Samanta
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Me encontraba feliz como cualquier otro dia, que mas alegria que poder salir por la mañana mojarte el cabello en el oceano, y poder desayunar como mi estomago exige y vaya que sabe exigir. Me di a la tarea, de buscar hierbas era la segunda ocasión que pisaba este lugar, y la primera fue muy fructífera. Tenia que buscar algunas hierbas para hacer algunos unguentos, no sabia cuando necesitarlos pero era mejor tenerlos y no necesitarlos. A necesitarlos y no tenerlos. Un poco de prevención es buena. Me encontraba en la zona mas baja de la isla busca unas hierbas de color Verde claro con lineas azules, una flor especial para tatar la memoria. Solo era cuestión de tiempo para dar con ella era habitual en esta epoca del año. Pero debía encontrar una zona muy fria y húmeda. Y caminaba con calma ya que bueno muchos no lo entienden pero ser gigante en un mundo tan pequeño es muy problematico. Debes tener cuidado de no destruirlo todo. Elbaf nos dio bendiciones pero aveces creo que tambien algunas maldiciones.
Mi tamaño no me favorecia en estas zonas, era como la novena vez que lograba pisar esta isla y me encontraba muy satisfecha cada vez que venia, encontraba muchos medicamentos y en esta ocasión me sentia con suerte, mi tes clara se podia vislumbrar y mi gran tamaño sobresalía entre los mas altos arboles. De vez en cuando veia un par de aves medianas volar y surcar el cielo en círculos a mi entorno, pero creo que la costumbre de verme ya las tiene un poco alejadas saben que no busco hacer nada malo.
Mi tamaño no me favorecia en estas zonas, era como la novena vez que lograba pisar esta isla y me encontraba muy satisfecha cada vez que venia, encontraba muchos medicamentos y en esta ocasión me sentia con suerte, mi tes clara se podia vislumbrar y mi gran tamaño sobresalía entre los mas altos arboles. De vez en cuando veia un par de aves medianas volar y surcar el cielo en círculos a mi entorno, pero creo que la costumbre de verme ya las tiene un poco alejadas saben que no busco hacer nada malo.
Tackero
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Acababa de llegar la isla, mi pequeño bote se destrozó contra unas rocas y si no me hubiese impulsado con las ráfagas de aire de mi akuma no mi, seguramente no hubiera logrado salvarme de caer al mar.
Me sentía bastante agotado, hace un rato ya que estaba viajando en alta mar sin llegar a ningún destino. La comida se me había acabado hace un par de días y agua no me quedaba mucha, me sentía hambriento y solo tomaba lo suficiente de agua para no deshidratarme. El cansancio tampoco era menor, estoy acostumbrado a no comer mucho, pero no comer en un par de días debilita a cualquiera, ni siquiera había podido dormir bien, con el hermoso cielo que se apreciaba en las noches me era difícil dejar de mirarlas para dormir y el sol de la mañana pegaba bastante fuerte muy temprano, sin mencionar que estaba durmiendo directamente en la fría madera del bote, en esos momentos es cuando pienso que no salí bien preparado para un viaje a alta mar.
La isla se veía hermosa, varios árboles, mucha vegetación, hasta el momento no había apreciado ningún animal, pero si que había visto el enorme árbol al centro de la isla y definitivamente quería escalarlo. – Se debe apreciar un grandioso paisaje desde allá arriba – pensé en ese momento, pero luego me sonó el estómago y recordé que debía buscar rápido comida. No era un gran conocedor de plantas y tampoco era exactamente el típico cazador, mas bien soy el tipo que se lleva bien con la gente, por lo que decidí que lo mejor sería buscar rápido algún pueblo o cualquier cosa que pareciese poder ayudarme con mi problema.
Me adentre entre los árboles, no parecía un bosque peligroso, por lo que no caminaba tan preocupado, sin embargo quería encontrar rápido a alguien, entonces me subí a un árbol para tratar de divisar un poblado o alguna señal de civilización. Los arboles tenían muchas ramas, así que no se me hiso difícil subirme a uno de ellos. Una vez que me encontraba en la copa del árbol, mire todo mi alrededor, girando los 360 grados, a ratos me quedaba pegado mirando el paisaje, era bellísimo, además de quedarme un rato viendo el gigantesco árbol del centro de la isla, pero fue entonces cuando algo me sorprendió mas de la cuenta, enserio deseaba encontrar alguien que me pudiese ayudar, pero un GIGANTE?!. Por un momento pensé que estaba mirando mal, pero no, resulto ser que si había un gigante a unos cuantos metros de donde me encontraba, parecía estar agachado recogiendo algo. En un principio no podía pensar en nada, simplemente era demasiado el asombro, nunca antes había visto un gigante, solo había escuchado historias, no sé por qué se me cruzo por la mente que vendría bien para el circo del que vengo, pero luego volví a caer en cuenta de que era un gigante. Luego de pasarse el asombro me sentí un poco asustado, sin embargo podía resultar ser un gigante bueno y los gigantes comen mucho, o por lo menos mucho para el tamaño de un humano normal, eso quería decir que habían muchas probabilidades que tuviera comida y mi estómago no tardo en recordarme el hambre que tenía.
Me dirigí hacia donde estaba el gigante, al estar mas cerca me subí nuevamente a un árbol, lo mire un instante. – Estoy seguro que no es buena idea – pensé al momento que le gritaba –¡O… oye tú, hola, me… me llamo Tackero! – se notaba un poco temblorosa la voz, pero a pesar de eso trate que fuese de manera amable y mirándole luego con una gran sonrisa,
Me sentía bastante agotado, hace un rato ya que estaba viajando en alta mar sin llegar a ningún destino. La comida se me había acabado hace un par de días y agua no me quedaba mucha, me sentía hambriento y solo tomaba lo suficiente de agua para no deshidratarme. El cansancio tampoco era menor, estoy acostumbrado a no comer mucho, pero no comer en un par de días debilita a cualquiera, ni siquiera había podido dormir bien, con el hermoso cielo que se apreciaba en las noches me era difícil dejar de mirarlas para dormir y el sol de la mañana pegaba bastante fuerte muy temprano, sin mencionar que estaba durmiendo directamente en la fría madera del bote, en esos momentos es cuando pienso que no salí bien preparado para un viaje a alta mar.
La isla se veía hermosa, varios árboles, mucha vegetación, hasta el momento no había apreciado ningún animal, pero si que había visto el enorme árbol al centro de la isla y definitivamente quería escalarlo. – Se debe apreciar un grandioso paisaje desde allá arriba – pensé en ese momento, pero luego me sonó el estómago y recordé que debía buscar rápido comida. No era un gran conocedor de plantas y tampoco era exactamente el típico cazador, mas bien soy el tipo que se lleva bien con la gente, por lo que decidí que lo mejor sería buscar rápido algún pueblo o cualquier cosa que pareciese poder ayudarme con mi problema.
Me adentre entre los árboles, no parecía un bosque peligroso, por lo que no caminaba tan preocupado, sin embargo quería encontrar rápido a alguien, entonces me subí a un árbol para tratar de divisar un poblado o alguna señal de civilización. Los arboles tenían muchas ramas, así que no se me hiso difícil subirme a uno de ellos. Una vez que me encontraba en la copa del árbol, mire todo mi alrededor, girando los 360 grados, a ratos me quedaba pegado mirando el paisaje, era bellísimo, además de quedarme un rato viendo el gigantesco árbol del centro de la isla, pero fue entonces cuando algo me sorprendió mas de la cuenta, enserio deseaba encontrar alguien que me pudiese ayudar, pero un GIGANTE?!. Por un momento pensé que estaba mirando mal, pero no, resulto ser que si había un gigante a unos cuantos metros de donde me encontraba, parecía estar agachado recogiendo algo. En un principio no podía pensar en nada, simplemente era demasiado el asombro, nunca antes había visto un gigante, solo había escuchado historias, no sé por qué se me cruzo por la mente que vendría bien para el circo del que vengo, pero luego volví a caer en cuenta de que era un gigante. Luego de pasarse el asombro me sentí un poco asustado, sin embargo podía resultar ser un gigante bueno y los gigantes comen mucho, o por lo menos mucho para el tamaño de un humano normal, eso quería decir que habían muchas probabilidades que tuviera comida y mi estómago no tardo en recordarme el hambre que tenía.
Me dirigí hacia donde estaba el gigante, al estar mas cerca me subí nuevamente a un árbol, lo mire un instante. – Estoy seguro que no es buena idea – pensé al momento que le gritaba –¡O… oye tú, hola, me… me llamo Tackero! – se notaba un poco temblorosa la voz, pero a pesar de eso trate que fuese de manera amable y mirándole luego con una gran sonrisa,
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