Marco Drummond
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Akuma no mi
Varios
Exp: 0
Nivel: 1
Nombre: Marco Drummond
Apodo: “Ímbecil”, “¡eh tú!” y derivados, pues apenas su familia le llamó por su nombre durante los años que estuvo en su hogar. El resto de apodos será decidido en función de las aventuras que viva.
Edad: 19
Sexo: Hombre
Raza: Humano
Rango/Empleo: Desconocido
Rango social: Muy Bajo
Recompensa: 0
Akuma no mi: No tiene por ahora
Descripción estilo de lucha:
-Nombre: World´s Apprentice.
-Ejecución: Normalmente, un estilo de lucha se aprende a través de un maestro, el cultivo propio en el campo de batalla o gracias al talento puro y nato para la violencia… Sin embargo, Marco no ha tenido nada de eso.
Esto no significa que no tenga un cuerpo fuerte y rápido, pero si significa que, sus habilidades a la hora de la lucha, son más bien deficientes.
Usualmente, una persona así sería incapaz de vivir en un mundo tan peligroso como en el que residimos, en el que la violencia y las peleas están a la orden del día. Marco es muy torpe para muchas cosas, pero sabe que, sin poder defenderse, nunca conseguirá disfrutar de su libertad… Entonces ¿Qué le queda?
Así es, Marco no tiene una forma de luchar fija, no tiene un estilo definido por una preferencia, como los puñetazos o las patadas. Todo lo contrario: el mundo es su inspiración, y sus rivales, sus maestros. Por supuesto, esto no significa que sea una persona que pueda copiar las cosas que ve de forma instantánea, pero siempre intenta aprender de sus rivales, tanto estrategias como su forma de hacer las cosas, tomando de ellos lo que le gusta y es capaz de realizar. Aunque claro, el mundo es su inspiración y adaptar lo que hacen sus oponentes es, de hecho, lo que menos hace, dedicándose más a otras cosas como: observar animales, plantas, corrientes marinas, vientos desaforados, relámpagos, los fogones de una cocina, incluso la manera en la que el váter se lleva el agua. Todo en este mundo es el maestro de Marco y, por tanto, su estilo no es capaz de ser definido por un solo estado, por una sola explicación, ya que, tanto puede usar una “patada de caballo” como un “fuego abrasa la carne” con resultados que pueden parecer completamente dispares. Su estilo es cambiante y evoluciona con él mismo y sus experiencias, siendo cada vez más conceptual, pues acaba convirtiendo cosas como “fregar la cubierta de proa” o “viento meciendo las ramas” en movimientos complejos, en formas de moverse o comportarse en un combate, siendo esta la principal baza de su estilo, su falta de forma y, a la vez, su capacidad de hacer que descienda la fuerza del propio mundo sobre sus rivales.
Descripción física: Marco no es alguien que, realmente, destaque físicamente, por no decir que es alguien que fácilmente podrías encontrarte en cualquier parte del mundo. De hecho, asusta la normalidad de su rostro, coronado con unos rasgos a mitad de camino entre la suavidad y la dureza, entre lo grande y lo pequeño. Es increíble el pensar que, una persona tan normal, puede haber llegado a salir de una vida como la que llevó antaño y, ahora, se dedique a la piratería. Y es que su cara, aunque manteniendo una armonía que le aporta cierta belleza, en la que no desentonan ni sus ojos marrones ni su pelo marrón medianamente largo y despeinado, no es nada del otro mundo
Tampoco es que su cuerpo sea gran cosa. Apenas mide el 1,80 m y no pesa demasiado, por lo que su físico no parece nada portentoso, ni tampoco impone mucho, por no decir que no impone absolutamente nada. Como ya he dicho, es una persona a la que no te pararías dos veces a mirar (cosa que se ve todavía más favorecida por las ropas tan normales que lleva, las cuales no suelen destacar demasiado)
Por supuesto, no te pararías a mirarle dos veces si eres una persona poco detallista.
Y es que es aquí donde destaca Marco, en los pequeños detalles. Detalles como su musculatura fibrosa, acompañada de las cicatrices que pueden observarse en su espalda, fruto de los años de trabajo en lo que su padre decía que era “su hogar”. Su pelo despeinado, que, en cierta manera, acompaña a su forma de ser, crispándose cuando se encuentra nervioso, apaciguándose cuando está tranquilo, o su voz, la cual, sin él mismo darse cuenta, revela completamente su alma a la persona a la que habla, haciendo que le lleguen directamente sus sentimientos.
Pero lo más importante son sus ojos. Como ya se ha dicho, sus ojos marrones son los más normales del mundo, excepto si te fijas en las cosas pequeñas, pues sus ojos, cambian de color. Así es, dependiendo de su estado de ánimo, ese color marrón puede pasar de “un marrón oscuro depresión” hasta un “marrón moteado de verde alegría”. Sin embargo, lo que más destaca de estos ojos es su ira, pues cuando esta llega a su punto más alto, sus ojos brillan, como los de una bestia salvaje en la noche, acompañados de un resplandor amarillo, el cual, puede imponer un cierto respeto hacia la persona que haya causado este estado.
Desde niño, se ha visto envuelto en duros trabajos físicos y vejaciones de toda clase, lo que le ha vuelto alguien introvertido y nervioso al empezar a relacionarse. Sin embargo, suele intentar sobreponerse a este comportamiento, pues ni se siente cómodo con él ni cree que sea lo más correcto. Por tanto, aunque puede costarle el comenzar una conversación o realizar una acción, siempre intenta dar lo mejor de sí a la hora de comunicarse con los demás.
También le tiene miedo al castigo físico, verbal y psicológico, no tanto por el dolor que le pueda causar, sino por el trauma que tiene desde pequeño con las palizas y diferentes formas de tortura que recibía de su padre y hermanastros pequeños. Esta situación le provoca una curiosa mezcla de detalles, ya que a pesar de tener un aguante sobrehumano a este tipo de situaciones, el propio acto, sea del tipo que sea, si ocurre de forma gratuita, suele pararle unos segundos, causándole una reacción de temblor y parálisis, acompañado de miedo.
Otro detalle importante del chico es que es alguien muy curioso por naturaleza, haciendo esto que, a veces, sea capaz de olvidar todos esos años de maltrato por unos instantes, lo justo como para sobreponerse a esa forma de ser a la que ha sido acondicionado y actuar como realmente es, solo que esto ocurre en contadas ocasiones y cuando ocurre y se da cuenta, vuelve a esa forma introvertida y miedosa de ser a la que ha sido llevado.
Aparte, hay que destacar que su forma de ser le provoca que se deje llevar por sus sentimientos de una forma bastante natural, a veces hasta exagerada. Esto no causa que sea alguien impulsivo, ya que su forma de ser introvertida le impide esto pero sí que le da un toque de torpeza y de inocencia del que la gente suele intentar aprovecharse, ya que es fácil hacerle sentir de una cierta manera.
También es alguien que ha leído mucho debido a su exacerbada curiosidad, lo que hace que sepa muchos datos inconexos, aunque suele cagarla a menudo y la gente a su alrededor suele recordárselo con cierta frecuencia.
Entre otras cosas, es fácil sorprenderle y suele emocionarse cuando están en algún tipo de aventura o situación similar, lo que puede llevarle a ponerse muy pesado con las personas que tenga confianza, diciendo cosas como “¿Has visto eso?” o “¡Mira, mira!”. Hay que decir además que, aunque impulsivo a su manera, también puede ser reflexivo y paciente a la hora de hablar o realizar cosas más o menos importantes, no tanto desde un punto de vista lógico, sino desde su forma de sentir, lo que lo hace alguien intuitivo más que inteligente.
Tres cosas más faltan por decir de Marco, las cuales terminan de definir la personalidad de este chico. La primera es su definición de correcto, la cual está directamente ligada a su concepción de la libertad que, todo hay que decirlo, es bastante infantil. El concibe la libertad como la capacidad para hacer lo que uno quiera, mientras que no afecte a los demás. Este es, de hecho, uno de los pocos ideales que defiende, al igual que el ideal de “familia” la cual en la actualidad es bastante cerrada, ya que excepto Mijail, no hay nadie más vivo que se haya ganado esa consideración por su parte. Otra cosa que faltaría entonces por definir es su temperamento, su ira... Normalmente, no es una persona mala, cruenta o simplemente, sanguinaria. Ni siquiera es alguien que se enfade más allá de hacer pucheros ante la broma de algún amigo. De hecho, incluso cuando alguien está haciendo algo que él no considera correcto suele controlarse, aunque en caso de que pase un cierto punto, intentará intervenir, primero con palabras, y solamente como último recurso, mediante la violencia.
Este es el primer grado de enfado que Marco presenta. Sin embargo, hay otro grado más, mucho más profundo y oscuro, el cual solo aflora cuando la impotencia y el dolor, causado no hacia sí, sino a otros, llegan a un punto en el que su mente se parte y… Sus ojos brillan.
No existe entonces ese Marco amable y sensible, ese pequeño que es capaz de dar todo por su familia y que solo quiere lo mejor para todo el mundo. El silencio se apodera de su boca, el resplandor de sus ojos. Su pelo se eriza y lo único que se puede sentir en el ambiente es la ira y el resentimiento. No tiene miedo, no existe nada que pueda hacerle sentir mal y que pueda pararle, ni siquiera el dolor o las fracturas, ni siquiera al ser apaleado por el rival. La única manera de parar este estado es que alguien de su familia le haga parar. Sino, hasta que no se haya agotado su ira o sea llevado hasta el punto de la inconsciencia, no suele terminar la pelea. Sin embargo, siempre que sale de este estado se pone a llorar, pues odia luchar hasta ese punto, sintiéndose culpable por su rival, sea cual sea la razón por la que le enfadó.
La última que habría que destacar, sería su relación con Mijail. Ambos se conocen de años atrás, años que han pasado unidos y pisados bajo un mismo yugo, colaborando el uno con el otro, lo que les ha hecho tener una relación a prueba de todo, más de hermandad que de amistad. En cierta forma, Marco es bastante dependiente de Mijail, pues él es, en cierta manera, él que le enseñó el camino hacia la “libertad”. Mijail siempre vela por él y Marco quiere pagarle con la misma moneda, aunque no suele conseguirlo. Fue Mijaíl quien le enseñó verdaderamente como era el mundo, y ahora está dispuesto a vivir mil y una aventuras con el mismo, pasando cada día juntos y buscando lo que ambos realmente desean: una familia.
A pesar de todo, su propia manera de ser no podría terminar de ser descrita en estas páginas, sin dejar pasar muchos detalles, detalles que realmente le dan la vida que él muestra a los demás.
Gustos:
-Los dulces le chiflan. Casi no pudo comerlos durante su infancia y ahora, cuando los toma, tiene una ligera regresión a su yo más puro y aniñado.
-La comida de Mijail. Durante muchos años tuvo que conformarse con sobras de comida, o con alguna que otra cosa que, a escondidas, le preparase algún sirviente de la casa. El poder tener ahora a alguien que esté dispuesto no solo a cocinarle, sino a preguntarle cosas como “¿Qué te apetece hoy?” o “¿Qué piensas de cenar esto?” le hace sentirse extremadamente feliz.
-La gente alegre y que es capaz de vivir su vida plenamente. Tras estar tantos años encerrado entre los muros de su casa, acosado por personas grises o dominantes que solo aspiran a conseguir más dinero o a satisfacer sus deseos tengan que pisar a quien deban pisar, el ver a gente viviendo su vida alegremente y sin causar daños a los demás le hace sentirse realizado, viéndose reflejado en ellos como personas a las que aspira a parecerse.
-La madera y la carpintería. Normalmente, Marco no es alguien que tenga paciencia para realizar este tipo de tareas, pero debido a la cantidad de reparaciones que tuvo que hacer en sus años de trabajo en su casa y a la de martillazos y errores que cometió dedicándose a ello ha desarrollado un gran cariño por la carpintería, la cual le ayuda a concentrarse y relajarse en los malos momentos, siendo uno de sus hobbies cuando necesita pensar el tallar figuritas de madera.
-La navegación y el mar. Para él, no dejan de ser símbolos de una libertad que nunca ha disfrutado, de ahí su obsesión por aprender a navegar, ya que el mar, en un mundo formado mayoritariamente por islas, es la mayor expresión de la libertad.
-Poder hacer lo que le venga en gana, aunque es cierto que como no le gusta molestar a otros, suele retenerse en muchas cosas que quiere.
-Las artes marciales. Irónicamente, Marco, quien odia la violencia, gusta mucho de las artes marciales y de las aplicaciones de las mismas. No hay que ver esto como una adoración indirecta de la violencia, pues para él las artes marciales son, al igual que su estilo, la representación del mundo a través del movimiento del cuerpo. Las considera un baile sin música, una danza que refleja la fuerza del mismísimo mundo, y que enseña a todos que, realmente, debemos respetar y admirar el lugar en el que vivimos.
-Las aventuras y las cosas que no conoce. Después de tantos años sin poder salir de su casa, su curiosidad se ha visto terriblemente aumentada. Por tanto, siempre que ve algo que es nuevo para él, tiene la impulsiva necesidad de acercarse a lo que ha llamado su atención, muchas veces obviando el peligro.
-La literatura y el arte en general. Para él es otra parte de esa belleza del mundo que se lleva perdiendo durante todos estos años, y por tanto, es algo que debe apreciar tanto como pueda. Nunca dirá no a un buen cuadro, un buen libro o una buena canción.
-Las chicas jóvenes. Marco, a sus diecinueve años, no ha tenido mucha interacción social con las mujeres de su edad, por lo que siente la atracción propia de un chico de su edad. Sin embargo, su introversión y “otros factores” hace que no sea capaz de tratar demasiado bien con ellas, incluso no atreverse a hablar con las mismas.
-Su caja de música, único recuerdo de su madre que tiene.
-Mijail. Él es su hermano y para Marco no hay nadie mejor en el mundo. Lo defenderá hasta la muerte.
-Los animales y la naturaleza, pues son una parte muy importante de esa belleza que se lleva perdiendo tantos años.
-Limpiar. Estuvo limpiando durante años la casa en que vivía y, en cierta manera, es una actividad que le ayuda a pensar. Si se ve a Marco limpiando, o tallando madera, se sabe que está reflexionando sobre algo.
Desagrados:
-No le gusta que la gente le trate mal sin motivo, aunque normalmente suele echarse las culpas si alguien se siente enfadado con él, pues no entiende a la gente que se comporta agresivamente porque si.
-La gente violenta. Cree que la violencia debería usarse solo en casos estrictamente necesarios, e incluso en esos casos, no cree que los excesos sean buenos. Por tanto, cuanto más violenta sea la persona, menos suele gustarle.
-Cuando Mijail se pone violento. Marco sabe que, cuando Mijail actúa así, suele ser por su bien o el de los dos. Sin embargo, no puede evitar intentar pararlo, a menos que ya vea que la situación es insostenible.
-La autoridad. No tiene buenas experiencias ni con la Marina ni con los Cipher Pole. Esto no significa que vaya a tratar mal a alguien que trabaje con el gobierno mundial porque si, pero sí que se mostrará mucho más introvertido que con otras personas.
-Odia a la gente que abusa de su poder. Apaleado durante años y humillado día tras día, Marco es incapaz de ver cómo alguien sufre delante suya, a menos que esa persona haya buscado esa situación. Aun así, evitará que la gente se haga daño la una a la otra en su presencia.
-Los sabores muy fuertes. Su boca es bastante sensible a este tipo de sabores, por lo que suelen disgustarle en exceso.
-Equivocarse cuando hace algo. Desde pequeño a estado acostumbrado a recibir un castigo por cada equivocación, ahora, instintivamente, se siente mal cuando falla al realizar alguna tarea.
-Las chicas jóvenes. Más que un desagrado (pues le gustan como a cualquier chaval), siente una especie de miedo hacia ellas que le hace comportarse cautelosamente con las mismas, haciendo que a estas les cueste ganarse su confianza. Mijail le ha dicho desde que se conocieron que las mujeres son seres un tanto… “peligrosos” y es la manera en la que Marco las trata.
-Que le hagan daño a la gente que le importa, pues no tiene demasiada.
-Que le engañen, pues se siente como un idiota y sabe que Mijail luego le va a reprender.
Habilidades:
Marco cuenta con un buen físico, fruto de los años de trabajo sin descanso en su casa, además de una resistencia bastante considerable al dolor, también provocada por los abusos de su hogar. Aparte, es una persona a la que le gusta mucho aprender, pero debido a que no tiene demasiada constancia no suele terminar las cosas que empieza, así que deja las cosas a la mitad, sin embargo, su memoria a corto y largo plazo es bastante buena, por lo que se le da bien recordar datos inconexos.
También es bueno dando consejos a las personas que conoce, ya que le es fácil sintonizar con los sentimientos de los demás, aunque no suele usar esta habilidad a menudo porque ni él mismo es consciente de ello. Otra cosa a destacar es que es muy sensible a los cambios en su alrededor, tanto climáticos como de las personas o situaciones. Aun así, para ser consciente de este tipo de cosas debe concentrarse, algo que no suele hacer muy a menudo.
Aparte, se le da muy bien seguir instrucciones, pudiendo hacer casi cualquier cosa si se la dictan paso a paso aunque le gusta bastante poco.
Es muy bueno limpiando y tallando, además de tener un talento especial con respecto al clima y al mar, con los que se siente muy unido, lo que le hace buen navegante. Además, no canta nada mal, aunque esto se debe más a su capacidad para transmitir sus emociones a través de su voz que a una habilidad para entonar. Su sentido del ritmo tampoco es malo, por lo que es bueno siguiendo el son de la música, pero tampoco es que sepa bailar de forma profesional.
Para terminar, destacar que su sinceridad es algo de lo que nadie puede dudar. Esto puede sonar extraño, pero cuando Marco dice algo, es, casi cien por cien seguro, de que es verdad, ya que realmente no sabe mentir y se le nota mucho cuando lo hace.
Torpeza:
Podríamos empezar diciendo que tiene muchas, algunas que son hasta contraproducentes con respecto a su forma de ser. Por ejemplo, es incapaz de dibujar o escribir algo que casi nadie entienda. Esto se aplica tanto a sus mapas como a los planos de cualquier barco que intente diseñar. Por tanto, es casi imposible que nadie, excepto él mismo descifre lo que hace... Y a veces ni incluso él mismo puede.
También hay que decir que se le da mal casi cualquier cosa que requiera paciencia, ya que no tiene: no sabe cocinar, forjar, tocar música… En definitiva, tiene una larga lista de cosas.
Aparte, es bastante manazas excepto cuando a madera se refiere. Cualquier cosa que tenga más filo de la cuenta en sus manos en un peligro no solo para él mismo, sino también para cualquiera que haya a su alrededor. Se podría decir lo mismo de cualquier cosa que tenga pólvora o más cables de la cuenta.
Su capacidad para mentir es nula. Si tiene que contestarle de manera falsa a alguien, se le notará a la legua que está mintiendo. De la misma manera, es alguien que puede ser engañado fácilmente, aunque primero deben conseguir que se abra.
Por último, tiene debilidad ante la gente violenta, viéndose normalmente intimidado por ella. Contra este tipo de gente evita cualquier tipo de conflicto, y solo cuando no le queda otro remedio lucha.
Profesiones: Luchador/Navegante/Carpintero.
Banda: N/A
Armas: Ninguno
Historia:
Mar de origen: East blue, pero realmente no se sabe.
Pertenencias: La caja de música de sus padres.
Botín de partidas:
Sueños: No tiene, de hecho, está buscando uno. Podría decirse que surcar los mares, conocer mundo… pero eso lo quiere cualquiera. Él necesita vivir en el mundo para saber a lo que aspirar, y eso es lo que va a hacer... Y nadie va a poder impedírselo.
Referido por: Nadie
Nivel: 1
Nombre: Marco Drummond
Apodo: “Ímbecil”, “¡eh tú!” y derivados, pues apenas su familia le llamó por su nombre durante los años que estuvo en su hogar. El resto de apodos será decidido en función de las aventuras que viva.
Edad: 19
Sexo: Hombre
Raza: Humano
Rango/Empleo: Desconocido
Rango social: Muy Bajo
Recompensa: 0
Akuma no mi: No tiene por ahora
Descripción estilo de lucha:
-Nombre: World´s Apprentice.
-Ejecución: Normalmente, un estilo de lucha se aprende a través de un maestro, el cultivo propio en el campo de batalla o gracias al talento puro y nato para la violencia… Sin embargo, Marco no ha tenido nada de eso.
Esto no significa que no tenga un cuerpo fuerte y rápido, pero si significa que, sus habilidades a la hora de la lucha, son más bien deficientes.
Usualmente, una persona así sería incapaz de vivir en un mundo tan peligroso como en el que residimos, en el que la violencia y las peleas están a la orden del día. Marco es muy torpe para muchas cosas, pero sabe que, sin poder defenderse, nunca conseguirá disfrutar de su libertad… Entonces ¿Qué le queda?
Solo una cosa… Imitar.
Así es, Marco no tiene una forma de luchar fija, no tiene un estilo definido por una preferencia, como los puñetazos o las patadas. Todo lo contrario: el mundo es su inspiración, y sus rivales, sus maestros. Por supuesto, esto no significa que sea una persona que pueda copiar las cosas que ve de forma instantánea, pero siempre intenta aprender de sus rivales, tanto estrategias como su forma de hacer las cosas, tomando de ellos lo que le gusta y es capaz de realizar. Aunque claro, el mundo es su inspiración y adaptar lo que hacen sus oponentes es, de hecho, lo que menos hace, dedicándose más a otras cosas como: observar animales, plantas, corrientes marinas, vientos desaforados, relámpagos, los fogones de una cocina, incluso la manera en la que el váter se lleva el agua. Todo en este mundo es el maestro de Marco y, por tanto, su estilo no es capaz de ser definido por un solo estado, por una sola explicación, ya que, tanto puede usar una “patada de caballo” como un “fuego abrasa la carne” con resultados que pueden parecer completamente dispares. Su estilo es cambiante y evoluciona con él mismo y sus experiencias, siendo cada vez más conceptual, pues acaba convirtiendo cosas como “fregar la cubierta de proa” o “viento meciendo las ramas” en movimientos complejos, en formas de moverse o comportarse en un combate, siendo esta la principal baza de su estilo, su falta de forma y, a la vez, su capacidad de hacer que descienda la fuerza del propio mundo sobre sus rivales.
Descripción física: Marco no es alguien que, realmente, destaque físicamente, por no decir que es alguien que fácilmente podrías encontrarte en cualquier parte del mundo. De hecho, asusta la normalidad de su rostro, coronado con unos rasgos a mitad de camino entre la suavidad y la dureza, entre lo grande y lo pequeño. Es increíble el pensar que, una persona tan normal, puede haber llegado a salir de una vida como la que llevó antaño y, ahora, se dedique a la piratería. Y es que su cara, aunque manteniendo una armonía que le aporta cierta belleza, en la que no desentonan ni sus ojos marrones ni su pelo marrón medianamente largo y despeinado, no es nada del otro mundo
Tampoco es que su cuerpo sea gran cosa. Apenas mide el 1,80 m y no pesa demasiado, por lo que su físico no parece nada portentoso, ni tampoco impone mucho, por no decir que no impone absolutamente nada. Como ya he dicho, es una persona a la que no te pararías dos veces a mirar (cosa que se ve todavía más favorecida por las ropas tan normales que lleva, las cuales no suelen destacar demasiado)
Por supuesto, no te pararías a mirarle dos veces si eres una persona poco detallista.
Y es que es aquí donde destaca Marco, en los pequeños detalles. Detalles como su musculatura fibrosa, acompañada de las cicatrices que pueden observarse en su espalda, fruto de los años de trabajo en lo que su padre decía que era “su hogar”. Su pelo despeinado, que, en cierta manera, acompaña a su forma de ser, crispándose cuando se encuentra nervioso, apaciguándose cuando está tranquilo, o su voz, la cual, sin él mismo darse cuenta, revela completamente su alma a la persona a la que habla, haciendo que le lleguen directamente sus sentimientos.
Pero lo más importante son sus ojos. Como ya se ha dicho, sus ojos marrones son los más normales del mundo, excepto si te fijas en las cosas pequeñas, pues sus ojos, cambian de color. Así es, dependiendo de su estado de ánimo, ese color marrón puede pasar de “un marrón oscuro depresión” hasta un “marrón moteado de verde alegría”. Sin embargo, lo que más destaca de estos ojos es su ira, pues cuando esta llega a su punto más alto, sus ojos brillan, como los de una bestia salvaje en la noche, acompañados de un resplandor amarillo, el cual, puede imponer un cierto respeto hacia la persona que haya causado este estado.
- Imagen :
Desde niño, se ha visto envuelto en duros trabajos físicos y vejaciones de toda clase, lo que le ha vuelto alguien introvertido y nervioso al empezar a relacionarse. Sin embargo, suele intentar sobreponerse a este comportamiento, pues ni se siente cómodo con él ni cree que sea lo más correcto. Por tanto, aunque puede costarle el comenzar una conversación o realizar una acción, siempre intenta dar lo mejor de sí a la hora de comunicarse con los demás.
También le tiene miedo al castigo físico, verbal y psicológico, no tanto por el dolor que le pueda causar, sino por el trauma que tiene desde pequeño con las palizas y diferentes formas de tortura que recibía de su padre y hermanastros pequeños. Esta situación le provoca una curiosa mezcla de detalles, ya que a pesar de tener un aguante sobrehumano a este tipo de situaciones, el propio acto, sea del tipo que sea, si ocurre de forma gratuita, suele pararle unos segundos, causándole una reacción de temblor y parálisis, acompañado de miedo.
Otro detalle importante del chico es que es alguien muy curioso por naturaleza, haciendo esto que, a veces, sea capaz de olvidar todos esos años de maltrato por unos instantes, lo justo como para sobreponerse a esa forma de ser a la que ha sido acondicionado y actuar como realmente es, solo que esto ocurre en contadas ocasiones y cuando ocurre y se da cuenta, vuelve a esa forma introvertida y miedosa de ser a la que ha sido llevado.
Aparte, hay que destacar que su forma de ser le provoca que se deje llevar por sus sentimientos de una forma bastante natural, a veces hasta exagerada. Esto no causa que sea alguien impulsivo, ya que su forma de ser introvertida le impide esto pero sí que le da un toque de torpeza y de inocencia del que la gente suele intentar aprovecharse, ya que es fácil hacerle sentir de una cierta manera.
También es alguien que ha leído mucho debido a su exacerbada curiosidad, lo que hace que sepa muchos datos inconexos, aunque suele cagarla a menudo y la gente a su alrededor suele recordárselo con cierta frecuencia.
Entre otras cosas, es fácil sorprenderle y suele emocionarse cuando están en algún tipo de aventura o situación similar, lo que puede llevarle a ponerse muy pesado con las personas que tenga confianza, diciendo cosas como “¿Has visto eso?” o “¡Mira, mira!”. Hay que decir además que, aunque impulsivo a su manera, también puede ser reflexivo y paciente a la hora de hablar o realizar cosas más o menos importantes, no tanto desde un punto de vista lógico, sino desde su forma de sentir, lo que lo hace alguien intuitivo más que inteligente.
Tres cosas más faltan por decir de Marco, las cuales terminan de definir la personalidad de este chico. La primera es su definición de correcto, la cual está directamente ligada a su concepción de la libertad que, todo hay que decirlo, es bastante infantil. El concibe la libertad como la capacidad para hacer lo que uno quiera, mientras que no afecte a los demás. Este es, de hecho, uno de los pocos ideales que defiende, al igual que el ideal de “familia” la cual en la actualidad es bastante cerrada, ya que excepto Mijail, no hay nadie más vivo que se haya ganado esa consideración por su parte. Otra cosa que faltaría entonces por definir es su temperamento, su ira... Normalmente, no es una persona mala, cruenta o simplemente, sanguinaria. Ni siquiera es alguien que se enfade más allá de hacer pucheros ante la broma de algún amigo. De hecho, incluso cuando alguien está haciendo algo que él no considera correcto suele controlarse, aunque en caso de que pase un cierto punto, intentará intervenir, primero con palabras, y solamente como último recurso, mediante la violencia.
Este es el primer grado de enfado que Marco presenta. Sin embargo, hay otro grado más, mucho más profundo y oscuro, el cual solo aflora cuando la impotencia y el dolor, causado no hacia sí, sino a otros, llegan a un punto en el que su mente se parte y… Sus ojos brillan.
No existe entonces ese Marco amable y sensible, ese pequeño que es capaz de dar todo por su familia y que solo quiere lo mejor para todo el mundo. El silencio se apodera de su boca, el resplandor de sus ojos. Su pelo se eriza y lo único que se puede sentir en el ambiente es la ira y el resentimiento. No tiene miedo, no existe nada que pueda hacerle sentir mal y que pueda pararle, ni siquiera el dolor o las fracturas, ni siquiera al ser apaleado por el rival. La única manera de parar este estado es que alguien de su familia le haga parar. Sino, hasta que no se haya agotado su ira o sea llevado hasta el punto de la inconsciencia, no suele terminar la pelea. Sin embargo, siempre que sale de este estado se pone a llorar, pues odia luchar hasta ese punto, sintiéndose culpable por su rival, sea cual sea la razón por la que le enfadó.
La última que habría que destacar, sería su relación con Mijail. Ambos se conocen de años atrás, años que han pasado unidos y pisados bajo un mismo yugo, colaborando el uno con el otro, lo que les ha hecho tener una relación a prueba de todo, más de hermandad que de amistad. En cierta forma, Marco es bastante dependiente de Mijail, pues él es, en cierta manera, él que le enseñó el camino hacia la “libertad”. Mijail siempre vela por él y Marco quiere pagarle con la misma moneda, aunque no suele conseguirlo. Fue Mijaíl quien le enseñó verdaderamente como era el mundo, y ahora está dispuesto a vivir mil y una aventuras con el mismo, pasando cada día juntos y buscando lo que ambos realmente desean: una familia.
A pesar de todo, su propia manera de ser no podría terminar de ser descrita en estas páginas, sin dejar pasar muchos detalles, detalles que realmente le dan la vida que él muestra a los demás.
Gustos:
-Los dulces le chiflan. Casi no pudo comerlos durante su infancia y ahora, cuando los toma, tiene una ligera regresión a su yo más puro y aniñado.
-La comida de Mijail. Durante muchos años tuvo que conformarse con sobras de comida, o con alguna que otra cosa que, a escondidas, le preparase algún sirviente de la casa. El poder tener ahora a alguien que esté dispuesto no solo a cocinarle, sino a preguntarle cosas como “¿Qué te apetece hoy?” o “¿Qué piensas de cenar esto?” le hace sentirse extremadamente feliz.
-La gente alegre y que es capaz de vivir su vida plenamente. Tras estar tantos años encerrado entre los muros de su casa, acosado por personas grises o dominantes que solo aspiran a conseguir más dinero o a satisfacer sus deseos tengan que pisar a quien deban pisar, el ver a gente viviendo su vida alegremente y sin causar daños a los demás le hace sentirse realizado, viéndose reflejado en ellos como personas a las que aspira a parecerse.
-La madera y la carpintería. Normalmente, Marco no es alguien que tenga paciencia para realizar este tipo de tareas, pero debido a la cantidad de reparaciones que tuvo que hacer en sus años de trabajo en su casa y a la de martillazos y errores que cometió dedicándose a ello ha desarrollado un gran cariño por la carpintería, la cual le ayuda a concentrarse y relajarse en los malos momentos, siendo uno de sus hobbies cuando necesita pensar el tallar figuritas de madera.
-La navegación y el mar. Para él, no dejan de ser símbolos de una libertad que nunca ha disfrutado, de ahí su obsesión por aprender a navegar, ya que el mar, en un mundo formado mayoritariamente por islas, es la mayor expresión de la libertad.
-Poder hacer lo que le venga en gana, aunque es cierto que como no le gusta molestar a otros, suele retenerse en muchas cosas que quiere.
-Las artes marciales. Irónicamente, Marco, quien odia la violencia, gusta mucho de las artes marciales y de las aplicaciones de las mismas. No hay que ver esto como una adoración indirecta de la violencia, pues para él las artes marciales son, al igual que su estilo, la representación del mundo a través del movimiento del cuerpo. Las considera un baile sin música, una danza que refleja la fuerza del mismísimo mundo, y que enseña a todos que, realmente, debemos respetar y admirar el lugar en el que vivimos.
-Las aventuras y las cosas que no conoce. Después de tantos años sin poder salir de su casa, su curiosidad se ha visto terriblemente aumentada. Por tanto, siempre que ve algo que es nuevo para él, tiene la impulsiva necesidad de acercarse a lo que ha llamado su atención, muchas veces obviando el peligro.
-La literatura y el arte en general. Para él es otra parte de esa belleza del mundo que se lleva perdiendo durante todos estos años, y por tanto, es algo que debe apreciar tanto como pueda. Nunca dirá no a un buen cuadro, un buen libro o una buena canción.
-Las chicas jóvenes. Marco, a sus diecinueve años, no ha tenido mucha interacción social con las mujeres de su edad, por lo que siente la atracción propia de un chico de su edad. Sin embargo, su introversión y “otros factores” hace que no sea capaz de tratar demasiado bien con ellas, incluso no atreverse a hablar con las mismas.
-Su caja de música, único recuerdo de su madre que tiene.
-Mijail. Él es su hermano y para Marco no hay nadie mejor en el mundo. Lo defenderá hasta la muerte.
-Los animales y la naturaleza, pues son una parte muy importante de esa belleza que se lleva perdiendo tantos años.
-Limpiar. Estuvo limpiando durante años la casa en que vivía y, en cierta manera, es una actividad que le ayuda a pensar. Si se ve a Marco limpiando, o tallando madera, se sabe que está reflexionando sobre algo.
Desagrados:
-No le gusta que la gente le trate mal sin motivo, aunque normalmente suele echarse las culpas si alguien se siente enfadado con él, pues no entiende a la gente que se comporta agresivamente porque si.
-La gente violenta. Cree que la violencia debería usarse solo en casos estrictamente necesarios, e incluso en esos casos, no cree que los excesos sean buenos. Por tanto, cuanto más violenta sea la persona, menos suele gustarle.
-Cuando Mijail se pone violento. Marco sabe que, cuando Mijail actúa así, suele ser por su bien o el de los dos. Sin embargo, no puede evitar intentar pararlo, a menos que ya vea que la situación es insostenible.
-La autoridad. No tiene buenas experiencias ni con la Marina ni con los Cipher Pole. Esto no significa que vaya a tratar mal a alguien que trabaje con el gobierno mundial porque si, pero sí que se mostrará mucho más introvertido que con otras personas.
-Odia a la gente que abusa de su poder. Apaleado durante años y humillado día tras día, Marco es incapaz de ver cómo alguien sufre delante suya, a menos que esa persona haya buscado esa situación. Aun así, evitará que la gente se haga daño la una a la otra en su presencia.
-Los sabores muy fuertes. Su boca es bastante sensible a este tipo de sabores, por lo que suelen disgustarle en exceso.
-Equivocarse cuando hace algo. Desde pequeño a estado acostumbrado a recibir un castigo por cada equivocación, ahora, instintivamente, se siente mal cuando falla al realizar alguna tarea.
-Las chicas jóvenes. Más que un desagrado (pues le gustan como a cualquier chaval), siente una especie de miedo hacia ellas que le hace comportarse cautelosamente con las mismas, haciendo que a estas les cueste ganarse su confianza. Mijail le ha dicho desde que se conocieron que las mujeres son seres un tanto… “peligrosos” y es la manera en la que Marco las trata.
-Que le hagan daño a la gente que le importa, pues no tiene demasiada.
-Que le engañen, pues se siente como un idiota y sabe que Mijail luego le va a reprender.
Habilidades:
Marco cuenta con un buen físico, fruto de los años de trabajo sin descanso en su casa, además de una resistencia bastante considerable al dolor, también provocada por los abusos de su hogar. Aparte, es una persona a la que le gusta mucho aprender, pero debido a que no tiene demasiada constancia no suele terminar las cosas que empieza, así que deja las cosas a la mitad, sin embargo, su memoria a corto y largo plazo es bastante buena, por lo que se le da bien recordar datos inconexos.
También es bueno dando consejos a las personas que conoce, ya que le es fácil sintonizar con los sentimientos de los demás, aunque no suele usar esta habilidad a menudo porque ni él mismo es consciente de ello. Otra cosa a destacar es que es muy sensible a los cambios en su alrededor, tanto climáticos como de las personas o situaciones. Aun así, para ser consciente de este tipo de cosas debe concentrarse, algo que no suele hacer muy a menudo.
Aparte, se le da muy bien seguir instrucciones, pudiendo hacer casi cualquier cosa si se la dictan paso a paso aunque le gusta bastante poco.
Es muy bueno limpiando y tallando, además de tener un talento especial con respecto al clima y al mar, con los que se siente muy unido, lo que le hace buen navegante. Además, no canta nada mal, aunque esto se debe más a su capacidad para transmitir sus emociones a través de su voz que a una habilidad para entonar. Su sentido del ritmo tampoco es malo, por lo que es bueno siguiendo el son de la música, pero tampoco es que sepa bailar de forma profesional.
Para terminar, destacar que su sinceridad es algo de lo que nadie puede dudar. Esto puede sonar extraño, pero cuando Marco dice algo, es, casi cien por cien seguro, de que es verdad, ya que realmente no sabe mentir y se le nota mucho cuando lo hace.
Torpeza:
Podríamos empezar diciendo que tiene muchas, algunas que son hasta contraproducentes con respecto a su forma de ser. Por ejemplo, es incapaz de dibujar o escribir algo que casi nadie entienda. Esto se aplica tanto a sus mapas como a los planos de cualquier barco que intente diseñar. Por tanto, es casi imposible que nadie, excepto él mismo descifre lo que hace... Y a veces ni incluso él mismo puede.
También hay que decir que se le da mal casi cualquier cosa que requiera paciencia, ya que no tiene: no sabe cocinar, forjar, tocar música… En definitiva, tiene una larga lista de cosas.
Aparte, es bastante manazas excepto cuando a madera se refiere. Cualquier cosa que tenga más filo de la cuenta en sus manos en un peligro no solo para él mismo, sino también para cualquiera que haya a su alrededor. Se podría decir lo mismo de cualquier cosa que tenga pólvora o más cables de la cuenta.
Su capacidad para mentir es nula. Si tiene que contestarle de manera falsa a alguien, se le notará a la legua que está mintiendo. De la misma manera, es alguien que puede ser engañado fácilmente, aunque primero deben conseguir que se abra.
Por último, tiene debilidad ante la gente violenta, viéndose normalmente intimidado por ella. Contra este tipo de gente evita cualquier tipo de conflicto, y solo cuando no le queda otro remedio lucha.
Profesiones: Luchador/Navegante/Carpintero.
Banda: N/A
Armas: Ninguno
Historia:
- Begin of Everything:
http://listenonrepeat.com/watch/?v=kQsDk-uk3VE
-Padre… estoy cansado... y tengo miedo.-
Un largo pasillo se abría ante mí, oscuro y lúgubre. La noche se había apoderado hace mucho de aquel lugar, sumiendo en la más horrible de las penumbras las estatuas, cuadros y armaduras que se exhibían a lo largo del pasillo. Cada pequeño detalle parecía querer comerme, cada dibujo parecía convertirse en una pesadilla dispuesta a atormentarme… Este es mi primer recuerdo. Aquel interminable corredor, las sombras invadiéndolo… Y mi padre diciendo.
-Barre, el maldito pasillo Marco…- Su mirada era fría. Incluso con tres años, yo sabía que no le importaba nada en absoluto.- O si no…-
Normalmente, los niños suelen recordar un momento feliz de su vida cuando son pequeños… Pero yo no tuve ese privilegio. De hecho, casi no tengo ningún recuerdo feliz de mi vida, al menos, no hasta que esta avanzó un poco.
Crecí en lo que debería haber sido mi hogar, con una familia que debería haber sido mi familia… y no tuve nada de eso. Mi padre era un hombre orgulloso, un gran psicólogo y médico… Claro, eso era lo que vendía al mundo. Mis hermanos eran niños orgullosos, nacidos de una misma madre, la cual me despreciaba por no ser hijo suyo. Cada uno de esos pequeños demonios llevaban la sangre de aquel hombre… Al igual que yo… Y esa sangre les hacía ser perversos, creerse señores del mundo. Y en cierta manera, yo no era más que su juguete.
-Marco.- Me giré, asustado ante la voz del mayor de mis hermanastros. Yo apenas tenía siete años en aquel entonces. Él solo seis.- Dice padre que debes jugar con nosotros…- Jugar significaba hacer lo que ellos dijesen. Yo no podía decir que no… Sino padre se enfadaría.
-Ssi, ccclaaarrro…- Tenía miedo, algo que se denotaba en mi voz.-
-No me gusta tu tono ¿Qué pasa, te ha comido la lengua el gato?-
Aquel día tuve que saltar del tejado para divertir a mis hermanos e implorar su perdón, por no haberme dirigido correctamente nada más empezar a hablarles. Cuando el hueso de mi pierna se partió, me prohibieron gritar: sino, le dirían a papá que no me curara. Aguante durante tres horas el dolor, pues me dijeron que solo si los llevaba en mi espalda como un perro me dejarían ir a que padre me curase… Me tropecé varias veces. Tuve que volver a empezar.
Cuando llegué al lugar, mi padre abrazó a mis hermanastros y les dijo “buen trabajo”. Había sido idea suya.
Por supuesto, después de entablillarme y colocarme los trozos de hueso partido en su sitio procedí a realizar el resto de tareas que tenía asignadas: barrer el pasillo, arreglar la pata de una mesa, coserle la ropa a mis hermanos, llevar y leer el correo para mi padre, al igual que velar durante horas por la noche su duermevela, y servirle vino, aunque esto no era más que una excusa para tenerme cerca y poder pegarme a gusto.
Esa era mi vida, y así iba a ser durante todo el tiempo que ellos quisieran… Si algunas cosas no hubiesen ocurrido.
Mi padre me enseñó a leer solo por el gusto de poder castigarme cuando me equivocaba, al igual que para leer en voz alta alguna carta que le llegase cuando él estaba demasiado borracho para echarle un vistazo.
Sin embargo, a raíz de la rotura de mi tibia, tuve que rellenar los pocos ratos que tenía de libertad de una manera distinta… Y ahí fue cuando descubría la literatura. Es sorprendente pensar que pude sobreponerme a la forma en la que me habían educado, pero el olor a cuero viejo que emanaba la biblioteca pudo activar una parte de mí que ni siquiera yo conocía. Mi curiosidad.
https://www.youtube.com/watch?v=NDSbz_JiDLE
Entré en aquel lugar, y robé un libro. Nada grave, lo justo como para satisfacer la necesidad por descubrir que era aquello…y para ser sinceros, me hice adicto. Me abrumó el descubrir que aquellas letras, todas ordenadas de una cierta manera, eran capaces de contar tanto grandes aventuras, como increíbles descubrimientos y dolorosos relatos. El primer libro que me llevé fue como la primera muestra de una droga; gratis y fácil de conseguir… Lo difícil vino luego.
No solo tenía que preocuparme porque nadie me viese, ni mis siete hermanastros, ni tampoco mi padre, madrastra y servicio. Aparte tenía que leer lo suficientemente rápido como para evitar que se echase en falta el libro. Aun así… Lo conseguía.
Estuve durante casi tres años dedicándome a aprender a escondidas… Y si pude mantenerme cuerdo, fue solo gracias a esto.
Por supuesto, todo debía acabar un día. Una mañana, cuando casi todo el mundo todavía estaba durmiendo, aproveché para dejar en su sitio uno de los libros de la biblioteca… Pero uno de mis hermanastros me vio.
-¿Qué mierda te crees que haces subnormal?- Mi hermano se dirigió hacia mí, agarrando el libro que tenía… y empezamos a forcejear.
Normalmente le habría dado el libro sin dudarlo… y si mi cabeza no estuviese llena por todas las cosas que llevaba leyendo en aquellos años, así habría sido, ahorrando muchos problemas porque, realmente ni se podía decir que yo estuviera peleando, pues solo me limitaba a coger el libro, no queriendo soltarlo… Aunque a mi hermano aquello parecía haberle ofendido sobremanera.
Me golpeó con un candelabro. A partir de ahí mi memoria está confusa. Recuerdo que me gritó, me pisó la cabeza y empezó a destrozar el libro. Luego, mi mente fue tragada por la nada.
Desperté en mi jergón de paja. Era de noche, y mi padre me había mandado llamar, o eso fue lo que me dijo el criado que vino a avisarme.
Cuando entré en la que era su habitación de trabajo, ví a mi hermanastro junto a él, con el cuello vendado. Según me dijo mi padre, había estado a punto de matarlo…
-Pero no importa pequeño.- Dijo, poniendo una sonrisa que para quien no lo conociese podría parecer encantadora.- Ahora vamos a hablarlo tú y yo, sobre algo que creo que deberíamos haber hablado hace mucho tiempo…-
El que era mi progenitor mandó a mi hermano a la cama, y me hizo sentarme en una silla, delante de su sillón. Entonces, sacó una caja de música… Y la abrió.
https://www.youtube.com/watch?v=hGzvkySJKbMLa música que de ella emanaba era triste y preciosa a la vez. Hizo latir mi corazón.
-Esto… Fue lo último que me dejó tu madre.- Nunca había visto así a aquel hombre. Siempre fuerte, siempre altivo y entonces… solo era un hombre. Miraba aquella caja realmente con devoción.- Era un regalo que le habían hecho años atrás, antes de casarse conmigo… La escuchaba cada noche, cada noche antes de irse a dormir.- Me miró. Estaba borracho, y se notaba en su tono de voz. En aquel momento, me di cuenta de lo destrozada que aquella persona estaba por dentro.- Y daba igual todo. Las caricias, los besos, los abrazos… Después de escuchar esto, cada noche lloraba en el baño, antes de siquiera atreverse a mirarme a la cara… Incluso…- Su voz cobró un matiz lleno de rabia, una nota llena de ira.- Incluso la muy puta se atrevió a negarme sus labios… SU CUERPO.-
https://www.youtube.com/watch?v=WfTJmyokSIc
La música se acabó cuando la caja de música chocó contra el suelo, llenando la estancia de un crujido roto. Lleno de ira, padre había lanzado la caja contra el mármol sobre el que estábamos. Estaba destrozada… Rota.
-ESA FURCIA ME ABANDONÓ. ME HUMILLÓ, ME DESPRECIÓ.- Sus ojos estaban inyectados en sangre y sus mejillas estaban rojas. Sus venas palpitaban con fuerza debajo de su piel.- Y todo por un sucio pirata ¡UN PIRATA DE MIERDA!- Su mirada destilaba odio y su lengua resentimiento.- YO TE SALVÉ DE ESA VIDA ¿Y ME LO PAGAS ROBÁNDOME Y ATACANDO A MIS HIJOS? DEBERÍA ROMPERTE COMO A ESTA MIERDA DE CAJA.- Su pie se elevó en el aire, desplomándose sobre el único recuerdo que seguramente podría tener alguna vez en mi vida de mi madre.
Me abalancé sobre la caja y lo que entonces pisó mi padre fueron mis costillas y espalda. Pasé dos horas recibiendo patadas, insultos y amenazas… Pero no me moví. No importaba el dolor, la pena por no ser amado, y el odio que hacia que cada hueso de mi cuerpo estuviese quebrándose... Aquello era lo único que tenía, y no iba a perderlo nada más encontrarlo.
-Bien, quédate con esa puta caja de mierda. Eres como tu madre, una loca aferrada a una gilipollez sin valor.-
http://listenonrepeat.com/watch/?v=a_Am4cHMBKM
Recuerdo los pasos de mi padre alejarse de la habitación. Tardé un rato en levantarme, pues apenas podía moverme. Luego, casi arrastrándome, me dirigí a mi habitación, la cual se encontraba en los establos. Solo cuando estuve tendido allí abrí la caja de música… Para comprobar que seguramente no volvería a sonar. Esa noche me dormí llorando… Tal y como mi madre había hecho hace muchos años y día tras día en aquella casa.
No pasaron muchas más cosas en aquel lugar… No volví a coger un libro, ya que ni me atrevía ni quería volver a sufrir la ira de mi familia… Aunque ellos siempre estaban enfadados. Los pocos ratos que antes podía dedicar a la lectura, los dedicaba ahora a intentar reparar aquella pequeña caja que, en cierta forma, me conectaba con el pasado, con un lugar feliz. Con un podría haber sido y no fue.
¿Cómo hubiera sido mi vida de haber estado con mi madre y aquel pirata? ¿Habría podido “sentir el salitre rozar mi cara”? ¿”Notar como el sol tostaba mi piel”? Aquellas líneas trilladas que se leían en los libros eran lo único que me quedaba en los anocheceres llenos de agonía y lágrimas que solía experimentar cada día, mientras inútilmente intentaba arreglar aquel pedazo de madera.
Todo siguió su cauce… Hasta que cumplí los doce años de edad. Siempre solía venir gente a casa. Gente que no solía quedarse y que apenas pasaban unas horas con mi padre… Sin embargo, aquel día fue distinto.
Una nueva persona había llegado a nuestro hogar. Era un chico, como yo, apenas un año mayor. Al parecer iba a quedarse como criado en la casa, para no sé qué de una máquinas. Por supuesto, no importaba: yo solo debía de seguir órdenes y, al igual que se había hecho previamente con el servicio y conmigo, se nos dio orden de no hablar con él.
Aun así, mi curiosidad iba en aumento, cada vez que le veía ir y venir haciendo cosas, al igual que tenía que hacer yo. Incluso llegamos a limpiar alguna habitación juntos, aunque para ser sincero, su forma de ser y de sonreírme solo hacían que me pusiese más nervioso… No sabía que pasaría si volvía a enfadar a mi padre como aquella vez… Y no quería saberlo.
Pasó mucho tiempo en el que no supe que hacer con respecto a aquel chico… Hasta que un día, llegó la noticia que la familia que le había dejado en aquel lugar había muerto. Escuché algo de traidores al gobierno… pero tampoco me enteré muy bien.
Ese día me lo encontré cabizbajo y triste, con los ojos inyectados en odio, de la misma manera que aquella vez los tenía mi padre. Instintivamente, intenté acercarme a él… No me gustaba que la gente estuviese así y a pesar de que tenía prohibido el contacto, intenté consolarle, pues era lo único que podía hacer por alguien que sufría, al igual que yo había sufrido.
-¡DÉJAME EN PAZ! ¡VETE!-
Me asusté y salí corriendo de allí al ver su reacción… No me gustaba que me gritasen.
Llegué, todavía con miedo en el cuerpo a mi jergón, donde me acomodé para relajarme… Luego tanteé entre mi ropa para coger la caja de música e intentar calmarme del todo. No estaba, ni allí ni en el lugar donde dormía. Ya era tarde, así que tenía prohibido volver a la villa a buscarlo. Estuve en vela hasta el alba, con los ojos cuajados de lágrimas. Si perdía aquello, la vida ya no tenía sentido.
Empecé a realizar mis tareas sin pena ni gloria. Sin la caja ni los libros, ya nada valía la pena… Lo llevaba pensando toda la noche. Sabía que me tocaba limpiar el tejado, así que tal vez podría…
-Eh…- Una voz sonó a mi espalda. No sabía quién era… Y la verdad es que no quería hablar con nadie…- Espera un segundo.-
Me giré, con miedo de que fuese uno de mis hermanastros y que yo ni siquiera me hubiera dado cuenta. Pero no fue así, allí solo estaba la nueva adquisición de mi padre, aquel chico que trabajaba casi las mismas horas que yo.
-Oye…- Parecía que quería decirme algo… Aunque realmente no entendía ni porque se dirigía a mí. De hecho, antes de que pudiera pensar siquiera el que podría querer, siguió hablando.- Ayer… Se te cayó esto.-
¡Era la caja! ¡Mi caja! No lo comprendía… ¿Cómo la tenía él? Mi turbada mente solo me dejo cogerla y apretarla contra mi pecho y… Abrirla.
https://www.youtube.com/watch?v=hGzvkySJKbMLa música volvió a sonar.
A partir de entonces solo recuerdo la susurrante melodía de la música… Ni siquiera me di cuenta de cómo me había dicho que se me había caído, que quería disculparse por lo del otro día y que al ver rota la caja, decidió arreglarla. Y aunque lo hubiera escuchado no me habría importado demasiado. Lo único que sabía es que era lo mejor que alguien había hecho por mi de lejos en toda mi vida, y que aquellas lágrimas no iban a parar de salir de mis ojos, por más que lo intentase. Sin embargo, por una vez en mi vida, aquellas lágrimas eran de felicidad.
Así fue como realmente conocí a Mijail y, de hecho, poco más pasó en mi vida desde entonces. Creo que fue muy conveniente y que, por una vez, la suerte decidió sonreírnos a ambos. Sin él, yo me habría tirado aquella misma tarde por el tejado y con suerte me habría partido el cuello. Sin mí, él habría estado solo en el mundo, ahora que su familia había muerto. El destino decidió ayudarnos a sobrellevar lo que estaba por venir, que no era lo que más que lo que nos iba a quedar para el resto de nuestras vidas.
Los años fueron pasando y con cada uno de ellos, nuestra amistad se hacía más fuerte, hasta el punto de ser como hermanos. Él me ayudó con muchas cosas: me dio valor para volver a robar libros y leerlos, me enseño cosas de la vida, me habló del mundo y en cierta manera avivó mis ganas de vivir. Por mi parte, yo no pude ayudarle tanto, aparte de mitigar su soledad y probar todos y cada uno de los nuevos platos que él iba aprendiendo… Y para mi que eso también era algo que él hacía para que estuviese feliz.
En cierta forma, a pesar de vivir en el infierno, conseguí ser feliz. Ahora no solo me gusta la lectura, sino que le he cogido cierto gusto a la escritura. Para ser francos, esto de aquí es un texto que me dijo Mijail que escribiese, por algo de un día especial o no sé qué. Dijo que me vendría bien recordar tanto lo bueno como lo malo, que me ayudaría de ahora en adelante.
https://www.youtube.com/watch?v=HK001kVwGJIY la verdad es que ahora me siento más ligero.
Desde el pequeño rincón donde escribo veo el pequeño hatillo donde Mijail ha preparado una serie de cosas. No me ha querido decir mucho, por no decir nada: tal vez sea un regalo de cumpleaños, o simplemente, quiere que nos escapemos, como aquella vez que lo propuso. No lo sé, pero, sea lo que sea, estoy seguro de que será algo bueno.
Con todo esto me despido, pues creo que no merece la pena aburrir más a cualquiera que lea esto, aunque espero que no lo lea nadie, porque no está nada bien. Solo huelga decir que, pase lo que pase… Algún día el mundo será nuestro, o eso dice Mijail.
Mar de origen: East blue, pero realmente no se sabe.
Pertenencias: La caja de música de sus padres.
Botín de partidas:
Sueños: No tiene, de hecho, está buscando uno. Podría decirse que surcar los mares, conocer mundo… pero eso lo quiere cualquiera. Él necesita vivir en el mundo para saber a lo que aspirar, y eso es lo que va a hacer... Y nadie va a poder impedírselo.
Referido por: Nadie
Iku Hanna
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Akuma no mi
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Hola, soy Iku y seré la que modere tu ficha.
Historia del Pj (Extensión y originalidad)
Simplemente me encantó. Además metiste música y esas cosas, algo que hace más amena la lectura y te hace ponerte mejor e situación. Te has merecido el 2´5.
Psicología del Pj (Gustos, desagrados... se valorará la originalidad)
La verdad es que te has extendido más que suficiente en este apartado, y hay cosas muy originales como la comida de Mijail. Obtienes un 2´5.
Redacción, ortografía, gramática...
En este apartado tampoco vi fallos de redacción, ni ortografía ni de gramática. Tienes 1 punto.
Descripciones (Psicológica y física)
Ambas descripciones son muy detalladas. En la física incluso pusiste imágenes que siempre vienen bien y, en cuanto a la psicológica te lo has currado mucho y se nota. Describiste con detalle a tu personaje y yo al menos me lo pude imaginar bastante bien. Tienes los 2 puntos.
Misceláneo (Sueños, Estilo de lucha, Apodo... detalles que demuestren originalidad)
Bueno, tu apodo me dejó en plan “(O_O)” pero es original y está bien explicado el “por qué” que es lo que siempre busco. Tu estilo de lucha, también tiene su originalidad y es muy extenso y, tus sueños, aunque no tengas, es algo que pega muy bien con tu pj, y eso de que está buscando uno me gustó bastante. Incluso me conmovió. Tienes el 2.
¡FELICIDADES! Tienes un 10.
Con esto tienes derecho a:
Akumas:
- Paramecia de grado 1 - 6´5
- Zoan normal - 7
- Paramecia de grado 2 (las consideradas más fuertes) - 7´5
- Logia mineral - 8
- Zoan prehistórica - 8´5
- Zoan mitológica - 8´5
- Logia etérea - 9
- Akuma legendaria - 10*
*Se deberá sacar un 10 de nota para poder acceder a una de las akumas más poderosas de la serie, como la Pika Pika no mi. También se incluyen en este tipo Akumas potencialmente OP (Overpowered), como la logia de sonido.
Cyborg:
- Comenzar como humano con alguna parte cyborg - 6
- Comenzar como cyborg - 7
Razas:
- Humanos y Skypianos- cualquier nota
- Brazos largos y piernas largas- 6
- Enanos- 7
-Animales parlantes- 7
- Gyojin grado 1* - 7´5
- Gigante - 8
- Gyojin grado 2* (peces venenosos y tiburones) - 8´5
Tener una nota igual o superior a 8 da derecho a comenzar con un objeto especial (débil, simplemente con alguna característica anormal) como premio por su originalidad.
Cualquier petición, ya sea de akuma, parte cyborg, o cualquier otra cosa a la que se tenga derecho por nota de ficha debe ser hecha antes del primer rol. Una vez has comenzado a rolear, pierdes el derecho a pedir nada por nota de ficha si no lo has hecho antes.
PD: al ser una ficha de 10 debe ser revisada por un admin así que espera a la aprobación de este.
Historia del Pj (Extensión y originalidad)
Simplemente me encantó. Además metiste música y esas cosas, algo que hace más amena la lectura y te hace ponerte mejor e situación. Te has merecido el 2´5.
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Redacción, ortografía, gramática...
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Descripciones (Psicológica y física)
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Misceláneo (Sueños, Estilo de lucha, Apodo... detalles que demuestren originalidad)
Bueno, tu apodo me dejó en plan “(O_O)” pero es original y está bien explicado el “por qué” que es lo que siempre busco. Tu estilo de lucha, también tiene su originalidad y es muy extenso y, tus sueños, aunque no tengas, es algo que pega muy bien con tu pj, y eso de que está buscando uno me gustó bastante. Incluso me conmovió. Tienes el 2.
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Cualquier petición, ya sea de akuma, parte cyborg, o cualquier otra cosa a la que se tenga derecho por nota de ficha debe ser hecha antes del primer rol. Una vez has comenzado a rolear, pierdes el derecho a pedir nada por nota de ficha si no lo has hecho antes.
PD: al ser una ficha de 10 debe ser revisada por un admin así que espera a la aprobación de este.
Steve
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Dado que el usuario me ha informado de que no pide nada por ficha, procedo a aceptarsela, ahora solo tiene que pasar por el censo y el registro de fisicos.
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