Rhaegel
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Poco tardé en divisar a lo lejos lo que parecía ser una isla, pudiendo distinguir en esta pequeñas estructuras elevadas y un hedor que se notaba a kilómetros. Acercándome con el pequeño barquito que me habían prestado en Ohara para comenzar mi viaje como Cazador, intenté buscar algo similar a un puerto, se podía ver humo procedente de chimeneas, debía de haber gente en la isla, y por lo tanto algún puerto en el que poder atracar, sino ¿como iban a salir los habitantes en busca de suministros o recursos carentes en la zona? Algo tenía que haber para donde dejar los barcos, pero como de momento no encontraba nada, mi única opción era dejarlo anclado en medio del mar, no muy lejos de la isla y acercarme nadando. Todavía me quedaba comida en el barco, pero tenía interés en visitar la zona; y lo más probable en este momento sería que me acercara a visitar alguna aldea de entre las que hay, pero no... Antes de avisar a la gente por si me sucedía algo malo, pero no, lo mejor era investigar por mi cuenta, desconociendo lo que me rodeaba e ignorando el peligro.
Al llegar a la orilla, la cual parecía estar bastante sucia, que no era así, pero era la impresión que daba la arena de esta, comencé a caminar en busca de algo que me llamara la atención, y parece que lo primero que fue era la cantidad de insectos del lugar. Había leído algo acerca de este sitio, pero los libros solo mostraban las abundantes lagunas y lagos de la isla, no mencionaban nada de la fauna, al menos en los que yo leí. Y para el colmo, al salir mojado del agua del mar, atraía a los bichos que me rodeaban, se me pegaban a la camiseta y a los pantalones, y resultaba bastante incómodo, impedían un ligero movimiento, pero no me los podía quitar de encima. Por suerte estos no se me pegaban al propio cuerpo, eran como mosquitas, pero estas mansas, ni picaban ni chupaban sangre... Mejor. Una cosa menos de la que preocuparme. Continué avanzando hasta llegar a lo que parecían ser los escombros de una estructura derruida por el paso de los años. Por fin algo interesante a parte de los bichos. Me acerqué lo máximo que pude a dicho lugar, todavía se distinguían las paredes de lo que fue aquel sitio en un pasado, pero estas llenas de enredaderas y moho...
Avanzando lentamente por culpa de los bichos, estaba a punto de llegar cuando metí el pie en un agujero lleno de fango, provocando así que los insectos se dispersaran y salieran volando a una velocidad exagerada, se ve que no les gusta el barro, sus patitas se quedan pegadas y eso no lo soportan. Y a causa de esto, embadurné toda mi ropa con lo poco que había en ese agujero, ya me había acostumbrado al olor del lugar, y la ropa se podía lavar, pero imaginando que esos bichos al final resultaran ser peligrosos, poco podía hacer. Lleno de lo que ahora podía llamar roña, me acerqué a las ruinas para contemplarlas más de cerca, era todo un espectáculo. No tenía nada en que apuntar cosas, ya que las cosas importantes las dejé en el barco al ver el aspecto de esta isla, solo llevaba conmigo la Khal Wakizashi, que a pesar de ser importante, quería llevarla conmigo, esta me daba confianza si surgía algun tipo de conflicto y debía defenderme como es debido. Quién sabe si aparece un ser gigante de alguno de los pantanos, o simplemente propas personas, que llegan a ser lo más peligroso de este nuestro mundo en el que vivimos. Hasta entonces, precaución, ser cauteloso puede ser la mayor salvación de todas en determinados momentos.
A medida que avanzaba por las ruinas, estas iban desapareciendo poco a poco, hasta terminar en un enorme pantano, muy a mi pesar. —Maldita sea...— susurré entre dientes, no me gustaba tener que volver sobre mis pasos si no quería terminar hundido en plantas podridas llenas de insectos llenos de enfermedades. La única opción que me quedaba actualmente era regresar, pero esta vez en dirección a algún pueblo, que mejor para saber de un lugar que preguntarle a sus habitantes. Seguía sin comprender el hecho de que la gente pudiera vivir aquí, pero al fin y al cabo, a todo de acabas acostumbrando si no queda más remedio, puede que incluso sean buena gente o que intenten ayudarme todo lo posible en vete a saber que cosa... Ya estaba decidido, me dirigiría al pueblo más cercano, guiándome por el humo que sale de las chimeneas de las casas, este se notaba en el cielo, y podía servirme de guía, si terminaba diferenciándolo con las nubes, estas eran tan grises que incluso se confundía...
Al llegar a la orilla, la cual parecía estar bastante sucia, que no era así, pero era la impresión que daba la arena de esta, comencé a caminar en busca de algo que me llamara la atención, y parece que lo primero que fue era la cantidad de insectos del lugar. Había leído algo acerca de este sitio, pero los libros solo mostraban las abundantes lagunas y lagos de la isla, no mencionaban nada de la fauna, al menos en los que yo leí. Y para el colmo, al salir mojado del agua del mar, atraía a los bichos que me rodeaban, se me pegaban a la camiseta y a los pantalones, y resultaba bastante incómodo, impedían un ligero movimiento, pero no me los podía quitar de encima. Por suerte estos no se me pegaban al propio cuerpo, eran como mosquitas, pero estas mansas, ni picaban ni chupaban sangre... Mejor. Una cosa menos de la que preocuparme. Continué avanzando hasta llegar a lo que parecían ser los escombros de una estructura derruida por el paso de los años. Por fin algo interesante a parte de los bichos. Me acerqué lo máximo que pude a dicho lugar, todavía se distinguían las paredes de lo que fue aquel sitio en un pasado, pero estas llenas de enredaderas y moho...
Avanzando lentamente por culpa de los bichos, estaba a punto de llegar cuando metí el pie en un agujero lleno de fango, provocando así que los insectos se dispersaran y salieran volando a una velocidad exagerada, se ve que no les gusta el barro, sus patitas se quedan pegadas y eso no lo soportan. Y a causa de esto, embadurné toda mi ropa con lo poco que había en ese agujero, ya me había acostumbrado al olor del lugar, y la ropa se podía lavar, pero imaginando que esos bichos al final resultaran ser peligrosos, poco podía hacer. Lleno de lo que ahora podía llamar roña, me acerqué a las ruinas para contemplarlas más de cerca, era todo un espectáculo. No tenía nada en que apuntar cosas, ya que las cosas importantes las dejé en el barco al ver el aspecto de esta isla, solo llevaba conmigo la Khal Wakizashi, que a pesar de ser importante, quería llevarla conmigo, esta me daba confianza si surgía algun tipo de conflicto y debía defenderme como es debido. Quién sabe si aparece un ser gigante de alguno de los pantanos, o simplemente propas personas, que llegan a ser lo más peligroso de este nuestro mundo en el que vivimos. Hasta entonces, precaución, ser cauteloso puede ser la mayor salvación de todas en determinados momentos.
A medida que avanzaba por las ruinas, estas iban desapareciendo poco a poco, hasta terminar en un enorme pantano, muy a mi pesar. —Maldita sea...— susurré entre dientes, no me gustaba tener que volver sobre mis pasos si no quería terminar hundido en plantas podridas llenas de insectos llenos de enfermedades. La única opción que me quedaba actualmente era regresar, pero esta vez en dirección a algún pueblo, que mejor para saber de un lugar que preguntarle a sus habitantes. Seguía sin comprender el hecho de que la gente pudiera vivir aquí, pero al fin y al cabo, a todo de acabas acostumbrando si no queda más remedio, puede que incluso sean buena gente o que intenten ayudarme todo lo posible en vete a saber que cosa... Ya estaba decidido, me dirigiría al pueblo más cercano, guiándome por el humo que sale de las chimeneas de las casas, este se notaba en el cielo, y podía servirme de guía, si terminaba diferenciándolo con las nubes, estas eran tan grises que incluso se confundía...
Sawn
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
No podía decir que estaba totalmente en forma, llevaba ya varias semanas seguidas sin hacer nada de ejercicio ni entrenamientos con mi espada. Había estado 4 semanas enteras en la isla de verano disfrutando de un buen descanso, lo necesitaba tras lo ocurrido en el Nuevo Mundo durante 3 años. En ese mes sabático me gasté todo el dinero que tenía, dejando mi bolsillo en números rojos. Cuando ese dinero se disipó empecé a preocuparme un poco, ya que no sabía que podía hacer sin dinero. Al ver que necesitaba dinero urgentemente tanto para sobrevivir y para comprar un barco nuevo, el que tenía estaba ya muy viejo.
En uno de los últimos días en la isla de verano escuché un rumor de un pirata famoso que iba de villa en villa estafando al a gente y ganando mucho dinero. Sin pensarlo decidí ir a por ese tipo que seguramente tendría una buena recompensa por su cabeza. Ese mismo día que escuché esa noticia empecé a buscar gente que iba a una isla cercana por el west blue, y la única isla a la que iban era a una que no tenía ni idea de su existencia hasta que llegué allí.
La primera impresión que tuve al ver la isla por primera vez fue asquerosa, sentía que allí no me iba a sentir cómodo. Le pregunté a la persona que quiso llevarme como era la geografía de la isla, tras unos segundos de silenció un suspiro lo rompió seguido de la respuesta corta: "Pantanoso" Eso me bastó para poner una cara de asco. Finalmente el barco tocó tierra y pude pisar tierra firme después de un viaje de muchas horas en un mar en calma.
Me despedí del hombre, quedándome mirando al mar mientras el barco se hacía poco a poco más pequeño y desaparecía por el horizonte. Cuando lo hizo me di media vuelta y empece a adentrarme en la isla. Lo primero que noté fue el olor a putrefacción que abundaba en ese espacio, lo segundo que noté fue la zona pantanosa que abundaba también que junto a los insectos de la zona, hacía un lugar que me desagradaba. Caminaba lentamente analizando todo lo que podía ver, plantas, insectos, árboles,.... lo que más me llamó la atención fue un tipo de planta un tanto curiosa, me paré y tranquilamente me quedé mirando su forma, su color, todo.
Corté la planta de su sitio y me la guardé con cuidado, quería analizarla mejor en otro sitio más tranquilo y menos nauseabundo. Seguí caminando tranquilamente hasta que pude oler y ver humo en el cielo, no estaban muy lejos de mi posición, así que decidí aligerar el paso y llegar cuanto antes, podría ser un incendio o incluso el pirata ese haciendo de las suyas.
En uno de los últimos días en la isla de verano escuché un rumor de un pirata famoso que iba de villa en villa estafando al a gente y ganando mucho dinero. Sin pensarlo decidí ir a por ese tipo que seguramente tendría una buena recompensa por su cabeza. Ese mismo día que escuché esa noticia empecé a buscar gente que iba a una isla cercana por el west blue, y la única isla a la que iban era a una que no tenía ni idea de su existencia hasta que llegué allí.
La primera impresión que tuve al ver la isla por primera vez fue asquerosa, sentía que allí no me iba a sentir cómodo. Le pregunté a la persona que quiso llevarme como era la geografía de la isla, tras unos segundos de silenció un suspiro lo rompió seguido de la respuesta corta: "Pantanoso" Eso me bastó para poner una cara de asco. Finalmente el barco tocó tierra y pude pisar tierra firme después de un viaje de muchas horas en un mar en calma.
Me despedí del hombre, quedándome mirando al mar mientras el barco se hacía poco a poco más pequeño y desaparecía por el horizonte. Cuando lo hizo me di media vuelta y empece a adentrarme en la isla. Lo primero que noté fue el olor a putrefacción que abundaba en ese espacio, lo segundo que noté fue la zona pantanosa que abundaba también que junto a los insectos de la zona, hacía un lugar que me desagradaba. Caminaba lentamente analizando todo lo que podía ver, plantas, insectos, árboles,.... lo que más me llamó la atención fue un tipo de planta un tanto curiosa, me paré y tranquilamente me quedé mirando su forma, su color, todo.
Corté la planta de su sitio y me la guardé con cuidado, quería analizarla mejor en otro sitio más tranquilo y menos nauseabundo. Seguí caminando tranquilamente hasta que pude oler y ver humo en el cielo, no estaban muy lejos de mi posición, así que decidí aligerar el paso y llegar cuanto antes, podría ser un incendio o incluso el pirata ese haciendo de las suyas.
Rhaegel
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
A medida que avanzaba por el fango, quitando plantas de mis piernas y saliendo de aquella zona pantanosa, pude centrarme mejor en observar la dirección del origen de aquel humo. Suponiendo que era un poblado, o una pequeña villa, la única intención que tenía era encontrarme con alguien que tuviera algo de conocimientos sobre la isla para poder aprenderlo yo por mi parte. Me interesaba este lugar aun por nauseabundo que fuera o por desagradable para la propia vista, quería adoptar el máximo conocimiento de todo lo que me rodeaba, independientemente si me gustaba o no. Tampoco era un lugar tan desastroso, había llegado por el lado feo de la isla, ya que si había gente que podía vivir en el lugar, significa que no es tan malo, simplemente los olores, ya que esto parece una ciénaga más que otra cosa; pero hay que intentar verlo todo en este mundo, y con este pequeño viaje ya había avanzado un pequeño paso más en lo que de ahora en adelante sería mi historia de forma aventurera.
Una vez tenía aquel humo lo suficientemente cerca como para ver de donde procedía, me di cuenta de que no se trataba de ninguna aldea ni pequeño lugar con construcciones, sino una pequeña hoguera en mitad del suelo. Era como un campamento individual, ya que en el suelo había tirado un saco de dormir y sobre el fuego lo que parecía ser una lata con algún tipo de comida, aparentemente alubias, o al menos eso ponía en la lata; también había una cesta de fruta cerca del saco de dormir y una especie de hilos con chatarra rodeando el pequeño terreno, seguramente para avisar del ruido en caso de que alguien intentara coger algo, pero el problema era que no iba a avisar a nada, por el simple hecho de que allí no había nadie, la zona estaba desierta... Descartando la posibilidad de que el propietario de aquellas cosas estuviera escondido, esperando el momento para darse a conocer por sorpresa y de esta para el presente.
Me acerqué un poco para ver más aquel lugar. —¿Hola? ¿¡Hay alguien cerca!? No vengo a causar problemas, tan solo me interesa hablar con alguien sobre esta isla...— dije con intención de recibir una respuesta, pero nadie contestaba, efectivamente no había nadie por la zona, ya que el único ruido que se podía escuchar era el de los animalitos del lugar y las aguas de los pantanos, estos a media distancia de mi, ya que había dejado los aparentemente grandes atrás y al ser la isla característica por estos era normal su presencia. Así que entré en aquel recinto haciendo ruido por si acaso, pero con un palo y lejos de este con la idea de evitar trampas, para sentarme junto a la hoguera y esperar a quién quiera que se encontraba asentado aquí. Pero olvidándome de esto, comencé a comerme las alubias, ya me estaba entrando el hambre; sacándolas del fuego con ayuda del palo empleado anteriormente para tocar los hilos, empecé a engullirlas sin apenas masticar, a su vez, estaba calentándome en la pequeña hoguera, ya que comenzaba a hacerse de noche, y por culpa de eso, refrescaba cada vez más, pero gracias al fuego podría ver algo, ya sean animales nocturnos o el propio dueño del saco de dormir que volvía para descansar o comerse su comida, ya en mi estómago, descartando la cesta de fruta.
Una vez tenía aquel humo lo suficientemente cerca como para ver de donde procedía, me di cuenta de que no se trataba de ninguna aldea ni pequeño lugar con construcciones, sino una pequeña hoguera en mitad del suelo. Era como un campamento individual, ya que en el suelo había tirado un saco de dormir y sobre el fuego lo que parecía ser una lata con algún tipo de comida, aparentemente alubias, o al menos eso ponía en la lata; también había una cesta de fruta cerca del saco de dormir y una especie de hilos con chatarra rodeando el pequeño terreno, seguramente para avisar del ruido en caso de que alguien intentara coger algo, pero el problema era que no iba a avisar a nada, por el simple hecho de que allí no había nadie, la zona estaba desierta... Descartando la posibilidad de que el propietario de aquellas cosas estuviera escondido, esperando el momento para darse a conocer por sorpresa y de esta para el presente.
Me acerqué un poco para ver más aquel lugar. —¿Hola? ¿¡Hay alguien cerca!? No vengo a causar problemas, tan solo me interesa hablar con alguien sobre esta isla...— dije con intención de recibir una respuesta, pero nadie contestaba, efectivamente no había nadie por la zona, ya que el único ruido que se podía escuchar era el de los animalitos del lugar y las aguas de los pantanos, estos a media distancia de mi, ya que había dejado los aparentemente grandes atrás y al ser la isla característica por estos era normal su presencia. Así que entré en aquel recinto haciendo ruido por si acaso, pero con un palo y lejos de este con la idea de evitar trampas, para sentarme junto a la hoguera y esperar a quién quiera que se encontraba asentado aquí. Pero olvidándome de esto, comencé a comerme las alubias, ya me estaba entrando el hambre; sacándolas del fuego con ayuda del palo empleado anteriormente para tocar los hilos, empecé a engullirlas sin apenas masticar, a su vez, estaba calentándome en la pequeña hoguera, ya que comenzaba a hacerse de noche, y por culpa de eso, refrescaba cada vez más, pero gracias al fuego podría ver algo, ya sean animales nocturnos o el propio dueño del saco de dormir que volvía para descansar o comerse su comida, ya en mi estómago, descartando la cesta de fruta.
- Off Rol:
- Perdón por tardar en hacer el post, no es muy largo porque no me gusta hacer esperar y me gustaría encontrarme con tu PJ lo antes posible para darle más vidilla al propio rol. :)
Sawn
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Pude divisar humo en el aire mientras caminaba lentamente por el fango y con la poca tierra firme que había, y si le si sumábamos más cosas malas pondría los insectos que no paraban de dar por saco. Por el camino pensaba si en esta isla vivía gente o era una isla desierta; si estaba poblado no entendía como podían vivir en este tipo de terreno tan pantanoso sin hablar del mal olor que desprendía el agua estancada. En ese momento tras pensar si había población o no, me vino una nueva pregunta que pronto iba a responder.
Me aburría mucho, en el camino no había nada interesante, solo plantas muy comunes que las tenía muy vistas, insectos toca pelotas que no paraban de merodear por mi cara y por mis manos, si no hacía algo iba a parecer que tuviese la peste o algo similar, así que me convertí totalmente en hierro, eso hizo en segundos que los insectos ya no molestasen, posiblemente porque ya no tenían la habilidad de picar mi cuerpo de hierro. Seguí caminando, lentamente me acercaba más al lugar donde estaba esa columna de humo, no sabía si era un incendio o simplemente el final de una hermosa hoguera.
Esta vez para entretenerme saqué la planta que había arrancado y empecé a analizarla, a simple vista se podía ver que el color de clorofila era distinto a las demás plantas, era de un colo más oscuro que las demás. Lo siguiente era que el tipo de hojas que tenía eran mas pequeñas y acababan en punta, eso la hacía única. Tras darme cuenta me enteré que la columna de humo empezaba unos árboles más adelante, pisé lentamente para no enterrarme en uno de los pantanos. Pude pasar sin problemas, nada más llegar pude ver a un hombre comiendo de una lata, era lo único que veía, ya que lo demás no me importaba mucho.
Me aburría mucho, en el camino no había nada interesante, solo plantas muy comunes que las tenía muy vistas, insectos toca pelotas que no paraban de merodear por mi cara y por mis manos, si no hacía algo iba a parecer que tuviese la peste o algo similar, así que me convertí totalmente en hierro, eso hizo en segundos que los insectos ya no molestasen, posiblemente porque ya no tenían la habilidad de picar mi cuerpo de hierro. Seguí caminando, lentamente me acercaba más al lugar donde estaba esa columna de humo, no sabía si era un incendio o simplemente el final de una hermosa hoguera.
Esta vez para entretenerme saqué la planta que había arrancado y empecé a analizarla, a simple vista se podía ver que el color de clorofila era distinto a las demás plantas, era de un colo más oscuro que las demás. Lo siguiente era que el tipo de hojas que tenía eran mas pequeñas y acababan en punta, eso la hacía única. Tras darme cuenta me enteré que la columna de humo empezaba unos árboles más adelante, pisé lentamente para no enterrarme en uno de los pantanos. Pude pasar sin problemas, nada más llegar pude ver a un hombre comiendo de una lata, era lo único que veía, ya que lo demás no me importaba mucho.
Rhaegel
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Pocos segundos después de terminar de comerme por completo la lata de alubias, tomé el cesto de fruta y empecé a tragarlas al igual que la otra comida. Ya era de noche, y si no venía nadie, significaba que no iba a volver hasta mínimo, la mañana siguiente. Había frutas, no demasiadas, pero si las suficientes como para servirse de poste. Eran tres. Ninguna del mismo color, y todas con formas extrañas. Una era de color verde fosforito, la otra era granate, y la tercera, de color azul turquesa, pero camuflándose entre las otras dos. Tomé la primera y no llegué a terminarla del todo por que estaba demasiado ácida. La segunda y la tercera entraron sin problemas, pero consiguieron que me mareara un poco al levantarme de golpe.
Había escuchado un ruido no muy lejos del claro donde me encontraba y por eso decidí girarme en aquella dirección. Dejando detrás mio la pequeña hoguera, para que el humo de esta no me tapara visión, pude ver al final de mi sombra un tipo de cabellos plateados sosteniendo una planta algo extraña y mirándome fijamente. Error por mi parte. Creía que como tardaba tanto en llegar, jamás lo haría. Este podría ser su campamento, y yo me había zampado toda su comida, cierto que aun quedaba un poco de aquella fruta verde, pero estaba mordisqueada y dentro de la cesta, esta en el suelo. No sabía como responder, así que me hice a un lado para invitarle a que se acercara y se colocara cerca del fuego...
—Perdón, no sabía que volvería, al menos hasta mañana. Discúlpeme por la comida, tenía hambre. Si me dice como encontrar en esta isla se la devolveré con gusto.— mencioné mientras me inclinaba sobre mi mismo unos 45º, con intención de pedir perdón por la falta cometida. Esta actuación se llamaba Teineirei. Esperaba recibir una respuesta de aquel chico, pero una vez estuve unos tres segundos inclinados, retomé mi compostura para sentarme junto a la hoguera y esperar que él hiciera algo por el estilo, sin que su respuesta fuera dura o se tornara agresiva. Me senté cruzando las piernas como hacían los indios nativos y colocando las palmas de mis manos sobre mis rodillas, girando nuevamente la cabeza hacia aquel tipo. —Por cierto, mi nombre es Rhaegel, Khal Rhaegel.— dije mostrado una sonrisa mientras le miraba y volvía a fijar mi vista en el paisaje iluminado por el fuego, ya que poco se podía ver si se perdía la vista de este, era una noche bastante oscura...
Había escuchado un ruido no muy lejos del claro donde me encontraba y por eso decidí girarme en aquella dirección. Dejando detrás mio la pequeña hoguera, para que el humo de esta no me tapara visión, pude ver al final de mi sombra un tipo de cabellos plateados sosteniendo una planta algo extraña y mirándome fijamente. Error por mi parte. Creía que como tardaba tanto en llegar, jamás lo haría. Este podría ser su campamento, y yo me había zampado toda su comida, cierto que aun quedaba un poco de aquella fruta verde, pero estaba mordisqueada y dentro de la cesta, esta en el suelo. No sabía como responder, así que me hice a un lado para invitarle a que se acercara y se colocara cerca del fuego...
—Perdón, no sabía que volvería, al menos hasta mañana. Discúlpeme por la comida, tenía hambre. Si me dice como encontrar en esta isla se la devolveré con gusto.— mencioné mientras me inclinaba sobre mi mismo unos 45º, con intención de pedir perdón por la falta cometida. Esta actuación se llamaba Teineirei. Esperaba recibir una respuesta de aquel chico, pero una vez estuve unos tres segundos inclinados, retomé mi compostura para sentarme junto a la hoguera y esperar que él hiciera algo por el estilo, sin que su respuesta fuera dura o se tornara agresiva. Me senté cruzando las piernas como hacían los indios nativos y colocando las palmas de mis manos sobre mis rodillas, girando nuevamente la cabeza hacia aquel tipo. —Por cierto, mi nombre es Rhaegel, Khal Rhaegel.— dije mostrado una sonrisa mientras le miraba y volvía a fijar mi vista en el paisaje iluminado por el fuego, ya que poco se podía ver si se perdía la vista de este, era una noche bastante oscura...
Sawn
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Según en análisis anterior que había hecho la columna de humo venía del mismo sitio donde estaba ese tipo comiendo como un perro. No podía creer que la preocupación que tenía al pensar que un pueblo se estaba quemando terminase siendo de una hoguera que estaba en su zenit. Mi cuerpo se relajo después de todo; mientras miré a aquel tipo, se podía notar que no había comido en mucho tiempo, ya que estaba engullendo como un pato.
—Perdón, no sabía que volvería, al menos hasta mañana. Discúlpeme por la comida, tenía hambre. Si me dice como encontrar en esta isla se la devolveré con gusto.—
No entendía nada, solo llevaba nada más de media hora en esa asquerosa isla y no había pisado ese lugar hasta ahora, no entendía como ese tipo se disculpaba por haberse comido toda esa comida. No me iba a enfadar ni nada por el etilo, aún así, si esa comida fuese mía, tampoco me iba a enfadar, no era de ese tipo de personas, aunque conocía algunas que si que lo eran. En ese momento me quedé ne blanco, no sabía que decir ni como me sentía en ese momento, me quedé parado allí.
Dave: Esto.... esa no es mi comida y no he ocupado este terreno para montar un campamento pequeño, es la primera vez que piso esta isla y solo llevo media hora aquí. Parece que tenías hambre, te he visto engullir toda esa comida, jajajaja.
Intenté tranquilizarme y sentirme cómodo en aquel momento. Intenté mantener una buena conversación con ese tipo, ya que no sabía como era la isla y podría ser divertido compartir algún momento que otro con aquella persona. En ese momento me senté justo al lado de la hoguera.
Dave: Dime chico, ¿que te trae por aquí?
—Perdón, no sabía que volvería, al menos hasta mañana. Discúlpeme por la comida, tenía hambre. Si me dice como encontrar en esta isla se la devolveré con gusto.—
No entendía nada, solo llevaba nada más de media hora en esa asquerosa isla y no había pisado ese lugar hasta ahora, no entendía como ese tipo se disculpaba por haberse comido toda esa comida. No me iba a enfadar ni nada por el etilo, aún así, si esa comida fuese mía, tampoco me iba a enfadar, no era de ese tipo de personas, aunque conocía algunas que si que lo eran. En ese momento me quedé ne blanco, no sabía que decir ni como me sentía en ese momento, me quedé parado allí.
Dave: Esto.... esa no es mi comida y no he ocupado este terreno para montar un campamento pequeño, es la primera vez que piso esta isla y solo llevo media hora aquí. Parece que tenías hambre, te he visto engullir toda esa comida, jajajaja.
Intenté tranquilizarme y sentirme cómodo en aquel momento. Intenté mantener una buena conversación con ese tipo, ya que no sabía como era la isla y podría ser divertido compartir algún momento que otro con aquella persona. En ese momento me senté justo al lado de la hoguera.
Dave: Dime chico, ¿que te trae por aquí?
Contenido patrocinado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.