Simo vs Byakuro (Deja-vu)

Condiciones:
-Saltos de turno cada 48 horas.
-Reglas de retos para la obtención de experiencia.
-Victoria por moderación.
-Lesiones On-rol, pero ni amputaciones ni muerte.

Escenario:

Momoiro: Momoiro es una isla de Grand Line donde tanto las plantas y los animales son rosas. Su nombre significa rosa en japonés. Es donde reside el reino Kamabakka, un lugar para aquellos con el corazón de una dama. El nombre de este reino significa "lleno de travestis", lo que se ajusta a la realidad. La isla y sus habitantes son totalmente opuestos a los de Amazon Lily. Mientras que en Amazon Lily solo viven mujeres que se comportan como hombres (como las amazonas), en Momoiro viven hombres que se comportan como mujeres, por lo general travestis.

Condición especial: Cada post, 6 Okamas se lanzarán sobre cada jugador de sexo varón. Esto contará como ataque [AF] que deberá ser esquivado sin tocar a los Okamas. Contará en la moderación una esquiva lógica.

Byakuro llegó volando a la isla. Su cuerpo era estilizado, sus curvas mucho más acentuadas, y su aspecto en general había cambiado. O al menos eso daba a entender a la gente que lo miraba. La ilusión era perfecta. Iba con un precioso vestido escotado, de color rojo. Tenía unos preciosos lacitos y unas ligas que unían el vestido con las medias. Tenía ribetes negros y encaje. Si Byakuro viera a alguien con aquel vestido, posiblemente quisiera hacer cosas... inadecuadas. El caso era que aquel vestido tenía cierto significado para él. Lo había mandado retocar, pero en origen era el que había llevado Aki el día que la había conocido. Se lo había puesto para aquella ocasión.

El origen de aquel aspecto era el siguiente: se había enterado de que el siguiente combate que iba a tener en la liga era en la isla de Momoiro. Una isla conocida por sus okamas: hombres travestis que perseguían a cualquier hombre que se adentrara en la isla para convertirlo en uno de los suyos. Sabía que la mayoría de los okamas ignoraban a las mujeres. Por ello, pensaba asistir a aquel encuentro lo más femenino y provocativo que pudiera. Con suerte, aquello desconcentraría a su oponente.



- Uy... que rosa es todo esto... -dijo la chica, mientras aterrizaba delicadamente en la arena de la playa.

La isla era extremadamente rosa. La vegetación, el cielo, incluso las nubes parecían estar hechas de algodón de azúcar. La chica observó a un hombre corriendo cerca de ella. Era joven, con el pelo marrón y parecía extrañamente masculino. Obviamente no era de allí. Un grupo de hombres travestidos lo perseguían sin descanso. Hilando un poco, supuso que aquel sería el hombre contra el que tenía que pelear. Echó a correr a su lado, y le preguntó:

- Perdona, ¿eres el participante de la liga que ha venido a pelear conmigo? -sonrió de forma traviesa mientras con su bastón trataba de ponerle la zancadilla al tipo, con un movimiento rápido y seco en las canillas. Tras ese ataque por sorpresa, esperaba que los okamas dieran buena cuenta del tipo. Se separó de él, y se puso en guardia, por si acaso aquello no funcionaba.

[b]Zancadilla por sorpresa [AM][b]