Soul Beast[Privado/Pasado][Asder, Orion y Aileen]

Estaba en mi bote, como siempre, tumbado con la misma ropa de siempre. Si, parezco un vagabundo, pero mi aspecto me da igual. Estaba mirando el cielo tranquilamente, mientras masticaba un pez, cuando empecé a escuchar jaleo. Me levanté y miré a mi alrededor, había una isla con bastantes casas, así que decidí pararme por allí, a ver que encontraba. Me acerqué al embarcadero, remando con los brazos y amarré ahí mi bote. Salté al embarcadero, era de madera oscura y parecía ser bastante viejo, ya que cada paso que daba camino a la ciudad, soltaba un pequeño crujido. Caminaba lentamente, con las manos echadas detrás de mi cabeza, con un tono despreocupado, hasta que pasé por delante de un cartel.

- Vaya.. Un cartel de se busca. ¿30.000.000 de berrys? Joder, con eso me compraría mucha carne.

El cartel mostraba la cara de un gyojin bastante aterrador. Era de color azul casi negro, ojos amarillos y un extraño farolillo colgado de una antena de su frente, con unos dientes realmente enormes. Debajo del cartel había una nota, donde decía sus fechorías. Parece que vivía en esa isla y que tenía a todos los ciudadanos aterrorizados, ya que contaba con una banda de gyojin. Parece ser que la marina no iba a la isla ya que el gyojin sobornaba a los marines para que lo dejaran en paz. Extorsionaba la isla entera y les obligaba a pagar. Pasé del cartel y me adentré a la isla, total, lo único que quería era comer. Pasaba por las calles, no había casi nadie en aquellas calles, todos estaban dentro de sus casas y solo unos pocos salían, para comprar alimentos. Encontré un restaurante y me pedí algo de comer, mientras me sentaba en una silla al lado de una ventana. Esperé la comida y cuando me la trajeron, me puse a comer. De repente, algo golpeó la puerta con fuerza, me giré y parecía ser un gyojin, pero no el del cartel. Tenía una espada enorme a su espalda, grandes brazos, un aspecto intimidante, de color naranja, parecía familia del pez payaso, así que al verlo no pude evitar reírme.

Me había colado en un barco mercante para viajar de gratis, sentado sobre un barril comiendo algunas manzanas junto a Haku. Pelaba las manzanas con una de mis espadas mientras compartía los trozos con mi lobo a la espara de llegar a un puerto y salir del barco. En ese instante se empezó a oír a la tripulación del barco discutir. Me acerque a la puerta pegue la oreja y escuche algo de que deberían dar un rodeo ya que entraban en los dominios de un gyojin que tenía una banda pirata.

-Vaya parece que nos tendremos que hacer con un bote porque estos amables señores dan la vuelta Haku.- Mire a mi lobo para después abrir la puerta y miraba en ambos sentidos, Me fui hacía uno de los botes, le dije a Haku que se subiera y corte las cuerdas soltando nuestro nuevo medio de transporte saliendo los marineros al oír tanto ruido.

-Ey ladrón que haces en nuestro bote devuelvenoslo!!! -

Sonreí picaramente mientras remaba hacia la isla.-Lo siento señores yo me bajo aquí hasta mas ver- Dije adiós con la mano y seguir remando hasta llegar a la isla y ver en el muelle el cartel del gyojin del que había oído hablar en el barco.-Fiiiiiiiiuuu que recompensa si son 30 milloncejos, si lo vencemos nos haremos un nombre pero deberemos ir con cuidado.-Nuestras tripas empezaron a rugir ya que solo comimos manzanas todo el viaje.-Pero antes pillemos algo de carne para llenar la tripa Haku..-Sonreí mientras escuchaba el aullido de conformidad de Haku.

Nos pusimos de camino al pueblo en busca de algún puesto ambulante o restaurante de la ciudad, pero nos llamo la atención era que todas las casas estaban cerradas y que en la calle las personas que había se contaban con los dedos de una mano. Me tope con un restaurante abierto donde había un enorme bicho en la puerta que no me dejaba pasar a lo que lo mire de arriba abajo parándome detrás de el con las manos en los bolsillos.

-Eh tu payaso aparta de la puerta y no estorbes mas con tu cuerpo de payaso fuera de mi camino.-

Hacía un tiempo que nadaba libremente por el East Blue, en una de las incursiones que hacía a los barcos para conseguir algo rico que llevarme a la boca escuché que había una isla gobernada por gyojines. Eso me alegró y pegué un poco más la oreja para escuchar mejor. Pero lamentablemente no conseguí mucha información.
Volví a zambullirme en el agua y días después gracias las indicaciones de los peces llegué a una isla. Los arenques aseguraban que era allí, pero los atunes decían no estar seguros, en cambio las anguilas preferían no opinar, sorprendentes peces las anguilas, peces pensativos donde los haya. Nunca dicen algo que no sepan con seguridad.
Finalmente decidí subir a la superficie, había un montón de papeles con la foto de un gyojin bastante mono, y debajo había unos números... lamentablemente no sabía leer mucho. Supuse que era uno de los famosos carteles de búsquedas de piratas. Caminé tranquilamente por el pueblo, pero estaba menos animado que otros pueblos humanos que había visto.

-¿Pero qué pasa aquí, por qué no hay nadie? -dije en voz alta para mi misma.

Seguí caminando tranquilamente, a la espera de encontrar algo. Me encontré con una chica joven, que estaba recogiendo algo que se le había caído al suelo, me acerqué a ella y me puse a ayudarla, pero enseguida levantó la mirada, con la cara blanca de miedo.

-No, no me hagas nada! -dijo poniéndose de rodillas.

¿Qué te iba a hacer? -pregunté sorprendida de su reacción -¿te doy miedo, nunca habías visto un gyojin antes?

Vo... vosotros habéis destrozado la isla -dijo asustada -¿cómo no voy a teneros miedo.

¡Pero si es la primera vez que vengo! -dije ayudándole poniéndola de pie -oh, ¡espera! ¿ese del cartel es el que ha hecho esto?

La joven asintió con la cabeza asustada y mirando de un sitio para otro. Cogió la bolsa y la apretó contra su pecho.

-Tengo que irme -dijo apresuradamente -si de verdad no tienes que ver nada con ellos, escóndete, no podemos estar en la calle a estas horas

-No lo creo -dije sonriendo -te acompañaré a casa y luego iré a hablar con él

¡Estás loca! te matará -dijo la mujer asustada.

-Soy más fuerte de lo que parezco -dije acompañándola a casa.

Esto era grave, los piratas deberían proteger las islas bajo su poder del ataque de otros piratas, no aprovecharse de las personas que vivían allí. Ese comportamiento era típico de los Tenryubito, y si se comportaban así, alguien debía ocuparse de que cambiaran de mentalidad. Estaba enfadada y me froté la frente donde seguía la marca echa a fuego de mi esclavitud pasada.

Después de reírme del gyojin payaso, empezó a gritarme realmente cabreado.

- ¿¡Te estás riendo de mi, vagabundo!?

Acto seguido entró un tipo raro con un lobo, insultando al gyojin, llamándolo payaso. Eso me hizo reírme aún mas, la risa era totalmente descontrolada, las lágrimas se me caían y al gyojin no le hacía gracia, no tenía sentido del humor, así que se le empezaron a hinchar las venas del cuerpo, realmente enfadado. Pegó un grito mientras se sacaba el gran arma que tenía a la espalda y saltó hacia mi de golpe, con la intención de cortarme por la mitad. Yo estaba sentado, riéndome sin parar, pero al ver eso, cogí mi plato y le lancé al gyojin la mesa a la cara, parando su ataque, destrozando esta en su cuerpo. El gyojin se enfadó aún mas, las venas de su cuerpo estaban a punto de explotar y yo seguía acabándome el plato de comida. El gyojin me lanzó un corte horizontal, de derecha a izquierda intentándome partir por la cintura. Salté hacia atrás justo al acabarme el plato y el tipo cortó la silla con su gran arma. Lo miré con una gran sonrisa y le solté con los brazos cruzados.

- Ya he acabado de comer, ahora te comeré a ti, payaso. Muajajijajojojajejejijajooo- Le decía con una risa realmente descordinada.

El gyojin estaba de cada vez mas cabreado y esta vez se lanzó a cortarme aún mas decidido. El camarero y los demás que estaban en el bar, estaban asustados, se estaban muriendo de miedo, había provocado a uno de los gyojin. Pero a mi, me daba igual, ya podría ser un gyojin o un dragón, que si me parecía gracioso, me reía. El corte que me lanzó, esta vez iba en vertical, de abajo a arriba. Me eché a un lado evitando su ataque y le di una fuerte patada en las costillas con mi pierna derecha. Acto seguido, salté soltándole un rodillazo en la boca y este se desplumó en el suelo. El camarero me miró y con voz temblorosa me comentó.

- N-no sabes lo que has hecho, ahora los gyojin acabarán contigo y con todos los de este bar.

El camarero estaba asustado, se le caían las lágrimas y yo tenía mas hambre después de haber peleado. Así que miré al camarero y le pedí otro plato de comida.

- Tranquilo hombre. Dame otro plato de esos tan buenos, que pelear me da hambre. Y si vienen aquí acabaré con ellos, confía en mi.

Era mi día de suerte pille un pequeño duelo antes de comer lo que hacia mi día mas fructífero, entre en el bar agarrando al gyojin de sus ropas arrojandolo fuera del bar por la puerta, pero antes quitandole la bolsa de oro.

-Camarero dos buenos platos de su mejor carne invita el amigo pez-Dije mirando hacia la barra mientras me sentaba con el que había dado la paliza al hombre pez.-Si me siento en esta mesa podre ver el show de cerca y a lo mejor apuntarme a cerrar alguna boca.-

Coloque mi silla mirando hacia la puerta para ver entrar a la gente y así ponerme en guardia para una posible pelea.En eso llego el camarero con los platos de carne que soltaban una fragancia deliciosa.-Toma Hakusetsu tu plato de carne no la comas muy ligero y saboreala.- Dejandole el plato en el suelo para despues pedir algo de vino y dos vasos y un cuenco para poder bajar la comida.Tome el vino y serví a Haku, para luego servirme a mi.

-Si no te molesta el proximo integrante de la banda pirata me encargare yo de el.-Comente mientras comía y miraba al chico de reojo, para despues acercar el vaso vacío y la botella al chico.

Al rato acabe de comer mientras me frotaba la barriga de lo bien que me había sentado la carne. Me gire hacia el dueño del local y lo mire a los ojos.-Oye mesero al hombre pez que le ha pateado el culo era uno de los mas fuertes o solo un soldado raso?- Le solté mientras mientras acariciaba la cabeza de Haku y me recostaba en la silla apoyando la espalda contra la pared

Tras dejar a la joven en casa y caminar un rato por el pueblo vi un gyojin tirado en el suelo, cuando me acerqué noté que estaba inconsciente y alrededor de l varios pedazos de madera en el suelo. Entré decidida en aquel local.

-¿Qué es lo que ha pasado aquí? -pregunté con un tono más duro del habitual. La gente del bar estaba asustada, a excepción de dos hombres y un animal que no conocía. Me relajé un poco y entré tranquilamente.

Atraía la mirada de la gente, pero ya estaba acostumbrada a ello, me acerqué a la barra para encontrarme frente a frente al camarero.

-Esto, disculpe, ¿ha visto a este gyojin por aquí? -pregunté, pero el camarero  miraba hacia los hombres de la barra y luego a mi, para finalmente bajar la cabeza y no responderme -no tengo nada que ver con ellos, ¡no muerdo!

Estaba desesperada, no podría caminar por allí sin que me tuviesen miedo... empezaba a temerme que el capitán gyojin hubiese hecho algo semejante a lo que me hicieron a mi.

El hombre con el lobo se sentó a mi lado y le preguntó al camarero si ese era uno de los fuertes. El camarero nos miró y contestó con voz temblorosa al muchacho.

- No.. Ese era de los mas débiles.. Pero uno de los mejores amigos del gyojin...

El hombre estaba realmente asustado y eso me cabreaba. ¿Por que un pirata tenía que hacer estas cosas? Un pirata tiene que vivir aventuras y no tener asustado a toda una isla, eso es ser un criminal. Me estaba cabreando, así que me comí mi comida y miré a ese hombre, enfadado.

- Tú, ahora mismo me estas contando donde vive ese maldito gyojin, voy a ir ahora a aplastarle la cabeza.- Le decía al camarero, mientras las venas de mi cuello se hinchaban.

- Bueno, vive en un palacio que ha mandado a crear.. El palacio está en construcción y ese gyojin es.. Tienes que tener cuidado y vuelve sano y a salvo.. A esta ronda invita la casa.

El camarero limpiaba un vaso con un trapo mientras me contaba todo, era hora de ponerse en marcha, pero una extraña gyojina entró al lugar. Mierda, ya iba a empezar la pelea, o al menos eso creía. La gyojina afirmaba que no tenía nada que ver con los gyojin de esa zona, así que no le di importancia. Me levanté de mi sitio dándole las gracias al camarero por la exquisita comida y me dirigí a la puerta, antes de abrirla y salir del local grité fuerte.

- ¡¡Me voy a machacar a ese idiota!! ¡¡Cuando vuelva quiero un plato de comida como el de antes, pero diez veces mas grande y delicioso!! Suerte viejo.- Decía en alto, mientras levantaba la mano derecha y salía por la puerta.

Empecé a caminar hacia el palacio, desde lejos ya se veía. El palacio estaba apartado, a su alrededor no habían casas y rodeándolo había un gran lago, como si el palacio estuviese en mitad del lago. Era grande de color azul grisáceo. Seguía caminando con tranquilidad por las calles hacia el palacio, pero cuando me quedaba a penas unos 100 metros para llegar, me encontré con unos gyojines que me pararon el paso, poniéndose en medio. Eran tres, uno tenía un aspecto fornido y no parecía llevar ningún arma, era grande, de color azul con rayas rojas y tenía una gran dentadura y escamas por su cuerpo, vistiendo unas ropas hawaianas de color roja con flores negras. Otro de ellos portaba un bastón que parecía estar modificado, era alto, mediría dos metros mas o menos y era de color azul, con extrañas rayas grises, este portaba un traje de color negro, con camisa blanca y corbata negra. El último era un gyojin pulpo, de color rojo y verde, con seis tentáculos como brazos y unos extraños guanteletes de hierro, este último portaba una camiseta de color negra con rayas blancas y fue el que me habló.

- Tú, humano inferior, no deberías estar por aquí. Ahora tendremos que acabar contigo por venir hacia el palacio y no ser un trabajador.- Me decía el extraño pulpo, mientras sus tentáculos se movían de una forma un tanto peculiar.

Esperando en la silla apoyando la espalda contra la pared escuche como el camarero respondía que era uno débil pero de los mejores amigos del gyojin jefe.Cuando no tuvo tiempo de acabar el chico de mi lado se levanto sonsacandole al camarero donde estaba la guarida de ese bicho.

Me empece a levantar para después sacudirme las ropas cuando una gyojin entro preguntando por el mismo sujeto al que queríamos encontrar ese tipo y yo. Me acerque a la barra deje unos berrys por la comida cuando escuche al tipo gritar que le patearía el culo al gyojin, saliendo después por la puerta.

-Oye chica si de verdad buscas al gyojin sera mejor que vengas conmigo detrás del que acaba de salir.-Mirandola de reojo para después hacerle un gesto a Haku de salir y seguir al chico. Caminaba un para de metros detrás de el con las manos en los bolsillos observando el comportamiento del chico y sus gestos, hasta que en su camino salieron tres gyojins que le dijeron algo de acabar con el.

Corrí hacia el a toda velocidad con Haku al lado para al estar a unos pasos del chico dar un salto apoyandome con un pie en uno de sus hombros y coger impulso propinandole un fuerte punta pie al pulpo en la boca la que la tiro al suelo soltando sangre,cayendo yo al lado del chico.

-No veo justo un 1 contra 3 así que tomare parte en la pelea para hacerla un 2 contra 3.- Sonreí mirando al chico y crujiendome los nudillos, sin bajar la guardia lo mas minimo.

El chico que tenía como mascota a aquel extraño animal salió corriendo tras decirme que él y el otro que estaba en la barra que había salido unos instantes antes estaban buscando al mismo gyojin que yo. Seguí a aquel chico que iba corriendo, correr no era algo que me entusiasmara, pero debido a mis fuertes piernas y a lo pequeña que era para mi raza, era suficientemente rápida como para no perderlo de vista. Cuando finalmente llegué a donde se encontraban los dos, me fijé en que estaban enzarzados en combate con tres gyojines. Supuse que ya que teníamos el mismo objetivo podría ayudarlos y tras pensarlo un poco me acerqué andando a ritmo normal.
Me encontraba a pocos pasos tras ellos así que hablé.

Si vuestro objetivo es ese pirata gyojin de los carteles os ayudaré -dije colocándome tras ellos -los piratas son personas libres, no tiene por qué comportarse como esos asquerosos que protege el gobierno

-Mocosa, ¿por qué no te vienes a pasar un buen rato con nosotros y pasas de esos humanos asquerosos? -me dijo uno de los gyojins.

Lo miré con mi cara de niña buena y me giré para ver de nuevo a los dos humanos que habían llegado antes que yo. Volví a mirar al gyojin que me había hablado y le sonreí.

-¡Los que atemorizan a la gente no merecen vivir! -grité a la vez que le propinaba un golpe en la cara con la palma de mi mano usando toda mi fuerza -chicos, si no os molesta me uniré a la pelea.

El gyojin azul se llevó la mano a su cara a la vez que me miraba con asco al ver la su propia sangre. Se abalanzó sobre mi, pero echando mi cuerpo para atrás aproveché para meterle una fuerte patada que lo arrojó al agua.

Tened cuidado del agua-les dije a los humanos mientras me tiraba yo al lago para luchar con el otro.

Cuando estaba a punto de enfrentarme a los tres gyojin yo solo, aparecieron dos personas en mi ayuda. Eran el chico del lobo y la gyojina de la taberna. El chico lobo se enfrento al pulpo y la gyojina al gyojin cachas. Así que a mi me tocaba el del bastón. Le hice una seña al del bastón probocándole y este me sonrió. Se lanzó hacia mi, a una gran velocidad, que mi ojo casi no podía ver y me lanzó una estocada con el bastón al estómago, no pude esquivarlo y me dio de pleno. Agarré el bastón con las dos manos y usando toda mi fuerza, lo levanté y lo estampé contra el suelo de cabeza. El azul se levantó como si nada y se desabrochó la corbata, lanzándola lejos. Acto seguido me lanzó un golpe en horizontal hacia mi costilla derecha, estaba a unos cuantos metros y el bastón no llegaba, pero de repente este se alargó, golpeándome con gran fuerza. Volvió a la normalidad su arma y dio un gran salto hacia mi, lanzándome un golpe en vertical desde arriba hacia mi cabeza. Conseguí esquivarlo con una voltereta hacia atrás, pero me di cuenta que esa pelea iba a ser difícil. Ninguno de los dos hablábamos, solo peleábamos, atentos en el combate y con una sonrisa. Esta vez era yo el que tomaría la iniciativa, como tenía un bastón y en largo alcance no podía hacer nada, me acerqué a él de un sprint para ganar terrero y le golpeé en el estómago con mi puño derecho. El aprovechó para envolverme con su bastón y apretarme hacia el, para luego lanzarme hacia atrás. Me comí un poco de suelo, pero me levanté, con una gran sonrisa. El gyojin se me acercaba poco a poco, mientras giraba el bastón sobre su cabeza y me lanzó un golpe realmente fuerte, en horizontal hacia mis costillas derecha de nuevo, pero conseguí pararlo con las manos. De repente, el golpe provocó una explosión que me lanzó hacia atrás. Esta pelea iba a ser difícil y por eso estaba tan feliz.

La gyojin parece que se nos sumo al equipo llevándose a uno al agua para pelear a uno de ellos. A lo que vi como el pulpo se levantaba con cara de pocos amigos colocándose bien los puños de metal que llevaba sin apartar sus ojos de mi, mientras analizaba yo la situación ya que o era yo mas rápido o lo pasaría mal para esquivar los ocho golpe que me podía lanzar.

Me coloque de lado para así dejar menos superficie donde golpearme ese pulpo con sus ocho brazos mientras yo daba botes en el sitio para que a la hora de esquivar no me pillara en frío su lluvia de golpes.

Por fin se lanzo al ataque al que con toda mis reflejos esquivaba y paraba los golpes que me lanzaba pero intuía que esto no era nada cuando cuando unos puñetazo me impactaron en estomago y costillas lanzandome a volar unos metros.

-Vaya si que pegas fuerte y rapido, pero yo tampoco soy manco-

Me levante sacudí el polvo de mi ropa y me lance a toda velocidad hacía el pero antes de estar en rango de sus puños me agache en lo que Haku salto sobre mi pegandole un zarpazo en el hombro mientras yo me colocaba entre sus ocho brazos y con un golpe de abajo arriba con la palma de mi mano derecha en el mentón que lo levanto del suelo para después pegarle una patada en las costillas mientras cogía fuerza de un giro. Lo que no pude preveer era que el pulpo impactara contra el contrincante del chico llendo los dos al suelo.

Vi como se atacaban los unos a los otros justo cuando me zambullí. El gyojin contra el que me enfrentaba no estaba por ningún lado. Miré por el lago y lo encontré en el fondo, inmóvil.

-¡No me digas que eres usuario! -grité emocionada. Bajé hasta el fondo -los gyojins no deberíamos comer frutas, nos limita demasiado.

Me había encontrado antes con otros usuarios de akuma no mi, sabía lo que les pasaba al entrar en contacto con el agua, sobre todo la marina. Por suerte para mi ese lago era agrado, por lo que debía comunicar por algún lado por el mar. Lo agarré por el cuello u nadé hacia arriba. Veía las siluetas de los demás luchando, así que aprovechando que no se podía mover le di un fuerte puñetazo en el estómago, supuse que eso lo dejaría inconsciente, paro para asegurarme, cuando salí a la superficie lo levanté en el aire y lo estampé fuertemente en el suelo.

-¿Todavía no habéis acabado? -pregunté a los dos humanos con una sonrisa, me encogí de hombros a la vez que decía -usuario de akuma no mi.

Me aparté un poco de ellos a observar su estilo de combate, si el pirata del cartel era fuerte, deberíamos trabajar juntos, y saber cómo se mueven me ayudaría a evitarlos y a interponerme en sus caminos.

Mientras estaba ocupado con aquel gyojin, el tipo del lobo me lanzó el suyo contra el mío, tirando a los dos al suelo. Aproveché para lanzarme a gran velocidad encima de los dos y golpearles con gran fuerza continuos puñetazos en la cara. Los dos quedaron K.O y el gyojin de la chica también, ya que parecía ser que era un poseedor de fruta del diablo, así que se ahogó al estar en el agua. Aproveché para adentrarme a aquel gran palacio por la puerta. Me acerqué a la gran puerta, para llegar a ella había que ir nadando, así que me lancé al agua y llegué nadando. Sin sacar mi cuerpo totalmente vigile que no hubiese ningún guardia y efectivamente, no había ninguno. Los tres gyojin de antes parecían ser los que protegían la entrada, así que no hubo ningún problema en entrar. Escalé la verja que eran como unos cinco metros y llegué a la entrada. Abrí poco a poco la puerta principal por si a caso y al abrirla, me encontré con un humano que parecía ser un trabajador. Le tapé la boca antes de que chillase y lo miré fijamente.

- Hey, vengo a que toda esta pesadilla acabe, dejaré K.O al gyojin que os atormenta, así que dime, donde está el gyojin?

El tipo me miró con cara asustado y le destapé la boca. Acto seguido me señaló al fondo del pasillo, donde había una gran puerta.

- E-Esta detrás de aquella puerta con sus dos manos derecha. T-También hay humanos que le sirven..- Me decía el trabajador medio asustado.

Decidí ir hacia allí, al fondo del pasillo. Se notaba que aún estaba en construcción ya que no habían muebles a penas. Estaba todo oscuro, no se veía mucho, hasta que abrí la puerta, que empezó a entrar la luz al palacio. Al abrirla, me fijé en lo que había, habían tres gyojin con gafas de sol, tomándose algo de beber mientras abusaban de los humanos, los tenían como esclavos. Estaban sentados en unas hamacas y parecían realmente fuertes. Uno de ellos lo reconocí nada mas verlo, era el de el cartel de se busca. Era exactamente como en la foto, con el farolillo y los grandes dientes, de color azul casi negro. Tenía un cuerpo realmente esbelto y fuerte, portaba un bañador de color negro y una raya blanca a cada lado y no llevaba camiseta. También había una gyojina, con una gran mandíbula y colmillos realmente grandes, tenía escamas por todo el cuerpo y era de color azul grisacea, esta llevaba un bikini de color rosa bastante sensual. El último era un gyojin de color morado, con el cuerpo esbelto como el jefe, el pelo largo y negro y llevaba un bañador de color azul marino. A su lado, colgando de su hamaca, se podía ver unos nunchakus de color negro. Nada mas abrir la puerta el jefe se levantó las gafas de sol y me miró con odio.

- ¿Que haces aquí sucio humano? ¿Quien te ha dejado entrar? - Me decía el gyojin con aires de superioridad.

Lo miré de arriba a abajo, no parecía portar ningún arma así que le saqué una pequeña sonrisa detrás de unas palabras.

- Vengo a acabar contigo, "limpio" gyojin. - Le decía al gyojin burlándome de él.

Los tres gyojin se pusieron a reír y los esclavos reían con miedo, como si se viesen obligados. De repente, el jefe se levantó y empezó a andar hacia el lado contrario. Se paró en seco y se dio la vuelta, mirándome y me hizo una seña para que fuese a por él. Empecé a caminar hacia el, pasando de largo de los que estaban en las hamacas y me fui a por él. Pero el gyojin de los nunchakos me atacó por la espalda, dándome una fuerte patada y tirándome contra el suelo, a los pies del jefe.

Off Rol:

Mientras el pulpo volaba hacia el otro gyojin vi como la chica salia del lago estampando al otro contra el suelo y quedandose mirando la batalla que al caer los otros dos al suelo acabo pronto por la lluvia de golpes del otro tío. Me acerque al pulpo y le quite dos pares de guantes de metal para después mirar a la chica.-Perdona tu peleas cuerpo a cuerpo para quitarle otro par a este.- Señalando al pulpo. Como no había tiempo que perder le pase un par corriendo detrás del otro chico hasta toparme con la superficie de agua que había que atravesar para llegar, por lo que me sujete los guantes al cinturón y me lance al agua llegando a una gran verja la cual force de manera sutil osea de una fuerte patada para que Haku pudiera entrar también.

Entre al palacio topandome con un esclavo atemorizado lo cual me cabreo sobremanera al ver como trataban a la gente. Me acerque a el y le sonreí de manera amigable poniendole la mano en el hombro.-Disculpa ha visto a un tipo con pinta de vagabundo pasar por aquí, si no es mucha molestia me indicaría que camino tomo? -

Aquel hombre temblaba como un flan y su mirada desprendía pánico de manera indescriptible. El pobre solo pudo levantar la mano señalando un pasillo a la derecha. Salí corriendo a toda velocidad para al entrar ver como uno de los gyojin le daba una patada por la espalda al vagabundo lo que me enojo por jugar tan sucio, por lo que corrí hacia el que estaba en una hamaca, aprovechando que estaba mojado por haber atravesado el lago a nado me deslice por el suelo propinándole una patada con toda mi fuerza en la columna que lo lanzo varios metros lejos de su hamaca.

-A ver si te gusta que te ataque por la espalda maldito bicho!!!!- Le grite mientras rodaba saliendo de debajo de la hamaca y me ponía en pie sin perder de ojo a ese capullo ya que me había cabreado por ser tan rastrero.

Le pase uno de los dos pares de guanteletes del pulpo que llevaba encima al chico que estaba arrodillado frente al jefe mientras yo me colocaba el otro par y chocaba los puños poniendome después en guardia mientras veía al gyojin levantarse con toda la cara roja de haber comido suelo en la caída.

Seguí a los humanos hasta el interior del castillo. Se veía mal, sobre todo acostumbrada a la luz de fuera. Pero eso ahora daba igual, por fin podría cantarle las cuarenta a aquel gyojin que en un principio me había resultado atractivo. Cuando llegué a una amplia sala me di cuenta de que había tres gyojins, uno era el mismo que el del cartel, un segundo estaba lanzando al chico que entró primero a los pies del capitán. Y una tercera muy mal vestida miraba todo enseñando su sonrisa de pequeños dientes triangulares. El chico que iba con el animal entró pateando una columna y apartando la atención de los gyojins del hombre que estaba en el suelo.
Cuando me acerqué más vi a un montón de gente que también estaba allí, pero pegados contra la pared y todos encadenados a una larga cadena. Sin pensármelo mucho de un tirón arranqué la argolla de la pared.

-Salid de aquí, ¡ahora! -dije mientras no apartaba la vista de la otra gyojin.

-¿Qué te crees que estás haciendo? -preguntó mientras venia hacia mí.

Relajé mi cuerpo y me moví justo antes de que me diera un puñetazo, me moví solo lo necesario para esquivar el golpe y usando su propia fuerza la agarré y la tiré al suelo.

-La pregunta aquí es -dije mientras le retorcía el brazo -¿quiénes os habéis creído para tratar así a las personas?

La giojin se soltó rápidamente y me dio un empujón que me hizo caer al suelo y empezó a reírse a carcajadas.

-Personas dices, ¡son humanos, lo mismo que animales! -dijo gritando -cuando te mate lo atraparé de nuevo y los marcaré uno a uno.

Me levanté furiosa, corrí hacia ella con la palma completamente abierta, para darle un golpe, pero era más rápida de lo que creí y pudo evadir el ataque a la vez que me metía una fuerte patada en las costillas. Pero yo también estaba mejor preparada que lo que ella creía, salté para meterle una patada desde arriba, pero también la esquivo, tal y como yo había supuesto. Dejando car el resto del peso de mi cuero me incliné hacia atrás para darle un golpe en el vientre. Esto la pilló por sorpresa lo que hizo que me enseñara de nuevo sus afilados dientes.

-¡Te mataré! -dijo abalanzándose sobre mi, pero estaba de nuevo preparada, doblé mi espalda y apoyando las manos en el suelo levanté rápidamente mis piernas, lo que hizo que cayese hacia atrás.

-Te repites demasiado -dije fríamente -el que esclaviza a sus iguales es el único que debe morir.

Dicho esto la levanté por el cuello y la tiré contra la pared, pero enseguida se puso en pie dispuesta a morderme porque corría hacia mí dando mordiscos al aire. Me agaché para subir de golpe estampándole mi mano en su barbilla, lo que hizo que cayese hacia atrás.


-¿Y te llamas a ti misma pirata? -dije mirándola con asco -los piratas son las personas más libres del mundo, no necesitan rebajarse al mismo nivel que esos asquerosos que protege el gobierno.

Dicho esto me quité la diadema que siempre llevaba, enseñando la marca de mi esclavitud pasada, una marca en forma de huella con tres dedos, que destacaba en color rosa sobre mi piel azulada. Mis ojos denotaban el odio que sentía hacia aquellas personas, miré a la gyojin con la que estaba luchando y miré a su capitán, que por un momento juraría que estaba mirándome.

-¡Ninguno de vosotros es digno de llamarse pirata! -grité furiosa mientras algunas lágrimas resbalaban por mis mejillas. La gyojin se dirigía hacia mi, pero llevando el codo hacia atrás descargué un furiosos golpe sobre su vientre, lo que hizo que de nuevo se doblara y cayese al suelo.

Mientras estaba tirado en el suelo, el gyojin me puso su pie en mi espalda, apretando con fuerza con intenciones de partirme la columna. Entró el chico del lobo y golpeó al de los nunchakus, lanzándome un par de guantes de hierro que usaba el gyojin pulpo de antes. Me solté rápido del jefe, levantándome con fuerza y tirando hacia atrás al gyojin farola. Nada mas levantarme, cogí los guantes en el aire y me los puse, pero el farola me miro con una amplia sonrisa.

- ¿Metal? Mala elección chico..- Decía el pez farola mientras se me acercaba lentamente.

Le lancé un fuerte puñetazo derecho, con los guantes puestos, directo al corazón. El tipo no tuvo problemas en pararlo con su mano izquierda, abierta. De pronto, empecé a notar que mi cuerpo se entumecía, mientras veía la sonrisa de aquel gyojin. Podía controlar la electricidad, era un gyojin eléctrico.. Su farolillo brillaba aún mas contra mas se me entumecía el cuerpo. Pude soltar la mano, dejándole el guante en su mano. El tipo reía y me miraba con superioridad.

- Basura, soy un gyojin eléctrico, así que lo tienes chungo. Jajajajajaja. Ahora, vas a morir.

El tipo me lanzó un gran puñetazo al estómago, que gusto al tocarme se pudieron ver unos rayos eléctricos salir de su puño. Me lanzó lejos, chocando contra una columna. Notaba que me ardía el estómago y me fije que lo tenía rojo por culpa de la electricidad. Mierda, no podía hacerle nada, esto ya estaba perdido.. Pero, yo jamás me doy por vencido, lucharé hasta la muerte. Corrí hacia él y salté, lanzándole una fuerte patada que impacto en su mandíbula. El tipo solo retrocedió un par de pasos y volvió al sitio. Me lanzó un rodillazo a la mandíbula con su pierna derecha que conseguí parar con mis manos, pero la electricidad de su rodilla me entumeció al mismo tiempo que me hacía una quemadura leve. No podía ser, si paraba sus golpes conseguiría hacerme daño igualmente. El tipo seguía con una sonrisa en su cara y yo furioso, saltó hacia atrás y me miró.

- ¿Que pasa basura? ¿Aún no lo entiendes? No puedes vencerme.

Empezaba a estar harto de sus aires de superioridad, pero era cierto, así no podía vencerlo. Fui hacia él a gran velocidad y le agarré de los hombros sin preocuparme de la electricidad. Notaba como mis brazos se entumecían, mis manos se quemaban, pero me daba igual. Le lancé un mordisco al lado del cuello, en una zona mortal no, no quería matarlo pero si dejarlo K.O. Mis dientes tocaron su piel, notaba como la electricidad pasaba por mi cara, pero apreté con fuerza mi boca y conseguí clavar mis dientes. El gyojin farola gritó de dolor y me lanzó un rodillazo al estómago. Me separé de él, tenía mis manos con quemaduras leves y mi boca llena de su sangre, con un pequeño trozo de su carne. Lo mastiqué y me lo tragué. El tipo ya no se reía, ahora me miraba con desprecio, con asco y vino corriendo hacia mi lanzando un fuerte puñetazo con su puño derecho a mi cara. Antes de golpearme le lancé un fuerte puñetazo con mi mano derecha a su cara. Compartimos golpes y ambos salimos disparados hacia atrás. El problema era que mi puño había recibido una pequeña descarga, al igual que mi cara. Notaba que mi cuerpo se entumecía poco a poco, no respondía a las ordenes que le mandaba mi cerebro, así que tenía que evitar su electricidad. Me levanté del suelo con esfuerzos al igual que ese tipo, nos estaba costando a ambos, pero mas a mi, su electricidad era un gran problema.

- Mocoso, estás empezando a cabrearme, maldita basura. - Me decía mientras escupía un poco de sangre gracias al golpe. Poco a poco se me acercaba. Este combate iba a ser uno de los mas difíciles que he tenido.

El gesto de mi rival era de inmensas ganas de volver mis huesos ha base de golpes con sus nunchakus. Estiro su mano tomando unos enormes poniendose a manejarlos lo que me hizo poner una mueca para después agacharme un poco cogiendo impulso para saltar hacia el echando mi mano derecha hacia atrás para que cogiera fuerza y velocidad mientras se lo dirigía hacia la mandíbula lo que lo lanzo hacia atrás quedando clavado en la pared.

-Si te crees que eso me iba a asustar vas listo, ese golpe te va por estúpido sin poner atención a tu rival y levántate ya que solo fue una caricia.-

Aquel tipo golpeo la pared para salir con sus ojos inyectados en sangre y muy mala uva, por lo que me puse en guardia ya que por fin se pondría serio. Cuando acabe de ponerme de lado el gyojin se lanzo girando el lado derecho de su nunchaku el cual cogía velocidad para intentar darme un golpe que venia de derecha a izquierda con mucha fuerza, yo conociendo de la gran fuerza de esta raza por mi padre detuve el golpe con ambas manos ya que tenia puesto los guanteletes y dando un salto me apoye en su pecho con los pies para así dar un salto hacia atrás tomando algo de distancia e impulso a caer para lanzarme por el suelo pasando entre sus piernas y esquivar un golpe que el me lanzaba con el mango izquierdo de su nunchacu lo que detuve con ambas manos otra vez, al pasar entre sus piernas salte y con ambas manos golpee con todas mis ganas dos puñetazos  en la zona donde se veían sus agallas.

El gyojin cayo con una rodilla a tierra mientras yo me masajeaba un poco mis antebrazos ya que sus golpes picaban bastante, yo sabia que no debía darle respiro por lo cual me volví a lanzar sobre el pero se giro agarrandome uno de los brazos con la cadena mientras tiraba con fuerza hacia el para intentar darme un violento puñetazo con su mano libre. Me tuve que poner a pensar rápido ya que ese puñetazo lo mas seguro que me dejara algo sonado, me balancee mientras iba hacia el para en el momento justo esquivar su golpe mientras me agarraba con ambos pies al brazo del nunchachu. Note al ir pegandome al brazo la fuerza que llevaba en el aire que había generado al pasar su puño. Me solte para con el brazo atrapado agarrarme de su antebrazo mientras con la mano libre sacaba mi wakiashi y hacia un corte en el antebrazo cortando la zona donde estaba el musculo que le permitía coger el nunchacu, lo que hizo que se le cayera el arma al suelo soltandome.

-Ya solo te queda una mano hasta que te curen esa, te doy la oportunidad de largarte de esta isla y no volver jamas!!!!-

Mi enemigo no atendía a razones y se vino a por mi de manera furiosa por lo que espere en el sitio mirándolo como se acercaba para en el momento justo agacharme propinandole un barrido en las piernas el cual lo hizo volar por encima mía chocando de cara contra una columna.

Era incansable, volvía a levantarse como si nada hubiese pasado, volvía a mostrar sus diente puntiagudos. Estaba empezando a cambiarle la cara, sus ojos daban miedo y volvía a venir hacia mi, intenté esquivarla pero solo conseguí un poderoso golpe en la mandíbula de su parte, lo que hizo que durante uno instantes perdiese el equilibrio. Todo daba vueltas, momento que aprovechó para cogerme por los pelos y darme vueltas para luego soltarme. Terminé estampada contra la pared, me dolía la espalda y la cabeza. Pero esto no iba a terminar así, sin acabar de levantarme del todo corrí hacia ella abriendo ampliamente los brazos para meter un golpe con ambas manos, eso hizo que ahora fuera ella la que salió disparada hacia atrás para estamparse contra la pared.
Estaba cansada y dolorida, pero ella no estaría mucho mejor, además un hilo de sangre escapaba por a comisura de su boca. Me erguí y otra vez fui hacia ella, antes de que pudiese levantarse salté metiéndole una patada en su pecho, lo que hizo que volviera a hundirse un poco más en la de ya de por sí estropeada pared.
Noté un crujido e ella dio un grito a la vez que llevaba su mano a su costado. Me miró con asco y habló.

-Eres fuerte... -paró a coger aire -¿cómo es posible que Shawaki perdiese?

-No se quién es ese Shawaki -dije sin darle importancia.

-El... el usuario -contestó entrecortadamente.

-Si, a ese lo derroté yo, bueno mejor dicho el agua -dije con aires de superioridad -¿qué clase de gyojin se come una akuma no mi?

-¡El lo hizo por nosotros! -gritó antes de toser un poco de sangre.

-No me importa -dije con desgana mientras la levantaba para mirarla a los ojos , pero no estaba tan débil como creía, ya que mordió mi antebrazo fuertemente.

El gyojin farola se me acercaba poco a poco, realmente cabreado. De repente a escasos metros de mi empezó a correr y me lanzó un puñetazo derecho a mi hombro izquierdo. Pude levantar la mano y parar el puñetazo, pero una vez mas la electricidad de su puño me hizo una leve quemadura. Mi cuerpo no podía mas, estaba destrozado y tantas descargas eléctricas estaba haciendo que no respondiese como debía. Se me ocurrió una idea, así que le lancé una patada al estómago con mi pierda derecha que hizo que retrocediera un par de metros. Me quité la gabardina y me la enrollé en mi brazo derecho, así la electricidad al dar puñetazos no me afectaría. Le sonreí y sin mas preámbulos, me lancé hacia él, agachándome en el último momento y levantándome con el puño derecho directo a su mandíbula. Conseguí levantarlo del suelo de la fuerza del golpe, pero en el aire dio una voltereta y cayó al suelo, de pie aunque un poco adolorido.

- ¡¡Ja!! ¡Mocoso! Me estás empezando a dar problemas y eso, basura, me cabrea. - Me decía el gyojin mientras se acariciaba donde le había golpeado.

Le miré con una sonrisa de oreja a oreja y sin pensarlo le dije algo que seguro le haría enfadar.

- Oye, gyojin farola. Es hora que te desconecte de la electricidad. - Le decía al gyojin con un tono burlón.

El gyojin se cabreó, las venas de su cuello se hincharon, parecían que iban a salir del sitio y vino hacia mi a una gran velocidad. Me lanzó un puñetazo al corazón que me lanzó hacia atrás, provocando con su descarga un paro en mi corazón que duró unos segundos. Estaba tirado en el suelo sin respirar, pero de pronto volvió a responder mi corazón. Me dolía el pecho, y no solo por el golpe, si no por pararse mi corazón tan de repente. Cada vez que golpeaba, su farolillo se encendía de golpe emitiendo una luz que me hizo pensar.. ¿Y si la electricidad viene de su farolillo? Se me ocurrió una idea, arrancárselo. Volvió a correr hacia mi y me lanzó una patada en horizontal con su pierna derecha directo a mis costillas izquierdas. Levanté mi mano izquierda y le cogí de la antena y justo en el golpe me lanzó lejos, llevándome el farolillo por delante. El gyojin empezó a sangrar y a quejarse, gritaba y se enfadaba de cada vez mas. Con su mirada mas odiosa y repugnante me gritó.

- Estúpida basura. ¡¡¡Ahora si que te voy a matar!!!

Tenía su antena en mi mano y mis costillas me dolían, lancé el farolillo al suelo y los dos empezamos a correr hacia el otro. Intercambiemos, a gran velocidad unos fuertes puñetazos, los dos con el brazo derecho directo a la mandíbula del otro. Su fuerza era digna de un gyojin y los dos caímos al suelo con gran fuerza. El se levantó el primero y arrancó un palo de metal que había en el suelo. El palo tendría unos 7 centímetros de radio y medía 70 centímetros mas o menos y tenía pinta de pesar. Me levanté del suelo y me fije que venía hacia mi con aquello, el tipo estaba dispuesto a reventarme a golpes..

Suspire con fuerza mientras guardaba la espada en su funda apartando la vista un segundo del gyojin, el cual se había levantado con toda la cara ensangrentada y un gesto en la cara de que no me permitiría salir con vida de esa mansión. Se impulso en la columna para salir a toda velocidad hacia mi lo cual no me dio tiempo a esquivar un puñetazo con gran violencia que iba a mi estomago, solo pude llegar a poner mis brazos para amortiguar la fuerza de ese monstruoso golpe que me lanzo volando hacia la pared. En la cual hice un boquete para después caer de boca al suelo.

Me costo bastante levantarme ya que semejante golpe me había dejado los brazos temblorosos a la vez que escupía sangra al suelo llevando la mirada después hacia el gyojin que sonreía como si el juego empezara ahora.-Maldito bastardo!!!-Le grite mientras me levantaba del suelo, pero al estar medio agachado sin haberme levantado del todo mire hacia donde estaba el y vi que ya no estaba allí, gracias a mi oído escuche como se acercaba por mi espalda pero estaba demasiado cerca para poder hacer nada.

El me agarro del pelo levantandome en peso mirandome a los ojos con una gran cantidad de desprecio.-Escoria humana ahora es mi turno de hacerte sangrar y besar el suelo. Ya que mi gran fuerte es el mano a mano-Sonrío de manera superior y me lanzo al aire para al caer darme una lluvia de golpes por todo el cuerpo y acabar con una patada horizontal en mis costillas por la parte izquierda de me torso que me lanzo a volar contra una columna en la que al impactar escupí sangre para después caerme un poco mas por la comisura de la boca.

Mi mirada estaba algo borrosa por semejante lluvia de golpes que había recibido pero al girar un poco mi cabeza pude ver a una pequeña niña con un collar de metal al cuello acurrucada de miedo al lado de un mueble de la habitación. Lo volví a mirar con odio mientras apretaba los dientes con fuerza clavando los codos en la columna para poder salir de ella quedandome en pie con los brazos algo lacios.-Vas listo si crees que me quedare en el suelo por semejantes caricias, YA QUE PEGAS COMO UNA NIÑA!!!-

Nos lanzamos el uno hacia el otro para el cual el me lanzo un derechazo el cual pare poniendo una de mis manos sobre la otra y clavando los talones de mis pies sobre la tierra de uno de los agujeros en el suelo echos con las peleas que había en el cuarto. Sonreí para con un fuerte impulso empujarlo hacia atrás a la vez que iba hacia el girando en el ultimo clavando mi codo en su barriga para después con un movimiento de codo golpear su pecho y después las pàrtes sensibles de todo hombre. que lo dejo con las rodillas en tierra agarrandose sus partes con sumo dolor mientras soltaba insultos hacia mi. Yo salte hacia atrás quedandome a distancia ya que esto no había acabado solo había comenzado.

Aquella gyojin me tenía agarrada por el antebrazo, notaba sus diminutos pero diminutos dientes atravesando mi escamosa piel y clavándose en mi carne. Di un chillido de dolor mientras le daba fuertes golpes en su cabeza, pero apenas tenían efecto. Le pasé el brazo por el cuello e intenté retorcérselo, pero como tenía ambos brazos libres se deshizo rápidamente de él.

-¡Suéltame, guarra! -grité enfadada mientras seguía golpeando su cabeza con fuerza.

No obtuve más respuesta que un gruñido y noté como sus dientes se hundían más en mi carne. Pero no estaba dispuesta a dejarme vencer tan fácilmente, conseguí darle una patada en la espinilla, lo que hizo que dejase de seguir apretando su mandíbula. En ese momento aproveché para tirarla al suelo y golpear repetidamente su cabeza contra el suelo. Al final conseguí que me soltara, por lo que me alejé un poco y miré mi brazo derecho. Estaba ensangrentado y una línea curva de agujero cubría gran parte de él. Me dolía y no podría usarlo durante un tiempo.
Pero ahora tenía una cosa que hacer, vencerla. Ella se había levantado del suelo, con la cabeza ensangrentada y se tambaleaba de un lado para el otro, por lo que supuse que tantos golpes en la cabeza debían haberla mareado. Vino corriendo hacia mi, con intención de atacarme. Pero antes de que llegase calló en el suelo y volvió a levantarse para caer otra vez. Estaba mareada y era el momento perfecto para eliminarla. Pero lamentablemente yo también me encontraba mal, estaba perdiendo sangre y eso me debilitaba, debía darme prisa y concluir aquel enfrentamiento.

Venía hacia mi mientras yo me levantaba, aquel gyojin estaba cabreado y quería acabar conmigo con aquel barrote. Se me acercaba poco a poco, mientras yo estaba parado, mirándole. Mis piernas no funcionaban al 100% de todo lo que había aguantado y la descargas, mi cerebro no daba bien las ordenes. El gyojin vino hacia mi y cuando estaba a escasos metros se lanzó a gran velocidad, golpeándome con el barrote en las costillas izquierda. Pude bajar las manos para que no me rompiese las costillas y parar el golpe con ellas, pero me rompió el brazo izquierdo del golpe y el derecho lo dañó. Me lanzó lejos de la fuerza del impacto y acabé en el suelo. Mientras estaba en el suelo tratando de levantarme, él maldito gyojin venía hacia mi y saltó hacia mi, dirigiendo el arma a mi cabeza con intenciones de aplastarla. Conseguí esquivar aquel golpe dando vueltas por el suelo hacia mi derecha y me levanté. Su impacto hizo que el suelo se agrietara, su fuerza era digna de alguien de su raza. Le lancé una patada derecha a sus costillas izquierda, pero interpuso el barrote en el golpe, provocando que mi golpe le diera al barrote y haciendo que mi pierna saliese dañada. Mi pierna derecha cojeaba y mi brazo izquierdo estaba roto. Me lanzó una una estocada al estómago, que con un giro a mi derecha conseguí esquivar, rozando su ataque mi estómago. Le lancé con mi brazo derecho un puñetazo directo a su mandíbula, que hizo que retrocediera. La electricidad ya no funcionaba, mi teoría era cierta. Las venas de su cuello se habían hinchado mucho, su cabreo era enorme, el próximo golpe sería el decisivo. Di una voltereta hacia atrás para alejarme de él. Dimos un sprint corto para dar el golpe definitivo, él me lanzó un golpe con el arma a mi pierna izquierda, mientras yo saltaba hacia él y le propinaba un rodillazo en la mandíbula. Gracias al salto conseguí mucha potencia y hacer que retrocediese, pero su golpe no lo pude esquivar pero si parar con mi brazo derecho. Me lanzó lejos, al suelo y el brazo derecho también lo tenía roto ahora, esto no debía durar mucho mas.

- Ahora si que te aplastaré.- Me decía el gyojin mientras se me acercaba lo suficiente para poder mirarlo desde el suelo, lanzándome otro golpe con intenciones de aplastar mi cabeza.

Lo veía desde el suelo como intentaba aplastar mi cabeza desde arriba. Conseguí esquivar el golpe rodando por el suelo hacia mi derecha, lo que hizo que su golpe impactara en el suelo. Si ese golpe me hubiese dado, ahora mismo no tendría cabeza. Me levanté, con los brazos colgando sin poder usarlos. Esto debía terminar, así que mientras el levantaba aquel barrote y venía hacia mi, yo empecé a correr hacia el a gran velocidad. Salté, con todas mis fuerzas y le mordí en la yugular, mientras el con el barrote golpeaba mi pierna izquierda. Quedé cojo, tirado en el suelo, pero con un trozo de carne en la boca. El gyojin estaba de pie, desangrándose, mientras se le caía el barrote al suelo. Apoyó su mano derecha en la herida y cayó de rodillas. El gyojin intentaba resistir y vivir, pero se desplomó en el suelo, con el cuerpo inerte, sin vida. Había conseguido acabar con él, pero a cambio de quemaduras, heridas, y algún que otro hueso roto. Aún así, estaba en el suelo, feliz aunque con dolor. Esperaba que a los otros dos les fuese mejor. Me arrastré hacia una pared y me levanté, quedando apoyado de espalda a esta. Mis brazos caídos y mi pierna izquierda lesionada, no podía casi caminar y sentía un gran dolor en todo el cuerpo.

La verdad que en esta pelea duraba ya demasiado y mis energías estaban llegando al mínimo teniéndome de pie a duras penas sin dejar de jadear de cansancio y por todos los golpes recibidos en la batalla. Aquel gyojin apoyo ambas manos en el suelo mientras las venas de sus brazos y cuello se hinchaban para mirarme de manera que me estaba sentenciando a muerte. Se incorporo saliendo a la carrera hacia mi me comenzó a propinarme una inmensa lluvia de golpes tremendamente, los cuales iba esquivando como podía pero mis costillas estaban doloridas y me temía tener alguna dañada. En un instante mi vista se nublo un segundo no permitiendome esquivar y solo con posibilidad de poner mi brazo derecho en medio el cual se escucho un tremendo CRACK a la vez que volaba por los aires girando como una peonza cayendo al suelo agarrándome el brazo mientras me retorcía de dolor.

-Vaya si el insecto se lastimo una patita, y el que se hacia el duro-

Se acerco a mi con una sonrisa siniestra mientras me agarraba el brazo roto levantándome en peso mientras me zarandeaba haciéndome gritar de dolor. En uno de los zarandeos pase cerca de su cara y apretando los dientes para aguantar el dolor le agarre del pelo con mi mano izquierda propinándole un cabezazo con todas mis ganas en la nariz lo que hizo que me soltara para caer al suelo y saltar hacia atrás tomando distancia agarrándome el brazo roto.

El se apretó la nariz para después mirarme con toda la cara ensangrentada mientras se inclinaba un poco como para embestirme como una bestia, yo me quede en el sitio quitándome su sangre de la frente sin apartar los ojos de el. Se lanzo sobre mi como un toro de miura mientras mi cerebro maquinaba algún plan para aprovechar su propia fuerza e impulso contra el. Cerré los ojos respirando profundamente afinando el oído escuchando bien los pasos del gyojin hasta calcular cuando estaba lo suficientemente cerca. Justo en ese momento abrí los ojos rápidamente.-Haku ahora!!!!- Con ese grito el gyojin se descoloco un poco mientras mi lobo se lazaba sobre el mordiendo su pierna mientras lo hacia perder el equilibrio y yo giraba colocando mi espalda sobre el agarrándolo de sus ropajes mientras con el talón le zancadilleaba su pie lanzandolo por los aires y estámpandolo contra el suelo, para después colocarme sobre el agarrándolo de la camisa-Esto te pasa por escoria te mandare al infierno!!-Lo golpeaba del suelo violentamente para algunas veces soltarlo y darle puñetazos en la cara soltando toda mi ria sobre el acabando levantándome y soltándole una patada tan fuerte que lo mande a volar acabando incrustado en la pared, mientras yo caía de culo al suelo exhausto y dolorido esperando que a los demás les fuera bien.

Vino corriendo hacia mí, haciendo eses como si estuviese borracha, pero sabía que era debido a los golpes que le había propinado. Si hubiese sido un humano estaría inconsciente o en el suelo ya muerto. Por suerte, o quizá por desgracia en éste momento, los gyojins teníamos un cuerpo más resistente al suyo. Mi pérdida de sangre también nublaba un poco mi vista y empezaba a sentirme pesada y cansada. Pero no podía rendirme en aquel momento, no podía mover un brazo pero el otro si. Dejé que se acercara a mi y me arrodille solo de una pierna en el suelo, para colocar el codo del brazo que podía mover en el aire, a la espera de mi otra rodilla. Cuando la gyojin llegaba a mi saltó en el aire y esa fue mi oportunidad, levanté la dorilla que estaba contra el suelo, hasta que tocó mi codo e impulsándome así golpeé con la palme de mi mano en el mentón de mi rival lo que hizo que su cuello finalmente cediera y con un ligero crujido calló al suelo pataleando para instantes después quedarse completamente quieta.
Miré el escenario en el que me encontraba, los dos humanos estaba poco más o menos como yo, y acercándome al que había derrotado al jefe comencé a hablar con una voz débil.

-No está mal, pero me has quitado mi presa -comenté jocosa mientras arrancaba un cacho de camisa del gyojin muerto para vendarme el brazo -tu también lo has echo bien, el del animal.

Estaba cansada y hambrienta, pero ahora lo único que podía hacer era dejarme caer contra la pared, resbalar por ella y terminar sentada en el suelo. La diadema que usaba estaba tirada cerca del cadáver de aquella mujer gyojin y lo único que podía hacer era agradecer a aquellos humanos su ayuda y sobre todo, sorprenderme porque pensaba que n lo conseguirían.

Los tres habíamos vencido pero estábamos destrozados casi sin energía. Me acerqué a uno de los esclavos humanos que tenían y me caí ante él. Le miré desde el suelo y con una gran sonrisa le hablé.

- Llévanos a todos a algún lugar donde recuperarnos. Por cierto, la recompensa del pirata es toda vuestra, recuperar el pueblo lo que habéis perdido.

Después de decir esas palabras me desmayé. Cuando desperté, estaba en una cama estirado y con todas las heridas vendadas, a penas me dolían los huesos aunque no estaba al 100% recuperado. Me levanté con mucho esfuerzo y me fijé en que estaba el dueño de la taberna de pie mirándome. Era un hombre viejo con el pelo blanco y muchas arrugas, vestía un traje con corbata negro. El hombre se me acercó y me miró feliz.

- Gracias por todo lo que habéis hecho, no se como podemos devolver el favor, pero tenemos un regalo para vosotros. Acompáñame.

Le seguí hasta detrás del palacio, donde había un embarcadero escondido y un gran barco. El hombre me miró y acto seguido me señaló el barco.

- Este barco lo estábamos construyendo para el gyojin y creo que esto debe ser tuyo, chico. Os lo habéis ganado, los tres. Este barco se llama Angel Beast.

Miré al viejo, emocionado con las lágrimas cayendo por mi cara, el brazo vendado y una muleta. Aquel regalo era demasiado, era un gran barco con lo que parecía ser un ángel en la proa. Miré feliz a aquel hombre y le abracé con el brazo que me quedaba.

- Gracias de verdad. No se como podré agradeceros esto. - Le decía al hombre mientras lloraba de emoción.

Me quedé esperando, sentado en frente del barco, a que llegasen los otros dos, la gyojina y el hombre del lobo. Tenía algo seguro y es que ellos iban a ser mis nakamas en mis aventuras. Seriamos los "Soul Beast".