Zenas
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Hace unas semanas, había escuchado en Baterilla un rumor sobre un músico muy especial que se encontraba en aquella isla en aquel momento. Lo rastree durante días, pero, cuando había descubierto donde se hospedaba, el anciano abandonó la isla. Maldije mucho aquel día, pero acabe por enterarme a donde se había dirigido gracias al posadero que le había brindado un techo a cambio de unos pocos Berries. Luego alquilar un pequeño bote y de hacer mi equipaje, me alejé de la isla y puse rumbo hacia la Isla del Karate, donde se encontraba este extraño músico.
Pasé varios días en el mar, sin tener nada que hacer más que aburrirme o componer nuevas melodías que me sirvieran en un futuro próximo. Pasaba horas y horas rasgando las cuerdas de mi guitarra, sinceramente la amaba como si fuera una mujer, era un instrumento precioso y mi única compañera, la única cosa que evitaba que me sintiera solo en este despiadado mundo, gobernado por la crueldad y la desigualdad. Un día, cuando descubrí que la comida y el agua que llevaba no eran suficientes al mismo tiempo que el sol daba sobre mi cabeza más fuerte que nunca, simplemente me senté en el frente del bote con Sofía en mis brazos y comencé a rasgar sus cuerdas, durante horas y horas, de alguna forma esto me calmaba, me hacía olvidar todo lo malo que me sucedía, lograba que el tiempo se detuviese por completo.
Pasé varios días en el mar, sin tener nada que hacer más que aburrirme o componer nuevas melodías que me sirvieran en un futuro próximo. Pasaba horas y horas rasgando las cuerdas de mi guitarra, sinceramente la amaba como si fuera una mujer, era un instrumento precioso y mi única compañera, la única cosa que evitaba que me sintiera solo en este despiadado mundo, gobernado por la crueldad y la desigualdad. Un día, cuando descubrí que la comida y el agua que llevaba no eran suficientes al mismo tiempo que el sol daba sobre mi cabeza más fuerte que nunca, simplemente me senté en el frente del bote con Sofía en mis brazos y comencé a rasgar sus cuerdas, durante horas y horas, de alguna forma esto me calmaba, me hacía olvidar todo lo malo que me sucedía, lograba que el tiempo se detuviese por completo.
Varias horas después, logré salir del trance que me generaba estar usando mi instrumento de tal manera. Esto se debió a que mi bote golpeó la costa con una gran fuerza, impulsado por las fuertes olas. No fue suficiente para hundirlo, claro, pero quedó bastante dañado, y no podría seguir navegando de esa manera. Levante la mirada de Sofía y, delante de mí, una hermosa playa con arenas blancas y aguas cristalinas. Me hubiese gustado quedarme allí para siempre, sin nadie que me molestase... Pero lo que vi a continuación me hizo darme cuenta de que había llegado a mi destino. Una pequeña villa se encontraba delante de mí, tan solo a unos 30 metros. A mi izquierda, un pequeño muelle el cual parecía poco inestable, compuesto principalmente por madera de roble, la cuál se encontraba un tanto podrida y débil, a causa de la humedad. Tome a Sofía y la coloqué dentro de su funda, de cuero negro con adornos de plata pura. Subí la funda a mi espalda y la mantuve allí por medio de una correa. Luego, comencé mi camino hacia el poblado.
Las condiciones en las que vivían estas personas eran óptimas, todo era hermoso, los edificios, los caminos, las mujeres... Una música un tanto extraña me llamó la atención... Al principio no tenía idea de donde provenía, pero, usando mi agudo oído, logré identificar su fuente. Entre en el edificio y me sorprendió ver que se trataba de una taberna. Desde afuera, se veía como un lugar normal, como una casa de familia, pero dentro, estaba lleno de rufianes y despechados que ahogaban sus penas en alcohol, o se reunían para planear su próxima fechoría. Las mesas del lugar eran cuadradas, a excepción de la que se encontraba en el centro, que poseía una forma ovalada y se encontraba completamente vacía. Todas las tablas de madera con la que estaba construida toda la estructura se encontraban en perfecto estado, como si hubiese abierto hace muy poco tiempo. La barra era atendida por tres cantineros, que servían y preparaban todo tipo de bebidas a una velocidad sin igual. El olor del alcohol podía sentirse por toda la taberna, lo que indicaba que era de gran calidad. Levanté la vista de toda la chusma allí presente y logré ver un pequeño escenario, y sobre el, un tipo rubio que trataba de tocar un saxofón, todos le abucheaban... Comencé a atravesar todo el edificio hasta llegar a la escalera por la cuál se podía subir al escenario y, una vez me encontraba arriba de este, empuje al músico de su asiento hacía el suelo, para luego pasar a ocuparlo yo mismo. Saqué mi guitarra de su funda y la coloqué sobre mis piernas, para luego levantarla en mis brazos y comenzar a rasgar sus cuerdas lentamente. - Esta va para tí. - Dije sonriendo a una pelirroja que había avistado entre los allí presentes.
[0:00 - 0:30]
Steve
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Isla del Karate. Llevaba ahí varios días por culpa de que el barco en el que iba había golpeado contra unos escollos al parar en la isla y tuve que quedarme varios días de más según me habían dicho, así que esos días me los pasaba en una taberna que acababan de abrir según me dijo uno de los residentes, como no tenía nada mejor que hacer en una isla donde su mayor atractivo turístico era impartir karate, fui directamente a ella.
Al cabo de varias horas de ver entrar gente, un personaje extraño entro y se dirigió hacía el escenario donde un chaval estaba haciendo el ganso con un saxofón, y siendo golpeado por todo lo que le tiraban, el otro subió al escenario, saco de su funda negra una guitarra y empezó a tocar para una chica que acababa de entrar.
- La verdad es que es bueno.
Y tras decir esto espere que acabara la canción para ver qué pasaba, aunque no me quería ir sin felicitarle.
Al cabo de varias horas de ver entrar gente, un personaje extraño entro y se dirigió hacía el escenario donde un chaval estaba haciendo el ganso con un saxofón, y siendo golpeado por todo lo que le tiraban, el otro subió al escenario, saco de su funda negra una guitarra y empezó a tocar para una chica que acababa de entrar.
- La verdad es que es bueno.
Y tras decir esto espere que acabara la canción para ver qué pasaba, aunque no me quería ir sin felicitarle.
Rei Arslan
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
La brisa del mar chocaba suavemente sobre mi cara, se podía respirar el olor de la salina del mar; me encontraba en Isla Karate, sobre las afueras del pueblo observando el mar desde el acantilado. Había sido una gran travesía llegar a esta isla, en el barco tan solo estábamos mi capitán y yo, todavía no teníamos camaradas y yo era la navegante. Había decidido bajar del barco para ver que podía encontrarme en la isla, he oído hablar de ella pues era famosa por su reconocido talento sobre el karate, yo no era muy partidaria del karate, no sabría manejarlo me atraían sobretodo más las katanas, saber sobre ellas y observarlas.
Mientras estaba sentada sobre la arena cogí una de mis espadas y la miré, la tsuka estaba rota, no me apetecía tenerla así, si tuviese que luchar estaría en desventaja pues yo estaba acostumbrada a luchar a dos espadas; me levanté y comencé a caminar lentamente por la dina arena de la playa, un rato después llegué al pueblo, las calles eran anchas y con mucho alboroto, debía ser una buena hora para que todo el mundo estuviese por la calle.
Durante mi camino preferí pasar por la plaza principal a ver que podía encontrarme, era amplia y espaciosa, estaba llena de gente y varios mercadillos y puede que algunos niños correteando por ahí; al cabo de un rato una taberna me llamó la atención había bastante ruido dentro, decidí entrar y debían estar dando un espectáculo, avancé sobre la multitud y vi a un hombre con un aspecto de edad avanzada sobre un escenario tocando el saxofón, no parecía tocarlo muy bien y desafinaba bastante hasta que vi a un chico sacarlo de ahí ponerse a tocar la guitarra, me acerqué un poco más hacia adelante para verlo mejor, me gustaba la canción era bastante bonita así que le miré hasta que acabase.
Mientras estaba sentada sobre la arena cogí una de mis espadas y la miré, la tsuka estaba rota, no me apetecía tenerla así, si tuviese que luchar estaría en desventaja pues yo estaba acostumbrada a luchar a dos espadas; me levanté y comencé a caminar lentamente por la dina arena de la playa, un rato después llegué al pueblo, las calles eran anchas y con mucho alboroto, debía ser una buena hora para que todo el mundo estuviese por la calle.
Durante mi camino preferí pasar por la plaza principal a ver que podía encontrarme, era amplia y espaciosa, estaba llena de gente y varios mercadillos y puede que algunos niños correteando por ahí; al cabo de un rato una taberna me llamó la atención había bastante ruido dentro, decidí entrar y debían estar dando un espectáculo, avancé sobre la multitud y vi a un hombre con un aspecto de edad avanzada sobre un escenario tocando el saxofón, no parecía tocarlo muy bien y desafinaba bastante hasta que vi a un chico sacarlo de ahí ponerse a tocar la guitarra, me acerqué un poco más hacia adelante para verlo mejor, me gustaba la canción era bastante bonita así que le miré hasta que acabase.
Jallial Reezek
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Después de unos largos y duros días de travesía por el mar llegué, finalmente, a una pequeña isla, alejada de la mano de dios, en la cual decidí re-abastecerme para después continuar mi camino, pues necesitaría víveres si no quería morir en mitad del mar. Una vez hube desembarcado me dirigí al centro de la ciudad, en dónde esperaba encontrar un mercado y, tal vez, las provisiones que venía buscando. Para mi sorpresa, y tras perderme como tantísimas veces había hecho, acabé en un pequeño lugar antro, esperando al menos que sirvieran bebida. Cuando comencé a preguntar a los allí presentes por el mercado, me mandaron callar. Al parecer alguien estaba dando un concierto, o algo así, pero eso no me atañía, yo ahora sólo quería comer algo, pero un viejo me sentó en la silla y me dijo que escuchara. -Mierda, si sólo quería coger comida y agua, ¿por qué me toca escuchar a un tonto cantar? -Dije bajito, para mí mismo. Una vez aquel tipo comenzó a cantar yo, caí redondo dormido sobre la mesa del viejo, empezando a roncar de forma sonora, tanto, que incluso interrumpí aquel concierto. Seguramente me la iba a cargar por eso, pero mientras dormía era aún feliz...
Zenas
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Mi música... Esta vez tenía un estilo diferente. Estaba acostumbrado a rasgar una cuerda a la vez para crear melodías hermosas, pero esta vez... No lo sabía, simplemente decidí tocar una melodía más sencilla, que requiriera de menos precisión y concentración. Podía ser que la causa de esto era que, en el fondo, sabía que si comenzaba a tocar una canción con una melodía demasiado complicada, me concentraría tanto en ella que las horas pasarían como si fueran segundos, y acabaría despertando al día siguiente, aún sobre el escenario y con Sofía en mis brazos. Este solo fue muy corto, pues habrá durado alrededor de 3 minutos. Aún así, fui aplaudido por muchos, aunque claro, algunas figuras extrañas simplemente me ignoraron. No me molestó, los entendía, debían estar ocupados en sus propios asuntos y no les interesaba distraerse con mi música. Pero, de toda la gente allí presente, hubo un chico que me cabreó mucho. Lo miraba fijamente desde arriba del escenario, con un gesto de amargura en el rostro. De un pequeño salto, baje del escenario y, apartando con mis manos a todos los que se habían acercado a mí para elogiarme, comencé a caminar hacia él. Atravesé toda la taberna hasta llegar a su mesa, y por lo tanto, a él. Se había quedado dormido y había interrumpido mi concierto, pero claro, solo era un idiota que seguramente se encontraba ebrio. Luego de meditarlo unos segundos, decidí no reaccionar de mala manera, pues parecía ser alguien interesante, tal vez pudiera ayudarme con mi objetivo de encontrar a aquel músico tan extraño… Me senté a su lado, y, usando un pequeño pañuelo, sequé la saliva que había caído desde su boca hasta la mesa. Pedí que trajeran una copa de vino tinto y una jarra de cerveza, puesto que no parecía ser alguien refinado. La camarera llegó con los tragos y nos los dejó sobre la mesa, diciendo que la casa invitaba. – Pues luego te invitare a mi casa. – Dije con una sonrisa. Era una frase estúpida y sin sentido, pues, a decir verdad, no poseía propiedad alguna en esta isla y la chica no me interesaba demasiado, o al menos no tanto como la pelirroja a la que había visto desde el escenario… Se retiró de la mesa luego de soltar una pequeña sonrisa. Entonces, mire al chico y comencé a tocar su hombro suavemente, para despertarlo. Pero esto no funcionaba, sus ronquidos seguían igual de estruendosos que al principio y cada vez empeoraban. Comencé a zarandearlo de lado a lado, pero seguía durmiendo profundamente. – Joh… Sí que tienes el sueño pesado. – Le dije al bello durmiente. – Qué más da, la última vez que hice esto me recibieron con un puñetazo, pero no importa. – Dije, al mismo tiempo que me paraba de mi asiento. Entonces acerqué mi mano lentamente hasta su rostro, y tome su nariz, apretándola con fuerza. Pasaron varios segundos, y el chico poco a poco comenzaba a ahogarse. Fue entonces que se despertó, sobresaltado. Su mano cerrada voló hacia mi rostro, pero me encontraba preparado. Atravesó mi cuerpo como si de agua se tratase, con la excepción de que debió de haber sentido una enorme helada al tocarme. El líquido incoloro en el que me había transformado comenzó a tomar forma otra vez, luego de que el chico retirara su brazo de él. Al principio se vio algo extrañado, pero supuse que entendió en cuanto le susurré – Chiss Chisso No Mi, Logia de Hidrogeno. – Muchos de los allí presentes se encontraban atontados, no sabían cómo podía darse esta situación, pues, en estos mares, las Akuma No Mi era solo un mito.
Steve
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Mientras el músico espontaneo se puso a tocar la guitarra, una bonita melodía y aunque a mi parecer bastante corta a otros clientes no le parecía lo mismo, puesto que uno de ellos se había quedado dormido y estaba roncando de mala manera llegando a interrumpir al guitarrista misterioso, aunque este acabo la canción que tocaba y se quedo mirando al dormido con cara de pocos amigos, al bajar del escenario se dirigió hacia él, poniéndose a su lado e intentando despertarlo y aunque al principio no lo logro pude ver como uno pegaba a otro y este se disolvía, así que además de músico tenía una akuma, eso o que estaba borracho y no me había dado cuenta, pero yo no había toca ni una gota de alcohol, de todas formas ahora lo primero que tenía que hacer era evitar una pelea.
Me levante del sitio y me moví rápidamente a su posición, mientras decía que se relajaran, que no pasaba nada, intentando relajar el ambiente que se había formado pero había sido demasiado tarde pues el que estaba dormido le había intentado propinar un puñetazo al músico, aunque cabía la posibilidad de que este no se lo hubiera tomado a mal ya que no le había hecho nada.
-Relajaos, hay demasiada gente aquí para que os peléis por una tontería.
Les dije desde un lado pudiendo separar a alguno de los dos por si mi intento de pararlos con palabras era inútil
Me levante del sitio y me moví rápidamente a su posición, mientras decía que se relajaran, que no pasaba nada, intentando relajar el ambiente que se había formado pero había sido demasiado tarde pues el que estaba dormido le había intentado propinar un puñetazo al músico, aunque cabía la posibilidad de que este no se lo hubiera tomado a mal ya que no le había hecho nada.
-Relajaos, hay demasiada gente aquí para que os peléis por una tontería.
Les dije desde un lado pudiendo separar a alguno de los dos por si mi intento de pararlos con palabras era inútil
Rei Arslan
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El final de la actuación estaba llegando a su final, pero durante los últimos minutos de la canción me pareció escuchar unos leves ronquidos, miré hacia el lado del que provenían y en ella había un chico durmiendo en la mesa, que interesante; volví a mirar al escenario pero la actuación acababa de finalizar y vi como el hombre bajaba y se dirigía hacia el chico de la mesa, me dio la impresión de que armarían una pelea pero, ¿porque, solo porque no hizo caso a su actuación? me parecería ridículo si fuese por eso.
Vi como se sentaba junto a el y empezaba a hablarle, y luego le pegó, el otro era usuario de una akuma, esto les daría mucho juego; después vino otro hombre hacia ellos diciendo que no se podían pelear, bueno al menos alguien tenía sentido, pero yo no podía evitar sentir curiosidad así que me acerqué hasta la mesa a paso ligero.
-Interesante...-dije con una mueca-bueno, si vais a pelear deberíais replantearoslo en donde hacerlo porque sino tendreis encima a la marina, y no es que se estea lejos de ella supuestamente.
Dicho esto cogí una silla y me senté en ella cruzando mis piernas, mientras les dedicaba mi sonrisa mas desafiante.
Vi como se sentaba junto a el y empezaba a hablarle, y luego le pegó, el otro era usuario de una akuma, esto les daría mucho juego; después vino otro hombre hacia ellos diciendo que no se podían pelear, bueno al menos alguien tenía sentido, pero yo no podía evitar sentir curiosidad así que me acerqué hasta la mesa a paso ligero.
-Interesante...-dije con una mueca-bueno, si vais a pelear deberíais replantearoslo en donde hacerlo porque sino tendreis encima a la marina, y no es que se estea lejos de ella supuestamente.
Dicho esto cogí una silla y me senté en ella cruzando mis piernas, mientras les dedicaba mi sonrisa mas desafiante.
Jallial Reezek
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
- Spoiler:
- La próxima vez dime al menos por privado que te voy a pegar o algo, no uses a mi pobre pj como un NPC ;__;
Mientras dormía oía una y otra vez un estridente sonido que no dejaba de moletarme. Aquel músico hablándome era la causa. Tras esto me tapó la nariz y comencé a asfixiarme, así que tras unos segundos me desperté y le golpeé en la cara con fuerza, aunque para mi sorpresa, mi puño atravesó su rostro. Me limité a mirar con una cara adormilada, sonreír como un bobo, y caer de nuevo dormido sobre la mesa. Otro de los allí presentes se puso a pedir calma, y una joven también vino y nos pidió que peleáramos en otra parte, pero yo no tenía intención de pelear. Abrí un ojo y vi a aquella joven, que era muy guapa, y bostezando y estirándome para desperezarme me incorporé y la miré fijamente. Me levanté y comencé a andar hacia ella despacio. Paso a paso me iba acercando a ella, mirándola de forma seria, y algo sensual. Cuando estuve justo en frente de ella me incliné hacia ella, lentamente, bajando mi torso despacio, como buscando darle un beso. En el último segundo cogí un pedazo de pastel de carne y una jarra de cerveza que había detrás de ella, que era lo que realmente estaba mirando todo el tiempo, y volví a mi lugar comiendo tan tranquilo, ante la atónita mirada de todos.
-Eh, ¿Qué pasa? -Les pregunté extrañado a todos en aquella taberna, y al unísono me respondieron.
-¿¡Eres idiota!? ¡Ese tío ha tomado una fruta del demonio! ¡Pide perdón o te matará! -Gritando todos, y haciendo gestos de pavor hacia él.
-¿Eh? Oh, meh... Sólo es nitrógeno líquido... -Dije yo tras un resoplido, y de nuevo todos exclamaron a la vez.
-¡Idiota! ¡Eso te puede congelar! -Prácticamente saltando sobre mí.
-¿Ah, tú crees? -Y tras decir aquello comencé a convertirme en la forma híbrida de mi fruta del diablo, un hombre lobo de pelaje azul claro y blanco, extremadamente resistente a las bajas temperaturas, e incluso, capaz de congelar yo también. Todos quedaron impactados al verlo, gritando y asustados porque se iba a armar una gran pelea, pero nada más lejos, al menos por mi parte. -Ey, tipo frío... Hazme un favor, ¿quieres? -Dije pasándole la jarra de la cerveza que acababa de coger. -Enfríamela, si eres tan amable. -Terminé diciendo con una sonrisa en mi cara.
Contenido patrocinado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.