Reto Lobo vs Gyojin I - Drake vs Hao Lao

Límite de tiempo: Sin límite de tiempo

Escenario: Cactus Island es una isla con varias montañas con forma de cactus, con las espigas que en realidad son lápidas. Estas montañas no fueron exploradas completamente, por lo que no se sabe cómo se pueden subir estas montañas. Antiguamente fue conocida como "Isla Saboten". Esta ciudad da la bienvenida a los piratas, les da de comer y celebra su llegada. Primera isla que da a la bienvenida a los llegados a Grand Line.


Turnos: Drake - Hao Lao - Drake - Hao Lao...

Condiciones: - El reto será a Ko.
- Si Drake gana se lleva 1500 de exp y si pierde 750. En caso de empate 800.
- El escenario no deberá favorecer a ninguno.
- Si Drake vence no le entregaría ni nada parecido, solo es cuestión de honor.
- El reto no tiene saltos de turnos.
- Si Drake gana llamará ligeramente la atención de Krabbo
- Si Drake vence no solo llamará ligeramente la atención de Krabbo, sino que tal vez envíe a alguien de su tripulación contra él.

Los pasos del chico lobo avanzaban por aquel lugar, estaba en Cactus Island, no era la primera vez que estaba allí, la última vez era un criminal y un asesino. Ahora era un simple luchador que se dedicaba a buscar el método de eliminar a la marina y al gobierno mundial, al ser su líder un Shichibukai, no podía hacer nada malo o su líder perdería su puesto. Por eso estaba pensando en tomar una segunda identidad para poder eliminar lentamente a los demás marines que había en la marina. Mientras caminaba observaba las colinas, lugar donde estuvo con Abyss y donde conoció a la pantera Iku. Su mirada estaba fija es las tumbas que allí había, sabía de sobra que en aquel lugar los piratas eran conocidos y ayudados, pero era algo que le daba lo mismo. El chico se dirigía ahora a entrenar a un pequeño césped en mitad del bosque. Nada más llegar se puso a hacer abdominales. Había escuchado un rumor en el que se había interesado bastante y ahora era momento de aprovechar la información de la que disponía sobre lo que estaba a punto de pasar.

Según tenía entendido, existía un Shichibukai Gyojin que era tremendamente fuerte, o eso había escuchado al menos. Su objetivo era claro, quería llegar hasta los oídos de aquel tipo y sabía muy bien como. Había escuchado rumores de que uno de sus hombres iba a pasar por esa isla. Pensaba retarle y derrotarle para mostrar que el ser más fuerte no era el Shichibukai. Esperaba al menos que el tipo del que había oído hablar fuera amistoso o algo así, esperaba que pasara por el bosque, pues era el mejor terreno para pelear. El chico lobo sabía lo que hacía, entendía y respetaba que en esa tripulación se encontraban muchos de los mejores piratas del mundo y siendo Gyojines serían mucho más fuertes. Además estaba buscándole las cosquillas.

Llevaba su pantalón negro, en su espalda la guadaña y en sus manos los guanteletes de acero con el pincho en el nudillo. En su cinturón enganchados sus nunchakus de titanio negros y sus botas negras. No llevaba camiseta, dejando ver su poderoso cuerpo, sus pectorales desarrollados y fornidos y sus brazos fuertes y gruesos, ahora solo quedaba esperar a que aquel tipo apareciera. Esperaba que no fuera ningún asesino de mala hostia ni nada parecido o debería usar toda su fuerza asesina.

Una figura caminaba en silencio por aquel pueblo. Era una sombra alta, ataviada con ropa oscura con un estilo que recordaba al exótico y lejano país de Wano, la tierra de los samurais. Una túnica larga, negra, y pantalones de lino negros a juego. También llevaba una correa con cinco pequeñas calabazas de color claro, marcadas con una serie de kanjis. A su movimiento, dejaban escapar un sonido que denotaba que en su interior había algún tipo de líquido. Llevaba unos zuecos de madera que resonaban cuando daba un paso, haciendo eco en la calle desierta. A su espalda, cruzadas, llevaba dos espadas. Dos espadas a dos manos, enormes para cualquier persona normal, pero de un tamaño más que aceptable para aquella figura, que refulgían bajo la luz del sol de la tarde con un tono dorado. Pero lo más destacable de la figura era, sin duda, su enorme protuberancia en la espalda, cubierta con las telas oscuras. Al pasar al lado de una de las casas, se veía como aquel ser superaba en altura el portal, y si hubiera querido entrar hubiera tenido que agacharse. Pero no entró en el edificio. Tenía asuntos más importantes que atender, más allá del pueblo, en las colinas cactus. La figura alzó la vista, viendo ante ella las figuras de los cactus, la principal característica de aquella isla del principio del Grand Line. Aquellos cactus no eran si no enormes colinas redondeadas sobre las cuales los cazadores de recompensas habían creado cientos, por no decir miles de tumbas de los piratas que habían logrado capturar. Cada púa del cactus era en realidad una lápida con el nombre de algún desafortunado pirata que había alcanzado aquel lugar durante su travesía por el Grand Line y que había acabado atrapado por los cazadores.

Hao Lao había solicitado permiso de la Marina para inspeccionar aquellas tumbas de piratas. Se decía que en una de aquellos ataúdes reposaba una de las ochenta Wazamono, por lo que el gyojin estaba bastante interesado en el lugar. Su espíritu de espadachín le obligaba a recuperar aquella hoja legendaria para darle el uso que merece, mientras que si obtenía alguna otra arma exótica, podría regalársela a Kiara como muestra de afecto y cariño. Y si al final aquel rumor era una simple mentira, se divertiría matando al humano que lo había informado mal. "Pobres humanos. Su simple existencia debe ser una tortura para ellos. Por suerte yo puedo liberarlos de esa prisión existencial". Mientras pensaba en todo esto, salió del pueblo y se internó en el bosque. No se había cruzado con nadie en todo el camino, lo cual por otro lado era normal. Cualquiera que se cruzara con el gyojin podía salir malparado. Pese a que su misión era más que honorable, no podía evitar desear algún reto. Hacía bastante desde la última vez que había tenido un combate con alguien de su nivel. Y aunque aquellos cazadores fueran simples novatos, se habría divertido si un grupo numeroso de ellos, aproximadamente unos veinte o treinta, se hubieran enfrentado a él al mismo tiempo.

Dándole vueltas a esto, acabó por esbozar una sonrisa torcida, llegó a un claro del bosque. Según sus indicaciones, debía continuar hacia delante hasta la base de las colinas, y una vez allí, subir por uno de los caminos habilitados para ello. Esperaba llegar pronto a las tumbas y empezar su investigación cuanto antes. El sol ya estaba algo bajo, pero aún quedaban un par de horas para el crepúsculo. La luz empezaba a adquirir el tono ambarino propio de las últimas horas de la tarde. Hao Lao se había internado en el bosque un poco, dejando atrás el pueblo de cazadores de recompensas.

Se disponía a proseguir su camino cuando detectó un movimiento por el rabillo del ojo. Era un humano, un simple humano que se dedicaba a realizar ejercicios en el suelo. Sintió como su espada pedía batirse con aquel hombre. Pese a ser un humano, le sonaba de algo. ¿Lo habría visto en algún WANTED? Era posible. Observó cómo realizaba los ejercicios desde una distancia de unos veinte metros. Pese a ser un humano, tenía unos músculos fuertes y bien desarrollados, aunque nada que pudiera competir con la fuerza de un Gyojin, por supuesto. Hao Lao se cruzó de brazos. Aquello podía ser interesante.

- Eh, tú... humano. ¿Qué haces aquí? -lo dijo con un tono seco, mientras observaba la reacción del humano a sus palabras. Si aquel humano le respondía mal, tendría una excusa para divertirse un poco. Sus espadas querían probar sangre de nuevo.

Los verdosos ojos del chico observaba el paisaje, sus abdominales ya habían terminado por fin. Ahora se puso a hacer flexiones con un brazo mientras permanecía callado y atento al entorno que le rodeaba. Su olfato de repente sintió un extraño olor acercándose a su posición, no era un humano, más bien le sonaba a Cánabar o Kaiser. Incluso al cobarde del gyojin rubio, al parecer era un gyojin. Tal vez era su objetivo, de repente se levantó y miró a la dirección de donde venía el olor. Escuchó las palabras de aquel tipo que tenía en frente, el muy iluso le había llamado humano, algo que Drake dejó de ser hacia ya mucho tiempo. Su oponente iba a ser un enorme ser de dos metros y medio, era más alto que él y encima su color era verde y eso indicaba veneno o algo así, o eso pensaba el chico lobo. No iba a ser nada fácil vencer a alguien así, lo bueno de todo era que no había tenido que moverse del lugar para pelear contra aquel tipo. –No creo que humano sea la palabra más adecuada, pero te estaba esperando, ahora vamos a combatir. –Dijo mientras se levantaba.

No sabía si aquel tipo iba a aceptar, pero ya había lanzado el desafío y le daba igual la respuesta de aquel tipo, sus espadas daban algo de miedo, pero parecían ser pesadas. No sabía bien de que material eran, pero estaba claro que no era de ninguno blando. El chico activó su haki de observación mientras sonreía de lado iluminando sus ojos en un tono dorado e intenso. Agarró de forma tranquila sus nunchakus y comenzó a moverlos de un lado a otro mientras sonreía de lado mostrando sus dientes ahora afilados. El chico lobo ya había comenzado su juego, la provocación era ahora su principal arma y unos ojos dorados seguidos de una sonrisa sádica eran algo que podrían intimidar a cualquiera. Lanzó varios golpes al aire realizando un sonido extraño al golpear el aire, eso era debido a su arma y a la velocidad y fuerza con la que la manejaba. –Voy a tomarme la libertad de empezar el ataque, aunque me gustaría que me dijeras tu nombre, yo me llamo Drake, pero tú puedes llamarme Lobo. –Dijo mientras soltaba una pequeña carcajada y se preparaba, tal y como había dicho, iba a comenzar su primer ataque.

Sabía de sobra que los gyojines tenían mucha fuerza, pero él no era alguien normal en ese aspecto y tal vez pudiera igualar o superar la de aquel tipo. Si no era así, lo notaria en el primer ataque y estaba claro que usaría sus formas avanzadas para vencer aquel tipo. De repente sin mero avisó pegó varias zancadas hacia su objetivo tan rápido como pudo. En pocos segundos se había colocado muy cerca suya y sin pensárselo lanzó un golpe con su nunchaku derecho que iba a al rostro de aquel tipo, tuvo que alargar su mano hacia arriba para llegar. El brazo derecho del chico lobo estaba en un color negro metálico y el nunchaku igual. Se trataba de su haki armadura, le diera o no, a continuación lanzaría con su pierna derecha una potente patada a su muslo derecho tratando de desequilibrarle mientras con su otra mano libre lanzaba un potente puñetazo a su pecho. Este último golpe era más letal debido al pincho de acero de su guantelete, ambos ataques estaban imbuidos en haki. Tras haber lanzado la feroz combinación, saltó hacia atrás mientras guardaba sus nunchakus en su cintura y sonreía de lado observando el resultado de su ataque. –Que empiece la fiesta amigo pez, espero que tengas más honor que el cobarde de Sawaki.

Zan Nin Na: Wolf Blood Strike. (Haki armadura Nvl2) (AIF)

Hao Lao vio como el hombre se levantaba y lo miraba. Aquel humano le dijo unas palabras:

- No creo que humano sea la palabra más adecuada, pero te estaba esperando, ahora vamos a combatir. -aquel hombre lo estaba desafiando a un combate abierto. El gyojin no pudo evitar mostrar una ligera sonrisa de satisfacción en su semblante con seriedad sempiterna.

Sacó sus espadas mientras aquel hombre hablaba. Pese a estar fuera del agua, seguía contando con mucha más fuerza y velocidad que un humano normal, y el ambiente de la isla, que no era extremadamente seco, tampoco le perjudicaba. Al tiempo que sacaba las espadas sonó un ruido metálico de la hoja contra las fundas. Cogió con su mano izquierda la espada situada a su derecha y viceversa, realizando un cruce con los brazos en cuanto desenfundó. Al abrir los brazos y colocarse en una posición de combate, sus hojas destellearon levemente, reflejando la luz del sol al oeste. El chico frente a él siguió hablando. Dijo que se iba a tomar la libertad de realizar el primer ataque, y se había presentado como Drake. El Gyojin volvía a estar serio. El nombre de Drake le sonaba de algo. Un hombre que había estado causando problemas a la Marina un tiempo atrás.Había llegado a alcanzar los ciento cincuenta millones por su cabeza. El Gyojin vio como aquel hobre sonreía con sadismo.

- Dado que te has presentado, sería poco educado que no conocieras el nombre de quien te liberará. Hao Lao, pequeño. -en sus palabras no había desprecio, sino una especie de compasión, como la de un hombre que ve a una hormiga ahogándose en un vaso de agua y quiere ayudarla a acabar con su sufrimiento matándola.

El chico corrió hacia él de pronto. El Gyojin colocó sus espadas en posición cruzada ante él y activó su haki de armadura, imbuyendo ambas armas con él. A su izquierda vio una sombra negra moviéndose hacia su rostro. Movió la espada de la mano izquierda para bloquearlo. El nunchaku golpeó contra el metal de la espada con un fuerte golpe, haciendo un ruido intenso. Entonces sintió un golpe en la pierna. Pese a estar imbuído en haki armadura, el golpe se había notado con intensidad. No llegaba a ser doloroso del todo, pero sí bastante molesto, y Hao Lao frunció el ceño en el momento del golpe. Aquel humano sabía pegar buenas patadas. Por suerte para el gyojin, su naturaleza superior lo dotaba de una mayor resistencia y tenacidad. Aquel humano iba a morir. El tercer golpe le vino desde delante, hacia el pecho. Hao Lao cogió sus armas y las interpuso en el camino del puño, cruzadas de nuevo, parando el golpe en el último momento. Pese a detener el ataque con ambos filos imbuidos y con toda la fuerza de sus músculos, no pudo evitar retroceder. Escuchó al humano decir algo de un tal Sawaki y del honor. Aquel hombre quería honor. Y eso a Hao Lao le sobraba.

- Es impresionante ver cómo alguien de tu raza puede pegar esos golpes tan potentes. Sin duda ha sido una bella presentación. Pero ahora me toca a mí. -Hao Lao se llevó la mano a la espalda, y agarró una de sus calabazas. Sacó el tapón que evitaba que su preciosa carga se derramara y empezó a verterla sobre sus hojas. Cuando hubieron estado bien empapadas, empezó a girarlas, apuntando al hombrecillo que se había atrevido a desafiarlo. En cuanto viera algún movimiento por parte de aquel humano, liberaría todo el poder acumulado de su ataque. Sus espadas estaban acumulando el agua ambiental, cada vez en mayor cantidad. A la mínima señal por parte del lobo, liberaría toda el agua de golpe en forma de chorro a presión. Aquel chorro tenía tanta presión que Hao Lao podía destruir árboles y rocas sin esfuerzo. Era uno de los ataques combinados de sus conocimientos de kárate gyojin y esgrima. Con aquel ataque no esperaba otra cosa que probar a su rival. Si era capaz de esquivarlo, o resistirlo, habría pasado de ser una alimaña a convertirse en una molestia menor. Y entonces se pondría en serio. En cualquier caso, el ataque haría una bonita galería entre los árboles tras Drake.

Aqua Cannon [AIF]

El ataque del chico lobo había sido parado por las espadas de aquel ser, Drake lo miraba serio y de forma atenta. Había sido muy ágil con aquellas espadas y la patada no parecía haberle hecho mucho daño, podía resultar un problema mayor a lo que había pensado el chico castaño. –“Es demasiado fuerte, me temo que este rival no es como los otros, pese a ser un Gyojin, tiene una buena capacidad defensiva y demasiado buena con sus armas”. –pensó el chico lobo mientras suspiraba de forma calmada. Ahora se había presentado como Hao Lao y dijo que era su turno, era un nombre que el lobo no iba a olvidar pues no olvidaba los nombres de sus oponentes. Estaba preparado para cualquier cosa que pudiera pasar, sus ojos ya no eran sádicos, más bien se había calmado por completo y ahora estaba serio y mentalizado. Se colocó en posición de ataque cuando su oponente comenzó a verter un líquido de una calabaza en sus espadas, olvidaba que los seres del mar sabían usar el agua para sus combates. Los ojos del chico se abrieron como platos pues el agua podía ser un problema y no podía permitirse el lujo de perder.

Pegó un paso hacia atrás mientras observaba a su rival y fue cuando de repente aquel tipo lanzó un cañonazo de agua que se dirigió directo al chico lobo. Drake activó su haki armadura y se cubrió el rostro y el pecho con los brazos mientras recibía el cañonazo. Aquel ataque tenía fuerza pero el lobo también, dejó sus pies pegados al suelo mientras fruncía el ceño y caminaba soportando aquel chorro. Pudo notar de repente como se debilitaba debido al agua y aquel enorme cañonazo levantó los pies del ex criminal del suelo lanzándolo hacia atrás. Notó como iba arrasando con los arboles por el camino, estos no le dañaban tanto debido a su haki, sus antebrazos estaban algo doloridos por la presión del agua, pudo colocar su mano derecha en el suelo mientras se cubría con la izquierda y de ese modo rodar a un lado dejando el resto del chorro pasar. Se levantó sangrando un poco por el antebrazo izquierdo debido a la presión de aquel ataque. Ahora observaba a su oponente desde unos die metros de distancia debido a lo potente que había sido el cañonazo y lo lejos que le había mandado.

Drake frunció el ceño de nuevo mientras gruñía y apretaba los puños. –Aún estoy mojado, esto me debilita para pelear, le he subestimado, deberé usar mi poder desde el principio, no sé si este tipo va a muerte. –Tras aquellas palabras cerró los ojos mientras dejaba su energía fluir por su cuerpo calentándolo de forma bestial con su energía, tras unos segundos expandió su energía usando la potente fricción para crear un aura ardiente a su alrededor. Su piel comenzó a secarse mientras sus puños se apretaban. –Moeru Yona Ora. –Dijo mientras gruñía apretando sus músculos. Ahora a su alrededor hacía mucho calor y sus golpes eran ardientes, además todo a un metro sentiría una calor bastante elevada. No contento con eso, el chico decidió seguir aumentando su fuerza física sin ningún tipo de contención. Su cuerpo empezó a tomar un tono rojizo, sus ojos se volvieron blancos perdiendo las pupilas totalmente. Sus pectorales se hincharon y sus brazos tomaron más grosor, sus abdominales se muscularon más y su altura creció hasta los dos metros. –Berserker, nivel uno desbloqueado. –Susurró mientras observaba a Hao, ahora su fuerza había aumentado con aquellas dos técnicas. El aura hacía que sus pelos se levantaran hacia arriba.

Se quitó los guanteletes tirándolos a un lado al igual que la guadaña y los nunchakus, de esa forma su rival sabría que no pensaba pelear con armas. El pantalón le estalló por la zona de las rodillas y sus botas quedaron rotas. Era un verdadero monstruo, su mirada seguía seria y ahora estaba colocado en posición de combate. Empezó a caminar despacio hacia el hombre pez. –Es un placer Hao Lao, no voy a perder aquí, tengo muchas cosas que hacer, debo volver con mi tripulación y con mi chica, no puedo morir aquí y decepcionarles. Lo lamento pero si alguien va a quedar fuera de juego no voy a ser yo. –Su voz había sido muy grave y su mirada tétrica, de repente salió corriendo a por su oponente, quería probar el poder de sus golpes ardientes sumado a la monstruosa fuerza que poseía. Estiró su brazo derecho hacia atrás mientras fruncía el ceño y sin pensárselo se lanzó contra aquel pez lanzando su puño derecho con fuerza en dirección a su pecho, aquel golpe era un concentrado donde estaba descargando toda su fuerza. Con golpes así el chico podía derribar paredes sin esfuerzo, sumado a la capacidad ardiente y a su forma berserker aquello sería un golpe increíble si conseguía darle a su oponente. – ¡Aaaaaah! –Gritó con fuerza el chico descargando su ataque con toda la potencia que tenía en su brazo derecho y con el puño bien cerrado recubierto en su haki armadura, lo que potenciaría más aún el golpe pues el puño tomó un color negro metálico.

Zan Nin Na: Inferno Wolf Destrucción (Haki Armadura Nvl2) (AF)

Hao Lao había destruido parcialmente el bosque en la dirección en la que había mandado su ataque. Los árboles del lugar se habían partido bajo la fuerza del agua. Sin embargo, había perdido de vista al hombre en aquel torbellino mortal de agua a presión. Lo vio levantarse un poco más allá de donde la fuerza total del ataque había impactado. Estaba sangrando un poco por el brazo, pero no parecía nada grave. Sin duda aquel humano era fuerte.

- Algo digno de admiración, sin duda. Tu cuerpo es bastante resistente para tratarse de un cuerpo de los de tu especie. -el gyojin estaba sorprendido, sin duda. Un humano normal habría salido despedido por la fuerza del impacto, seguramente rompiéndose los huesos en el proceso, pero aquel hombre parecía bastante ileso, a excepción de la herida en el brazo. Tendría que emplearse a fondo para vencerlo. En cierto modo aquello le parecía bastante atractivo. Podría sacar a relucir la mayor parte de su poder. Esperaba que aquel humano le diera algo más de diversión antes de caer como un insecto.

Entonces vio algo que lo dejó sorprendido. El humano, completamente empapado unos instantes después, parecía seco ahora. Pese a la distancia, Hao Lao podía sentir como algo no iba bien del todo. Aquel tipo tenía un par de ases bajo la manga, de aquello no había duda. El humano empezó a crecer, hasta casi igualar la altura del gyojin, mientras su cuerpo enrojecía y sus músculos, ya de por sí formidables para ser un humano, se hinchaban aún más, de forma antinatural. Con aquello, el aspecto del hombre no solo llegaba a ser intimidante, sino que seguramente aquel tipo hubiera multiplicado su fuerza. Hao Lao observó sin inmutarse el cambio. Su expresión no cambió ni por un momento al ver como los ojos del chico se habían vuelto dos esferas completamente blancas, carentes de pupila e iris, sin humanidad. Aquel engendro empezó a caminar hacia él, mientras le hablaba con una voz distinta a la que había usado anteriormente. El hombre decía que vencería. No iba a ceder ante la superioridad gyojin. "Aaaah... pobres alimañas aferradas a su fútil vida." suspiró Hao Lao mientras se preparaba para recibir a aquel hombre cambiado.

Cuando el hombre se encontraba a mitad de camino, echó a correr con fuerza hacia el Gyojin, que interpuso sus espadas de nuevo. El hombre gritó y se lanzó sobre Hao Lao, con el puño apuntando al pecho, de manera similar al anterior ataque. El gyojin colocó las espadas de idéntica forma a la vez anterior, preparado para defenderse con las empuñaduras y la fuerza de sus músculos potenciados con haki. Sin embargo, esta vez el impacto fue mucho más demoledor. Hao Lao sintió como sus dos brazos recibían el impacto con fuerza, y sintió un dolor muy agudo en la muñeca izquierda. El impacto había logrado romper su haki, y ahora seguramente se había fracturado el hueso. De la potencia del golpe, se había levantado un ligero viento, que hacía que la ropa del gyojin ondeara como una bandera. Sintió como aquel puño despedía gran cantidad de calor. Por eso se había logrado secar con tanta rapidez. Logró detener el ataque, pero no pudo evitar una mueca de dolor en su rostro. Por suerte, si no realizaba movimientos forzados con la muñeca, podría seguir peleando, ya que era diestro. Sin embargo, ahora había perdido parte de su defensa en el lado izquierdo del cuerpo. Y el dolor en la mano izquierda no era el único. Parecía que la patada de antes había sido más fuerte de lo esperado y la pierna le dolía. De este modo, todo su lado izquierdo del cuerpo estaba desprotegido y vulnerable.

Habiendo detenido el ataque del humano, decidió que era hora de ponerse serio también. Saltó hacia atrás, con el consecuente dolor en la pierna izquierda. Llevó la mano derecha a la espalda y sacó otra de las calabazas, empapando su hoja derecha con el agua. Entonces empezó a girar la espada con velocidad en su mano, realizando una versión menos potente del mismo ataque de antes. Mientras tanto, con la mano izquierda, que tenía menor movilidad, empezó a hacer un movimiento en vertical, seguido de dos movimientos oblicuos en diagonal, realizando una especie de asterisco en el aire. Empezó a repetir ese movimiento a mayor velocidad mientras cargaba el Aqua Cannon. Sus espadas empezaron a brillar con un tinte negro. Observó al chico y le dijo:

- No ha estado mal, pero aún no has visto todos mis trucos. -inmediatamente después, disparó su brazo derecho, realizando un Aqua Cannon en barrido, recorriendo todo el frontal como una enorme serpiente de agua en movimiento. No tenía tanta potencia como el anterior, y era algo más pequeño, por lo que suponía una menor amenaza. Sin embargo, abarcaba más área gracias al movimiento del brazo. Mientras tanto, con el brazo izquierdo había alcanzado una enorme velocidad. La muñeca le dolía, pero había aprendido a soportar el dolor y las inclemencias cuando había estado entrenando en Wano. Si no lograba superar aquella simple molestia en la mano, no merecía seguir siendo espadachín. Un par de huesos rotos no lo detendrían. Con el movimiento que realizaba, estaba añadiendo una serie de ondas cortantes que viajaban por el interior del cañón de agua, ocultas dentro de la corriente e invisibles para el Lobo. Gracias a estar dentro del agua, las ondas estaban absorbiendo el agua en movimiento, por lo que si lograba impactar en el chico, seguramente le provocaría cortes de importancia (sumando el hecho de que el lobo seguramente no sintiera las ondas cortantes interiores al Aqua Cannon hasta que no le golpearan). El gyojin esperaba que el lobo se confiara y recibiera el ataque, que en teoría tenía menor potencia que el anterior, además de ser mucho más difícil de esquivar.

Snake Aqua Cannon + Aqua Cut Star (Haki Armadura Nivel 2) [AF]

En cuanto viera que el chico fuera impactado por su ataque, retrocedería y se colocaría en posición de guardia. Pensaba ganar a base de contraataques.

- No peleas del todo mal, humano... una lástima que hayas nacido en una raza inferior.

El golpe del chico lobo había impactado de nuevo en las espadas de aquel tipo, este se sorprendió por su buena defensa y rápidamente retrocedió unos metros mientras observaba al Gyojin con una mirada seria y calmada que inspiraba confianza. Aquel tipo le dijo que era una lástima que hubiera nacido humano, el chico frunció el ceño pues no se consideraba humano, sino más bien un lobo. No entendía como aquel ser había podido parar el golpe de forma normal, pues se veía bien, era eso o que pese a sentir dolor el rostro de aquel tipo era impasible. Ahora pudo ver como de nuevo cogía una calabaza y bañaba en agua su espada, pero solo una, Drake empezó a pensar que era extraño que solo llenase una de las espadas pudiendo usar las dos, de repente su haki de observación el advirtió de las intenciones de su oponente, ondas cortantes escondidas en el torrente de agua. Era un buen plan pero el mantra del castaño se había anticipado antes y era algo que pensaba aprovechar al máximo, no iba a tratar de esquivarlo. Esperaba ansioso el chorro de agua de aquel tipo, de repente el ataque de Hao surgió.

Drake volvió a cruzarse los brazos pero esta vez debido a su forma musculosa le sería más fácil esa parte, lo difícil ahora eran las ondas, imbuyó su cuerpo en haki armadura para poder resistir fácilmente los golpes de aquel tipo. El chorro le volvió a lanzar varios metros atrás, pero esta vez menos. El ex criminal notó el dolor en sus brazos de las ondas y como algunas se chocaban en su cuerpo, el dolor era agudo y soltaba algunos gruñidos, sin embargo gracias a su musculatura y su haki no estaban siendo graves. Tras unos segundos el chorro lo lanzó contra un árbol destrozando este y dejando al chico tirado en el suelo a siete metros del pez vela. – ¡Aaaah! –Gritó de dolor mientras su torso sangraba un poco y tenía varios cortes por los hombros y los brazos. Esta vez el brazo que más se había dañado era el contrario del de antes, pero de esa manera pudo resistir aquel ataque. Las ondas cortantes habían hecho un buen daño y añadiendo la debilidad del chico al agua, habían sido más potentes de lo normal. Por suerte eran cortes superficiales pero dolían muchísimo y el chico se quejaba de ello.

Gracias a su aura, volvió a usar la temperatura de su cuerpo para secarse mientras ahora observaba con sus ojos blancos al tipo pez. Frunció el ceño mientras se levantaba con la espalda dolorida y algo de barro por sus brazos y piernas. –Maldición, ese ataque ha sido muy poderoso, voy a tener que esforzarme más si quiero vencer a este tipo, en mi siguiente golpe tratare de dejarle fuera de juego. –Dijo en voz baja mientras cerraba sus ojos, de repente su altura creció hasta los 2,55. No había usado el nivel dos de su Berserker, había usado el nivel tres. Algo realmente bestial, su piel se puso más roja aún, era como si se estuviese quemando o algo así, sus brazos aumentaron su grosor mientras su pecho y sus abdominales se musculaban aún más. Sus piernas también se veían ahora más fuertes, su aura ardiente seguía activada para secar el agua y dejar de sentirse debilitado. Suspiró despacio mientras una leve sonrisa aparecía en su rostro. –No soy un humano, hace mucho tiempo que mi humanidad murió junto a las personas que creía que me valoraban y querían. Pero la mayoría me han traicionado y me han dejado solo. –

Sus ojos ahora le miraban de forma tranquila y sonrió aún más. –Cuando los tuyos te traicionen y piensen que debes estar muerto, serás como yo. Ahora debo luchar por los escasos seres queridos que me quedan, un número tan pobre que se pueden contar con los dedos de una mano. Ahora voy a mostrarte el poder que me une a ellos y la razón por la que no vas a vencerme Hao Lao. Ha sido un placer pelear contigo pero aquí llega el final de la pelea, no voy a matarte, me has caído bien amigo. –Dijo esas últimas palabras con una sonrisa mucho más amable que la anterior. –Minathy, Nat, Alex, Derian, Olivia. ¡Dadme vuestra fuerza! –Pegó un grito con aquellas palabras mientras ahora su mano derecha brillaba en un tono blanco, era un brillo extraño e intento, era su técnica Ripera O Utsu, un ataque que combinaba una poderosa onda de choque concentrada en el puño que servía para reventar lo que tocara debido a la fuerza de Drake. Este brillo blanco tomó un poco de brillo dorado debido al aura de la técnica ardiente. Además el brazo derecho de Drake se puso en un tono negro metálico.

Ahora había combinado su monstruosa fuerza del nivel tres del Berserker, combinándola con la fuerza del aura ardiente, más la monstruosa potencia del Ripera O Utsu de Drake y sumado a la terrible fuerza que tenía el castaño de por sí, hacían que el ataque anterior se quedara corto. Comenzó a correr hacia el gyojon lo más rápido que podía mientras iba pensando en finalizar aquello con aquel ataque. –Esto es por toda la gente que aprecio, voy a derrotaros a ti y a toda tu tripulación. –Dijo mientras apretaba sus músculos concentrando toda su fuerza en el brazo derecho de nuevo. Le daba igual que aquel tipo interpusiera sus espadas, trataría de partirlas si era necesario. Una vez llegó a su objetivo pegó dos zancadas y se lanzó con todo su ser hacia aquel tipo. Lanzó su puño rumbo a la boca del estomago del enorme pez, aunque ahora tenían más o menos la misma altura. El puño una vez tocara algo (carne, espada o tierra) dispararía el potente golpe especial de onda sumado al golpe ardiente más la terrible fuerza de aquella forma además del haki armadura. –No soy humano, ¡soy un lobo! –Dijo rugiendo lanzando el terrible golpe tratando de darle mientras soltaba toda su fuerza, aquel rugido acabó en un aullido.

Zan Nin Na: Ripera O Inferno Okami Definitive Famille Du Don Charles (Haki armadura Nvl2) (AB)

Hao Lao vio al hombre alejarse unos metros tras el golpe. Lanzó su chorro de agua y para su satisfacción, impactó de lleno en el hombre. Aquello debía dejarlo bastante mal parado. Sonrió levemente. Si conseguía dañarlo en los brazos, sus ataques dejarían de ser tan poderosos. Cuando el chorro de agua desapareció, vio como el chico estaba cubierto de cortes por todo el cuerpo, debido a las ondas generadas en el interior del chorro de agua. Había sido empujado algo lejos, pero con menos potencia que la vez anterior. Hao Lao maldijo en su interior su muñeca. Tardaría un tiempo en curarse, por culpa de aquel hombre.

Pero aquel tipo, como bien había pensado, tenía un par de ases bajo la manga aún. Su tamaño creció aún más, hasta igualarse con el del gyojin, y su piel enrojeció más aún, dándole un aspecto macabro, como si se encontrara en carne viva. Hao Lao vio como de nuevo se secaba rápidamente, librándose del agua. Si aquel tipo volvía a golpearlo, debería resistir el impacto sin tratar de hacerse más daño en la muñeca. Pensaba gastar todo lo que le quedaba en su siguiente ataque. Se preparó para detener el siguiente ataque del chico. Si lo lograba, sería el último. El chico empezó a hablar mientras se acercaba a él de nuevo. Decía que no era humano. Hao Lao no sabía si lo decía de forma literal o figurada, y no le importaba. Solo sabía que aquel hombre le estaba dando un combate en el que tendría que golpear con su máxima fuerza si quería lograr algo. También dijo que se había convertido en un monstruo. Eso sí que no lo dudaba. Cualquier humano normal habría caído frente a su ataque combinado, pero aquel chico parecía que solo tenía algunos cortes en el cuerpo. Su brazo volvía a tornarse negro, y en su puño brillaba una luz dorada. Hao Lao sacó sus tres calabazas restantes y empapó sus hojas de nuevo y sus antebrazos. Calculaba que aquello potenciaría su siguiente ataque en un 108%, una cantidad más que aceptable. Tal vez no matara al humano, que había demostrado ser honorable y fuerte. Pero iba a mostrarle todo su poder mientras aún pudiera. Empezó a girar sus espadas a gran velocidad, acumulando todo el agua posible. Trataría de realizar una combinación letal de técnicas.

De repente el humano empezó a correr hacia él. Era el momento que estaba esperando. Disparó su Aqua Cannon a máxima potencia. Pero no solo eso. En cuanto el chorro de agua se formó, se impulsó hacia delante, sintiendo una punzada en su pierna izquierda al hacerlo. Colocó sus dos espadas a ambos lados del cuerpo y empezó a acelerar por el interior del chorro. Gracias a su naturaleza, sus poderes se veían multiplicados en el agua. Su velocidad aumentó drásticamente, mientras se dirigía hacia Drake a toda velocidad. El hecho de estar en el Cannon no solo le ayudaba a ganar velocidad, si no que debido a su enorme volumen de agua, lo ocultaría parcialmente del chico, como había hecho anteriormente con las ondas de energía. Cuando llegara a la altura del chico, descargaría su ataque, potenciado con el agua del cañón acuático. Su ataque se basaba en colocar las espadas a ambos lados del cuerpo, en 30 grados con la horizontal, y atravesar el cuerpo del rival. Si lograba impactar, ni él ni Drake lo sabrían de inmediato. Solo cuando el lobo se intentase mover recibiría un total de doce ondas cortantes en el lugar golpeado. Era, por lo tanto, una técnica poderosa pero poco precisa. Su ropa de espadachín se le pegó al cuerpo, debido al agua y a la velocidad, con lo que su figura de pez vela quedó descubierta. Su forma hidrodinámica le vendría bien para acelerar más aún.

Debido a la enorme velocidad a la que se acercaban ambos combatientes, el choque fue devastador. Drake llevaba preparado el puño y lo golpeó en el pecho, ligeramente por encima del estómago, pese a estar en el cañón de agua. El golpe dejó sin respiración al gyojin, que escuchó el crujido de varias costillas rompiéndose y resquebrajándose bajo la potencia del golpe. De no ser por la inercia que llevaba en el momento, aquel golpe lo habría mandado volando por el aire. Sin embargo, logró pasar al lado del lobo, alzando las espadas y atravesándolo. O al menos eso esperaba.

Aqua Cannon + 12 Cortes de Vela (Haki armadura lvl 2) [AB]

Acabó su movimiento dos metros por detrás del chico. Estaba sangrando por la boca, tenía un dolor atroz en el pecho y tanto el brazo como la muñeca izquierdos estaban destrozados. El único golpe que podía resistir medianamente era el de la pierna. Sin embargo sus heridas internas eran graves. El gyojin miró por encima del hombro detrás de sí, viendo el resultado de su ataque. Tenía la vista nublada, y estaba seguro de que uno de sus pulmones estaba atravesado por una costilla. Tal vez sobreviviera, pero iba a estar convaleciente un tiempo. Aquello no le iba a gustar nada a Krabbo. Mirando al lobo, sintió como el cielo se movía, ocupando su visión. No, no era el cielo el que se estaba moviendo, sino que él caía al suelo sin poder evitarlo.

Allí, tendido en la hierba fresca, mientras el sol seguía su inexorable trayecto hacia el horizonte, Hao Lao rompió su máscara y sonrió abiertamente: había sido un buen combate.

El golpe del lobo impactó en el pecho del hombre pez, el golpe fue muy duro y pudo notar algo romperse en el interior de su oponente. Su sonrisa había desaparecido por completo cuando de repente observó como el hombre pez pasaba tras él a dos metros cayendo al suelo, se giró observándole de forma segura, aquello parecía haber acabado, de repente sus ojos se abrieron notando un pequeño dolor en uno de sus costados, tenía un agujero por donde empezaba a sangrar y encima otro en el hombro, al moverse en el ataque había esquivado parte del ataque del pez vela. Pero aquellas hojas le habían atravesado esas zonas, gruñó cuando de repente notó como salía despedido hacia atrás notando como la sangre bañaba su piel recibiendo varios cortes de una especie de ondas cortantes. Gritó de dolor activando su haki armadura, pero aquel ataque era demasiado fuerte. – ¡Aaaaah! –Sus ojos blancos volvieron a tener su color habitual mientras su aura de fuego desaparecía debido al cansancio.

Drake quedó tumbado en el suelo boca arriba sangrando por la boca y por la zona abdominal además de por el hombro. Su musculatura sobrehumana había hecho un buen trabajo y no había peligro de muerte, tampoco eran sitios muy peligrosos, pero podía si desangrarse pronto si no se curaba la herida de la zona abdominal. Escupió un poco de sangre desde el suelo mientras sonreía un poco respirando de forma agitada por el bestial ataque. Parecía que se iba a quedar allí, sus ojos se iban cerrando despacio, pero de repente un brillo dorado surgió de ellos y el chico se levantó como pudo. Con una mano en la zona abdominal se acercó lentamente al Gyojin que se encontraba en el suelo, observó sus ojos unos segundos mientras mantenía su ojo derecho cerrado y notaba en su cuerpo un cansancio increíble. –Dile a tu capitán quien te ha hecho eso y buena suerte, un gran combate, definitivamente, los gyojines sois la raza inferior para mí. –Dijo de forma seria frunciendo el ceño mientras ahora se giraba.

Había llegado el momento de dirigirse a una taberna a curarse aquellas heridas, sus pasos eran lentos pero podía llegar de sobra al lugar, gracias a tener el aura de fuego en el momento del ataque, pudo cerrar algo el sangrado debido al calor, pero aún salía un poco de sangre. Su forma Berserker se desactivó mientras el chico ahora observaba al frente con la mirada seria. Había conseguido vencer aquel tipo, pero le había dejado un mensaje al capitán de ese barco, ahora contaba con las consecuencias y no tenía miedo de ello, esperaba con ansias el siguiente combate.

Y Drake se hace con la victoria. Ganas 1500 PX pa'l cuerpo :D

NOTA: Ten cuidado, tal vez te encuentres algún pescado en breves...

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