Elyria Priscraft
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- Elyria estuvo entrenando a Berry. Acabó usando involuntariamente el haki del rey, así que se puso a entrenarlo para al menos poder controlarlo y no hacerle daño a nadie. Al final consiguió volverlo a usar, pero del sobreesfuerzo y la propia energía que le chupó mantenerlo bajo control, cayó inconsciente en mitad de la playa. Y Berry le tocó las tetas aprovechando su estado, denuncienla(?).
Sobras
Eso es, leiste bien, sombras
Eso es, leiste bien, sombras
El truco para dominar la voluntad y convertirla en poder es, aunque suene contraintuitivo, relajarse. Si el alma está agitada, el poder se sale de control.
—‘Historia de la voluntad.’, capítulo 26
Elyria se levantó al sentir el calor y la luz del amanecer, levantándose de su inesperado letargo en mitad de una playa de Greenlyn. Dormir aquí en medio no era lo mejor para su sueño y su espalda, pero bueno, aún no habían inventado Pokemon Sleep (Marca registrada), así que no pasaba nada, no había perdido un snorlax. Y bueno, se despertó con buenas noticias, más o menos. Había logrado mantener el haki bajo control, conteniéndolo en su cuerpo. No era lo ideal caer inconsciente por ello, pero bueno, fue un buen primer paso.
Nissa estaba tirada en la arena, y cuándo vió a Elyria levantarse se incorporó levemente, como si los problemas humanos como el sueño y la cuajada de recién levantada le afectase. Pero le gustaba jugar.
“Parece que lo conseguiste,” dijo Nissa, callándose que Berry le había tocado las tetas descaradamente mientras estaba inconsciente. No quería problemas en un momento tan clave para Elyria.
“Si con conseguirlo te refieres a echarme una siesta en arena húmeda y mojada… Pues entonces sí.”
“Pero eso fue solo porque estabas agotada.”
“Y por no poder contener el poder en mi cuerpo. El continente fué más pequeño que el contenido.“
“O tal vez el continente deba adaptarse, idiota,“ dijo Nissa, indignada y cruzada de brazos mientras intentaba animar a su ucio0¹amiga.
“¿Ya te cruzaste de brazos?“
“¿Cómo—”
“Y luego me dices que no eres predecible,” dịjo Elyria, riendo algo más animada.
“Bueno, pero ha funcionado, idiota…“
Elyria sonrió, asintiendo con la cabeza mientras hacía unos estiramientos. Le dolía horrores todo el cuerpo, pero tenía trabajo que hacer.
Antes de nada, corrió al cuartel, yendo a darse una ducha y a cambiarse de ropa, no pensaba presentarse así delante de nadie, que vergüenza. Luego se encargó del entrenamiento de los nuevos y los casi oficiales, y finalmente del privado con Berry, notando como iba mejorando poco a poco. Todo lo que podía mejorar alguien en unos días, claro.
Y ahora tocaba lo que había venido a hacer a la isla. Investigar. Y encima le tocaba recuperar todo lo que no había hecho ayer. Iba a ser un día largo… Pero bueno, tenía un plan. Hoy era cuando había quedado con el contacto de Alvar para recibir el resto de la información. Eso le ayudaría a encaminar un poco sus ideas, porque por ahora estaba un poco perdida. Aunque no pensaba parar hasta resolverlo. No pensaba permitir corrupción en sus filas. Ni que la rata asquerosa de Kazuo campase a sus anchas por territorios de la liga. Me pregunto dónde se habrá metido Christa… Llevo un año sin saber nada de ella, seguro que estaría encantada de joderle el chiringuito a ese capullo.
Sin perder más tiempo, fue a quitarse la capa de la Marina y a ponerse ropa algo mas bonita y disimulada para investigar. Acabó con una falda negra, sus botas y una camisa azul que había comprado en un puestecito de la ciudad. Quería ir un poco con el estilo que se solía llevar por la zona, para no destacar como un loco con chaleco reflectante en medio de la noche. Solía ser útil cuando querías pasar desapercibida y tal.
Entonces se dirigió a la capital, intentando mantener un perfil bajo. Por suerte, tenía bastante experiencia en este tipo de cosas. Caminó tranquilamente hasta el bar donde había quedado con el contacto de Alvar, manteniéndose alerta y fijándose bien en que nadie la estuviera siguiendo. Eso solo podría acabar en desastre. Antes de entrar al local, volvió a mirar por encima del hombro de forma disimulada. Lo cual era bastante fácil cuándo eras ciega y tu amiga Nissa revisaba por tí. Se agradecía.
Al entrar, se encontró con un hombre en la barra. Mayor, sin nada de pelo en la cabeza, pero con una densa y poblada barba blanca como la coc—nieve. Vestía con buena ropa, pero sin ser extravagante, y emitía un aura a su alrededor que daba respeto.
Elyria se dió una pequeña vuelta por el lugar, revisando con ayuda de Nissa que no hubiese nadie escondido espiándoles. Solo cuándo terminó se dirigió a la barra, moviendo la cabeza en dirección al hombre.
"Casi no parece que seas ciega," dijo en un tono seco, con una voz grave y ronca.
Vale, Alvar debe haberle avisado, pensó Elyria mientras tomaba asiento en uno de los bancos. Lo que no sé es de donde demonios conocía Alvar a toda esta gente.
"Alvar es una vieja amiga, puedes ponerte cómoda. ¿Sigue sin salir de esa islucha no?"
Elyria cruzó los dedos, tomando un semblante serio pero cómodo, sin excederse. El hombre no parecía querer eso, y era ella la que tenía que adaptarse al informante. "Sigue de teniente en San Poplar, correcto."
"Una pena, podría ser mucho más... Esa mujer es muy fuerte."
"Lo se. Pero me pregunto, ¿Cómo es qué tienes relación con la Marina?"
"No te confundas, chica. Solo le debo una a tu amiga. Y bueno, en este caso, quiero ver caer a ese hijo de puta de Wagner. Siempre va por ahí creyéndose mejor que nadie."
"¿Y el gobierno mundial? ¿No quieres verlos caer también?"
"Je... Todo eso ya no es asunto mío. Pero daría lo que fuera por poder quitarle esa sonrisa pedante de la cara a ese capullo."
"Parece que tenéis un pasado... curioso"
"Se cree que mi local es su casa.
¡Este! ¡¿Te lo puedes creer?! Viene como si nada, sin pedir permiso y molestando lo máximo posible. Encima me echa cada vez que quiere tener una de sus reuniones de mierda. ¡Que no quiere que les escuche dice!Pues se va a enterar ahora..."
"Wagner no está aquí, se fue a la—"
"Lo se, chica, lo se. Pero sus subordinados son igual de idiotas que él. Creo que es un requisito."
"¿Marines?"
"Sin uniforme, pero sí. A mi no me engañan, uno tiene sus contactos. Se les sube todo a la cabeza por quién es su líder. No sé quién me da más asco, al menos el imbecil de Wagner se defiende por sí mismo."
"¿Tienes información sobre ellos?"
"Más o menos. Como ya te he dicho, me sacan del local cuándo quieren hablar. Pero si todo va según sus patrones habituales, mañana deberían estar aquí por la noche. Sobre las once y media."
"Hmm..." Elyria se quedó pensativa, llevándose la mano a la barbilla. "¿Hay alguna manera de espiarles? ¿Sabes si revisan en busca de diales de sonido escondidos?"
"Por desgracia. Ese asqueroso de Kazuo les da juguetitos para poder detectar las interferencias."
"Joder... Tengo que ver como hacer esto entonces."
"¿Ver?"
"..."
Ahora tenía varias opciones. Siempre podía contar con Nissa para este tipo de trabajos, pero le preocupaba demasiado que pudieran detectarla con sus aparatos. Aún no conocía del todo su naturaleza, y la tecnología en Lëxius estaba terriblemente avanzada. Le daba miedo que pudiesen hacerle daño de alguna forma. Y no pensaba permitirlo.
Se dio una vuelta por el local, pidiéndole a Nissa que se fijara en si había un buen escondite. Luego se dio cuenta de que simplemente le podía preguntar al dueño. Si, igual aceleraba un poco el proceso, menudo despiste.
“A ver, igual tendría que haber preguntado esto antes, pero, ¿hay algún sitio dónde podría esconderme? -¿No tienes algún doble fondo o habitación oculta?”
“¿Por quién me tomas? Por supuesto que sí. ¿O te piensas que uno sobrevive tantos años en el bajo mundo sin tener sus secretos?” Dijo el hombre antes de pulsar una secuencia de botones ocultos detrás de unos barriles, revelando unas escaleras tras la barra. “Vamos.”
Elyria siguió al dueño, bajando por las escaleras. Y la verdad, bajaba más de lo que pensaba que tendría un simple sótano.
“¿Y no podrían encontrar algo así con su tecnología?“
“Te he dicho que no me subestimes, chica. El techo que nos separa del suelo de arriba es de unos cinco metros de grosor, y con varias capas de distintos materiales. Ni la mejor de las cámaras térmicas, de rayos equis, o cualquier modernidad que traigan podría descubrir que hay un sótano oculto. Y mucho menos saber si hay alguien dentro.“
“Hmm… Pero entonces va a ser imposible espiarles, ¿No?”
“No me gusta repetirme, Elyria”
“¿Imagino entonces que eso también está solucionado?”
“Evidentemente. Solo que no puedo usarlo yo mismo, siempre vigilan por donde me meto cuándo vienen a sus reuniones. Y en cuanto a escuchar…” Dijo el dueño antes de acercarse a abrir un compartimento en la pared. “Es algo rudimentario, pero es un hilo de un material que conduce especialmente bien el sonido. Pon esta copa en tu oreja y podrás escuchar todo lo que pasa arriba. Eso sí, es bidireccional, tienes que tener cuidado.”
“Tranquilo, se me da bien el sigilo, no me escucharan.”
“Mas te vale, no quiero que nos metas a todos en problemas. Lo que me faltaba. Pero si te ha enviado Alvar me fío de tus capacidades.”
“Bien. Entonces nos vemos mañana. Vendré después de terminar con el trabajo de tapadera, por si acaso les da por revisar quien entra.“
“Je…“ Dijo el hombre con una sonrisa orgullosa. Entonces caminó por el sótano, abriendo una puerta de piedra en la pared. “Dejaré esto abierto. Se puede llegar desde una caverna en la playa.“ Entonces le entregó un pequeño mapa con la localización, además de la distribución de la red subterránea. “Si alguno de los otros grupos te dicen algo di que vienes de parte de Morgoz. Están informados. Y bueno, imagino que es evidente, pero no digas que eres marine. Algunos deben saberlo ya por que te hayan visto en el cuartel, pero nunca está de más ser precavido.“
“Descuida, no te daré problemas.“
“No esperaba menos“
Y después de esa conversación, Elyria se despidió y se fue. Volvió a fijarse bien en que nadie la estuviera espiando o siguiendo, y se fue de vuelta al cuartel. Rápidamente se metió en su habitación y se puso ropa más cómoda, tenía muchos documentos que revisar.
Después de varias horas tomando notas sin encontrar información relevante, Elyria se levantó de su silla, haciendo unos estiramientos. Menudo aburrimiento, no sabía cómo aguantaban los que tenían que hacer este tipo de cosas todo el día. Y al menos esto era para una investigación. Realmente, ni siquiera era que no le gustase, pero ahora mismo, sin tener pistas ni nada en lo que basarse, perdía mucho tiempo en nimiedades. Pero bueno, todo eso debería mejorar al día siguiente, después de espiar la reunión en el bar de Morgoz.
Aunque ahora mismo tenía otras cosas que hacer. La investigación era importante, pero no era lo único que ocupaba su mente en el momento. También tenía que entrenar haki del rey. O aprender a mantenerlo bajo control al menos, como hizo el otro día. Así que se puso ropa que no le importaba demasiado romper o hacer un desastre, y se dirigió a las montañas a entrenar. Quien sabe, a lo mejor incluso encontraba algo sospechoso. Las montañas eran un sitio ideal para esconder cualquier cosa. Aunque bueno, dudaba ver nada. Eran ideales por algo, dudaba que fueran tan cuidadosos y luego se establecieran donde cualquier persona aleatoria pudiese encontrarlo en un paseo.
Cuando llegó, se puso a ello. Siguió un poco el mismo ritmo que la última vez, intentando imaginar las cosas que rompían su alma. Todo con ayuda de Nissa, que le recordaba lo que no le salía a ella sola y colaboraba con insultos. Diría que se lo estaba pasando bien con todo esto, teniendo una excusa para meterse con ella. Pero la conocía, sabía que realmente le importaba, y este era un tema muy serio.
Estuvieron así hasta bien entrada la noche, y de nuevo, como esperaba, ocurrió lo mismo. El agotamiento le provocó alucinaciones, y de nuevo pudo ver, oler y sentir esos momentos con la bruja, con esos niños que solo pedían una muerte rápida. También la muerte de Zero, las burlas de esa puta rata del gobierno para provocarla. Lo sentía como si estuviese allí. Se preguntaba si haciendo esto cada día no acabaría insensibilizándose, pero ese era un problema para el futuro. Si ocurría. Sinceramente dudaba que sus traumas le dejaran de afectar de un día para otro. Era más probable que se volverían peores, al verse obligada a repetir esos recuerdos tan duros una y otra y otra vez.
De nuevo, sintió como un enorme poder crecía en su interior, e hizo todo lo posible por mantenerlo dentro de su cuerpo, controlado. Ese era el primer paso para dominarlo, y el más importante. De poco sirve un poder tan inmenso si acaba haciendo daño a quien no debe. Como era esperable, al estar ya tan agotada, y usando toda su energía para contener el haki del rey, volvió a caer inconsciente en el suelo, solo para despertar al día siguiente e ir a realizar sus tareas.
La mañana fue sencilla. Simplemente hizo los entrenamientos de los alumnos y de Berry, y pasó el tiempo que le quedaba hasta el encuentro revisando documentos, por si acaso encontraba algo útil que le sirviese. Pero tardó poco en prepararse y en ir a las cavernas que había marcadas en el mapa. Allí encontró lo que estaba buscando, la red de túneles que la llevaría al sótano del local.
Nada más entrar, le recibieron un par de hombres; altos, grandes y musculosos. Probablemente estaban vigilando la entrada. Por lo que había entendido, era la red compartida del bajo mundo de Greenlyn. Y ella, una marine, estaba metiéndose en la boca del lobo. Pero si no les daba problemas no deberían actuar. Lo que menos querría un criminal del bajo mundo es meterse en problemas innecesarios con la Marina. Solo actuaba si se ponía en su camino o si se sentían amenazados. Y además, tenía un contacto.
“Vengo de parte de Wagner, tengo unos asuntos con él. Me dijo que estaríais informados de esto."
Y sin mediar ni una sola palabra con ella, se apartaron de su camino, dejándole pasar sin ninguna queja. Se sentía un tanto... ¿agresivo? No sabría explicarlo. Pero no tenía tiempo para esas cosas, así que recordó el mapa que había memorizado y camino en dirección al sótano del bar de Wagner. Se encontró con algún que otro grupo por el camino, y pudo ver cómo conectaba a muchos más sitios, pero nadie la interrumpió, molestó, ni dirigió la palabra. Cada uno se centraba en atender sus asuntos.
Finalmente llegó. Obviamente no subió a saludar, por mucho que Nissa bromease con que estaba siendo una maleducada. Abrió el compartimento de escucha, y puso la oreja, sin escuchar nada. Como cabía esperar, aún no habían llegado. Elyria había venido bastante pronto, nunca se sabía si la reunión se iba a adelantar por un motivo u otro.
Las siguientes horas fueron terriblemente aburridas. Tenía que estar todo el rato con la oreja pegada por si pasaba algo, y encima no podía ni pasar el tiempo hablando con Nissa, por miedo a ser escuchadas. En estas cosas había que ser muy precavido. Por mucho que todos le dijesen que era una exagerada que ve fantasmas en todos lados. Una solo iba con cuidado. Ah, por cierto, igual te preguntas qué hace Nissa aquí, después del discursito de no ponerla en peligro. Pero le fue imposible convencerla y ella seguía insistiendo en que era imposible que la detectaran si mantenía las distancias. Sobretodo con ese techo tan gordo.
Y por fin, llegó la hora. Era como la una de la mañana, y ya se pensaba que no iban a venir hoy y que todo esto había sido para nada. Pero no. Ahora sólo faltaba comprobar si esta larga espera había merecido la pena.
La conversación llegó rápidamente a una discusión, pero los hombres hablaban sin gritar, por mucho que quisieran. No eran tan idiotas.
"Esto no es lo que acordamos."
"Ha sido una semana de mierda. Hubo un derrumbe en la mina y murieron cinco de nuestros hombres."
"Me dan igual tus putos problemas. Lëxius no es responsable de vuestra idiotez."
"¿Ahora es nuestra puta culpa que se nos caiga encima una cueva?"
"Tendrías que tener gente de repuesto. Y predecir esos accidentes, joder."
Elyria hizo una muesca de asco al escuchar cómo trataba a las personas como objetos de usar y tirar, despreciando por completo sus vidas.
"¿Sabes lo que le hace eso a la moral de mis hombres?"
"Eso es que son unos debiluchos. Sobre todo vuestros líderes incapaces de poner orden. ¿Sabéis lo que ocurrirá si no nos dais lo que necesitamos, no? Vuestro grupito de mierda no tardará en caer en pedazos. No lo olvides."
El otro hombre gruñó con rabia, conteniendo sus ganas de gritar. "Lo sé."
“Pues espero que seamos compensados adecuadamente cuando vuelva en unos días.“
De nuevo, chasqueó la lengua molesto. “Por supuesto… Aunque informaré a Wagner de todo esto.”
“Haz lo que te de la gana. Wagner es nuestra putita después de todo“
Desde luego, parecía que se iban a liar a puñetazos en cualquier momento. Pero por suerte eso nunca ocurrió y la reunión acabó con la información de donde recoger la mercancía. Se la pasaron con un papel, así que Elyria no pudo escuchar donde. Y seguirlo para descubrirlo le parecía demasiado arriesgado ahora mismo, tendría que prepararse para hacerlo en la próxima reunión. Pero bueno, todo esto había terminado siendo muy útil. Aún no tenia pruebas, pero ya sabía que Wagner estaba implicado en lo que parecía ser una venta ilegal de minerales a Lëxius. Eso debería ayudarle a encontrar fallos en los documentos. Aunque seguramente necesitaría la ayuda de Alvar y sus contactos para otras cosas. Entre ellas, por qué demonios estaba un contraalmirante de la marina haciendo estos tratos con el gobierno mundial y ayudando a destruir aún más una isla como Lëxius. Le hervía la sangre.
En cualquier caso, tenía más cosas que hacer. Hoy no tenía tiempo para el papeleo, y necesitaba a Alvar, así que prefería llamarla al día siguiente y hacerlo con ella. La investigación, malpensados. Así que salió del sótano por los mismos túneles por los que había entrado, sin ningún tipo de problema. Ahora tocaba volver a entrenar.
Fue un entrenamiento sin nada nuevo que destacar. Siguió haciendo lo mismo que los últimos dos días, y no, no se estaba insensibilizando, ni muchísimo menos. De hecho cada vez le jodía más, y cuándo finalmente cayó inconsciente al no poderlo controlar bien de nuevo, tuvo pesadillas horribles por tener que obligarse a sí misma a revivir esas situaciones tan traumáticas una y otra vez.
*
* *
* *
Al día siguiente, despertó con los mismos dolores de siempre, pero hizo unos estiramientos y se fue a trabajar igualmente. Más de lo mismo que el resto de vida, todo lo del cuartel y el privado con Berry. La zorra estaba mejorando bastante rápido, y eso le gustaba. Pero ahora tenía cosas más importantes que hacer, así que cogió los documentos que necesitaba, se metió en su habitación y llamó a Alvar con un Den Den Mushi con cámara.
“¡Ely! Ya era hora de que me llamases eh,“ bromeó la teniente.
“Pero si te llamé ayer.“
“Sí. Para decirme que me llamarías hoy. Que emocionante.“
“Idiota…“
“En fin, que tendrás cosas que hacer. Y yo también. ¿Qué necesitabas?”
“Creo que estás al tanto de la situación en Lëxius, ¿no?“
“Correcto. Y antes de que me llamases, investigué un poco por mi cuenta sobre ese tal Wagner. Al parecer no tenemos información de lo que hacía o de quién era antes de que se uniese a la Marina. Y lleva en el cuerpo desde antes de la guerra del cismo.“
“Un momento, ¿piensas que…?”
“Sep. No me sorprendería nada que fuese un topo del gobierno.“
“Acerca de eso… Parece que no es él solo. Tiene un grupito montado, y por ahora sé que están vendiendo minerales a Lëxius para sus fábricas.“
“Joder… ¿Tienes pruebas?“
“Aún no, pero las conseguiré, descuida.“
“Lo sé, eres la mejor en estas cosas, Ely.“
El blanco rostro de la marine tomó un leve color rojizo al escuchar el comentario. Por suerte, las únicas personas que podían verlo ya estaban acostumbradas a ellos. “¿Crees que podrías investigar más profundo?“
“Puedo intentar contactar con nuestros espías en Lëxius, aunque no puedo prometer nada. Aunque es raro que tenga tratos con esa isla precisamente, cuándo podría hacerlo mucho más fácilmente en el propio paraiso. Tal vez hayan oído hablar de él. Aunque me tomará unos días. Esa isla es un horror, lo tienen todo super controlado. Así la comunicación es… complicada. Pero tenemos nuestros métodos.“
“Joder Alvar, un día me tienes que contar sobre tu pasado y sobre como tienes todos estos contactos e información. No tiene ningún sentido.“
“Je… Algún día, querida, algún día. Pero ese día no es hoy. Es un tema delicado.“
“En fin, te dejo ir a descansar. Yo voy a entrenar.“
“Cuidate. No te fuerces demasia—¿Pido mucho no?“
“Muchísimo.“
*
* *
* *
Durante los tres días siguientes, no hubo mucho que destacar. Entrenaba a los demás por la mañana y se entrenaba a sí misma hasta caer inconsciente por las noches. Todo con una terriblemente aburrida dosis de papeleo entre medias. Al menos pudo descubrir un par de cositas ahora que tenía más contexto sobre la situación y que sabía dónde buscar.
En primer lugar, barcos de la Marina que no encajaban en las rutinas y actividades de la isla Probablemente para el contrabando de minerales, o para transporte de gente que no debería estar a bordo de esos barcos. En segundo lugar, transferencias y compras sospechosas, con números que no tenían demasiado sentido. Y en tercer lugar, huecos y agujeros en los documentos. Faltaban muchos datos, e incluso documentos enteros en varios casos. Algo fácil de obviar, pero que se volvía evidente cuándo sabías a lo que ibas.
Evidentemente, le pasó toda esta información a Alvar, que aún no había logrado contactar con los espías en Lëxius. Pero cualquier cosa ayudaba, y tal vez le sería útil cuando llegase el momento.
*
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* *
Según el dueño del bar y lo que había aprendido al espiar en la conversación de los hombres, hoy se volverían a reunir. No sabía de qué hablarían, y su plan esta vez ni siquiera era espiarles. Hoy tocaba seguirles, ver si conseguía dar con su base de operaciones. Bueno, seguir al marine, principalmente. Ya vería si había necesidad de hacer lo mismo con esa rata del gobierno.
Así que esperó, oculta entre las sombras de un tejado alto en el edificio de enfrente. Pudo verlos llegar, y cómo obligaban al pobre dueño a dejarlos a solas. Y no de muy buenas formas. Y también pudo ver como salían. Parecían ir con especial cuidado de que nadie fuese tras ellos, pero claramente eso era lo esperable. Y era hora de trabajar. Y por suerte, este tipo de trabajos se le daban de maravilla.
Elyria le siguió en medio de la noche, aprovechando la oscuridad. Por suerte, era luna nueva, así que le resultaba más fácil de lo normal buscar las sombras más profundas. Su habilidad de sigilo era excepcional, y se movía sin hacer ningún tipo de ruido, gracias a su técnica y también a sus suelas de baja fricción. El hombre se estaba dirigiendo en dirección a las montañas, como cabía esperar. Bueno, así tendría que caminar menos para entrenar esta noche. Aunque ya era de noche… En fin, sigamos.
Finalmente, llegaron a lo que parecía ser su base de operaciones. Era… bastante más grande de lo que Elyria se esperaba, la verdad. ¿Cómo demonios no se había dado cuenta nadie? A ver, estaba en unas cavernas bajo tierra en la zona más recóndita de la sierra, pero aún así. Alguien tendría que haberles visto ir y venir. Y más con mercancía en las cantidades que sospechaba que trabajaban. En cuanto al ambiente, pues lo típico en estos chiringuitos de mierda. Condiciones de mierda, explotación y cero seguridad.
Pero bueno, ahora que sabía dónde se escondían esos asquerosos, podía estar más tranquila. Ahora solo faltaba prepararse para retomar el lugar, pero eso ya lo haría con ayuda. No estaba tan loca como para meterse ella sola en ese fregadero. Y no era para nada necesario. Aunque si había algo que le tocaba hacer. Entrenar.
Así que se puso a ello. Se fue a una zona más alejada, por supuesto. No era plan de seguirles sigilosamente para luego ponerse a hacer ruido y acabar inconsciente a su merced. Ni siquiera Yor o Berry harían algo tan estúpido. Bueno si, pero da igual, ella no.
Esta vez aguantó más que el resto de días, y pudo ver el amanecer cuándo comenzaron las visiones. Y los pensamientos de que tal vez llevarse hasta el agotamiento para volverse loca y entrenar algo super específico que no entendía en un momento de vulnerabilidad y debilidad no era la mejor de las ideas. Pero los sobrepasó y se concentró en sus traumas.
Cuándo comenzó a intentar mantener esa fuerza a raya, notó algo distinto. Esta vez fluía por su cuerpo libremente. Pero no era suficiente, así que pensó en Zero, en Christa. Su cabeza se estaba volviendo loca, le pedía parar, pero eso no detenía el poder en su interior. Aterrorizada, intentó pensar en todas esas situaciones que tanto daño le habían hecho. En su secuestro incluso. Pero nada. Las ilusiones habían desaparecido, el poder seguía ahí y era incapaz de apagarlo por mucho que se esforzase. Por mucho que se esforzase… Tal vez…
Y fue cuando dejó de intentarlo que ese poder se disipó de forma indolora, sin dejar ningún rastro. Entonces volvió a recordar sus traumas, y volvió a sentirlo. Y al dejar de pensar en ello, de nuevo, desapareció. Parece que por fin lo había conseguido.
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Level up haki del rey entre el diaro y el rol anterior
3 medallas al servicio y un PU genuino de inteligencia por la investigacion
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¿Qué puedo decir? Un diario cortito, intenso y directo al lío, como un buen po...dcast. Hecho el chiste obligatorio de introducción vamos a lo que nos interesa.
La trama es directa, una de investigación sin muchos contratiempos más que los que encuentra Ely en sus propios entrenamientos con la trama del supuesto agente doble ocurriendo por debajo. El ritmo es bueno, con pausas lógicas y transcurso del tiempo con sentido. No entra en agujeros ni nudos lógicos así que por esa parte todo bien.
En cuanto a la ortografía 9,9. Te has comido un par de acentos, por do demás bien.
Ahora lo que nos interesa a todos. Veramos, te llevas 477 Px y 48 Doblones. A esto le restamos lo que te gastas en el PU Genuino y el nivel del haki. Obtienes las medallas, pero será mejor que termines la misión o esas ratas quedarán libres.
La trama es directa, una de investigación sin muchos contratiempos más que los que encuentra Ely en sus propios entrenamientos con la trama del supuesto agente doble ocurriendo por debajo. El ritmo es bueno, con pausas lógicas y transcurso del tiempo con sentido. No entra en agujeros ni nudos lógicos así que por esa parte todo bien.
En cuanto a la ortografía 9,9. Te has comido un par de acentos, por do demás bien.
Ahora lo que nos interesa a todos. Veramos, te llevas 477 Px y 48 Doblones. A esto le restamos lo que te gastas en el PU Genuino y el nivel del haki. Obtienes las medallas, pero será mejor que termines la misión o esas ratas quedarán libres.
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La verguenza. No aprendo. Aceptado.
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