Un lugar agradable [Pasado][Privado][Maximilian - bleyd]

La isla de Dawn se divisaba a lo lejos. Mi brújula me había servido y el pequeño mapa que compre en una tienda de navegación no resulto ser una falsificación. Había oído de aquella isla en un bar y quise conocerla. Mi bote avanzaba tranquilamente gracias a una brisa que impulsaba las velas hacia aquel lugar. Un puerto libre estaba a la vista y guarde las velas para remar. Me acerque poco a poco hacia la costa. Deje mi bote en un lugar seguro y mire el mapa. Aquel lugar era la villa de Fucsia, un lugar conocido debido a grandes historias de un pirata nacido ese lugar. A lo lejos se veía una gran montaña muy peculiar. Algunas personas me vieron llegar y luego siguieron haciendo sus cosas. Parecía que a las personas no les importaban los extraños.  Camine por la avenidas principal buscando un lugar donde comer algo y vi una taberna abierta. Entré y vi que había bastantes personas comiendo y hablando entre ellas.

-Bonito lugar – pensé mientras miraba las paredes con recuadros de paisajes agradables- muy calmado como me gusta

En la barra, vi a una chica limpiando unos vasos con un trapo rojo. Me acerque y me senté dejando mis cosas a un lado.

-¿Tendrá algo de comer?– dije mientras la miraba – tengo dinero, así que no hay problema

-Tenemos guiso recién hecho y ron

-Deme un plato y un vaso de jugo

La chica me miró algo asombrada y desapareció por una puerta que estaba a lado. Sabía que tal vez le había sorprendido que no le pidiera una botella de ron pero no importaba, a mí no me gustaba beber y prefería un refrescante jugo de fruta.

- ¿Jugo, de verdad?. Tu no eres de por aquí, normalmente las personas de estos lares dicen ZUMO, no jugo como has hecho tu.

Esas palabras fueron dichas por un chico joven embutido en una armadura de color negro, con una capa del mismo color, a su espalda llevaba una espada demasiado grande, como para ser blandida.

Estaba bebiendo un batido de chocolate con nata. y degustaba unas cuantas pipas con sal. deje de beber un instante para observar a mi interlocutor, no quería problemas con nadie. Mucha gente cuando le corriges se siente ofendida aunque sea con buena intención. Pero el muchacho parecía buena persona, ademas si estaba en lo cierto no llevaría demasiado en la isla y estaría cansado y sin ganas de jaleo.

Me relaje recostándome un poco en la silla, al mismo tiempo que repasaba mentalmente mis planes para el día.

Mi mirada giro cuando oí una voz muy cerca de mí. Una persona extraña me hablaba y más que eso, me había corregido por lo que había dicho. Me sentí tranquilo porque al menos alguien escuchaba mis palabras y era lo suficientemente inteligente para darse cuenta que era un extraño en aquel pueblo.

-Lo siento mucho – dije mientras me llevaba la mano a la cabeza y me la rascaba, sonriendo en un gesto inocente – si tienes razón no soy de por aquí, he llegado esta mañana si te interesa saberlo – lancé una pequeña risa tonta mientras seguía hablando – bueno, para serte sincero jejeje no debería estar diciéndote esto, ni siquiera hablarte, eres un extraño pero es de mala educación no responderle a alguien que te dirigía una palabras – hice una pausa y agregue – gracias por corregirme

Le sonreí al extraño y poco me importo su armadura y su gran espada. A pesar de su indumentaria imponente no podía estar alerta todo el tiempo, ya que si hubiera querido hacerme daño no hubiera tenido que hablarme.

-Tu armadura da mucho miedo – dije abriendo los ojos – ¿acaso piensas ir a la guerra o algo así?, me llama la atención la razón por la que vas así en un lugar tan tranquilo como este

No sabía si el hablar mucho le incomodaría pero después de todo era él quien había comenzado a hablándome. Me preocupaba bastante que le estuviera haciendo perder el tiempo y que me ganara problemas por ello.

-Hablar con extraños esta bien siempre que puedas escuchar sus historias, ademas conoces gente interesante.Respecto a mi armadura, digamos que es mi traje de faena, soy un mercenario que se gana la vida disputando batallas al mejor postor, muchas veces la marina tiene problemas en algunos sitios y necesita un refuerzo extra, y si digamos que voy y vengo de la guerra es mi manera de vivir , que hay de ti ¿estas aquí por motivos de negocios, trabajo o solamente turismo?
Le pregunte por pura curiosidad, llevaba un buen rato en la barra bastante aburrido y sin mucho que hacer.

Espere su respuesta mientras sacaba la espada de mi espalda y la colocaba recta apoyada en la barra cerca de el.

- Por cierto mi nombre es Bleyd. Bleyd Master encantado.

Sonreí mientras le ofrecía la mano derecha en señal de amistad esperando un buen apretón de manos.

Aquel chico inspiraba algo de confianza y verlo me traía mucha curiosidad, ya que casi nunca se veía a alguien con las características que él tenía. Su cabello se parecía al mío y no aparentaba más ser muy mayor. Lo observaba lentamente tratando de averiguar algún gesto que no fuera acorde a él. Era inevitable, aquel chico parecía ser muy agradable y no parecía tener malas intenciones. Una cicatriz le cruzaba el puente de la nariz llegándole por debajo de los ojos. Supuse que por lo que me decía él era un hombre que le gustaba el dinero y ganarse la vida haciendo algo para lo que era bueno era bastante provechoso. Normalmente no era mi estilo el socializar pero ya que aquel hombre me había dirigido la palabra no había por qué ser tan descortés. Mi padre antes de morir me enseño que toda persona que te habla es porque tiene interés en ti. Claramente recordé en ese momento algo que me dijo: “…No rechaces lo que diga o puedes perder una oportunidad única, las personas nos las ofrecen sino el destino se encarga de que ellas aparezcan y las generen”. No sabía si estaba marcado que conociera a aquel tipo pero trataría de ser lo más amable posible.

-Estoy aquí por turismo – dije sonriendo – no por otros motivos, a menos de que se presenten claro pero si hay algo que quisiera hacer es comer, muero de hambre – me lleve la mano al estómago para expresar mi estado.

La chica que atendía en la barra apareció nuevamente por la puerta por donde había desaparecido momentos antes. Traía en la mano izquierda un plato con comida y la derecha una jarra con un líquido de color naranja. Dejo el plato frente a mí y luego busco un vaso donde servir el zumo de naranja que había preparado.

-Muchas gracias – dije mientras la miraba y notaba su agradable rostro. Tenía el cabello castaño y los ojos cafés con un rostro delicado y un color de piel claro rosado. Su figura delgada la hacía atractiva y comencé a preguntarme muchas cosas acerca de su posible origen.

La chica me miro y una sonrisa se dibujó en su rostro mientras salía de la barra para recoger algunas cosas que unos clientes habían dejado en una mesa. Miré nuevamente al chico que me había estado hablando para decirle:

-Y tú, ¿Qué haces aquí?, ¿Tienes algún trabajo que hacer?

Mire el plato de comida que estaba frente a mí y un leve vapor emergía de el lo cual me hacía entender que estaba caliente. Un trozo de carne marrón bañada con jugo del mismo color del mismo color, trozos de verdura cortados en pequeños cuadritos pequeños y arroz blanco con dos patatas hervidas en agua daban un aspecto bastante llamativo.

-Esto se ve genial, quieres uno mientras me cuentes tu historia – hice una pausa y cogí un tenedor que estaba a lado del plato con el que pique una verdura – soy Maximilian, mucho gusto – dije mientras me llevaba la verdura picada a la boca.

Me fije mas detenidamente en el chico mientras comía a dos carrillos el plato de verdura. Un precioso pelo largo un tanto desaliñado, su cara juvenil me inspiraba confianza y llevaba un bonito colgante, parecía una piedra engastada en un hilo, también llevaba una camisa y encima una chaqueta que era bastante común para el cálido clima de la isla.

- La verdad es que tengo un trabajo que hacer en esta isla.

le comente por seguir la conversación al mismo tiempo que me recostaba en la silla y estiraba mis brazos hacia detrás de mi cabeza para colocar la goma en su sitio,

- Esto de tener el pelo tan fino puede ser un engorro disculpa.

Tarde un momento en ponerme el pelo a mi gusto y lo deje caer por encima de mi hombro.

- Veras Me han contratado para que investigue una mansión que hay cerca de la costa, es un rico armador llamado Joyce Brockford, según dice se escuchan ruidos en el subsuelo y quiere que averigüe que los causa y solucione el problema de una vez y para siempre.

Saco de mi bolsa de pertrechos un pequeño cuaderno con varios dibujos.

- Mira el edificio es una casa de una planta con sótano.

Señale el mapa con el dedo pasando este por encima de los niveles de la casa.

- Aquí en la planta baja tenemos cinco habitaciones, el primer piso son cuatro y por ultimo tenemos el sótano que esta excavado en el acantilado mismo.

Me pare un segundo a pensar si seria buena idea contar mi linea de trabajo, pero después de verle la cara con la boca llena decidí que no seria mala idea.

- Veras mi objetivo es empezar por la primera planta e ir bajando, ""seguramente no sera nada mas que algunos rata-topo"" o eso es lo que me ha comentado el contratista.

Solté una pequeña risotada ya que sabia a ciencia cierta que las rata-topo pocas veces hacían ruidos seguramente se trataría de una colonia de lechuzas o puede que incluso serpientes.

- Pero continuemos, la paga es decente así que no me molesta hacer de exterminador de alimañas. Por cada alimaña que se elimine ha prometido 100 berrys y si se acaban con los ruidos, 1000 mas. Puede que sea un trabajo demasiado fino para mi , ¿ Te gustaría ayudarme? podemos ir al 50 % ademas me ha dado de tiempo una semana para terminar el trabajo si se acaba antes hay que esperar en la casa y seguro que es una gozada. Esta a dos pasos de una cala del mar y tiene la nevera llena.
¿Que me dices te apetece hacer un trabajo de exterminador de plagas?

Mientras esperaba que terminara su plato para que pudiera contestar , llame a la camarera, tenia algo de sed después de la perorata y la cantidad de pipas con sal que había comido anteriormente. La chica se me acerco y tomo nota de un batido de chocolate. Me relamí de antemano pensando en el delicioso sabor azucarado.

Lo oía atentamente mientras hablaba. Los trozos de verduras entraban en mi boca y los masticaba lentamente para saborear la comida que me había traído a chica de la taberna. El sabor era bastante bueno y combinado con el zumo de naranja me causaba una sensación bastante familiar. Recordaba cuando mi madre le hacia el almuerzo a mi padre y a mí también. Mi padre al ver insatisfecho con mi ración de comida, me daba algo de la suya en un gesto de engreimiento. Volví a la realidad al instante cuando escuche hablar sobre el trabajo a Bleyd. Parecía no ser algo complicado y tenía buena paga. Las veces que había trabajado, lo hice en alta mar, en barcos mercantes como uno de los que protegían a la tripulación. La paga no era tan buena pero te asegurabas el gasto de transporte a donde quisieras y un extra era el conocer gente agradable.

-Pues claro que me interesa, el dinero no me vendría mal – dije sonriendo – debes saber algo y espero que no tengas problemas con ello – dije en tono bastante serio – soy un pirata y me gano la vida como sea, así que si no te parece mal que te acompañe entonces pongámonos en camino

Sabía que a cualquier persona la palabra “pirata” le asustaría pero lo que esperaba es que aquel cazador no le importara ello. A pesar de que murmure lo ser un pirata, supuse que alguien me escucho por que rápidamente los murmullos en la taberna se hicieron constantes. La chica que me había servido la comida me miró con una expresión de asombro y desapareció rápidamente por la puerta que supuse llevaba a la cocina.

-Y ahora, ¿qué paso? – me pregunté a mi mismo

Pensando en que había sido una mala idea el decirlo, sentí que alguien me toco el hombro izquierdo. Yo estaba dando la espalda a la puerta así que no podía ver quien se me acercaba. Me gire y un tipo bastante grande y corpulento me miraba fríamente. Detrás de él se encontraban otros tres muy parecidos en tamaño y fisco a que me había tocado.

-Debes irte de aquí, ahora – dijo con agresividad

-Lo siento mucho pero antes debo pagar la cuenta, ¿podría llamar a la señorita por favor?

-¡Te he dicho que te tienes que ir! – dijo casi gritando mientras golpeaba la barra de la mesa con su puño

-Y yo dije que tengo que esperar a la chica que me ha dado de comer, acaso no entiendes lo que te digo

El tipo me tomó del cuello y me levanto de mi asiento. No quería tener problemas pero tampoco dejaría que me trataran como a un cualquiera. Los clientes de la taberna salieron rápidamente asustados por aquella situación mientras que yo estaba el aire sujetado de la parte del cuello de gabardina intentando no seguir con eso.

-Ahora ¿te iras por las buenas o por las malas?

-Tú ya lo pusiste de una forma

El tipo pareció exasperarse tanto que me tomó solo con una mano y con la otra preparo su puño para golpearme. Cogí el mango de mi katana derecha y coloque la punta en el cuello de mi agresor.

-Te lo dije, no debiste haber hecho eso, si quieres seguir con esto, perderás al menos los brazos y tus compañeros de la misma forma - lo dije bastante tranquilo – sino, me soltaras y te iras

El tipo me soltó mirándome con furia se media vuelta y se marchó por la puerta. La chica salio a la barra y aún tenía su expresión de asombro.

-Lamento el desastre – dije mientras cogía algunas monedas de más para pagarle la cuenta y las dejaba sobre la barra – Nos vamos Bleyd yo te sigo – dije sonriéndole al chico que recién había conocido.

Cuando maximilian se volvió me encontró con la ropa manchada, el forcejeo me había tirado el batido de chocolate todo por encima . Yo me miraba de arriba a bajo con cara de pena y resignación.

-No pude terminarlo.

Fueron mis tristes palabras,

- Pero bueno no tengo ningún problema con que seas un pirata

dije mientras dibujaba una sonrisa en mi rostro con las manos,

- mientras no seas un político no pasara nada, por que si fueras una de esas asquerosas ratas explotadoras y sobrealimentadas.... digamos que no seria bonito.

Sonreí conforme recogía mi espada de la barra

-Te has comportado bien con esos rufianes de antes, la verdad es que me hubiera gustado una buena pelea a la antigua usanza para desentumecer los músculos un poco.

Acompaño la frase con un movimiento de hombros adelante y atrás.

- Supongo que otra vez sera, de todas formas tienes razón, es mejor que nos pongamos en movimiento, en la mansión podremos darnos una ducha, hacer una buena comida y dormir, supongo que estarás cansado después del largo viaje a la isla, mañana ya tendremos tiempo de buscar a esas alimañas y erradicarlas.

Sonrió a la camarera mientras me despido.

- Adiós señorita lamentamos el desastre pero al menos no ha tenido que recoger ningún cuerpo ni limpiar sangre.

Me agache para poder salir yo y la espada que descansaba en mi espalda por el marco de la puerta. una vez fuera me cubrí los ojos del fuerte sol mientras intentaba orientarme y recordar para donde quedaba la mansión.

- Ummm, me dijo que era en el acantilado de la zona norte, según tengo entendido eso esta siguiendo el camino de la costa y al final de la subidita encontraremos la mansión.

Le señale a Maximilian el camino que seguía la costa, bordeado aquí y allí de palmeras que otorgaban una buena sombra, comente a caminar hacia la mansión con el a mi lado.

Me gustaría ver su espada, pero no se si sera muy propio pedírsela que me la deje tal vez a la noche se la pida, si eso haré.

Con ese pensamiento en mi cabeza camine a su lado hasta que después de diez minutos de andar apareció la mansión en la cima del acantilado, las olas del mar golpeaban con furia las rocas elevando la blanca espuma por el cielo solo para ser engullidas de nuevo por la mar. el olor a sal marina era muy fuerte en aquel sitio, tal vez hubiera un arrecife coralino cerca de aquí, estaría bien ir a explorar la playa y el mar, incluso podríamos pescar cangrejos y ostras.
Me relamí pensando en un buen plato de langostinos a la plancha con limón.

_ Oye Maximilian, puedo llamar Max o Maxi. Sin animo de ofender por supuesto.

Force una pequeña risa esperando que no se molestara por los diminutivos.

- De todas formas te hecho una carrera a la cima de la mansion a ver quien llega primero. Preparados listos ya.

Salí corriendo nada mas acabar de gritar el ya. Al ir cargado con la espada y mi armadura a los 15 metros ya no tenia aliento y arrastraba los pies con la lengua fuera, el camino en pendiente zigzageabo de derecha a izquierda. finalmente llege a la puerta de entrada casi arrastrandome, me deje caer en el suelo de espaldas.

- u... un... un momento.... nece... necesito.

Estaba destrozado por la subidita, así que busque en mi bolsa de pertrechos y saque la llave de la reja de entrada de la mansión, para que Maximilian abriera la reja y pudiéramos entrar,
La mansión era de una planta, tenia un precioso jardín delantero con fuente en el donde unas gaviotas disfrutaban del agua. los muros que rodeaban la casa eran de excelente fabricación pintados de una tonalidad blanca, ideal para reflejar el sol y que no se sobrecalienten.

_ Abre tu la reja please, ahora te alcanzo.

fue mi débil suplica desde el suelo

Ultima vez que hago esto pensé desde el suelo mientras me secaba el sudor de la frente con la mano y intentaba estabilizar mi disparada respiración

Era muy extraño o eso me parecía. Bleyd parecía ser muy extrovertido para hacer las cosas pero nunca creí que querría echarme una carrera hasta ese lugar. Le sonreí cuando llegamos a la entrada y lo vi bastante cansado y apenas podía respirar. Yo recordaba las innumerables veces en que terminaba así luego de un día de ejercicios en el dojo de mi infancia, a lo que siempre pensaba como algo que era necesario para mejorar y volverme más fuerte, incluso mi maestro me decía que a veces me pasaba y terminaba con heridas y mis músculos bastante desechos tras tan arduo esfuerzo físico. Bleyd me entrego una llave que parecía la que abría la reja de la mansión lo cual me sorprendió bastante ya que yo jamás le daría las llaves de mi casa un extraño por muchas cosas que quiera arreglar o que estuviera tan necesitado para resolver un problema, jamás le abriría la puerta de mi hogar a una persona extraña pero el chico tenía la llave de un lugar que a mi consideración era la primera alternativa de cualquier buen ladrón para entrar a robar.

La tomé con confianza y abrí la reja de par en par. El lugar era bastante agradable a la vista debido a su gran vegetación y su exuberante decorado en el jardín exterior. Los muros combinaban con el verde y puro jardín dándole la apariencia de casi un paraíso ecológico. Algunas gaviotas graznando y picándose entre ellas picaban el agua en busca de insecto o pequeños peses con los que pudieran alimentarse. El olor a agua salada aún se sentía en el ambiente y el sonido de las olas golpeando las rocas de la costa se oía en todo su esplendor debido a la cercanía con el mar.

-Tal vez ya lo conozcan – pensé mirando a Bleyd agitado en el suelo tratando de recuperar el aliento

Camine hacia la puerta de la mansión por el sendero hecho con piezas de mármol que combinaban entre sí. No me preocupaba por Bleyd ya que me pensé en que no debía molestarse si avanzaba sin él para ver totalmente el jardín hermoso que estaba frente a mí.

-Este lugar es muy grande – dije en voz baja tratando de pensar en una manera de cómo pagar un lugar así para construirlo.

Suspiré con solo la idea de que tal vez en futuro no muy lejano pueda conseguir la suficiente cantidad de monedas para comprar un pequeño lugar, mucho menos que ese y construir una casa parecía a la que estaba frente a mí. Me gustaba la tranquilidad que podía sentirse en aquel lugar y al ver la mansión abrí bastante los ojos al ver aquella construir tan bien hecha. Las ventanas estaban enmarcadas con una madera blanca y con adornos bastante llamativos. Estaba pintada de color más tenue que crema y la puerta de la entrada era de madera oscura. Las figuras de animales como leones, caballos y elefantes estaba bastante bien tallada lo cual a mi parecía tal vez un poco exagerado.

Poco a poco fui recobrando el aliento y la compostura, me senté en el suelo mientras respiraba poco a poco entre jadeos cada vez menos constantes, finalmente me limpie la cara de sudor con la punta de mi capa y me levante.

- Egg necesito una ducha pero ya me doy asco a mi mismo, entre el batido y esta sudada seguro que apesto como un tocino.

Susurre estas palabras para mi mismo no quería que mi compañero me oyese, el chico me caía muy bien era agradable y tenia temple. No quería que pensara de buenas a primeras que era un asqueroso,

Entre en el recinto de la casa y cerré la reja desde dentro, instantes después camine por el sendero de piedras de mármol en dirección a Maximilian, por el camino observe el exuberante verdor del jardín, poniéndome a su altura le puse la mano en el hombro.
Con voz tranquila le pregunte.

-¿ Bueno que te parece? ,es una bonita casa a que si. Cualquiera en esta isla le encantaría poseer una para el. aix ¿hueles eso? es el aroma de la riqueza.

Me reí de mi propio comentario antes de proseguir.

- Aprovecha compañero la casa es nuestra por la próxima semana, vamos sígueme, ¿a que esperas no quieres entrar?

No espere su respuesta y me adelante a la puerta principal de la casa, La entrada tenia altas columnas de estilo fenicio que soportaban un balcón, al cruzar entre ellas se accedía a la puerta de la casa.
Esta era una gran puerta de dos secciones, que podía abrirse entera o solo media, estaba fabricada en una bonita madera de abedul y la moldura eran pequeños animales andando en la foresta. Me detuve unos instantes para observar los magníficos acabados al tiempo que pasaba la mano por encima, sintiendo la suave madera pulida.
Finalmente saque la llave de la puerta de mi morral, y la introduje en la cerradura dorada de la puerta, la puerta se abrió totalmente en silencio los goznes bien engrasados deslizaron la puerta permitiendo la entrada a la casa.

- Vamos entra Maximilian, te enseñare donde esta el baño así podrás ducharte mientras preparo algo de comer.

Le anime a entrar haciendo gestos con la mano. Instantes después yo cruzaba el umbral de la puerta,
Delante mio se encontraba la escalera que subía al primer piso, tenía un delicado diseño fabricada en mármol blanco, y pasamanos de lustrosa madera tal vez fuera roble, no sabia muy bien que era. La escalera tenia un descansillo circular que hacia las veces de mirador, finalmente la escalera se separaba en dos partes y cada una llevaba a un ala de la planta de arriba.
Al levantar la cabeza repare en la magnifica lampara de araña que colgaba del techo, los cristales de colores combinaban con los colores pastel de las paredes, y su tamaño ejercía clase y estilo en medio de la habitación.
La parte superior tenia la barandilla rodeando toda la planta. Las columnas que soportaban la planta primera estaban a ambos lados, al fondo encontrábamos un par arcos que llevaban al salón comedor. A mi derecha e izquierda había puertas pero no recordaba cual era cual, estaba seguro que una seria la cocina y otra la sala de trofeos.

imagen de la entrada:

Espere boquiabierto a que mi compañero regresara, estaba seguro que se quedaría muy impresionado, la verdad es que no me esperaba semejante mansión. El trabajo podría ser bastante mas difícil de lo que yo tenia pensado, por que para cubrir tanto terreno necesitaríamos varios días.
Avance por la cavernosa sala mientras mis pasos hacían eco, me resulto gracioso y comencé a hacer ruido con las botas en el suelo solo para oír el retumbar del sonido en la mansión.

Entré a la lugar y me di con la gran sorpresa que era justo como me lo había imaginado, una casa imponente tanto en estilo de construcción como en lo finos acabados con los que estaba decorado por todos lados. Oí los pasos de Bleyd resonando por toda la sala y en medio la imponente escalera con una alfombra roja oscura con bordes negros y un bordado bastante llamativo le daban a las escaleras un aspecto escalofriante pero atractivo a la vista. Los balcones de la arte de arriba estaba hechos de fina madera tallada y perfectamente acomodada sosteniéndose firmemente a las vigas de madera que tenían una forma barroca. A los lados había puertas y no parecía que la mansión fuera pequeña. Me acerque a Bleyd y vi en su rostro una expresión de preocupación, lo cual me dio a entender la idea de que aquel trabajo no lo acabaríamos rápidamente. Pensando en alguna forma de cómo avanzar más rápido, quise preguntarle algo sobre algunas cosas que no me quedaban claras del todo.

-Vaya creo que no será un trabajo fácil – dije mientras miraba una pequeña mesa con un florero con hermosas flores de diversos colores – después de todo es una mansión y no será fácil buscar a esas criaturas sin que se nos escapen

Sabía que por la vista externa el trabajo ya era de por si algo duro, pero al ver que tenía tantas divisiones entre habitaciones y otras estancias más, esto se iba volver aún más difícil. Cazar a algunas criaturas que causaba molestias era un trabajo a mi parecer no tan complicado como luchar contra los marines pero no sabía si estaba en lo correcto.

-A todo esto Bleyd, donde están los dueños de la mansión y como es que tienes la llave – me detuve un momento y luego seguí hablando – al menos los sirvientes no se encuentran aquí, que tan malas son esas criaturas que cazamos pero en realidad claro está que no sabemos a qué nos enfrentamos

Solo quería confirmar si ambos teníamos las mismas ideas y si el también consideraba no relajarnos mucho. Estar alerta a lo que pasara en aquel lugar debía ser una de nuestras prioridades y además no podíamos perder mucho tiempo haciendo tonterías. Bleyd quería ducharse y descansar e incluso hubiera sido capaz de hacer una buena fiesta en el lugar si hubiera tenido el dinero suficiente para financiar un evento así.

-Este lugar me da un poco de escalofríos, estando tan deshabitado, no lose parece una casa donde no hay vida

No me gustaba mucho el ambiente, a pesar de que me encantaban la noche y la oscuridad. Los lugares cerrados y sin casi nada de luz era mis preferidos pero aquel lugar no me daba buena espina.

Bleyd se detiene de armar ruido mientras escuchaba las palabras de Maximilian.

- Bueno querido compañero déjame sacar mi vena de caballero andante y te diré que:

tome una buena bocanada de aire para prepararme concienzudamente, una vez listo solté mi perorata

Oh maximilian hallémonos aquí,
en esta gran cruzada
Para nuestra querida.
La magnánima señora josefina.
La mujer de mas grácil andar.
Con mayor belleza en este mundo sin par.

Limpiar su castillo nos encomendó.
Pues malvados monstruos encontró.
Caballeros somos en busca de honor.
Sin ningún miedo al mayor horror.

Buscaremos, encontraremos y aniquilaremos.
Todo es poco para tan gran entuerto.
Pues mi fiel maximilian triunfaremos.
Nos alzaremos sobre los muertos.

El señor esta de nuestro lado.
Venceremos o moriremos.
Mas seremos recordados.
Nuestro sacrificio no sera olvidado.


Cuando termine le mire a la cara, su rostro en esos instantes era un poema, no podía describir si quería asesinarme, huir o llorar de pena. Simplemente estaba ahí de pie como un pasmarote sin poder reaccionar, mientras intentaba poner en orden todas sus emociones.

Corrí un tupido y estúpido velo, cambiando radicalmente de tema.

- Ejem, como decía :)  las criaturas tendrán un nido solo hemos de encontrar el nido y acabar con la madre y los  machos Alfa, el resto huirá y se dispersara por la isla. Al menos esa es la teoría.

Me medio rió mientras me rasco la cabeza sin estar muy convencido.

- Por otro lado a tu pregunta de donde están los dueños déjame que te explique.

Recojo una una silla cercana y la coloco al revés para después sentarme mirando cara a maximilian.

-Esta mansión es la casita de verano, si ""casita"" los dueños están en su mansión de gran line, suelen venir aquí una vez al año, por supuesto un mes antes mandan a toda la servidumbre para que prepare la casa para ellos.

-La servidumbre me contrato ami, para que despejara esto en una semana, por que fueron ellos los que se alarmaron por los ruidos.
Por supuesto no podemos destrozar nada, aun así puedes manchar lo que quieras, pero por amor de dios no rompas nada. La servidumbre tendrá 2 días para arreglar todo lo que manchemos durante el trabajo.

-Los sirvientes no vendrán por que solo serian un estorbo y ademas ya terminaron la limpieza de la casa, ahora estarán disfrutando de su semana de vacaciones pagada.

Sonrei al pensar en las vacaciones pagadas lo mejor de un trabajo.

Bueno espero que ahora sepas por que el lugar parece deshabitado, como solo están aquí una vez al año. ademas esta todo apagado si encendemos las luces tal vez te parezca esto algo mas bonito y luminoso.

Esto ultimo se lo dije en tono juvenil mientras me reía un poquito a su costa. Me levante de la silla, la coloque en su sitio y me acerque a la pared a encender la luz.
Por desgracia esta no funcionaba, tal vez fueran los diferenciales, busque el cuadro de luces finalmente apareció detrás de un bonito cuadro donde se veía un paisaje de pastores idílico. subí el diferencial y se hizo la luz, la casa se ilumino y una dulce y suave música empezó a sonar por la habitación.

- No te alarmes parece que se dejaron la música puesta, mira allí esta la fuente de nuestra música. Si quieres puedes quitarla o cambiarla tu eliges. voy a la cocina a preparar la cena, el baño grande esta en la planta de arriba, escoge también tu habitación, no creo que quieras dormir conmigo jajajajajaja

Riéndome a mandíbula batiente abrí la puerta  de la izquierda por la que desaparecí de la vista al cruzar su umbral, esta se cerro tras de mi totalmente en silencio dejando a Maximilian con en soledad.

Escuché una pequeña prosa de Bleyd la cual me pareció bastante graciosa. Normalmente yo no hacia canciones sobre mis aventuras ni como mi rompían los huesos pero al menos Bleyd tenía bastante gracia. Me dio una buena explicación a mis preguntas y me quede satisfecho por ello. Sabía que pronto tendríamos mucho trabajo y debíamos descansar algo para tener suficiente fuerza para avanzar con rapidez. Una melodía dulce se oía en el lugar y cuando escuche lo que dijo de las habitaciones, una sensación desagradable recorrió mi cuerpo.

-¿Dormír con él?, que le pasa – pensé mientras miraba otra vez el lugar

Camine hacia las escaleras y me decidí a subir por ellas. La oscuridad reinaba más halla pero vi algunas lámparas que estaba en las paredes. Cogí unos fósforos que siempre guardaba en bolsillo y encendí las lámparas. De pronto uno de los pasillos se ilumino hasta cierto punto. Había recuadros de paisajes muy bonitos enmarcados con finos detalles de madera. Seguí avanzando y encendí otra lámpara más para iluminar finalmente todo el pasillo. A mi derecha habían cuatro puertas y a mi izquierda una puerta grande que se abría de par en par. Primero entre en la de la izquierda y vi que un baño inmenso estaba frente a mí. Los finos acabados de los adornos era llamativos y me llamó la atención que hubiera una especie de piscina pequeña en dentro de la casa. No conocía mucho de eso así que decidí salir y buscar alguna habitación libre para mí. Encontré una buena habitación con una gran cama dentro y un escritorio de madera bastante bonito. También había un espejo y las cortinas que se hallaban junto a las ventanas era del color que me gustaba, rojo y negro. Me recosté en la cama y sentí la suavidad que esta tenia. Nunca antes había dormido en lugar así pero algo dentro de mí hizo que saltara bruscamente.


-Por fin tengo un momento libre, este lugar es perfecto para hacer eso – dije mientras me sentaba al borde de la cama y sacaba una libreta de notas. Cogí mi guitarra y le pasé mis dedos por las cuerdas.

Comencé a tocar una melodía alegre, suave que expresara algún mensaje pero sabía que la única inspiración que tenía siempre era volver a ver a mi madre.

“A veces cuando en la noche busco tu sonrisa

 Y solo encuentro prisa en mi corazón

 Solo tú puedes calmar estas ansias

 Pero parar verte tal vez deba morir

 Y que las olas del mar se traguen mis huesos

 Porque mi alma nunca la tocarán

Por qué te pertenece solo a ti….”


Seguía tocando mi melodía suave y tranquila. Recordaba la última vez que tuve un momento así mientras mis dedos pasaban por las cuerdas de mi guitarra. La última vez que tuve un momento de tranquilidad para recordar mi pueblo, a mi madre y a mis amigos. Todo lo deje para ser un pirata y ahora estaba en una casa que no era mía, acompañado de alguien que no conocía muy bien y que no sabía si me asesinaría mientras dormía.

Entre en la cocina frotándome las manos mi plan de ataque se estaba desarrollando a la perfección. La cocina era una verdadera maravilla, cuchillos de primera calidad y la despensa llena, un agradable combinación de baldosas blancas con decoraciones de flores reinaba en las paredes, La mesa de trabajo era de coaba fina, tenia un botellero en un rincón, al cual me acerque y seleccione un chato l`to de primera calidad, Cogí el cuchillo carnicero y me acerque a mi victima.

- Muajajajajajaja.

Mi siniestra risa se escucho por toda la casa mientras apuñalaba la carne para cortar una buena racion.

- Así es como se parte el solomillo, rico rico y con fundamento.

Me relamí anticipadamente mientras ponía la sarten al fuego para que fuera calentándose,
Corte la cebolla finita para que casi no se viera, eche la cebolla y un poco de champiñon en la sarten, cortado en tiritas finas tal vez un poco mas gordas que la cebolla, removí con una espátula de madera hasta que se empezó a dorar suavemente, una vez que estuvo a mi gusto le hecho un ligero chorro de vino para que le diera un pequeño toque dulce, a continuación deje que el vino redujera.

Limpie el solomillo con cuidado, y comencé a cortarlo en medallones, pensé que seria buena idea darle un toque mas cárnico y envolví los filetes de solomillo con filetes de bacon.
Coloque otra sarten en el fuego y puse un poquito de sal en los medallones de solomillo. Para instantes después colocar estos en la sarten para que se hicieran a la plancha. Retire del fuego la cebollita con champiñones y lo coloque en un plato. Deje unos tres minutos los solomillos con el fuego bajito para que no se quemaran. Mientras se cocinaban salí al comedor por la puerta de servicio y prepare la mesa para dos.


La habitación al fondo de la casa tenia una inmensa mesa para celebrar increíbles cenas y comidas, escogí una de las esquinas de la mesa para preparar dos juegos de cubiertos. Una vez acabado corrí a la cocina y saque de la sarten la comida, Los coloque en un plato y lleve todo al comedor, coloque agua pan y vino.
Finalizada la colocación  salí por la puerta en dirección a la primera planta. Mientras subía las escaleras una música empezó a inundar mis oídos, era bastante agradable y me hubiese gustado escucharla mas rato pero la comida fría es mala para la tripa, así que le grite a Maximilian . La comida esta lista compañero baja a comer que se queda fria.

Me retire otra vez a la cocina para cortar un poco de jamón y chorizo en el tiempo que el bajaba al comedor. Pensé un instante que un poco de melón fresco y un par de huevos fritos contribuirían a hacer la comida mas apetecible, con una sonrisa me dedique plenamente a la labor, mientras se freían los huevos, partia el jamón y el chorizo, también encontré unos instantes para preparar una buena ensalada, solo faltaba que mi comensal fuera un vegetariano.
Torcí el rostro al pensarlo siquiera, no entendía como la gente se negaba a disfrutar del sabor jugosidad y calor de una buena carne recién preparada.

Comencé por sacar la ensalada, luego el embutido y por ultimo los huevos, el comedor estaba inundado del olor de la comida recién hecha, me senté en la silla y espere que Maximilian no tardara mucho en bajar, me obsesione mirando el segundero del enorme reloj de pared que había en el comedor.

Detuve lo que estaba haciendo cuando oí la voz de Bleyd gritando que la comida ya estaba servida. No podía imaginar que aquel hombre vestido con una armadura podía haber preparado algo de comer. Deje mi guitarra a un lado y me quite la gabardina, dejándola sobre una silla. Algo que me hizo dudar fue el hecho de tener que dejar mis katanas en aquella habitación pero al pensar en que Bleyd no se molestaría si las llevaba encima. Cuando deje la habitación, un delicioso aroma llegaba desde un lugar cercano. Baje las escaleras ya que mi estómago comenzaba a rugirme pidiendo a gritos un plato de comida y cuando pude encontrar el comedor vi a Bleyd mirando el reloj que se encontraba frente a él. No quise ser imprudente ni mal educado así que me senté no muy lejos de él y dije:
 
-Lamento la tardanza pero tenía que hacer algunas cosas
 
Obviamente una justificación tonta ya que a veces me daba mucha pereza tener que caminar y hacer otras cosas. Mire la mesa y deliciosos platos se hallaban frente a mí. Desde que deje mi hogar no había probado una buena comida hecha por alguien y aquella iba a ser la primera vez.
 
-Si no te importa comenzaré a comer – dije mientras me servía un poco de ensalada
 
Lo que estaba en mi plato parecía ser una rodaja marrón de carne con champiñones y alguna que otra verdura. Cogí un tenedor y un cuchillo y corte la carne jugoso mientras pichaba con el tener un champiñón y luego un trozo de carne para llevarlos a mi boca. Sentí la suave textura de la carne haciendo una perfecta combinación con el champiñón. Luego seguí con la ensalada la cual estaba también bastante muy agradable. Yo era muy malo en la cocina y cuando había intentado hacer algo no me había salido muy bien. Lo único que comía en mis viajes era pan, frio agua y algunas veces carne dura sin sazonar.
 
-Está muy bueno, de verdad, gracias
 
Me imaginaba que Bleyd era un buen cocinero y una idea surgió en mi cabeza. Tal vez podría convencerlo de que se una a mi banda y tener así a un cocinero a borde que prepare a la tripulación una buena comida. Aquello no lo sabría hasta que se lo preguntara pero recordé que él era un cazador e incluso a veces un mercenario pero daba lo mismo si me seguía al mar. Recordando las palabras de mi madre días antes de que me vaya, mire a Bleyd buscando algún signo que me hiciera dudar de él. Mi madre me sugirió que nunca confiara en las personas que aparecían en el camino de uno y que trataba de llevarse bien contigo de la noche a la mañana. Los amigos se formaban con el tiempo, me decía mientras yo trataba de entender sus palabras. Mi madre era una mujer bastante cuidadosa a la hora de relacionarse con las demás personas, no sabía si su carácter se había vuelto muy frio desde que mi padre falleció pero de lo que estaba seguro era que le costaba mucho llevarse bien con la gente del pueblo a menos que sean los clientes habituales que compraban sus dulces.

Finalmente Maximilian llego y se sentó cerquita mio, el presento unas escusas que no necesitaba darme e inmediatamente comenzó a comer. Daba gusto verle comer la gente con buen saque siempre es mas agradable para acompañarte en una buena comida.

- Itadakesimash, que nos aprovecheee.

Me servi jamon y un par de huevos fritos, partí el pan con las manos dejando que las migas cayeran en la mesa, para proceder a untar el pan en el huevo, lo probe y me di cuenta de que no le había echado sal.

-Vaya se me ha olvidado traer la sal para los huevos ahora vuelvo.

Entre en la cocina y enganche el salero el cual lleve a la mesa donde seguía Maximilian. Sale un poco el huevo y continue comiendo, me eche solomillo con bacon lo pinche con el tenedor y lo saboree unos instantes antes de pasar del sabor y deglucir con un hotentote. ensalada, melón jamón y chorizo, poco a poco desaparecía de la mesa.

- Ñom ñom,¿ bueno maximilian que te parece la comida?.

Le pregunte con la boca aun medio llena. espere su respuesta mientras me limpiaba las manos y la cara con la servilleta.

- Espero que hayas encontrado una habitación a tu gusto, no todos los días puedes estar rodeado de tanto lujo XD , aun así sera mejor que descansemos bien esta noche mañana me gustaría empezar a rastrear la casa en busca de esas pequeñas alimañas que se supone corretean libremente por aquí, cuantas mas nos carguemos mas dinero conseguiremos.

Me recosté en la silla con una sonrisa mientras pensaba en la cantidad ingente de dinero que sacaríamos por aquel trabajo facilon.

- No se tu pero yo pienso gastarme mi parte en forjar una armadura nueva esta esta bastante desgastadilla la pobre, ¿por lo que a ti respecta que planes tienes compañero?

Escuché a Bleyd mientras me preguntaba cómo me había ido con la mansión. Termine de masticar un trozo de carne y mientras cogía un poco más de ensalada, pensé en el lugar donde estábamos. Era un lugar agradable, aunque algo sombrío por la iluminación pero sabía que eso se podría arreglar fácilmente. Estiré mi piernas y me recosté sobre la silla donde estaba sentado, balanceando un poco de atrás hacia adelante.

-Este lugar es bastante grande y si encontré una habitación donde poder pasar la noche, tienes razón cuando dices que mañana deberías a empezar con el trabajo

No quería que perdiéramos el tiempo porque esa era una de las cosas que no me gustaban. Me detuve un momento y pique con el tenedor un trozo de carne. Lo lleve a mi boca y mastique lentamente mientras miraba el techo del comedor donde estábamos.

-Yo, mmm no sé qué puedo hacer con el dinero, tal vez compre un barco o algo por el estilo

En realidad, lo que me había fijado con respecto a mis ganancias era guardarlas y esperar a que se presente una buena oportunidad para usarlas. Tenía la mala manía de gastar mi dinero muy rápidamente pero lo que más me sorprendía es que a veces pasaba situaciones vergonzosas de meterme a alguna tienda, preguntar por alguna cosa que llamara mi atención, mostrarme interesado en ella y al final mirar mi bolsillo y no encontrar ninguna moneda. La última vez, entré en una tienda de víveres para comprar un poco de comida para los viajes que podía tener y cuando el encargado me había envuelto lo que le pedí, metí mi mano en mi bolsillo y no encontré nada. Me fue muy difícil decirle a aquel hombre que había olvidado el dinero en casa y salí de la tienda muy apenado.

-Aunque para serte sincero, no había pensado en ello

Obviamente no lo malgastaría en lo que usualmente los piratas comunes derrochaban las monedas que conseguían tras una peligrosa batalla en alta mar. Mujeres y licor no iba conmigo, y prefería siempre mantenerme al margen de esos pequeños vicios.

Me senté bien un momento y agudice el oído.

- ¿Has escuchado eso?, ha sonado como a pasos.

Me alarme al oír el sonido, inmediatamente me levante de la mesa, recogí a Carnifex y me puse en guardia.
Las sombras comenzaron a moverse a alargarse, formaban figuras humanas, vestidas de blanco y azul celeste caminaban desgarbadas, o se arrastraban sin piernas, sus rostros contraídos por el dolor dejaban ver marcas de  garras y dentes, la sangre corría como ríos por sus ropas hechas jirones.

- Tu nos abandonaste, tu nos traicionaste.

Sus voces de ultratumba resonaban en mi cabeza como un coro demoníaco.

-Dejadme vosotros estáis muertos, yo os vi morir, atrás, atrás he dicho.

Grite esas palabras a pleno pulmón en un desesperado intento de que dejaran de acercarse a mi.
Los muertos no se detuvieron y sus esqueléticas manos ansiaban el calor de mi sangre, mi aliento y mi alma.
Mi rostro se transformo en una mueca de ira mientras descargaba un golpe a ras de suelo pasando a escasos centímetros de mis pies.Los muertos se transformaron otra vez en sombras desapareciendo en el aire.

Finalmente ahí estaba yo con Maximilian mirándome como al loco que er.

- Discúlpame he de irme, mañana recogeré la mesa.

Salí velozmente del comedor sin dar tiempo a Maximilian a decir ni pió, cruce en cuatro zancadas la entrada y ascendí los escalones de la escalera de dos en dos. En cuanto llegue a la habitación que había escogido me metí dentro y atranque la puerta, me senté sobre la cama agarrándome la cabeza y empece a reírme como un maníaco, después de un rato la risa se transformo en llanto y hundí la cabeza contra el cojín. No se cuanto tiempo estuve llorando en completa oscuridad, con las lagrimas calientes rodando por mis ojos metí mi mano en mi bolsa y me tome una hoja de coca. la droga me ayudaría a calmarme y a no tener sueños. Apoye la cabeza y intente dormir.

Bleyd me alertó acerca de un ruido extraño. Yo no había escuchado nada pero cuando me quede quieto y me concentré durante un instante para poder escuchar lo que mi compañero había oído. Efectivamente, unos pasos se oían en algún lugar de la casa. De pronto, vi como Bleyd se levantaba de su sitio y se colocaba en posición de combate mientras que unas figuras extrañas aparecían frente a nosotros. Aquello fue una situación extraña ya que aquellas figuras tenían las vestiduras rasgadas y algunos signos de que sus cuerpos habían sido lastimados. La sangre corría por todos lados, generando una imagen bastante macabra. Mire algo interesado en ello pero cuando dijeron algunas palabras de reclamo dirigiéndose a Bleyd pude notar cierto nerviosismo en mi acompañante.

Grito con fuerza y lleno de ira. Sus palabras resonaron en todo el comedor y las figas no se detuvieron, acercándose cada vez más a él. De pronto, algo en Bleyd cambio, su rostro parecía ser diferente y al instante las figuras se disiparon. Bleyd se disculpó conmigo y se fue rápidamente sin decirme más. Yo me quedé aun sentado en el comedor, frotándome una parte de mi cara cerca al mentón con la yema de los dedos de la mano derecha. Había apoyado mi brazo derecho en la mesa y lo tenía flexionado en dirección a mi rostro. Con aquella expresión pensativa vi a Bleyd perderse en la oscuridad que se cernía por fuera de la puerta del comedor y llevaba a las escaleras.

-Interesante – pensaba en lo que había pasado – si no mal recuerdo, él dijo que había estado en guerras como mercenario, tal vez sean los fantasmas de aquellas personas las que asesinó y ahora están tras su alma – dije mientras me ponía de pie y con el dedo índice me golpeaba suavemente el mentón para estimular a mi cabecita a pensar en una explicación lógica para aquello – bueno, para que lo complico, ese hombre es un extraño, si no mal recuerdo mi maestro me dijo que aquellos que forman su camino por la sangre de los demás, tienden a ser perseguidos por los recuerdos e incluso el alma de los hombres y mujeres a los que les quitaron la vida, se unen al alma de su asesino para buscar una manera de liberarse.

Metí mis manos en los bolsillos de mi gabardina y me alejé lentamente de la mesa aun con los pensamientos entrecruzados en la cabeza. De pronto, otro ruido extraño llegó a mí, era pasos parecidos a los que había escuchado antes pero esta vez llegaban desde las escaleras. Lo primero que pensé fue en que Bleyd había olvidado algo en la cocina tal vez y estaba bajando para recogerlo. Salí del comedor y en la oscuridad de aquella gran sala principal, vi una sombra moverse por las escaleras.

-He,…- dije pensando que podía alertar tal vez al espíritu de la persona que andaba por ahí

Fue bastante extraño porque de pronto aquella sombra se movió ágilmente y una silueta apenas distinguible en la oscuridad se movió por encima de mí. Mi instinto me dijo que no era algo como lo que había antes pero cuando me di cuenta una patada bastante fuerte me hizo retroceder unos pasos. Respiré profundamente luego de aquel golpe que me dio en el pecho y recuperé el aliento. No había sido potente, había sido rápido.

-¿Quién eres? ¿Qué haces aquí? – pregunté mientras trataba de ver donde estaba aquella persona que me había golpeado

La oscuridad no era tanta y pude ver apenas los movimientos veloces de aquella figura. Dos patas seguidas a la derecha las cuales bloquee con mi brazo derecho y otras dos a la izquierda. Logré esquivar retrocediendo atrás, los golpes de sus puños los cuales eran bastante rápidos. Reaccioné lanzando un puñetazo certero que le dio y cayó al suelo. Aproveche ese momento para encender una lámpara que se hallaba cerca de donde estaba. Una parte de la sala se iluminó y para mi sorpresa vi la figura completa de mi atacante. Una fina silueta esbelta y bastante bien formada de una chica estaba frente a mí, cubierta toda de negro e incluso el rostro.

Ruidos y mas ruidos, sonidos de peleas que no me dejan dormir.

- Ese maldito Maximilian podría dejar de jugar e irse a la cama.

Me levanto de la cama y ando desganado hacia la puerta, cojo el picaporte y intento abrir la puerta que se resiste, la maldita estaba cerrada y no me acordaba, quito el pestillo de la puerta y finalmente la abro, me asomo por la puerta para ver a Maximilian con lo que parece ser una tía buenorra totalmente vestida de negro.

- Maldita sea Maximilian me parece bien que te traigas a la chica aquí para follártela salvajemente pero hazlo en silencio, ¿ te importaría?, estoy intentando auto-compadecerme de mi mismo y dormir un poco, joder. Así no hay manera de descansar.

Cierro la puerta de un portazo y vuelvo a poner el pestillo, mientras suelto maldiciones por no poder sumirme en mi autocompasion.

- Estupido Maximilian y su estúpida novia sexy, al menos podrían haberme invitado ha hacer un trió ya que yo pongo la casa.

Me vuelvo a tirar en la cama otra vez a intentar quedarme dormidito.

Bleyd salio de la habitación mientras yo luchaba con la desconocida. Me gritó algo que me incomodó en cierta forma pero cuando volvió a entrar a su habitación miré a la chica que estaba frente a mí, la cual se lanzó al ataque nuevamente pero esta vez con más furia.
 
-Demonios Bleyd, ¿acaso tiene la cabeza tan perdida para no darse cuenta de lo que está pasando? – pensé mientras esquivaba otra patada de mi atacante y seguidamente un combo de puñetazos directos.
 
La chica parecía una experta luchando por la velocidad de  sus movimientos y  la forma en que atacaba. Mi velocidad y agilidad era lo suficientemente buenos como para esquivar todos sus ataques y no me hice muchos problemas.
 
-¡Basta! – dijo una voz que venía de algún extraño lugar
 
Una persona vestida con una túnica negra con la cara cubierta por una capucha negra caminaba lentamente hacia nosotros. Se colocó detrás de la chica y le colocó la mano izquierda en el hombre. Tres figuras encapuchadas y con túnicas negras aparecieron detrás del primero que apareció.
 
-Algo no está bien – me dije para mí mismo al ver que estaba en desventaja numérica
 
Hubo un momento de silencio entre aquel grupo y yo. Los miré detenidamente y justo cuando me decidí a preguntar por su identidad, la chica me interrumpió.
 
-Está aquí – oí su suave voz diciendo aquello – no hay dudas, lo comprobé hace unos minutos
 
-¿Enserio?, bueno parece que tenemos suerte- dijo el hombre que estaba detrás de ella
 
-¿Quiénes son ustedes? Y ¿qué quieren aquí?
 
-Apártate muchacho, peleas bien pero no hemos venido por ti, hemos venido por la otra rata que esta allá arriba
 
-¿Que asuntos tienen con Bleyd?, es mi compañero
 
Ninguno de ellos respondió y solo se limitaron a mirar en dirección a las escaleras. El grupo pareció ignorarme y empezaron a caminar en dirección a la primera planta de la mansión. Desenvaine mi katana derecha y coloqué la hoja de mi espada frente al hombre que iba a la cabeza del grupo, bloqueándole el paso.
 
-Vaya, que interesante – dijo mientras reía suavemente
 
Se dio media vuelta y mientras pasaba por el lado del resto de su grupo dijo:
 
-Encárguense de ajusticiar a ese engendro, yo jugaré un momento con él
 
Aquello no me gustó para nada y bajando el brazo que había estirado para bloquear el camino del grupo con mi katana, me dispuse a hacerle tragar las palabras que había dicho aquel hombre encapuchado. Vi como los otros encapuchados y la chica con la que había estado luchando siguieron subiendo por las escaleras para llegar a donde estaba Bleyd.

- Pero que cojones pasa en esta maldita casa. No os he dicho que me dejéis dormir.

Salgo hecho un basilisco y empiezo a despotricar contra todo ser vivo.

- Mira nada mas, gentuza vestida para carnaval a estas horas de la noche, mil millones de cañones a babor, malditos machimohups, ostrogodos, amparos nebulinosos, piratas, filibusteros, marineros de agua dulce.

Empiezo a repartir tortazos a mano abierta contra todos los presentes.



Con sendos tortazos que les pillo desprevenidos dos de los atacantes cayeron por el hueco de la escalera

- Ya me habéis hecho enfadar cacho carnes con ojos.

La chica vestida de negro me tiro una patada a la cabeza. Me molesto bastante que su pie impactara contra mi rostro, y cuando la sangre comenzó a fluir por mis labios, cerré los ojos mientras enganchaba la pierna de mi atacante y con un rápido movimiento la puse en mis rodillas y empeze a darle azotes en el culo al tiempo que gritaba como un poseso.

- Di que te gusta guarra, di que te gustaaaaaaaaa.

La pobre chica no podía hacer otra cosa que patalear y gemir de dolor, por suerte para ella el ultimo integrante de su grupo se lanzo al rescate. El tío pego un salto en el aire dirigiéndome una patada voladora a la cara. Rápidamente le tiro encima a su compañera haciendo que pierda el rumbo en el aire y acabe tambaleándose en las escaleras. por pura habilidad consigue equilibrarse sin dejar caer a su compañera, por desgracia para el no estoy de buen humor y colocándome delante de el le escupo en un ojo. por instinto se hecha las manos a la cara dejando caer a su compañera y rodando ambos escaleras abajo.

Aprovecho el momento para ir a mi cuarto y salir con carnifex y la ballesta de repetición pesada.

- Bueno no se quienes sois ni que queréis, pero o me dejáis dormir o por todo lo sagrado del dinero os juro que  voy a dejar de repartir sopapos para dar ostias de verdad.

- Los cuatro integrantes del grupo se volvieron hacia su jefe esperando ordenes.

Bleyd había acabado molesto y bastante enfadado. Repartió golpes a diestra y siniestra sin dudar en ninguno de sus movimientos. Pude ver que le hacía algo a mi parecer demasiado vergonzoso y humillante a la chica con la que había estado luchando antes, lo cual en parte me sacó de mis cabales.

-Hey, Bleyd tranquilízate quieres, no son más que gente irremediablemente ceñida a sus pensamientos – dije tratando de no enfurecerme con el chico por su actitud tan infantil para actuar – nadie puede enfurecerse tanto por no dormir pero si vas a seguir con eso – gire mi cabeza y miré con frialdad al chico que tenía una ballesta pesada en la mano – tu lindas armas terminaran siendo polvo

El tipo encapuchado rio a carcajadas dándose cuenta que había amenazado a Bleyd. Yo lo único que quería hacer era que él entendiera que ser un guerrero no se trataba de descontrolarse y actuar por impulsos. Tal vez por eso los fantasmas lo perseguían pero ya no quería seguir pensando en ello.

-¡Ambos morirán! –gritó mientras cargaba contra mí, saltaba en el aire y desenvainaba una espada bastante ancha y grande mientras llegaba a mí a embestirme con su arma pesada.

Desenvaine mis katanas y lo detuve. La potencia del impacto agrieto el suelo debajo de mí en un rango circular. Aquel tipo tenía sujetada el mango de la espada con las dos manos y sentí que empujaba en mi dirección para atravesar mi defensa.

-Este tipo – pensé mientras yo también empujaba con mis dos katanas para no ceder

-Bleyd si te metes en esto, te juro que te parto a la mitad, así que quédate a atrás – dije en un tono muy agresivo

Comenzaba a sentir la adrenalina en mi cuerpo debido a que con tan solo el primer ataque de ese hombre me había dado cuenta que no era normal y no quería que nadie interfiriera en este combate. El tipo tenía una sonrisa macabra en el rostro y sus ojos brillaban. Jamás en mi vida había sentido aquella sensación de matar a alguien con tantas fuerzas pero era extraño no podía controlarme, algo malo me pasaba. El hombre encapuchado lanzaba una y otra vez los golpes. Sus ataques era muy fuertes para cualquier los detuviera. Comencé a esquivarlos para no cansarme, además mi velocidad era superior a la suya, con lo cual compensaba la gran fuerza física superior que tenía ese hombre.

En ese momento algo hizo click en mi cabeza. Que el iba a romper mis armas. bua hasta ahí podíamos llegar, vi como esos dos cansos se pegaban y comenzaban a romper la casa, me estaba puniendo furo, decidí que lo mejor seria calmarme los nervios y pase de todo como de la mierda y me fui a preparar unas palomitas. Volví al cabo de cinco minutos, ellos seguían dándose tortazos con las espadas y corriendo de aquí para allí, yo me senté en un sillón cercano y me puse a comer palomitas ante las incrédulas miradas de los asistentes que estaban alucinados y no sabían muy bien como reaccionar.

-Como me quiteis una os fundo pandilla de mamotretos. Les lance una mirada envenenada mientras defendía mis palomitas.

Vamos Maximilian por la derecha, dale dale, pero no hombre noo que te va a ganar, huy huy huyyyyy, vamos vamos que ya es tuyo, pero no corras ¿ande vassss?, que tienes que ganarle , si, si, eso es pégale ahi, dale fuerte, vamos chico aunque sea escupele en un ojo para que le escueza.

Veía el combate como un forofo aficionado solo me faltaba una trompeta y los colores del equipo.

El hombre comenzaba a sudar en gran cantidad, su rostro tenía un aspecto pálido y su respiración se hacía entrecortada. Yo no estaba como él, a pesar de que me había cansado. Me tranquilicé para no dejarme llevar por el momento. Vi que el siguiente ataque de aquel hombre fue bastante brusco y su espada impacto en el suelo. Me giré y le introduje mi katana izquierda en su flanco izquierdo. El hombre escupió un chorro de sangre y cayó de rodillas. Sus demás compañeros asombrados por aquello, cargaron en brazos a su líder y abandonaron la casa rápidamente.
 
-Lo siento por todo – dije bastante apenado a Bleyd – me dejé llevar por el momento
 
No quería seguir interrumpiendo en sus labores y decidí que sería mejor abandonar la casa para que pudiera hacer lo que tenía que hacer. Corrí hacia la habitación donde estaban mis cosas y cargué con ellas. Descendí por las escaleras.
 
-Lamento que hayas pasado por esto Bleyd, será mejor que vaya – dije haciendo una reverencia en señal de respeto
 
Me despedí de él y salí por la puerta principal. Estaba oscuro pero no me importaba solo quería olvidar que me había ido mal en ese lugar, tal vez porque no podía adaptarme a tanto lujo.