El último reducto: Mariejoa (Capítulo: Parte II)

Notó como aquel hombre se apoyaba en él, sin embargo sus palabras hicieron que el demonio de la niebla abriera los ojos como platos. No pudo creer aquello y ahora alzó la ceja derecha ¿Cómo diablos alguien tan ciego y al mismo tiempo leal a la marina iba a atacarles? “Es imposible que Minato haga eso, debe de tratarse de un impostor o de un error, de todas formas con el haki lo podré saber fácilmente.” Pensaba mientras le miraba a los ojos de forma seria, después de unos momentos lo dejó apoyado en la pared para después alejarse unos pasos caminando y mirarle de forma seria pero fiable. De su boca salieron unas palabras que iban con total confianza y firmeza, además el tono era más amable que severo.

- No te preocupes, yo me ocupare de eso. Ahora intenta descansar y conseguir ayuda, voy a ver qué diablos pasa.

Dicho eso salió corriendo con un gesto bastante serio, no dejaría que aquella persona matara a los que aún consideraba sus hermanos, a los marines. No pensaba que el pelirrojo hubiese perdido la cabeza pero ahora corría con su haki observación activado tratando de localizar a Minato o a cualquier marine.

Re:

La situación era gloriosa, sin embargo los hombres empezaron a gritar con miedo al ver que el barco del Yonkou Kirito se acercaba. Pudo ver como los esclavos se revolucionaban y eso hizo que de repente sonriera y moviera su Jutte con fuerza para después dar un poderoso golpe en la borda del barco. Frunció el ceño y alzó la voz dirigiéndose a ellos mientras parecía enfadarse un poco, estaba muy motivado.

- ¡Caminad entre lobos! ¡Pero sabed que el diablo ronda como león salvaje por la tierra! ¡Dios es nuestro pastor y no permitirá que os pase nada! ¡Yo soy el enviado y os protegeré con mi vida!

Maldito loco, otra vez estaba en movimiento por aquel lugar. El capitán se dirigía hacia un bicho rojo enorme, el enmascarado frunció el ceño, podía estar sembrando el terror y en lugar de eso tenía que hacer de niñera. La cosa es que ahora debía hacerlo de dos personas en lugar de una debido a que debía llevar al hombre de la máscara. Este le había preguntado sobre su identidad diciendo que su cara le sonaba, irónico pues llevaba una careta. Él se identificó como Black berrie, eso le sonaba a dinero negro ¿Un contrabandista o un narcotraficante? Podía ser incluso un mote debido a las cosas ilegales, ahora alzó la ceja derecha pudiendo pensar futuras posibilidades cuando de repente trató de calmarse. Estaba aún molesto por la actitud suicida de su capitán, habló en un tono frío como el hielo y de forma seria y superior.

- Mi nombre es Jin Surfer. También conocido como el fantasma de la cadena o Vader.

Una vez dijo eso pudo ver un jodido león dorado acercarse a toda velocidad hacia ellos, los ojos del enmascarado se abrieron como platos y rápidamente se giró usando el Kamisoru alejándose lo más lejos posible “Capullo”. Pensó el moreno al notar que había sido un ataque por parte del castaño, un poco más y les daba a sus compañeros, menos mal que ya estaban alejados y la velocidad del agente era lo suficientemente buena como para evadir aquel ataque. El hombre que llevaba no parecía saber volar pues no se soltaba, eso significaba un escudo gratis en alguna situación comprometida, su ojo rojizo estaba entrecerrado mientras el azulado se encontraba abierto. Estaba empezando a aburrirse y decidió ir a divertirse un poco con su verdadera identidad, de modo que ahora pasó cerca de un tejado y dejó a aquel hombre en él mientras ahora sonreía de lado.

- Un placer Black Berrie. Dile al loco de mi capitán que espero ese ascenso a segundo al mando, de lo contrario creo que no te habría llevado. Soy un hombre de negocios y a juzgar por tu nombre creo que sabes lo que eso significa, ya te buscaré en un futuro para hablar de cosas factibles.

Dicho eso salió volando a toda velocidad hasta aterrizar en un sitio lejano a ese hombre y quitarse la máscara, después la guardó en un bolsillo de su pantalón y cerró la cremallera de este. No había mucho que hacer en aquella situación con su aspecto de criminal y lo mejor era ganar meritos para ascender y estar más cerca de su objetivo. De modo que empezó a moverse con el Soru hacia dónde se estaba desarrollando la batalla, prefirió quedarse escondido en uno de los callejones para atacar por la espalda y acabar más fácilmente con cualquier enemigo que pudiera aparecer.

Re:

Ban estaba solito, no había nadie con él. Le habían dejado solo al parecer, pues vaya banda más unida, bien podían haberle transportado. A su lado pudo ver una botella de bebida, sus ojos brillaron de felicidad y no tardó en abrirla y empezar a bebérsela mientras caminaba. Llegó a un lugar que estaba totalmente destrozado, el techo roto y algunos restos de tizne alrededor de las paredes. Además había bastante sangre en el lugar, eso le hizo alzar una ceja mientras ahora empezaba a reírse borracho de nuevo.

- Jajajaja… ¡Ni que se hubieran cargado a alguien! ¿Dónde diablos está mi banda? Todo está lleno de sangre…

En ese momento el loco vio una sombra parecida a la de un koala “Andrés” dijo mientras sonreía de lado y de repente se transformaba en su forma completa de cabra, corriendo de aquel lugar a toda velocidad sin saber a dónde dirigirse. Debido a lo ciego que iba se cayó varias veces por el camino mientras buscaba a los suyos entre berridos de chota malhumorada y sin frenos.

- ¡!!BEHEHEHEHEHEHEHE!!! BEHEHEHEHEHEHEHE!!! ¡!!VEN TÚ QUE ESTÁS MÁS CEEEEEEERRRRRRCA!!!

El grito del monstruo fue una clara señal de que estaba realmente herido mortal, y se hundió hacia abajo nuevamente, pero esta vez sin ningún tipo de visión. Suponiendo que así no iba a hacer anda solté los hilos y me dejé caer al suelo cayendo de rodillas y tosiendo con fuerzas, me dolía el estómago y la espalda, la presión de los golpes había sido bastante considerable, pero no era excusa para rendirse, con lo que pronto me levantaría.

Desde esa posición vi el rostro de todos y cada unos, viendo también el estado de sus cuerpos, al parecer la mayoría estaba bien, mi intervención había servido para salvarlos de una buena cantidad de heridas, pero por desgracia me había llevado mas daño del que tenía en mente llevarme. Entonces observé a Kidah, que estaba cerca de mi y acaricié su mano mostrando un gesto de cariño, ella estaba aquí por mi, y me dolía saber que sufrió en este lugar algunas heridas, por no decir que seguirá sufriendo más seguramente, tenía que recompensarlo más adelante, pero ahora estábamos en la guerra y teníamos que hacer las cosas bien, cualquier fallo sería crucial.
- Kidah... - Dije en voz baja sin levantarme aún. - Tus piernas, necesitan atención médica... no es nada grave al parecer, pero es mejor prevenir que curar.

Aprecié entonces que el chico de mirada misteriosa tenía unas características extrañas, era un jodido cyborg y aunque no tenía graves heridas también tenía alguna que otra herida, mientras que el más joven de todos al menos en apariencia estaba herido del antebrazo derecho sobretodo, sangrando levemente. Miré entonces al más débil en cuanto a poder de los presentes, este tenía algunas heridas en el cuerpo, pero más presentes aún en las piernas, parecía que era él al que vi de reojo atrapado entre las rocas, y por último observé al miembro de pelo largo, curiosamente no era el más fuerte de los presentes, pero si el que menos heridas tenía.

Dificultoso me levanté tomando aire y encendí un cigarro en mis labios mirando a nuestro alrededor, viendo como Kasanova y Noa se acercaban a nuestra posición.
- Llegáis un poco tarde chicos ¿Dónde os habíais metido? Os llamé al Den Den Mushi y no contestabais. - Les reproché expulsando una bocanada de humo mirando a mi alrededor nuevamente. - ¿Alguno es médico? No parece que tengamos bajas o heridas mortales, pero estaría bien sanearse levemente antes de continuar, estamos en una guerra y una pequeña diferencia puede significar la muerte.

Escuché entonces al tipo que se había quedado atrapado hablar al cyborg preguntando que hacer y en cierto modo me molestó ¿Por qué no me preguntó a mi siendo el miembro de más rango allí? Aunque sinceramente iba a responder por él rápido tras mirar el panorama más allá del grupo.
- Al sur tenemos un marine peleando contra un tipo extraño... creo que le costará mucho ese combate, por lo que deberíamos de hacer algo con él respetando las ordenes iniciales. - Dije pausando unos segundos para volver a hablar. - Volveremos a tener los equipos iniciales, yéndome yo con Kasanova y Noa hacia el norte, desde aquí podemos divisar claramente al shichibukai Asderseker... como si fuese muy disimulado el tipo... recordemos que la primera misión era esa, apoyar al shichibukai, con lo que mi equipo irá hacia él, y si en el camino o cerca encuentra a un shichibukai más necesitado nos desviaremos a ayudarle. Ustedes creo que deberían ayudar al marine, e inmediatamente ir al apoyo de un shichibukai, supongo que cerca de Asderseker habrá otro, noto allí mucha acción a decir verdad...

Suspiré expulsando una nueva cantidad de humo y mi mirada se detuvo ante un pequeño enano que observaba todo, un enano que aunque me costó reconocer pronto lo hice notando que su nivel de poder era mayor al mío, aunque me sorprendí al darme cuenta que no era demasiado fuerte en comparación conmigo ¿Había mejorado tanto ya como para poder estar tan cerca a él? Sorprendido aún por su presencia y con los ojos abiertos de par en par comencé a hablarle.


- Disculpe señor, no me había percatado de su presencia... como superior si tiene algo que revocar de lo que dije hágalo, desconocía que alguien de mayor rango estaba con nosotros. - Dije disculpándome rápido, no quería sufrir una penalización por ignorar a un miembro de mayor rango frente a mi. - ¿Cómo no me había percatado de su presencia? Es mucho más poderoso que yo, destaca demasiado sobre el grupo, supongo que los golpes recibidos me hicieron perder toda la concentración, sino no me explico como pude errar así. - Pensé centrándome en fumar para calmarme un poco por el error que había cometido. - Por cierto, debo de hacerle un reporte, al comenzar la misión un Tenryubitto apareció frente a nosotros, uno bastante peculiar a decir verdad... al no tener ordenes de que hacer en estos casos tomé una decisión que espero haber sido correcta, junto a mis compañeros Kasanova, Noa y el agente 666 partimos hacia los jardines, dejando al Tenryubitto con ellos... pensé que era la mejor opción teniendo en cuenta la gran guerra vivida ahora mismo, y uno de ellos nos recibió recogiéndole para llevarle hacia el interior. - Dije con un gesto mas serio y tranquilo pensando que mi acción había sido la correcta, esperando una gesto de aprobación al menos de parte del superior.

Resumen:

Ya había llegado a la plaza, - snifffff ahhhhh!!!!, que olor a batalla- dije con ganas de empezar, por lo que observé con quien lucharía. - No, ese no, mmmm, ¿qué es eso? , ¿Pero qué? - en ese momento me enfade muchísimo. Había unos gyojin que estaban disparando unos arpones a unos humanos, - que cobardes, disparando a distancia, cuando deberían pelear como verdaderos guerreros, cuerpo a cuerpo - dije mientras daba los pasos cada vez más ligeros. Comencé a correr al sur, pensando que esa batalla la lucharía mi nombre y solo en mi nombre, a los dioses les podía partir un rayo.

Ya estaba cerca de aquellos gyojin, levante mi hacha, colocando los brazos tras mi hombro y al llegar, golpearía con el hacha con todas mi fuerzas, profiriendo golpes con el hacha que abarcarían todo su cuerpo, como un péndulo de derecha a izquierda y si no les daba, los aplastaría con mis enormes pies. Combatir de esa manera, era por qué ser un ciborg o pelear con magia, era una escoria que debía de ser erradicada del planeta. Observe a los humanos que estaban peleando contra ellos y les dedique una sonrisa - después iré a por vosotros - pensé, centrando mi atención en los gyojin en ese momento.

Golpes de hacha + Aplastamiento con los pies [AF]

resumen:

Esto no es lo que me esperaba por una aventura, había subido a ese barco un poco engañado prometiéndome aventuras. ¿Un yonkou? ¿La marina? Una perfecta batalla campal se extendía a lo largo que conseguía ver. Agarre mi espada con fuerza como buscando seguridad y decidiéndome que no había marcha atrás. Debería bajar y pelear ni por una facción ni por otra, ni por este yonkou ni por todos los piratas del mundo. Bajaría en defensa de mi vida y de mi. Iba a sobrevivir, estaba seguro, sobreviviría. Pero antes no sonaba mala idea una alianza o un compañero de combate, no podía cubrirme las espaldas allí fuera yo solo.

Me acerqué a Emile, se le veía fuerte, por lo menos mucho mas que yo. Tal vez no fuera la mejor baza para tener de compañero pero podría cubrirle las espaldas y según había oído el ha venido a hacer algo así que ayudarle tampoco me haría ningún mal.

-Siento meterme en conversaciones que no son de mi incumbencia pero no parece nada fácil llegar allí arriba solo. ¿Qué me dices de unir fuerzas? Solo mientras dure esto -Le tendí la mano para sellar el pacto en caso de que aceptara.

Resumen:

Si algo justo no quería era encontrarme con gente que estorbara mi camino. Etsu Rui... ¿Será pariente de Etsu Shiroi, el Agente del CP que conocí en Sunaba? No importaba. Los otros dos individuos se llamaban Kaede Cohen, una mujercita con ojazos azules como el cielo, y Aexyr Akynton. Eran los momentos en donde agradecía a Dios por tener el ojo Cyborg que averigua el nombre de las personas que tengo en frente mío. Hice un gesto con las manos de que frenaran sus pasos, y les dije las siguientes palabras.

- Un placer. Soy Flea. Preguntaría quienes son ustedes, pero ya lo sé. Etsu, Kaede, Aexyr. Estoy completamente seguro de que Dios ha producido este encuentro, pero lamento informarles que estoy muy apurado, y que ya brindaremos algún otro día. Cuidado si pretender saquear, pues a Dios no le gustará.

Dicho esto, salí volando a máxima velocidad, completamente para el otro lado del Puerto Paraíso. A ver si de una vez por todas tenía mi conversación con el Gorosei.

Resumen:

*Meneror se despertó con un fuerte dolor de cabeza, seguramente había sido por culpa del golpe de Almirante Karl le había propiciado*

-Bastardo inepto...tendré mi momento contigo.

*Miró la estancia a su alrededor, observando que sus manos estaban atadas a esposas de Kairoseki. Echó un vistazo a los barrotes a ver si estaba el guardia, por suerte había uno vigilando la celda. Meneror pensó un momento y luego buscó a primera vista algo que le pudiera ser útil en aquella celda*

-No pienso morir aquí y menos ir a Impel Down *pensó el pirata, pues su labia le volvería a salvar, o eso esperaba...se aproximó a las rejas y llamó al guardia de la celda.

-GUARDIA.

Al salir de mi refugio temporal obligado por el agua marina me  encontré en medio de una estrepitosa guerra llena de destrucción y enormes y temibles mounstros de las profundidades, explosiones y sangre por doquier, a su vez, me vi rodeado de furiosos hombres-pez que claramente ansiaban destrozarme por completo, y como si esto no bastara sentía mi cuerpo debilitarse pues mis pies se hallaban sumergidos en agua de mar, por suerte tenía suficiente energía para sacar mi tarón volador de entre mis ropajes y elevarme a gran velocidad sujetado del mismo, al mirar hacia abajo divisé al grupo de gyojins que buscaban atacarme y reaccioné rápidamente desenfundando mi ametralladora UZI que llevaba previamente cargada con un cargador de balas ácidas.

[Piogge Acide][AF]

La lluvia de balas ácidas caería constantemente y movería el arma de fuego rápidamente para abarcar el mayor área posible y de esta manera atinar a cada uno de los tritones que me acechaban, acabado el ataque me elevaré aun más gracias a mi singular aparato y al tener una buena visión del área intentaré divisar alguna situación, persona o cosa que pueda ser singularmente importante para mi, o de mi interés, de no hallar nada simplemente buscaré un sitió abierto donde aterrizar y replegarme.

(con cosas de interés me refiero a alguien, ya sea amigo o enemigo que pueda interesarme o algun lugar en donde pueda ayudar..)

Mellanie, Roy y yo descansábamos un momento para recuperar el aliento después de haber pasado por tanto en un solo día. Estaba claro que nos habíamos salvado muchas veces de situaciones muy peligrosas, ya sea por habilidad de uno o por la suerte de los tres. Me encontraba recostado sobre el suelo con los ojos cerrados, tratando de pensar en la situación en la que estábamos. Me apoyé en mis brazos y me puse de pie mirando a mis dos compañeros con algo de preocupación. Sabía que ellos no tenían nada que hacer en aquel lugar al igual que yo peor ya estábamos metidos en todo ese embrollo. Camine hacia la puerta por donde habíamos entrada para verificar que no hubiera nadie fuera pero esta no se abrió cuando empuje. Lo intente muchas veces pero no cedió por más que me esforcé.

-Estamos atrapados – dije dando unos pasos atrás y resignados me senté frente a mis dos compañeros – saben, antes de buscar una forma de salir de aquí deberíamos hablar de lo que pensamos hacer cuando salgamos, después de todo debemos ser muy cuidadosos con lo que hagamos, estamos en un lugar muy peligroso – dije mientras miraba a los dos que estaban frente a mí para asegurarme que me atendían – cuando encontramos a Roy noté que el territorio de los Tenryuubito estaba frente a nosotros, obviamente los cuarteles de los marines estaban muy cerca y en nuestra condición de piratas no podremos sobrevivir a lo que esté pasando allá afuera. Lo que les propongo es lo siguiente, si esto es lo que estoy pensando, una guerra obviamente se está librando aquí y a uno de los bandos ya lo conocimos, los Gyojins se enfrentan a los marines por alguna razón la cual no me interesa saberlo pero al punto en que voy es que estamos en medio de una gran guerra – dije para luego suspirar – lo que tenemos que hacer aquí, es lárganos sin llamar la atención. Conseguir algún medio de transporte e irnos pero no será fácil, así que debemos mantenernos juntos para lo que sea. Por cierto – dije sonriendo – si en el camino podemos encontrar alguna que otra cosa valiosa la tomaremos pero ya sabemos que debemos ver con cuidado a dónde vamos.

Luego de ello me puse en pie nuevamente y miré a mí alrededor ya que me había percatado que unos rayos de luz entraba por alguna parte. Encontré lo que parecía ser una ventana pequeña por donde pasaría solo una persona pero afortunadamente los tres podíamos pasar con facilidad. Estaba en la parte superior de una pared casi llegando al techo. Corrí hacia allí y miré la altura que nos separaba.

-Bien, debemos subir – dije mientras miraba a mis dos compañeros – primero Mellanie, luego tu Roy

Era nuestra única oportunidad y ya habiendo aclarado lo que debíamos hacer al salir de aquel lugar.

Resumen: