Volviendo al trabajo. (Privado Elyria- Nia)

¿Cuánto tiempo había pasado? ¿ Cuantas horas había estado pensando en que iba a hacer de mi vida? Habían pasado tantas cosas...bueno, realmente me habían pasado muchísimas cosas. Admito que nunca pensé que la Marina me fuera a dar otra oportunidad, y de hecho ya pensaba que a estas alturas estaría muerta o expulsada. Sin embargo, y como por conveniencia del guión había recibido clemencia, no sin antes pagar un alto precio. Ahora era la usuaria de la Magu Magu, pero debido a mi problema con la Marina estaba imposibilitada de usarla por el momento, hasta que lograra el ascenso a capitana. Ese sería el momento en que la Marina volvería a fiarse de mi ,y me recibiría de nuevo con los brazos abiertos. Yo pensaba corresponderles ante todo, y nunca volvería a tener que decir un lo siento. Seguía con mi sueño de hacer una Marina fuerte, incluso más que la Legión, y si bien ahora estaba limitada a cadete, esperaba que poco a poco pudiera volver al ruedo...averiguar ciertas cosas de índole familiar, y sobre todo, recuperar la confianza de mis superiores.

Estos no dudaron en mandarme una primera tarea, que bueno, realmente era doble. Acabar mi instrucción a manos de otro Marine, llamada Elyria Priscraft, cuya hoja de servicio era intachable. Parecía ser que esta persona debía evaluarme a través de un encargo, que nos habían dado, en el Archipiélago Shabaody. Por tanto yo tenía doble tarea, dar un buen parte a Elyria por mi entrenamiento y educación/disciplina, y por encargarme de coger a un fugitivo que se había escondido en la isla. Dicho fugitivo era " Yamaoko Izune" un pirata "nuevo" que había logrado escapar de la custodia de la Marina hace un par de semanas. Las pistas de nuestro cuartel nos dieron el chivatazo de que dicho criminal estaría cerca de la feria en la plaza central de la ciudad. ¿Cual es el peligro pues? Pues que este hombre era un usuario de Akuma no mi, y de ahí su peligrosidad. Había tomado la akuma Bane Bane, que convierte al usuario en un hombre muelle. Por ello me mandaron ayuda, por ello me mandaron con Elyria.

Fuera como fuera yo estaba en el barco Marine, en cubierta, esperando órdenes para desembarcar en la isla. Pero para ello debía primero acudir a la llamada de mi superiora, Elyria cuando esta se presentara en la cubierta. Yo esperé, suspiré mientras miraba por la borda, ataviada con mi uniforme marine y mi mosquete colgado a la espalda. Tenía ganas de ayudar, tenía ganas de comenzar...y por todos los dioses, tenía ganas de  tocar tierra...¡Que mareo de barco!

"Creo que voy a potar"

Es que lo pensaba constantemente, pero ni de broma iba a hacerlo. Fue entonces cuando uno de los marineros de cubierta se acercó a mi y me dijo:

-¿Así que bajas aquí? Ten cuidado, es un lugar peligroso, pero bueno, si la señorita Elyria está contigo no deberías preocuparte...está mamadísima.- dijo bromeando, pero razón no le faltaba.

Entonces la vi, creo que a lo lejos, en popa. ¿Era ella?.

 Elyria, después de cómo un año de ceguera, por fín podía ver de nuevo. Hacía aproximadamente una semana, le habían conseguido implantar unos ojos biónicos. Estos le devolvieron el placer de la vista, ademas de ciertas... utilidades.

 Aún no se había terminado de acostumbrar. Había estado con intensos dolores toda la semana, y sin apenas poder ver bien. Aunque bueno, supongo que era esperable tras una operación de ese calibre, no podía quejarse. Y eso también significaba que aún perduraba esa enorme sonrisa que decoraba su rostro, feliz por poder volver a ver el mundo.

 Después de todo ese tiempo, tenía que reconocer que incluso se había medio acostumbrado a su vida como ciega. Había aprendido a apañárselas, e incluso a llevar una vida normal. Todo lo normal que podía ser su vida, al menos. También le había servido para entrenar su haki de observación, por motivos un tanto evidentes. Incluso se podría decir que fue forzada a ello para adaptarse y sobrevivir despues de lo que le había hecho la bruja.

 Pero estaba feliz. Veía todo con buenos ojos—esta vez sí. Los paisajes, el mar, la montaña, sus amigos, su ropa. Aunque le hubiese gustado ver Alvar una última ocasión... Al menos pudo ver por primera vez a Anais, la hija de Zero a la que ahora estaba cuidando. Y también podía ver a Nissa después de tanto tiempo. Tenía que reconocer que la había echado de menos. Y ella había echado se menos ser vista. Precisimante ahora estaba flotando en el aire con su vestido de luz, frente a ella, con una sonrisita alegre.

 En cualquier caso, esta vez estaba en un barco de camino al archipielago Shabaody. Al parecer un criminal de poca monta había escapado. Era usuario, pero según le habían informado no era especialmente poderoso para estar tan cerca del Nuevo Mundo. Y además ya tenían algo de información sobre donde podría estar merodeando, gracias al trabajo previo de sus compañeros del equipo de investigación de la Marina.

 ¿Y que hacía Elyria aquí, sabiendo que era un simple pringado? Pues bueno. En primer lugar, se trataba de un usuario de akuma, lo cuál podía complicar las cosas si se volvía loco. Segundo, lo ya mencionado. Shabaody era un lugar peligroso, sobretodo si el criminal tenía contactos. Y tercero, tenía que evaluar a una tal Nia. No sabía a quién se le había ocurrido mandar un cadete al borde del nuevo mundo, pero bueno. Le hacía pensar que sería alguien fuerte. Tenía que serlo si tenía pensado poder hacer algo aquí. En cualquier caso, ella solo estaba aquí para evaluar, y como apoyo en casonde ser necesario. Sería ella la que tuviese que tomar la iniciativa. O parte de ella, al menos, aprender a trabajar con el resto era igual de importante.

 Notó cómo una mujer le miraba a lo lejos, con curiosidad. Imagino que es ella, no hay más pelirojas en el barco, pensó, caminando en su dirección. Al llegar, le saludó y clavó su mirada penetrante en sus ojos. La reacción de la gente ante esto le solía dar una primera impresión más util de lo que una pensaría. También había echado de menos esto, para que mentir.

 "Encantada, soy la capitana Elyria Priscraft, un placer. ¿Imagino que tú eres Nia? Esperemos, si ni esta situación resultaría un tanto incómoda."

Uy, la verdad es que no parecía gran cosa ¿ Y era capitana? Bueno a ver, estaba segura que su rango era acorde con su fuerza y por ello ya solamente merecía mi respeto. No era muy frecuente ver capitanas en la Marina, y ella no me sonaba demasiado, algo si, pero no demasiado. La miré de arriba abajo, y maja parecía ser ,a pesar de que tuviera que hacer de niñera  de mi persona. Aún así tenía bastante buenas expectativas con esto, pues estaba segura, de que Elyria podría hacer esto sin despeinarse. Vamos, que estaba segura que no tardaríamos mucho en capturar al usuario de la Bane Bane.

Así que nada más hacer su presentación yo hice la pose militar mientras asentía con la cabeza.

-Cadete Nía señora-dije altiva manteniéndome recta como una vara- Antes de nada quería agradecerle la oportunidad que me brinda la Marina por trabajar para usted, espero estar a la altura de sus expectativas.

No sé cuales eran sus expectativas, claramente. Aún así procuré esperar a ver si daba alguna orden para llevar a cabo. Ya que el buque de la Marina, debido a la peligrosidad del propio archipiélago, nos acercó lo máximo posible a  la costa, cerca de la ciudad, pero dispuso un bote para que fuéramos hasta ella. No era ningún secreto que los criminales pululaban por aquella ciudad como moscas en la mierda. Fuera como fuera, esperaba que Elyria tuviera en mente algún plan, ya que si me preguntaba yo tenía el mío propio, pero claro, era una cadete y no se me pagaba por pensar, sino por actuar. Así que llevándome bien el mosquete a la espalda, asegurando que mi espada reglamentaria estaba bien enfundada, y mis pertrechos bien atados, esperé lar órdenes de mi superiora.

La verdad es que me gustaría agradecerle que sea ella quien acabe con mi instrucción a pie de campo. La verdad es que hacer esto con una cadete era bastante irregular , pero tanto la Marina como yo, sabíamos que yo no era una "cadete regular", sino alguien que podría destruir la isla si se lo propusiera". Hice una promesa y una redención, y pienso llevarla a cabo con todas las consecuencias. Ni un fallo más, nunca más.

Así que subí al bote si Elyria no me decía nada mas, y colocándome en la zona de remo, me dispuse a estar lista para roar hasta la costa en cuanto se me diera la orden. No tardaríamos mucho en tocar tierra, y estaba segura que alguien, quien fuera, habría visto el barco de la Marina en la lejanía. Esto me preocupaba, porque no sabría si en la ciudad varios criminales fueron alertados. Creo que en principio todo va bien, lo que si es que miraba a la capitana muy tranquila con todo este asunto.

  Elyria se sorprendió bastante cuando se acercó. Gracias a su haki de ovservación, pudo notar el poder aproximado de la mujer. Y vaya, no era para nada una debilucha. ¿Qué demonios hacía de cadete? Según había revisado llevaba un buen tiempo en la Marina como para no haber ascendido.

 "Un placer, cadete Nia. Aunque no son necesarias las formalidades, todos me llaman Ely," dijo con una sonrisa, caminando, indicándole que le siguiera. Le costaba estarse quieta desde que recuperó la vista.

 "Espero mucho de tí, Nia. Creo que no me vas a decepcionar. Aunque, tengo curiosidad. Si no es un tema delicado, ¿Cómo es que sigues de cadete? Claramente el poder que desprendes esta al nivel del de un oficial. Y no voy a investigarlo si no me dices nada, no te preocupes."

 En cualquier caso, caminó junto a ella hacia el bote, sentándose tranquilamente. Podría haber llegado usando su Sky Walk, como solía hacer normalmente. El barco de la Marina era visible, no iba a llamar más la atención que con un bote. Pero bueno, le daba apuro dejar a su compañera sola en el bote. Una tontería, efectivamente.

 "Vamos."

 Cuándo llegaron a tierra, se estiró, y esperó a que Nia amarrase el bote. Dudaba que fuese a seguir allí cuándo volviesen, estando en una isla así, pero no iba a quedarse a vigilar.

 "Vaya, la isla es preciosa, nunca había tenido la oportunidad de verla así," dijo Elyria, emocinada por algo tan básico en el día a día que todos lo daban por hecho. Supongo que le enseño a apreciar mejor lo que tenía y volvía a tener.

 "Vale, supongo que estas al corriente, ¿me equivoco? Un criminal, fugitivo, con la akuma no mi de hombre muelle y con potenciales contactos peligros en la isla. Y sabemos por dónde empezar a investigar gracias a nuestros compañeros del departamento de investigación." Elyria comenzó a caminar por la costa de uno de los islotes. Tendría. que cruzar varios para llegar a su primer destino

 "Te diría que fueras con cuidado, pero no pareces tonta, imagino que sabes cuidarte. Aunque es una isla muy peligrosa al estar tan cerca del Nuevo Mundo." Elyria suspiró. Aunque pronto se convirtió en una sonrisa, al ver como Nissa se paraba a mirar cada roca y cada arbol, imitando sus formas. Siempre lo hacía, pero llevana mucho sin poder verlo. Era... reconfortante.

 "Espero que hayas hecho los deberes y sepas a dónde tenemos que ir y como llegar desde donde estamos. Que se supone que tengo que evaluarte en esto. Aúnque no te voy a mentir, me cuesta pensar como evaluar a una cadete en una isla así y con una misión de este tipo."

 Evidentemente, Elyria había hecho la investigación previa, y sabía que el chivatazo las llevana a la feria de la plaza central Shabaody. Y, evidentemente, localizar algo tan obvio no era especialmente dificil. Así que confiaba en que pudiese apañárselas, no podía dárselo todo mascadito.

Creo que no era buena idea decirle a Ely mi pasado. No por nada, sino porque había quedado la cosa en secreto, ya que al ser la portadora de la Magu Magu, era una de las armas mas peligrosas de la Marina ahora mismo, y no lo decía yo, sino mis superiores. No quería empezar mal la misión con mi nueva jefa, así que era mejor que no supiera nada. Esto es principalmente porque aunque se lo dijera las cosas no cambiarían en absoluto, además, todavía sentía vergüenza por la situación que me había llevado a tener mi poderes inutilizados de momento.

-Sin parecerle grosera, señora, preferiría no hablar del tema si le parece. No es algo agradable- dije quitando la amarra del bote mientras nos poníamos rumbo a la isla. El tono fue algo seco, pero buscando ser amable y cortés, porque ante todo, estaba ante un mando.

Remé hasta llegar a la costa, donde Ely se me adelantó a tocar tierra. Yo aproveché para tirar una soga y atar el bote a un pedrusco afilado de la costa. Al menos sabía que de ahi no se movería, y que estaría oculto por otras rocas a simple vista, con lo cual así nos ahorraríamos problemas. Y si bien la isla emocionó a Ely, a mi la verdad es que no me parecía nada del otro mundo. Bajé del bote, con mi arma a la espalda.

-Si señora, me informaron de ello en el cuartel. Llamaremos la atención en cuanto nos vean los uniformes, pero viendo todo lo que se mueve en esta isla, me he tomado una pequeña molestia mientras preparaba el bote antes de que viniera usted- dije mientras rebuscaba entre las bolsas del compartimento de almacén del bote y sacaba unos ropajes de lo más "piratescos" o "mundanos"- Creo que si nos ponemos esto pasaremos desapercibidas, al menos de entrada.

Si aceptaba mi idea, perfecto, sino no pasaba nada, ya que ella mandaba.

- Si señora, creo que puedo defenderme en la medida de lo que se espera de alguien como yo- claramente sabía pelear, pero sin mi akuma dependía de mi misma. Entonces me quedé pensativa a sobre donde debíamos empezar, y estaba segura, de que ella sabía donde, pero yo tenía una idea vaga también - Creo que deberíamos empezar por la plaza de la ciudad o bien por las principales tabernas. Todo el mundo sabe que el alcohol afloja la lengua, y que en las plazas es donde se hace "vida". Así que creo que sería una buen sitio para empezar, pero antes debemos cruzar esos manglares del fondo e ir línea recta hasta ver las primeras casas, a no ser que me ordene lo contrario, señora -concluí con respeto mientras me cambiaba y luego, me ponía rumbo hacia el interior de la isla, siguiendo a Elyria claramente si iba en cabeza.

  Elyria asintió con la cabeza ante la negación de Nia de contarle por qué seguía en esa posición, sin insistir más en el tema. Como ya le había dicho antes, respetaría su decisión sin ningún tipo de insistencia o repercusión.

  Al ver como sacaba ropa más disimulada, sonrió satisfecha. Le gustaba que la gente pensase en este tipo de cosas con antelación. Ella ya venía preparada, casi nunca usaba el uniforme de la Marina. Era bastante feo. Pero para un recluta era más complicado poder hacer este tipo de cosas sin que te echasen una bronca tus superiores. Tendría que hablar con Aria algún día para diseñar unos uniformes menos cutres para quienes no habían alcanzado aún el rango de oficial.

  “Buen trabajo, Nia, veo que vienes preparada. Y no es necesaria la formalidad, no tienes que llamarme señora o capitana. ¿Tán vieja parezco?” Bromeó Elyria, caminando tranquilamente por la orilla, disfrutando del paisaje. Estaba de bastante mejor humor que normalmente, por motivos evidentes. Que ya lo he repetido quince veces. ¿De qué cuarta pared estás hablando?

  Elyria escuchó el plan de Nia. No es lo que ella habría hecho primero, pero era una buena forma de trabajar de todos modos, no tenía quejas. Bueno, solo una, pero no podía juzgar o no si había pensado en ello, no era algo que fueses mencionando.

 “Perfecto. Aunque por si acaso, fíjate bien en la distribución de la isla, personas, edificios… Ya sabes. Estamos en una isla bastante peligrosa, es importante tener siempre en mente una ruta de escape, no quiero que nos quedemos atrás por un descuido así. ¿Entendido? Por lo demás, aunque yo esté al mando, quiero que seas tú la que dirijas y mantengas la iniciativa. Al menos mientras no hagas ninguna tontería o estemos en peligro. Aunque confío en que puedas manejar la situación y no lleguemos a ese punto.”

  Entonces siguió a Nia por la Isla. Estaba tomando una buena ruta, parece que no había pensado solo en la ruta más corta, si no en la más eficiente y segura. Estaba contenta. Por su parte, aprovechando que con su velocidad podía alcanzarla en cualquier momento, se puso a seguir a Nissa cada vez que ella veía algo interesante y se ponía a jugar. Normalmente no se comportaría así, pero seguía emocionada por haber recuperado la vista. Y bueno, también quería aprovechar para probar las funcionalidades extra de sus ojos biónicos

 Finalmente, llegaron a su destino. Bueno, al islote, aún no habían llegado al centro, donde se encontraba la plaza con la feria. Pero ya era hora de tener claro el procedimiento.

 “Adelante, yo te sigo. Y si necesitas cualquier cosa solo tienes que pedir. Tú actúa como si estuviese a tus órdenes. Son las indicaciones que me dieron para esta evaluación.“

La verdad es que me complació mucho que mi superiora me dijera " buen trabajo". Hacía bastante tiempo que no escuchaba esas palabras ,y me alegraba bastante. Solo esperaba poder seguir así de bien durante el transcurso de toda la misión.  Sin embargo, parecía que no le gustaba que me dirigiera a ella como señora o así, pero a mi es lo que me habían enseñado; pero también me habían enseñado a obedecer a un superior pidiera lo que pidiera.

-Oh..si claro, no la llamaré así señora- corregí rápidamente- capitana - volví a corregir ya preocupada- ¡Elyria!

Eres imbécil. Bueno, suspiré profundamente y me puse a  caminar junto a mi superiora mientras esta me daba unas indicaciones a seguir una vez llegáramos a nuestro destino. Eran indicaciones sencillas, y obvias que deberíamos seguir una vez llegásemos a la plaza, a la cual no tardamos mucho a decir verdad.

-Entendido señ...Elyria. -dije corrigiendo en el acto nuevamente- Lo siento...esto me va a costar horrores acostumbrarme. No se preocupe, y todo bien entendido

Una vez llegadas a nuestro destino, la plaza se mostraba ante nosotros. Estaba abarrotada, principalmente por la gente que andaba por los puestos, la que estaba bebiendo en las terrazas o paseando alrededor de la fuente central. Elyria me siguió y yo tomé la iniciativa, tal como me pidió. Lo primero que hice fue echar una vistazo a mi alrededor. Había gentes de todo tipo, los típicos tenderos, clientes, criminales dando vueltas de un lado para otro o emborrachándose, vamos lo normal. Lo que me llamó la atención fue ver, que en cada calle que salía de la plaza había apostados dos hombres. Parecían estar ahí de paso, otros charlando, pero una cosa era cierta...todos vigilaban las salidas.

-Maira- le dije por ese nombre en tono normal a Elyria, ya que creo que era mejor que si alguien escuchaba, no escuchara nuestros nombres. Bajé el tono a continuación y , fingiendo que miraba unas sedas, las cuales le mostraba a "Maira", le diría:

-Hay seis hombres, dos por cada calle que sale de esta plaza, uno al menos siempre está atento, mientras que el otro siempre está de espaldas, fumando o bebiendo algo. Los tienes a tus ocho, a tus doce y a tus tres en punto. -le dije señalándole con los ojos- ¿¡Estas telas son preciosas no crees!?- volvía a decir en un tono normal antes de volver al bajo - ¿Cree que debemos acercarnos a alguna de estas parejas? Igual levantamos la liebre antes de tiempo.

Entonces pude ver dos hombres más, de la misma guisa que los que vigilaban las calles pululando entre la gente de la plaza. Estos debían ser dos vigilantes móviles. Vale...esta plaza está muy vigilada, como si tuvieran algo que esconder, o más bien, a alguien que esconder. Si bien la isla estaba llena de criminales que pululaban de un lado a otro como si nada, estos se andaban con demasiada cautela...debían ser los matones de nuestro fugado.

 Elyria se rió por lo bajo ante los intentos de Nia de llamarla por su nombre. Y por sus expresiones, llevaba tiempo sin poder ver esa parte tan importante de cualquier interacción humana. Lo había echado de menos, la verdad. ¿Cuántas expresiones se habrá perdido? ¿Cuántas veces habrá malinterpretado el mensaje por ello? A saber, pero ya no ocurriría más. O al menos eso esperaba.

 "No have falta que me llames Elyria si te resulta incomodo. Solo no me digas señora, es... raro."

 Entonces, se adentraron en la ciudad, llegando a la plaza. Inmediatamente, pudo fijarse en que había varios hombres vigilando. Eso le preocupaba, ¿acaso las estaban esperando? No le sorprendería, no habían sido muy disimuladas viniendo en un barco de la Marina, la verdad, tendría que haber pensado eso mejor. Pero aún así. Tanta gente para un simple fujitivo que no parecía tener conexiones muy importantes... Era raro y preocupante, cuanto menos, tenían que andar con pies de plomo.

 Asintió con la cabeza cuando uso un nombre falso. Dudaba que las fueran a reconocer, no eran nadie, ninguna de las dos. Pero más vale prevenir que curar, no era mala idea.

 "Si, bien visto, tambien hay dos más patrullando, ten cuidado," susurró Elyria, antes de cambiar su tono de voz. "¡Ay si! ¡Seguro que a mi marido le encanta! Es super suave."

 Ante su pregunta, negó con la cabeza. Su haki de observación aún no era lo suficientemente preciso como para ver si esos hombres eran peligrosos en medio de toda esta multitud. Y tenían las salidas cerradas. Elyria podría escapar con su Sky Walk, pero le preocupaba Nia. Aun so se habían fijado en las posibles rutas de escape, los criminales conocían mucho mejor la ciudad. Y en cualquier caso, la idea era pasar desapercibidas hasta encontrar a su objetivo. Si luego necesitaban llamar refuerzos, que así fuera.

 "No, es demasiado arriesgado ahora mismo. No sabemos lo peligrosos que son, y este tipo de gente es especialista en robar información. Va a ser complicado que escupan nada sin que se den cuenta antes de nuestro plan. Y entonves estamos en problemas," susurró Elyria. Entonces cogió una falda que vendían en uno de los puestos—muy bonita por cierto, la usaría mañana— y la compró, actuando como dos amigas que venían a ver la feria. "Es preciosa, estoy deseando llegar a casa y probármela."

 Elyria seguía fijándose en los hombres disimuladamente. Había usado la función fr camara de sus ojos biónicos y se las había enviado a Alvar por DDM fax. Si su amiga lograba identificarlos, les facilitaría mucho la investigación.

 "Si están todos aquí puede significar dos cosas. O que nuestro objetivo se encuentre cerca, o que sea un cebo para alejarnos de el mientras se lo llevan a otra parte. Le dejo a tu instinto decidir cual de las dos asumimos. O una tercera, si es que se te ocurre."

Menos mal que Elyria me siguió el rollo, aunque bueno era lo lógico y normal. Parecía estar ella más preocupada que yo, y eso no sé si era bueno o malo. Quedaban muchas cosas que arreglar antes de dar los siguientes pasos, pero al menos ya teníamos claro que estábamos entre el enemigo. La única salida que teníamos " abierta" era por donde habíamos venido, y esa podía ser una buena ruta de escape ya que nos llevaría directas a la costa nuevamente. Aún así Elyria no veía claro el proceder de alguna forma contra los tipos que habíamos visto. Compartió mi visión de que levantaríamos la liebre muy rápido de ir a por ellos, aunque también era lo más directo, también era lo más bobo.

Ains como echaba en falta el poder usar alguno de mis poderes para intimidar aunque fuera un poquito a los maleantes. Fuera como fuera Elyria tenía razón. Así que asentí a sus primeras palabras, volviendo a poner el foco en la plaza, revisando todos los movimientos. Fue entonces cuando varios de estos guardias se nos quedaron mirando, entonces me percaté de una cosa.

-Emmm...Maira, creo que tenemos un problema- le dije mirando junto a Elyria a uno de los guardias que estaba a lo lejos mirándonos inmóvil, sin quitar la vista de mi mosquete. Le susurré a Ely mientras me caía una gota de sudor por la sien- ¿Sabes que debería haber hecho?- me puse frente a Ely- Haberme dejado el mosquete reglamentario en el bote...

Traté de agarrar rápidamente a Ely por los hombros para lanzarnos ambas hacia la izquierda, ya que de repente apareció un tío, similar a los guardias que nos vigilaban con un gran garrote de pinchos haciendo un golpe vertical que rompió el puesto de mercado donde nos encontrábamos.

-¡Me cago en!- dije antes  de finalizar la evasiva y viendo como de repente otro tío aparece de entre el mogollón de gente, con otro garrote para intentar golpearnos. Esta vez no iba a darme tiempo a apartarme ni a Ely ni a mi.

¿Qué demonios había pasado? Pues simple, que era subnormal. Nunca pensé que pudieran identificar a un marine, pirata o algo por el estilo por la xilografía del mosquete, perteneciente a la Marina, principalmente, porque eso no era lo propio de matones de tres al cuarto ,sino de tíos que han sido informados, probablemente por su jefe, sobre este tema. ¿Tanto miedo tenía el tío de los muelles como para fijarse sus hombres en semejante detalle? Pues si. y ahora íbamos a chupar una hostia de lo lindo. Como era obvio de los seis fulanos que hacían guardia, cinco vinieron hacia nosotros, pero uno corrió calle arriba. Me apostaba un brazo, y no lo perdía a que ese era el chivato.

 Elyria estaba probándose la falda por encima de la ropa, cuándo de repente, sintió la presencia de alguien acercándose a atacarlas. Parecía que su haki seguía intacto aún si ya no era ciega. Pero que había ocurrido, ¿acaso las habían visto? Eso sería un problema. Y bueno, Nia no tardó en confirmarle que, efectivamente, ese era el caso. Joder. Vaya despiste más estúpido. Le echaría la bronca, pero ni era el momento, ni iba a cambiar nada. Y además, más estúpida aún se sentía ella por no haberse dado cuenta a tiempo.

 En fin, parece que tocaba un cambio de plan. Elyria esquivó sin mucho problema el primer golpe, viendo como su compañera hacía más de lo mismo. De paso, se aseguró de recordar el nombre del puesto que había sido destruido por su culpa. Bueno, igual culpa no era la palabra, pero sí responsabilidad. Les enviaría dinero para poder repararla una vez acabara todo esto.

 Entonces llegó otro ataque, el cual bloqueó con Khione tranquilamente. Al menos solo parecían ser unos matones de tres al cuarto. Sus preocupaciones sobre su poder se disiparon un poco. Aunque aún seguía atenta, los recuerdos de Jellystone le recordaron que siempre puede haber alguien mucho más fuerte en el grupo. Además, si lo pensaba fríamente, no tenía demasiado sentido que pusieran a ocho hombres en una plaza si no iban a poder parar a nadie medianamente fuerte.

 “Nia, no permitas que le hagan daño a algún civil en medio de este conflicto. Es nuestro deber, por encima de todo. Y fijate en los patrones de los atacantes, a quienes miran, si se ponen más nerviosos en ciertas zonas o situaciones… Se puede sacar mucha información solo de eso.

 Elyria hacía más de lo mismo, a la par que probaba las funcionalidades especiales de sus ojos biónicos. Gracias a la cámara térmica, podría identificar fácilmente si había alguien escondido, con mucha más precisión que su Haki. Y más con tanta gente, le sería prácticamente imposible diferenciarlo.

 Mientras tanto, se defendía de los múltiples ataques que le llegaban, cubriendo también a Nia cuando veía que no le daría tiempo a bloquear o a esquivar. Estaba siendo buena con ellos, ya que así podía aprovechar este tiempo en el que se pensaban que estaban consiguiendo algo para ganar información del resto. Pero entonces le vinieron cuatro a la vez, así que, envainando a Khione, les fue golpeando el cuello uno a uno, viendo como caían tiesos en el suelo. Podría haberlos matado, pero era innecesario, y Elyria, aún después de todos estos años, seguía con sus dilemas morales, sin terminar de encontrar el equilibrio de cuándo debía matar. Y en ese momento, cuatro matones que probablemente solo se estaban ganando el pan, no merecían algo así en su potencialmente errada opinión.

 Miró a su alrededor y se fijó en Nia, comprobando cómo le estaba yendo a ella, si había encontrado algo útil. Tenía que asumir la responsabilidad de su error y enmendarlo con su trabajo.

 “¿Algo nuevo Nia?”

Vale, mis suposiciones eran correctas y Elyria no decepcionó en cuanto a  lo que su defensa se refiere. Puntito para la jefa. Aún íbamos a tener no pocos problemas. Yo que sabía que estos tíos iban a estar tan preparados como para saber aquel pequeño detalle del mosquete. Vamos que ni yo ni nadie con dos dedos de frente podría culparme por ello, no era experta en xilografías así que no pensaba comerme una bronca por esto. Per oda igual, Ely se movió con soltura y se notaba que era mi jefa por algo, era hora de demostrarle que yo también sabía hacer cosas.

Desenfundé y traté de apuntar al primer matón del tres al cuarto que viniera a por mi, mientras tanto mi jefa tenía claras sus prioridades, y como no podía ser de otra manera, eran los civiles. Yo le asentí con la cabeza, pues opinaba igual que ella, y que demonios, era una maldita orden que debía ser cumplida; aparte que era de sentido común. Así que disparé al primero que vino por mi en la clavícula, haciendo que errara el primer golpe de garrote hacia mi izquierda, momento que aproveché para pegarle un puñetazo en la cara y tirarlo al suelo. Otro venía a completar lo que su amigo no pudo, y yo no tenía demasiado margen de reacción pero Elyria no tardó en echarme un cable contra aquel matón. Una vez logrado acabar con esos dos pude ver como ella solventaba a cuatro más , mientras yo volvía a apuntar y a disparar a las rodillas de otro que venía hacia mi con cara de pocos amigos.

Los matones se iban acabando, pero Ely pareció omitir el dato que le dijera antes y que me preocupaba: Un matón había escapado calle arriba hace apenas treinta segundos. Yo traté de recuperar el aire, ya que estaba muy oxidada con este tipo de peleas, y con un largo jadeo respondía a mi jefa.

-Si, estos solo eran una distracción- dije antes de señalar a la calle que iba hacia arriba- Uno de ellos ha salido como alma que lleva el diablo calle arriba, me juego el mosquete a que es el chivato. Hay que cogerlo Elyria

Antes de que pudiera acabar la frase, un mostrenco de casi dos metros y con músculos sobre los músculos apareció tirando los mostradores cercanos. Llevaba las mismas ropas que los matones que habíamos tumbado, al final es cierto que si hay matones...siempre hay un jefe a la cabeza. Así que miré a Elyria poco convencida.

-Em...¿voy detrás del que ha escapado...verdad?. No era una petición, sino una súplica. Que vamos, podía intentar tumbar a semejante mole, pero igual necesitaba más de diez vidas para tumbarlo, e igual Elyria lo tenía un poquitín más fácil. Aquel matón me recordaba a los luchadores enmascarados de aquella soleada tierra de hombres con largo mostacho aficionados al tequila, y cuya isla no recuerdo el nombre. Bueno, da igual, esperé a que Elyria me diera el consentimiento para salir como una centella tras el chivato, que ahora mismo me llevaba ventaja.

 Elyria pudo ver como uno de los hombres se iba corriendo calle arriba, y una sonrisa pintó su rostro. Fijarse en estas cosas era el principal motivo de esta peleando así, a medio gas. Bueno, aparte de cuando tuvo que tumbar a esos tipos porque decidieron atacar a la vez.

 Al escuchar a Nia, la miró orgullosa, asintiendo con la cabeza. Le gustaba que estuviese atenta y notase esos detalles tan importantes pero difíciles de notar en muchas ocasiones.

 “Bien visto, Nia, habrá que ir tras él, ¿No?“ Dijo Elyria mientras se mantenía atenta. Y hubiese sido un plan increíble, si no fuera porque apareció de la nada el jefazo de los matones. Bueno, todo lo de la nada que puedes aparecer cuando eres un tio ancho de dos metros reventando mostradores. No parecía que el sigilo fuese su especialidad, la verdad.

 Pudo notar el tono de voz de su compañera, y asistió con la cabeza de nuevo. Sinceramente, le sorprendió un poco, aún podía sentir que la mujer era bastante más poderosa de lo que aparentaba y dejaba pensar a los demás. Pero bueno, le dejó la persecución a ella. También le dió un pequeño pod calentador a pilas, un simple aparato del todo a cien que se mantenía caliente. Le serviría para encontrarla con su cámara térmica. También un trozo de aluminio para la cámara de rayos equis.

 “Venga, rápido, que se nos escapa. No lo pierdas de vista. Y pega un disparo al aire si necesitas ayuda.”

 Entonces levantó rápidamente a Khione, bloqueando un puñetazo de ese mazacote de persona. Vale, definitivamente era más fuerte que el resto. No podía pelear sin pensar esta vez, pero tampoco debería darle demasiados problemas. Seguía un tanto sorprendida de que mandasen a criminales tan débiles. Aunque bueno, el fugitivo tampoco es que fuese nadie del otro mundo para empezar.

 “Ahora ya no os hacéis las chulas, ¿Eh? Con tu amiguita huyendo cómo la cobarde que es…” Dijo el matón antes de intentar cargar contra ella con un cabezazo.

 Elyria suspiro, dando un salto para esquivarlo, saltando en su espalda para caer al otro lado. “Lo que tú digas,” dijo resignada

 “No soy tan débil como esos idiotas… ¡Soy el líder de las cobras de fuego, el grupo más temido de la isla!”

 “Joder, no sabía que los criminales de tres al cuarto tenían la percepción de la realidad tan alterada para decir que alguien les tiene miedo estando en el borde con el nuevo mundo… ¿Y las cobras de fuego? ¿En serio no encontrasteis nada que sonase menos ridículo?”

 “¡Cállate, no sabes una mierda, zorra! Una idiota tan pequeña como tú no podría ni rozarme!”

 “Acepto tu reto.”

 “¿Qué?”

Observé  con atención la situación mientras Elyria se enfrentaba al matón, manteniendo la calma y la compostura. En mi mente, estaba formando un plan para ayudar a mi  sin ponerla en peligro, aunque era algo absurdo ya que ella se lo estaba montando muy bien. Apreciaba la confianza que Elyria tenía en mi para notar los detalles importantes, pero ahora era el momento de demostrar lo que podía hacer.

"Estate atenta siempre" se recordó a sí misma mientras tomaba la calle rauda como el viento, dejando a Ely detrás. Él fugitivo aún estaba a la vista. Asentí ante las palabras de Elyria y corrí todo lo que pude. Traté de mantenerme  todo lo cerca que pude de aquel tipo que me estaba dando el culo. Afortunadamente yo estaba en mejor forma física que ese idiota, y de hecho, no tardé mucho en acortarle distancia hasta poder apuntarle con el mosquete a apenas cinco metros de distancia, justo cuando el tipo había tomado una mala curva, fruto imagino de su agobio por escapar, llegando a un callejón sin salida.

-¡Basta ya! ¡ Arrodíllese lentamente, queda usted arrestado.-  exclamé en tono firme mientras mantenía mi mirada en el matón. - Nadie tiene por qué salir herido aquí. Ríndete y será más fácil para todos.

El matón intentó por unos segundos hacer el amago de irse por un lado, y fue entonces cuando no dudé en disparar contra una caja que había justo al lado de él.

-Que te arrodilles he dicho.

El matón, momentáneamente distraído por el disparo, titubeó por un instante pero finalmente se detuvo y alzó las manos tras la nuca. Estaba lista para cualquier movimiento del matón y preparada para actuar si la situación se volvía peligrosa. Sabía que podía manejar la situación y llevar al fugitivo ante la justicia. Así que saqué unas esposas del bolsillo y se las colocó con sumo cuidado, no me fiaba.

Esperaba que Elyria también hubiera tenido suerte con su parte, y creo que era hora de averiguarlo. Así que dándole un toque en el hombro con el mosquete a mi prisionero, lo llevé calle abajo nuevamente hasta la plaza. Podía disparar al aire como me dijo Ely, pero eso sería llamar todavía más la atención y remover todavía más la colmena.

-Espero que estés segura tu y tu amiga de lo que estáis haciendo. No sabéis en el berenjenal que os habéis metido- dijo el chivato con soberbia y arrogancia, propia de piratas.

-¿Ah no? Espera, que estoy segura que me vas a decir el porqué estamos metidas en un lío. Habla, tienes tiempo- le dije algo irónica.

-¿Sabéis a quien intentáis pillar idiotas? No es un puto matón del tres al cuarto, estáis persiguiendo a un puto capitán con doce millones en su cabeza. ¿Cuánto creéis que vais a durar contra mi capitán?.

-Tienes razón...

El matón sonrió maliciosamente.

-Hay que ser muy gilipollas para tener esa mierda de recompensa y estar a punto de entrar en el Nuevo Mundo, si, sin duda creo que le haremos un favor a tu capitán...ahora cállate y tira para adelante.

Llegué nuevamente a la plaza, ahora desierta, entonces vi a alguien a lo lejos. ¿Era Ely? ¿Estaba bien?.

 Elyria dejo ver una sonrisa burlona en su rostro ante la sorpresa del hombre.

 "Digo que no necesito tocarte para acabar contigo. Me pusiste un reto y yo acepté, ¿no?"

 La cara del hombre era un cuadro cuando se puso roja como un tomate por la rabia. Ahora que podía ver estas cosas de nuevo, todo era más divertido. Incluso le sorprendía estar actuando así, pero quería ganar tiempo para ver que pasaba con Nia y el que había escapado. Y sobretodo para ver si tenía más amiguitos certa y al verlo en una situación así salían de su escondite. Si simplemente se lo cargaba estarían demasiado aterrocizados como para hacerlo. Pero si pensaba que solo estaba haciendo el tonto y podían pillarle por sorpresa...

 "¿¡Quien cojones te crees que eres!?" Gritó el hombre con furia. "¡Te vas a arrepentir de reirte de mi! ¡Qué sepas que ofrecen doce millones por mi cabeza! ¡Doce! ¿Sabes la locura que es eso?"

 Elyria fue incapaz de contener la risita que escapó de entre sus labios. Y luego rompió a reir sin ningun tipo de verguenza.

 "Joder, y yo que pensaba que lo había visto todo y que no se podía tener la percepción de la realidad tan jodida... Creo que hoy te vas a llevar unos cuantos golpes de realidad, amigo."

 "¡Nghaa! ¡Que te lo has creido! Pensaba capturarte, ¡pero ahora pienso matarte de la manera más dolorosa posible! ¡A ti y a la zorra de tu compañera!"

 Y entonces, volvió a lanzarse a la carga, intentando darle otro cabezazo. Elyria lo esquivó hacia un lado con elegancia, dando un pequeño giro, como si estuviese haciendo patinaje artístico.

 "Demasiado lento para un criminal temido, ¿no?" Dijo en tono de burla buscando provocarle.

 Y joder si funcionaba. Esta vez cargó un ataque con su cabeza y sus puños, para lanzarle una onda de choque. Elyria le dejó terminar, cumpliendo su promesa de no tocarle. Pero si ahora hacía ataques a distancia se lo estaba poniendo demasiado facil.

 Con un giro de muñeca, usó a Khione para bloquear la totalidad del ataque con facilidad. Entonces bostezó. "¿Por qué no peleas en serio? ¿Tienes miedo de mostrar la terrible fuerza de un criminal con doce millones de recompensa? ¿En Shabaody? Joder chico, hasta yo soy una debilucha en esta isla. No se como acabaste aquí, pero da gracias a que te encontramos nosotras.

 "Nghh, ¡Solo estas teniendo suerte! ¡Deja de ser una cobarde y ataca!"

 "Me dijiste que no te tocase. Aunque bueno, tampoco es que sea estrictamente necesario..."

Bueno , la cosa estaba de la siguiente manera: Habíamos llegado a aquella isla, para buscar a un temido pirata que se había refugiado en aquel Archipiélago. En un principio parecía una tarea difícil, sobre todo en el momento en que dijeron que era usuario de la Bane Bane no mi y que tenía doce millones sobre su cabeza. La cosa es que algo no me cuadraba y no podía evitar darle vueltas. O sea, hemos tumbado a varios de sus matones, pero claro, estos estaban haciendo guardia por algo en la plaza. Es más, en el momento en que se levantó la liebre, uno de ellos salió corriendo. Imagino que este iba a chivarse de nuestra presencia a su jefe...pero resulta que el criminal aparece de repente en la plaza. Definitivamente algo no cuadraba. Así que manteniendo agarrado por las esposas al matón mientras apuntaba con el mosquete al pez gordo le dije al matón:

-Oye..si tu jefe estaba aquí ¿Por que narices estabas corriendo? No tiene sentido alguno. ¿Estás cubriendo a alguien más?- le dije dando un pequeño tirón de las esposas hacia mi.

-Eh relájate pelirroja, no siempre es oro todo lo que reluce. Conozco a tu jefa y no me iba a quedar esperando a que me diera de hostias, así que me las piré. Pero no contaba con una mocosa como tu tocándome el escroto en persecución.[/color]

Joder, viva la lealtad. Así que lo que parecía ser, no lo era. ¿De verdad tan idiota era el jefe de esos matones? O sea, tiene doce millones por su cabeza, y por muy fuerte que sea, estaba enfrentándose a Elyria ¿por las risas? Bueno, me da igual realmente, hay que llevarlo al cuartelillo, y a este también. Así que me aparté un momentito hacia el desagüe de uno de los edificios y até allí a mi prisionero.

-Y como te muevas te reviento- le dije con tono amenazante antes de sostener el mosquete con las dos manos para ayudar a Elyria.
Así que corrí hasta su posición, y parecía que tenían una charla. Así que me puse tras un escaparate destruido y apunté a aquel tipo a la espera de ver lo que hacía Elyria. Esta parecía tener la situación más que controlada, pero creo que se olvidaba algo.

-¡Es usuario!¡ Bane bane!- le grité antes de salir de la cobertura y ponerme al lado de Elyria, apuntando al criminal.[/color]

A ver, suponía que Elyria lo recordaba, pero creo que se había confiado mucho. Si bien estaba mamada, ella seguía teniendo enfrente a un criminal. Y aunque este tuviera una recompensa menor, la tiene por algo. Además, que no haya usado su fruta todavía contra ella me escamaba. O sea no quiero que zurren a mi jefa, pero de un pirata no podías fiarte, y menos de uno que , con tan baja recompensa, huye a Shabaody. O este tipo era un genio o un estúpido.

-¡Queda detenido en nombre de la Armada!- dije por mi cuenta completando las palabras de Ely.

 Lo que no entendía Elyria ahora mismo era por qué demonios aún no había usado su fruta. Algo olía a chamusquina. Que aún después de provocarle hasta este punto no hubiese intentado nada… Y su estilo de combate no pegaba nada con alguien que usase una fruta de muelles. Tal vez le estaba dando demasiadas vueltas y simplemente la había consumido hace poco y no estaba acostumbrado, pero aun así.

 “¡¿Te estás burlando de mí?!“ Gritó el hombre, cada vez más nervioso y enfadado.

 “La verdad es que sí, por fin te das cuenta hijo. Sabía que eras lento pero sigues logrando sorprenderme.“

 Y hablando de sorpresas, justo cuando terminó de pronunciar esas palabras, su Haki de Observación pudo detectar un ataque que venía de lo alto de un tejado. ¿El problema? Que no iba en su dirección.

 “¡Nia, cuidado!“ Gritó Elyria, saltando en su dirección con todas sus fuerzas para ponerse en medio de la trayectoria del atacante. Por desgracia, era demasiado rápido, y tuvo que usarlo todo para simplemente llegar, sin poder bloquear bien con Khione ni con nada.

 Elyria fue golpeada con fuerza y lanzada por los aires, acabando rodando en el suelo y chocando contra la pared, agrietándola por la fuerza del impacto.

 “Joder… La falda que acababa de comprar…“ Dijo mientras se levantaba, sacudiéndose el polvo y viendo como la ropa que había comprado estaba hecha pedazos. Y la que llevaba puesta, pero su chaqueta era bastante resistente a los golpes y la protegió mejor. “Y eso ha dolido… El imbécil del capitán había estado escondido todo este tiempo, debí haberlo visto venir.“ Entonces se giró a mirar a Nia “¿Todo bien?“

 Entonces, el hombre tamaño extra grande que les había atacado en la plaza apareció. Parece que le había dado tiempo a subir. Quién lo diría, teniendo que cargar tanto peso.

 “Os vais a cagar, hijas de puta. Ahora el verdadero capitán está aquí. Ya no te burlas, ¿Eh?“

 “Eso ha sonado a que va a salir un tercero de la nada en medio del combate. Pero esperemos que eso no pase. No tengo tantas esposas y es un coñazo llevarse a tanta gente.“

 “¡Deja de hablar como si ya nos hubieseis derrotado! !Te he estampado contra la puta pared, idiota!“ Dijo el hombre muelle, furioso.

 “Si, y me has jodido la ropa nueva. Eso está feo, ¿sabes? En fin, creo que serviréis como entrenamiento para mi compañera. ¡Nia! Encargate de ellos. Sin miedo, yo me encargo si la cosa se pone feo, no te preocupes por nada. Solo intenta no matarlos, son unos debiluchos, no es necesario.“

Dios, con lo fácil que sería hacer esto con mis poderes. Le daría un ramalazo a este gilipollas y un chuscazo a ese idiota de los muelles que no les dejaría carne en los huesos. Ains, añoraba mi preciado magma...espera¿ Estás siendo vanidosa? NO, no no no otra vez no. Ya sabes que te pasó la última vez que la codicia y el mal te envolvieron. ¡ Soy una marine! ¡ Soy la justicia, soy la venganza, soy bat...NIA! .¡Deja de divagar! ¡Estás en una pelea desgraciada!.

"¡Nia cuidado!"

KYAAAAAAA ; gritó mi mente al ver como aquel ataque se abalanzó sobre mi. Afortunadamente mi jefa estaba ahi para protegerme. ¿ Cómo había sido tan estúpida? No he estado en alerta y eso ha sido un gran error, hasta había tirado el mosquete al suelo tras llevarme las manos a la cabeza. En el momento en que vi como mi jefa bloqueó el ataque y me preguntó que tal estaba, una pequeña sonrisa se dibujó en mi cara. Cogí rápidamente el mosquete pero Elyria no pudo aguantar de todo el golpe y salió disparada hacia una pared.

¡Jefa!- grité antes de colocar rápidamente el mosquete para disparar a aquel tipo. Entonces fue cuando me quedé sola contra aquellos dos, ya que Elyria quería ver como me iba a desenvolver. ¡Que! ¿Sola? ¿Con un mosquete ? ¿Contra un usuario y un cachalote de tierra?, sin duda Elyria me estaba sobrestimando, o eso, o quería verme morder el polvo.

El primero, el cachalote se abalanzó contra mi mientras el hombre muelle se quedaba esperando riendo. Justo antes de golpearme con su puño salté en el aire, di una voltereta sobre mi misma y le propiné una patada en la quijada. Solo logré moverlo unos centímetros, hasta el punto de que aquel tipo me agarró por el pie, dejándome colgada como un morcón.

-¿Y ya está? ¿Así de fácil  mocosa? Definitivamente te arrancaré la columna y luego iré a por tu jefa.

-Te has olvidado de algo, tienes mi pierna....-sonreí y se escuchó un "click bajo su barbilla- Pero yo todavía tengo manos.

El cachalote miró hacia abao y podia ver como le estaba apuntando a la quijada con el mosquete, apreté el gatillo y un disparo le atravesó la mandíbula. Me soltó al momento con un gran alarido, cayendo de espaldas mientras se llevaba las manos a la herida.

-Hija de mil..pffofodof.

Caí al suelo al estilo hombre araña y no dudé en apuntar al tipo de los muelles.

-Siguiente por favor- dije cabreada apuntándole con el mosquete.

El criminal arqueó la ceja y con cierto aire de superioridad se dirigió a Ely.

-Vaya, parece que tu puta enana tiene los cojones más grandes que  él- dijo mirando al cachalote, que seguía gritando. -¿Debiluchos? -dijo ignorándome totalmente y marchando hacia Ely.

  Elyria sonrió cuando Nia pilló por sorpresa al grandullón, reventándole la mandíbula. No era su método preferido, pero bueno, tampoco es que hubiese sido muy concreta con sus instrucciones. En cualquier caso, se agachó a esposarle, mientras que Nia se encargaba del otro.

  “¡Bien hecho Nia! Lo tenías todo planeado, ¿No?“ Dijo sin darse cuenta de que de que no era el caso ni mucho menos. Pero claro, cuándo su haki de observación sentía un enorme poder en ella… Distorsionaba un poco la deprimente realidad.

  Problema. El otro, el increíble hombre muelle, no estaba interesado en ser arrestado por Nia. Comprensible, para que mentir. Lo que le sorprendió fue que quisiera ser arrestado por ella. Qué hombre más raro. Y joder, tenía que ponerse seria, desde que recupero la vista estaba un poco más rara de lo normal. La alegría supongo.

  “A ver, hombre muelle, estoy esposando a tu amigo, así que te agradecería que me dieses un momento,“ dijo mientras suspiraba, ignorando sus palabras. No merecía la pena responder a alguien que hablaba así de sus subordinados.

  Entonces, intentó atacarle. Convirtió su muñeca en un muelle, cargando un puñetazo que salió disparado hacia su cabeza. Elyria simplemente se inclinó hacia un lado, y el puño acabó golpeando a su propio compañero.

  “Joder, ten un poco más de respeto por los tuyos, ¿no?“ Dijo Elyria con un tono de asco.

  Así que terminó con el grandullón, se levantó, y clavó su mirada penetrante en los ojos del criminal.

  “¿Crees que me voy a asustar por que me mires así? ¡Solo has tenido suerte para esquivar mi golpe, ahora veras!“

  “Lo que tu digas, se llama haki.“

  “¡No te inventes palabras pija de mierda!“

  “Lo suponía…“

  Mientras tanto, Nissa reía de forma burlesca mientras giraba alrededor de su cabeza. Y con razón, era una persona bastante estúpida. Lo que más le sorprendía sobre el es que no estuviese muerto todavía.

  Pero no, no se iba quedar quieto el muy pesado. Le hubiese gustado que fuera con Nia, pero bueno, tal vez podría usar la oportunidad para enseñarle a trabajar como apoyo. Así que se colocó en posición defensiva, bloqueando otro puñetazo parecido al de antes.

  “¡Nia! ¿Crees que puedes cubrirme? Yo crearé una apertura para que puedas atacar. Solo intenta no darme a mí“ Ordenó.

  “¿Te das cuenta de que estoy aquí y ahora conozco vuestro plan, no?“

  “Irrelevante“

  “¿Qué?“

  “Que aún así no vas a poder evitarlo“

  Y entonces, cada vez más cabreado, el hombre dió un salto con sus piernas de muelle, rebotando en dos edificios para coger velocidad antes de dirigirse hacia ella para golpearla. Elyria simplemente pegó una patada en el suelo, creando un muro de hielo en mitad de la trayectoria. El hombre pudo rebotar en ella antes de rebotar en otro edificio y volver a ella. Elyria volvió a hacer lo mismo dos veces más, y el muy idiota no parecía darse cuenta de que estaba siendo encerrado. Así que cuándo vino una cuarta vez, solo tuvo que bloquear con Khione, dejándole encerrado entre ella y las tres paredes. Una oportunidad perfecta para que Nia pudiera atacar.

Sin duda alguna Elyria sabía lo que se hacía. La verdad es que me entraba hasta cierta envidia. Esperaba algún día el poder ser libre como un pájaro dentro de la Marina. Ahora me daba cuenta del problema que suponía estar tan capada en cuanto a akuma se refiere, es más, me había dado cuenta que mi fuerza era la propia de un bebé con pañales. Había pasado de poder usar técnicas y formas vistosas a simplemente usar mis puños y armas. Si bien es cierto que los Logia somos unos confiados de narices, yo no pensaba así, pero tampoco era tan tonta como para admitir que dar puñetazos y golpear con armas era lo más adecuado.

Fuera como fuera, Elyria me había dispuesto el tablero para poder acabar con aquel tipo saltarín. Si bien su akuma impresiona, tampoco era algo que rompiera los marcos. O sea ¿ saltar como un subnormal es poderoso? Quizás en un usuario con dos dedos de frente si, pero este no era el caso. Se notaba que este criminal acumuló peso por su akuma y malas artes. Así que bueno, creo que era el momento de aprovechar las técnicas de Elyria para acabar con esto de una santa vez. Asi que asentí a sus órdenes cuando me dejó literalmente el bandido en bandeja. Así que rápidamente agarré el mosquete por el cañón y lo alcé sobre mi hombro, comencé a correr como alma que lleva el diablo, saltando por encima de unas cajas hasta alcanzar a ver a aquel tipo inmovilizado.

-¡EH TU!- le dije en el aire alzando el mosquete por encima de mi cabeza a modo de cachiporra. -¡Aqui un envío rápido de la puta enana!

Con un golpe en seco ué la culata del mosquete como porra, golpeándole la cabeza como si fuera un saco de patatas. Parecía un dibujo animado, cuando el goleas la cabeza y se le hunde el cuello. Este igual. Confuso ante el ataque de Elyria me fue sumamente fácil arrearle. ¿ Que más da que tengas la mejor akuma del mundo si sigues funcionando con el cerebro? Así que la solución era fácil: desconectarlo.

Se escuchó un "plonk" enorme, haciendo que aquel tipo se le quedaran los ojos en blanco y cayera como un saco de patatas de espaldas a mi, que aterricé entre Elyria y él. Una vez en el suelo, bajé el mosquete y di un largo suspiro, provocando que mi cabello que se había movido hacia mi cara volviera hacia atrás, aparte de arrastrarlo yo tras la oreja con la mano izquierda.

-Ahora si...antes no, pero ahora si...quedas detenido. -dije preparando las esposas de kairoseki antes de mirar a Ely. ¿Le habría parecido bien?. La verdad es que estaba algo cabreada. No por que me llamara puta enana, sino porque ahora veía lo limitada que estaba...a una vulgar luchadora callejera.

  Elyria clavó su mirada penetrante en los ojos del criminal mientras bloqueaba su ataque con Khione, notando como se paralizaba por unos instantes. Perfecto. Solo era un imbécil a final de cuentas, como ya suponía por ese patrón de ataques tan cutre. Pero bueno, al menos le serviría como entrenamiento a Nia.

  No pudo evitar reir por lo bajo cuándo le soltó la venganza por llamarle puta enana antes. Ya me jodería ir tan de creído cuando conocía críos que aún estaban en la academia más fuertes que él. Y bueno, no duró mucho cuándo la culata del mosquete de su compañera decidió mandarle a dormir. Desde luego, no despertaría en un buen rato. Y no sería cómodo en su cama mientras sus hijos le hacían sopita de pollo.

  Tanto se preocupó que se agachó a tomarle el pulso mientras que Nia le arrestaba. Estaba vivo, menos mal. Aún teniendo en cuenta su pasado de mierda, no le gustaba causar muertes innecesarias. A veces ocurrían, pero cada vez trataba de ser más consciente y evitarlas en la medida de lo posible. Hacerse más fuerte ayudaba, desde luego. Es fácil no matar cuándo los puedes mantener bajo control.

  “Buen truco el de dejar que te agarrase de la pierna para poder dispararle a bocajarro, bien pensado Nia. Has hecho un buen trabajo hoy,“ dijo con una sonrisa mientras le daba unas palmaditas en la espalda.

  “No se si eso fue a propósito, Ely,“ dijo Nissa, lo cuál Elyria simplemente ignoró. No dudaría así de su compañero, claramente era una mujer muy fuerte. Aún si no lo había dado todo en esta batalla. Aún no entendía bien por qué, pero bueno, ya le había dicho en el barco que era algo de lo que prefería no hablar mucho.

  “¿Bueno, creo que estamos listas para llevar a estos idiotas al barco, no? Algunos de sus secuaces escaparon, pero veo a más de uno que sigue inconsciente en la plaza. Dame un segundo,“ dijo Elyria antes de saltar a la plaza. Entonces cargó a todos los que encontró y los llevó con Nia.

  “Vale, igual, tal vez, es posible que tengamos problemas para llevarlos a todos al barco. ¿Se te ocurre algo Nia?“

¿Me había casnado? Si ¿ Estaba jadeando? Si, ¿Tendría que llevar el uniforme a la tintorería de lo que he sudado? Pues también. Pero ese maldito crimina estaba fuera de combate. A pesar de esto no me sentía bien conmigo misma y si algo impotente. Principalmente porque ahora dependía mucho de mi cuerpo para defenderme y era algo que tenía muy oxidado. Estop me permitió recordar que finalmente el entrenamiento en el cuartel sirvió para algo. Así que nada, me limpié el sudor de la frente con un pañuelo que saqué del bolsillo y escuché lo que me dijo mi jefa, la cual, parecía estar contenta con el resultado de la pelea.

Bien, se me presentaba la oportunidad de hacer dos cosas: o mentirle y quedar como la más pro del lugar o decirle la verdad.

-No, realmente admito que no estaba controlado, pero me gusta tener un plan B- le dije señalándole al mosquete con el dedo índice mientras lo sostenía con una de las manos apoyada la culata sobre el suelo.

Ciertamente Elyria tenía razón...estábamos ante dos tipos de  hueso ancho que iba a ser muy difícil mover entre las dos así que bueno, la solución era bastante obvia.

-Ya sabe toda la isla que hay marines aquí,  y de momento no han venido a por nosotras, eso es que no lo ven tan claro el resto de criminales. Así que sugiero llamar a los barcos más cercanos y que nos echen un cable para trasladarlos, total, estos no creo que se despierten en mínimo una hora- dije mientras le colocaba las esposas al hombre muelle. -A no ser que no lo veas prudente. Pero no se me ocurre nada mejor ahora mismo. Porque podríamos llevarnos a su jefe entre las dos, pero no es conveniente dejar al otro tipo aquí libre. Además, si viene un barco con un par de hombres más a ayudarnos ,no creo que levantemos más polvareda de la que ya hay. Tanto nos interesa salir de esta isla como a los criminales de que nos vayamos.

Así que por mi parte intenté mover al usuario noqueado, esperando a ver que decía Elyria. El trabajo estaba hecho, y había sido bastante fructífero la verdad.

-Lo único que me preocupa, Elyria, es que esto haga efecto bola de nieve, y la Marina tenga más problemas, ya que he estado pensando y nos hemos metido en una jurisdicción criminal, así que imagino vendrán represalias...pero bueno, les estaremos esperando ¿ Verdad?