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Kaín caminaba por las anchas y abarrotadas calles de Loguetown con la mirada calmada y tranquila, sin demasiada prisa pero sin demasiada parsimonia. Pese a su normalidad, la gente se apartaba en cuanto lo veía para dejarle paso. Tal vez por lo dos hombres inconscientes que arrastraba por la ropa con total normalidad. Kaín iba ataviado como siempre, con su camisa, pantalón y botas negras y su corbata y cordones rojos a juego con sus ojos. Aquel día, sin embargo, en lugar de llevar la prótesis en la mano derecha, llevaba puestos los Cestus de Nemea en modo guantelete, pues acababa de capturar a aquellas dos ratas que se ocultaban en unos callejones. Apenas tenían una recompensa que mereciera la pena cobrar, pero el cuartel de la marina estaba allí al lado y al cazador no le venían mal los berries, por pocos que fueran.
Llegó frente a las puertas del enorme cuartel de la marina y, ignorando totalmente a los marines que le pidieron que se detuviera, entró con total calma al edificio y se dirigió a hablar con un oficial que había en la entrada. Lanzó los dos cuerpos inconscientes al suelo y se quedó mirando para el un instante antes de hablar.
-Vengo a cobrar la recompensa por estos dos parias.
Llegó frente a las puertas del enorme cuartel de la marina y, ignorando totalmente a los marines que le pidieron que se detuviera, entró con total calma al edificio y se dirigió a hablar con un oficial que había en la entrada. Lanzó los dos cuerpos inconscientes al suelo y se quedó mirando para el un instante antes de hablar.
-Vengo a cobrar la recompensa por estos dos parias.
Joseph Leto
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Era una tarde tranquila en Loguetown y el joven cabo Joseph Leto estaba al cargo de vigilar la ciudad y cuidar de que los demás cumpliesen con su deber debido a un encargo urgente que llegó desde la sede para todos los rangos superior a Cabo. Al parecer había que salir a buscar a un fugitivo bastante peligroso y por ello había un requisito mínimo de rango, así se aseguraban de que las bajas fuesen las mínimas posibles. El joven vestía de forma informal usando únicamente la chaqueta de su padre que es la única prenda con alguna referencia a la marina ya que por lo general Leto detestaba ir uniformado, le parecía algo exagerado ya que con cumplir con su deber debería bastar para ser considerados buenos marines.
El cabo llevaba a su espalda la gran cruz que usa de arma mientras caminaba hacia la puerta del cuartel para notificar a los que seguían dentro que por el momento no ocurría nada en la ciudad pero algo le hizo cambiar de parecer, una especie de rastro en el suelo que se crea cuando se arrastra algo por el suelo. Sospechando de que algo mal podría estar ocurriendo se preparó para pelear de ser necesario empleando tanto su brazalete como su ametralladora gigante, no podía permitir que las personas hiciesen lo que les viniera en gana si con ello incumplían la ley, sus superiores confiaron en que podría mantener el orden y eso haría. En su mente seguía la eterna guerra de personalidades pero por el momento ninguna desbancaba a la personalidad habitual del cabo por lo que simplemente tenía que concentrarse para poder pelear bien. Se llevó una sorpresa cuando al llegar al cuartel vio a un extraño sujeto dentro del cuartel y dos cuerpos tirados al suelo mientras el sujeto le hablaba a un oficial que había allí solicitando la recompensa de los individuos inconscientes o muertos, de lejos era algo complejo de distinguir.
Joseph caminó tranquilo hasta donde se encontraban todos y dijo – Disculpe señor, ¿podría usted acompañarme para hablar con más calma mientras compruebo lo que se le debe? – El cabo siempre procuraba hablar educadamente con extraños cuando se trataba de trabajo así que su tono era calmado y tranquilo y se quedó mirando al sujeto esperando su respuesta.
El cabo llevaba a su espalda la gran cruz que usa de arma mientras caminaba hacia la puerta del cuartel para notificar a los que seguían dentro que por el momento no ocurría nada en la ciudad pero algo le hizo cambiar de parecer, una especie de rastro en el suelo que se crea cuando se arrastra algo por el suelo. Sospechando de que algo mal podría estar ocurriendo se preparó para pelear de ser necesario empleando tanto su brazalete como su ametralladora gigante, no podía permitir que las personas hiciesen lo que les viniera en gana si con ello incumplían la ley, sus superiores confiaron en que podría mantener el orden y eso haría. En su mente seguía la eterna guerra de personalidades pero por el momento ninguna desbancaba a la personalidad habitual del cabo por lo que simplemente tenía que concentrarse para poder pelear bien. Se llevó una sorpresa cuando al llegar al cuartel vio a un extraño sujeto dentro del cuartel y dos cuerpos tirados al suelo mientras el sujeto le hablaba a un oficial que había allí solicitando la recompensa de los individuos inconscientes o muertos, de lejos era algo complejo de distinguir.
Joseph caminó tranquilo hasta donde se encontraban todos y dijo – Disculpe señor, ¿podría usted acompañarme para hablar con más calma mientras compruebo lo que se le debe? – El cabo siempre procuraba hablar educadamente con extraños cuando se trataba de trabajo así que su tono era calmado y tranquilo y se quedó mirando al sujeto esperando su respuesta.
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Kaín se giró hacia el hombre que acababa de hablarle. Le dio la impresión de que era algo más joven que el. Era cabo, a juzgar por sus galones. El cazador suspiró y asintió con la cabeza.
-Por supuesto que si, solo quiero cobrar la recompensa por estos despojos e irme de aquí.- Dijo con un desprecio mal disimulado hacia el cuartel de la marina. Kaín no solía ser tan irrespetuoso con los marines, pero no le gustaba que lo marearan y se estaba exasperando un poco. Tras decirlo se dio cuenta de lo mal que había sonado, pero tampoco le importó demasiado. El no servía a la marina, así que no dudaría en luchar aun en el medio de un cuartel contra ellos si la ocasión lo requería. Tras pensar un instante Kaín se percató, a raíz de mirar los galones del cabo, de que todos los marines con los que se había cruzado fuera del cuartel tenían esos o más galones. Podía ser una simple coincidencia o algo importante, pero lo primero, antes de ponerse a hacer averiguaciones, era cobrar su parte.
-Por supuesto que si, solo quiero cobrar la recompensa por estos despojos e irme de aquí.- Dijo con un desprecio mal disimulado hacia el cuartel de la marina. Kaín no solía ser tan irrespetuoso con los marines, pero no le gustaba que lo marearan y se estaba exasperando un poco. Tras decirlo se dio cuenta de lo mal que había sonado, pero tampoco le importó demasiado. El no servía a la marina, así que no dudaría en luchar aun en el medio de un cuartel contra ellos si la ocasión lo requería. Tras pensar un instante Kaín se percató, a raíz de mirar los galones del cabo, de que todos los marines con los que se había cruzado fuera del cuartel tenían esos o más galones. Podía ser una simple coincidencia o algo importante, pero lo primero, antes de ponerse a hacer averiguaciones, era cobrar su parte.
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El joven cabo trataba de mantener la calma y tratar al cazador con educación y respeto, de ahí su forma de hablar pero el cazador le respondió con un tono de desprecio y en un mal momento, otra batalla interna había acabado y el ganador resultó ser el narcisista ególatra, una personalidad muy poco conveniente para el día a día y mucho menos para la situación actual. El pelirrojo caminó en silencio pero con una mueca de desagrado en el rostro hasta lo que podría decirse era su despacho, donde se sentó y se colocó sus gafas. Con ellas puestas miró a los dos desgraciados y automáticamente comenzó una búsqueda en la base de datos de los wanted de la marina, algo que de hacerse manualmente duraría horas con este útil aparato apenas tarda minutos.
Diez minutos después salió la información de los sujetos, entre ambos sumaban una recompensa de 5000 :berris2: lo que es muy poco. El cabo se quita las gafas y se levanta caminando hacia una especie de caja fuerte que se encuentra en la pared y saca el dinero que le corresponde al cazador para arrojarlo a la mesa despreocupadamente diciendo – Ahí tienes tu dinero, la próxima vez busca otro cuartel o acabaremos peleando. Detesto a los cazadores que se creen mejores que nosotros y nos hablan con desprecio. Ten en cuenta de que al matar o capturar criminales incurrís en un delito que nosotros ignoramos por el hecho de que nos estáis librando de morralla. – Acto seguido el marine camina directamente hacia los inertes cuerpos de los cautivos y los carga sobre sus hombros en el poco espacio que deja libre la enorme cruz y se encamina a los calabozos a arrojar esa basura en una celda antes de volver a las calles a seguir con su cometido.
Diez minutos después salió la información de los sujetos, entre ambos sumaban una recompensa de 5000 :berris2: lo que es muy poco. El cabo se quita las gafas y se levanta caminando hacia una especie de caja fuerte que se encuentra en la pared y saca el dinero que le corresponde al cazador para arrojarlo a la mesa despreocupadamente diciendo – Ahí tienes tu dinero, la próxima vez busca otro cuartel o acabaremos peleando. Detesto a los cazadores que se creen mejores que nosotros y nos hablan con desprecio. Ten en cuenta de que al matar o capturar criminales incurrís en un delito que nosotros ignoramos por el hecho de que nos estáis librando de morralla. – Acto seguido el marine camina directamente hacia los inertes cuerpos de los cautivos y los carga sobre sus hombros en el poco espacio que deja libre la enorme cruz y se encamina a los calabozos a arrojar esa basura en una celda antes de volver a las calles a seguir con su cometido.
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-Hay en esta habitación otra morralla de la que estaría encantado de librar a la marina.- Añadió Kaín con tono agresivo mientras el cabo cargaba los cadáveres y, al ver que este se encaminaba a los calabozos, se dirigió a las calles de la ciudad. No tardó mucho en comprobar, como había creído ver antes, que, efectivamente, todos los marines de la ciudad eran cabo o rangos superiores. Aquello solo podía significar que alguien fuerte andaba suelto por la isla y quería ahorrar bajas. El gobierno tenía un modo de pensar bastante cuadriculado.
El cazador se dirigió al punto desde donde vería mejor todo lo que sucedía... el pedestal de la ejecución de Gold Roger. Con un par de ágiles movimientos se subió a el y se quedó allí sentado, con las piernas colgando, esperando a que sucediera algo interesante.
El cazador se dirigió al punto desde donde vería mejor todo lo que sucedía... el pedestal de la ejecución de Gold Roger. Con un par de ágiles movimientos se subió a el y se quedó allí sentado, con las piernas colgando, esperando a que sucediera algo interesante.
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El joven cabo estaba harto de tartar con cazadores engreídos que viven sangrando a la marina por hacer un trabajo necesario. Los que más le molestaban eran los que trataban a los marines como simples fuentes de dinero, como si no fuesen personas como ellos y los que insinuaban que un marine era un criminal. Joseph escuchó como el cazador insinuaba que él merecía acabar como la escoria que el cabo se estaba llevando al calabozo. Al volver de los calabozos Joseph vio como el cazador salía del cuartel pero no podía darle mucha importancia, tenía que salir a la calle para seguir con su búsqueda del criminal que está en búsqueda y captura.
Los pasos del pelirrojo lo llevan a la calle a una velocidad medio alta ya que camina rápido sin llegar a correr. En su frente se ve las gafas que había usado previamente, la cual usará para comprobar los lugares más insólitos como barriles y baúles donde podría esconderse una persona. Lo único que tenía claro es que si se encontraba con el cazador acabarían teniendo una pelea, aunque fuera porque eligió un mal día para molestar al marine. Su mirada vagaba por todos los lados en busca del criminal mientras con el den den mushi avisaba a la base para que la mitad de los marines que se habían quedado dentro saliesen a unirse a la búsqueda, el resto debería quedarse por si alguien acudía allí en busca de ayuda. El destino del cabo era la plaza del patíbulo donde se supone que se había visto por última vez al criminal y quería buscar alguna pista o señal que indicara su posible emplazamiento. El marine miraba con detenimiento toda la plaza con la cruz a su espalda pero en lo alto de la torre se encontraba el cazador molesto al cual decidió ignorar para poder centrarse en su búsqueda mientras en su mente vuelve a surgir la batalla de siempre.
Los pasos del pelirrojo lo llevan a la calle a una velocidad medio alta ya que camina rápido sin llegar a correr. En su frente se ve las gafas que había usado previamente, la cual usará para comprobar los lugares más insólitos como barriles y baúles donde podría esconderse una persona. Lo único que tenía claro es que si se encontraba con el cazador acabarían teniendo una pelea, aunque fuera porque eligió un mal día para molestar al marine. Su mirada vagaba por todos los lados en busca del criminal mientras con el den den mushi avisaba a la base para que la mitad de los marines que se habían quedado dentro saliesen a unirse a la búsqueda, el resto debería quedarse por si alguien acudía allí en busca de ayuda. El destino del cabo era la plaza del patíbulo donde se supone que se había visto por última vez al criminal y quería buscar alguna pista o señal que indicara su posible emplazamiento. El marine miraba con detenimiento toda la plaza con la cruz a su espalda pero en lo alto de la torre se encontraba el cazador molesto al cual decidió ignorar para poder centrarse en su búsqueda mientras en su mente vuelve a surgir la batalla de siempre.
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- OFF-ROL:
- En realidad mi pj con lo de limpiar morralla de la marina se refería a ti xddd
Kaín estaba distraído mirando a todos lados, buscando algo interesante que le ayudara a matar el tiempo. Justo cuando creía que aquel sería un día aburrido y que ese criminal no aparecería, vio entrar en la plaza al cabo con el que había hablado en el cuartel de la marina. No le hizo falta más que mirar a su rostro para saber que estaba de un humor perfecto para una pelea, lo cual al cazador le apetecía bastante. Pero en ese instante captó algo por el rabillo del ojo. Tres marines luchaban contra un hombre fornido armado con un martillo de aspecto terrible. El cazador supuso que aquel hombre sería el criminal al que buscaban y, con una sonrisa, aprovechando que el enorme hombre estaba de espaldas a su posición, se impulsó con toda su fuerza, utilizando su Burst para ir aun más rápido, y le asestó una patada en la nuca. El hombre no se desmayó, pero cayó hacia delante y los marines hicieron el resto. Uno de ellos se acercó al cazador para agradecerle su ayuda, pero Kaín le dirigió una mirada de repugnancia tal que el marine se detuvo.
-Os he ayudado a capturar a ese criminal, pero no quiero la recompensa, marine.- El cazador sonrió y señaló con el dedo al marine respondón de la base.- Quiero que me dejéis luchar con ese marine sin meteros en el medio ni estorbarnos.
Kaín no sabía si aquello funcionaría con los marines, pero no perdía nada por probar. Sabía que el solo no podría con todos los marines, así que rezó porque aquello saliera bien.
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- Off-rol:
- Lo sé, eso quise poner pero ahora veo que me lié al redactarlo xD
El joven marine había entrado ya a la plaza y continuaba su camino ajeno a lo que sucedió en la base y al cazador que estaba en lo alto de la plataforma, estaba centrado en su tarea mientras su carácter cambiaba, ahora era una especie de máquina de guerra que solo pensaba en entrar en combate y vencer, no había nada más en su mente salvo el deseo de batalla. No muy lejos de su posición un grupo de marines se enfrentaba a una mole enorme que los tenía muy ocupados pero el albino se metió en la pelea tumbando al gorila y cuando un compañero marine se acercó a él, seguramente para agradecer la ayuda, él le dijo algo que el pelirrojo no pudo entender por la distancia pero sabía que ese gigantón no era el criminal buscado por lo que olvidó lo que vio y empezó a caminar hacia un lado de la plaza para buscar las pistas que vino a investigar.
Como de costumbre portaba su enorme arma a la espalda, el brazalete que oculta cuchillas y los cuchillos que recién recibió de un herrero que conocía como un regalo por su ascenso a cabo y dada la personalidad que porta está listo para desenvainar los cuchillos o coger el enorme arma que tiene a la espalda, lo que vea más cómodo a la hora de la pelea.
Como de costumbre portaba su enorme arma a la espalda, el brazalete que oculta cuchillas y los cuchillos que recién recibió de un herrero que conocía como un regalo por su ascenso a cabo y dada la personalidad que porta está listo para desenvainar los cuchillos o coger el enorme arma que tiene a la espalda, lo que vea más cómodo a la hora de la pelea.
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Kaín se tomó la cara de sorpresa de aquel marine como un rotundo sí, así que se giró solo para descubrir que el cabo ya no estaba donde hacía un instante. El cazador volvió a trepar al patíbulo y, desde allí, localizó al marine. Pero algo en el cazador había cambiado. En aquel golpe había descargado casi toda su frustración contra la marina, así que ahora su interés en el cabo era más bien curiosidad que animadversión. Decidido, el cazador comenzó a seguirlo saltando de tejado en tejado, esperando a ver que hacía, a donde iba, o si, simplemente, sucedía algo interesante a su alrededor.
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El cabo prosiguió con su investigación un poco extrañado por la actitud del cazador y siempre alerta para pelear, algo le decía que muy pronto tendría que pelear, bien contra el criminal o bien contra el cazador que por lo que se escuchaba en los tejados le seguía saltando de uno a otro. El marine no tarda mucho en verse detenido por unos 10 criminales en fila, seguramente bajo las órdenes del buscado para tratar de amedrentarlo a él y con eso al resto del cuerpo de la marina. Lo que no sabían esos criminales es que en ese momento el cabo no temía nada y solo deseaba una excusa para pelear y se la dieron al desenfundar dos pistolas cada uno. El cabo con un ágil movimiento desenfunda su enorme cruz y apunta a los criminales que al ver el arma dijeron – ¿Qué piensa hacer, confesarnos? – Los diez soltaron una fuerte carcajada mientras el pelirrojo apretó el gatillo de su arma comenzando un fusilamiento rápido que dejó los cuerpos inertes de los diez idiotas bocabajo en la calle mientras la sangre brotaba tiñendo las calles de un color carmesí. El marine ignoró los cuerpos y continuó caminando tranquilamente sin darle importancia ni a lo sucedido ni al hecho de que seguía sintiendo que alguien le seguía.
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Kaín observó la matanza con pasividad. Al parecer aquel marine era más peligroso de lo que parecía. Aquello no le cuadraba con como se había controlado dentro del cuartel, así que decidió continuar con la diversión y picar al marine. Pero, tras ver la determinación con la que había asesinado a aquellos maleantes, la curiosidad comenzó a atacar al cazador. Tal vez fuera por que eran débiles, o tal vez estaba loco de remate. No lo sabía, pero iba a descubrirlo.
El cazador se calzó sus botas de Hermes y se ajustó los Cestus de Nemea, aunque no era necesario pues los guanteletes tenían vida propia y se sujetaban a su cuerpo por si mismos, y, con un poderoso salto, recorrió la distancia que lo separaba del marine y aterrizó en la calle, frente a el, a unos cinco metros de distancia, agrietando el pavimento ligeramente. Cuando el polvo se disipó, Kaín alzó un dedo acusador hacia el marine con una sonrisa.
-Cabo, ya me he cansado de observarte vagar sin rumbo. Lucha contra mi aquí y ahora.- El cazador no estaba como para sutilezas, quería probar a aquel marine y a su curiosa arma y aquel era el modo más rápido de hacerlo. Y, si no aceptaba, siempre podía picarlo para que le atacara.
El cazador se calzó sus botas de Hermes y se ajustó los Cestus de Nemea, aunque no era necesario pues los guanteletes tenían vida propia y se sujetaban a su cuerpo por si mismos, y, con un poderoso salto, recorrió la distancia que lo separaba del marine y aterrizó en la calle, frente a el, a unos cinco metros de distancia, agrietando el pavimento ligeramente. Cuando el polvo se disipó, Kaín alzó un dedo acusador hacia el marine con una sonrisa.
-Cabo, ya me he cansado de observarte vagar sin rumbo. Lucha contra mi aquí y ahora.- El cazador no estaba como para sutilezas, quería probar a aquel marine y a su curiosa arma y aquel era el modo más rápido de hacerlo. Y, si no aceptaba, siempre podía picarlo para que le atacara.
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El cabo seguía caminando en busca del criminal, quería arrestarlo cuanto antes para poder descansar de una vez y no tener que estar andando por toda la ciudad en busca de un sujeto que le apeteció hacer lo que le viniera en gana sin tener en cuenta las leyes y las consecuencias de sus actos, y para colmo tenía una extraña sensación de vigilancia que no dejaba de molestarle. Hace poco tuvo que librarse de escoria que creía poder detenerlo pero eso no calmó sus ánimos, solo hizo que estuviera aún más molesto y cabreado. Sus pasos tranquilos lo llevaban tras lo que podría ser el rastro del criminal ya que habían muchos destrozos por la zona pero algo, mejor dicho alguien le interrumpió en su tarea. El cazador cayó de repente frente al marine agrietando el suelo para después de levantarse señalar al cabo pelirrojo y decir – Cabo, ya me he cansado de observarte vagar sin rumbo. Lucha contra mi aquí y ahora. – El cabo no quería enfrentarse a un cazador teniendo trabajo, en otro momento hubiese disparado en el acto pero en estos momentos aún sigue teniendo la obligación propia de cumplir con su deber por lo que simplemente dijo – No tengo ni tiempo ni ganas de pelear inútilmente así que por favor apártate de mi camino y no me molestes. – Y sin siquiera esperar una respuesta del cazador se dio media vuelta para buscar un camino alternativo a esa calle para poder evitar al cazador que le molestaba.
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Aquellas palabras decepcionaron a Kaín. Estaba seguro por el sadismo que acababa de mostrar que aquel hombre adoraba matar, pero parecía demasiado comprometido con su trabajo de perro como para dejar vía libre a sus instintos. Mientras el hombre se giraba, Kaín bufó despectivamente.
-Y yo que por un instante había creído que eras algo más que un cabo, que un perro del gobierno mundial. Por un momento creí ver un hombre tras esa correa y ese bozal, pero parece que me equivocaba... No tengo interés en un cachorro obediente al que aun no le han salido los colmillos... tal vez cuando hayas crecido y aprendido a pensar por ti mismo vuelva a visitarte... si es que algún día te quitas la correa y el bozal.- Escupió a un lado en señal de desprecio, se giró y echó a andar, decepcionado y frustrado por la reacción del cabo.
-Y yo que por un instante había creído que eras algo más que un cabo, que un perro del gobierno mundial. Por un momento creí ver un hombre tras esa correa y ese bozal, pero parece que me equivocaba... No tengo interés en un cachorro obediente al que aun no le han salido los colmillos... tal vez cuando hayas crecido y aprendido a pensar por ti mismo vuelva a visitarte... si es que algún día te quitas la correa y el bozal.- Escupió a un lado en señal de desprecio, se giró y echó a andar, decepcionado y frustrado por la reacción del cabo.
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El cabo estaba caminando tranquilamente para buscar su presa cuando el cazador soltó un desafortunado discurso diciendo Y yo que por un instante había creído que eras algo más que un cabo, que un perro del gobierno mundial. Por un momento creí ver un hombre tras esa correa y ese bozal, pero parece que me equivocaba... No tengo interés en un cachorro obediente al que aun no le han salido los colmillos... tal vez cuando hayas crecido y aprendido a pensar por ti mismo vuelva a visitarte... si es que algún día te quitas la correa y el bozal. El pelirrojo se detuvo en el instante dominado por el mayor impulso que tiene con la personalidad actual, la pelea, no necesitaba ya un motivo, solo quería pelea y cuanto más difícil mejor. Sin dudar se dio la vuelta alzando el enorme arma que porta y disparó una ráfaga de aproximadamente 75 proyectiles abarcando una gran área que rodeaba al cazador que se había girado así como incluía el área en el que estaba, ya no importaba que no fuese un criminal, ahora no era la parte marine la que controlaba las acciones de Joseph, era una de sus personalidades más crueles y despiadadas. Sin esperar al resultado del ataque adoptó ya una posición defensiva con el arma cubriendo su cuerpo.
Disparo de furia[ADD]
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Kaín sintió la amenaza del cabo antes de que este comenzara a atacar, lo que le dio tiempo a girarse y ver que sucedía con claridad. El cabo, con su enorme arma, lanzó una descontrolada ráfaga de balas hacia el. Kaín tenía ganas de divertirse así que gritó "Tekkai" y activó su haki armadura mientras se quedaba inmóvil. Más una bala se coló antes de que levantara sus defensas rozando su costado izquierdo. La mayoría de las balas pasaron silbando a su lado, y las pocas que impactaron contra su cuerpo rebotaron contra su haki. Al parecer había lanzado una ráfaga muy dispersa, lo cual Kaín agradeció, pues sino más balas habrían pasado su bloqueo.
-Eso ya está mejor, cabo... ¡Enséñame esos colmillos!-Dijo con una sonrisa mientras flexionaba las rodillas y pronunciaba la palabra "Soru" mientras utilizaba su Burst, técnica similar, para acercarse a toda velocidad de frente hacia el cabo y asestarle un golpe en el pecho con la palma de la mano.
Golpe de Palma (AIF)
-Eso ya está mejor, cabo... ¡Enséñame esos colmillos!-Dijo con una sonrisa mientras flexionaba las rodillas y pronunciaba la palabra "Soru" mientras utilizaba su Burst, técnica similar, para acercarse a toda velocidad de frente hacia el cabo y asestarle un golpe en el pecho con la palma de la mano.
Golpe de Palma (AIF)
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El pelirrojo después de disparar apoyó su arma en el suelo a su derecha viendo como el sujeto se las apañaba para reducir el daño al mínimo, algo muy complicado de hacer cuando se trata de proyectiles disparados a una velocidad tan alta. Eso ya está mejor, cabo... ¡Enséñame esos colmillos! Dijo el peliblanco flexionaba sus rodillas y luego desaparecía por completo. A esa velocidad no le daría tiempo al marine a interponer el arma en la trayectoria del cazador que seguramente lo atacaría. Instintivamente Joseph creó una barrera justo enfrente suya y un segundo después el peliblanco lo golpeó a la altura del pecho pero impactando contra la barrera. Ahora el marine tenía que pensar en si usar la cruz o el brazalete para pelear de forma más veloz y visto lo visto la velocidad sería clave así que la decisión fue usar las garras.
El pelirrojo apoyó la cruz en la pared de su izquierda y se lanzó hacia el peliblanco con un fuerte impulso de sus piernas lanzando una serie de golpes con ambos brazos activando el brazalete de su brazo derecho para sacar las cuchillas tratando de desgarrarle parte del torso.
Combo cortante[AF]
El pelirrojo apoyó la cruz en la pared de su izquierda y se lanzó hacia el peliblanco con un fuerte impulso de sus piernas lanzando una serie de golpes con ambos brazos activando el brazalete de su brazo derecho para sacar las cuchillas tratando de desgarrarle parte del torso.
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Al parecer su enemigo no había visto nunca ni oído hablar de la Cipher Pol, pues no reconoció las técnicas de estos por su nombre, por lo que Kaín decidió dejar de fingir eso. Justo en el momento en que su palma impactó, el cazador se percató de que no estaba golpeando al cabo, pues su ropa ni siquiera se movió un ápice. Había utilizado algún truco o poder para detener el ataque. Mientras el cazador le daba vueltas a eso, su enemigo apoyó su arma en la pared y se lanzó contra el mientras de un brazalete en su brazo derecho salían unas garras metálicas. Kaín pensó en lo fácil que sería poner fin al combate en aquel preciso instante, pero quería divertirse un poco con el marine, por lo que desechó su idea original y se cubrió el torso y cabeza con los brazos mientras activaba el haki armadura. Los golpes del marine eran bastante precisos, pero su fuerza no atravesaba el haki del cazador ni por asomo. La diferencia de poder entre ellos era demasiado grande.
El cazador quería saber que era lo que había utilizado su enemigo para detener su ataque así que, en cuanto el combo de su enemigo terminó, dio un paso atrás y armó el puño mientras un viento huracanado lo rodeaba de pronto, envolviendolo en un pequeño tornado en apenas un instante. Entonces el cazador descargó el puño hacia el frente y el tornado salió disparado desde su puño hacia delante, pero en lugar de lanzarlo concentrado como de costumbre, Kaín lo lanzó algo más disperso, de modo que su poder se redujo un poco pero pasó a ocupar toda la calle. Su objetivo era doble. Por un lado, forzar a su enemigo a volver a utilizar ese poder, pues no podría esquivar un ataque que ocupaba toda la calle sin volar, y por otro, alejar con el poderoso viento la que creía que era el arma principal del marine, aquella enorme cruz que disparaba.
-¡Death Winds! (AF)
El cazador quería saber que era lo que había utilizado su enemigo para detener su ataque así que, en cuanto el combo de su enemigo terminó, dio un paso atrás y armó el puño mientras un viento huracanado lo rodeaba de pronto, envolviendolo en un pequeño tornado en apenas un instante. Entonces el cazador descargó el puño hacia el frente y el tornado salió disparado desde su puño hacia delante, pero en lugar de lanzarlo concentrado como de costumbre, Kaín lo lanzó algo más disperso, de modo que su poder se redujo un poco pero pasó a ocupar toda la calle. Su objetivo era doble. Por un lado, forzar a su enemigo a volver a utilizar ese poder, pues no podría esquivar un ataque que ocupaba toda la calle sin volar, y por otro, alejar con el poderoso viento la que creía que era el arma principal del marine, aquella enorme cruz que disparaba.
-¡Death Winds! (AF)
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Akuma no mi
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Se veía con claridad que el peliblanco estaba a un nivel superior al del cabo, ninguno de los ataques del pelirrojo fueron útiles pese a su precisión a la hora de golpear, algo que mosqueó al marine que debido a su actual personalidad no iba a detenerse, iba a pelear hasta que no pudiese más solo con el fin de descubrir el truco o habilidad que usó el cazador para salir ileso de su ofensiva. El marine retrocedió dos pasos mientras el peliblanco retrocedía uno y su puño empezaba a rodearse de viento en lo que parecía ser un tornado concentrado. Eso no podía ser bueno para el marine que ya desconfiaba de lo que podría causar dicho viento pero se mantuvo firme ya que debía proteger a la gente y si se echaba atrás en un combate de uno contra estaría admitiendo que no tenía agallas para cumplir con su deber, y lo que era peor para su actual personalidad, se vería como un auténtico cobarde.
La mirada del marine era seria y su mente estaba concentrada al 100% en el combate por lo que en el momento en el que el peliblanco lanzó un puñetazo con la mano que estaba rodeada de viento el cabo creó una barrera que ocupaba casi todo el callejón por lo que se escuchaba al viento pasar entre la pared y la barrera. Con eso logró salir ileso del ataque pero por desgracia su arma más importante a nivel personal se fue volando debido al viento que pasó por el hueco que quedaba, algo que molestó bastante a Joseph. Ahora no le quedaba más remedio que pelear a puño ya que pese a saber que no conseguiría nada su orgullo le impedía rendirse antes de descubrir el secreto del cazador. Nuevamente se lanza veloz hacia el peliblanco y volvió a atacar de la misma manera pero con golpes más rápidos y menos fuertes esperando que al menos aumentando la velocidad pudiera dañarlo ligeramente.
La mirada del marine era seria y su mente estaba concentrada al 100% en el combate por lo que en el momento en el que el peliblanco lanzó un puñetazo con la mano que estaba rodeada de viento el cabo creó una barrera que ocupaba casi todo el callejón por lo que se escuchaba al viento pasar entre la pared y la barrera. Con eso logró salir ileso del ataque pero por desgracia su arma más importante a nivel personal se fue volando debido al viento que pasó por el hueco que quedaba, algo que molestó bastante a Joseph. Ahora no le quedaba más remedio que pelear a puño ya que pese a saber que no conseguiría nada su orgullo le impedía rendirse antes de descubrir el secreto del cazador. Nuevamente se lanza veloz hacia el peliblanco y volvió a atacar de la misma manera pero con golpes más rápidos y menos fuertes esperando que al menos aumentando la velocidad pudiera dañarlo ligeramente.
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Akuma no mi
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Kaín pudo ver, esta vez con mucha mayor claridad, como a un gesto del cabo, algo bloqueaba la gran mayoría del ataque de viento. Pero la defensa de su enemigo no impidió que parte del ataque se colara por los lados del callejón y mandara volando su arma. Ahora lo tenía claro. Aquel marine era usuario de una akuma no mi. Algo relacionado con el viento, las barreras, o algo invisible. El cazador vio venir el ataque del marine y se dispuso a defenderse del mismo modo que antes, pero los dos primeros golpes, debido tal vez a un exceso de confianza, lo pillaron desprevenido y Kaín encajó un golpe en el costado donde le había rozado la bala y un corte superficial con las garras en el centro del pecho antes de poder activar su haki. Bloqueó el resto de golpes y retrocedió, algo molesto.
-Eso está mucho mejor, ahora te pareces un poco más a un lobo y menos a un cachorro. Hasta me has hecho sangrar una segunda vez.- Dijo pasando un dedo por su herida y mirando su sangre. Hacía tiempo que no la veía y aquello le hizo sentir bien.- Me lo he pasado muy bien, apuntas maneras, cabo, pero ya hemos jugado bastante. A ver que tal lo haces frente a esto.
Kaín sacó del bolsillo una pastilla y se la tragó. Era un regenerador celular para sanar más rápido sus heridas. Mientras hacía efecto, relajó los brazos mientras sopesaba sus posibilidades. Quería ver hasta donde era capaz de llegar el cabo, pero sin matarlo. Se arrodilló y apoyó un puño en el suelo mientras su cuerpo comenzaba a emanar un extraño humo rojizo.
-Point One... Flurry- El cazador salió disparado hacia el cabo utilizando su habilidad de desplazamiento rápido y descargó una patada directa contra su pecho con la intención de lanzarlo hacia atrás con gran fuerza.
¡Burst Arrow!(+ Haki armadura 1) (AF)
-Eso está mucho mejor, ahora te pareces un poco más a un lobo y menos a un cachorro. Hasta me has hecho sangrar una segunda vez.- Dijo pasando un dedo por su herida y mirando su sangre. Hacía tiempo que no la veía y aquello le hizo sentir bien.- Me lo he pasado muy bien, apuntas maneras, cabo, pero ya hemos jugado bastante. A ver que tal lo haces frente a esto.
Kaín sacó del bolsillo una pastilla y se la tragó. Era un regenerador celular para sanar más rápido sus heridas. Mientras hacía efecto, relajó los brazos mientras sopesaba sus posibilidades. Quería ver hasta donde era capaz de llegar el cabo, pero sin matarlo. Se arrodilló y apoyó un puño en el suelo mientras su cuerpo comenzaba a emanar un extraño humo rojizo.
-Point One... Flurry- El cazador salió disparado hacia el cabo utilizando su habilidad de desplazamiento rápido y descargó una patada directa contra su pecho con la intención de lanzarlo hacia atrás con gran fuerza.
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Joseph Leto
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El joven pelirrojo se encontraba frente a un rival que claramente le superaba en fuerza. El cabo ya estaba empezando a cansarse por la pelea y aún tenía que acabar con su trabajo pero no podría hacerlo hasta librarse del peliblanco. Su mirada se volvía cada vez más la de un animal enfurecido y la tensión provocó un cambio de personalidad en el joven, ahora había salido su lado más sanguinario y cruel, la personalidad psicópata que solo aparecía cuando Joseph empezaba a cansarse y a sentir presión al mismo tiempo. El peliblanco le provocó aún más con sus palabras, las cuales solo eran recordadas mientras las personalidades se peleaban, pero una vez el psicópata tomó el control las palabras quedaron en el olvido. Ahora el cabo miraba al joven peliblanco como si fuese un trozo de carne a trinchar por lo que se lleva las garras a la boca y las lame. Bajo su ropa cuelgan los ojos de su hermana que siempre le acompañan y siempre le dan fuerza para seguir adelante.
El cazador sacó algo del bolsillo y se lo introdujo en la boca pero al marine eso le importaba poco. Le daba igual lo que pudiera ser, lo único que quería era descuartizar al peliblanco que ahora emanaba un extraño humo rojo. El cazador desapareció de golpe por lo que el marine inconscientemente levantó una barrera delante de él para protegerse. Sin embargo y por alguna extraña razón notó un fuerte golpe en el pecho que lo mandó volando unos tres metros hacia atrás provocando que cayera al suelo. A parte del dolor y la sensación de tener un par de costillas rotas el golpe le hizo un favor acercándole a su enorme cruz. Era hora de contraatacar por lo que con dificultad y dolor el pelirrojo se levantó y escupió un poco de sangre como consecuencia del golpe. Leto caminó a tumbos hacia su arma para recogerla y con dificultad apuntar al cazador mientras decía Maldito, no sabía que pudieras usar el Haki. Pero esa patada me ayudó a recuperar mi arma y ahora estoy furioso. El cabo sin dudarlo activó el brazo ciborg que empezó a cargar el arma de electricidad y a la vez apretó el gatillo, disparando así una gran ráfaga de balas cargadas eléctricamente concentradas en el cuerpo del cazador.
Thunder bullets[AF]
El cazador sacó algo del bolsillo y se lo introdujo en la boca pero al marine eso le importaba poco. Le daba igual lo que pudiera ser, lo único que quería era descuartizar al peliblanco que ahora emanaba un extraño humo rojo. El cazador desapareció de golpe por lo que el marine inconscientemente levantó una barrera delante de él para protegerse. Sin embargo y por alguna extraña razón notó un fuerte golpe en el pecho que lo mandó volando unos tres metros hacia atrás provocando que cayera al suelo. A parte del dolor y la sensación de tener un par de costillas rotas el golpe le hizo un favor acercándole a su enorme cruz. Era hora de contraatacar por lo que con dificultad y dolor el pelirrojo se levantó y escupió un poco de sangre como consecuencia del golpe. Leto caminó a tumbos hacia su arma para recogerla y con dificultad apuntar al cazador mientras decía Maldito, no sabía que pudieras usar el Haki. Pero esa patada me ayudó a recuperar mi arma y ahora estoy furioso. El cabo sin dudarlo activó el brazo ciborg que empezó a cargar el arma de electricidad y a la vez apretó el gatillo, disparando así una gran ráfaga de balas cargadas eléctricamente concentradas en el cuerpo del cazador.
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