Dacren vs Karl [reto obligatorio]

Tequila Wolf, la segunda vez que me encontraba en esta isla, una isla muy importante para mi debido que aquí fue donde conseguí todo lo importante que tenía ahora mismo en mi vida y donde por lo visto en un par de horas como mucho podría llegar a perderlo TODO.

- Mal día elegiste para enfadar al Gobierno Mundial... Dacren D. Pess.

Aquel tipo me daba miedo solo con su presencia, por la chaqueta blanca que llevaba era un alto cargo lo que aun asi, sin contar el aspecto de ese tipo, ya me debería dar miedo. El aire azotaba mi cara enrojeciendo mis mejillas, una bufanda tapaba mi cuello para que este no sufriera la temperatura del ambiente.

-Encantado señor, no se bien de sus intenciones mas si quieres llevarme preso o bien matarme, deberá de ser a la fuerza, nadie en sus cabales se entregaría, deberíais de quitaros esa idea de la cabeza todos los marines.

Dicho esto bajé de mi lobo al tiempo que preparaba las cosas para la posible pelea.

-Te propongo una idea, ¿Que te parece una pelea al estilo tradicional? Solo puñetazos y patadas, si no aceptas o si la cosa no me pinta bien, ten en cuenta que huiré jaja.

Mientras dichas palabras salían de mi boca dejaba preparada bien apretada la silla que llevaba mi mascota para montar, si esto se ponía muy feo debería huir en medio de la pelea y no quería tener ningún imprevisto. Mi mascota se tumbó en el suelo como siempre hacía con un ojo abierto para estar pendiente de todo a la par que descansaba, y en una postura de preparación para echar a correr.

Ensanché mis brazos con el mecanismo varias veces para que mis brazos no perdiesen movilidad por el hielo, una gran batalla o una mejor huida estaba a punto de comenzar.

- ¿Un duelo cuerpo a cuerpo?  No sabes dónde te metes, chaval. Acepto.

En efecto no sabía ni donde coño me estaba metiendo, aquel tipo comenzó a prepararse para la pelea, cosa que no me gustó nada de nada. Al poco un aura rojizo comenzó a rodearle lo que me gustó mucho menos, no se porqué pero me olía un palizón si me quedaba ahí.

- Prepárate para sufrir el auténtico terror que puede llegar a causar el Sokudan, Dacren D. Pess. Te aseguro que aun no has visto nada igual en tu vida. Segundo Camino, Iniciativa.

Un abrir y cerrar de ojos y el tipo ya no estaba frente a mi, mi Kenbunshoku Haki me advirtió de donde estaba este tipo, no podía distinguir entre persona o animales, pero solo estábamos 3 en aquel sitio, si la presencia que estaba delante ahora estaba detrás, solo podía ser mi enemigo.

Lo mas rápido que pude me puse la armadura de pinchos que me solía poner con mi vara, cuando según se iba formando un primer puñetazo impactó. Mi silver jug, la cual siempre cargaba en la espalda recibió el primer golpe y el segundo, lo cual no significaba que no hubiese recibido daño, la tinaja gigante golpeó contra mi espalda repartiendo el golpe por toda la superficie de la espalda lo que redujo considerablemente el daño, aunque esto no había acabado, un tercer puñetazo fue a impactar en mi nuca, el puño impacto sobre la armadura que se estaba terminando de formar. Este golpe podría haberme dejado KO de no ser por que la vara-armadura absorbió parte del golpe deformándose hacia delante saliendo pinchos en esta dirección. El impulso de los dos primeros golpes por los que estaba cayendo al suelo, redujeron algo el daño ya que mi nuca no estaba en la posición de antes.

Caí al suelo desorientado, de la fuerza del golpe en la nuca la armadura no paraba de cambiar de forma, es como si se hubiese vuelto un poco loca por lo que me la quité de momento transformándola en vara. Allí estaba yo, a cuatro patas sobre la fría nieve con un enemigo brutal a mi espalda y sin casi saber donde estaba.

Oí como polvo de plata brotaba de mi tinaja, al parecer el golpe había creado un agujero en dicho objeto y este iba perdiendo su contenido por lo que intenté taparle. Detrás de mi entre aquel individuo y yo había una nube de polvo de plata que había quedado allí tras aquella combinación de golpes. Rápidamente vino a mi cabeza un recuerdo de una anterior pelea, mis rayos. Este era el momento de huir. Tenía mi mano llena de polvo de plata por lo que con aquel puñado actuaría.

Thor Cloud-AIF

Lancé el puñado de polvo de plata a la nube de dicha sustancia, una vez parte de la plata se acercó a la nube solté una descarga eléctrica del puño que antes sostenía el polvo, de esta forma la electricidad pasaría por el polvo y taparía la visión de aquel tipo, incluso con algo de suerte la descarga le daría si tocaba la nube o se acercaba. En este tiempo mi lobo se había acercado a mi, como pude me subí a el aunque casi no me tenía en pie y estaba desorientado por lo que sin darme cuenta estaba del revés, me dio igual solo quería salir de allí así que me até las piernas a la silla de mi lobo y este comenzó a correr.

No me había dado cuenta, pero aquel tipo me había echo mucho daño, las cosas aun me daban vueltas, y mi tinaja no paraba de soltar polvo por lo que como pude até una tela para no perder mas aunque aun perdía un poco. En uno de los pasos de la carrera de mi lobo un latigazo recorrió mi espalda lo que me hizo retorcerme, en otro momento igual hasta me hubiese desmallado pero ahora eso me traería la muerte por lo que me dejé caer sobre el lomo de mi lobo mientras corria en dirección al grupo de casas, solo esperaba que aquel tipo tardase un poco en llegar y pudiese recuperarme un poco.

Una sacudida me hizo incorporarme, no sabía que había pasado, pero en medio de nuestro camino ahora se alzaba una gran nube de polvo. Esto no pintaba nada bien por lo que me puse mirando hacia adelante tras desatarme las piernas. Todavía estaba algo grogui pero tenía que seguir. De la nube de polvo apareció una bestia, que cojones, nuestro enemigo ahora era un bicharraco enorme.

- Se acabaron los juegos. Muere.

Aquella aterradora voz resultante de la suma de las tres voces, pertenecientes cada una de ellas a cada cabeza que ahora formaban parte del cuerpo de aquel tipo hizo que una especie de nudo se formase en mi pecho dándome una sensación de ahogo. Seguida de la frase una gran oleada de fuego se acercaba hacia nosotros. Agarrando con firmeza mi vara la transformé en algo así como un paraguas que coloqué delante de nosotros para desviar las llamas y que estas no nos golpeasen. La punta de mi vara donde golpeaban principalmente las llamas comenzó a colorearse de un rojo vivo lo que me preocupó ya que si esto seguía así no se que podría pasar, pero mis preocupaciones acerca de esto se disiparon rápido ya que las llamas cesaron. Cambié de forma mi arma a una vara nuevamente y la punta de la vara que mas calor albergaba la puse en la nieve para que esta recuperase algo de su temperatura normal.

Casi no tuve tiempo de hacer nada ya que su ataque continuaba, mas este no iba dirigido a mi lo que no me gustó ni un pelo. El me quería a mi porque atacaba a mi mascota. Un puño volaba hacia mi mascota a la vez que una de las cabezas pretendía darme a mi. Salté de mi lobo hacia el ataque, no podía permitir que aquel tipo matase a mi mascota por lo que decidí actuar. El puño golpeó mi estomago haciendo que mi cuerpo se doblase por la mitad, pero esto no había acabado y no podía dejar que la cabeza que se aproximase me hiciese mucho mas daño. Con mi brazo izquierdo recibí en el ultimo momento el mordisco de aquella cosa.

Caí al suelo de rodillas. El golpe me había hecho mucho daño y la suma de los dolores que ya había obtenido hizo que mi cuerpo no lo soportase mas. Antes de perder la conciencia pude decir unas ultima palabras.

-Lo siento, Jasper...

Mi cuerpo venció hacia delante quedando así tumbado boca abajo sobre la fría nieve sin poder hacer nada.