Desafiando a un Dios(Privado: Zaraki ;Kain, el brujo del Norte)

En su tour por las diferentes islas del North Blue en busca de piratas ,Zaraki aún no sabe como acabó en aquella extraña isla, Galuna. Una isla llena de bosques tan diferentes unos de otros que el simple hecho de cruzar de uno a otro te hacía creer que estabas cambiando de isla. Acabó como siempre, en una taberna local , pues la cerveza era su perdición. Como siempre también , se dirigió a la zona mas oscura del local . Preferia estar solo , y pensar en sus cosas , mientras decidía cuál sería su próximo paso. Cuando el tabernero se acercó con la jarra de cerveza , Zaraki le preguntó por la presencia de piratas en la isla, y parecía que no había gran cosa por el lugar. Visiblemente decepcionado , se dispuso a abandonar la taberna , no sin antes comprar provisiones pues recordaba ciertos lugares en los que se había visto obligado a buscar su propia comida , y no quería volver a pasar por esa traumática experiencia.Al salir , el sol le golpeó en la cara ,pero había una brisa agradable, con lo que tras acostumbrar un poco su vista , se sintió muy a gusto con el clima -En esta isla no hace tanto calor como en las dos últimas -pensó , recordando aventuras pasadas.
Sin más ,decidió dirigirse hacia el bosque más cercano , al norte del lugar en el que se encontraba , bastante al suroeste de la isla , como pudo observar al dirigir su vista hacia los acantilados.Había escuchado ciertos rumores de una peligrosa montaña al norte , deshabitada por las creencias populares sobre espíritus o algo similar. Obviamente, eso en vez de ahuyentarlo , no hizo más que captar su atención , y ya que no había indicios de la presencia de piratas , decidió que podría haber algo interesante en aquella montaña...

Galuna no era la isla favorita de Kaín. Pese a estar en el North Blue, su clima no era muy frío, y el calor no agradaba especialmente al peliblanco.

Se encontraba tomando un zumo de naranja en una taberna (aunque había tenido que romperle la nariz a un hombre que se rió de el al pedirlo para que se lo sirvieran), observando, como solía hacer, a la gente de la taberna. A veces en aquellos lugares aleatorios se encontraban cosas curiosas. Pero al parecer se había equivocado de taberna, de isla o de día, porque nada llamó su atención. Salió de la taberna con paso calmado justo por detrás de un hombre medianamente curtido. No le prestó demasiada atención hasta que vio que se dirigía hacia el bosque en dirección norte. Kaín estaba seguro de que ese hombre debía de conocer las leyendas sobre la montaña del norte, pues era lo primero de lo que se enteraban los forasteros al pisar la isla. O el forastero era un empanado y no se había enterado de nada... o estaba lo bastante loco como para ir a comprobar cuan cierta era la leyenda de la montaña. Kaín, invadido por la curiosidad, comenzó a seguir al hombre a una distancia considerable, utilizando su haki para sentir su presencia y tratando de mantenerse siempre fuera de su rango de visión. Hacía tiempo que el cazador no seguía a nadie de aquella manera, pero la curiosidad venció a su prudencia, y continuó siguiendo al hombre. Por suerte, el primer tramo de selva era bastante denso y oscuro, por lo que sus ropas negras le ayudaban a camuflarse. Por si acaso, el cazador se quitó la corbata roja y se la guardó en un bolsillo, por si le delataba el rojo entre tanto verde y oscuro.

Llevaba un rato caminando , sin tener que desviarse demasiado de su objetivo, recto , hacia el norte, con la sola idea de aventuras en su cabeza. Se encontraba en un denso bosque , que dificultaba la visión.Sabía que si apuraba el paso , podría llegar a su destino en dos o a lo sumo 3 días. De repente, algo le hizo estremecerse, se sentía vigilado. Giró en todas direcciones, pero no pudo ver nada más que verde por todos lados.-Imaginaciones mías-se dijo, sacudiendo la cabeza. No aminoró el paso , sino que lo apuró aun más, en parte por haberse permitido para a observar los alrededores, en parte porque no estaba del todo convencido de que hubiesen sido imaginaciones suyas.-En fin-suspiró, continuando su viaje.Sin embargo , al poco tiempo , algo no demasiado lejos , a su espalda, produjo un leve ruído. Zaraki tenía un oído bastante entrenado , así que esta vez estaba completamente seguro de que había algo o alguien siguiéndolo. Decidió continuar pues a lo lejos se veía un claro , allí su perseguidor tendría que revelarse o bien desistir en su tarea. Al llegar al claro , observó de nuevo a su alrededor. Nada. Era obvio que su misterioso compañero no iba a revelarse fácilmente. Seguramente se encontraba tras algunos arbustos cercanos , pero no tenía pensado pararse a comprobarlo. Avanzó hacia el claro , y lo cruzó sin ningún tipo de problema. Siguió avanzando , esta vez por un bosque algo menos denso , pero con el problema añadido de que empezaba a añochecer. -Un par de horas más de y me tomaré un descanso. Parece que mi perseguidor ha desistido - pensó. Siguió como dijo durante aproximadamente dos horas, y se preparó para descansar. Decidió no hacer una hoguera esta vez, pues en anteriores ocasiones no había hecho más que alertar de su posición a los acechadores, y en este caso era probable que alguien lo estuviese siguiendo. No tenía pensado dormir, estaría alerta , pero un buen descanso no le venía mal a sus piernas tras la larga caminata...

Kaín era un cazador, pero no era un experto guardabosques ni mucho menos, por lo que, pese a sus esfuerzos, hacía más ruido del que deseaba. Se dio perfecta cuenta de ello cuando el hombre a quien perseguía se detuvo para mirar atrás. Era obvio que sabía que lo seguían. El hombre aceleró el paso un poco, pero no hizo más. Al principio, en cuanto divisó el claro, Kaín pensó que le iba a tender una emboscada, pero no fue así, por lo que se limitó a seguirlo hasta que el hombre se detuvo y se preparó para descansar. No encendió hoguera, lo que a Kaín le pareció una idea muy inteligente y despertó un poco más su interés por aquel hombre. Su haki le permitió darse cuenta de que no estaba dormido, sino que simplemente descansaba, por lo que rodeó la zona y se situó un poco más al norte del lugar donde había parado a descansar y se tumbó en una rama ancha y algo baja, no alcanzable con la mano desde el suelo pero lo bastante baja como para verse de sobra desde el camino. No tenía intención de dormir el tampoco, así que se limitó a esperar. Si todo iba como el pensaba, el hombre lo vería al poco de reanudar la marcha.

La noche se le hizo eterna al no poder dormir por si su extraño "invitado" era hostil. Mas no sucedió nada de interés salvo los molestos mosquitos y demás insectos que lo rondaban tratando de catar su sangre. Cuando empezaba a clarear un poco , decidió que era el momento de continuar con su plan, rumbo al norte y sin parar hasta el anochecer. En esas estaba cuando finalmente, al girar a comprobar si su perseguidor del día anterior aún rondaba la zona, consiguió ver algo moverse entre las zonas de arbustos y demás. Cansado  de ignorar tal posible peligro , decidió acercarse confiando en que solo fuese un maldito animal. Lo que fuera ese ser no pareció percatarse de que Zaraki al fin lo había descubierto , o no le importó. Cuando ya se encontraba cerca, Zaraki pudo comprobar que se trataba de un hombre. Un hombre bastante alto , desde luego , y en buena forma. Vestido con pantalón y camisa negros, y una extraña corbata roja. El hombre ni se inmutó al ver al espadachín plantado allí observándole. Zaraki estaba evaluando si era una posible amenaza. Tras meditarlo unos segundos , decidió que no parecía hostil, así que le preguntó: -Quien eres y qué motivos tienes para seguirme? No parece que tengas intención de atacarme , pues has tenido oportunidades, y tus esfuerzos en esconderte han sido más bien escasos. Es como si tratases de captar mi atención. Desde luego , lo has conseguido. Podría al menos saber tu nombre?
Se sentó en el suelo sin ninguna prisa, esperando la reacción de aquel extraño sujeto.

Kaín sonrió al ver que por fin había decidido aquel hombre encararse con el. Le sonrió desde su posición, sin moverse siquiera, y comenzó a hablar en su característico tono. Con voz firme pero a un volumen bastante bajo, poco más que un susurro.

-¿Quien soy? No soy nadie, un simple hombre curioso que vaga por esta isla. ¿Por que te sigo? Porque has despertado mi curiosidad. En esta isla todo el mundo advierte a los extranjeros de los terribles peligros que te aguardan si vas a la montaña a la que, si no me equivoco demasiado, tu te diriges. Efectivamente, no me he esforzado demasiado en ocultarme, pues no es algo que se me de bien y si, trato de captar tu atención porque tu has captado la mía. Mi nombre es Kaín.- Dijo descolgándose de la rama y cayendo al suelo de pie, frente a el.- Tengo curiosidad por si eres un loco desinformado o un temerario informado.- Añadió con una sonrisa.- Si no te molesta demasiado,- "Y aunque le moleste", pensó Kaín.- me gustaría acompañarte en tu viaje hacia la montaña...- Se quedó callado haciendo un gesto con la mano, invitando a su interlocutor a darle su nombre.

El hombre al fin decidió responder a las preguntas de Zaraki, en un tono quizá algo burlón , pero al menos había sido sincero a su juicio. Tras meditarlo un poco , Zaraki también decidió presentarse .
-Mi nombre es Zaraki Furokawa. En cuanto a mis motivos por dirigirte a la montaña , soy un temerario , eso es correcto , pero no estaba bien informado . Solo había escuchado ciertos rumores sobre esa montaña , pero no hago caso a todo lo que escucho por ahí , y desde luego me dirijo a comprobarlo.Por último , estaría encantado de tener compañía en esta, por lo que dices, peligrosa misión.-dijo , intentando convencerse a si mismo de que aquello era una buena idea.-Como veo que estás informado, es mejor que hagas tú mismo de guía. Quizá conozcas rutas más seguras. -añadió esperando una respuesta afirmativa. Tanto si decidía acompañarle como si no , Zaraki no estaba dispuesto a perder más tiempo , así que comenzó a caminar, sin tan siquiera esperar la reacción de su probablemente nuevo compañero de aventuras. No podía asegurar que aquello fuese a salir bien , aunque a juzgar por experiencias pasadas, tener a otros al lado fue muy beneficioso, le salvaron la vida en múltiples ocasiones. Tenía un ojo especial para encontrar compañeros con habilidades especiales. Ojalá este hombre también fuese así.

Kaín sonrió al ver que el hombre se presentaba y no se mostraba hostil hacia el. Al parecer era una extraña combinación de las dos opciones que Kaín se había planteado. Aquello le agradó pues, aunque no le gustaba reconocerlo, el también era bastante temerario. Echó a andar al lado de Zaraki mientras movía la cabeza en gesto negativo.

-No va a haber suerte, Zaraki. No conozco más rutas para llegar a la montaña que seguir recto hacia el norte.- Dijo con una sonrisa.- Pero tampoco es algo que me preocupe. Me alegra ver que no eres un lobo solitario de esos que odia la compañía de la gente, pero tengo que advertirte de algo...- Kaín se puso serio un momento.- Los problemas tienden a aparecer ante mi con una frecuencia mayor de lo normal, si tienes miedo o aprecio a tu vida, deberías plantearte el permitirme viajar contigo.- "Aunque tampoco creo que pudieras impedírmelo" pensó el cazador mientras volvía a sonreír.