Tormenta en Arete [Yato, Lupin, Adam] (Privado)(Pasado)

Llevaba cuatro días navegando en mi mugriento bote cuando aviste una isla de gran inmensidad, ``Menos mal´´ pensé, nunca me gusta tener que enfrentarme a una tormenta en plena mar y aunque el cielo parecía despejado con solo algunas nubes de color negruzco pero la vida me enseño que nunca debía de fiarme del tiempo

Cuanto mas me acercaba a la costa mas cercana empezaba a distinguir figuras en la lejanía, la playa aunque muy grande era al mismo tiempo muy irregular con lo que parecía un cabo de gran longitud.

Mi primera impresión fue agradable, mis conocimientos geológicos me decían que aquella isla era de origen volcánico o que había erupcionado uno hace poco, en cualquier caso allí debía de haber un volcán.

Al poner mi primera pies en aquella playa ya sabia que mi vista no me había fallado pues el color negruzco de la arena debía de ser por la existencia de un volcán en aquel lugar. Amarre mi bote en un lugar mas o menos escondido por que aunque no tenia mucha fama no dejaba de ser un pirata y por ello algún agente de la ley podía poner precio a  mi cabeza. Ya mas tranquilo cogí mis pertenencias y me adentre en un paseo marítimo que había en aquella majestuosa ciudad. Me encantaba el aire que se respiraba de trabajo y sobre todo el olor a acero y hierro candente que me llegaba, aunque era un objetivo fácil de ver porque no veía mucha gente con katanas a su cintura  `` que se le va a hacer mi seguridad ante todo´´ pensé.  Camine un largo rato por la ciudad pero decidí volver al paseo marítimo pues aunque no había llamado aun la atención no quería tentar mas a la suerte. Era tarde cuando me senté en la playa a pensar que debía de hacer pues aun no era un pirata conocido pero es que cometiendo un atraco o un asesinato aquí me llevaría mucha fama, al final decidí estarme por un tiempo tranquilo en la playa.

Cuando me dije de ir al centro de la ciudad ver algunos suministros...

-Que demonios...

Mi vista se centro en dos hombre enfrente de una tienda de aquel largo paseo marítimo por un momento me asuste por que creía haber recordado a algún agente de la CP, por ahora solo la CP y Los cazadores sabían de mi cambio a la piratería o eso creía yo pero cuanto mas me acercaba mas convencido estaba de que no era así.

Decidí acercarme a aquellos muchachos para enterarme de algún rumor, pues aunque escuche en mi paseo por dentro de la ciudad el que había algunos piratas escondidos dudaba de que fuera a mi pues aunque acababa de llegar yo aun no estaba en una banda. Aunque rebanarle el cuello a ese pirata en caso de no ser yo, seria un gran deleite.

-¡¡¡EEEY!!! Siento interrumpiros pero me llamo Vladimir Lupin, ¿es verdad que aquí hay una banda de piratas? Esque me lo han comentado y es difícil de creer.

Deje mi nombre como apellido y me invente un nombre que utilizaba en mis misiones de espía para así tentar si era conocido.

Al poco tiempo de decir mi comentario, me di cuenta de que se conocían, sus expresiones eran de susto, sorpresa y dudas, sus ultimas palabras me dijeron que lo ultimo era correcto.

Ya entrando mas en mi, me alegro mucho ver que no me reconociesen y ademas por sus palabras creían que era marine o mejor aun que aun seguía siendo un cazador, no hicieron mucho caso a mis dos katanas asique eso me deducía que por aquí no todos iban desarmados, ademas fijándome mas en ellos parecían dos muchachos aptos para la lucha y por lo menos uno iba bien armado, según su conversación era un cocinero y el otro me era mas desconocido por que no se había hablado aun de el.

Uno parecía nativo de aquí pues había escuchado el rumor de los piratas y el otro me había afirmado que que llevaba poco tiempo.

El nativo con gran amabilidad nos dijo de hacernos de guiá, aunque desconfiaba algo me decía que no tendría que entablar combate con ellos... Por ahora.

Puse mi cara mas amable y serena que había aprendido en mi tiempo de espiá y les dije a ambos por igual -Gracias por vuestra amabilidad pero las disputas dejadlas para luego, estoy interesado en este lugar en su tierra y en esos piratas-

Por ahora estaba tranquilo y sereno, pero al comenzar a nadar algo dentro de mi me decía que la noche seria de sangre y con un tono amargo. Aunque no conocía de nada a estos chicos no quería tener que enfrentarme a ellos pero cuanto tardarían en descubrir mi verdadera identidad y peor aun cuanto tardarían los marine y la Cp en propagar mi deslealtad hacia el gobierno.

Ya dejando de pensar en mi identidad me centre en los muchachos que me acompañaban -¿Como os llamáis o cual es vuestro apodo? Y ¿estáis interesados de verdad en la cacería de piratas? No me gustaría tener que meter a nadie en esa pelea, ademas nunca os he visto pelear aunque por mi experiencia en mis anteriores trabajos me da que si sabéis pelear.

Me tranquilice aun mas y me empece a centrar en la ciudad que me rodeaba con aquel olor a acero y hierro candente, estaba repleta de casas altas y edificios que a mi parecer serian fabricas era una capital un tanto rara aunque yo me sentía muy cómodo en sus estrechas y laberínticas calles me recordaban alas calles del orfanato aunque no eran tan laberínticas como estas no me perdía con mi experiencia ademas de mis conocimientos arqueológicos que me permitían diferencia la tierra en cuanto nos adentrábamos en la ciudad.

``Que aventuras nos esperaban por delante´´ pensé mientras miraba amis compañeros.

Llegamos a la puerta de la biblioteca y algo me decía que iba a terminar mal parado, ademas de que la lluvia no es muy de mi agrado los marines se estaban poniendo nerviosos, por lo que me había fijado en el recorrido ademas de que me hallaba en una ciudad desconocida apara mi con dos muchachos que ya se conocían.

-¿Que hacemos aquí? Me enerva el tener que estar en un camino que no se donde me lleva.... y la lluvia no me presagia nada bueno.... Aveces solo viene para limpiar la sangre...

Mis palabras se hicieron cada vez mas flojas casi sin fuerza, no era reacio a las peleas pero no quería verter sangre así por que así. Recupere mi compostura y volví a hablar a mis acompañantes.

-No me gusta la sangre inocente y aunque me digan el rojo no es por crear ríos de sangre jajaja no solo...

Bromee un poco, no me gustan los silencios y cuando creía estar mas cerca del peligro mas me gustaba bromear para así que mis acompañantes y yo mismo no estuviéramos enervados. Tras esto me fije en el edificio de la biblioteca majestuosos grande y antiguo no me lo imaginaba de otra manera, cuando mis sentidos me alertaron de algún peligro cercano, ya que mi oídos escucharon botas corriendo por las calles y sonaban a botas de los marines, por lo que me acerque a la puerta de la biblioteca y abrí las dos majestuosas puertas de su entrada con la mayor prisa que pude, hice una señal para que mis compañeros entraran.

-Entrad  rápido algo se cuece por estas calles y creo que sabéis algo que yo desconozco y quiero saberlo pronto, quiero saber a que me enfrento, si esque nos enfrentamos a algo...

Tras decir esto la lluvia se hizo mas fuerte y sonó un relámpago cercano. La tormenta esta aquí...

Tras entrar ya me di cuenta de que algo se cocía muy gordo y las palabras de mi compañero me decían que era correcto algo pasaba aquí.

-Tendré tus consejos muy presentes pero estoy en un sitio que no conozco mucho y tampoco temo una pelea aunque no quiero provocar alguna sin motivos de peso, guiadme y decidme que hacer para ayudar.

Me tranquilice y pasaron por mi cabeza mil cosas pero sentía que debía de ayudar a mis compañeros de momento, pero tampoco quería meterlos en problema, asique tome una decisión.

-Chicos id vosotros delante yo iré unos pasos por detrás por que yo y la marina no nos llevamos muy bien aunque no toméis ninguna idea preconcebida solo esque no estoy muy seguro después de que hayas dicho que son corruptos la mayoría.

Después  de decir esto me escurrí la ropa como pude y posicione mi macuto y mis katanas me las ceñí para que no hubiera ninguna distracción en mi camino. Aquella biblioteca era maravillosa aunque tenia un aspecto caótico con el cielo ennegrecido y las parpadeantes luces de la tormenta, aquel tiempo era de perro como se solía decir y era una tortura para escuchar y sin hablar de la inundación de repiqueteos que inundaba la habitación. Hice una señal de aprobado cuando termine de ceñirme las katanas y me posiciones para estar listo y emprender la marcha.

Estaba ahí en medio de la terraza da la biblioteca, empapándome con la lluvia y esperando la respuesta de mis acompañantes, no los iba a obligar a meterse en un asunto turbio, pero nunca venia mal tener a alguien que me cubriera las espaldas. Yato se ofreció a venir conmigo y sugirió buscar la ruta mas rápida, Lupin por su parte quería ir unos pasos por detrás, parecía que no quería encontrarse de cara con los marines, pensaba que la guardia de la cuidad pertenecía a la marina, pero no era así.

- Bien, por lo que veo ambos estáis conmigo. No te preocupes por los marines, Mianna es un gobierno independiente del Gobierno Mundial, aquí no te encontrarás con ninguno, solamente con la guardia de la isla. - Dije para quitarle una preocupación a mi compañero.

Dicho ésto rápidamente corrí hasta estar a un par de metros por detrás de ellos. Mi cuerpo se empezó a transformar cubriendo mi piel con una serie de escamas cuyos tonos iban del gris al negro azulado de las escamas mas gruesas, de la parte trasera de mi cintura salía una larga cola (menos mal que reforcé el elástico de los pantalones) y en mis omóplatos se formaron un par de bultos que crecieron hasta transformarse en dos majestuosas alas con la membrana de color cobalto. Acto seguido me lancé hacia delante corriendo y agarré a cada uno de ellos del tronco, manteniéndolos entre mis brazos para que no se cayeran.

- Será mejor que os preparéis, el viaje será corto pero movidito, or recomiendo que os abstengáis de gritar o patalear si no queréis que nos descubran. - Dije mientras corría al borde de la terraza y saltaba al vacío.

Mis alas se extendieron en medio del aire para comenzar a planear hacia abajo, me era difícil mantener un vuelo firme con el viento de la tormenta, pero en unos pocos segundos llegaría abajo. Podía ver el puerto de carga, las olas chocaban contra los rompientes y los barcos se agitaban por el temporal, en medio del puerto, entre cajas de mercancía y contenedores se podía ver las siluetas de dos personas encapuchadas, una mas alta que la otra, seguramente dos de las tres personas que vimos antes.

- Os soltaré encima de esos contenedores de ahí, desde esa posición podremos ver la situación - dije justo antes de aterrizar.

Off:

Me prepare para hacer mi movimiento, pues nos dirigíamos al puerto comercial como bien deduje, Vladimir por su parte quería ir por más despacio pues por lo que dijo no se llevaba bien con la marina, lo cual me pareció un poco extraño, pues desde que lo conocí en la calle hacia un rato me pareció un cazador de recompensas y me resultaba extraño que se llevase mal con los que le pagaban la recompensa, aunque de todos modos tampoco tenía por qué ir a ayudar pues no le concernía. Por parte de Adam, estaba entusiasmado por empezar “la aventura”, de forma que rápidamente se colocó detrás de nosotros.

Que pretende hacer este ahora- pensé mientras vi como comenzaba a transformarse en algo que no había visto antes en él- será el poder de su akuma.

Adam nos agarro por el tronco a Vladimir y nos advirtió de que iba a ser un viaje movidito, de esta forma me pude imaginar lo que venía después, volar, una cosa que nunca había hecho y le entusiasmaba la idea, pero teniendo una tormenta como la que había no me parecía buena idea, pero viniendo de Adam me esperaba casi cosas peores. Tras unos momentos de vuelo en el que no estuvimos muy estables en ningún momento, Adam nos dijo que nos soltaría enzima de unos contenedores para observar a unas personas encapuchadas que pudimos ver desde el cielo. Acto seguido nos vimos cayendo desde una pequeña altura, primero uno y luego otro.

Según caía me prepara para el impacto y rodar para minimizar el golpe de la caída, aunque no sirvió de mucho ya que el suelo era de pura roca. Me quedé detrás de un contenedor hasta que se me pasó el dolor de pies de la caída, revisándolos para comprobar si me había roto algo.

Bueno no me he roto nada por el momento- pensé mientras me ponía en movimiento para acercarme a los hombres encapuchados escondido y escuchar de lo que hablaban. Una vez encontré un buen sitio en el que no era visto y podía escuchar la conversación, a más o menos a unos 5 metros de ellos, apoyé la mano en el suelo en caso de que necesitase utilizar mi habilidad en cualquier momento.

Cuando empezamos a correr atraves de la tormenta ya encima nuestra me empezaron a decir mis compañeros que me despreocupara de los marines pues eran un gobierno aparte, aquello me agrado y mientras pensaba en lo que iba a hacer vi que Adam se empezaba a transformar y que con las misma nos cogía ami y a Yato en sus patas y nos dejaba a vario metros de nuestro objetivo.

Caí de pie en lo alto de un tejado y sin notar la caída vi como Yato al caer hacia una pirueta para que su peso se distribuyeran pensé si era por hacer la filigrana o por que no aguantaba bien las caídas, bueno mire hacia delante y observe por el filo del tejado y al no observar nada interesante me dirigí a Yato y con la suficiente cadencia para que Adam me escuchara pero para que nadie de lo lejos me oyera.

-Que venimos a hacer, ya empiezo a tener ganas de acabar pronto. La verdad esque tengo ganas de blandir mis katanas por una causa justa.

alce mi cabeza y espere tranquilamente a la respuesta de mis compañeros pues nose si tratábamos de hacer un asalto al poder un desmantelamiento o si solo íbamos  en busca de una pequeña mafia o si siquiera se trataba de una vieja deuda con algún fabricante de esta ciudad. Al terminar de decir mis palabras se empezó a desencadenar la tormenta con mas fuerza me hacia gracia parecía haber semejanza entre la cercanía de nuestro objetivo y la fuerza de las tormentas.

OFF rol:

Tras colocarme en mi posición vi como Vladimir se colocaba también a mi lado, en cambio Adam se quedó más atrás por algún motivo que yo por ahora desconocía, deje de prestar ayuda a mis compañeros y me concentré en escuchar la conversación de los hombres que tenía delante de mí, uno de ellos era significativamente más alto que el otro, tras centrar toda la atención en esos hombres, aunque apenas oí nada, pude entenderles algunas frases:

- Gracias por la ayuda, estos planos de armas serán de mucha ayuda a la revolución. - Dijo el sujeto de menor estatura.

- No hay de que, el pago merecía el riesgo,…- Dijo el de mayor estatura.

- ¿En medio de la tormenta?, estás loco – Protestó el más bajo.

No pude oír más sobre la conversación, tras unos momentos de espera a ver si conseguía escuchar algo más, lo único que pude oír fue un disparo desde la lejanía y el correspondiente impacto pero a unos metros en el suelo detrás de Vladimir y de mí, en cuanto levante la vista pude ver de forma muy borrosa a Adam sobre un contenedor en una postura como si hubiese golpeado en la superficie donde estaba pisándolo, y fijándome mucho pude ver como debajo de Adam pude ver a un persona muy bien camuflada antes de que se moviese. “Así que eran tres, menos mal que estaba Adam atrás si no se quien hubiese muerto hoy aquí” pensé mientras soltaba un suspiro de alivio.

Rápidamente me volví a girar hacia los hombres a los que estábamos espiando, apoyé las manos sobre él las rocas del suelo y con mi habilidad cree una cadena de unos 10 metros con cada mano, corrí hacia estos hombres y lance las cadenas a la vez con un movimiento rápido de los brazos desde atrás hacia adelante., las cadenas se movieron rápidamente a mis movimientos, los hombres sorprendidos por lo que acababan de ver y por lo extraño de la situación no tuvieron tiempo de reaccionar y las cadenas se les colocaron alrededor del cuello, una vez vi que estaban sujetas tiré de ellas hacia mí haciendo que los hombres cayesen al suelo boca abajo, y con un pequeño salto me coloque sobre ellos para que no se moviesen ni se levantasen.

-¿Qué creéis que deberíamos hacer con ellos?- les grite a mis compañeros, en busca de opciones posibles, aunque por mí los entregábamos a la marina por lo que habían hecho.

Los acontecimientos ocurrieron rápidamente y para cuando me di cuenta todo había pasado pues yo iba el primero y la situación ocurrió a mis espaldas.

Llevadlos ante la justicia de Mianna. Pero déjame un segundo a un preso.

Me acerque al traficante y le di un puñetazo en la boca y así hasta que respondió a mi pregunta de ¿donde estaban las armas? y ¿quien los mandaba? por lo que me dijo el hombre ya golpeado varias veces por mis puños, eran unos traficantes que abastecían de armamento a una mafia del exterior, según el el armamento estaba en el puerto en unas cajas del sello de la marina y llenas de comida para abastecerlas pero claramente esto era una tapadera pues según lo que me dijo la comida tiene un sobre fondo en el que están las armas.

Ya habéis escuchado cogemos las armas como prueba si os parece correcto.

Al darle las indicaciones a mis compañeros vi como un grupo de tres espadachines se acercaban a nosotros corriendo y no eran amigos ya que gritaban ``Apresad a esos hijos de mala madre, han golpeado a nuestros chicos´´ Cuando los escuche decidí entrar en situación, desenfunde mis katanas y corrí hasta ellos al mas cercano lo degollé al segundo que se aproximaba por mi izquierda le atravesé el abdomen provocandoles una herida mortal pero no instantánea y al tercero con una finta le corte los gemelos pues me tire al suelo pudiendo para su sorpresa hacerle ese ataque. Aunque yo me había llevado dos cortes en mi espalda por hacerle esa finta todo había salido como quería. Lo cogí y lo lleve junto a los encadenados.

Ya tenemos a otro mas y este sabe donde están sus refuerzos por que es el capitán, lo he visto por las calles en el poco tiempo que llevo y daba muchas directrices a sus compañeros. Ahora decid que vamos a hacer y sobre todo tu Adam por que sabes algo mas que nosotros en este tema.

Dicho esto recogí los otros cuerpos y les hice una marca en la que ponía Lupin, para que no culparan a nadie mas que no fuera ami, y me reuní con los demás.

Creo que marchare al puerto a ver ese armamento y que alguien lleve a estos ante la justicia,

Y emprendí camino al puerto con sigilo y tranquilidad para no llamar la atención.

Tras inmovilizar a los 2 hombres antes de que nos atacasen, mientras los sujetaba pude ver como Vladimir me cubría de otros tres cómplices que aun quedaban, con unos movimientos rápidos el chico acabó con ellos, matando a dos de ellos y dejando al otro vivo.

Tras esto nos comentó, que nos encargásemos de ellos como quisiésemos. Por mi parte, deje a Adam que decidiese que haríamos con ellos, tras unas breves instrucciones Adam me indicó que debía hacer con los hombres que había capturado. Por lo que levanté a los hombres encadenados con las manos a la espalda y los acerque hacia donde se encontraba el otro, los senté en el suelo espalda contra espalda los tres y les pase una cadena dejándolos inmovilizados.

-¿Podrías no dejarlas tan apretadas? es que me aprietan en los brazos- me dijo uno de los delincuentes.

-Pues yo no lo noto, asique no tocaré nada- le contesté al hombre con una sonrisa en la cara.

Tras cortar un trozo bastante grande de una de las capas de los delincuentes amordacé a los tres hombres para que no comenzasen a gritar ni engañasen a nadie que pasase por allí. Cuando termine de amordazarles me levanté y vi como Adam y Vladimir inspeccionaban algunos de los contenedores, me acerque hacia donde se encontraban estos y así poder ver lo que habían descubierto, cuando llegue allí vi que en ellos había planos y armas, lo más seguro para una revolución que quisiesen preparar.

-Yo ya terminé con lo que dijiste, asique si no os importa comenzaré a escabullirme como dices hacia la biblioteca para encontrar algún libro- le comente a mis compañeros antes de perderme entre los contenedores.

En cuanto hice esto pude oír como Adam disparó al cielo para llamar la atención de los guardias que se encontrasen cerca, al poco tiempo y una vez todos escondidos vimos como llegaron un escuadrón de guardias los cuales según iban a empezar a desatarlos recibieron órdenes de detenerse, pues el superior había visto los contenedores abiertos y se imagino lo que estaba pasado.