El encuentro de las zoan[Rol Maestro-Alumno][Kaito-Nemonic]

off rol:

Kaito me había citado en aquella isla. No sabía bien en que tipo de isla me encontraba, ya que no aparecía en ningun mapa que tuviera. Recibi una caja con un Log Pose y me encaminé a ella y aquí estaba, delante de lo que parecía ser una torre. El ambiente era bastante lugrubre y la sensación de que alguién me observaba no era del todo descabellada. Segun me comentaba Kaito en su carta, debía encontrarlo para que pudiera recibir un entrenamiento casi obligatorio, para los integrantes del gremio.

Me adentré en la primer nivel de la isla, era un lugar bastante extraño y muy silencioso, antes de entrar cambié a mi forma hibrida. Noté que la temperatura comenzaba a aumentar y el suelo se volvía mas arenoso a cada paso, las dos cosas unidas empezaban a fatigarme un poco. La visibilidad era casi nula, cosa que me dificultaría encontrar a Kaito. Seguí caminando en línea recta con respecto a la puerta que había dejado atras, tenía que saber muy bien donde la había dejado, para al menos tener un punto de refencía. Camine durante un buen rato, ya no sabía si estaba caminando en circulo,ya que no encontraba ninguna referencía en la que fijarme. Cada paso que daba e agotaba mas y mas, pero tenía que seguir, no quería fallarle a Kaito. Por fín ví algo en aquella espesa atmosfera, eran dos botones iluminados o al menos eso creía, ya que de repente, note un golpe en el pecho que me hizo caer al suelo. Eso había dolido, me mire en donde me había golpeado y era como una zarpa, por suerte no me había dado de lleno, sino con la punta las afiladas uñas. Escuche un sonido acercandose a mi y por intuición me protegí el cuerpo con mis cuatro escudos de los antebrazos, a continuación no se con que me golpeó pero si no hubiera echo eso me habría dado de lleno en el pecho. Hice un fuerte movimiento zafandome de lo que me habia golpeado, escuchando un rugido ví, lo que suponía que serian ojos, me levante a toda prisa y empecé a volar. No veía nada, solo ascencía mientras escuchaba como si algo saltara y varios gruñidos, tenía que escapar, en aquella situación no podía hacer nada.

Vole a toda velocidad, el calor ya me estaba pasando factura y el sudor me chorreaba por la frente, ya mismo era la hora acordada y a Kaito no le gustaba que llegara tarde. De repente me golpeé contra una pared bruscamente, a la cual me agarre hincando los dedos en ella. - Uf al menos he llegado a un límite de este sitio - me dije. Bajé hasta la zona mas baja de aquel muro y mire a alrededor para comprobar si estaban de nuevo aquellos ojos.

En vez de eso escuchaba un sonido, un sonido muy leve, como si fuera un suspiro. Me concentré en aquella oscuridad casi plena y presté atención unicamente a aquel sonido. Empecé a caminar con cuidado, lentamente por si había alguna trampa, nunca se sabía en lugares tan extraños. Cuando llevaba un rato y escuchaba aquel susurro algo mas cerca, noté como si una espada pasara a pocos palmos de mi cara. Pero algo dentro de mí, me decá que no tenía que ponerme en alerta, como si sintiera que Kaito estuviera allí. Era una sensación que ya había notado antes en la isla de los insectos, no notaba a una persona, si no como una presencía de un gran samuraí.

- Kaito, ya he llegado - dije sin saber realmente si era él, aunque notara esa sensación.