Conquista de Isla (Kirito)

Es una noche oscura de luna nueva en donde en el cielo del nuevo mundo lo único que se puede ver es el tintinear de las lejanas estrellas que mucho tiempo después de emitir ese haz de luz son percibidas por los habitantes de la tierra. Valiéndose de la oscuridad brindada por la ausencia de luna esta noche una extraña criatura surca el cielo con un rumbo en concreto, Paradise Island, una isla desconocida para muchos ya que, aunque llegar a ella ya es un desafío, el investigarla y conocerla a fondo lo es más, bien por sus bestias bien por sus luchadores, sombras vivientes que atacan desde la oscuridad aprovechando el elemento sorpresa. La criatura que surca los cielos solo tiene ese aspecto, en realidad se trata del pirata Kirito, un afamado capitán pirata conocido por ser desconfiado, distante y frío, un hombre capaz de matar sin problemas a una persona y seguir como si nada hubiese ocurrido. La primera vez que éste personaje vino a esta isla era para investigarla pero su fama le precedía y acompañaba ya que no pudo evitar crear un caos junto a su tripulación.

La criatura avanza veloz hasta entrar en territorio de la isla desde la costa sur, la más tranquila, y al hacerlo empieza a descender hasta tocar el suelo con los pies ya transformado en su forma humana. Consigo lleva su mejor arsenal de armas, las meitou Kurikara y Mugenjin, las tres katanas que llevaba desde el comienzo de su viaje Dark Repulser, Elucidator y Harusame y además portaba una katana con el filo de Kairouseki ya que ahora su intención es invadir por completo la isla y para ello empleará todo el potencial del que dispone para lograrlo. Ahora lo primero que tiene que hacer es buscar un sitio donde pasar la noche para empezar con la búsqueda de información bien temprano y así ir avanzando hasta llegar al actual líder de la isla. Empieza a caminar por el enorme bosque que lo rodea atento a cualquier movimiento para desenvainar una de sus katanas dispuesto a pelear con cualquier bestia que aparezca. Sus pasos son tranquilos pero determinados y su respiración normal ya que está seguro de sí mismo y sus posibilidades de supervivencia. No tarda mucho en encontrar un árbol donde puede dormir por lo que lo escala con relativa facilidad y se pone a dormir en la rama tranquilamente ya que por lo que conoce el bosque de su anterior viaje ahí estará a salvo.

Amanece y el joven pirata se despierta intacto, al parecer tiene muy buena memoria para lugares seguros en las islas y eso es algo que siempre ayuda a la hora de viajar pues si pasas por una isla conocida sabes por donde ir sin correr riesgos innecesarios. El pirata de negras vestimentas salta del árbol con un ágil movimiento y cae de pie listo para comenzar con su cometido, dominar la isla y colocarla bajo su mandato y dominio. Se encamina hacia la ciudad más cercana corriendo a una gran velocidad sin darles importancia ni al sigilo ni mucho menos a las bestias, solo quiere encargarse del gobernante para reclamar el dominio de la isla sin importar las bestias que tenga que matar. Dada su velocidad llega al principio de la ciudad en poco más de 15 minutos y en ese momento la gente ya comienza a salir a la calle por lo que es la hora perfecta para buscar información entre los habitantes de la isla que son reacios a hablar con los forasteros. El joven espadachín se adentra en las calles de la ciudad y se acerca lentamente a uno de los ciudadanos desenvainando ligeramente a Harusame y apoyando su filo en la garganta del sujeto para decirle – Quiero saber dónde puedo encontrar al gobernante de la isla y recaudar la mayor información posible sobre él. Si no quieres acabar inmóvil en el suelo será mejor que hables. – El oscuro espadachín arrastra a su rehén hasta un callejón para tener más privacidad y poder hablar con más tranquilidad.