[Grupal][Meneror, Kaín y Karl] El comienzo de un plan [Pasado]

Un hombre caminaba entre las colinas de piedra de la isla, mirando hacia los lados continuamente como si no quisiera ser visto. Iba vestido con un traje negro elástico, compuesto por lo que parecía una camisa interior negra y unos pantalones ajustados, que se le pegaba al cuerpo mostrando su contorno. Por encima llevaba una túnica negra abierta, y en la cabeza un pasamontañas ajustado del mismo material elástico y una máscara blanca con un sol rojo en la frente. La máscara dejaba agujero para los ojos, y una línea algo gruesa para la boca a través de la cual se veían los labios. Era claramente una persona alta y fornida, bastante musculosa.

Dawn, pues ese era su nombre en clave, había llegado a allí tras dejar a sus hombres en una bahía cercana supuestamente preparados para tender una emboscada a una banda pirata que iba a pasar allí. Era todo una treta de Dawn. Su verdadero nombre era otro, pero cuando iba a hacer esa clase de cosas se mentalizaba para convencerse en pensar en sí mismo como Dawn, así no cometería el error de dar su nombre real.

Había llegado allí para reunirse con otras dos personas. Les había dado la orden de que acudiesen disfrazados y utilizando un nombre en clave para evitar que se conociesen entre sí. ¿El motivo? La entrada de dos nuevos miembros en el Proyecto Amanecer. De momento el Proyecto era tan secreto que menos de diez personas en todo el mundo conocían su existencia, y sólo Karl... o más bien, Dawn, conocía los objetivos y planes del Proyecto al completo.

Caminó entre las colinas de piedra hasta el punto de reunión marcado, una encrucijada entre las lomas donde se alzaba un viejo círculo de menhires prehistórico. Caminó hasta el mismo y se sentó sobre uno de los menhires caídos. Sacó un puro que había conseguido hacía un tiempo y se lo llevó al agujero de la máscara para la boca. No solía fumar excepto en ocasiones especiales, y normalmente puros. Se dio cuenta de que había olvidado el mechero y soltó una maldición. Si quería usar su fuego tendría que transformarse, y rompería sus ropas. Como medida alternativa, cogió dos piedras y trató de hacer chispas. Después de un rato, se dio cuenta de que era inútil. Repitió la operación pero sobre un puñado de ramitas de madera secas y hierbas (también secas). Al cabo de un rato se encendieron una brasas con las que Dawn encendió el puro. Comenzó a fumárselo y a hacer anillos de humo mientras esperaba al resto.

Un hombre delgado, alto y aparentemente viejo deambulaba por la isla, un poco perdido. Sabía que se encontraba cerca del lugar de reunión, pero no lograba encontrarlo. Dio un par de vueltas, algo frustrado, hasta que encontró una señal de lo que buscaba. Unas huellas. Las siguió hasta que se perdieron en la roca viva, pero, desde allí, logró ver a la persona que lo había convocado. Iba disfrazado como una persona diferente, pero Kaín lo reconoció por su forma, pues no conocía a muchos hombres como el. Kaín iba vestido como siempre, con unas botas negras, unos pantalones del mismo color y un chaleco a juego sobre el pecho desnudo. Los cordones de sus botas eran rojos, haciendo juego con la corbata que llevaba sobre el pecho y el color de sus ojos. Su pelo blanco caía en suaves ondas hasta el hombro. Pese a que la mayoría de la gente lo hacía, Kaín no se recogía el pelo para luchar. Apretó los puños enfundados en guantes de nudillo negros con tachuelas de acero en el dorso para relajarse un poco y avanzó hacia la figura oscura. La única concesión que Kaín había hecho al anonimato era un antifaz negro con un dibujo tribal rojo. Sus ojos, su rasgo más característico, quedaban ocultos, por lo que no le preocupaba lo demás. En cuanto Kaín llegó frente al hombre de negro se apoyó contra un árbol y le dirigió una intensa mirada.

-Para lo referente a esta operación, y en respuesta a tu petición, utilizaré el alias de señor Naranja. Si bromas al respecto, por favor.- Añadió con velocidad. Aquello era algo serio y Kaín había escogido el nombre que le había parecido más apropiado, independientemente de lo que los demás pudieran creer.

Un grupo de hombres llegan a la zona junto un hombre más alto que el resto, estos primeros miraban a los lados como si se preocuparan por la seguridad de aquel hombre que caminaba en medio de ellos. Aquellos hombres portaban camisetas negras, pantalones negros y alguna que otra chaqueta un tanto macarra, el hombre más alto portaba un traje blanco elegante con corbata, en el bolsillo de su pechera llevaba un pañuelo de color rojo intenso, su cara tapada por una máscara negra similar a un cráneo le hacían a tener en cuenta aquel porte. La gente del lugar saludaba a aquel hombre pues era conocido ya que aquel hombre era Meneror Sionis el hombre mas rico del South Blue y respetado.

Tras llegar a una zona despejada Meneror ordenó la retirada de su escolta a que vigilaran la zona pues había visto a lo lejos a los dos hombres con los cuales había pactado reunión, tras llegar allí solo se dedicó a observarles y a encender un habano el cual llevó a su boca mientras miraba a aquellos dos hombres y se dirigió directamente a "Dawn".

-Espero que esto sea de provecho caballero, espero no haber malgastado este delicioso habano solo para escuchar bobadas - Dijo sonriendo levemente para luego decir a los pocos segundos- Pero en cierto modo si saco tajada será un placer colaborar , por no decir que me puedes llamar Scorpio.

Dawn esperaba fumándose el puro cuando vio llegar a Kaín. A pesar de que había pasado bastante tiempo desde su último encuentro, lo reconocía sin problemas. Iba disfrazado únicamente con un antifaz. Suspiró, un tanto frustrado. ¿Tanto le costaba ponerse algo con lo que no le reconociesen fácilmente? Él se había molestado en elaborar un disfraz complejo con el que fuese difícil reconocerle. El cazador se acercó a su posición, se apoyó contra un árbol y dijo que su nombre en clave sería señor Naranja. La cara de desconcierto de Karl habría sido bastante graciosa si no estuviese tapado por la máscara.

- Tú verás. Deberías haberte disfrazado mejor. Se te reconoce a leguas... aunque sea solo por el hedor de tu viejo chaleco. ¿Cuántos años llevas con eso puesto?

De repente nuevos pasos se escucharon acercarse por la encrucijada y Karl se giró en aquella dirección. Era él, uno de los hombres más famosos del South Blue... Meneror Sionis. Otro más que venía sin disfrazarse. ¿Es que quería acabar entre rejas? Una persona de tal renombre como él debería ir disfrazada con más motivo que los demás. Karl tenía cierta fama, pero vestido como un aldeano difícilmente lo reconocerían, menos aún vestido como Dawn. Kaín era un don nadie, pero mejor que no relacionasen a Kaín el cazador con señor Naranja del Proyecto Amanecer. Lo que estaba haciendo Sionis era una insensatez.

- Señor Scorpio - dijo Karl conteniendo la ira - Creí recalcar bastante en mi mensaje que había que venir de incógnito. ¿Queréis que nos maten a todos?

Se controló como pudo, aunque no podía evitar sentirse bastante enfadado. Y con razón. Si corría el rumor de que Meneror Sionis había sido visto en compañía de ellos, todo se iría al garete. Así como comenzase el Proyecto a actuar y sus falsas identidades se hiciesen famosas, relacionarían al Proyecto con Industrias Sionis.

- Bien, creo que todos sabemos por qué estamos aquí - dijo tras asegurarse que nadie andaba cerca... o eso parecía - Vengo para reclutaros para el Proyecto Amanecer. Al grano; ¿Qué sacáis de esto? Hay motivos de sobra para entrar: dinero y poder. Si todo sale de acuerdo con los planes del Proyecto, en cinco o seis años o tal vez menos, tendremos el control del mundo. Obviamente será un proceso difícil y no lo haremos nosotros solos. Habrá mucha más gente colaborando con nosotros en este Proyecto.

Se calló y esperó a ver las reacciones de los otros y escuchar sus comentarios antes de seguir explicando sus planes.

Kaín aceptó la crítica de Dawn con una sonrisa en los labios. La pregunta sobre el chaleco le hizo rememorar la primera ocasión en que se lo había puesto.

-Hace nueve años, aproximadamente.- Dijo con tranquilidad.- Y estate tranquilo, no pienso ir con estas pintas a todas las reuniones. Aún no hemos empezado a actuar así que creí que no habría peligro alguno. La próxima vez que nos reunamos, ni siquiera tu serás capaz de reconocerme, te lo prometo.

Cuando el tercer hombre llegó, Kaín emitió un silbido de sorpresa. Hasta en el North Blue habían oído hablar de Meneror Sionis. Lo primero que se le pasó por la mente fue que, con la ayuda de un personaje tan importante, el Proyecto Amanecer se vería muy beneficiado. Acto seguido se maldijo por no haber ido mejor disfrazado pues, si alguien lo relacionaba con el famoso Meneror Sionis, todo se iría al garete, sin posibilidad de escaquearse.

-Un placer trabajar con usted, señor Scorpio. Puede llamarme señor Naranja.- Dijo Kaín con voz alegre y desenfadada.- Admiro su valor por aparecer en una reunión secreta sobre actividades potencialmente ilegales con un disfraz tan elaborado.

Entonces Dawn comenzó a hablar. Si todo salía bien, en cinco o seis años habrían acabado. Kaín no se sorprendió al ver que Dawn no decía nada en su primera intervención. Seguramente querría tantearlos. Por el enfado que se adivinaba por su tono de voz, Kaín advirtió que se tomaba las cosas en serio. Aquello le gustó. El joven peliblanco se limitó a asentir como única respuesta a las palabras de Dawn.

Meneror aceptó a regañadientes la crítica de Dawn, sien embargo no dudó en contestarle al momento con cierto aire de tranquilidad.

-Señor Dawn se que me insistió con especial atención en cuanto a lo que disfraz se refiere, pero.... ¿no es bastante disfraz esta máscara?- ríe un poco ante aquel comentario mientras tira el habano que poseía en su boca y lo pisa para luego mirar a ambos hombres.

-Caballeros pueden estar seguro de que no he venido con un tosco disfraz debido que que, con motivo de esta reunión, haya movido hilos para no tener problemas ni interrupciones en un Kilómetro a la redonde de donde nos hallamos. Por otro lado tengo dinero...no saco nada....tengo fama...algo que tengo por cuenta propia....sin embargo no tengo el control del mundo y digamos que tener el control del mundo reporta grandes beneficios, por ello, contarán conmigo y con mi bolsillo señores.

Tras decir aquello se llevó las manos a los bolsillos y se quedó mirándoles.

Karl observaba con atención a los otros dos. Kaín se limitó a asentir con la cabeza y esperar a que siguiese hablando. Aquello podía significar muchas cosas, y Dawn no conocía tanto al cazador como para poder decir con certeza qué significaba. Podía imaginarse que prefería mantenerse callado y no dar su opinión hasta conocer realmente sus planes... algo que podía ser bueno por demostrar prudencia y inteligencia o ser sumamente inquietante.

- Cállate, hablas mucho - dijo sarcásticamente Karl a Kaín.

Mientras tanto, Sionis no se anduvo con tonterías y habló sin rodeos. No le interesaba el dinero, ya era una persona rica. La fama, ya la poseía por su papel vital en la economía del South Blue como gran empresario. En cambio, le interesaba el poder. Karl ya se había supuesto algo similar. Scorpio les dijo además que había movido hilos para que no tuviesen interrupciones. El marine dio una larga calada a su puro y echó una bocanada de humo. Contuvo una sonrisa, pues la máscara dejaba al descubierto la boca (De otra forma no podría estar fumando).

- Está bien que hayáis tomado medidas, Scorpio. De todos modos nunca son infalibles esos métodos, y nunca se sabe quién podría andar por ahí. Tened en cuenta que todos nos jugamos el pescuezo en esto.

Se levantó del menhir caído y comenzó a pasearse por el círculo de piedras, con el puro en la mano. Decidió que entraría ya en materia y explicaría concretamente a qué se dedicarían. Tal vez Sionis le diese algún problema porque no quisiese mancharse las manos en persona, pero si le había escogido era porque al igual que Kaín y él era una persona fuera de lo común con el potencial de llegar de ser fuerte.

- Como supongo que os habréis imaginado, un objetivo de dimensiones tan colosales merece un plan de un nivel no menor. Digamos que nuestro plan pasa por seis fases - Karl entrecerró los ojos y tiró el puro - Ahora mismo estamos en la fase cero, reclutamiento. No hace falta que la explique, o eso espero. Espero dar por concluida esta fase en pocos meses, tal vez en semanas. La fase uno será de acumulación de fuerzas. Como organización necesitamos obtener aliados poderosos. No nos llega con estar aliados con Scorpio... necesitamos un buen número de altos funcionarios, nobles y empresarios a nuestro lado. ¿Cómo nos ganaremos su apoyo? Haciendo trabajos. El Proyecto Amanecer durante su fase uno será una organización mercenaria clandestina que hará trabajos poco legales. Gracias a estos obtendremos aliados y fondos.

Nuevamente, se quedó callado mirándolos para ver su reacción. Se cruzó de brazos mientras lo hacía. Tal vez Sionis pretendiese llevar a cabo esos trabajillos mediante sus hombres, o algo así, pero Karl necesitaba demostrar el potencial bélico del Proyecto enviando a miembros fuertes del mismo. Solo así convencerían a los nobles. Si enviaban matones de poca monta, nadie los tomaría en serio. Con matones no se conquista un mundo.

- Bien dadme vuestra opinión sobre el tema. Ah, y Scorpio, a esas misiones no pretendo dejaros enviar matones. Cuestiones de profesionalidad y de reputación. Espero que lo entendáis - dijo en un tono firme que no dejaba lugar a réplica.

Kaín no pudo evitar soltar una carcajada ante el comentario de Dawn. Escuchó atentamente las palabras de Scorpio. No pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa al conocer las precauciones de su "compañero". Le tranquilizó saber que el famoso Meneror Sionis era un tipo listo.
Kaín escuchó con atención la explicación de Dawn sobre las dos primeras fases del Proyecto Amanecer. De nuevo su interlocutor se detuvo para ver sus reacciones pero de una forma más directa.

-¿Mi opinión? No soy un entendido en el tema, pero no creo que esa gente importante de la que hablas acepte nuestros servicios a cambio de favores así por las buenas. Quiero decir, esa gente suele utilizar cantidades ingentes de dinero para comprar lo que desean. ¿por que iban a preferir debernos un favor a nosotros antes que pagar a una compañía de mercenarios convencional? Dado que tu eres uno de ellos, por favor ilústranos.- Dijo dirigiendo una mirada significativa hacia Scorpio.

Con aquella pregunta Kaín pretendía averiguar algo más sobre el funcionamiento del proyecto, pero también quería ver la reacción de Scorpio, pues lo único que sabía de el era por su fama como empresario.

Meneror simplemente esbozó una sonrisa, tras un minuto de silencio miró con detenimiento a Dawn para caminar hacia él con las manos en los bolsillos, su torso completamente recto y su expresión se había tornado un tanto arisca, tras ponerse a un metro de distancia de Dawn le respondió.

-Tu proyecto es un tanto ambicioso por no decir loco.....¿pretendes pues que invierta mi dinero y mi tiempo en un proyecto que puede salir tan bien como mal si cazan a uno de los presentes?....sin embargo.... has logrado captar mi atención Señor Dawn y tenga por la presente que no habrá problema alguno por mi parte..si saco beneficio alguno claro está....

Meneror sacó de su bolsillo un pitillo de lo más normal para llevárselo a la boca y encenderlo con el mechero que había sacado en ese momento de su bolsillo para después dar una calada y continuar hablando.

-Además señor Dawn como bien dice aquí nuestro socio ese tipo de gente tiene tanto o más dinero que yo ¿porque el contratar nuestros servicios? o mejor aun ¿porque iba a financiar algo cuyo beneficio sea aliados y fondos cuando es de eso de lo que vivo?

Meneror se giró dando la espalda a Dawn para frenarse al dar unos pasos y decir

-Solo dígame que planes tiene para mi persona y cuando me lo diga puede tener constancia de que no le faltarán fondos ni influencia para "jugar" a esto.

Karl entrecerró los ojos y escuchó sus palabras. La verdad es que no le parecieron muy avispados cuando dijeron lo de los favores. A él la respuesta le parecía obvia... aunque él llevaba años preparando aquel plan. Además de eso Sionis le dijo que su plan le parecía arriesgado, incluso loco. Karl le contestó conteniendo la frustración.

- ¿A caso no es arriesgado todo lo que hacéis vos, Scorpio? El oficio de empresario conlleva a arriesgarse de manera continua para tratar de superar a la competencia o aumentar los beneficios arriesgándose a perder cantidades enormes si no sale bien la jugada. Además... con el Proyecto ganamos el control del mundo. ¿No os llega con eso, Scorpio? Creo que es un premio apropiado.

Siguió paseando por la zona mirándolos con intensidad. Pensar en todo lo que ganaban con su plan le producía un gran fervor que quería transmitirles a ellos.

- Ese tipo de gente, como vos bien debéis saber, tiene problemas que les gustaría solucionar. Problemas que pueden solucionar con dinero o influencias... trabajos poco legales, que sin embargo, por su peligrosidad y el problema en que te puedes meter si te descubren pocos aceptan. Hablamos de asesinatos, destrucción de fábricas, robo de planes y nuevo modelos de productos de la competencia, eliminación de rivales políticos... son trabajos fuera del alcance de un mero matón. Trabajos que hay gente que puede llevar a cabo, pero es poca y pide grandes sumas. Los meros matones no están a la altura de esas tareas porque esos objetivos están protegidos por gente de un nivel de poder fuera de su alcance, pero posiblemente dentro del nuestro. Nosotros nos ofreceremos a hacer estos trabajos por mucho menos dinero. Además de eso eliminaremos a la competencia que trate de igualarnos en precios. Así tendremos el monopolio y los poderosos nos tendrán en cuenta... sabrán que somos un grupo competente que hace las cosas de manera profesional y eficaz, y por poco dinero. Los tendremos en nuestras manos, pues sabremos sus trapos sucios. Habrá algunos que empiecen a confiar en nosotros. A esos los atraeremos a nuestra causa, ya sea con promesas o amenazas.

Hizo una pausa y se sentó sobre una roca. Rebuscó en uno de los bolsillos de su túnica y sacó una botella de cerámica. La descorchó y bebió un trago del líquido. Era sake que se había traído consigo para el camino. Soltó un breve suspiro de placer tras tomar el licor y siguió hablando.

- Hace un momento me preguntabais mis planes para vuestra persona, Meneror. ¿Creéis que os escogí únicamente por vuestro dinero? Hay gente con más influencia, poder y dinero que podría haber escogido. Gente ambiciosa con puestos menores en el Gobierno Mundial que les gustaría ver depuestos a los Gorosei y ser ellos mismos los líderes. Gente que no me costaría nada manipular. ¿Por qué os escogí pues a vos? Porque si bien nos será útil vuestra financiación, os escogí por vuestras capacidades. Tanto el... señor Naranja, como vos y como yo somos personas con habilidades fuera de lo común. Lo que necesito de vos, Scorpio, es que participéis en nuestras actividades de manera activa. Podéis decir lo que queráis sobre el peligro que supone para vuestra reputación, pero por algo pedí un disfraz y nombres en clave... será así como actuemos en nuestras operaciones.

Dio nuevamente un trago al sake. Hablar tanto tiempo seguido le secaba la garganta. Además, estaba buenísmo.

- Vuestro cometido, Scorpio, será el trabajar como un miembro más del Proyecto. Sin embargo, una vez obtengamos el control del Gobierno y necesitemos tener a un miembro del Proyecto en el nuevo Gobierno para que transmita nuestras decisiones de manera directa y que controle a nuestros títeres, vos tendréis el honor de detentar ese cargo. ¿Por qué? Primero, sería raro que alguien que antes fuese un don nadie, un pirata o un simple marine pasase al Gobierno Mundial así de repente. Además, vos seréis el portavoz frente al mundo del Proyecto. Sois una persona respetada y influyente; será perfecto.

Kaín se percató de la frustración de Dawn al escuchar su pregunta. Era obvio que lo tenía todo muy bien planeado. La explicación de Dawn fue suficiente para Kaín. A los que no pudieran atraer con sus servicios, lo harían con sus amenazas. La primera vez que Kaín se había cruzado con Karl ni se le había pasado por la cabeza que fuera tan ambicioso. Obviamente, se había equivocado. El comentario de Scorpio tampoco pasó desapercibido.

-Lo importante, señor Scorpio, no es que el plan sea una locura. Lo importante es que, si lo hacemos bien, es altamente probable que consigamos nuestro objetivo. No se me ocurre nada más deseable que el control del mundo. Una ganancia así requiere un gran riesgo. ¿No creéis?

Kaín no podía esperar para ver en acción a Scorpio. Kaín tenía una pésima opinión de los empresarios, pero, si Dawn lo había reclutado, debía de ser algo fuera de lo común. Con la sangre bullendo en su interior, esbozó una pequeña sonrisa mirando directamente a Dawn.

Meneror al escuchar tales palabras provenientes del señor Dawn, en cuanto a que a él se le iba a otorgar un puesto acorde a su estatus , le obligaba por mucho que le pesara arriesgarse esbozar una leve sonrisa, para luego dar otra calada a su pitillo y decirle con tono suave y afable

-Tenemos acuerdo entonces señor Dawn, pero que conste que no trabajo para usted sino para el conjunto que me hará ganar lo mío, por otro lado, dígame lo que necesita y moveré los hilos pertinentes para que nadie se meta en su camino.....y por lo tanto ...en el mío....o le aseguro....que el humo que sale de mis fábricas solo será un leve esbozo de cordialidad para el osado que intente tocarme......

En ese instante Meneror mira su mano mientras sonríe levemente, como si el propio Meneror supiera solo la respuesta de aquel gesto, tras un rato de estar callado y de dar la ultima calada al cigarro para luego tirarlo y pisarlo se dirige a ambos hombres.

-Empezemos.....

La respuesta que Kaín le dio a Sionis complació bastante a Karl. Parecía que lo había convencido definitivamente, y eso era bueno. Cuando se enfrentó a Kaín un año atrás en esa misma isla, este le había demostrado una gran técnica de lucha, una enorme fortaleza física y unos poderes bastante interesantes. Sería interesante verlo en acción de nuevo, pues al igual que él ya no era el mismo, su aliado debía haberse hecho más fuerte, sin duda alguna.

El marine se fijó en que Meneror sonreía. Este le dijo que tenían un trato, pero le advirtió que no era su subordinado. Él sólo trabajaría para el Proyecto, con lo cual haría lo posible por completar los objetivos que Karl le marcase pero no aceptaría órdenes. De la misma manera aseveró que para cualquiera que se cruzase en su camino, el humo de sus fábricas sería algo agradable en comparación a lo que le haría.

- No espero menos, Scorpio. Tampoco tenía intención de poneros como un subordinado mío. Tan solo espero que quede claro que en las misiones que hagamos en equipo, sí que habrá una jerarquía a respetar estrictamente. El cumplir una orden a tiempo puede marcar el éxito o el fracaso.

Se fijó entonces en la mirada de Kaín. Sabía por experiencia que era una persona dada a combatir por el mero placer de hacerlo, lo que lo hacía útil junto con su fuerza. El cazador observaba a Sionis. "Interesante. Puede ser una buena ocasión para probar la fuerza del empresario... así veremos cómo de bien usa su habilidad."

- Ya que estamos aquí, tal vez sería interesante que hagamos unos cuantos combates de entrenamiento. Lo diré claramente: Scorpio, señor Naranja, me gustaría ver vuestra fuerza actual. Vamos a hacerlo justo... - Karl esbozó una sonrisa diabólica - Vosotros dos contra mi.

Kaín esbozó una sonrisa ante la posibilidad de un combate con Scorpio, pero su sonrisa se hizo tan amplia que casi le dolió cuando Dawn sugirió aquello. Su mirada ígnea fue a posarse en la máscara de Dawn.

-Cuidado, Dawn. A lo mejor acepto.- Dijo mientras su sonrisa se transformaba en una mueca no menos sádica que la de Dawn.

Meneror oyó aquello con cierto interés pues pocos le retaban, no era hombre de acción directa sin embargo la oferta de aquel Marine se había cruzado con su principal interés ....el gobierno mundial. Tras estar callado un rato observa a Dawn con cierto interés, pues, aún le parecía enigmático para luego responderle.

-Señor Dawn puede hacer un combate si así lo desea pero tenga a bien lo que está pidiendo....no sea que se arrepienta, por otro lado, me siento alagado con ese puesto por lo tanto empecemos cuando deseen caballeros pero tenemos poco tiempo ya que como dije la zona es segura relativamente.

Meneror caminó hacia Kaín para pasar por su lado y quedarse quieto.

-Señor Naranja,¿ le gusta luchar en equipo?, yo ya le digo que no pero si el señor Dawn quiere una muestra de nuestra habilidades no veré a mal colaborar esta vez, ¿que me dice?

Tras decir aquello , con las manos en los bolsillos gira sobre sus talones para quedar mirando a Dawn con una cara seria a la espera de su reacción.

Karl ensanchó su sonrisa y se crujió los nudillos. Estaba deseando enfrentarse a ellos y ponerlos a prueba cuanto antes. Decidió que comenzaría fuerte para ponerlos a prueba. Obviamente no iba a usar sus técnicas letales del Sokudan avanzado, pero sí alguna menor para ver como se las apañaban. Dawn dejó caer la túnica hacia atrás, quedando vestido solo con el traje negro ajustado que le cubría el cuerpo entero. Era muy elástico y cómodo, por lo que no le incordiaría para nada al pelear.

- Ocho caminos del Sokudan. Segundo Camino, Iniciativa.

De repente Dawn pareció adelgazar. Sus músculos se contrajeron y disminuyeron de tamaño. Sin embargo se hicieron más definidos. Kaín, que ya había luchado contra él hacía tiempo, no había visto aquella técnica. Eso le daría una ventaja obvia en su primera movimiento. El Segundo Camino lo que hacía era aumentar a niveles extremos su velocidad, sacrificando parte de su prodigiosa fuerza. Karl se puso en posición de correr y se quedó un momento así.

- Empecemos pues. Sokudan Move, Shadow.

De repente Karl comenzó a sprintar a una gran velocidad. El Shadow le permitía realizar un breve sprint velocísimo, que en modo Segundo Camino era de tal velocidad que a duras penas se podía seguir con la vista. Zigzagueó un poco para distraerles y se desplazó hasta su espalda. Allí cruzó sus dos brazos con una sonrisa sádica.

- Advanced Sokudan, ¡Speed Cutter!

Movió los brazos hacia los lados como si estuviese cortando el aire con ellos. De repente se formaron dos ondas cortantes horizontales que fueron hacia sus dos rivales a una gran velocidad. Iban a la altura de los riñones.

Cuando Scorpio se situó a su lado Kaín esbozó una sonrisa.

-Tampoco soy muy amigo del combate en equipo, Scorpio, pero puedo hacer una excepción.

En cuanto Karl se quitó la ropa que llevaba por encima Kaín supo que aquello iba a empezar y se despojó de su chaleco. De pronto los músculos de su rival encogieron y se hicieron más definidos. Kaín no conocía aquello, pero tenía una memoria prodigiosa, por lo que si recordó el primer movimiento de su rival, Shadow. La última vez Karl había utilizado ese movimiento para acercarse a el y golpearlo, pero Kaín no podía estar seguro de si haría lo mismo pues era evidente que se había fortalecido mucho.

-¡Esquiva!- Le gritó a Scorpio a modo de advertencia, pues no tenía tiempo de decir más. Kaín dio un potente salto, esperando que su enemigo fuera a atacar desde el suelo. El ataque de Karl iba a impactar en su tobillo, pero Kaín encogió las piernas en el aire tras recordar lo que había sucedido la última vez. Desde su posición podía ver claramente a Dawn, así que decidió pasar al ataque. La mejor opción era comenzar con una habilidad nueva para tratar de sorprenderlo. Kaín comenzó a dar vueltas hacia delante con los brazos y las piernas estirados.

-¡Distaff!- Kaín cayó sobre Dawn con el talón de su pie derecho. La inercia por la gran cantidad de giros y la caída libre hacían de aquel ataque un golpe realmente poderoso, pero Kaín estaba seguro de que no sería suficiente para parar a Dawn, por lo que no se contuvo y descargó su pierna con toda la fuerza que pudo.

Mientras miraba todo aquello, Scorpio observó aquellos movimientos con especial interés debido a que nunca nadie le había obligado a usar su fruta antes, y por lo tanto, no daría ni 1/4 de su fuerza para después observar lo que había hecho el señor Dawn y responderle con contundencia.

-Oh me voy a arrugar el traje

En el momento en que Kaín dijo aquellas palabras Scorpio dio un salto hacia arriba encogiendo así las piernas como el propio Kaín para coger soltura en el vuelo quedando en el aire como un alerquín , en el aire sacó sus dos Magnum plateadas para apuntar a Dawn mientras sonreía y dispararle varias ráfagas de balas mientras decía al señor Naranja.

-No me digas lo que tengo que hacer muchacho.