Una gran trampa [Privado Krauser, Takeru, Dave]

Escenario: Baristán. La isla de los barcos
Cubierta de grandes picos esta isla cuenta únicamente con un muelle como método de acceso, rodeado de "Montañas" o como las suelen llamar los habitantes "Bartoñas" de hasta unos 50 metros de altura prácticamente indestructibles. Por si no quedo claro en la isla no hay tierra en ninguna parte solo son restos de barcos y demás objetos que el mar arrastró hasta ahí.

Turnos: Krauser - Dave - Takeru - Krauser...

Historia: Recibis todos una carta con una invitación. La escritura utilizada esa posicionada en un trozo de papel arrancado y sucio (las letras se entienden), y este papel dentro de un sobre limpio. LA carta dice lo siguiente:
"Grandes sorpresas os aguardan aquí en la isla de los barcos, venid jóvenes y disfrutad de vuestro premio. Las presentaciones las haremos en persona cuando lleguéis"
Pero no solo había ese trozo de papel mal cuidado, también venía un mapa de toda la isla, donde os marca todo.

Los restos de los barcos hundidos adornaban aquella zona con gran sutileza. El día estaba nublado y con indicios de una posible lluvia en aquel sitio. Una suave brisa corría por todo el lugar siendo esta anunciadora de un viento que llegaba tras ella. El mar parecía estar un poco revuelto, aquel sitio no era bueno para un barco. Sin embargo un simple bote se acercaba. Este iba muy despacio para qué su dueño estuviera más atento a las corrientes y tener más tiempo para cambiar el rumbo hacia un sitio más seguro.

Sobre este bote se alzaba la figura del sargento de la marina, Krauser, el gran espada. Su Mirada se mantenía seria y fría mientras el bote se iba acercando a uno de los barcos medio hundido del lugar. Cuando estuvo cerca el marine pegó un salto agarrándose a una parte de la borda de dicho barco y saltando a cubierta. El barco estaba de una forma dificultosa para todo aquel que estuviera dentro pues la cubierta parecía una cuesta arriba. La parte baja de la cuesta era el mar, con mucho cuidado krauser subió hasta la parte más alta y subió las escaleras de madera ya podrida con cuidado de no romperlas. Una vez llegó a la parte alta del barco su visión era bastante buena para ver a los demás barcos. Si es que aquellas cascaras flotantes, medio destrozadas se les podía llamar así. Llevó su mano al bolsillo donde sacó una carta con letras entendibles pero en un estado lamentable. Al parecer ponía lo siguiente.

"Grandes sorpresas os aguardan aquí en la isla de los barcos, venid jóvenes y disfrutad de vuestro premio. Las presentaciones las haremos en persona cuando lleguéis``

Krauser había acudido como la polilla a la llama tranquilamente. Hubiera ido con su barco de la marina pero para este asunto no quería testigos, ni siquiera sus propios hombres. Como bien ponía la nota, el marine no iba a ser el único en acudir aparte de la persona que había escrito dicha nota. No le gustaba mucho la compañía que no fuese marine o aliada pero ahora eso era lo de menos. No estaba allí como marine, estaba como curioso fuera de servicio. Esta vez sí llevaba su camiseta de color negra de manga corta pues parecía hacer un poco de frio y no era opción resfriarse por ello. Ahora estaba atento a cualquier movimiento que hubiera. Solo esperaba que no fuera una emboscada o que tuviera que tratar con piratas durante aquel acontecimiento. Pero realmente lo que más le fastidiaría sería el caso de que la carta hubiera sido una broma y nadie acudiera. Si esto fuera así buscaría a toda costa al que la escribió si descanso. Pero no creía que nadie se diese tantas molestias en enviar una carta así a un sargento de la mismísima marina, claro que todo era posible. Aún así Krauser estaba tranquilo y algo le decía que no era ninguna broma y se iba a presentar el que le había mandado la carta al menos.

Una maldita carta, eso era lo que faltaba en estas fechas, una carta deteriorada, donde la escritura estaba perfectamente escrita, entendiéndose completamente, se podía ver que el escritor tenía grandes dotes de las letras. Pero no solo eso hizo que mis cuestiones volviesen a mi cabeza, ese papel deteriorado iba acompañado de un sobre bien guardado, estaba en muy buen estado.

Me encontraba en aquel lugar oscuro, cubierto por partes de barcos que encallaron en el lugar en diferente puntos temporales, tenía su toque de belleza, pero a la vez tenía toque tenebroso, en resumidas cuentas, ese lugar no me gustaba para nada, aunque la tranquilidad abundara en todo aquel espacio cubierto por barcos destripados.

Todas esas sensaciones junto con mis aventuras anteriores me daban ganas de devolver, ya lo decía Dan, todo en abundancia es malo, y veo que tenía razón. Aquella persona era la mejor, me apoyaba en mis principios y lo sigue haciendo a distancia. Por circunstancias extrañas nos vimos en la Isla Mano y otra vez hace simplemente unos días, me dijo que me apoyaba en todo, lo mismo le dije.

Dejé de lado por un momento todo aquello que pasaba por mi cabeza y volví a la realidad. Saqué el mapa que iba integrado dentro del sobre, contenía en todo detalle el relieve  de la isla y diferente puntos importantes que seguramente eran frecuentados por las personas que venían. Tras divisar el mapa miré a mi alrededor y empecé a caminar hacia delante.

Los ojos del marine seguían observando aquel lugar. Ya que no tenía nada que hacer se puso a darle vueltas al asunto de la carta. Quería saber quien la había escrito y para que les había llamado. Mencionaba un premio y el marine se imaginaba algo poderoso como un arma pues el mayor tesoro para el marine estaba claro. No eran ni joyas ni diamantes, no quería fortuna ni fama. Solo llegar al puesto de almirante y ser el tipo más poderoso de la marina. Le quedaba un largo camino por recorrer y no se debía rendir por nada del mundo. Se empezaba a impacientar bastante y si en unos minutos no aparecía nadie se largaría de aquel sitio con un enorme cabreo increíble y monumental. Cuando estaba a punto de largarse pudo ver a una figura caminando con algo en las manos, como si tuviera un mapa o algo así.

- ¿Podría ser?

Dijo en un leve murmuro para sí mismo mientras bajaba de el sitio donde estaba y caminaba de forma sigilosa hasta donde estaba aquel individuo. Lo que no quería era hacer ruido y que aquel tipo se asustara o desconfiara y le volara la cabeza. Tendría su gracia visto desde otro punto pero no estaba dispuesto a correr aquel riesgo y por ese motivo se dirigía a él de forma sigilosa bajando de los restos del barco en el que estaba. Esperaba que fuera el que le había escrito la nota y no otro atraído por dicho mensaje. Por ahora eran dos y eso significaba que o había llegado el primero o tan solo habían llamaos a dos por aquella nota, era algo que no podían saber. Tras unos segundos el marine se colocó al frente del tipo del mapa a unos cinco metros de distancia por si acaso y se quedó mirándole fijamente de forma calmada y tranquila sin hacer o decir nada. Tras unos instantes decidió hablar mostrando en su mano derecha la nota que le habían escrito y observando aquella figura.

- ¿Te ha llegado a ti también esta nota o eres el que la ha mandado? O puede que me equivoque y estés de paso, perdone las molestias.

Dijo pues pese a todo seguía siendo un marine honrado y firme. No era ningún abusón por su cargo y le gustaba llevarse bien con los demás marines y con los ciudadanos pese a lo frio y serio que era. Ahora faltaba la respuesta de aquella persona, no le sonaba de haberla visto en ningún cartel de la marina ni tampoco sabía de él por lo que deducía que podía ser un ciudadano o un agente. Aunque la posibilidad de ser un revolucionario o pirata tampoco estaba descartada, también podía ser un cazador o un bandido pero eso se vería ahora y si el tipo quería decir quién era.

Maldito mapa, no le llegaba a entender bien. Había practicado a hacer mapas y a entenderlos, pero ese era de un nivel superior. Tenía ganas de tirar el mapa al suelo y que algún animal se lo llevase; en vez de eso seguí mirando el mapa, dándole vueltas a ver si sacaba algo en claro, pero no era así. Me notaba algo cansado, sería el viaje o cualquier otra cosa, pero eso en esos momentos no me importaba lo mínimo, solo quería saber quien leches me había enviado ese mensaje y ver que quería.

Dejé de atender el mapa y empecé a darme cuenta que había una tranquilidad infinita allí, solo se escuchaban las olas golpear los trozos de barcos y de algún que otro pájaro pasase por allí. En ese momento miré hacia el cielo y me puse a pensar, ¿que hacer? si dar una vuelta por allí o simplemente esperar a que alguien viniese y me dijese que pasaba allí. En verdad era una persona tranquila, pero me impacientaba a veces pronto y no me gustaban nada esos momentos. De repente, escuché una voz:

¿?: ¿Te ha llegado a ti también esta nota o eres el que la ha mandado? O puede que me equivoque y estés de paso, perdone las molestias.

Tras escuchar eso miré hacia delante y me pude ver a un hombre, iba un poco fresco. Miré lo que tenía en la mano derecha, era una carta similar o idéntica a la mía. Me quedé pensando, me vinieron muchas dudas sobre aquel hombre, pero tampoco quería que esperase mi respuesta.

Dave: Creo que tengo la misma carta que tu. No la he mandado, simplemente la ví en el barco e hice caso y vine.

Por lo menos tenía a alguien para no aburrirme. En ese momento me daba igual lo que fuese, marine, cazador,... solo quería saber lo que pasaba aquí, si no iría yo mismo a coger las respuestas y quien fuese el encargado no querría que eso sucediera, ya que en esos casos me ponía un poco violento. En verdad no desconfiaba de esa persona, no era porque fuese un usuario logia, simplemente era porque yo era así.

Dave: Espero que aparezca alguien y nos diga que pasa, me estoy impacientando pronto, y eso es malo.

Antes lo digo, antes aparece alguien, miré a mi izquierda, a lo lejos podía ver una silueta, que por su altura parecía una persona. Esa silueta estaba cubierta por una manta negra, o por lo menos eso era lo que veía desde esa posición. Lo que si podía ver con claridad era que se acercaba a un paso lento y despreocupado.

Dave: Ten cuidado, por tu derecha viene alguien.

Aquella persona no tardó en responderle al marine. Todo estaba bien pues la cara de aquel sujeto no le sonaba, el marine sabía de memoria cada cara de cada cartel pues las memorizaba. Aquel tipo no estaba en la lista de piratas y tampoco en la de revolucionarios, tampoco estaba en la de criminales por lo que todo iba bien. No tenía nada en su contra y suponía que aquel tipo tampoco tendría nada en su contra. Aquella persona afirmaba a ver visto una carta igual a la suya en su barco y por eso había llegado hasta allí. El que lo hubiera hecho era alguien bastante ágil por lo que se veía y no le importaba viajar a diversos lares mientras que cumpliera su objetivo.

Aquel chico dijo que se estaba impacientando y que eso era muy malo. Tal vez se refería a que perdía el control o que era muy nervioso o tenía prisa. El marine se cruzó de brazos pensando en que podía ser la solución a aquellas cartas porque como fuera una broma aquel chico no iba a ser el único de mala leche allí. Además el sitio donde estaban no era fácil de llegar por las corrientes y se arriesgaban mucho a ir hasta allí. Cualquier mala corriente podía llevarse alguno de ellos y aquello acabaría realmente mal por la situación en la que estaban aquellos trozos de barcos. Ahora merecían mas el nombre de cascaras flotantes debido al pésimo estado que tenían algunos por no decir la mayoría de ellos.

De repente el chico le avisó y le dijo que por su derecha se acercaba alguien. Lo que a continuación hizo el marine fue colocarse al lado de aquel chico y meter una de sus manos en un bolsillo del pantalón por si las moscas preparando su energía cortante. La otra mano la mantenía a la vista para no despertar sospechas. Por lo que se pudo ver era una figura que llegaba con una manta negra o una capucha, encima si no daba la cara sería más sospechoso. Aunque Krauser no era nadie para hablar de esconder la cara ya que sus vendas escondían la mitad de la suya. Con un tono tranquilo y serio se dirigió al chico disimuladamente mientras no quitaba a vista de encima a la figura. Debido a sus vendas no se podía saber si estaba hablando o no.

- Parece ser que esa persona es la que nos ha llamado, o quizás sea otro como nosotros, será mejor que no bajemos la guardia.

Aquella persona que se acercaba también podía ser una persona que estuviera perdida o alguien que había recibido una nota. Pero algo le decía al marine que era el causante de que los dos chicos estuvieran allí. Fuera lo que fuera el marine estaba atento y preparado para entrar en combate si hacía falta pero a lo mejor quería decirles algo y por eso les había llamado. Aunque el método había sido raro.

Venía alguien, mi cara era seria, tenía todos mis sentidos en aquella persona encapuchada que se acercaba lentamente hacia nuestra posición. El tipo aquel, el que tenía a mi lado me dijo que posiblemente que el tipo que venía era el causante de todo esto. En verdad no me hacía ninguna gracia si nos hubiese llamado para nada o para hacer algo fácil, cogí mi espada con la mano derecha y esperé a que se acercara.

Mientras analizaba al situación, un sitio lleno de carcasas de barcos, alejado de la mano de dios, un tío encapuchado que venía y dos personas que no se conocían de nada, verdaderamente esa situación era muy difícil de explicarla. Miré al cielo, estaba despejado, aunque a lo lejos se podía ver unas nubes negras de tormenta acercarse lentamente. El ambiente estaba bien, no hacía mucho calor y se acompañaba por una brisa que ayudaba un poco a sobrevivir allí.

En lo que si que me di cuenta era que cuando había aparecido aquel tipo encapuchado, el agua del mar se había alborotado un poco, sabía perfectamente que esas nubes de tormenta no habín alterado el mar, tenía que ser ese tipo extraño. Finalmente se acercó, estaba a unos 3 metros de nosotros, se quitó la capucha, se trataba de un Gyojin, tenía pinta de un pulpo o algo parecido. Tras verle el rostro supuse que ese tipo de personas controlaban algo el agua, por mi parte creía que ese era un poder maravilloso, el de controlar el agua, así tendrían ventaja sobre los usuarios como yo.

Gyojin: Bienvenidos, me presento, me llamo Alfredo. Soy quien os a enviado esa carta. Quiero pediros que me ayudéis en una serie de cosas. He intentado hacerlo yo, pero me es imposible con el nivel de poder que tengo. ¿Me ayudáis?

De momento parecía un buen pescado, pero me seguía sin fiar de él, podría ser una trampa o simplemente no lo podía ser, me estaba comiendo la cabeza bastante en ese momento.