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Akuma no mi
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La agradable brisa marina golpeaba a Midorima, este inhaló profundo para luego dar un gran salto y caer con ambas manos en el suelo, había saltado de la cubierta del barco de su tripulación, nuevamente iba a explorar solo, no le avisó a nadie de su partida, de hecho, lo había hecho todo el sigilo de un cruel asesino. No quería compañía y menos de alguno de sus nakamas, no es que los quisieras, pero cada vez que se juntaba con uno de ellos, cosas malas pasaban o bien le pasaban a él, de momento, solo quería estar solo aprovechando el calor de la mañana, apenas había algo de sol y se lograba ver algo de niebla matutina. Era el momento ideal para salir, con todos los otros durmiendo, podría escapar del barco sin ser visto.
Empezó a caminar con ambas manos en sus pantalones verdes, mientras que llevaba una camiseta sin mangas de un tono negro, aparte de eso llevaba unas sandalias, ni siquiera estaba usando sus pesas, no iba con intenciones de luchar, de hecho, solo quería explorar esta isla y ver que podía encontrar algo que hacer, sabía que sus nakamas estarían bien, con Dexter en el barco no corrían peligros, y él solo podría defenderse de cualquier enemigo que saliera en esta villa, después de todo, este mar era uno de los más débiles en comparación con otros, podría salir vivo si luchara contra quien sea. Suspiró tranquilo mientras miraba con admiración como es que los pequeños puestos de diversas cosas se armaban, los vendedores eran personas increíbles, todos los días la misma rutina para así llevar el sustento para su hogar, simplemente increíble.
Bien, creo que daré un pequeño paseo, luego buscaré algo para comer y luego volveré al barco como si nada hubiera pasado, es el plan perfecto.
Mencionó mientras elevaba su puño derecho en forma de victoria, al fin podría estar solo y escapar un tiempo de lo escandalosos que eran sus nakamas, si bien les tenía cariño, eran demasiado ruidosos, y por ende, le daban ganas de escaparse un rato en las islas, estar solo un tiempo y luego volver a estar con ellos, sabía que de momento debería estar regresando continuamente, no podía dejarlo todo el trabajo sucio a Dexter, aparte también quería estar presente cuando los enemigos más fuertes vinieran a por la cabeza de su capitán, también buscaba un poco de diversión, que a fin de cuentas no era nada malo.
Empezó a caminar con ambas manos en sus pantalones verdes, mientras que llevaba una camiseta sin mangas de un tono negro, aparte de eso llevaba unas sandalias, ni siquiera estaba usando sus pesas, no iba con intenciones de luchar, de hecho, solo quería explorar esta isla y ver que podía encontrar algo que hacer, sabía que sus nakamas estarían bien, con Dexter en el barco no corrían peligros, y él solo podría defenderse de cualquier enemigo que saliera en esta villa, después de todo, este mar era uno de los más débiles en comparación con otros, podría salir vivo si luchara contra quien sea. Suspiró tranquilo mientras miraba con admiración como es que los pequeños puestos de diversas cosas se armaban, los vendedores eran personas increíbles, todos los días la misma rutina para así llevar el sustento para su hogar, simplemente increíble.
Bien, creo que daré un pequeño paseo, luego buscaré algo para comer y luego volveré al barco como si nada hubiera pasado, es el plan perfecto.
Mencionó mientras elevaba su puño derecho en forma de victoria, al fin podría estar solo y escapar un tiempo de lo escandalosos que eran sus nakamas, si bien les tenía cariño, eran demasiado ruidosos, y por ende, le daban ganas de escaparse un rato en las islas, estar solo un tiempo y luego volver a estar con ellos, sabía que de momento debería estar regresando continuamente, no podía dejarlo todo el trabajo sucio a Dexter, aparte también quería estar presente cuando los enemigos más fuertes vinieran a por la cabeza de su capitán, también buscaba un poco de diversión, que a fin de cuentas no era nada malo.
Byakuro Kyoya
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Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Hacía tiempo que Byakuro no visitaba una aldea tan pacífica como aquella. La verdad es que lo agradecía. Siempre parecía estar metido en medio de peleas y problemas, y por una vez, disfrutar del buen tiempo y de la compañía de Klaus era lo único que le apetecía. Estaban los dos, sentados en un tejado de una de las casas de la villa, viendo pasear a la gente bajo ellos. Algunos los miraban sorprendidos, mientras que otros ni se daban cuenta de su presencia.
El cazador había llegado allí tras varias pequeñas desventuras en el East Blue. Había capturado un par de piratas menores, había entrenado a un niño en el arte del Ryu Yoshiki en una de las islas en las que había parado y había acabado en cama de cuatro mujeres... y dos hombres. Era impresionante el poder de seducción de dos pechos bien puestos. Klaus lo reprendía de vez en cuando por no prestarle atención, pero extrañamente el camaleón tenía el don (o la maldición, para él) de atraer a las chicas con su monería. Y es que era, simplemente, adorable.
Pero aquellos trotes, aquellas idas y venidas pasaban factura, y ahora al chico le apetecía relajarse y no hacer nada más que disfrutar del buen tiempo. Un par de mujeres pasaron bajo él, cargando con bolsas de ropa. Al poco rato, un viejo arrugado pasó en dirección contraria, apoyándose en un bastón. La villa era un hervidero de actividad. Aquello era agradable, escuchar las conversaciones banales de la gente, los ruidos de la calle, una persona a lo lejos, vendiendo el periódico del día, y más allá, el bullicio del mercado. Al lado del cazador apareció un gato de pelaje marrón. Era bonito, y sus ojos demostraban inteligencia. Byakuro sonrió y le dio una sadinilla que hizo aparecer mágicamente en su mano. El gato la agarró con rapidez y salió corriendo para disfrutar del manjar. Byakuro volvió a observar la calle con aire soñador.
El cazador había llegado allí tras varias pequeñas desventuras en el East Blue. Había capturado un par de piratas menores, había entrenado a un niño en el arte del Ryu Yoshiki en una de las islas en las que había parado y había acabado en cama de cuatro mujeres... y dos hombres. Era impresionante el poder de seducción de dos pechos bien puestos. Klaus lo reprendía de vez en cuando por no prestarle atención, pero extrañamente el camaleón tenía el don (o la maldición, para él) de atraer a las chicas con su monería. Y es que era, simplemente, adorable.
Pero aquellos trotes, aquellas idas y venidas pasaban factura, y ahora al chico le apetecía relajarse y no hacer nada más que disfrutar del buen tiempo. Un par de mujeres pasaron bajo él, cargando con bolsas de ropa. Al poco rato, un viejo arrugado pasó en dirección contraria, apoyándose en un bastón. La villa era un hervidero de actividad. Aquello era agradable, escuchar las conversaciones banales de la gente, los ruidos de la calle, una persona a lo lejos, vendiendo el periódico del día, y más allá, el bullicio del mercado. Al lado del cazador apareció un gato de pelaje marrón. Era bonito, y sus ojos demostraban inteligencia. Byakuro sonrió y le dio una sadinilla que hizo aparecer mágicamente en su mano. El gato la agarró con rapidez y salió corriendo para disfrutar del manjar. Byakuro volvió a observar la calle con aire soñador.
- ¡Choque de Titanes! ¡Arribor VS. Dexter!
- Diversión Entre Titanes (Krauser - Lion D. Karl) (Privado)
- Tensión en Baltigo: Lucha entre titanes. [Privado: Nocturne, Calypso, Wildchild y DragoN]
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