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Caos en Hargeon[Pasado: 3 meses] Empty](https://2img.net/i/empty.gif)
Me encuentro sentado en el lomo de Shuuen, mi fiel dragón dorado, viajando hacia Hargeon en donde iba a reunir dinero y si tengo suerte alguien que pueda servir para hacer algo en mi banda aunque no tengo ilusión alguna en conseguirlo pues pocos son los que cumplen con los requisitos.Mi mirada es serena y seria como siempre pero mi mente y mi corazón oculta muchos secretos que sólo dos personas conocen y por el momento sólo ellas lo sabrán. Poco a poco me aproximo a mi destino por lo que me levanto y me preparo para el aterrizaje pues no es seguro que aterrice sobre las espaldas de Shuuen así que salto al suelo antes de que este toque el suelo.
El dragón baja tranquila y suavemente de altura hasta que, al alcanzar este los dos metros de altura, salto al suelo y se convierte en mi katana la cuál guardo en su lugar junto a Kurikara que está en el lado opuesto de la cintura y Elucidator y Dark Repulser a mi espalda. Ya en el suelo empiezo a caminar por el pueblo pesquero mientras recopilo información sobre la isla y así saber a donde dirigirme para poder lograr mis objetivos.
El dragón baja tranquila y suavemente de altura hasta que, al alcanzar este los dos metros de altura, salto al suelo y se convierte en mi katana la cuál guardo en su lugar junto a Kurikara que está en el lado opuesto de la cintura y Elucidator y Dark Repulser a mi espalda. Ya en el suelo empiezo a caminar por el pueblo pesquero mientras recopilo información sobre la isla y así saber a donde dirigirme para poder lograr mis objetivos.
Wendy Marvell
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La peli-azul se encontraba investigando como era el pueblo de Hargeon, desde que ingresó a la Cyper phol tenía que investigar la mayoría de los pueblos y si había alguna cosa que le llamase la atención, aunque ella no hacia daños y mandaba a la gente, y no mataba a nadie, le gustaba viajar, y quizás fué por eso que ingresó a CP, pero ella estaba conciente que eso a lo mejor le traería problemas.
Caminando y caminando, la chica llegó hasta al puerto de Hargeon, estaba realmente entretenida viendo todo lo que esta encontraba, ya que el pueblo era realmente hermoso, y tenía muchas maravillas en su interior, en una de esos pensamientos que la peli-azul tenía, chocó con un joven, de apariencia unos 17 años, tenía ropajes negros, algunas espadas, y cayó fuertemente al suelo, la peli-azul era algo torpe para algunas cosas, y esta era una de ellas, que era muy distraída y chocaba con todo el mundo, si que desde el suelo lo miró y le dijo lo siguiente.
- G-Gomenasai... No te pude ver... Perdón...
Dijo en un tono húmilde y tierno, ya que no quería tener problemas con nadie, y no sabia con qué tipo de gente se podría encontrar.
Caminando y caminando, la chica llegó hasta al puerto de Hargeon, estaba realmente entretenida viendo todo lo que esta encontraba, ya que el pueblo era realmente hermoso, y tenía muchas maravillas en su interior, en una de esos pensamientos que la peli-azul tenía, chocó con un joven, de apariencia unos 17 años, tenía ropajes negros, algunas espadas, y cayó fuertemente al suelo, la peli-azul era algo torpe para algunas cosas, y esta era una de ellas, que era muy distraída y chocaba con todo el mundo, si que desde el suelo lo miró y le dijo lo siguiente.
- G-Gomenasai... No te pude ver... Perdón...
Dijo en un tono húmilde y tierno, ya que no quería tener problemas con nadie, y no sabia con qué tipo de gente se podría encontrar.
Hikari Nozomi
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Akuma no mi
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Había leído historias sobre la isla de Hargeon. La forma de tiburón de su playa más occidental era, cuanto menos, una de las mayores curiosidades de la isla, lo que la convertía en un lugar de peregrinación para curiosos y entendidos. Pero aquel no era mi motivo de viaje a dicho paraje. Quería investigar acerca de la leyenda que aseguraba la presencia de dos demonios en el bosque central de la isla. Nunca había creído demasiado en estas cosas, pero había algo que me decía que aquello podía ser cierto.
Hacía poco que estaba en Tequila Wolf, así que aproveché estar en el mismo mar, el East Blue, para coger un barco de la Marina y dirigirme hacia Hargeon. El viaje se me hizo bastante corto. No hablé con nadie, pues tampoco tenía demasiadas ganas de entablar conversación con simples marines. Yo era miembro del Cipher Pol, estaba por encima de ellos. Pasé la mayoría del viaje apoyado en la barandilla de babor del barco, mirando hacia el horizonte, mientras fumaba unos pitillos. El sol reinaba en lo alto del cielo, pero sin dar demasiado calor, lo que hacía la estancia al aire libre muy agradable y confortante. Casi sin darme cuenta, avistamos la isla y atracamos en ella. Me bajé del barco sin decir nada a mis chóferes. Miré a izquierda y derecha y me encendí un cigarrillo, que fui fumando mientras caminaba por la pasarela, rumbo a un pueblo que se veía desde el puerto.
A ver qué encontramos por aquí, pensé.
El pueblo era bastante bonito. Las casas, que no eran demasiado altas, pero de unos colores muy vivos, mayoritariamente blancas. Los tejados eran horizontales, lo que denotaba que no llovía muco por allí y se buscaba el frescor interno de la morada. La gente caminaba por las calles, la mayoría en conversaciones muy animadas y con sonrisas en la cara. Parecía que todo el mundo allí era feliz con sus vidas. Mientras caminaba vi a una mujer de pelo azul bastante atractiva. Me parecía haberla visto en algún otro lugar, pero no caía exactamente donde. Me quedé mirándola fijamente mientras seguía andando, lo que me hizo chocar con un hombre que me hizo girar la vista de aquella belleza. Cuando volví a mirarla, observé que ella también había tropezado con una transeúnte. El hombre, más o menos de mi edad, vestía como yo, todo de negro, y portaba algunas espadas. Me quedé mirando hacia ellos, por si él tomaba represalias contra ella. No podía ver a alguien que abusaba de su poder contra otra persona más débil.
— Más te vale no tocarla. — dije, en un tono más alto de lo que había creído.
Un hombre que pasaba a mi lado se me quedó mirando con cara extrañada, seguramente por lo que acababa de decir en alto. Le devolví la mirada, fijamente a los ojos, hasta que prosiguió con su camino. Volví a clavar mis ojos en la escena de la peliazul. Esperaba que no pasara nada, pero estaba preparado para actuar con rapidez en caso de ser necesario.
Hacía poco que estaba en Tequila Wolf, así que aproveché estar en el mismo mar, el East Blue, para coger un barco de la Marina y dirigirme hacia Hargeon. El viaje se me hizo bastante corto. No hablé con nadie, pues tampoco tenía demasiadas ganas de entablar conversación con simples marines. Yo era miembro del Cipher Pol, estaba por encima de ellos. Pasé la mayoría del viaje apoyado en la barandilla de babor del barco, mirando hacia el horizonte, mientras fumaba unos pitillos. El sol reinaba en lo alto del cielo, pero sin dar demasiado calor, lo que hacía la estancia al aire libre muy agradable y confortante. Casi sin darme cuenta, avistamos la isla y atracamos en ella. Me bajé del barco sin decir nada a mis chóferes. Miré a izquierda y derecha y me encendí un cigarrillo, que fui fumando mientras caminaba por la pasarela, rumbo a un pueblo que se veía desde el puerto.
A ver qué encontramos por aquí, pensé.
El pueblo era bastante bonito. Las casas, que no eran demasiado altas, pero de unos colores muy vivos, mayoritariamente blancas. Los tejados eran horizontales, lo que denotaba que no llovía muco por allí y se buscaba el frescor interno de la morada. La gente caminaba por las calles, la mayoría en conversaciones muy animadas y con sonrisas en la cara. Parecía que todo el mundo allí era feliz con sus vidas. Mientras caminaba vi a una mujer de pelo azul bastante atractiva. Me parecía haberla visto en algún otro lugar, pero no caía exactamente donde. Me quedé mirándola fijamente mientras seguía andando, lo que me hizo chocar con un hombre que me hizo girar la vista de aquella belleza. Cuando volví a mirarla, observé que ella también había tropezado con una transeúnte. El hombre, más o menos de mi edad, vestía como yo, todo de negro, y portaba algunas espadas. Me quedé mirando hacia ellos, por si él tomaba represalias contra ella. No podía ver a alguien que abusaba de su poder contra otra persona más débil.
— Más te vale no tocarla. — dije, en un tono más alto de lo que había creído.
Un hombre que pasaba a mi lado se me quedó mirando con cara extrañada, seguramente por lo que acababa de decir en alto. Le devolví la mirada, fijamente a los ojos, hasta que prosiguió con su camino. Volví a clavar mis ojos en la escena de la peliazul. Esperaba que no pasara nada, pero estaba preparado para actuar con rapidez en caso de ser necesario.
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Akuma no mi
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Me encuentro en una playa de blancas arenas al oeste de la isla de Hargeon, una isla mayormente pesquera y turística, el mayor centro turístico sería la playa en la que me encuentro, la cual según sé por lo que llevo caminando por sus orillas tiene una extraña forma, al parecer la de un animal marino, la de un tiburón para ser más exactos, mi meta en esta isla es buscar alguna forma de enriquecerme y de ganar algo de reconocimiento. Mis ojos extraños, un ojo de cada color se fijan en el camino por el que voy a caminar.
Me dispongo a irme hacia el pueblo en busca de una taberna en la que refrescar mi garganta, en la cual buscar información y quizás, algo de diversión. Mis pies hundiéndose en la arena a cada paso que doy, alrededor de ellos fluctúan pequeñas nubes de arena movidas por la ligera brisa que corre por aquella isla. Así mismo un rastro de huellas en la arena acusan el paso de alguien, pero no pueden identificarme como autor de las mismas, por lo que me despreocupo de eliminar las mismas.
Al cabo de un rato llego a un pequeño pueblo, al parecer de ámbito pesquero por las muchas lonjas y tiendas de pescado que se puede observar a simple vista, eso lo noto al buscar con la vista una taberna en los alrededores, sin mucho éxito pero sigo camino para buscar una taberna en la cual pueda tomar algo y buscar algo de diversión.
-"Vaya faena, no hay ninguna taberna cerca."
Pienso mientras camino adentrándome en el pueblo rascándome la nuca mientras busco con la mirada una taberna conforme paso por los locales que pasan a mi alrededor.
Me dispongo a irme hacia el pueblo en busca de una taberna en la que refrescar mi garganta, en la cual buscar información y quizás, algo de diversión. Mis pies hundiéndose en la arena a cada paso que doy, alrededor de ellos fluctúan pequeñas nubes de arena movidas por la ligera brisa que corre por aquella isla. Así mismo un rastro de huellas en la arena acusan el paso de alguien, pero no pueden identificarme como autor de las mismas, por lo que me despreocupo de eliminar las mismas.
Al cabo de un rato llego a un pequeño pueblo, al parecer de ámbito pesquero por las muchas lonjas y tiendas de pescado que se puede observar a simple vista, eso lo noto al buscar con la vista una taberna en los alrededores, sin mucho éxito pero sigo camino para buscar una taberna en la cual pueda tomar algo y buscar algo de diversión.
-"Vaya faena, no hay ninguna taberna cerca."
Pienso mientras camino adentrándome en el pueblo rascándome la nuca mientras busco con la mirada una taberna conforme paso por los locales que pasan a mi alrededor.
Eichi Tsukasa
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Un suspiro escapa de mis labios, mientras miro por los alrededores de la ciudad portuaria conocida como Hargeon. La razón del porque me encuentre en esta isla del East Blue, es porque hace alguno días atrás recibí un mensaje anónimo pidiendo que viajara inmediatamente a esta isla por razones aun desconocidas, aunque tengo el presentimiento de que solo hice el ridículo.
Ya que estoy aquí ... bien podría llevarme un recuerdo para Azu.
Toco ligeramente a la Basilisc que tengo atada a mi espalda, una espada muy poderosa y la única que tengo en todo caso. Le he dado vueltas al asunto durante un tiempo, y llegue a una conclusión. Viendo que yo no soy un espadachín y la Basilisc solo me sirven para explosiones, he pensado en cedérsela a Azu la próxima ves que nos veamos, de seguro ella le daría un mejor uso que yo.
De casualidad se me ocurrió entrar a una multitud de personas, pero 3 personas llamaron mi atención. Un peliblanco, un pelinegro y una pelizul, esta última al parecer chocó con el pelinegro ligeramente. Paré de caminar y me quede observando de que va todo esto
Ya que estoy aquí ... bien podría llevarme un recuerdo para Azu.
Toco ligeramente a la Basilisc que tengo atada a mi espalda, una espada muy poderosa y la única que tengo en todo caso. Le he dado vueltas al asunto durante un tiempo, y llegue a una conclusión. Viendo que yo no soy un espadachín y la Basilisc solo me sirven para explosiones, he pensado en cedérsela a Azu la próxima ves que nos veamos, de seguro ella le daría un mejor uso que yo.
De casualidad se me ocurrió entrar a una multitud de personas, pero 3 personas llamaron mi atención. Un peliblanco, un pelinegro y una pelizul, esta última al parecer chocó con el pelinegro ligeramente. Paré de caminar y me quede observando de que va todo esto
Yuu Kinzoku
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Akuma no mi
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Llevaba ya un tiempo queriendo ir a la isla de Hargeon para investigar la flora medicinal de la isla y mejorar mi puntería con sus pequeños y medianos animales. En una de mis divagaciones por el mundo acabé en aquella isla, la verdad no supe donde me encontraba hasta que llegué a la ciudad y pregunté a uno de los habitantes de aquella ciudad. Le pregunté también al habitante que por donde quedaba el bosque, que tenía ganas de ir. Él me dijo que me adentrase en la isla, que estaba en medio de ella pero que no me recomendaba ir debido a que era la morada de uno de los dos demonios que había en la isla. Tras charlar un rato más con aquel tipo me adentré en la ciudad buscando algún sitio donde sentarme a tomar un trago.
Tras unos minutos andando vi a alguien conocido, estaba de espaldas pero ese pelo blanco era inconfundible.
¿Es él? ¿Es Hikari?
Esperaba que me reconociese, la verdad es que desde nuestro último encuentro había cambiado mucho, antes tenía la estatura normal de un humano y era un poco más ancho que la media, pero ahora la verdad era muy diferente, medía más de 2 metros y medio y era el triple de ancho que un humano medio.
-¡¡HIKARIIIIIII!!
Salí corriendo hacia donde se encontraba Hikari, esperaba que se acordase de mi. Todo el mundo se asustaba a mi paso, nadie se esperaba que alguien así de voluminoso fuese tan rápido y todos me miraban con cara de miedo y asombro. Cuando llegué al lado de mi amigo sonreí ampliamente y le hablé.
-¡A mis brazos marineeeeero!
Extendí los brazos y comencé a reírme, la verdad es que fue una sorpresa bastante grata, no esperaba encontrarme allí a nadie conocido y mucho menos a Hikari.
-¿Qué tal tu pie?
Cuando dije eso me di cuenta de que Hikari no estaba solo, que había una muchacha a su lado de pelo azul y un tipo de pelo negro.
-Perdonad mis modales
Me arrodillé y agachándome bastante conseguí agarrar suavemente la mano de la muchacha y la di un beso en el dorso de la mano
-Señorita, encantado de conocerla
Me incorporé y tendí la mano al tipo de pelo negro esperando alguna reacción por su parte.
Tras unos minutos andando vi a alguien conocido, estaba de espaldas pero ese pelo blanco era inconfundible.
¿Es él? ¿Es Hikari?
Esperaba que me reconociese, la verdad es que desde nuestro último encuentro había cambiado mucho, antes tenía la estatura normal de un humano y era un poco más ancho que la media, pero ahora la verdad era muy diferente, medía más de 2 metros y medio y era el triple de ancho que un humano medio.
-¡¡HIKARIIIIIII!!
Salí corriendo hacia donde se encontraba Hikari, esperaba que se acordase de mi. Todo el mundo se asustaba a mi paso, nadie se esperaba que alguien así de voluminoso fuese tan rápido y todos me miraban con cara de miedo y asombro. Cuando llegué al lado de mi amigo sonreí ampliamente y le hablé.
-¡A mis brazos marineeeeero!
Extendí los brazos y comencé a reírme, la verdad es que fue una sorpresa bastante grata, no esperaba encontrarme allí a nadie conocido y mucho menos a Hikari.
-¿Qué tal tu pie?
Cuando dije eso me di cuenta de que Hikari no estaba solo, que había una muchacha a su lado de pelo azul y un tipo de pelo negro.
-Perdonad mis modales
Me arrodillé y agachándome bastante conseguí agarrar suavemente la mano de la muchacha y la di un beso en el dorso de la mano
-Señorita, encantado de conocerla
Me incorporé y tendí la mano al tipo de pelo negro esperando alguna reacción por su parte.
Wendy Marvell
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Estabas algo nerviosa, ya que te había pasado muchas cosas desde que llegaste, aunque tenías claro que quizás no te harían nada, te presentaste a los chicos que estaban cerca tuyo, eran algo grandes para tí, pero tenías que hacerlo por modales.
- H-Hola a todos, mi nombre es Wendy Marvell... Encantado de conocerlos...
Dijiste muy alegre, eras una niña aún que estaba jugando a ser mala, aunque no era referido a tu personalidad, siempre cuando tenías que pelear, tenías que hacerlo sin importar nada, aunque no te molestaba querías entablar relaciones, ya que hace mucho tiempo que no tenías ningún amigo con el cual poder hablar, o con el cual de poder confiarte tus cosas, estabas felíz y también algo preocupada, viste que algunos de esos chicos que estaban ahí se conocían, y más que otros que estaban lejos miraban la situación, ¿Que estarían pensando? Si que con una sonrisa inocente los miraste, para luego devolver a mirar a los chicos que estaban alrededor tuyo, si que dijiste.
- ¿Y qué los llama por aquí?
- H-Hola a todos, mi nombre es Wendy Marvell... Encantado de conocerlos...
Dijiste muy alegre, eras una niña aún que estaba jugando a ser mala, aunque no era referido a tu personalidad, siempre cuando tenías que pelear, tenías que hacerlo sin importar nada, aunque no te molestaba querías entablar relaciones, ya que hace mucho tiempo que no tenías ningún amigo con el cual poder hablar, o con el cual de poder confiarte tus cosas, estabas felíz y también algo preocupada, viste que algunos de esos chicos que estaban ahí se conocían, y más que otros que estaban lejos miraban la situación, ¿Que estarían pensando? Si que con una sonrisa inocente los miraste, para luego devolver a mirar a los chicos que estaban alrededor tuyo, si que dijiste.
- ¿Y qué los llama por aquí?
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Akuma no mi
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Estaba caminando tranquilo cuando de pronto noto como alguien choca contra mí, el golpe fue mísero y apenas perceptible. Me giro para ver de quien se trata y veo que es una niña más pequeña que yo y que se ha caído por el choque. Justo cuando iba a tenderla la mano para ayudarla a levantarse escucho una voz masculina decir
Más te vale no tocarla.
En lo que me giro y digo con una voz fría y siniestra
¿Eres imbécil o que te pasa? Sólo porque lleve espadas y tenga este aspecto no quiere decir que ataque a la gente porque sí. Vine a esta isla a buscar una cosa en particular y meterme en problemas con el gobierno, cosa que me resulta difícil, no me ayudaría para nada así que antes de hablar piensa un poco.
Tras decir esto la joven se había ya levantado y en el lugar se habían reunido ya demasiadas personas como para poder seguir con mi búsqueda tranquilo así que me limito a mirar a todos los presentes a ver que harán a continuación.
Más te vale no tocarla.
En lo que me giro y digo con una voz fría y siniestra
¿Eres imbécil o que te pasa? Sólo porque lleve espadas y tenga este aspecto no quiere decir que ataque a la gente porque sí. Vine a esta isla a buscar una cosa en particular y meterme en problemas con el gobierno, cosa que me resulta difícil, no me ayudaría para nada así que antes de hablar piensa un poco.
Tras decir esto la joven se había ya levantado y en el lugar se habían reunido ya demasiadas personas como para poder seguir con mi búsqueda tranquilo así que me limito a mirar a todos los presentes a ver que harán a continuación.
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