Ai Nanasaki vs Krauser

Turnos: Krauser- Ai Nanasaki-Krauser...

Escenario: Lo más extraño de esta villa, precisamente es que apenas cuenta con fauna o vegetación, sin embargo, el relieve consta de numerosas cavernas en las que se arremolinan las ciudades-templo. Estas sirven de centro moral y cosmopólita de la sociedad tradicional que habita en Takenuma. Curiosamente, es menester de la tradición los avistamientos de ciertos tipos de espíritus guardanes en ciertas circunstancias. La ligera vegetación cuenta con coníferas de tallo blanco, cerezos y demás de tipo oriental. La fauna es apenas inexistente, pues salvo los típicos pájaros, como cuervos o buhos, no se encuentra mucho más. Los habitantes por ello viven de la recolección.



[*]El ganador obtendrá 1500 puntos de experiencia
[*]El perdedor obtendrá 800 puntos de experiencia. En caso de empate ambos combatientes ganan 1000.
[*]El combate será a K.O, por lo que no hay posibilidad de muerte.
[*]Lo que suceda no se verá marcado para el personaje fuera de la pelea.

Unas pisadas se escuchaban por aquel bosque cercano, se trataba del Capitán de la marina. Había quedado en esa isla con su discípula, por así llamarla. La marine Ai. Quería comprobar sus habilidades y su estilo de pelea ya que casi no había podido verlo en lo que llevaban trabajando juntos. Sería una buena forma de aumentar su trabajo en equipo. Además se había enterado por otros medio que la chica quería unirse a la brigada donde él estaba. No estaba seguro si alguien como ella estaba preparada para esa responsabilidad pero eso lo iba a comprobar. El motivo por el que se habían enterado era simple, tenía ojos por todos lados dentro de la marina sobre los reclutas y otros rangos bajos al de Capitán. No pensaba decirle nada del tema hasta pasado el combate. Aunque tal vez lo decía en mitad de este, si es que la chica duraba más de dos asaltos con él. La idea de pelear con una chica menor no le hacía ninguna gracia pero si era lo que debía hacer lo haría sin rechistar.


Durante las misiones que habían realizado hasta ahora no le había dado ningún problema y eso podía ser tal vez por la poca acción que le había dado a ella. Pero se había acabado, era el momento de ver lo fuerte que era la chica y comprobar su potencial. Tras unos momentos más llegó hasta un árbol donde había varias manzanas colgando, con su altura de dos metros estiró el brazo para coger una y tras eso seguir caminando. No tardó en presentarse en una cueva donde todo parecía calmado, aquella cueva era el sitio donde había quedado con la chica. Una vez allí dentro llegó hasta el fondo y se sentó en una piedra dándole la espalda a la entrada. Sacó su espada y la cogió con una mano por el mango. Su filo de Kairokiseki le iba a ser fundamental contra la chica logia. Mientras con la otra mano quitó unas cuantas vendas y le dio un bocado a la manzana comiendo. Sabía que si la chica atacaba por la espalda la escucharía llegar pues allí todo resonaba y los sentidos del asesino eran increíbles. Además de eso tenía su Haki de observación que lo había conseguido hacía poco.


Tardó poco tiempo en comerse la manzana con sus afilados dientes y después tiró el hueso al suelo. Se colocó las vendas y se giró hacia la entrada de la cueva esperando a que la chica llegara cuanto antes y comenzara aquel pequeño combate de entrenamiento que iban a tener los dos. Sus ojos fríos estaban clavados en la mismísima entrada para que no se le escapara de ninguna forma. Aunque no había contado con la posibilidad de que ella ya estuviera por allí oculta.

Ai caminaba con cierto temor en sus pisadas. Era obvio puesto que se iba a enfrentar a una de las pocas personas que confiaba en ella. Krauser, ese iba a ser su oponente. El ahora capitán la había citado para un duelo uno contra uno en una isla bastante extraña y en donde solo podría haber cavernas. Era una ocasión algo especial así que iba vestida con las ropas marines, aunque solo cambiaba el hecho de que la polera estaba rota a la altura de los codos, y los pantalones azules también estaban rotos, así se sentía más libre a la hora de pelear y contra el capitán tendría que dar su mejor esfuerzo. No por nada él la llevaba a las más peligrosas misiones. Sobre su espalda estaban sus dos espadas. Pero también, en caso de ser necesario las llevaba ya desenfundadas, solo por si Krauser intentaba algún ataque sorpresa usando sus dotes de asesino. La espada negra estaba en la mano izquierda y la blanca en la derecha. Esta sería una de las pocas veces en las cuales podría demostrar sus habilidades con la espada y no la iba a desaprovechar.

No se demoro mucho en llegar la entrada de la cueva en la cual sería el encuentro, duelo, pelea o entrenamiento, lo que sea, con su superior. Su cuerpo estaba temblando de miedo al saber que una pelea estaba a punto de empezar pero debía enfocarse, sabía que el capitán no era una persona muy piadosa y si veía algún hueco en su defensa, no iba a dudar en dar un golpe que podría partirla por la mitad sin mero esfuerzo. Así que con paso firme, ignorando el entrar haciendo ruido o no puesto que en las cuevas como estas era imposible atacar por sorpresa incluso para un asesino como Krauser ya que sonaba todo, incluso una gota de agua que caía hacía un gran ruido, sin lugar a dudas este sitio podría ser ideal para Ai, puesto que así no tendría que lidiar con las técnicas asesinas del capitán.

No se demoro mucho en llegar a la posición donde estaba su ahora rival, este ya estaba con su enorme espada desenfundada, así que en cuanto lo vio le hizo una leve sonrisa y luego su mirada cambió. Todo el posible miedo se había quedado afuera, ahora la mirada de la joven marine era seria y con determinación, esta dio un paso adelante mientras de reojo miraba sus espadas, las apretó con más fuerza y luego hablo.

Ai: Espero que sea divertido, si no te molesta. Haré el primer ataque.

Su tono ahora era mucho más serio que cualquiera de las veces que había hablado antes, y sin dudar empezó a correr hacía el espadachín y cuando estuvo delante de este, flexiono levemente sus piernas para luego usar el impulso, levanto ambas espadas para así tratar de hacerle un doble corte vertical que si le llegaba a dar, partiría en parte del pecho y terminaría en su rostro, independiente de si estaba sentado o se parara justo cuando ella atacara, el corte iba a partir de su pecho hasta su rostro. De haber sido otra ocasión habría atacado con la parte sin filo de sus espadas pero como seguramente al capitán le molestaría esa actitud, decidió que sus espadas intentarían cortar la carne de su superior.

Doble corte vertical. [AMF]

El marine seguía allí esperando comenzando a impacientarse poco a poco. Tras unos momentos escuchó unos pasos acercarse y pudo comprobar que era la chica. Si hubiera sido cualquier criminal lo habría partido en dos con un ataque a distancia de los suyos por pereza de levantarse, dio un bostezo y se estiró tranquilamente pero sin llegar a levantarse. La chica dijo que iba a hacer el primer ataque y que aquello fuera divertido. Krauser observaba con la mirada perdida en una mosca que pasaba por la zona, el aleteo de aquel precioso insecto le tenía en su mundo. Asentía a todo lo que la chica decía pero sin enterarse de nada, ella corrió hacia él y este seguía distraído. Pero su Haki de observación le avisó de algo y rápidamente volvió en sí. La chica estaba atacándole con las dos espadas haciendo un doble corte que iba en vertical. El Capitán solo tuvo que hacer un simple movimiento con su enorme espadón que era tan ancha que pudo bloquear las dos de la chica, sin embargo por el despiste de esa preciosa mosca se había llevado un leve corte en la mejilla. Algunas gotas caían por sus vendas pero le daba igual, después observó a la chica empujando con su bestial fuerza sobre las espadas de ella para poder echarse hacia atrás.

Una vez ya levantado la observó de forma tranquila y de un movimiento de pies se libró de sus sandalias echándolas a un lado, de forma descalza y con su habilidad de moverse silencioso incluso la niebla le podía servir allí. Pero aún no tenía previsto hacerla. Su mirada estaba atenta a cualquier movimiento de la chica, cualquier simple gesto o cualquier mirada. Todo bastaba para empezar con su terrible ataque sobre ella. Tampoco quería atacar sobre la altura del pecho, no quería cortarle un seno aunque aún fuesen pequeños. Estaba peleando contra una compañera no contra un pirata o un revolucionario. Tranquilamente quiso comprobar su habilidad y salió corriendo a por ella. Una vez llegó hasta su posición empezó sin mero aviso a realizar cortes a toda velocidad y con mucha fuerza cogiendo el arma con las dos manos. Con esto planeaba hacerla retroceder o incluso tirarla al suelo. Ya hasta podría hacerle un corte si no era precavida. Los cortes iban en todas direcciones y con una fuerza abrumadora a la que las espadas de la chica se iban a enfrentar.

Cortes del demonio (AIF)

- Ai, prometo no usar mis shurikens de energía.

La chica había recibido varios cortes el arma del hombre de las vendas. Pese a que ella era una logia podía tocarla perfectamente pues su espada o al menos el filo de toda el arma estaba cubierto de Kairokiseki. Sus ojos estaban centrados en los de ella de forma fría y seria como de costumbre. Había bloqueado bien algunos cortes pero no había podido esquivarlos todos. Ahora era el momento de ponerse algo serio, había dado su palabra de no usar su técnica canalizadora. Suerte para la chica pues este había aprendido hacer sus Shurikens mayores. Ahora que iba a ponerse algo serio cerró sus ojos suspirando un poco y después los abrió tranquilamente observando a la chica con actitud tranquila.

Ahora ella salió corriendo a por él. De repente una pequeña visión le llegó al Gran Espada, un ataque en forma de equis. Su haki observación era bastante útil en muchos casos. Cuando la chica lanzó aquel ataque que el marine ya esperaba movió su enorme espadón de forma horizontal dejando el arma de lado y cubriéndose todo el pecho. De ese modo las dos espadas se estrellarían con la gran arma del marine. Pese aquello este quitó el arma tras el bloqueo para dejar el paso a las espadas de la chica pero claro echándose antes a la derecha de un salto. Una de ellas le hizo un corte en el hombro y este miró hacia la herida como si nada y después la miró a ella.


- Me aburro.

Deslizó una de sus manos hasta tocar el suelo y tras aquello una niebla empezó a inundar la cueva. Krauser descalzo se movió de forma sigilosa un poco escondiéndose en la niebla, ahora aquella niebla era algo rara. Salvo Krauser, el que estuviera expuesto a ella notaria como si se moviera de forma lenta y le costase mover su cuerpo. De esa forma Krauser pensaba eliminar a sus enemigos mejor, pero ahora era su compañera. Se mantenía oculto esperando cualquier mínimo movimiento para saltar a por ella.

La niebla había invadido la cueva por completo. El ágil asesino se movía despacio por esta tranquilamente. Mientras caminaba llegó a la roca donde se había sentado al principio esperando a la chica. Una vez la tocó con su pie descalzo se sentó sin hacer ningún, una vez estaba allí sentado se centró en sus sentidos más que en otra cosa. Estaba alerta a cualquier mínimo ruido que la chica pudiera hacer, no pensaba usar su Shuriken pues podía partirla en dos y matarla y nunca mataría o desmembraría a Ai. La tenía como si fuera una hermana pequeña para él aunque ella no supiera que significaba eso. Sus fríos ojos rotaban observando la densa niebla esperando cualquier mínimo fallo por parte de la chica para conseguir detectarla pero era algo difícil realmente. Tanto tiempo con ella había dado sus frutos, se había acostumbrado a ser sigilosa y costaba percibirla.

Los ojos del asesino se cerraron durante varios segundos y se quedó en esa posición durante medio minuto. Todo seguía en calma y no había el más mínimo ruido en la cueva. De repente sujetó su espada con una sola mano y abrió sus ojos con calma, respiró algo más suave de lo normal para no hacer ningún ruido. Había pensado en lanzar un objeto algún lado para provocar ruido pero sabía que ella quizás ignoraría eso y seguiría oculta. La vista del Capitán pronto encontró a la chica. La niebla se había dispersado por voluntad del alto rango de la marina, no iba a usar más la niebla durante aquella pelea. Sabía que aquella chica no era tonta y no podría darle caza, no sin al menos haber conseguido la lentilla que quería conseguir. Una vez la niebla estaba dispersada el Gran Espada observó a la chica con total calma.

- Tres.

Dijo simplemente mientras sujetaba la espada ahora con las dos manos. Lo que había dicho no tenía mucho sentido pues solo era un número. Al decir eso lo que hizo a continuación fue echarse hacia atrás estirándose. Parecía que no iba a hacer mucho cuando de repente lanzó con fuerza su enorme espada a por la chica. Aquel espadón se dirigía hacia ella a una velocidad alta, la arma era bastante grande y gruesa por lo que le costaría esquivarlo, o eso creía el norme marine. Había hecho algo tonto ya que había lanzado su arma y su posibilidad de tocar fácilmente a la chica. Era el mayor de los errores pues perdería su arma para el posible ataque de ella. Sin embargo no había sido un fallo, lo había hecho a propósito. Tenía sus propios planes los cuales no desvelaría. Se quedó quieto sobre la roca, sentado observando el panorama esperando a ver qué era lo que sucedía.

Peligro aéreo (AF)

Los castaños ojos del marine habían visto como la chica caía a un lado tras bloquear la enorme arma que ahora estaba alejada. La había bloqueado bien con sus dos espadas y por su expresión se había hecho daño en el acto, llegaba el momento de seguir con el plan del asesino. Iba a pelear sin su arma principal que era su espada y además no iba a usar ni la niebla ni los Shurikens. Ahora solo se iba a valer de sus armas físicas para aquel combate, sabía que la chica tenía dos armas y eso le costaría varios tajos. Era un riesgo que estaba dispuesto a asumir, en la posición en la que estaba era vulnerable a la hora de esquivar pues estaba sentado con una expresión tranquila en su rostro. Aquella frialdad había desaparecido por unos segundos pero cuando la observó correr hacia su posición volvió rápidamente. Las espadas de ella eran algo que conocía bien y su habilidad aún más. Si atacaba a varias partes del cuerpo en lugar de una tal vez conseguía darle algún golpe. Sabía que pelear contra un usuario de Logia sin Kairokiseki o sin Haki de armadura era muy difícil y algo que a muchos les podía costar caro como perder la vida. Parecía estar loco haciendo lo que había hecho, pero la causa de que estuviera tan confiado era que estaba orgulloso de sus dotes de asesino y su agilidad y podría evitar heridas mortales mientras estuviera fresco. No había hecho ataques muy serios por lo que estaba perfectamente. La chica corría hacia su posición y de repente su Haki de observación le consiguió alertar a tiempo. Los cortes de la chica seguían su camino y el marine no hacía nada. De repente en dos agiles movimientos realizo su acción. Con una mano había sacado el mango de acero extensible de su espada y había bloqueado con este el tajo al cuello, también echó su cuerpo hacia atrás. Mientras lo echaba para no recibir el golpe de la segunda espada de la chica interpuso por si acaso su antebrazo, pero lo curioso es que este tenía una extraña aura blanca brillante. Había envuelto su antebrazo con energía cortante para de esa forma hacer frente a su espada un poco. Al terminar de echarse para atrás cayó de espaldas al suelo y de repente se levantó. Su antebrazo sangraba un poco ya que este había conseguido contener un poco la espada pero no lo suficiente para salir ileso del ataque. Gotas de sangre caían al suelo desde aquella pequeña herida que le había hecho. Se levantó del suelo observándola tranquilamente.

- Dos

Dijo para después envolver su mano derecha en energía cortante y correr hacia ella, una vez cerca comenzó a lanzar golpes con su mano envuelta en aquella energía intentando alcanzarla. En total fueron unos seis golpes, dos a cada hombro. Uno al abdomen y el último a la cintura, en su otra mano no tenía nada. Solo atacaba son una mano y con nada más.

Golpes al azar (AI)

Tras haber conseguido dar algunos leves golpes el alto rango saltó hacia atrás observando a la chica tranquilamente, sus fríos ojos seguían sin cambiar su expresión y una sádica y cruel sonrisa apareció de repente en su rostro. La chica ahora por su expresión estaba de forma seria y eso hizo que su ansia de lucha aumentara, por un momento pensó en coger su espada y pelear con todas sus ganas. Desde que había comenzado la pelea la chica iba a muerte y se le notaba mucho pues había atacado a puntos como el corazón o el cuello. Sitios tan sensibles que un mínimo fallo del hombre que tenía frente a ella podía costarle la vida. Por unos instantes suspiró observándola tranquilamente ahora pero en poco tiempo cambiando a su expresión de asesino, tal vez quería ponerla nerviosa con aquello. Ahora ella corría a por él de nuevo, este corrió también envolviendo su puño en energía cortante de nuevo y echándolo hacia atrás. Ahora aquella chica se estaba girando, un grave error pues se tragaría el puño en la sien de Krauser. Sin embargó una rápida visión le vino a la cabeza y comprendió que aquel giro iba a ser uno de 360º en lugar de uno de 180º. Rápidamente canceló su golpe y saltó hacia atrás con todas sus fuerzas flexionando las rodillas para coger impulso. Sin embargo el corte de la chica le pegó en el abdomen en dos de las abdominales y seguidamente saliendo de estas un hilo de sangre que bañó parte del suelo de la cueva.

El Demonio de la niebla cayó al suelo cerrando los ojos unos momentos para después apoyando la espalda en el suelo y usando los brazos saltar usando un impulso y colocándose de pie a la primera. Después observó a la chica con una mirada fría y seria, la sangre caía por su zona abdominal hasta su pantalón bajando hasta sus descalzos pies, el corte no había sido grave pero tampoco leve. Había sido un buen corte, llevó la mano hasta la cinta de su cabeza y tras deshacer el nudo se la ató a modo de torniquete para después sonreír siniestramente a la chica.

- Uno.

Dijo simplemente para después acercarse a su espada despacio y cogerla amarrándola a su espalda. Ahora saltó poniéndose a tres metros delante de la chica, su mirada temible estaba clavada en ella y de repente alzó la mano. En la palma comenzó a formarse un enorme shuriken de energía de cuatro puntas. Era del tamaño de una televisión pero ella ya sabría que aquello se expandiría. Parecía que el Capitán le daba igual ya partirla en dos, de repente se preparó para lanzarlo cuando lo hizo desaparecer. Pegó una zancada colocándose frente a ella sin miedo observándola a los ojos.

- Ha finalizado la cuenta, sigues consciente Ai. Y eso solo significa ¡Una cosa!... estas aprobada, felicidades. La victoria es tuya.

Dijo sonriéndole por una vez de forma amable y mostrándole el puño con la intención de que lo chocara. Ya le había demostrado lo fuerte que podía llegar a ser.

Gana Ai Nanasaki, felicidades.

• Ai: 1.500 puntos de experiencia.
• Krauser: 800 puntos de experiencia.

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