Exp: 1650
Nivel: 7
Nombre: Leah H. Strauss
Apodo: “Kurohashi”
Edad: 19
Sexo:Mujer
Raza: Humana
Rango social: Alto (de familia adinerada)
Descripción Akuma No mi:
-Nombre: Kohaku Kohaku no mi (琥珀, Ámbar-Ámbar)
-Tipo: Logia
Apariencia de la fruta: Con forma de pera, algo más grande que esta, de color naranja y con unos bultos que le dan una textura rugosa. Sabe a rayos pochados.
-Poder característico: Convierte al usuario, en este caso Leah, en una “Mujer de Ámbar”. Permite transformar su cuerpo en ámbar así como crearlo y manejarlo a su antojo con todas sus formas y propiedades.
-Historia: De pequeña se metió donde no le llamaban y robó una de las frutas que estaba en posesión de su familia por puro capricho para llamar la atención. Cuando descubrieron que se la había comido, sus padres se preocuparon más en tapar aquello para que nadie lo supiese que en castigar a su propia hija.
Descripción estilo de lucha:
-Nombre: Sugar Shutdown
-Ejecución: Tiene predilección por usar el poder de su fruta para prácticamente todo, ingeniándoselas como le convenga según la situación. También confía bastante en sus pistolas y su puntería cuando tiene que afrontar peligros de manera más humana, además le gusta provocar a su rival y quebrar su concentración ya que los combates serios son los más aburridos. Usa movimientos decididos y rápidos, casi nunca duda en combate, es implacable y no suele mostrar piedad innecesaria.
Descripción física: La apariencia de Leah es la de una chica joven de baja estatura y poco desarrollada para su edad. Su tez, al igual que la piel del resto del cuerpo es bastante pálida. Tiene el cabello liso, bastante desordenado, de un tono similar al arco iris, de colores intensos y brillantes cuyo flequillo cae sobre su frente en mechones desiguales. Sus ojos son grandes y profundos, con rasgos agudos y de un color rojo brillante casi cristalino, poseen un aura extraña que inspira desconfianza e intranquilidad y cabe destacar la pequeñez de la pupila. Tiene una nariz pequeña, larga y algo respingona y unos labios muy finos que acompañan su sonrisa de superioridad. Le gusta vestir siempre de forma pseudo-militar, con predilección por el blanco de la Marina y las chaquetas de cremallera. Suele llevar camisas de tirantes del color azul de la Marina y una gorra con la palabra “Marine” sobre la que lleva gafas de protección que suele usar en sus trabajos de ingeniería. Si no las leva sobre la cabeza.
Descripción psicológica: Aparenta una actitud comprensiva, calmada y alegre, pero su sonrisa y esa mirada que aterroriza y penetra en las personas hasta el alma la delatan. En el fondo es egoísta y caprichosa, suele perseguir sus metas sin detenerse ante nada ni nadie, de forma recelosa. Por si fuera poco tiene un carácter muy altivo y algo prepotente, sabe que tiene razones de sobra para serlo y no lo oculta en absoluto. Es muy temperamental pero sabe guardar la calma y mantiene la sangre fría en los momentos precisos. Es más astuta de lo que aparenta y tiene buena percepción del entorno y las personas. Por otra parte le cuesta obedecer órdenes y suele hacer lo que le da la gana, tenga las consecuencias que tenga.
Gustos:
- Los dulces, en especial los de chocolate.
- Los libros e historias policiacas y de detectives, la novela negra en general.
- El sufrimiento ajeno le divierte bastante.
- Que se haga justicia, sobre todo si es a su manera.
Desagrados:
- Los piratas que creen que por ser piratas tienen más derecho a saltarse las normas que los demás. Lo mismo se aplica a cualquier otro tipo de delincuente.
- Los gyojin le dan mucha grima.
- Las mujeres con los pechos grandes, más que no gustarle, les tiene una envidia malsana.
- El aburrimiento de una vida sin trompicones.
Habilidades:
- De pequeña era una maestra en el arte del tirachinas, el cual siempre usaba a escondidas de sus padres. Se puede decir que tiene una destreza con las manos y puntería nata.
- Ha practicado gimnasia y ballet desde muy pequeña, una actividad delicada al contrario que ella, por lo que goza de gran agilidad y flexibilidad.
- Tiene gran habilidad y es virtuosa en la música, en especial con el piano.
Torpeza:
- Como casi todos los Logia confía demasiado en las habilidades de su fruta, aunque tampoco es una imprudente suicida.
- Hay muchas cosas cotidianas que no sabe hacer porque siempre se lo han dado hecho, como por ejemplo cocinar.
Profesiones: Tirador - Músico - Ingeniero
Banda: Ninguna
Armas: Sus dos pistolas con cargador de 7 disparos.
Una katana típica de la marina que casi lleva como adorno.
Historia:
La capital del Reino de Goa, una ciudad podrida tanto por dentro como por fuera, donde conviven nobles y ciudadanos normales por igual y en efecto la historia siempre es “igual”, siempre es la misma. Los escalafones más altos siempre intentan ser tolerantes con los inferiores en una escalera que se resume a esto: siempre habrá alguien por encima de ti. Curiosa palabra por cierto, tolerancia, ¿no se reduce al final a permitir o aceptar algo con lo que en el fondo no estás de acuerdo? Se puede adornar de muchas formas pero no hay nada bueno en la tolerancia.
Bajo estas leyes nació la más joven de la casa Strauss. En algunos sitios es la supervivencia del más fuerte, en otros la del más rico, a veces va de adaptarse o morir, otras veces de aparentar o ser humillado. Leah iba a clase, practicaba con el piano, caligrafía, ballet, gimnasia y otras muchas actividades que se suponía la ilustrarían y convertirían en toda una dama bien educada, igual que sus hermanos mayores… pero como el que más tiene es el que menos aprecia lo que tiene, Leah siempre se escaqueaba de sus quehaceres en cuanto podía y aun así no tenía ningún problema en disfrutar de sus lujos de alta cuna, despreciando a sus sirvientes o poniéndose hecha una fiera por cualquier tontería. Sus padres literalmente le hacían caso omiso, pasaban de ella hablando en plata. Era la oveja negra de la familia, ya lo habían aceptado y no iban a preocuparse por remediar ni un ápice de su conducta, era un caso perdido. Era la menor de tres hermanos de los cuales dos prometían un futuro brillante en la alta sociedad, ¿para que la necesitaban a ella?
Su vida habría transcurrido igual, sin cambio alguno, hasta echarse a perder del todo si no hubiese sido por aquel día. Leah volvía de clase de ballet, se había burlado de una chica nueva que según se rumoreaba provenía de una familia media que apenas podía costearse las clases. Le sugirió que se buscase un hobby más adecuado para ella como limpiar zapatos y la chica encolerizada intentó estirarle del pelo, pero Leah, más rápida, le dio tal patada que le rompió un diente. La profesora intentó normalizar la situación, no regañó a nadie pues no quería problemas e hizo como si no hubiese pasado nada después de llevarse a la chica a la enfermería.
Esa era la coletilla de siempre, todo seguía igual, nadie buscaba problemas con los más poderosos y Leah seguía haciendo lo que quería cuando quería. La joven volvía de clase con paso lento, no tenía ninguna prisa por llegar a casa. Iba con la vista puesta en el suelo, sin mirar por donde iba y pasó lo que tenía que pasar. Chocó con un gran hombre que caminaba en dirección opuesta y tampoco estaba atento.
- ¡Eh, niña! ¿Es que no ves por dónde vas?
- ¿Hm? ¿Me estás hablando a mí, viejo? Dijo incorporándose a la vez que se quitaba el polvo de la ropa. ¿Tienes idea de quien soy?
- ¡Que yo sepa no hay más niñas repelentes por aquí con las que hablar, eso es lo que se! Exclamó, sacudiéndose también el polvo de su inmaculado traje blanco.
- Una basura como tu debería entender dónde está su lugar y saber que líneas no puede cruzar. Se notaba que estaba furiosa aunque mantuviese la calma.
El hombre se acercó hasta ella, tenía el cabello canoso y arrugas de avanzada edad por todo el rostro. Se inclinó haciendo una reverencia a modo de disculpa y justo cuando Leah le iba a decir “Que no vuelva a pasar” este levantó el puño hacia la cara de la chica con tal fuerza que la levantó unos metros en el aire antes de que volviese a caer. La joven, medio atontada y sin poder articular palabra, no daba crédito ni podía recuperarse de su indignación. Antes de irse con una sonrisa en la cara le tendió la mano para ponerla en pie y cuando Leah la rechazó la ayuda violentamente este la cogió del brazo y la puso de pie a la fuerza.
Tampoco fue un incidente tan especial a primera vista pero a veces hay que ponerse otros ojos para poder ver las cosas. Nunca nadie le había puesto la mano encima a aquella chica, no había recibido ningún tipo de disciplina a tiempo o la habían humillado de aquella manera. Pero lo que más le dio que pensar aquel día: nunca nadie le había tendido la mano, nadie se había preocupado realmente por ella y menos después de partirle la cara.
Llegó a casa intentando que nadie notase lo de su cara, cosa que no le resultó muy difícil. Pasó varios días intentando descubrir la identidad de aquel hombre, haciendo todo tipo de preguntas, incluso esperándole en el mismo sitio donde se lo encontró aquella vez. No tuvo éxito hasta que a la casualidad le dio por actuar. Lo distinguió dando órdenes a un grupo de marines y simplemente no pudo dar crédito. Aquel viejo chocho maleducado era instructor en la Marina. Le esperó hasta que acabó su turno sin saber muy bien que iba a decirle, él la reconoció al instante y sonrió. Estuvieron un rato hablando y le explicó que le gustaba dar lecciones tanto dentro como fuera de la Marina y que ella necesitaba una en aquel momento. La invitó a venir a ver como entrenaban sus chicos siempre que quisiera y Leah como siempre se mostró indiferente y algo desagradable pero en realidad no había nada que le hiciese más ilusión.
Pasaron los años e incluso consiguió que la medio entrenase como Marine en sus ratos libres, conoció a un chico rubio que también tenía muy buena relación con aquel viejo, se podría decir que fue su primer amigo real y eso que es bastante difícil llevarse bien con ella. Por fin había algo que la hacía querer despertarse por la mañana, tenía un sueño, quería ser una heroína, luchar por la justicia y todas esas cosas que leía en algunas de sus novelas.
Al poco tiempo se alistó en la Marina y abandonó su vida en la alta sociedad. Sus padres se mantuvieron en su línea, no aprobaban abiertamente lo que hacía pero tampoco se lo impidieron. Si su hija estaba lejos sería un problema menos del que preocuparse. Pero si algo te enseña las novelas negras es que siempre tienes que esperar un giro en la historia. Ella y su nuevo amigo consiguieron un puesto en el barco en el que estaba destinado el viejo, no hacían gran cosa, limpiaban, realizaban tareas propias de un navío y poco más… pero Leah no podía ser más feliz.
Esto no lo recuerda bien, pero un buen día en alta mar fueron abordados por piratas, consiguieron hacerse con el barco y lo hundieron justo cuando estaban a punto de llegar a su destino en una isla del East Blue. Leah solo recuerda fuego y humo por todas partes, disparos y el acero de sables chocando, luego como se hundía en el fondo del océano como un plomo mientras se e cerraban los ojos.
Al despertarse pudo ver que por arte de magia se encontraba en alguna playa. Pudo distinguir la figura de un chico rubio que estaba de espaldas al cual conocía. Se acercó para preguntarle pero solo descubrió lo que quedaba de un hombre consumido por las llamas. No había lágrimas en su rostro porque este se había esfumado, completamente carbonizado. De alguna manera consiguió salvarla y aun por encima vivir para contarlo. Estuvieron sentados un buen rato en aquella playa, por suerte no era una isla desierta y eventualmente alguien los encontró.
Lejos de querer abandonar, Leah continuó en la Marina. Aunque ya no sabía si lo hacía por justicia… o por venganza.
Mar de origen: Isla de Dawn – East Blue
Pertenencias:
- Dice que no tiene apego sentimental por nada de lo que lleva encima, pero le tiene mucha estima a una moneda de cobre que suele emplear para tomar decisiones.
- Dos cargadores extra de munición para cada pistola.
Botín de partidas: Nada por ahora.
Sueños: Honrar la memoria del viejo y quizás algún día abrir su propia pastelería.
Referido por: Nadie
Nivel: 7
Nombre: Leah H. Strauss
Apodo: “Kurohashi”
Edad: 19
Sexo:Mujer
Raza: Humana
Rango social: Alto (de familia adinerada)
Descripción Akuma No mi:
-Nombre: Kohaku Kohaku no mi (琥珀, Ámbar-Ámbar)
-Tipo: Logia
Apariencia de la fruta: Con forma de pera, algo más grande que esta, de color naranja y con unos bultos que le dan una textura rugosa. Sabe a rayos pochados.
-Poder característico: Convierte al usuario, en este caso Leah, en una “Mujer de Ámbar”. Permite transformar su cuerpo en ámbar así como crearlo y manejarlo a su antojo con todas sus formas y propiedades.
-Historia: De pequeña se metió donde no le llamaban y robó una de las frutas que estaba en posesión de su familia por puro capricho para llamar la atención. Cuando descubrieron que se la había comido, sus padres se preocuparon más en tapar aquello para que nadie lo supiese que en castigar a su propia hija.
Descripción estilo de lucha:
-Nombre: Sugar Shutdown
-Ejecución: Tiene predilección por usar el poder de su fruta para prácticamente todo, ingeniándoselas como le convenga según la situación. También confía bastante en sus pistolas y su puntería cuando tiene que afrontar peligros de manera más humana, además le gusta provocar a su rival y quebrar su concentración ya que los combates serios son los más aburridos. Usa movimientos decididos y rápidos, casi nunca duda en combate, es implacable y no suele mostrar piedad innecesaria.
Descripción física: La apariencia de Leah es la de una chica joven de baja estatura y poco desarrollada para su edad. Su tez, al igual que la piel del resto del cuerpo es bastante pálida. Tiene el cabello liso, bastante desordenado, de un tono similar al arco iris, de colores intensos y brillantes cuyo flequillo cae sobre su frente en mechones desiguales. Sus ojos son grandes y profundos, con rasgos agudos y de un color rojo brillante casi cristalino, poseen un aura extraña que inspira desconfianza e intranquilidad y cabe destacar la pequeñez de la pupila. Tiene una nariz pequeña, larga y algo respingona y unos labios muy finos que acompañan su sonrisa de superioridad. Le gusta vestir siempre de forma pseudo-militar, con predilección por el blanco de la Marina y las chaquetas de cremallera. Suele llevar camisas de tirantes del color azul de la Marina y una gorra con la palabra “Marine” sobre la que lleva gafas de protección que suele usar en sus trabajos de ingeniería. Si no las leva sobre la cabeza.
- Spoiler:
Descripción psicológica: Aparenta una actitud comprensiva, calmada y alegre, pero su sonrisa y esa mirada que aterroriza y penetra en las personas hasta el alma la delatan. En el fondo es egoísta y caprichosa, suele perseguir sus metas sin detenerse ante nada ni nadie, de forma recelosa. Por si fuera poco tiene un carácter muy altivo y algo prepotente, sabe que tiene razones de sobra para serlo y no lo oculta en absoluto. Es muy temperamental pero sabe guardar la calma y mantiene la sangre fría en los momentos precisos. Es más astuta de lo que aparenta y tiene buena percepción del entorno y las personas. Por otra parte le cuesta obedecer órdenes y suele hacer lo que le da la gana, tenga las consecuencias que tenga.
Gustos:
- Los dulces, en especial los de chocolate.
- Los libros e historias policiacas y de detectives, la novela negra en general.
- El sufrimiento ajeno le divierte bastante.
- Que se haga justicia, sobre todo si es a su manera.
Desagrados:
- Los piratas que creen que por ser piratas tienen más derecho a saltarse las normas que los demás. Lo mismo se aplica a cualquier otro tipo de delincuente.
- Los gyojin le dan mucha grima.
- Las mujeres con los pechos grandes, más que no gustarle, les tiene una envidia malsana.
- El aburrimiento de una vida sin trompicones.
Habilidades:
- De pequeña era una maestra en el arte del tirachinas, el cual siempre usaba a escondidas de sus padres. Se puede decir que tiene una destreza con las manos y puntería nata.
- Ha practicado gimnasia y ballet desde muy pequeña, una actividad delicada al contrario que ella, por lo que goza de gran agilidad y flexibilidad.
- Tiene gran habilidad y es virtuosa en la música, en especial con el piano.
Torpeza:
- Como casi todos los Logia confía demasiado en las habilidades de su fruta, aunque tampoco es una imprudente suicida.
- Hay muchas cosas cotidianas que no sabe hacer porque siempre se lo han dado hecho, como por ejemplo cocinar.
Profesiones: Tirador - Músico - Ingeniero
Banda: Ninguna
Armas: Sus dos pistolas con cargador de 7 disparos.
Una katana típica de la marina que casi lleva como adorno.
Historia:
La capital del Reino de Goa, una ciudad podrida tanto por dentro como por fuera, donde conviven nobles y ciudadanos normales por igual y en efecto la historia siempre es “igual”, siempre es la misma. Los escalafones más altos siempre intentan ser tolerantes con los inferiores en una escalera que se resume a esto: siempre habrá alguien por encima de ti. Curiosa palabra por cierto, tolerancia, ¿no se reduce al final a permitir o aceptar algo con lo que en el fondo no estás de acuerdo? Se puede adornar de muchas formas pero no hay nada bueno en la tolerancia.
Bajo estas leyes nació la más joven de la casa Strauss. En algunos sitios es la supervivencia del más fuerte, en otros la del más rico, a veces va de adaptarse o morir, otras veces de aparentar o ser humillado. Leah iba a clase, practicaba con el piano, caligrafía, ballet, gimnasia y otras muchas actividades que se suponía la ilustrarían y convertirían en toda una dama bien educada, igual que sus hermanos mayores… pero como el que más tiene es el que menos aprecia lo que tiene, Leah siempre se escaqueaba de sus quehaceres en cuanto podía y aun así no tenía ningún problema en disfrutar de sus lujos de alta cuna, despreciando a sus sirvientes o poniéndose hecha una fiera por cualquier tontería. Sus padres literalmente le hacían caso omiso, pasaban de ella hablando en plata. Era la oveja negra de la familia, ya lo habían aceptado y no iban a preocuparse por remediar ni un ápice de su conducta, era un caso perdido. Era la menor de tres hermanos de los cuales dos prometían un futuro brillante en la alta sociedad, ¿para que la necesitaban a ella?
Su vida habría transcurrido igual, sin cambio alguno, hasta echarse a perder del todo si no hubiese sido por aquel día. Leah volvía de clase de ballet, se había burlado de una chica nueva que según se rumoreaba provenía de una familia media que apenas podía costearse las clases. Le sugirió que se buscase un hobby más adecuado para ella como limpiar zapatos y la chica encolerizada intentó estirarle del pelo, pero Leah, más rápida, le dio tal patada que le rompió un diente. La profesora intentó normalizar la situación, no regañó a nadie pues no quería problemas e hizo como si no hubiese pasado nada después de llevarse a la chica a la enfermería.
Esa era la coletilla de siempre, todo seguía igual, nadie buscaba problemas con los más poderosos y Leah seguía haciendo lo que quería cuando quería. La joven volvía de clase con paso lento, no tenía ninguna prisa por llegar a casa. Iba con la vista puesta en el suelo, sin mirar por donde iba y pasó lo que tenía que pasar. Chocó con un gran hombre que caminaba en dirección opuesta y tampoco estaba atento.
- ¡Eh, niña! ¿Es que no ves por dónde vas?
- ¿Hm? ¿Me estás hablando a mí, viejo? Dijo incorporándose a la vez que se quitaba el polvo de la ropa. ¿Tienes idea de quien soy?
- ¡Que yo sepa no hay más niñas repelentes por aquí con las que hablar, eso es lo que se! Exclamó, sacudiéndose también el polvo de su inmaculado traje blanco.
- Una basura como tu debería entender dónde está su lugar y saber que líneas no puede cruzar. Se notaba que estaba furiosa aunque mantuviese la calma.
El hombre se acercó hasta ella, tenía el cabello canoso y arrugas de avanzada edad por todo el rostro. Se inclinó haciendo una reverencia a modo de disculpa y justo cuando Leah le iba a decir “Que no vuelva a pasar” este levantó el puño hacia la cara de la chica con tal fuerza que la levantó unos metros en el aire antes de que volviese a caer. La joven, medio atontada y sin poder articular palabra, no daba crédito ni podía recuperarse de su indignación. Antes de irse con una sonrisa en la cara le tendió la mano para ponerla en pie y cuando Leah la rechazó la ayuda violentamente este la cogió del brazo y la puso de pie a la fuerza.
Tampoco fue un incidente tan especial a primera vista pero a veces hay que ponerse otros ojos para poder ver las cosas. Nunca nadie le había puesto la mano encima a aquella chica, no había recibido ningún tipo de disciplina a tiempo o la habían humillado de aquella manera. Pero lo que más le dio que pensar aquel día: nunca nadie le había tendido la mano, nadie se había preocupado realmente por ella y menos después de partirle la cara.
Llegó a casa intentando que nadie notase lo de su cara, cosa que no le resultó muy difícil. Pasó varios días intentando descubrir la identidad de aquel hombre, haciendo todo tipo de preguntas, incluso esperándole en el mismo sitio donde se lo encontró aquella vez. No tuvo éxito hasta que a la casualidad le dio por actuar. Lo distinguió dando órdenes a un grupo de marines y simplemente no pudo dar crédito. Aquel viejo chocho maleducado era instructor en la Marina. Le esperó hasta que acabó su turno sin saber muy bien que iba a decirle, él la reconoció al instante y sonrió. Estuvieron un rato hablando y le explicó que le gustaba dar lecciones tanto dentro como fuera de la Marina y que ella necesitaba una en aquel momento. La invitó a venir a ver como entrenaban sus chicos siempre que quisiera y Leah como siempre se mostró indiferente y algo desagradable pero en realidad no había nada que le hiciese más ilusión.
Pasaron los años e incluso consiguió que la medio entrenase como Marine en sus ratos libres, conoció a un chico rubio que también tenía muy buena relación con aquel viejo, se podría decir que fue su primer amigo real y eso que es bastante difícil llevarse bien con ella. Por fin había algo que la hacía querer despertarse por la mañana, tenía un sueño, quería ser una heroína, luchar por la justicia y todas esas cosas que leía en algunas de sus novelas.
Al poco tiempo se alistó en la Marina y abandonó su vida en la alta sociedad. Sus padres se mantuvieron en su línea, no aprobaban abiertamente lo que hacía pero tampoco se lo impidieron. Si su hija estaba lejos sería un problema menos del que preocuparse. Pero si algo te enseña las novelas negras es que siempre tienes que esperar un giro en la historia. Ella y su nuevo amigo consiguieron un puesto en el barco en el que estaba destinado el viejo, no hacían gran cosa, limpiaban, realizaban tareas propias de un navío y poco más… pero Leah no podía ser más feliz.
Esto no lo recuerda bien, pero un buen día en alta mar fueron abordados por piratas, consiguieron hacerse con el barco y lo hundieron justo cuando estaban a punto de llegar a su destino en una isla del East Blue. Leah solo recuerda fuego y humo por todas partes, disparos y el acero de sables chocando, luego como se hundía en el fondo del océano como un plomo mientras se e cerraban los ojos.
Al despertarse pudo ver que por arte de magia se encontraba en alguna playa. Pudo distinguir la figura de un chico rubio que estaba de espaldas al cual conocía. Se acercó para preguntarle pero solo descubrió lo que quedaba de un hombre consumido por las llamas. No había lágrimas en su rostro porque este se había esfumado, completamente carbonizado. De alguna manera consiguió salvarla y aun por encima vivir para contarlo. Estuvieron sentados un buen rato en aquella playa, por suerte no era una isla desierta y eventualmente alguien los encontró.
Lejos de querer abandonar, Leah continuó en la Marina. Aunque ya no sabía si lo hacía por justicia… o por venganza.
Mar de origen: Isla de Dawn – East Blue
Pertenencias:
- Dice que no tiene apego sentimental por nada de lo que lleva encima, pero le tiene mucha estima a una moneda de cobre que suele emplear para tomar decisiones.
- Dos cargadores extra de munición para cada pistola.
Botín de partidas: Nada por ahora.
Sueños: Honrar la memoria del viejo y quizás algún día abrir su propia pastelería.
Referido por: Nadie
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Quiero chocolate n.n. Fuera de esa estupides, saca la historia del Spoiler y... Cuando hagas eso en la ficha postea nuevamente para continuar moderandola. Por cierto, una ficha muy completa, felicidades.
Editado a petición de los mandamases.
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Enserio te modere para decirte que saques el Spoiler? Enserio? jajajajajajaja
Siempre queda algo mas por hacer y en este caso es para darte color. Haceme el favor de pasar por estos temas y rellenar los siguientes registros:
1 - Registro de Avatares
2 - Registro de Akumas
En caso de que sea original simplemente avisa posteando en este mismo tema para que te den color.
Y no te olvides de tener los datos en tu firma que se piden en las normas:
Datos de Firma
Siempre queda algo mas por hacer y en este caso es para darte color. Haceme el favor de pasar por estos temas y rellenar los siguientes registros:
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Una cosa que se nos paso por alto (E incluso se hablo) y es tu capacidad logia. El chocolate tal como lo narras es un producto creado por el ser humano, y las logias se basan como su propia definicion dice en elemento naturales, por lo que tu akuma tiene que pasar a ser Paramecia, o mas bien ser logia de otro elemento. Lo que si podriamos permitir y mas sabiendo como amas el dulce es logia de cacao, ya que este si esta presente en el medio, pero como bien sabes no tendría las propiedades que tiene un buen chocolate como es la leche etc...Seria puro cacao. Ya con un power se te podría empezar a dar el poder de recrear chocolate, pero ahora eso. Siento las molestias, y por el momento necesito que me edites esto para que vuelvas a postear en el censo al menos tu akuma.
Disculpa de nuevo uwu.
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Lo hemos hablado en el staff y consideramos que la logia de ámbar es válida. Disculpa nuevamente por las molestias.
Pásate a completar de nuevo el registro para que se añada a la lista de akumas la logia de ámbar.
Censo del foro
Pásate a completar de nuevo el registro para que se añada a la lista de akumas la logia de ámbar.
Censo del foro
Actualizada la ficha con exp, nivel y modificación en la descripción física e imágenes por el cambio de look puramente cosmético ocurrido en este tema:
https://www.onepiece-definitiverol.com/t6519p15-pasado-privado-crisis-de-identidad-kurohashi-eikel#75154
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