[Pasado] ¿Me han timado? Cazador Estafado [Privado - Natsu Sakagami y Night]

Había transcurrido un día desde que ambos cazadores hubieron atrapado a su presa, al menos por parte de Night. El chico de las bombas que Natsu había enfrentado murió por un tiro entre ceja y ceja, aunque dudaba de que dicho personaje ajeno al asesino en busca y captura pudiera reportar algún beneficio para su causa. Así que los dos chicos, el de pelo negro y el de pelo azul, caminaban por los caminos exteriores a la ciudad de Shimotsuki, dirigiéndose a la zona central de la ciudad. Allí, buscarían al jefe de la Marina encargado de la región, y le entregarían pacíficamente al asesino que llevaban consigo, atado de manos. Este despertó con fuertes dolores de cabeza, mas no se le dio de comer ni una sola vez desde que volvió a la conciencia. Y cada vez que interrumpía alguna conversación entre Night y Natsu, el primero le daba un fuerte guantazo para que se callara. Le había costado varios intentos, pero ya había comenzado a mostrarle quién era el superior, y él lo acataba a regañadientes. Pero al menos sabía que, si se seguía oponiendo y mostrando trabas a su comportamiento, podría acabar demasiado mal. Aunque viendo cómo se desarrollaba la cosa, lo único que le esperaba era la prisión, por lo que rebelarse contra su captor no era nada del otro mundo.

- Ey, Natsu. ¿Cuánto dinero crees que nos darán por entregarle a este tipo? No creo que sea un tipo suficientemente caro como para que nos llenen de oro hasta la médula ~

Comentó Night haciendo una mueca casi decepcionada y llena de desilusión. Cada vez que se dirigía a cazar a un personaje, esperaba que este pudiera ponerle algún obstáculo en su detención. Desde muy pequeño le habían gustado los retos, pero fue demasiado triste cortar el arma de dicho enemigo de cuatro movimientos, y noquearle de una simple patada en el cuello. Había sido como un juego de infantes, y eso no le gustaba para nada. Una vida que no está llena de emoción y dificultades no puede llamarse vida, sino camino fácil. Además, seguía tirando de la cuerda que le había atado como método de direccionamiento, siendo él el que llevaba la voz cantante. Aburrido, paseando por aquellas calles anchas y adoquinadas, simplemente hablaba con Natsu para no bostezar cada dos por tres:

- Cuéntame algo de ti, chico. Quiero saber por qué te adentraste en el mundo de los Cazarrecompensas ~

Mirándole de reojo, seriamente. La verdad es que conocía bastante poco de aquel chico, por no decir nada. Solo sabía su nombre y apellido, además de algún que otro detalle que no era para nada interesante. Clavando sus ojos en el pelinegro, esperó a que respondiera a su frase, mientras que el sol comenzaba a caer desde lo alto del manto del cielo.


OFF -> Este tema es una continuación del siguiente topic: https://www.onepiece-definitiverol.com/t4812-pasado-una-espada-en-tu-corazon-y-un-microfono-para-la-voz-privado-natsu-sakagami-y-night

Había transcurrido un día desde que habíamos capturado al malnacido que hizo esa masacre en esa villa. Después de esa pelea que tuvimos, por culpa de cierto ataque que no vi, mis ropas estaban destrozadas así que me las cambié; ahora llevaba una camiseta negra sin mangas de cuello alto, unos pantalones vaqueros y una chaqueta blanca, además del rifle que estaba colgado de esa correa en mi espalda. Iba caminando al lado de Night, el cual parecía que no soportaba que nuestra presa intentará huir.

Tras estar andando un rato, este me pregunto cuanto nos darían por él que seguramente nos darían poco. -A mi me da igual, yo solo quiero tener comida para mi y mi perrito...- Dije mientras daba un bostezo, ya que no había dormido demasiado y quería irme a dormir pronto aunque no lo pareciese.

Me aburría demasiado y tampoco tenía nada que hacer, y parecía que Nght estaba igual de aburrido, fue entonces que decidió romper el hielo con una pregunta que no me esperaba. -Para sobrevivir, ¿quizás?.- Dije con una sonrisa pícara mientras seguía caminando siguiendo a Night de cerca para no perderme.

En verdad, ya ni me acordaba del porque me hice cazador de recompensas... solo sabía que odiaba mancharme de sangre, aunque algunas veces era necesario o estaba demasiado enfadado para pensarlo. Suspiré un momento, hasta que vi algo que hizo que mi mirada se llenara de emoción; vi un pequeño perrito que estaba paseando por esa calle... no me lo pensé dos veces antes de ir a acariciarlo... estuve un buen rato haciéndole caricias al perrito y luego volví con Night con una sonrisa bien sincera.

Como siempre, el pelinegro se reafirmaba en que todo iría bien siempre que su perrito y él tuvieran algo de comer que llevarse a la boca todos los días, y que por lo demás no se tendría que preocupar. Entonces, ¿por qué le había dicho desde un principio que irían a 70% y 30% de la recompensa, si le importaba tan poco? La cabeza de Night daba vueltas por eso, pensando que tal vez aquel chico no estuviera más que mintiéndole para luego pegarle el típico sablazo de ladrón, cosa que no permitiría por nada en el mundo. Si intentaba poner sus manos de francotirador en el bote de berries que aguardaba para ser guardado en su cuenta musical, no dudaría ni un mísero segundo en sacar su gran espada y rebanarle cada dedito de la mano, aunque fuera lo último que hiciera. Paseando, Natsu le dijo que se hizo Cazarrecompensas, para sobrevivir, aunque no estaba demasiado convencido de sí mismo y de su respuesta. Sin sonreír ni hacer ninguna expresión de agrado, el chico siguió tirando de la cuerda que estaba atada a su presa, diciéndole con una voz autoritaria para que no se quedara atrás:

- Vamos, asesino. No me retrases o te cortaré poco a poco cada parte de tu cuerpo ~

Dijo mientras que daba un tirón más fuerte que de costumbre, haciendo que el hombre musculado que iba detrás de él trastabillara y se desequilibrara, pero sin llegar a caer al suelo. Si lo hubiera hecho, las consecuencias por parte de Night podrían haber sido terribles, puesto que era un poco impaciente con sus presas. Mientras que Natsu paraba unos instantes para conversar con un perrito dulce que se habían encontrado en el camino, él comenzaba a poner un pie en la zona que había estado buscando con tanto esmero: el cubil de la Marina asignado a Shimotsuki. Con una voz rauda, llamó a los que había en su interior para que salieran a recibirles, siendo únicamente dos personajes uniformados que no parecían ser demasiado extrovertidos.

- Os traigo a un asesino. Encerradlo en una celda metálica y revisad si tiene algún cartel de recompensa. Las acciones de un cazador nunca pueden salir sin un beneficio económico, ¿no creéis? ~

Dijo con una media sonrisa, mientras que le tendía a uno de aquellos dos hombres la cuerda que mantenía atado al susodicho. Instatnes más tarde, Natsu volvía tras haber pasado un tiempo con el perrito de antes, mientras que Night se encontraba de brazos cruzados y esperando para que le dieran una respuesta, y el dinero por haber capturado a una persona que supuestamente estaba en búsqueda.

Night parecía querer cobrar la recompensa ya, aunque bueno, poco me importaba mientras yo y mi perro pudiésemos alimentarnos. Vi salir un marine sin ninguna bolsa de dinero mientras se acercaba a Night. -Perdone, pero esa persona no nos figura en ningún cartel de wanted.- Dijo el marine, insinuando que nuestro esfuerzo para capturar al criminal no había servido de nada y que buscásemos a otro.

-Nos está diciendo... que después de pensar en como atraparlo y de usar a este tal Night para atraparlo... ¿¡no sirvió de nada!?- Grité furioso al ver eso, pues la verdad, no fue fácil convencer a Night para que se aliase conmigo. Suspiré pesadamente mientras empecé a andar para sentarme encima de un barril pensando que hacer.

En verdad no había demasiada cosa que hacer, habíamos capturado a un asesino y no nos habían dado la recompensa. -Ahora verán estos payasos...- Dije con una sonrisa pícara y estaba claro cuales eran mis intenciones. Entré dentro del cuartel de la marina mientras algunos marines me miraban como diciendo "¿¡de donde coño ha salido este crío!?" o algo así.

Me acerqué a un tablón donde estaban los buscados y vi que de verdad no estaba el que habíamos atrapado... o a lo mejor, ese no era nuestro verdadero objetivo. Salí de allí mientras aquellos marines me seguían mirando; parecía que se les caería la boca al suelo de lo sorprendidos que estaban.

Justo después de salir, escuché una explosión detrás mío haciendo que cayese al suelo, luego me levanté y miré como lo que antes era un edificio, se había convertido en un montón de escombros con cadáveres de personas por el medio. -Lo que pensaba... ese tío al que atrapamos era un señuelo y quizás el verdadero sigue libre...- Pensé mientras buscaba con la mirada donde podría estar el que había hecho eso.

La estupefacción y sorpresa se mostró en los ojos aguamarina del peliazul cuando los marines regresaron sin un botín de recompensa. La alegación era simple: dicho criminal no aparecía en ningún cartel, ni siquiera en las listas de criminología que tenían los marines consigo y actualizaban con cada delito cometido. Los orbes de Night se oscurecieron por momentos, y su ceño se frunció con fuerza para denotar una mala leche que ni él mismo podía con ella. ¿Su presa no era más que un segundón sin nombre? ¿Una persona que había robado algo de su tiempo para nada en especial? Apretó los puños y rechinó con los dientes, mientras que agachaba la cabeza un poco hacia adelante. Al igual que Natsu, avanzó hacia el interior del pequeño cubil de los marines, donde observó la pared donde estaban tomadas todas las fotos de las personas más buscadas del lugar. Había cifras insignificantes, y otras que se elevaban hasta los millones, decenas y cientos de millones. Los guardó todos en sus bolsillos, y cuano salió de la zona limitada miró a los marines y a Natsu, a los cuáles dijo:

- La próxima vez no fallaré ~

Una explosión se hizo eco en sus espaldas, moviendo su pelo y sus ropajes. Cuando quiso darse cuenta, giró su cuerpo para observar cómo el cuerpo del "detenido" que habían capturado anteriormente estaba totalmente destrozado. Llevándose una mano hacia la frente, para evitar el contacto directo del calor del estallido con sus ojos, el chico mostró una cara de enfado mucho más patente que la que había tenido antes. ¿Es que era otro señuelo? ¿El verdadero seguía estando libre? Rápidamente, comenzó a correr. No sabía desde dónde podría haberse realizado dicho ataque, o si había sido una auto-muerte proclamada por la propia presa. Lo único que tenía en mente era conseguir dinero, pues era el material que le permitiría avanzar en su vida profesional. Mirando de soslayo a Natsu, le dijo con una voz imperativa que denotaba que no estaba para bromas:

- Vamos a terminar esta gilipollez de una vez, Sakagami ~

Sin más, y completamente ofuscado, el chico corrió mirando de un lado para otro. Buscaba una pequeña pista que pudiera llevarle hasta el paradero del verdadero asesino. ¿Que si estaba harto de que hasta el momento sus acciones no habían sido productivas? Sí, y era una persona con muy poca paciencia. Por tanto, terminaría aquello, y no descansaría hasta que se sintiera bien consigo mismo.

Tras ver lo que paso, Night se dirigió hacia mi por mi apellido, a lo cual no supe que decir... solo que quería que no me llamase así, parecía que me reñía por algo que no hice. Vi como un marine salía de los escombros y el chico iba a apuntar con una pistola la cabeza de Night... su cara era la del buscado, no dude en pisar su apestosa y malolienta cara contra el suelo.

-Ya decía yo que era muy raro que la armada no se hubiese enterado, claro, es que el causante de todo estaba dentro de la armada... muy astuto... pero no lo suficiente...- Dije mientras apretaba con mas fuerza mi pie contra su cara; iba a enseñarle que el único que jugaba conmigo, acababa mal y sin ganas de volver a vivir.

Saqué mi pistola mientras apuntaba la cabeza del criminal; podría matarlo ahora, pero sería muy aburrido, así que decidí hacerle un agujero en cada mano con mi pistola, así me aseguraba que no hiciese nada raro. El chico gritó de dolor y de miedo, pero no me gustaba mucho comportarme así enfrente de otros y decidí disparar a su cabeza, causando su muerte.

-Tampoco nos iba a servir mucho su recompensa... así que mejor que muera...- Dije mientras observaba a Night y me sentaba en el suelo de allí, guardando mi pistola y sacando una pequeña libreta que llevaba, un bolígrafo y empezaba a escribir como siempre que me aburría, alguna historia que se me pasara por la cabeza.

-¿Que hacemos ahora? No hay nadie ahora mismo aquí... y si lo hay, deben de estar aterrorizados...- Dije mientras seguía escribiendo una historia que hablaba sobre el tráfico de esclavos, aunque ni yo mismo sabía porque escribía algo como eso, supongo que debía de ser porque fue lo primero que se me ocurrió, o quizás no.

Cuando el peliazul quiso darse cuenta, tuvo que parar porque detrás de él se estaba llevando a cabo un suceso inesperado. Uno de los marines que quedaban bajo los escombros producidos tras la explosión estaba tumado en el suelo, mientras que Natsu terminaba con su vida de un simple disparo. Acercándose a paso raudo hacia donde se encontra el pelinegro, el chico se cabreó en exceso cuando vio cómo aquel personaje que había atentado contra su vida era uno de los buscados en los carteles de wanted. Y el otro cazador lo había matado. ¿Cómo coño podía llamarse a sí mismo cazarrecompensas, si iba matando a cada uno que se encontraba por su camino? El reverso de la mano izquierda de Night cruzó con fuerza la cara de Natsu, asestándole una impactante y dura palmada impregnada de todo su odio. Acababa de joderle un montón de dinero, y eso era algo que el peliazul detestaba por encima de todas las cosas.

- ¿Qué cojones pasa contigo? ¿No podías dejarlo vivo para cobrar su recompensa? ¡Aunque fuera muy poca! ~

La expresión de la cara de Night era totalmente terrorífica. Sus ojos habían perdido la dulzura que siempre tenía consigo, y solo quedaba ira y furia en su interior. Llevando su mano derecha hacia la espalda, tomó el mango de la gran espada que siempre llevaba a su lado. Tornándola hacia adelante, la tomó con dos manos mientras mira a su ahora ex-compañero, mientras que su voz salía férrea y malevolente de sus labios.

- Es la primera y última vez que me haces perder dinero. Ya me han tomado el pelo demasiado hoy, y esto ya me está reventando. Tienes cinco segundos para irte, o si no tu cuerpo y mi espada se encontrarán ... Y dudo que sea una sensación agradable ~

Sus manos se apretaron con fuerza en el mango, tanto que hasta él mismo se hacía daño. Pero todo el dolor que sentía lo canalizaba en odio y furia, cosa que hasta el momento solo había pasado una o dos veces en su vida. Cuando Night se enfadaba, nunca pasaban cosas buenas. Y el chico se había ganado a pulso ser el objetivo de sus insultos y proclamaciones.

Night me asestó un fuerte golpe en mi cara, escupí algo de sangre y en verdad no tenía excusa alguna para que me perdonase, no solo le hacía perder el tiempo si no que además no le dejaba coger la recompensa. Quizás no debería de haber matado a aquel hombre, eso hubiese sido lo mejor, pues Night ahora me miraba con una cara terrorífica y no era demasiado agradable.

Me amenazó con que si no salía de allí en cinco segundos su espada y mi cuerpo se encontrarían, así que guarde lo que tenía en las manos y me levanté del suelo mientras me llevaba la mano a la mejilla derecha que era donde había recibido el golpe. -No me tendría que haber molestado, el chaval apuntaba a ti y eso no era mal ni bien.- Le dije como con una cara medio orgullosa y medio arrepentido.

Era muy orgulloso como para admitir que se había equivocado él, pero también siendo como era, me contradecía pues si veía que alguien al que considerase cercano estaba enfadado por mi culpa, me sentía algo arrepentido.

Bueno, ahora la cuestión era ver como hacer para evitar enfadar mas a Night, quizás si lograba capturar a alguien de la lista de wanteds me perdonaría así que con una sonrisa bien amplia le miré y le dije. -Perdona por ser así, iré a buscar a una presa, me aseguraré de no matarla...-

Tras eso empecé a correr por la calle mientras de mi chaqueta sacaba algún criminal y empezaba a buscar alguno por la calle, aunque era muy difícil encontrar alguno. Después de haber pasado innumerables callejones llenos de sangre logré encontrar a un tío calvo que correspondía a la de un criminal buscado. Fui lo mas rápido que pude y con espinela que creé le até y me lo llevé a duras penas hacia donde quizás seguiría Night. -Querías cobrar la recompensa de alguien, aquí tienes un criminal buscado, según un cartel...- Dije jadeando mientras soltaba al calvo que por suerte era pequeño y no pesaba demasiado, si no me hubiese sido peor.

El chico que tenía delante de sus propios ojos intentaba exculparse con burdas frases que no alcanzaban la mente de Night, ni siquiera sus oídos. Sin embargo, este seguía ofuscado con él. Armado con aquella espada de gran filo y peso, amarrada con las dos manos por el mango para sostenerla bien y que no se balancera, el peliazul no apartaba la vista del chico que le había hecho perder la recompensa del criminal que tanto esfuerzo le había costado capturar. Su boca no volvió a moverse, ninguna palabra fue dirigida hacia el chico de pelo negro que tenía enfrente. Natsu había conseguido enfadarle seriamente, y eso no era nada bueno para él. En cuanto Night creaba una imagen mental de una persona, era muy difícil hacerle que la olvidara, editara o borrase. Y la que había creado con respecto a aquel cazarrecompensas no era nada buena. A partir de ahora, lo tendría fichado hasta la médula, y eso podía ser más malo que bueno.

Por consiguiente, Natsu se marchó durante un buen rato, mientras que Night enfundaba su arma y se preparaba para volver de vuelta al cuartel, para ver si encontraba algo interesante que ver. Sin embargo, el chico que había enfadado al pelinegro regresó con las manos llenas: un criminal con wanted que podría darle algo de comer al día siguiente. Con una mala leche impresionante, el cantante de voz dulce elevó su mano creando un haz cortante, que impactó en el cuerpo de la presa de Sakagami y lo mató al instante, llenando a ambos de sangre hasta los codos. No sabría decir si lo hizo por furia o simplemente para devolvérsela al chico, pero lo dijo bien claro con sus siguientes palabras:

- Ahora estamos en paz, Sakagami ~

Dándose la vuelta para no verle la cara al chico, empezó a andar en dirección contraria a su posición. Las manos dentro de los bolsillos indicaba su dejadez en aquel momento, mas algo extraño comenzó a ocurrir. De los tejados de las casas y las partes bajas salieron espadachines, luchadores y francotiradores, apuntándoles directamente con sus armas. ¿Cómo coño podía haber tantos criminales cerca de un cuartel? Era impensable, mas al menos le serviría para satisfacer su furia a mandoblazo limpio. Llevó su mano a la espalda, desenfundó su gran espada metálica, y se preparó para la lucha. Iba a disfrutar de lo lindo, y pocos quedarían vivos.

Tras haberle buscado al criminal buscado a Night, este lo mató sin dejarme acabar la frase, pues me impactó, ¿tan furioso estaba? Al menos ahora según él estábamos en paz y ya no pasaría nada, ahora se dio la vuelta para irse y yo quería que no estuviese enfadado, cosa extraña en mí, pues la verdad me importaba poco, pero a lo mejor me podría servir para el futuro y si estaba enfadado conmigo poco iba a hacer.

Ahora de golpe, de los tejados y las partes bajas de las casas empezaron a salir francotiradores, luchadores y espadachines, los cuales nos estaban apuntando a ambos cazadores. La mayoría apuntaba a Night y a mi solo me apuntaba uno, cosa que me enfurecía ya que me ignoraban por ser solo un niño armado con un rifle.

Ahora verían... iban a ver lo malo que era subestimar y más con lo temperamental que era. Saqué de mis bolsillos una bomba renacuajo que me enseño a fabricar Allen y la lancé al lugar donde había mas luchadores, espadachines y francotiradores; la bomba al tocar el suelo explotó creando una explosión de 3 metros de diámetro.

-Quien quiere ser el próximo en hacerle una visita al infierno, ¿eh?...- Si la mirada de Night daba miedo antes, la mía al decir eso, parecía que me hubiesen sacado de una película de terror; uno de los francotiradores al verme empezó a disparar a lo loco sin apuntar bien, acabando con el resto de sus aliados.

Me acerqué al chaval con una sonrisa como si estuviese disfrutando de la matanza; aunque mas bien, me estaba divirtiendo al ver que aquellos chavales que me habían infravalorado antes ahora estaban muriendo y me temían. -Dime... ya que me has infravalorado... además de atacarme... ¿como quieres morir, a balazos, o decapitando tu cabeza, o de otro modo?- Le dije mientras me acercaba y sacaba mi pistola con mi mano derecha para luego meter una bala entre ceja y ceja al chico aquel que me temía ahora.

La pelea comenzó, y fue el señor Sakagami el que derrotó a la mayoría de criminales que habían salido en su busca. Empleando una especie de bomba extraña, terminó con la vida de varios espadachines, luchadores y francotiradores que se habían apostado en una posición muy cercana. Eran tontos, pues habían creado una gran brecha en esa zona y ahora pagarían todas las consecuencias de sus tontos actos. Mientras que el chico de pelo negro seguía peleando y disparando como un loco, el cantante peliazul se movía como una hoja mecida por el viento, tomando su gran arma con ambas manos. Lanzó un corte vertical descendente hacia un espadachín que se acercó a él, partiendo su arma y el hombro de un mismo golpe. Su cuerpo se separó en dos trozos, y se desangró en el suelo hasta que su mirada perdió el típico brillo que la vida caracterizaba al cuerpo humano. Los ojos de color aguamarina no perdonaban, no olvidaban y, sobretodo, estaban furiosos. Se movía de un lado para otro cortando a diestro y siniestro, sin la menor importancia que pudiera darle la súplica que las personas enfrente de él le comentasen. ¿No querían morir? Pues que no hubieran dado aquel paso en falso ellos primero.

- Tsk ... Sois demasiados, pero no sois más que hormigas. De un simple pisotazo, más de la mitad habéis sido barridos ... Vergonzoso ~

Dijo enfurruñado, mientras que giraba para bloquear el corte de un nuevo enemigo. Interponiendo su arma a la espalda, los filos de los dos combatientes entrechocaron, liberando unas pocas chispas que saltaron a la vista de todos. El peliazul contraatacó con un empujón que desequilibró a un hombre con lanza, que cayó hacia atrás. Aprovechando ese instante, clavó la punta afilada de su arma en el estómago de dicho personaje, desparramando más y más sangre. Y así ocurrió varias veces más, en las que decapitó a dos personas y amputó los miembros de otras tantas. Al final, aquello no era más que una escena sangrienta donde los únicos dos supervivientes eran Natsu y Night, los dos cazadores que habían estado trabajando durante un tiempo y que ahora no podían aguantarse el uno al otro. Ciertamente, eso pasaba al menos por parte del peliazul, que intentaba esquivar la mirada del francotirador y seguir luchando hacia delante. Una vez que terminó todo, el chico simplemente suspiró, diciendo para sí mismo:

- Fiiiiiuuuuuuuuuu ... Pensé que nunca iba a terminar ~

Al final, después de todo logramos acabar con todos los criminales, pero igualmente, Night seguía cabreado conmigo y eso se notaba mucho por que evitaba constantemente mirarme a la cara. Quería disculparme con él pero no sabía como y no quería que me siguiera ignorando, a veces era como un niño pequeño que se enfadaba si no podía jugar con su juguete.

Ahora debía pensar como hacer para que me perdonará, pero no sabía como disculparme y eso era un gran problema. -Iba a preguntarte que podía hacer para que me perdonases... pero ya encontraré alguna forma...- Le dije mientras salía de allí y empezaba a andar por el pueblo.

Pero ni siquiera sabía que le gustaba al joven y eso me complicaría aun más la vida. -Me empieza a doler la cabeza de tanto pensar...- Me dije a mi mismo mientras seguía caminando por aquel sitio, algunas veces pisaba los cadáveres sin querer, pero era imposible no hacerlo con tantos que habían.

Night dijo antes que era músico y que le gustaría hacer felices a las demás personas... pero no creo que pudiera ayudarme saber eso. No sabía que hacer y cuanto mas lo pensaba mas me dolía la cabeza; aun así, no iba a rendirme y haría que me disculpara, digamos, que era un juguete demasiado valioso que no quería perder aun.

Quizás una comida le iría bien al chaval, al menos yo tenía hambre... entré en una casa sin permiso y entré a la cocina. En la cocina empecé a cortar un tomate a trozos, mientras la ponía en un plato junto a lechuga, atún, palitos de cangrejo y alguna aceituna. Hice eso en dos platos y luego solamente asé carne de pollo para dos personas y ya; el postre, simplemente cogí dos manzanas y luego volví junto a Night con seis platos, los cuales al no tener suficientes manos aguantaba con manos de espinela. Creé una mesa de espinela y los dejé allí, le sonreí a Night con una sonrisa bastante sincera mientras creaba dos sillas de espinela y me sentaba en una. -No se si te va a gustar... lo preparé yo... necesito saber cocinar pero a lo mejor no cocino demasiado bien... jeje.- Le dije mientras empezaba a comer con unos cubiertos que me había traído para mi y Night.