Break Baskerville
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
-"¿Eso es una gaviota? Debe ser una gaviota. Dios... espero que sea una gaviota, daría lo que fuera por ver una. Oh, mierda, es un pato. ¿Qué demonios hace un pato en mitad del mar? Espera, los patos siempre emigran hacia el norte, así que debe haber tierra en la otra dirección. Un momento, ahí hay otro pato, ¿porqué diablos no vuelan en la misma dirección? Odio a las aves." -Mientras su mente volaba libre en un delirante viaje en busca de algún signo de tierra, su cuerpo permanecía tirado en el bote. Llevaba días a la deriva y no sabía donde diablos estaba.
Varios días atrás, una de las repentinas tormentas de la Grand Line le pilló desprevenido y cuando quiso darse cuenta su barco estaba partido en dos y se vio obligado a coger un bote. Por desgracia sus habilidades de navegación no eran precisamente buenas, por lo que no le quedaba otra opción más que rezar porque pasase algún barco. A esas alturas le valía incluso un barco pirata, solo necesitaba algo de comer. Con sus habilidades perfectamente podría haberse marchado de allí, pero sin saber donde se encontraba habría sido un suicidio abandonar la relativa seguridad de la embarcación.
Sin embargo sabia que no tardaría en usar su poder para solidificar le aire y echar a caminar hacia el horizonte, al fin y al cabo poco más le quedaba por hacer más que observar las escasas aves que le sobrevolaban. Por suerte se le ocurrió crear un muro de aire sólido con el que se estrellasen, y en cuanto cayera alguna podría convertirla en líquido y bebérsela literalmente. Algo repugnante pero que haría sin dudarlo. Por desgracia ninguna presa había caído en su trampa, así que lamentarse era su única forma de apaciguar el hambre. Solo esperaba que ni apareciese uno de esos monstruos marinos, no quería ser él quien se convirtiese en la presa.
Varios días atrás, una de las repentinas tormentas de la Grand Line le pilló desprevenido y cuando quiso darse cuenta su barco estaba partido en dos y se vio obligado a coger un bote. Por desgracia sus habilidades de navegación no eran precisamente buenas, por lo que no le quedaba otra opción más que rezar porque pasase algún barco. A esas alturas le valía incluso un barco pirata, solo necesitaba algo de comer. Con sus habilidades perfectamente podría haberse marchado de allí, pero sin saber donde se encontraba habría sido un suicidio abandonar la relativa seguridad de la embarcación.
Sin embargo sabia que no tardaría en usar su poder para solidificar le aire y echar a caminar hacia el horizonte, al fin y al cabo poco más le quedaba por hacer más que observar las escasas aves que le sobrevolaban. Por suerte se le ocurrió crear un muro de aire sólido con el que se estrellasen, y en cuanto cayera alguna podría convertirla en líquido y bebérsela literalmente. Algo repugnante pero que haría sin dudarlo. Por desgracia ninguna presa había caído en su trampa, así que lamentarse era su única forma de apaciguar el hambre. Solo esperaba que ni apareciese uno de esos monstruos marinos, no quería ser él quien se convirtiese en la presa.
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Un barco navegaba por el Grand Line, era un precioso navío de velas blancas, de poderosa y reluciente madera. Este iba moviéndose con elegancia, en el mástil pudo verse una silueta observar el mar. Se trataba de un chico de pelo largo castaño oscuro, su ojo derecho era azul claro y podía verse a simple vista, no como el otro. Llevaba un parche ocultándolo, tal vez no tenía ojo, nada se sabía de aquel tipo. Llevaba puesto un abrigo de color blanco de manga larga, por la zona de las mangas y los hombros, estaba cubierto de suave pelaje grisáceo. Su pantalón era blanco y largo, y sus zapatos negros y bastante elegantes. Portaba dos fundas de pistolas que se veían a simple vista, pero lo de verdad le caracterizaba como espadachín, eran las dos fundas de espadas que portaba. Por dentro del abrigo llevaba una camisa blanca, parecía estar bastante serio, en su mano derecha se hallaba un libro de color marrón en el qué ponía “Los caminos de la fuerza”. ¿Quién era esta persona que iba navegando en solitario? Era uno de los miembros del gremio Legendary Hunters. Se trataba de Raiden, el usuario de la fruta de la gravedad, un poder increíble de qué era dueño aquel joven.
El precioso barco continuaba la travesía, la cubierta estaba totalmente llena de agua, hacía ya un par de horas qué aquel navío estaba hundiéndose. Sin embargo el castaño ignoraba aquel hecho y mantenía una sonrisa simple y tranquila, la seriedad se había esfumado de su rostro, además parecía estar abriendo el libro. Su ojo empezó a leer las páginas, de repente en su rostro se marcó una sonrisa muy amplia y llena de amabilidad, no era un mal tipo, pese a que el barco estaba ya en las últimas, este seguía allí subido con una cara de felicidad increíble. De repente pudo ver una especie de bote pasar por su lado, allí había un chico rubio, este sonrió de lado y se quedó mirando hacia abajo. Cerró el libro con agilidad y de repente elevó la mano derecha. Los cubos llenos de agua empezaron a levitar misteriosamente por la cubierta, algunos tenían algodón de almohada en ellos y otros tenían la parte inferior de alguna fregona. Ahora el cazador observó uno que llevaba una gorra de color rojo. Pasó su lengua despacio por los labios y tras aquello señaló el cubo comenzando a hablarle como si tuviera vida propia o algo por el estilo.
- ¡Señor Toton! ¡Ayude a ese bote y súbale al barco de las fantasías del señor de los cielos!
Como era normal, aquel cubo no hizo nada, eso tuvo las consecuencias de que Raiden suspirara y se cruzara de brazos. A continuación cogió una cuerda y se la lanzó al chico del bote invitándole a subir, dado que todo estaba inundado y hundiéndose, tal vez este ni quería. Sin embargo para el loco del parche, aquello era un paraíso, aunque debía estar en el mástil para no estar en contacto con el agua. Esperaba a que aquel colega cogiera la cuerda y subiera, le daba igual si era pirata, marine o revolucionario, el castaño ayudaba a todos por igual siempre qué los viera con buenas intenciones. ¿Estaba realmente loco aquel cazador? ¿De verdad distinguía entre lo qué estaba bien y entre lo que estaba mal? Eso era un misterio, a veces parecía un hombre serio y cuerdo, pero otras parecía haberse escapado del psiquiátrico. Una vez lanzó la cuerda, esperó a qué el chico del bote decidiera si subir o no al barco, tan solo le dedicó una carcajada amistosa mientras le hablaba desde lo alto del mástil.
- Sube amigo, disculpa a mis hombres, son majos aunque desobedientes. ¡Puedes llamarme Raiden!
El precioso barco continuaba la travesía, la cubierta estaba totalmente llena de agua, hacía ya un par de horas qué aquel navío estaba hundiéndose. Sin embargo el castaño ignoraba aquel hecho y mantenía una sonrisa simple y tranquila, la seriedad se había esfumado de su rostro, además parecía estar abriendo el libro. Su ojo empezó a leer las páginas, de repente en su rostro se marcó una sonrisa muy amplia y llena de amabilidad, no era un mal tipo, pese a que el barco estaba ya en las últimas, este seguía allí subido con una cara de felicidad increíble. De repente pudo ver una especie de bote pasar por su lado, allí había un chico rubio, este sonrió de lado y se quedó mirando hacia abajo. Cerró el libro con agilidad y de repente elevó la mano derecha. Los cubos llenos de agua empezaron a levitar misteriosamente por la cubierta, algunos tenían algodón de almohada en ellos y otros tenían la parte inferior de alguna fregona. Ahora el cazador observó uno que llevaba una gorra de color rojo. Pasó su lengua despacio por los labios y tras aquello señaló el cubo comenzando a hablarle como si tuviera vida propia o algo por el estilo.
- ¡Señor Toton! ¡Ayude a ese bote y súbale al barco de las fantasías del señor de los cielos!
Como era normal, aquel cubo no hizo nada, eso tuvo las consecuencias de que Raiden suspirara y se cruzara de brazos. A continuación cogió una cuerda y se la lanzó al chico del bote invitándole a subir, dado que todo estaba inundado y hundiéndose, tal vez este ni quería. Sin embargo para el loco del parche, aquello era un paraíso, aunque debía estar en el mástil para no estar en contacto con el agua. Esperaba a que aquel colega cogiera la cuerda y subiera, le daba igual si era pirata, marine o revolucionario, el castaño ayudaba a todos por igual siempre qué los viera con buenas intenciones. ¿Estaba realmente loco aquel cazador? ¿De verdad distinguía entre lo qué estaba bien y entre lo que estaba mal? Eso era un misterio, a veces parecía un hombre serio y cuerdo, pero otras parecía haberse escapado del psiquiátrico. Una vez lanzó la cuerda, esperó a qué el chico del bote decidiera si subir o no al barco, tan solo le dedicó una carcajada amistosa mientras le hablaba desde lo alto del mástil.
- Sube amigo, disculpa a mis hombres, son majos aunque desobedientes. ¡Puedes llamarme Raiden!
Break Baskerville
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
-“¿Qué diablos será eso? ¿Un pájaro gigante? Parece una sombra demasiado rara como para ser un barco, al menos uno normal. Espero que no sea otro de esos bichos carnívoros o… vaya, espero que no sea una nube de tormenta, sería lo que me faltaba.”-Sus pensamientos fueron interrumpidos súbitamente por el sonido de una voz masculina que le pedía disculpas por el comportamiento de sus hombres y se presentaba como Raiden. El cazador estaba seguro de que no se trataba de nada más que una alucinación provocada por el sol y la sed, un delirio cruel cuyo objetivo era volverle loco y reírse de él. Sin embargo no tardó en comprobar que era algo bien distinto en cuanto la cuerda tocó su cuerpo. Era un objeto sólido y aquello no podía ser producto de su imaginación, eso esperaba al menos.
Haciendo acopio de sus últimas fuerzas, agarró el cabo que le lanzaron y subió por ella hasta la cubierta de un barco. Lo curioso era que no tuvo que escalar mucho, parecía una embarcación muy pequeña, aunque la sensación acuosa en sus piernas le decía que acababan de salvarle de la forma más absurda que se le ocurría: con un barco hundiéndose. Su bote era una mejor opción que aquella chalupa semi-sumergida. Rápidamente se apoyó sobre la baranda de cubierta y subió por una de las cuerdas para evitar debilitarse con el agua y echó un vistazo a su alrededor. Para rematar, el único tripulante era un hombre con parche y cubos flotantes, algo que le habría sorprendido en cualquier otra situación. Sin embargo estaba bastante acostumbrado a los extraños poderes de las Akuma no mi como para que le pareciese normal algo así. Al menos esperaba que fuese una fruta, de lo contrario aquello sería muy raro.
-Gracias por salvarme con tu… emm… barco. Da igual, supongo que si tienes comida o algo de agua será suficiente como para que no importe toda esa agua en tu barco. Puedes llamarme Br… emm… suelen llamarme MadHatter. –El espadachín no pudo evitar maldecirse a sí mismo por fallo. Por un segundo había estado a punto de revelar su verdadero nombre a un completo desconocido, como si el peligro que correría su vida por el mero hecho de decirlo por decirlo fuese menor por tratarse de su salvador. [b]-Y dime, ¿qué le ha pasado a tu barco?
Haciendo acopio de sus últimas fuerzas, agarró el cabo que le lanzaron y subió por ella hasta la cubierta de un barco. Lo curioso era que no tuvo que escalar mucho, parecía una embarcación muy pequeña, aunque la sensación acuosa en sus piernas le decía que acababan de salvarle de la forma más absurda que se le ocurría: con un barco hundiéndose. Su bote era una mejor opción que aquella chalupa semi-sumergida. Rápidamente se apoyó sobre la baranda de cubierta y subió por una de las cuerdas para evitar debilitarse con el agua y echó un vistazo a su alrededor. Para rematar, el único tripulante era un hombre con parche y cubos flotantes, algo que le habría sorprendido en cualquier otra situación. Sin embargo estaba bastante acostumbrado a los extraños poderes de las Akuma no mi como para que le pareciese normal algo así. Al menos esperaba que fuese una fruta, de lo contrario aquello sería muy raro.
-Gracias por salvarme con tu… emm… barco. Da igual, supongo que si tienes comida o algo de agua será suficiente como para que no importe toda esa agua en tu barco. Puedes llamarme Br… emm… suelen llamarme MadHatter. –El espadachín no pudo evitar maldecirse a sí mismo por fallo. Por un segundo había estado a punto de revelar su verdadero nombre a un completo desconocido, como si el peligro que correría su vida por el mero hecho de decirlo por decirlo fuese menor por tratarse de su salvador. [b]-Y dime, ¿qué le ha pasado a tu barco?
Contenido patrocinado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
- La mayor pelea y más épica sin ningún tipo de fallo. Unos tigres, pistolas de agua y un compañerismo sin igual. El rey de las pistolas de agua contra el señor de las pistolas de agua. Un reto que destrozará todo y a la vez lo restaurará.
- Agua y mas agua (Rol libre) (Drake,Gangryong)
- Wenas marineros de agua dulce!
- Encuentro en la ciudad del agua [Libre]
- La capital del agua [Privado Teravan]
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.