba igual que fuese hasta humano, esa marca, ese estigma merecía reconocimiento...

Si el orangután aceptaba, le preguntaría por el plan, si no quería contarlo no pasaría nada, -Cuéntame lo que creas conveniente, se que no te fiarás de mi, pero si necesitas una distracción, tan solo dime donde, como y cuando, te aseguro que nadie mirará para otro lado...- ¿Quería volarlo todo? Si quiere enciendo yo la mecha

Arny tendió la mano, visiblemente palmeada, y estrechó la de Tilikum -Arny, mink ornitorrinco- se presentó -Yo por el contrario suelo estar de buen humor, perdona- se disculpó -Sabaody es otro de mis objetivos. Cualquier lugar donde existan esclavistas será limpiado- aseguró con un tono que no dejaba lugar a dudas de sus intenciones.

Se sentó en la barca y observó la isla aproximarse. Cada vez más grande. Cada segundo la obscena oscuridad los rodeaba con mayor densidad, hasta que de un segundo a otro, todo se quedó en completa oscuridad.
Los ojos tardaron apenas unos segundos más en adaptarse al nuevo nivel lumínico. Como si hubieran atravesado una cúpula de sombras, que el sol no podía apartar.
-No tengo ningún plan- soltó entonces -Entiendo que Elrik no estará aquí. Estará en algún lugar seguro contando sus millones. Pero su nueva franquicia y todas las que pille alrededor serán barridas- Arny estaba convencido de ello. Si de algo estaba seguro en la vida era de su deseo de libertad. Su deseo de vivir en un mundo donde no hagan falta reglas de comportamiento, por que impera el respeto y la buena voluntad. Pero también era consciente de la utopía que significaba aquél deseo, por lo que empezar eliminando a los esclavistas le parecía la mejor opción. Además así también podría vengarse y dar descanso a su espíritu y su fobia.

-Verás- comenzó el ornitorrinco -De una manera u otra, todos necesitáis respirar. Yo puedo encargarme de que el ambiente sea irrespirable... Incluso venenoso si es necesario. Pero no puedo hacer planes sin conocer el terreno, los hombres que guardarán el lugar, las habilidades de esos hombres. Saber cuantas personas tienen atrapadas para organizar el escape... hay muchos factores cruciales que desconozco. Tan solo se que aquí hay esclavistas... Lo siento, cuando se trata de estas cosas me lanzo sin pensar e improviso sobre la marcha. Si creías que había algo pensado... lo siento, pero tan solo pretendo meterme ahí, localizarlos y matarlos- sonrío al final por primera vez en todo el rato. Solo que el momento elegido para mostrar que podía hacerlo, dotó a la frialdad con la que había hablado de algo tétrico y carente de sensibilidad. Estéril de sentimientos. Incluso la ira había desaparecido. Como si hubiera aceptado que eso era lo único que se podía hacer, y no había otra salida más que la muerte de todos aquellos que ocupan sus vidas torturando y esclavizando almas libres.

Arny, mink ornitorrinco... ¿Que puñetas era un ornitorrinco? Bueno, daba igual, era alguien que tenía pensado hacer magia y yo ofrecería abrirle el telón encantado. Escuché todo lo que dijo -Parece que tienes recursos... La verdad que también soy de arrasar con todo, golpear primero preguntar después, pero podemos hacer algo mejor, simplemente necesitamos pensar... No se que isla es esa, pero si hay esclavistas entiendo que seré un objetivo claro, simplemente tengo que llamar la atención para que se centren en mí y así podremos tener un hilo del que tirar ¿Que te parece?- No sería la primera vez que servía de cebo, simplemente andando por ahí ya lo estaba haciendo pero esta vez sería por una mejor razón. Igualmente no iba a ser estúpido, no me iba a arriesgar a volver a ser capturado esperando que un desconocido me ayudase... -Pero entiende, que para poder tirar de ese hilo, me tengo que exponer, ¿Como me aseguro yo de que me cubres las espaldas? ¿Tienes armas?- La pregunta aún que mal expuesta era simple, ¿Como diablos me ibas a ayudar si salían ciento y la madre? -También me gustaría saber donde están tus explosivos o químicos que quieras usar para matarlos a todos de ser posible, no soy de los más listos pero con más información puedo ayudar decentemente- No era mentira...

Estaba ofreciendo mi ayuda cuando hace poco había recibido una paliza muy rápida, pero bueno, la idea de quemarlo todo llamaba mi atención -Es una pena que me haya separado de mi compañero, estoy seguro que estaría encantado de ayudarte, no por el hecho de echarte una mano, si no por el espectáculo...- Comenté pensando en el murciélago con sobrepeso. La oscuridad se cernió sobre nosotros, aún así la luz de la isla y el ruido típico de "ciudad" ya estaba a nuestro alcance -¿Y bien? ¿Te parece que vayamos poco a poco? Supongo que si me paseo por puerto y tú vigilas sobrevolando ¿Por cierto, a todo esto como puñetas vuelas?- Era una pregunta de rigor... -Me paseo por el puerto, si veo a muchos me tiro al agua, tonto no soy, si me siguen un par, los atrapamos, torturamos, le sacamos la información y los silenciamos, luego pensamos en el siguiente paso... O si se te ocurre algo mejor...- Era gracioso lo que cambiaba mi personalidad si no era humano o si sí era esclavo, no estaba siendo ni borde, ni agresivo, ni irónico, simplemente como si lo conociera de toda la vida... En el fondo seguía siendo un idiota bonachón... A mi manera...

-¿Armas?- preguntó entonces el ornitorrinco -No... no utilizo nada que no sea mi cuerpo en la parte física. Para la metafísica simplemente trato de utilizar los poderes de mi akuma- respondió -Veras...- dijo sin que nada sucediese a simple vista, pero unos segundos después, el oxigeno circundante comenzaría a flojear -No dudo de tu capacidad pulmonar dada tu ascendencia, pero crees que los humanos están capacitados para aguantar la ausencia de oxigeno durante largos periodos?- Arny continuó bajando la concentración hasta niveles críticos. No quería dañar al tiburón, tan solo hacerle comprender algo que sería muy complejo de explicar de otro modo. Tras unos segundos más, la concentración de oxigeno regresó a sus niveles normales -Pues eso mismo- dio por toda respuesta.

Tras un par de minutos observando como la barcaza era llevada por la corriente Arny continuó -Tan solo necesito saber donde están las tiendas donde venden esclavos y sus almacenes, no permitiré que nadie sea apresado en mi presencia- sentenció, seguro de si mismo -En caso de que las cosas se pongan feas puedo hacer cosas más... explosivas- terminó, a sabiendas de que aun tenía varios trucos bajo la manga -Me he preparado durante muchos años para esto. Estudio en Ohara, artes marciales... ahora soy más que capaz para destrozar a esos esclavistas- sonrió, enseñando una hilera de dientes puntiagudos poco propios de un animal con pico.

La corriente comenzaba a arrastrar la barca cada vez más rápido en dirección a una cala cercana al puerto. Por la pinta, el lugar más maloliente de toda la zona. Lugar donde los desechos arrojados al mar desde los barcos de puerto se juntarían -Es hora de hacer algo con esta mierda- dijo antes de agarrar el timón. Si bien no se podía hacer mucho sin viento, cuando la corriente era suficiente como para arrastrar así la pequeña embarcación, era suficiente para guiar la barca hasta la costa siguiendo la dirección de empuje y surcando el retroceso de la marea en diagonal al puerto. Tarea simple para un navegante con las capacidades del mink -Llamemos la atención. Con suerte los haremos salir más rápido si somos dos- exclamó, pues no pensaba perderse ni un solo segundo de diversión

¿Akuma? Otro usuario, en este mar brotaban como larvas de mosca, pero alguno era más útil que otro, no entendía mucho lo que decía hasta que poco a poco, mis pulmones se iban estresando -¿Pero qué?- Pregunté, pero la angustia cada vez era mayor, no podía respirar, hasta el punto de empezar a preocuparme por mi vida, fíjate que nunca pensé en morir por falta de oxigeno. De pronto tal y como vino la asfixie se fue... Poco tardé en darme cuenta que era su habilidad, -Sorprendente, no hay una mejor habilidad para alguien que tiene a los esclavistas en el punto de mira, sí que es verdad eso que dicen y existe el Karma, esta es la mejor forma de devolverles el favor, que noten como poco a poco su vida se les escapa sin poder hacer absolutamente nada para evitarlo, igual que estar encerrado entre barrotes o peor aún sin ellos y aún así estar encerrados por ese maldito collar...- ¿Venderían esos collares? Quiero ponerle uno a los tenryubitos...

La conversación siguió, menciono que podía hacer cosas explosivas pero me dio miedo preguntar, si la primera me quitó el aire, en esta explicación me puede quitar hasta el alma. Cuando sonrió... Lo mires por donde lo mires... Es... Dejemos a un lado mis preguntas existenciales... -Al lío- comenté -Con tu permiso, ahora vuelvo, si algún barco de esos tienen esclavos dentro desde el agua es relativamente fácil escuchar las cadenas, dame unos momentos...- Cual buzo me lancé hacia atrás al agua. A una velocidad normal para no llamar la atención aún que de noche pocos me verían, empecé a pegar la oreja en los cascos de los barcos para escuchar, normalmente las cadenas tienen ese tintineo tan característico que atraviesan la madera y se amplifican con el agua. Tras revisar los barcos que tenía al alcance volví con Arny -Bien, he escuchado cadenas en dos de ellos, el nao con la bandera blanca con la raya en diagonal amarilla y la pequeña "calavera" que porta en el mástil una bandera con el paraguas. Que sean o no esclavos es ya otro tema, pueden ser desde animales a otro tipo de ruido que no reconozca, pero si me planto delante de uno de ellos, seguro que llamo la atención- Comentaba sacando la cabeza por encima de la superficie.

Volví a hundirme y avancé caminando hacia la orilla, no esperé muchas instrucciones, simplemente salí y me puse a caminar por el puerto hasta pasar por delante de esos dos barcos, claramente mi objetivo se cumplió pues llamé la atención de más de uno en todo el puerto. Me acerqué a uno que estaba sobre unas cajas en la pasarela del Nao -¿Tienes fuego?- El hombre me miró bastante extrañado, no se esperaba algo así... ¿Sería un esclavista flipando o un tipo corriente que se iba a llevar el susto de su vida?

Arny recibió la información y vio partir de nuevo a Tilikum. No entraba en sus planes tener tan cerca esclavistas, pero no sería un mal punto para empezar. Con las banderas en mente, el mink buscó los barcos desde las alturas. Con su forma gaseosa pasaría totalmente inadvertido, sobre todo con el manto de oscuridad cubriendo las cabezas de todos los presentes. Cuando los tuvo localizados pudo obtener algo mas de información.

No tenía mucho que investigar de todos modos, el barco con el paraguas por bandera transportaba cajas que eran movidas gracias a los ganchos y la grúa de carga de la bodega, cuyo brazo metálico podía verse desde arriba, moviéndose entre mercancía.
Sin embargo, la embarcación con bandera blanca rayada de amarillo olía a miseria desde las alturas.
Aparentemente un barco de carga, pero quienes habían sido esclavos reconocían el olor que manaba  desde el interior.
Impregnado en las maderas de la bodega; litros de sangre, lagrimas y pus capa sobre capa. Roña y mugre, miseria y desesperanza. El olor almizclero de la desesperación que no sale sino con fuego.

El barco estaba vacío. Listo para recibir una nueva carga de esclavos y partir.
El aroma evocó los recuerdos más dolorosos del mink. Retrotrajo su mente a la época de las cadenas y los latigazos. A la miseria y el hambre. Se pudo ver de nuevo en las minas de azufre, casi asfixiado, agotado, perdiendo pelaje. Pero todos aquellos recuerdos tan solo fueron alimento para las llamas. Ahora era libre. Libre y mucho más capaz que hace tan solo unos años.

Perdido en sus pensamientos, ni siquiera podía oír las voces de los hombres que pululaban por cubierta dando tirones aquí y allá para asegurarse que cada amarre estaba bien apretado. Pero Arny podía ver sus rostros sonrientes, aun con las brumas de la mina en la cabeza -Propano- pensó, elevando las manos al cielo y comenzando a acumularlo -Diborano- añadió después, hasta que el gas pirofórico inició la combustión de la bola de propano.
Una llamarada anaranjada comenzó a flamear sobre el velamen del barco esclavista. Las caras de estos cambiaron rápidamente. Arny ya no veía alegría en aquellos rostros, pero distaba mucho de la desesperación que quería ver -Oxígeno- pensó, añadiéndolo a la mezcla, haciendo que las llamas crepitasen a metros del barco. La figura recortada del ornitorrinco contra las llamas sería lo ultimo que los vendedores de humanos verían antes de morir aquella noche, pero aquella muestra de poder tan solo los había alarmado, no los mantenía aterrados, orinándose sobre sus cuerpos de terror. Aquellos humanos, acostumbrados a muchas cosas al navegar por el paraíso, estaban curtidos y eran difíciles de amedrentar -No es suficiente- pensó Arny, mientras los que reaccionaron más rápido trataban de cargar los cañones del barco -Acetileno- murmuró con tono siniestro el mink mientras añadía el gas a la ecuación. Cuando la mezcla alcanzó la mayoría de acetileno, las llamas se tornaron azuladas. El oxigeno y el odio del ornitorrinco alimentaban la combustión, y el oscuro deseo de aterrar a aquellos hombres que habían aterrado a tantos otros, sintiéndose poderosos, formaron la apariencia de un dragón en las flamas.
Nerviosos ahora de verdad ante la apariencia y el fuerte crepitar, como un rugido, que había aparecido sobre ellos, erraron al cargar la bala, tiempo suficiente para que Arny pudiera satisfacer sus ansias. Tiempo suficiente para que las caras de aquellos hombres se mojasen por sus lagrimas al verse muertos tanto como sus pantalones. Tiempo de morir.
Con un ademan desdeñoso el ornitorrinco lanzó la criatura sobre la cubierta del navio. Los cañonazos resonaron a la vez. Movidos ahora por la desesperación, varios más habían llegado a cargar y disparar. Pero ya era tarde. Desde que Arny los había localizado y el barco estaba vacío de inocentes, era tarde para ellos.
Los balazos pasaron a través de la boca del dragón que se cernía sobre ellos y difuminaron el cuerpo del mink, volando sin causar ningún daño hasta caer al mar.
La técnica impactó en las tablas. Los conocimientos de Arny sobre barcos le permitían asestar un golpe critico a un navío con suficiente certeza, pero aquella ráfaga de fuego a tres mil grados no necesitaba de muchos conocimientos o puntería. Reventó la cubierta y explotó en llamas en la primera bodega. Justo en los anclajes del palo mayor, lo que distribuiría el fuego por todo el barco desde su zona central. Pero eso serían tan solo las consecuencias finales.

Las azules llamas se propagaron por todos lados en cuestión de minutos. El oxígeno de los alrededores como parte de su alimento hasta que no quedó nada. En ese momento las llamas perdieron vigor, pero ya era demasiado tarde para los humanos que habían caído y para el barco, pues la madera alimentaría las llamas hasta que no quedase nada que quemar o las aguas se lo tragasen.

La tea gigante podría verse desde la distancia y alrededores de la isla. Los altos edificios que miraban al mar serían mudos testigos de las llamaradas que consumían un carguero esclavista en la bahía junto al puerto.

Acorralado y sin refuerzos el hombre ofreció a Tilikum con mano temblorosa un mechero de mecha típico de los marineros, protegido contra el agua. Siempre encendía. Grandes gotas de sudor corrían libremente por la cara del hombre que había palidecido tres tonos mientras el barco de sus compañeros ardía. La gente en el puerto comenzó a botar barcos salvavidas tratando de acercarse a los restos para salvar a los supervivientes, pero Arny se había asegurado que no quedase ninguna marca eléctrica en los restos ardientes.

Cuando pedí fuego no imaginé que una llama gigante de un color azul bastante llamativa y atractiva acabase rebentando el barco por cubierta, pude ver desde mi posición y claramente notar el inmenso calor que estaba soltando el que fue en su día un barco esclavista pues después de esto no podría ser más que un recuerdo. Los gritos de desespero, no solo de los tripulantes del navío llameante si no los colindantes también fue tan desesperante para ellos y a la vez tan sumamente tranquilizador para mi alma que lo escuché como música. El hombre que tenía en frente asustado me ofreció su mechero, el cual agarré y observé -Bonito... Me lo quedo si no te importa- Por un momento se me pasó por la cabeza triturarlo y dejar un aviso para los demás, pero sería lo peor que podría hacer pues los pondría bajo sospecha -Quizás a tus jefes no les pondrá tan sobre alerta que estemos detrás de ellos si te despedazo, por lo que será mejor que piensen que las llamas han sido un accidente y que tú, simplemente, intentaste salvar a tus amigos sin éxito...- La cara que puso me lo dijo todo, intentaría atacar, pero este hombre me serviría de entreno, por lo que le escupí en toda la cara, cosa que no se esperaba eso te lo aseguro, pero solo conseguí lanzarlo hacia atrás un poco, me faltaba potencia, por lo que entre el calor que desprendía el barco y el tonto de turno, me lancé contra el y acabamos en el agua...

Dentro del agua el humano era mío, no iba a morderle, cualquier señal errónea y los compañeros o quien lo encuentre sospecharía, por lo que simplemente empecé a darle puñetazos, uno tras otro, tras otro en la cabeza hasta provocarle la herida que lo mató y lo dejé ahí, con eso seguramente alguien pensaría que saltó y cayó donde no debía... Salí del agua alejado de donde estaba el barco ardiente, el calor que desprendía me deshidrataba rápidamente por lo que mantener la distancia era lo mejor. Me quedé entre unas cajas para ocultarme de los demás aún que estaban centrados en otros asuntos pero bueno y en cuanto que viera la mancha en el cielo avisaría a mi nuevo compañero. Como no la visualicé, de vez en cuando escupía al aire bolas de agua como si fueran bengalas para llamar su atención, las bolas caían en el mar por lo que nadie se daría mucha cuenta. En cuanto que lo viera le comentaría...

-Parece ser que no hablabas en vano cuando dijiste que acabarías con ellos... Eres fuerte... ¿Qué más necesitas?- Claramente iba a ayudar a este hombre, por todos mis medios, él solo de un plumazo se había cargado una tripulación entera...


[rol off: Mil disculpas, entre haber estado malo y el curro que se me a acumulado todo, me ha sido imposible. Si estás en otro tema o no te apetece seguir y quieres continuar solo avísame y me retiro, nuevamente disculpa las molestias]

Los oscuros orbes oculares del mink reflejaban las llamas del navío sin pestañear. Los recuerdos de aquellos años, que aun atenazaban el corazón y la conciencia de Arny, ardían junto con los restos del barco de esclavos que estaba quemándose a metros de la posición del ornitorrinco. Pero Arny sabía que aquello era tan solo el comienzo.
El regusto dulzón de la venganza, comenzaba a aparecer en las papilas gustativas del mink. Y no estaría saciado hasta vomitar, empachado de venganza.

Arny se giró en el aire y comenzó a volar hasta el puerto. A paso lento, sin siquiera ver por donde se movía, apenas consciente, perdido en sus memorias.
Cada latigazo ardía de nuevo en la espalda del ornitorrinco mientras se encontraba luchando consigo mismo para controlarse y no desatar toda su ira y todo su poder, pues tan solo buscaba justicia y matar inocentes empañaría su venganza y su conciencia para el resto de su vida.

En medio de su debate interno una gota de agua resonó como la alarma que llama al recreo. El final de turno de una mente abarrotada de pensamientos oscuros. El sonido puro que hace una gota de agua al caer en una masa más grande sacó al mink de su mundo interno, dándole un respiro a su cabeza y señalando donde estaba aquel tipo que había encontrado antes.

Toda la atención de los alrededores, estaba puesta en el barco en llamas que poco a poco se iría a pique sin solución. Los rumores de una luz en el cielo que inició la combustión, seguirían siendo rumores, pues los pocos que pudieron verlo serían tachados de locos y borrachos. Pero la duda y el temor de que fuese cierto, quedará para siempre en el corazón de los espectadores.

El ornitorrinco, de nuevo en su forma física, tomó tierra junto al escondite del tiburón y lo llamó. Escuchó sus palabras y el ofrecimiento y meditó por unos momentos. No estaba seguro de cual sería el siguiente paso, pero desde luego deberían moverse -Tal vez debamos ir al centro, donde están los comercios- sugirió -Será más fácil encontrar las tiendas donde comercian con vidas. Ese barco no era más que un carguero adaptado a llevar “pasajeros” atados como si fuesen mercancía-

Arny seguía mirando las llamas, pero su mente estaba mucho más clara ahora, lejos del calor opresivo del fuego y los recuerdos.
-¿Vamos?- preguntó al fin, abriendo la marcha. El ornitorrinco no conocía la isla por completo, y menos con los cambios estructurales que haya podido tener en los últimos años. Pero había estudiado un par de rutas del Grand Line, y Dark Dome aparecía en una de ellas, por lo que tenía ciertos datos de la isla -Supongo que el distrito comercial siga estando en el centro- comentó de camino, mientras las calles del puerto terminaban y comenzaba el empedrado típico de la ciudad. Tierra, piedras y polvo. Barro y mugre.

-Vamos- Afirmé mientras agarraba el plástico con el que cubrían las cajas de puerto y me lo ponía por encima -Será mejor no llamar la atención antes de tiempo, si no, no seré un cebo decente, mejor que me encuentren cuando nosotros queramos. En esta ciudad soy un faro en medio de la oscuridad, nunca mejor dicho, soy fuerte, pero no quita que aquí hayan más ratas que gotas de agua en el mar, si vienen todos estoy en desventaja- Ser consciente de mis limitaciones era algo nuevo, pero me hacía más precavido y eso me salvaba mejor el culo -Tranquilo, de camino al centro de la ciudad hay muchos mapas para localizar lo mejor que nos puede ofrecer esta ciudad...- Finalicé con una sonrisa

Caminando, en dirección sin rumbo, pasé por al lado de un callejón a la vez que un hombre despistado pensando en sus cosas coincidía en el camino, observé rápidamente que no hubiera mucha gente alrededor y fui directo al grano. Me metí en el callejón agarrando al hombre del cuello de la camisa, me adentré un poco y lo estampé con su espalda en el callejón, el hombre me miró asustado -¡Tio, si es por lo de Osmio, estoy reuniendo el dinero te lo prometo!- Un puñetazo con fuerza moderada impacto en su tripa -Me da igual, necesito información sobre Osmio- No me interesaba pero era un hilo del que tirar -¿Qué, qué información?- Preguntó -¿Donde está ahora Osmio?- Le pregunté yo -Yo... No me quiero meter en cosas turbias, yo no se nada...- Le arreé un cabezazo directo pues eso, a su cabeza -Verás, a mi el dinero y tu vida me importa poco, ¿Donde está ahora mismo Osmio y cual ha sido su último trabajo... Y podemos estar así horas, te pego, tú niegas, te mato y busco a otro, pero si me dices todo sobre Osmio, te dejo en paz... ¿Que decides?- El hombre me miró, estaba asustado y se notaba que yo hablaba en serio -Oye mira tío, no quiero problemas, Osmio está en la plaza central, en el bar "Widow" No se cual ha sido su ultimo trabajo pero si entras en la trastienda tiene sus timbas de poker, no se nada más, ¡te lo juro!- Con las dos manos apreté su cuello y poco a poco se quedó sin oxígeno, cuando le vi desmayado lo solté, me había dado información no hacía falta matarlo...

Me acerqué al Mink -Disculpa mis formas, no se quien es Osmio, pero es alguien, si accedemos a su local quizás tengamos algo o no... Pero puedo ir preguntando por ahí, alguno dirá algo interesante... Y tranquilo, lo he dejado inconsciente, no muerto- Sí, quizás era un poco bruto, pero no sabía si mataba a un inocente como se lo tomaría el mink y viendo su trabajo del barco tampoco era plan de enfadarle...