[Pasao - Privado] Buscando agua y la isla de Shelltown [Lollipop - Deivid2X]

En cuanto aquel pequeño bote salió de la isla prehistórica con un nuevo viajero en él, la rubia fijo rumbo hacia el este ¿O era el norte? La cuestión es que había fijado un rumbo indefinido hacia cualquier lugar con las intenciones de llegar a cualquier otra isla en la cual pudiera preguntar cómo llegar hacia su preciada isla de Shelltown donde tenía que enlistarse para comenzar de manera definitiva sus aventuras como marine en alguna tripulación que le asignen.

Para su mala suerte el rumbo que había tomado los había llevado directo a una isla donde los desiertos eran la mayor parte de su ambiente y donde por consiguiente el agua escaseaba. Al bajar del bote la rubia había convencido de alguna u otra manera a su acompañante de que la acompañara a encontrar una ciudad entre aquellos desiertos. Y para su mala suerte tras dos o tal vez tres horas de caminata en aquella isla no habían encontrado nada de población y mucho menos una mísera gota de agua.

Perdón… No pensé que… Que hiciera tanto calor…

aunque estaba exhausto y deshidratado el comentario de la rubia le pareció conmovedor y respondio..

- no te disculpes tu no controlas el clima... solo debemos encontrar alguna fuente de agua aunque sea poca para poder rehidratarnos.

a lo lejos Leonel diviso un par de cactus y se acerco con la esperanza de re-hidratarse con su jugo sin embargo ya era tarde estaba rotos y solo había liquido como para un sorbo, así que saco de su manga uno de los naipes lo introdujo en el cactus y encerró ese poco liquido en un naipe en caso de emergencia.

luego retomo el camino junto a su nueva compañera de viajes en busca de un lugar donde refujiarse

Ante la disculpa número cien de aquel día por el calor de la isla y lo mal que la estaban pasando, Leonel le respondió con suma calma y algo de gracia con una pequeña broma sobre el clima y que debían encontrar agua. Pocos segundos después de ello a lo lejos se vio un cactus que para cuando los alcanzaron notaron que ya estaban cortados y sin liquido o al menos eso fue lo que vio la rubia cuando alcanzo a su compañero de viaje.

Luego de eso no se diviso nada en una o dos horas de caminata en las que el sol, aquella esfera irradiante de calor que se encontraba en el cielo, encontraron o más bien a la rubia le pareció ver un oasis, aquellos pequeños bosques llenos de agua que se suelen ver en algunos desiertos. Como si fuera una verdad se lanzo a correr hacia allí aunque al acercarse la imagen se difumino y se transformo en simple arena. En cuanto noto que no había nada que tomar pateo la arena con mucha furia y soltó millones de malas palabras con la voz en alto a los calurosos vientos de la isla.

Después de eso y que su garganta quedara reseca se tiro al suelo de espaldas mirando al cielo y completamente quieta comenzó a pensar cuando tiempo de vida le quedaba sin tomar agua mientras que su compañero se encontraba a unos tres o cuatro metros de donde ella esta tirada.

sorprendido por el actuar de la rubia Leonel se quedo mirando estupefacto el espectáculo, y al verla refunfuñar y maldecir solo respondió con una suave y trankquila risa...

-tranquila señorita, no se exalte mas de la cuenta, es probable que necesitemos esas energías, ademas si el calor es lo que le preocupa, relájese hemos caminado por horas pronto anochecerá así que avancemos un poco más antes de resignarnos a avanzar...-

al terminar la frase, le tendió la mano para que se pusiera de pie con una sonrisa.

-yo aun puedo soportar un tiempo... pero el calor comienza afectarte-
dijo con voz más seria mientras miraba hacia el horizonte y sacaba un naipe de su bolsillo.

necesitaban estar en sus cabales así que trató de calmarla.

-quieres ver un truco de magia- dijo mientras doblaba el naipe en forma de U -solo confia en mi- aclaró mientras acercaba el naipe a su boca y comenzó a liberar el poco liquido que había almacenado en los labios de la hermosa rubia

Mientras se acercaba, Leonel le dijo unas palabras para tranquilizar a la rubia que por culpa de calor se estaba volviendo en gran parte algo loca. Tal vez por la sed o por el brillo siempre molesto del sol. Tras esa pequeña charla en la cual el joven hablaba solo o mismamente con la rubia que se encontraba en la mismísima nada, le poso una especie de carta en los labios para darle de beber un extraño líquido que ciertamente trajo la mente infantil de nuevo a la vida.

-¿Como hiciste eso?...-

Tras esa pregunta se quedo mirando al peli azul esperando una respuesta de su parte mientras que el sol comenzaba a ponerse en el horizonte marcando un cielo anaranjado que daba a entender la noche que se aproximaba, una noche, que al contrario de todo el día caminando, sería completamente fría y tal vez aterradora.

al escuchar la pregunta de la rubia leonel la miro con una sonrisa jocosa y le dijo levantando su dedo indice...

-un mago nunca revela sus secretos-

luego miro el cielo anaranjado y la puesta de sol... el clima compensaba a hacerse mucho mas ameno pero ambos sabían que eso no duraría mucho..
así que comenzó a idear una manera de hacer una fogata que los protegiera del frío desierto, y aunque tenia un naipe que contenía madera de su naufragio, no tenia como encender el fuego.

el sol comenzaba a a ocultarse y el frió era inminente así que mientras caminaban lucían se saco su chaqueta ya la poso sobre los hombros de la rubia sin decir una palabra

Tras la pregunta el joven le dio como repuesta el clásico "Un mago nunca revela sus secretos" lo que hizo que la rubia soltara un bufido de protesta aunque, por extraño que parezca, no comenzó a preguntar y re preguntar hasta el cansancio mas bien cerro la boca y comenzó a caminar nuevamente por aquel desierto. Un tramo de cerca de media hora fue lo que paso mientras el sol terminaba de desaparecer en el horizonte donde solamente se veía arena y el frio comenzaba a hacer acto de presencia.

Mientras buscaban donde refugiarse el peli azul le cedió el abrigo a la rubia que poco a poco comenzaba a sentir el frio de una isla donde paradójicamente el calor era lo que más afectaba a la gente o al menos eso era lo que recordaba. Que podía saber una persona con una mente de ocho años como ella que los desiertos por las noches son un lugar congelante y aterrador. Entre pequeños tirones de frio la rubia logro preguntar lo que estaba esperando que un "mago" como él pudiera hacer.

-Vamos... Si sos un... Un mago... Tienes que poder hacer... Hacer fuego para calentarnos un poco... ¿Verdad?-

Las pausas entre palabra y palabra solo demostraban el frio y la falta de aire que este le daba. Con una cara ciertamente esperanzadora la rubia quedo esperando una respuesta afirmativa de su acompañante o en caso contrario un negativa que no haría mas que desilusionarla. Mientras hacía esto ambos pasaron de lado por una carpa que entre la oscuridad de la isla había quedado más que nada oculto, al menos para la vista de la marine.

sorprendido ante su pregunta y su cara de niña ilusionada... leonel comenzó a pensar en como hacer fuego...
de pronto la rubia divisó una carpa, probablemente estaría vacía y de ser así seria un buen lugar para pasar la noche
efectivamente estaba abandonada... entonces leonel le pidió a la rubia que buscara algo que nos sirviera dentro del pequeño refugio y mientras lo hacia saco unos cuantos trozos de madera y se acerco a lo que alguna vez fue una fogata... tomo un par de maderos a medio quemar y desenfundó su pistola.
la descargó completamente saco un poco de la pólvora del arma juntandola sobre la madera que acumulo y con el percutor del arma creo una chispa que encendió una pequeña flama para cuando la rubia salio de la carpa para informar de sus hallazgos la fogata estaba casi lista y leonel que soplaba para avivar la llama la miró de reojo con una sonrisa en los labios

En cuanto pasaron por aquella carpa el peli azul pareció notarla y cuando se la mostro a la rubia esta no pudo hacer más que sonreír con un cierto grado de felicidad. Tras eso le pidió como favor que investigara aquella tienda abandonada para ver si lograba encontrar algo que pudiera serles de utilidad.

Con un movimiento de cabeza que solo indicaba un sí para cumplí aquella orden se metió en aquella carpa abandonada que una vez de cerca vio como se encontraba completamente destruida. La tela rayada al completo, quemada en ciertas partes, todo cubierto de arena tanto por fuera como por dentro y una oscuridad terrible que no le permitía ver absolutamente nada.

Aun sin ver un pedido era un pedido y la rubia entro sin más tropezando sin querer y cayendo por completo dentro del suelo arenoso de aquella carpa abandonada. En cuanto se levanto escupiendo arena y puteadas en voz baja por todas partes vio de pura mala suerte un esqueleto de costado a ella, huesos que le hicieron soltar un grito del susto que rápidamente cayo cosa de que no se escuchara.

Con los ojos abiertos como platos se quedo mirando de manera fija aquel esqueleto, en especial sus ropas, unos abrigos interesantes que le servirían para no sufrir el frio de la noche y por otro lado su mano señalando algo que por lo visto ya no se encontraba.

Tras luchar con aquel par de huesos para retirarle sus ropas levanto gran parte de la arena al mover lo que parecía ser una tela que tenía los pies del esqueleto y para su sorpresa donde antes señalaba el dedo se encontraba una especie de cofre cerrado por una especie de candado. Tomo el cofre y con una mano y los abrigos con la otra y salió de aquella atemorizante y oscura tienda.

Al hacer eso Leonel apareció en su campo de visión con una especie de fogata y una sonrisa en su rostro, al parecer si era un mago como decía. Soltando el abrigo y aquel pequeño cofre dio un par de zancadas antes de saltar a darle un abrazo que lo tumbo sobre la arena helada para esas horas de la isla. Unos segundos después se levanto tendiéndole la mano para ayudarlo y pidiéndole disculpas por su reacción.

-Perdón, perdón, perdón, me emocione de más... Y por cierto, encontré eso en la carpa... Además de un esqueleto-

Después de señalar los abrigos y el pequeño cofre cerrado mientras explicaba lo que encontró en la carpa bajo la voz y casi sin mirar nada dijo lo del esqueleto ya que era algo que le desagradaba tan solo pronunciar. Ya en pie su compañero de viaje improvisado se sentó frente a la fogata con las manos tenidas mirando aquel cofre que había dejado en la lejanía. Ese cofre tenía algo que la llamaba a gritos, algo que tenía que ver aunque a su vez ese "algo" le daba un cierto temor.

luego de la efusiva reacción de la rubia leonel quedo inmóvil incluso después que ella se disculpo y bajo de él se mantuvo unos minutos mirando la noche cuando sintió y ya no estaba sonrojado se sentó y se acerco al fuego... sin embargo al mirarla volvió a enrojecerse inevitablemente por suerte, ella no lo vio pues estaba sumida en ese cofre misterioso al darse cuenta de esto leonel se levanto y rodeo la fogata acercándose por detrás de la rubia diciéndole por sobre el hombro...

-si no lo abrimos jamas dejarás de sentir eso.-

para luego posar sus manos sobre los hombros de la bella joven

Mientras la rubia seguía perdida en sus pensamientos, con ambas manos cercanas al fuego para tomar calor y la vista en aquel cofre, Leonel pasó por detrás de ella y posándole una mano en su hombro le dijo que la mejor solución para aquella duda que tenia la rubia era abrir el cofre para saber que tenía dentro. Tras esas palabras tardo lo que fue cercano a diez minutos en recapacitar y aceptar la propuesta.

-Bien, hay que abrir eso y ver que tiene adentro...-

Dichas esas palabras se levanto del suelo rápidamente y retirando el gancho que pasaba entre sus pechos dejo caer al suelo la motocierra que acostumbraba cargar, seguidamente la tomo del suelo con la mano derecha y con la izquierda en la tira de encendido para luego acercarse al pequeño cofre de manera con decorados dorados y un extraño candado.

-Un muy lindo cofre pero no estoy para cargar con él, simplemente quiero ver que tiene dentro... Tapate los odios-

Al terminar de decir eso la rubia poso uno de sus pies en aquel pequeño cofre y encendió el arma que comenzó a hacer un tremendo ruido para que la hoja dentada comenzara a girar. De esa manera golpeo en el candado de una manera algo bruta, al tener un motocierra bastaba con mantenerla apoyada pero bueno, para ella los pequeños golpes chispeantes eran mas útiles.

Unos minutos más tarde el candado cedió ante los golpes y el arma callo en el más remoto silencio, un silencio que fue acompañado por el mismo de aquella fría noche. Mientras dejaba el arma de lado y se agachaba una extraña sensación recorrió su cuerpo, una especie de escalofrió. En cuanto estuvo completamente agachada y con ambas manos posadas en la tapa de madera curvada miro a su acompañante buscando algo de confianza y seguidamente giro su rostro hacia el cofre.

En cuanto lo abrió se extraño de ver una especie de manzana blanquecina con unos extraños remolinos de un tono algo más oscuro, algo asi como un tono marfil. Al tomarla con la mano noto que aquella extraña fruta era algo más liviana de lo que se esperaba.

-El cofre tenia... ¿Tenia un caramelo?-

Con aquella pregunta se quedo extrañada mirando la extraña esfera que tenía en su mano esperando una respuesta salvadora que la sacara de aquella duda sobre el verdadero origen de aquel mal llamado dulce.

al ver como la rubia encendía su motocierra leonel se puso de pie espectante, se tapo los oídos como le aconsejo la joven y se quedo mirando hasta que el cofre cedió.
ella lo miro antes de abrir el cofre y este le transmitió su apoyo con una simple mirada.

luego de ver el interior de la caja leonel quedo atónito, al ser un usuario sabia muy bien lo que estaba viendo

dijo con una expresión de recelo a la fruta

-ten cuidado y piensa bien lo que harás-

sin analizar que probablemente la rubia no sabia lo que era esa fruta

Al sacar la pequeña fruta del cofre el peli azul solo pudo decirle que tuviera cuidado sobre qué hacer con ella, después de todo el parecía saber realmente de que se trataba. Aunque una parte ella quería soltarla y no verla nunca más otra y una más interesada en su sabor al tener un enorme parecido con un caramelo quería saber su sabor de manera desesperada.

-Un mordisco no mata a nadie...-

Y tras esa palabra le dio un mordisco bastante grande a aquella manzana blanca y como si la vida la incitara a terminarla en su boca se sintio un sabor extrañamente dulce, sabroso y delicioso que no le permitió dejarla de lado sino mas bien que con mucha concentración termino de consumir aquella fruta. Una vez la termino, lo cual no llevo mucho tiempo, se relamió los dedos tratando volver a saborear ese sabor. Tras terminar con ello miro nuevamente a Leonel y con una cierta sonrisa le volvió a hablar.

-Perdón... Me olvide de compartir... Es que... Es que estaba muy rica...-

Y dicho eso puso una mueca en su rostro con la intención de conseguir su disculpa o más bien por la vergüenza que sentía realmente al comérsela ella sola sin querer darle una parte a él.

cuando la rubia dijo que le daria un mordisco leonel trato de detenerla

-mary esper....-

pero fue demasiado tarde solo pudo ver como la joven devoraba la blanquecina fruta y a medida que la fruta iba desapareciendo los ojos de leonel se abrían más y más por la impresión.

-wow te gusto?.... la mía sabia horrible!!-

dijo en voz baja para luego caer sentado en la arena sin quitar la estupefacción de su rostro.

Para cuando Leonel quiso advertirle, la rubia ya había consumido en su práctica totalidad la fruta pero eso no fue lo que la sorprendió, lo que la sorprendió realmente fue lo que dijo después.

-wow te gusto?... la mía sabia horrible!!-
-¿Como que la tuya sabia horrible? ¿Que clase de caramelo acabo de comer?-

Aquello, aunque levemente, había preocupado a la rubia. Si lo que se había comido no era un simple caramelo... Entonces ¿Que era realmente?

al percatarse de lo que había dicho leonel se dio cuenta que era su deber explicarle lo que había pasado y lo que pasaría

así que se sentó y se dispuso a explicarle a la rubia

-bueno a juzgar por el aspecto que tenia esa fruta estoy prácticamente seguro de que era una Akuma no MI
esto significa que ahora que la comiste adquirirás alguna habilidad especial, algún poder que tendrás por el resto de tus días.
a cambio de esto jamas podrás volver a nadar pues el agua te debilitará y ni si quiera te podrás mover sumergida en ella-

Cuando la rubia le pregunto que había ocurrido, le había pedido una explicación, Leonel había procedido a explicarle lo que eran las dichosas Akuma no mi, esos poderes demoniacos que solo conseguían los poderosos. Recordaba algo de todo eso por los estudios que había tenido de pequeña, unos estudios que realmente no le habían servido para mucho ya que su mente había quedado congelada en los pensamientos medio infantiles de una niña de ocho años.

Una vez acabo con la explicación la rubia quedo entre contenta y asustada en cuanto a lo de no poder nadar nunca más en su vida. Pero después de todo no era una nadadora y no estaba cerca de serlo. Con cierta ilusión se apresuro a preguntar, comenzar a ser una pesada como era costumbre en ella.

-Guoooouu... ¿Que clase de poderes?... Un minuto... Tu magia... ¿Es uno de esos poderes?...-

Mientras la fogata se reflejaba en sus ojos y su sonrisa demostraba lo feliz que se encontraba, la noche comenzaba a hacerse mas fría sin sentirse.

-wow wow wowwww!! calma mary... es muy pronto para tanta pregunta ni siquiera se que clase de poderes tendrás... ya se esta poniendo helado lo mejor será que durmamos un poco pues mañana necesitaremos bastante energía..

dijo leonel en parte para evitar las preguntas y ademas por que tenia sueño

-bueno ahora... emmm creo que deberíamos sacar al esqueleto no creo que pueda dormir con eso al lado..-

luego se levanto y entro a la carpa para comenzar a accarrear los huesos

Tras esas preguntas el peli azul se sobresalto un poco y evadió a su manera las preguntas para luego entrar a la carpa y retirar los huesos de aquel esqueleto. Mientras él hacia eso la rubia tomo uno de los abrigos y se recostó sobre la arena cubriéndose los parte del rostro para que la arena no la molestara y otro de esos abrigos sobre su piel para que el frio de la noche no la enfermara. De esa manera la rubia se durmió casi de golpe como si la hubieran drogado para tal acción y comenzó a roncar pocos segundos después. Realmente hacía mucho tiempo que no dormía y esa tal vez fuera la única oportunidad para hacerlo tan bien, aunque ciertamente incomoda.

al terminar el trabajo de sacar los huesos vio que la rubia dormia profundamente sobre la arena...
se quedo mirandola un momento... pues se veía muy bella mientras dormía... hasta que comenzó a roncar y le quito un poco la ternura.
aguantando la risa leonel decidió tomarla en sus brazos y ponerla dentro de la carpa donde hacia mucho menos frio
no había mucho espacio dentro así que por seguridad y por respeto a la joven decidió dormir sentado bloqueando la entrada de la carpa y con uno de los abrigos en su espalda.
y se quedo dormido mientras se aseguraba de pensar en cosas feas xD