Página 2 de 20. • 1, 2, 3 ... 11 ... 20
Rei Arslan
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Llegar a los ascensores había sido difícil, esquivar todo tipo de cosas y al mismo tiempo huir era una tarea difícil. Había soltado ya a Arribor para que siguiese corriendo al igual que yo. Quedaba poco tiempo para llegar a los ascensores que subían a Mariejoa. A cada rato miraba hacia atrás por si Byakuro nos perseguía pero en vez de verle a él lo que veía eran las olas acercarse cada vez más rápido.
Me detuve e iba creando barreras de hielo que al cabo de un rato se rompían, y después tras un rato nos alcanzaban más rápido a lo que tenía que seguir congelándolas. A lo lejos pude divisar los ascensores sin dificultad.-Ya estamos llegando a los ascensores que nos llevan a la tierra sagrada de Mariejoa- Corría y corría a lo que daban mis piernas hasta que finalmente conseguimos entrar en el ascensor. Jadeaba de la carrera que me había metido e incluso me senté de rodillas respirando mientras veía como las olas se lo tragaban todo.
El ascensor subía lentamente y al cabo de un rato me levanté, pero la sorpresa que me llevé fue que Byakuro había llegado hasta nosotros y con su bastón es como si fuera a cortar los cables que soportaban la máquina. -No lo hagas...- dije asustada en voz baja como si fuese una súplica. Deseaba que leyese mis labios pero que no lo hiciera, no quería morir tan pronto en un ascensor, no por ahora y al menos que no fuese a manos de un amigo.-Por favor...- Cerré los ojos durante unos segundos y cuando los abrí ya no estaba. ¿Me habría entendido? Suspiré, ese collar que tenía todavía me llamaba demasiado la atención pero por ahora no podía ayudarle, solo esperaba que al menos estuviese bien. Me dirigí hacia Arribor y le comenté el plan que había pensado.-En cuanto lleguemos arriba investigaremos para ver si podemos encontrar algo. ¿Qué te parece?
Me detuve e iba creando barreras de hielo que al cabo de un rato se rompían, y después tras un rato nos alcanzaban más rápido a lo que tenía que seguir congelándolas. A lo lejos pude divisar los ascensores sin dificultad.-Ya estamos llegando a los ascensores que nos llevan a la tierra sagrada de Mariejoa- Corría y corría a lo que daban mis piernas hasta que finalmente conseguimos entrar en el ascensor. Jadeaba de la carrera que me había metido e incluso me senté de rodillas respirando mientras veía como las olas se lo tragaban todo.
El ascensor subía lentamente y al cabo de un rato me levanté, pero la sorpresa que me llevé fue que Byakuro había llegado hasta nosotros y con su bastón es como si fuera a cortar los cables que soportaban la máquina. -No lo hagas...- dije asustada en voz baja como si fuese una súplica. Deseaba que leyese mis labios pero que no lo hiciera, no quería morir tan pronto en un ascensor, no por ahora y al menos que no fuese a manos de un amigo.-Por favor...- Cerré los ojos durante unos segundos y cuando los abrí ya no estaba. ¿Me habría entendido? Suspiré, ese collar que tenía todavía me llamaba demasiado la atención pero por ahora no podía ayudarle, solo esperaba que al menos estuviese bien. Me dirigí hacia Arribor y le comenté el plan que había pensado.-En cuanto lleguemos arriba investigaremos para ver si podemos encontrar algo. ¿Qué te parece?
Abby
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Ni siquiera podía gritar. Se puede decir que tuve un subidón de adrenalina en cuestión de segundos y que si tuviese más seguridad aquello no hubiese dudado en montar otra vez, en cambio el aterrizaje fue poco "forzoso" pues caímos de golpe al suelo, menos mal que Shi no me llegó a soltar, menos mal, porque entonces si que lo mataba yo a él. Me levanté y sacudí la túnica que se había manchado de polvo varias y repetidas veces. Eché un vistazo a mi alrededor, había caos por demasiados lugares. Luego miré hacia el suelo y vi a Shi en el suelo, fui directa hacia él y vi su hombro. No se podía decir directamente que estuviese bien pero tampoco lo tenía tan mal.
Acerqué mi mano pero la aparté, tenía como miedo de que se pusiese peor ya que en el fondo no quería que sintiese el dolor y a pesar de que fuese médica con el no me atrevía. Al menos no por ahora. Toco o no, mejor no... no sé ¡Este dilema es demasiado difícil! Maldita sea, por qué no podría tener más experiencia para este tipo de cosas... Me llené de valor y levanté su brazo para rodearlo y pasarlo sobre mi cuello. -Eh, me parece que vas a tener que estar un buen rato con el hombro así, ahora levántate, tenemos que investigar un poco todo esto.
Le ayudé a levantarse con cuidado y me separé de él, no mucho, a lo mejor el dolor le hacía caerse y era mejor prevenir, sobre todo por que no quería que a él le pasara nada. Se seguía escuchando caos por todos los alrededores algo que me impedía estar en calma. -Vayamos hacia aquella esquina.-dije señalándosela- Así podemos evitar peligros mayores e ir en busca de cosas valiosas.
Acerqué mi mano pero la aparté, tenía como miedo de que se pusiese peor ya que en el fondo no quería que sintiese el dolor y a pesar de que fuese médica con el no me atrevía. Al menos no por ahora. Toco o no, mejor no... no sé ¡Este dilema es demasiado difícil! Maldita sea, por qué no podría tener más experiencia para este tipo de cosas... Me llené de valor y levanté su brazo para rodearlo y pasarlo sobre mi cuello. -Eh, me parece que vas a tener que estar un buen rato con el hombro así, ahora levántate, tenemos que investigar un poco todo esto.
Le ayudé a levantarse con cuidado y me separé de él, no mucho, a lo mejor el dolor le hacía caerse y era mejor prevenir, sobre todo por que no quería que a él le pasara nada. Se seguía escuchando caos por todos los alrededores algo que me impedía estar en calma. -Vayamos hacia aquella esquina.-dije señalándosela- Así podemos evitar peligros mayores e ir en busca de cosas valiosas.
elkilian
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Conseguí al final agarrarme al Barco y conseguí subir hacia Mariejoa. Unas vistas preciosas se me ilustraron ante mi al llegar arriba y ver el otro lado de la Red Line desde esa altura. Era precioso.
Entonces algo sacudió el barco y lo hizo inclinarse bruscamente. Me agarré como pude al borde e intenté buscar la razón de este giro. Era una especie de chorro de agua a gran presión que había golpeado el casco del barco. La dirección del barco cambió y nos dirigíamos contra un edifico, íbamos a chocar.
El agua había inundado la zona y gyojins habían empezado a salir por el agujero que había practicado el gran chorro de agua. El barco se iba inclinando más con el tiempo y me resbalé a pesar que me estaba agarrando pero sin llegarme a caer del barco.
- Joder si esto se estrella no quiero estar yo allí con él - me dije a mi mismo mientras evitaba caerme - Es hora de saltar -
Activé mis botas de Hermes y me puse a correr sobre la superficie inclinada del barco con la intención de subir dicha pendiente y saltar al otro lado. De esta forma, además de reducir la velocidad a la que caía, evitaría estar en la zona de impacto del barco. Como ya estabamos a punto de estrellarnos cuando salté la caída no fue desde una altura excesiva pero seguía siendo una altura. Activé mis 6 Nat-Brazos y me los puse por delante a modo de escudo para intentar amortiguar la caída. Finalmente tras el impacto consigo sobrevivir pero me encuentro un poco aturdido ya que había atravesado el techo de un edificio y en el interior se encontraba una familia evitando que entrara el agua a su local.
Entonces algo sacudió el barco y lo hizo inclinarse bruscamente. Me agarré como pude al borde e intenté buscar la razón de este giro. Era una especie de chorro de agua a gran presión que había golpeado el casco del barco. La dirección del barco cambió y nos dirigíamos contra un edifico, íbamos a chocar.
El agua había inundado la zona y gyojins habían empezado a salir por el agujero que había practicado el gran chorro de agua. El barco se iba inclinando más con el tiempo y me resbalé a pesar que me estaba agarrando pero sin llegarme a caer del barco.
- Joder si esto se estrella no quiero estar yo allí con él - me dije a mi mismo mientras evitaba caerme - Es hora de saltar -
Activé mis botas de Hermes y me puse a correr sobre la superficie inclinada del barco con la intención de subir dicha pendiente y saltar al otro lado. De esta forma, además de reducir la velocidad a la que caía, evitaría estar en la zona de impacto del barco. Como ya estabamos a punto de estrellarnos cuando salté la caída no fue desde una altura excesiva pero seguía siendo una altura. Activé mis 6 Nat-Brazos y me los puse por delante a modo de escudo para intentar amortiguar la caída. Finalmente tras el impacto consigo sobrevivir pero me encuentro un poco aturdido ya que había atravesado el techo de un edificio y en el interior se encontraba una familia evitando que entrara el agua a su local.
Hyuuga Z. Kurotabo
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Muerte, guerra, pólvora, sangre…Olores inconfundibles en el aire de aquella ciudad santa, aunque el joven siempre pensó en ella como la maldición de su vida, ahora recuerda el año que pasó en aquella maldita ciudad, escabulléndose entre callejuelas y ocupando casas sin que se enteraran, un vagabundo que renegó de la alta sociedad vuelve a la cuna de la misma…Eso promete un desenlace interesante…El joven se encuentra en una ciudad que le trae agrios recuerdos, recuerdos que creía había borrado de su mente y de su ser, pero que otra vez sacuden su mente. Su cuerpo se estremece solo de pensar en lo cerca que tiene a ese mamarracho, desgraciado y descorazonado hombre, al que debería llamar “Padre” según las normas de educación, pero ese…ese bastardo arrogante solo aceptaba a la ciencia como su hija, ni siquiera Mei le importó, solo pensaba en como remediar el “error” cometido con Hyuuga, esas palabras se grabaron hondo en su corazón en la noche en la que el chico se escapó de la mansión de su familia y se dedicó a viajar cuidando de su hermana pequeña…de eso hace ya diez años…Ahora la situación es distinta, los experimentos de su “padre” le sirvieron para fortalecerse, volverse mucho más fuerte que cuando crío, ahora podría plantarle cara al miserable ser que se hacía llamar humano que tenía como progenitor.
Pone un pie fuera de aquella caja metálica que lo llevó hasta donde se encuentra en aquellos momentos, una marabunta de personas corriendo como almas que lleva el diablo, un extraño muchacho corre buscando algo y es entonces cuando Kurotabo se percata de algo que no había percibido antes, el suelo está cubierto de agua, de alguna forma había llegado agua hasta aquella zona, pero eso no le importa, la verdad es que es hora de buscar el emplazamiento de aquellos que apoyaban al desalmado de su padre…la marina y el gobierno…definitivamente los encontraría.
Pone un pie fuera de aquella caja metálica que lo llevó hasta donde se encuentra en aquellos momentos, una marabunta de personas corriendo como almas que lleva el diablo, un extraño muchacho corre buscando algo y es entonces cuando Kurotabo se percata de algo que no había percibido antes, el suelo está cubierto de agua, de alguna forma había llegado agua hasta aquella zona, pero eso no le importa, la verdad es que es hora de buscar el emplazamiento de aquellos que apoyaban al desalmado de su padre…la marina y el gobierno…definitivamente los encontraría.
- Resumen:
- Llegar, recordar su estancia en Mariejoa tras huir de su padre 10 años atrás(la huida). Emprender camino buscando a su padre.
Worick L. Arcangelo
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Ay.... ! Parecía que la idea había funcionado y habíamos logrado subir hasta el centro, durante el minuto que estuvimos subiendo sentía como mi hombro se salía del sitio en el que tenía que estar, el dolor era constante pero no me impedía el movimiento, eso sí no iba a poder hacer movimientos muy bruscos, así que si peleábamos no iba a poder mover muy bien mi brazo izquierdo. Por otro lado me alegraba, Kaede había salido ilesa de aquella pequeña aventura incluso diría que estaría dispuesta a repetirla, pero dudo que mi hombro la soportara otra vez. En cuanto Kaede se dio cuenta de mi estado apenas tardó unos segundos en llegar hasta mí y mirar el estado de mi hombro, si bien dudo unos segundos no tardó en tomarme por el hombro y cargarme, desde luego no me faltaban razones para quererla. Tras levantarme se alejó de mi y me dijo hacía donde quería que fuéramos, me parecía perfecto ya que no tenía muy claro que hacer en aquella situación, por otro lado mientras caminábamos acerqué su cuerpo al mío mientras en el interior de la máscara se dibujaba una sonrisa y decía:
- No me tengas miedo que no muerdo, ya lo deberías saber. ¿ No ? - Dije para justo después soltar una pequeña carcajada que no tardó, el dolor seguía muy presente y parecía que incluso en reposo era molesto, si tan solo tuviera unos mejores conocimientos médicos no estaríamos en aquella situación. Aun más preocupado que por mi hombro estaba preocupado por Kaede, tal vez me estaba ocultando que se había hecho alguna herida para no preocuparme así que le dije.- Lo de mi hombro no es gran cosa, así que tampoco te preocupes demasiado, ¿ tú estas bien ?- Tras decirle esto le eché un vistazo de arriba a bajo para comprobar si realmente lo estaba, a primera vista parecía que sí de modo que mi incertidumbre se disipo. Seguíamos desplazándonos cuando recordé que la fruta estaba en la túnica y que no se lo había comentado a Kaede así que le dije.- Ten cuidado en la túnica hay dos akumas no mi, así que si te atacan por eso no dudes en dejarlas, no me interesa una estúpida fruta y mucho menos si puede herir a los que me rodean. - Le dije con un leve tono de preocupación, aunque quién sabe quizá estaba siendo un poco exagerado. -
- No me tengas miedo que no muerdo, ya lo deberías saber. ¿ No ? - Dije para justo después soltar una pequeña carcajada que no tardó, el dolor seguía muy presente y parecía que incluso en reposo era molesto, si tan solo tuviera unos mejores conocimientos médicos no estaríamos en aquella situación. Aun más preocupado que por mi hombro estaba preocupado por Kaede, tal vez me estaba ocultando que se había hecho alguna herida para no preocuparme así que le dije.- Lo de mi hombro no es gran cosa, así que tampoco te preocupes demasiado, ¿ tú estas bien ?- Tras decirle esto le eché un vistazo de arriba a bajo para comprobar si realmente lo estaba, a primera vista parecía que sí de modo que mi incertidumbre se disipo. Seguíamos desplazándonos cuando recordé que la fruta estaba en la túnica y que no se lo había comentado a Kaede así que le dije.- Ten cuidado en la túnica hay dos akumas no mi, así que si te atacan por eso no dudes en dejarlas, no me interesa una estúpida fruta y mucho menos si puede herir a los que me rodean. - Le dije con un leve tono de preocupación, aunque quién sabe quizá estaba siendo un poco exagerado. -
- Resumen:
- Pasar a una posición más cercana a Kaede y conversar un poco con ella mientras caminamos.
Eithan
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Bale me hizo un apañillo chapucero con unas tablas de madera. Me entablilló la pierna mala y me hizo una especie de bastón que a la vez actuaba como vaina para un sable. Cuando me dijo lo del bastón, una mala sensación me vino. Habían pasado muchas cosas; desde saltar de lo alto de un gyojin gigante hasta ser rescatado por un Shichibukai. Pero en ningún momento me había preocupado por mis espadas. Volví tranqueando donde me había despertado unos momentos antes y solo encontré a Filo Celestial. Mi viejo sable no estaba allí. Lo debería haber perdido durante el vuelo a alta velocidad con el que habíamos subido a Mariejoa. Esto me supo verdaderamente mal, ya que esa era la espada que mi viejo mentor me legó. Dejando la melancolía aparte, decidí hacer igual que Edward y buscar algo de provisiones y reponer fuerzas. Cogí unas latas de melocotón en almíbar y comí la mitad de un delicioso mango. Bale escupió un bocado de la fruta que se estaba comiendo, alegando que estaba asquerosa. Dicha fruta era un poco extraña. Poseía unas extrañas marcas sobre la piel. Bien podía que Edward tuviera razón, o también... Podría ser una de las famosas Frutas del Diablo.
- Capitán,¿Estas seguro que esta podridas? Fíjate en esas marcas, ¿no te suenan de algo?
De fuera vino un gran estruendo seguido de una serie de explosiones. Parecía que la batalla se acercaba hacía nosotros a gran velocidad. Envainé a mi Filo Celestial en mi bastón y me dispuse a salir. Ya había evadido suficiente batalla por aquel día, y tenía unas ganas de cortar a peces que no me las aguantaba. Aunque tuviera un aspecto nefasto, se sentía realmente vivo.
- Capitán,¿Estas seguro que esta podridas? Fíjate en esas marcas, ¿no te suenan de algo?
De fuera vino un gran estruendo seguido de una serie de explosiones. Parecía que la batalla se acercaba hacía nosotros a gran velocidad. Envainé a mi Filo Celestial en mi bastón y me dispuse a salir. Ya había evadido suficiente batalla por aquel día, y tenía unas ganas de cortar a peces que no me las aguantaba. Aunque tuviera un aspecto nefasto, se sentía realmente vivo.
- RESUMEN:
- Recuerdo un poco cosas del pasado y me preocupo por mis sables. Cojo unas latas de melocotón el almíbar y le insinúo a Bale que quizás lo que ha comido no este podrido. Escucho mucho ruido fuera y me preparo para salir.
Ryusen Higure
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El hombre gato devoto del todo poderoso Gato-Perro que siempre va acompañado de su consejero Anubis logra llegar a la ciudad santa de los tenryubitos, algo que para él es una herejía ya que en un lugar como ese es imposible que el dios del joven pueda establecer su hogar. Eoghan sale del ascensor y mira a su alrededor y lo único que ve son edificios exageradamente elegantes y lujosos. Seguramente por algún lugar de la ciudad habrá una biblioteca y en la biblioteca puede que se encuentre la receta que tanto busca. Sin perder tiempo empieza a correr ignorando a los demás pero de pronto sin saber el motivo cae inconsciente en el suelo.
- resumen:
- Intentar ir a la ciudad en busca de una biblioteca y caer inconsciente por culpa de Canabar al usar el haki del rey
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Midorima había revivido. Aquella pastilla le estaba haciendo efecto, y ya lograba mantener su respiración controlada, el cansancio lentamente iba desapareciendo y las heridas al igual que este, desaparecían. Uracha era un genio en esto de ser médico y sin él, dudaba mucho que hubiera estado a salvo. Se levantó rápidamente mientras ahora escuchaba a Dex leyendo una carta, por lo que iba entendiendo era de su antiguo capitán, Legan Legim… Un hombre de mucha trayectoria y mucho poder. Y según lo que sabía, ahora era uno de los Emperadores del Mar, aunque él buscaba ser el Rey de los Piratas… Le sorprendió que dijera, entre otras cosas, que el Zafiro Negro iba a terminar siendo uno de los cuatro piratas más fuertes. “De eso no hay duda. Dexter es invencible ahora mismo. Pensó con calma mientras terminaba de escuchar a su capitán.
Escuchó un estruendo y vio dos cosas fuera de serie, un barco enorme cayendo en la Tierra Santa de Mariejoa y un geiser en el centro, ¿Qué carajos estaba ocurriendo? No entendía nada, y la única forma de saberlo, era ganar. Dexter armó parejas, dejándolo con Worgulv, el guerrero de las hachas y un hombre digno de serlo. Sin más empezó a correr al ritmo de su capitán, se dirigían hacía el geiser, lugar que por supuesto, estaría repleto de Gyojin aunque si lograban defender bien esa zona, seguramente lograrían dar un paso más para la victoria. Era difícil creer lo que estaba pasando ahora mismo, pero de alguna forma, había que masticarlo y tragarlo para entender que estaban en una situación de vida o muerte “No te desconcentres y lo que es peor, no te sobre esfuerces, tu cuerpo sigue herido.” se dijo así mismo mientras llegaba, junto a su capitán, a la zona del geiser.
Llegaron al momento justo, para ver que el Shichibukai Derian Markov, se estaba dando un festín con los Gyojin. Era asqueroso, sí… Pero ante un tipo como él, debía esperar eso y mucho. Se fijó más en él, y ¡HABIA PERDIDO UN BRAZO! Sus ojos se abrieron como platos al verlo, su brazo izquierdo no estaba… ¡¿Qué clase de monstruo es capaz de sacarle un brazo a otro?! Los Gyojin tenían miles de sorpresas, ya lo vio con la tortuga y a este ritmo, quien sabe que es lo que vendría a futuro. Esquivó a un par de Gyojin, a los cuales venció con dos simples golpes, para luego dirigirse hacia donde estaba su capitán.
– Dex, no te sobre esfuerces. Esto apenas está comenzando, no podemos quedarnos sin energía. Y una vez que acabe todo esto, tengo algo que contarte. – le dijo mientras ahora elevaba su guardia. Su Kenbunshoku estaba listo para cualquier imprevisto. Sabía que en el barco que se estrellaba habrían aliados o enemigos, pero esos tipos harían su aparición… Suspiró tranquilo mientras escuchaba las explosiones lejanas, Mariejoa no iba a ser lo mismo después de esto, ni siquiera la historia lo iba a ser… Todo estaba cambiando. Los engranajes para una nueva era, se estaban moviendo a pasos gigantes y nadie sería capaz de detener esta máquina.
Escuchó un estruendo y vio dos cosas fuera de serie, un barco enorme cayendo en la Tierra Santa de Mariejoa y un geiser en el centro, ¿Qué carajos estaba ocurriendo? No entendía nada, y la única forma de saberlo, era ganar. Dexter armó parejas, dejándolo con Worgulv, el guerrero de las hachas y un hombre digno de serlo. Sin más empezó a correr al ritmo de su capitán, se dirigían hacía el geiser, lugar que por supuesto, estaría repleto de Gyojin aunque si lograban defender bien esa zona, seguramente lograrían dar un paso más para la victoria. Era difícil creer lo que estaba pasando ahora mismo, pero de alguna forma, había que masticarlo y tragarlo para entender que estaban en una situación de vida o muerte “No te desconcentres y lo que es peor, no te sobre esfuerces, tu cuerpo sigue herido.” se dijo así mismo mientras llegaba, junto a su capitán, a la zona del geiser.
Llegaron al momento justo, para ver que el Shichibukai Derian Markov, se estaba dando un festín con los Gyojin. Era asqueroso, sí… Pero ante un tipo como él, debía esperar eso y mucho. Se fijó más en él, y ¡HABIA PERDIDO UN BRAZO! Sus ojos se abrieron como platos al verlo, su brazo izquierdo no estaba… ¡¿Qué clase de monstruo es capaz de sacarle un brazo a otro?! Los Gyojin tenían miles de sorpresas, ya lo vio con la tortuga y a este ritmo, quien sabe que es lo que vendría a futuro. Esquivó a un par de Gyojin, a los cuales venció con dos simples golpes, para luego dirigirse hacia donde estaba su capitán.
– Dex, no te sobre esfuerces. Esto apenas está comenzando, no podemos quedarnos sin energía. Y una vez que acabe todo esto, tengo algo que contarte. – le dijo mientras ahora elevaba su guardia. Su Kenbunshoku estaba listo para cualquier imprevisto. Sabía que en el barco que se estrellaba habrían aliados o enemigos, pero esos tipos harían su aparición… Suspiró tranquilo mientras escuchaba las explosiones lejanas, Mariejoa no iba a ser lo mismo después de esto, ni siquiera la historia lo iba a ser… Todo estaba cambiando. Los engranajes para una nueva era, se estaban moviendo a pasos gigantes y nadie sería capaz de detener esta máquina.
- Resumen:
- Me recupero, escuchó a Dex, lo sigo. Derroto escorias y luego son divagaciones varias.
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Rob había sido salvado por una especie de ser celestial. Un caballo blanco con grandes alas y una melena de color arco iris, aunque lo curioso es que su cuerpo parecía de un hombre bastante fuerte y, por si fuera poco, parecía vestir una especie de pelaje de león vivo, que seguía a "Black Berrie" con su mirada, mientras notaba como la nariz de lo que parecía ser el "casco" se movía, como si le olfatease. Estaban en la zona alta, a salvo de las grandes olas que arrasaban en el puerto. Estaban en una de las calles oscuras de aquel lugar, ya que un gran edificio parecía hacer de sombra. Rob por suerte no se había deshecho de las cosas y le entraba curiosidad de saber que había en aquella caja fuerte. No era pequeña, pero tampoco exageradamente grande y tenía un color oscuro. Estaba protegida por algún código con rosca, por lo que habría que mover los números y añadir la combinación correcta.
Rob trató de abrirla, probando una vez tras otra, pero no era capaz de abrirla, necesitaba adivinarlo. Sabía que su fuerza no era suficiente para romperla y tal vez, si lo intentase, algo de valor podría romperse. Con su pistola, podría rebotar la bala y herirse a sí mismo. Sin duda aquella caja fuerte iba a dar más problemas de lo esperado. Posó su mano derecha en el engranaje y su otra mano en los huecos de la puerta y empezó a rellenar con THC resinoso la parte del código, intentando que haciendo eso, el código saliese solo de por sí, pero no funcionó.
La bestia alada le miraba sin parar, seguramente le pareciera extraño que Rob hiciese eso. Rob dejó de intentarlo y miró al extraño ser. Debía hacer algo, tal vez aquella curiosa especie celestial tuviese el poder adecuado para abrir la caja. Decidió pedirle el favor, pero no sin antes darle las gracias y presentarse.
- "Bueno... Muchas gracias por salvarme antes, Dios celestial. Yo soy Black Berrie y necesito pedirte un favor. Quería saber si usted, con su gran poder celestial, podría abrir esta dichosa caja fuerte."
Rob trató de abrirla, probando una vez tras otra, pero no era capaz de abrirla, necesitaba adivinarlo. Sabía que su fuerza no era suficiente para romperla y tal vez, si lo intentase, algo de valor podría romperse. Con su pistola, podría rebotar la bala y herirse a sí mismo. Sin duda aquella caja fuerte iba a dar más problemas de lo esperado. Posó su mano derecha en el engranaje y su otra mano en los huecos de la puerta y empezó a rellenar con THC resinoso la parte del código, intentando que haciendo eso, el código saliese solo de por sí, pero no funcionó.
La bestia alada le miraba sin parar, seguramente le pareciera extraño que Rob hiciese eso. Rob dejó de intentarlo y miró al extraño ser. Debía hacer algo, tal vez aquella curiosa especie celestial tuviese el poder adecuado para abrir la caja. Decidió pedirle el favor, pero no sin antes darle las gracias y presentarse.
- "Bueno... Muchas gracias por salvarme antes, Dios celestial. Yo soy Black Berrie y necesito pedirte un favor. Quería saber si usted, con su gran poder celestial, podría abrir esta dichosa caja fuerte."
Rainbow662
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El agua avanzaba imparable, arrasando incluso los edificios del muelle con una facilidad asombrosa. Las olas cada vez eran más grande y devastadoras y, seguramente, si Rose no le hubiera agarrado para dirigirse a los ascensores habría acabado sumergido. No se esperaba que el lugar se inundara tan deprisa y menos que el agua tuviese una fuerza así, aunque siendo usuario se habría ahogado dado igual. Mientras la pelirroja tiraba de él, Franklin saltó hacia el pirata, adoptando su forma híbrida y buscando la dudosa seguridad que Arribor le proporcionaba. Frente a ellos ya se veían los ascensores, uno de los cuales estaba a punto de cerrarse ante sus narices. Si no lograban llegar a él, el agua los atraparía y, si sobrevivían al impacto contra la pared de piedra, acabarían ahogados sin remedio en el creciente mar.
En el interior del ascensor había varios marines, unos pocos rezagados que observaban aterrorizados el avance imparable de las olas y pulsaban el botón de subida una y otra vez, como si así pudiesen acelerar su huida. Mientras los dos piratas corrían por sus vidas, las puertas comenzaban ya a cerrarse. Rose usó su habilidad para ganar algo de tiempo pero su hielo no duraba mucho. En ese momento, justo antes de que la cabina comenzase a subir y cuando el estruendo del agua ya les ensordecía, ambos consiguieron entrar al ascensor de un salto. Los pocos soldados del interior suspiraron aliviados al ver que el agua quedaba cada vez más abajo, aunque no tardaron en dirigir sus miradas hacia él. Arribor recuperó el aliento unos segundos y se giró para mirar el exterior, en silencio, mirando los botones del ascensor y notando una cierta incomodidad. Allí dentro nadie hablaba, todos miraban al frente sin mirar al resto, y una horrible musiquita sonaba suavemente. -¿A qué piso vais? -preguntó el luchador más por romper el hielo que por otra cosa.
Por suerte, más o menos, el tipo del pelo morado llegó volando para intentar matarlos a todos. Dentro de lo malo, aquello era un alivio, al menos así no tendría que aguantar la incomodidad de los elevadores. Aunque el hecho de que aquel loco pareciera dispuesto a cortar los malditos cables le inquietaba casi tanto como a los nerviosos marines que alzaban sus pistolas en un vano intento de amedrentarlo. Si hacía caer la cabina morirían, así que no le quedaba otra que salir él mismo para librarse de aquel molesto acoso. Sin embargo él solo se detuvo, como si se hubiera arrepentido de lo que iba a hacer. Tras unos tensos segundos los marines bajaron sus armas y el silencio incómodo volvió a reinar. -Pues hace buen día hoy. -se oyó decir a uno. La maldita subida parecía no tener fin.
Cuando por fin llegaron a lo alto de la Red Line, se toparon con un absoluto caos. Por doquier se desplegaban los marines que habían huido de la batalla, incapaces de enfrentar la amenaza gyojin y las olas. Parecía que todo allí arriba estuviera incluso más descontrolado que abajo, algo que parecía imposible. Al contrario que su compañera, él no iba enmascarado así que su buscada cara estaba al descubierto en medio de un montón de marines. Fue cuestión de tiempo que uno de ellos le reconociera, aunque debido a la invasión tardó algo más de lo que esperaba. -Ey, ¿ese no es...? ¡Un pirata! ¡Arribor Neus! ¿Porqué hay piratas aquí? ¡Matadle! -Al oír su nombre supo que tendrían que correr, al menos él pues a Rose no la reconocerían. Podían quedarse a pelear pero eso sería una pérdida de tiempo, era mucho más práctico salir por piernas. En ese momento recordó lo que le dijo Rose sobre investigar en busca de algo interesante, tal vez fuese buena idea.
Antes de que los marines le rodearan, Arribor estiró un poco las piernas y se preparó para echar a correr en dirección al lugar más ruidoso y por tanto el más interesante. -Bien Ro... esto... ¿pelirroja? -le dijo a Rose sin recordar el nombre de su identidad secreta. -Creo que vamos a tener que movernos. -Y dicho esto, sin esperar siquiera un segundo, echó a correr a toda velocidad. Unos segundos después oyó los primeros disparos tras él. Siempre le alegraba la falta de puntería de los marines cuando perseguían a alguien, aunque teniendo en cuenta que estaban ya bastante ocupados con los pecezuelos difícilmente se molestarían en prestarle atención. Según avanzaba, iba apartando a algunos molestos obstáculos a golpes mientras una animada banda sonora resonaba en su cabeza.
En el interior del ascensor había varios marines, unos pocos rezagados que observaban aterrorizados el avance imparable de las olas y pulsaban el botón de subida una y otra vez, como si así pudiesen acelerar su huida. Mientras los dos piratas corrían por sus vidas, las puertas comenzaban ya a cerrarse. Rose usó su habilidad para ganar algo de tiempo pero su hielo no duraba mucho. En ese momento, justo antes de que la cabina comenzase a subir y cuando el estruendo del agua ya les ensordecía, ambos consiguieron entrar al ascensor de un salto. Los pocos soldados del interior suspiraron aliviados al ver que el agua quedaba cada vez más abajo, aunque no tardaron en dirigir sus miradas hacia él. Arribor recuperó el aliento unos segundos y se giró para mirar el exterior, en silencio, mirando los botones del ascensor y notando una cierta incomodidad. Allí dentro nadie hablaba, todos miraban al frente sin mirar al resto, y una horrible musiquita sonaba suavemente. -¿A qué piso vais? -preguntó el luchador más por romper el hielo que por otra cosa.
Por suerte, más o menos, el tipo del pelo morado llegó volando para intentar matarlos a todos. Dentro de lo malo, aquello era un alivio, al menos así no tendría que aguantar la incomodidad de los elevadores. Aunque el hecho de que aquel loco pareciera dispuesto a cortar los malditos cables le inquietaba casi tanto como a los nerviosos marines que alzaban sus pistolas en un vano intento de amedrentarlo. Si hacía caer la cabina morirían, así que no le quedaba otra que salir él mismo para librarse de aquel molesto acoso. Sin embargo él solo se detuvo, como si se hubiera arrepentido de lo que iba a hacer. Tras unos tensos segundos los marines bajaron sus armas y el silencio incómodo volvió a reinar. -Pues hace buen día hoy. -se oyó decir a uno. La maldita subida parecía no tener fin.
Cuando por fin llegaron a lo alto de la Red Line, se toparon con un absoluto caos. Por doquier se desplegaban los marines que habían huido de la batalla, incapaces de enfrentar la amenaza gyojin y las olas. Parecía que todo allí arriba estuviera incluso más descontrolado que abajo, algo que parecía imposible. Al contrario que su compañera, él no iba enmascarado así que su buscada cara estaba al descubierto en medio de un montón de marines. Fue cuestión de tiempo que uno de ellos le reconociera, aunque debido a la invasión tardó algo más de lo que esperaba. -Ey, ¿ese no es...? ¡Un pirata! ¡Arribor Neus! ¿Porqué hay piratas aquí? ¡Matadle! -Al oír su nombre supo que tendrían que correr, al menos él pues a Rose no la reconocerían. Podían quedarse a pelear pero eso sería una pérdida de tiempo, era mucho más práctico salir por piernas. En ese momento recordó lo que le dijo Rose sobre investigar en busca de algo interesante, tal vez fuese buena idea.
Antes de que los marines le rodearan, Arribor estiró un poco las piernas y se preparó para echar a correr en dirección al lugar más ruidoso y por tanto el más interesante. -Bien Ro... esto... ¿pelirroja? -le dijo a Rose sin recordar el nombre de su identidad secreta. -Creo que vamos a tener que movernos. -Y dicho esto, sin esperar siquiera un segundo, echó a correr a toda velocidad. Unos segundos después oyó los primeros disparos tras él. Siempre le alegraba la falta de puntería de los marines cuando perseguían a alguien, aunque teniendo en cuenta que estaban ya bastante ocupados con los pecezuelos difícilmente se molestarían en prestarle atención. Según avanzaba, iba apartando a algunos molestos obstáculos a golpes mientras una animada banda sonora resonaba en su cabeza.
- Acciones:
- Paridas varias en el ascensor - Llegar arriba - Ser reconocido por los marines (he pensado que sería lógico) - Echar a correr como un idiota hacia la zona del geiser
Bale D. Edward
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
- NOTA PARA EL NARRADOR:
- Cuando decía lo de "posible Akuma no Mi, a decisión del narrador", me refería a que si se me otorgaba la oportunidad de plantear una Akuma no Mi o no, aun así no me quejo, pues esto es mejor que nada. Además, tomaré como probable razón del hecho de que ya esté planteada la fruta como un seguro de que pudiese consumirla ya, pues si la hubiese tenido que plantear y esperar a que fuera aceptada, podría haber acabado en mitad del capítulo, no pudiendo usarla. Así que te doy las gracias por considerar mi redacción merecedora de tal premio *-* *-* *-*
Aquella fruta sabía fatal, ya me parecía extraña desde el principio, y encima después esto. Escupí gran parte del primer bocado, el resto me lo acabé tragando, rezando para que no me hiciera sentar mal en combate, pues probablemente nos íbamos a meter en muchos. Tras eso, Liam, que podía caminar más o menos con el apaño que le había hecho y llevaba sólo una de sus espadas, dijo que me fijara bien en la fruta, que poseía unas marcas que deberían sonarme, la miré y me di cuenta de que era una Akuma no Mi. Me sobresalté y mostré cara de sorpresa, un segundo después una sonrisa se dibujaba en mis labios.
¿Sabes que significa esto Liam? Ahora voy a tener más poder, seré mas fuerte y así podré proteger a mis nakamas y convertirme en el Rey de los Piratas. No dejaré que la muerte de Kirk sea en vano. Aunque... ahora mismo sería bueno que descubriera cuanto antes qué poder he obtenido.
Tras decir esas palabras, empecé a sentir algo extraño, como un recubrimiento de poder, que daba calor, mucho calor. Me miré las manos y vi que estaban envueltas en un aura rojiza, al igual que el resto de mi cuerpo, sentía el poder siendo expulsado a través de mi piel en forma de esa aura. Cerré los ojos y pude imaginarme cómo el aura formaba parte de mí, como una segunda piel que podía controlar. Visualicé el aura e hice que desapareciera, requirió bastante concentración, y hasta el segundo intento no lo conseguí, pero la notaba, bajo mi piel, esperando a seguir mis órdenes. Justo después oímos unos ruidos afuera, explosiones mayoritariamente, la guerra continuaba.
Quise hacer un experimento antes de marchar a la batalla, esta vez quería hacer que el aura se concentrara en mi mano derecha, así que lo pensé, lo imaginé, y ocurrió, tras eso, comprobaría los efectos del aura en agentes externos, de modo que toqué una de las cajas de fruta y enseguida prendió, eso sería un problema teniendo en cuenta que era carpintero, pero esperaba poder controlarme. Acto seguido, salí afuera y realicé mi segundo experimento, le dije a Liam que se apartase, pues podría afectarle, la nueva prueba consistía en ver si el aura se podía expandir y cuánto, así que me concentré y extendí los brazos hacia el lado mientras activaba mi poder, luego, pensé en liberarlo por completo, sin reprimirlo, y lo visualicé, sentí cómo el aura me envolvía a mí y al espacio a mi alrededor, como supuse, abrí los ojos y calculé que se expandió en un radio de 1,5m, lo cual era bastante y le vi muchas utilidades.
Liam, asegúrate de que te apartas cuando te lo diga, si uso ese poder y tú te quedas dentro del aura, creo que tu ropa arderá, junto contigo mismo, así que ten cuidado.
Tras esa advertencia, nos dirigimos hacia la columna de agua que se erigía en el centro de la Ciudad Santa, y de donde provenían los sonidos de la batalla.
- Resumen:
- Describo como ingiero la fruta. Me doy cuenta de que es una Akuma. Le prometo a Liam que me haré más fuerte y que la muerte de Kirk no será en vano. Describo cómo siento mi poder. Hago un par de experimentos para ir preparado para la batalla. Nos vamos pal géiser.
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Justo llegan arriba y empiezan a moverse por aquél lugar, el hombre de gafas cumpliendo con sus rezos a Sehs nada más salir del ascensor rompe el cristal, algo tenía que romper para poder cumplir con su promesa…La de Hash la cumpliría en un momento de más calma y serenidad. Junto a Rowan se encuentra Eoghan, el cual mira todo a su alrededor, al igual que Rowan. Lujo, exuberancia, gasto innecesario de dinero…Eso es lo que puede apreciar el chico al tiempo que empieza a caminar junto a su compañero cuando de pronto una extraña sensación se apodera de su cuerpo, su mente consciente abandona el mismo y todo se vuelve oscuro poco a poco, hasta quedarse en más absoluto negro. Inconsciente, ahí tendido queda el joven.
- Resumen:
- Salir del ascensor, caminar y caer incosnciente por el Haoshoku de Cánabar.
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
No había querido mirar atrás mientras se alejaba, despacio. En realidad parecían demasiado ocupados con Yumiko como para ir a por Date y ella. De todos modos si se estaba demorando era porque quería observar atentamente la escena por el rabillo del ojo. Alguno de los gyojin que amenazaban o hablaban con Yumi se alejó a hablar con otro, que parecía de mayor edad (y quien sabe, quizás mayor sabiduría) que el resto. No veía del todo bien sus rasgos pero se notaba que se parecía a una tortuga. A la vuelta logró oír una interesante propuesta.
Yumi viviría si se unía a los gyojins. Supuso que era mejor que nada y justo en ese momento se dio cuenta de que allí no pintaba nada. No podía permitirse encariñarse de nadie en el fragor de una batalla, ni la posibilidad de sufrir un dolor abismal. Y no del típico dolor físico.
Empezaba a salir más gente de otros ascensores y la tensión se podía palpar en el ambiente. Puso los ojos en blanco a pesar de que seguramente nadie podría notarlo y aceleró el paso. No se había dado la vuelta para mirar en ningún momento pero decidió hacerlo en el menos indicado. Alguien gritó "¡Corred!", giró la cabeza y lo vio. ¿Byakuro? ¿Qué demonios hacía Byakuro allí? Por alguna razón que desconocía un aura oscura lo rodeaba y lanzaba ráfagas de ondas cortantes hacia los que se encontraban en la Calle Vulgar. Debía correr, apartarse de allí como fuera. Antes de que le diera tiempo a pensarlo, uno de los gyojins se alzó en el aire, hacia donde el ilusionista se encontraba. ¿Se alzó en el aire? Que ella supiera su elemento era el agua...
De repente algo incorpóreo, como una onda, la golpeó y todo se volvió negro en un segundo. No podía ver. No podía saber que estaba cayendo, ni notó el momento en que su cuerpo golpeó el suelo. Sólo alcanzó a pensar que ojalá que la Vivre Card que guardaba de aquel hombre no desapareciera...
Yumi viviría si se unía a los gyojins. Supuso que era mejor que nada y justo en ese momento se dio cuenta de que allí no pintaba nada. No podía permitirse encariñarse de nadie en el fragor de una batalla, ni la posibilidad de sufrir un dolor abismal. Y no del típico dolor físico.
Empezaba a salir más gente de otros ascensores y la tensión se podía palpar en el ambiente. Puso los ojos en blanco a pesar de que seguramente nadie podría notarlo y aceleró el paso. No se había dado la vuelta para mirar en ningún momento pero decidió hacerlo en el menos indicado. Alguien gritó "¡Corred!", giró la cabeza y lo vio. ¿Byakuro? ¿Qué demonios hacía Byakuro allí? Por alguna razón que desconocía un aura oscura lo rodeaba y lanzaba ráfagas de ondas cortantes hacia los que se encontraban en la Calle Vulgar. Debía correr, apartarse de allí como fuera. Antes de que le diera tiempo a pensarlo, uno de los gyojins se alzó en el aire, hacia donde el ilusionista se encontraba. ¿Se alzó en el aire? Que ella supiera su elemento era el agua...
De repente algo incorpóreo, como una onda, la golpeó y todo se volvió negro en un segundo. No podía ver. No podía saber que estaba cayendo, ni notó el momento en que su cuerpo golpeó el suelo. Sólo alcanzó a pensar que ojalá que la Vivre Card que guardaba de aquel hombre no desapareciera...
- Resumen:
- Observa la escena que desenvuelven Yumiko, Cánabar y Kaiser pero vagamente. Para cuando decide acelerar de verdad para largarse, oye a Byakuro gritar y ve como lanza ondas cortantes hacia ellos. No le da tiempo a irse, antes de que Cánabar use Haki Rey así que se desmaya.
Roland von Klauswitz
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
-"Así que aquí será nuestra última defensa." -pensó Kodama al contemplar la ciudad desde la distancia. Habían perdido Puerto Paraíso y, por lo que había oído, el puerto del Nuevo Mundo había corrido la misma suerte. La invasión de la ciudad se llevaría a cabo en cuestión de minutos, probablemente mediante un intento de escalar los altos muros de la Red Line. Era una ascensión dura y larga pero unos seres como aquellos podrían ser capaces de lograrlo a pesar de las bajas que sufrirían, aunque teniendo en cuenta su número poco les importaría eso. Los gyojins seguirían subiendo sin importar lo que hicieran para detenerles ni a cuantos de ellos mataran, pero aun así no se darían por vencidos. La justicia siempre triunfaba de una forma u otra y aquella no sería la excepción. No iban a dejar el gobierno del mundo en manos de unos sanguinarios seres, al menos no hasta encontrar un sustituto adecuado para sus sanguinarios gobernantes actuales.
Tras escuchar las palabras de Flea, pensó si de verdad era un desertor de la Armada Revolucionaria pues cabía la posibilidad de que fuese un engaño. Pero en cualquier caso eso ya no importaba. Tenían cosas más importantes de las que preocuparse como para pensar si había un único revolucionario en Mariejoa. -Siento decírtelo pero no se donde hay un hospital. Es la primera vez que estoy aquí, pero puedes buscar por ahí. -le contestó el capitán más pendiente de otras cosas. A su alrededor, la moral de las tropas estaba baja. Habían visto caer dos emplazamientos que de consideran inexpugnables y muchos de sus compañeros habían caído en una guerra cuyas razones no tenían sentido para ellos. Pero no podían decaer aún, no antes de que la amenaza hubiera pasado del todo. En lo alto del muro de piedra contaban con una relativa seguridad y calma que seguramente no duraría mucho, por lo que debían estar atentos y preparados para el combate.
-¡Marines! -exclamó el hombre-árbol para llamar la atención de todos los soldados allí presentes. Supuso que le tocaría a él arengar a las tropas, aunque no le hacía ninguna gracia. Si Minato estuviera allí lo haría mejor que él, pero por desgracia le tocaba a él. -Debemos defender este lugar a toda costa. No importa la clase de personas que habiten aquí, sino lo que ocurrirá si dejamos que nuestras defensas caigan. Ahora os pido que luchéis, no me importa el motivo que tengáis para hacerlo: luchad por vuestras vidas o por vuestras muertes; luchad por el placer de hacerlo o simplemente porque os aburrís; luchad para haceros más fuertes o luchad para poder vengar las muertes de vuestros camaradas en un futuro. Sea como sea, es hoy cuando la amenaza gyojin vuelve al profundo y oscuro mar. Estad preparados marines, ¡hoy es el día en que matamos o morimos!
Y como una contribución del universo a su discurso, un inmenso chorro de agua salió disparado hacia los cielos, saliendo de la mismísima roca. Era como el grito de guerra de los gyojins, su llamada a las armas, y lo que siguió fue el desconcierto absoluto entre sus filas. Los marines se miraban unos a otros en busca de algún sentido para aquello. Algunos de ellos parecían animados por las palabras del Roble y otros simplemente empuñaban sus armas y clamaban furiosos, impulsados por fuerza que ni ellos mismo entendían. Pero en la mente de Kodama solo había espacio para una pregunta ¿cómo ese agua había atravesado la inmensa Red Line? Para él no había forma posible, pero estaba claro que no era algo casual.
No esperó a nadie, simplemente echó a correr en dirección al enorme geiser. Era consciente de que debía ser una especie de ataque, una vía de entrada para poder invadir la ciudad y desatar de nuevo el caos tal y como habían hecho minutos atrás. Pero esta vez no sería igual. Sabían por donde vendrían y todas sus fuerzas se reunirían allí para detenerles. Fue entonces cuando los vio, un grupo de gyojins plantado a poca distancia de la zona de ascensores. ¿Habían llegado ya tan cerca? ¿Cómo? Supuso que la única forma de averiguarlo era yendo allí. Se disponía ya a acercarse cuando una fuerte presencia sacudió la zona, como un mazazo de poder que surgía de los alrededores. Apenas podía moverse, como si una fuerte presión le agobiara. -"Empezamos bien." -pensó. Sin dua iba ser un día largo.
Tras escuchar las palabras de Flea, pensó si de verdad era un desertor de la Armada Revolucionaria pues cabía la posibilidad de que fuese un engaño. Pero en cualquier caso eso ya no importaba. Tenían cosas más importantes de las que preocuparse como para pensar si había un único revolucionario en Mariejoa. -Siento decírtelo pero no se donde hay un hospital. Es la primera vez que estoy aquí, pero puedes buscar por ahí. -le contestó el capitán más pendiente de otras cosas. A su alrededor, la moral de las tropas estaba baja. Habían visto caer dos emplazamientos que de consideran inexpugnables y muchos de sus compañeros habían caído en una guerra cuyas razones no tenían sentido para ellos. Pero no podían decaer aún, no antes de que la amenaza hubiera pasado del todo. En lo alto del muro de piedra contaban con una relativa seguridad y calma que seguramente no duraría mucho, por lo que debían estar atentos y preparados para el combate.
-¡Marines! -exclamó el hombre-árbol para llamar la atención de todos los soldados allí presentes. Supuso que le tocaría a él arengar a las tropas, aunque no le hacía ninguna gracia. Si Minato estuviera allí lo haría mejor que él, pero por desgracia le tocaba a él. -Debemos defender este lugar a toda costa. No importa la clase de personas que habiten aquí, sino lo que ocurrirá si dejamos que nuestras defensas caigan. Ahora os pido que luchéis, no me importa el motivo que tengáis para hacerlo: luchad por vuestras vidas o por vuestras muertes; luchad por el placer de hacerlo o simplemente porque os aburrís; luchad para haceros más fuertes o luchad para poder vengar las muertes de vuestros camaradas en un futuro. Sea como sea, es hoy cuando la amenaza gyojin vuelve al profundo y oscuro mar. Estad preparados marines, ¡hoy es el día en que matamos o morimos!
Y como una contribución del universo a su discurso, un inmenso chorro de agua salió disparado hacia los cielos, saliendo de la mismísima roca. Era como el grito de guerra de los gyojins, su llamada a las armas, y lo que siguió fue el desconcierto absoluto entre sus filas. Los marines se miraban unos a otros en busca de algún sentido para aquello. Algunos de ellos parecían animados por las palabras del Roble y otros simplemente empuñaban sus armas y clamaban furiosos, impulsados por fuerza que ni ellos mismo entendían. Pero en la mente de Kodama solo había espacio para una pregunta ¿cómo ese agua había atravesado la inmensa Red Line? Para él no había forma posible, pero estaba claro que no era algo casual.
No esperó a nadie, simplemente echó a correr en dirección al enorme geiser. Era consciente de que debía ser una especie de ataque, una vía de entrada para poder invadir la ciudad y desatar de nuevo el caos tal y como habían hecho minutos atrás. Pero esta vez no sería igual. Sabían por donde vendrían y todas sus fuerzas se reunirían allí para detenerles. Fue entonces cuando los vio, un grupo de gyojins plantado a poca distancia de la zona de ascensores. ¿Habían llegado ya tan cerca? ¿Cómo? Supuso que la única forma de averiguarlo era yendo allí. Se disponía ya a acercarse cuando una fuerte presencia sacudió la zona, como un mazazo de poder que surgía de los alrededores. Apenas podía moverse, como si una fuerte presión le agobiara. -"Empezamos bien." -pensó. Sin dua iba ser un día largo.
- Acciones:
- Salir del ascensor - Decirle a Flea que no sabe donde hay un hospital - Soltar cuatro frases a los marines que haya por allí (imagino que alguno habrá xD) - Ver el geiser - Darse cuenta de que hay gyojins por allí cerca - Ser afectado por el Haki de Canabar
Zombienrelleno
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Asder había conseguido salvar a aquel hombre de rostro tapado y ahora estaban en la parte alta de la isla. Alzándose por el aire, acabó aterrizando en una callejuela, entre un gran edificio y una muralla, justo en el lado con sombra. Aún seguía algo deprimido por haber perdido lo que sería su sueño, su cena, aunque notaba como tras esa batalla, su poder había aumentado. Era extraño pero cierto, como si el alma de aquella bestia hubiese sido devorada por su propio cuerpo, encerrando el poder del Rey Marino. Mientras, el extraño hombre que había salvado, parecía estar tramando algo junto a una caja. Giraba una y otra vez la rosca de aquella caja extraña y Asder no entendía que hacía. Le miraba algo extrañado, con curiosidad por saber que hacía aquel extraño tipo. Se rascaba la barbilla alargada de caballo con su mano, mientras sus ojos se abrían.
Después, posó las manos en la caja y Asder parecía más curioso. "¿Qué intentará hacer?" Se preguntaba a sí mismo. Las manos negras de aquel extraño, bueno, las palmas, se volvieron blancas y parecía expulsar una especie de resina blanca que entraba dentro de aquella caja extraña. Después de varios intentos se levantó y miró al pirata, dándole las gracias por salvarle y diciendo su nombre, Black Berrie. El Shichibukai se sorprendió tras la pregunta de aquel hombre extraño, y más por su forma de hablar. Asintió con la cabeza y dibujó una sonrisa, parecía que aquello le hacía olvidar el desastre de sus sueños.
- No tienes porque darme las gracias. Yo soy Lion D. Asderdeker. Abriré la caja con facilidad.
Aquellas palabras eran convincentes, parecía que tenía un As en la manga. Se acercó a la caja y posó sis dedos índice y pulgar de la mano derecha sobre una de las esquinas de la caja y nombró una palabra.
- *Zap*
Tras aquellas palabras apareció una cremallera de la esquina, sujetada por sus dedos. Era gracias a su akuma no mi, que le daba la capacidad de hacer real toda onomatopeya que él dijera, sin duda un poder sorprendente la toka toka no mi. Una sonrisa aún más amplia se dibujó en la cara del Shichibukai, mientras Rob miraba lo que hacía con sorpresa. Bajó la cremallera, esperando abrir la caja por una de las esquinas para así poder descubrir que había dentro.
Después, posó las manos en la caja y Asder parecía más curioso. "¿Qué intentará hacer?" Se preguntaba a sí mismo. Las manos negras de aquel extraño, bueno, las palmas, se volvieron blancas y parecía expulsar una especie de resina blanca que entraba dentro de aquella caja extraña. Después de varios intentos se levantó y miró al pirata, dándole las gracias por salvarle y diciendo su nombre, Black Berrie. El Shichibukai se sorprendió tras la pregunta de aquel hombre extraño, y más por su forma de hablar. Asintió con la cabeza y dibujó una sonrisa, parecía que aquello le hacía olvidar el desastre de sus sueños.
- No tienes porque darme las gracias. Yo soy Lion D. Asderdeker. Abriré la caja con facilidad.
Aquellas palabras eran convincentes, parecía que tenía un As en la manga. Se acercó a la caja y posó sis dedos índice y pulgar de la mano derecha sobre una de las esquinas de la caja y nombró una palabra.
- *Zap*
Tras aquellas palabras apareció una cremallera de la esquina, sujetada por sus dedos. Era gracias a su akuma no mi, que le daba la capacidad de hacer real toda onomatopeya que él dijera, sin duda un poder sorprendente la toka toka no mi. Una sonrisa aún más amplia se dibujó en la cara del Shichibukai, mientras Rob miraba lo que hacía con sorpresa. Bajó la cremallera, esperando abrir la caja por una de las esquinas para así poder descubrir que había dentro.
- Resumen:
Mirar a Rob, presentarse y intentar abrir la caja usando una onomatopeya.
Break Baskerville
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
-"Vaya vaya, esto sí que son buenas vistas." -pensó el cazador mientras continuaba plantado en el aire como si nada. El viento agitaba sus rubios cabellos y tenía que apartarlos continuamente, pero aún así podía ver la ciudad claramente. Tras llegar a lo más alto de la Red Line decidió subir todavía más, hasta que las personas de abajo parecieron poco más que simples figuras informes que le interesaban incluso menos que de costumbre. Aunque el árbol que acompañaba a los marines en el ascensor sí que le resultaba curioso, tal vez le hiciera una visita cuando todo acabase para averiguar qué diablos era. Pero de momento debía centrarse en cosas más importantes, como por ejemplo el enorme chorro de agua que había atravesado incluso la maldita pared de piedra y de la cual surgían ahora cientos de gyojins invasores. Debía reconocerles a esos seres que eran insistentes.
Se le había pasado por la cabeza acercarse a cotillear un rato pero su ocasional sentido común le advirtió de que sería demasiado peligroso. Aquella era la única entrada para los atacantes de la ciudad y seguramente los pesos pesados de la Marina estuviesen allí para proteger su preciada ciudad, una ciudad a la que curiosamente ni siquiera tenían permitido el acceso normalmente. Seguro que a los Tenryubittos les encantaría saber que sus casas iban a ser infestadas de pescado fresco, aunque desde la seguridad de sus refugios alejados de la contienda poco podían quejarse. Solo esperaba que las tuvieran aseguradas.
Dejando a un lado sus pensamientos, Break avanzó a gran velocidad hacia el centro de la ciudad, el lugar donde esperaba encontrar algo útil. No podía permitirse el lujo de llegar cuando los gyojins ya plagasen las calles por lo que debería darse prisa. Esperaba poder encontrar alguna biblioteca o algún archivo secreto, seguramente bajo tierra aunque teniendo en cuenta la exclusividad de aquella ciudad era posible que no se hubiesen molestado en ocultar sus secretos como habrían hecho en cualquier otro lugar. Su objetivo era el edificio más alto, aquel donde seguramente residiría el Gorosei. Tenía entendido que eran un grupo de ancianos por lo que confiaba en que no estuviesen presentes, de lo contrario podría tener problemas. Siempre podía mentir como un bellaco para justificar su presencia allí o incluso negociar pero en cualquier caso eran solo unos ancianos, ¿qué podría salir mal?
Se le había pasado por la cabeza acercarse a cotillear un rato pero su ocasional sentido común le advirtió de que sería demasiado peligroso. Aquella era la única entrada para los atacantes de la ciudad y seguramente los pesos pesados de la Marina estuviesen allí para proteger su preciada ciudad, una ciudad a la que curiosamente ni siquiera tenían permitido el acceso normalmente. Seguro que a los Tenryubittos les encantaría saber que sus casas iban a ser infestadas de pescado fresco, aunque desde la seguridad de sus refugios alejados de la contienda poco podían quejarse. Solo esperaba que las tuvieran aseguradas.
Dejando a un lado sus pensamientos, Break avanzó a gran velocidad hacia el centro de la ciudad, el lugar donde esperaba encontrar algo útil. No podía permitirse el lujo de llegar cuando los gyojins ya plagasen las calles por lo que debería darse prisa. Esperaba poder encontrar alguna biblioteca o algún archivo secreto, seguramente bajo tierra aunque teniendo en cuenta la exclusividad de aquella ciudad era posible que no se hubiesen molestado en ocultar sus secretos como habrían hecho en cualquier otro lugar. Su objetivo era el edificio más alto, aquel donde seguramente residiría el Gorosei. Tenía entendido que eran un grupo de ancianos por lo que confiaba en que no estuviesen presentes, de lo contrario podría tener problemas. Siempre podía mentir como un bellaco para justificar su presencia allí o incluso negociar pero en cualquier caso eran solo unos ancianos, ¿qué podría salir mal?
- Acciones:
- Nada más llegar arriba, sube un poco más y va por el aire hacia el edificio más grande en el centro de la isla
PD: Teniendo en cuenta que se aleja de la zona rápidamente, cuento con que el Haki de Canabar no le llegue, aunque de no ser así siempre puedes paralizar al rubio un ratejo (al menos estará en una plataforma de aire y no se caerá, espero xD)
sinclair moon
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Estaba allí apostado, en lo alto de un edificio con mi compañero Guldrik. Había tomado la precaución de que desde aquella azotea se viera el máximo terreno posible a nuestro alrededor, aunque por la misma razón intentamos ocultarnos lo máximo posible. Aunque los minutos transcurrían y no ocurría nada interesante, nada divertido.
De repente ocurrió algo insólito, vi un barco volador que se estrellaba contra unos edificios y, después un gheiser, algo alejado de nuestra posición, pero que el agua que emanaba llegó a las calles de la zona en la que nos encontrábamos aunque, por suerte, el agua que se acumulaba en las calles no nos causaría problemas, aun siendo usuarios de akuma. Aunque de ese gheiser no solo salía agua, sino que también salían grandes cantidades de gyojins. A continuación, tanto el DDM de Guldrik como el mio sonaron, era kaito que quería que fuésemos todos hacia el gheiser. Y eso es lo que hicimos Guldrik y yo, empezamos el camino hacía el gheiser con la esperanza de encontrar algo de diversión
De repente ocurrió algo insólito, vi un barco volador que se estrellaba contra unos edificios y, después un gheiser, algo alejado de nuestra posición, pero que el agua que emanaba llegó a las calles de la zona en la que nos encontrábamos aunque, por suerte, el agua que se acumulaba en las calles no nos causaría problemas, aun siendo usuarios de akuma. Aunque de ese gheiser no solo salía agua, sino que también salían grandes cantidades de gyojins. A continuación, tanto el DDM de Guldrik como el mio sonaron, era kaito que quería que fuésemos todos hacia el gheiser. Y eso es lo que hicimos Guldrik y yo, empezamos el camino hacía el gheiser con la esperanza de encontrar algo de diversión
- resumen:
- Sinclair se aburre, kaito le llama al DDM, lo coge y se dirige hacia el gheiser junto con Guldrik
Vongola Ryohei
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Mientras el resto del mundo está inmerso en una guerra que no atañe más que a unos pocos me encuentro junto a otros dos miembros de mi mafia en la zona residencial de Mariejoa buscando cualquier cosa que pueda servirme para usarla a mi favor en un futuro. Mi puñetazo destruyó por completo la pared del edificio pero no veo nada de interés dentro así que me dispongo a hacer lo mismo en el edificio de al lado pero algo llama mi atención, un sonido lejano de una multitud gritando proveniente del interior de la ciudad. Cuando alzo la mirada para ver el centro de la ciudad veo un enorme géiser de agua ascendiendo hasta una especie de barco volador y al rato desaparece. Miro a mi alrededor pero a simple vista todas las casas parecen iguales y a lo mejor más al centro encontramos algo que nos interese.
Empiezo a dirigirme al centro de la ciudad y grito Ushi, Ugetsu, nos vamos al centro de la ciudad que allí seguro encontramos algo que pueda ser de utilidad. No os quedéis atrás y si alguien os ataca valorad vuestra vida por encima de todo. Mi mirada es seria ya que esos gritos me dan muy mala espina y no pueden presagiar nada bueno. Sea quien sea el que se atreva a ir en contra de mis compañeros lo atacaré sin dudar y si hace falta lo mataré sin piedad alguna. Mis pasos son veloces y mis manos están cerradas con fuerza mientras a mi mente vienen varias explicaciones para los gritos, pueden ser los gyojin que han logrado llegar hasta la ciudad y los gritos son de los que defienden la ciudad o viven en ella y se rezagaron o bien pueden ser marines y los gritos son de piratas y demás criminales que se sorprenden de la aparición de tantos marines. Fuere cual fuere la explicación no beneficiaba a mis intereses y como en la zona donde me encuentro no hay nada tengo que dirigirme a la zona de los gritos.
Empiezo a dirigirme al centro de la ciudad y grito Ushi, Ugetsu, nos vamos al centro de la ciudad que allí seguro encontramos algo que pueda ser de utilidad. No os quedéis atrás y si alguien os ataca valorad vuestra vida por encima de todo. Mi mirada es seria ya que esos gritos me dan muy mala espina y no pueden presagiar nada bueno. Sea quien sea el que se atreva a ir en contra de mis compañeros lo atacaré sin dudar y si hace falta lo mataré sin piedad alguna. Mis pasos son veloces y mis manos están cerradas con fuerza mientras a mi mente vienen varias explicaciones para los gritos, pueden ser los gyojin que han logrado llegar hasta la ciudad y los gritos son de los que defienden la ciudad o viven en ella y se rezagaron o bien pueden ser marines y los gritos son de piratas y demás criminales que se sorprenden de la aparición de tantos marines. Fuere cual fuere la explicación no beneficiaba a mis intereses y como en la zona donde me encuentro no hay nada tengo que dirigirme a la zona de los gritos.
- Resumen:
- Escucho los gritos, veo el géiser y ordeno ir a la zona de los gritos ya que en donde estoy no encuentro nada útil.
Johnny Raikov
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Por fin había llegado arriba, ese ascensor iba muy despacio, nada mas pisar tierra, mis compañeros marines empezaron a disparar a un blanco, abria echo algo malo, algunos gritaban que lo atrape, otros que había echo pasarse por ¿Marine?
Saque mi Katanga de su fundo y me hacer que a el, no podía permitir que algún delincuente siguiese vivo, teníamos que cortarlo desde la raíz, desde los bandidos mas pequeños.
Pero de repente un chirro de agua salió disparado hacia los aires, seria alguna tubería rota, pero lo pude ver mejor habían esos peces volando, pero eso no me impediría atrapar al chico.
Saque mi Katanga de su fundo y me hacer que a el, no podía permitir que algún delincuente siguiese vivo, teníamos que cortarlo desde la raíz, desde los bandidos mas pequeños.
Pero de repente un chirro de agua salió disparado hacia los aires, seria alguna tubería rota, pero lo pude ver mejor habían esos peces volando, pero eso no me impediría atrapar al chico.
- Resumen:
- Sigo al delincuente (bleyd)
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
¿Todo iba a finalizar de aquella forma? Ni de coña. Krauser frunció el ceño dándole un toque al chico lobo en la pierna y cabreándose cada vez más. Ya no podía hacer nada pero aún así no iba a dejar a la marina plantada ante aquel ataque, los demás no tenían culpa de ellos y por eso mismo ahora deseaba al menos luchar con honor. De modo que ahora le dijo al castaño que aquello era un asunto muy serio y lo dejara en la parte más alta posible, el luchador se elevó sonriente y suspirando. Pasó por los cielos subiendo a la ciudad del gobierno pues todo lo demás había quedado hundido.
- Suéltame de una vez Drake.
El chico lobo obedeció dejándole en lo alto de un pequeño edificio, aterrizó colocando su mano derecha sobre el tejado y acto seguido se puso ver una energía roja rodeándole, la anuló enseguida y saltó a una de las calles mientras ahora apretaba el puño derecho. Llegaba la hora de darlo todo, salió corriendo entre varias calles usando su extremo sigilo mientras entrecerraba los ojos. De repente pudo ver como un cañón de agua salió hacia arriba en una de las posiciones, cuando llegó vio todo lleno de agua alrededor y no dudó en saltar con fuerza y engancharse a otro tejado. Ahora los Gyojines salían de aquel agujero en grandes cantidades, el marine se puso en pie sacando su enorme espadón, dirigiendo se mirada a la gran cantidad de hombres peces que allí salían.
- ¡Vamos hijos de puta! ¡Esto aún no ha acabo!
Gritó con ganas mientras se preparaba para volver al combate, usaría su arma con el brazo izquierdo debido a que el derecho aún lo tenía algo tocado. Seguramente aquello le iba a costar la prisión por exponerse pero le daba absolutamente igual, ayudaría en todo lo posible y salvaría a tantos marines como fuera posible.
- Suéltame de una vez Drake.
El chico lobo obedeció dejándole en lo alto de un pequeño edificio, aterrizó colocando su mano derecha sobre el tejado y acto seguido se puso ver una energía roja rodeándole, la anuló enseguida y saltó a una de las calles mientras ahora apretaba el puño derecho. Llegaba la hora de darlo todo, salió corriendo entre varias calles usando su extremo sigilo mientras entrecerraba los ojos. De repente pudo ver como un cañón de agua salió hacia arriba en una de las posiciones, cuando llegó vio todo lleno de agua alrededor y no dudó en saltar con fuerza y engancharse a otro tejado. Ahora los Gyojines salían de aquel agujero en grandes cantidades, el marine se puso en pie sacando su enorme espadón, dirigiendo se mirada a la gran cantidad de hombres peces que allí salían.
- ¡Vamos hijos de puta! ¡Esto aún no ha acabo!
Gritó con ganas mientras se preparaba para volver al combate, usaría su arma con el brazo izquierdo debido a que el derecho aún lo tenía algo tocado. Seguramente aquello le iba a costar la prisión por exponerse pero le daba absolutamente igual, ayudaría en todo lo posible y salvaría a tantos marines como fuera posible.
Date Musashi
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
La puerta se abrió, la presencia que había recogido su instinto tenía que seguir por allí. No podía estar muy lejos la niña a la que había ido a salvar, pues apenas habían pasado unos segundos desde que la puerta se abrió. Sin embargo algo más llegó hasta su sentido del mantra, algo que logró distraer su atención de aquel que era su objetivo primario. Un ataque había sido realizado justo detrás de sí mismo, y al parecer unos gyojins se habían lanzado al ataque contra el agresor. Pero no toda la lluvia de cortes de energía había sido detenida, por lo que tendría que parar su parte o sería herido seriamente. Entonces un Haki del Rey inundó la zona, le golpeó haciendo que se estremeciera pero sobretodo golpeó a una de las dos mujeres que iban con él. La arquera parecía estar protegida, por lo que él se encargó de la otra mujer la cual se había presentado con el nombre de Alice Turner. ¿Por qué protegió a alguien que no significaba nada para él? Tras pensarlo unos segundos supuso que porque ella se había ofrecido a ayudarle sin pedirle nada a cambio.
El cuerpo del semigigante se interpuso entre el ataque de Alice y el desconocido, alzando su brazo para recibir la mayor parte de este con el enorme brazalete, que no pareció ni inmutarse. El semigigante tuvo que hacer uso de su Tekkai para que su cuerpo no cediera (de considerarlo el narrador, podría recibir alguna herida o corte por el ataque), mas lo logró sin desequilibrarse y por tanto caer hacia atrás. El desconocido se fue y Date escuchó el sonido de la joven al golpearse contra el suelo, intacta de cualquier herida. —Hmpf.— dijo simplemente el semigigante, que clavó una rodilla en el suelo y tomó a la joven en brazos, molesto por estar perdiendo tanto tiempo. Apenas era una molestia para él llevarla consigo, pero tenía muy claro que si la dejaba ahí tirada alguien acabaría aprovechándose de ella... Y no iba a permitir que la mujer muriera sin defenderse después de haberlo intentado ayudar tanto. Quién sabe, quizás pudiera ayudarlo más adelante.
Comenzó a andar dirección a donde sentía -o había sentido- la presencia de Ame. Estaba pendiente de la consciencia de aquella chica que llevaba consigo, pero su concentración estaba en el camino que seguía hasta donde la niña debía estar. Lo tenía claro: Si tenía que elegir entre Alice y Ame tiraría a la primera desde la Red Line sin dudarlo un segundo. Pero si podía cubrir a esa chica mientras salvaba a Ame Sora se sentiría bien. —Tranquila, eres libre de ir cuando te recuperes...— dijo simplemente el semigigante mientras caminaba, sin saber siquiera si ella lo había escuchado o estaba demasiado débil para oírlo. —Aguanta, Ame... Pronto te sacaré de aquí.—
El cuerpo del semigigante se interpuso entre el ataque de Alice y el desconocido, alzando su brazo para recibir la mayor parte de este con el enorme brazalete, que no pareció ni inmutarse. El semigigante tuvo que hacer uso de su Tekkai para que su cuerpo no cediera (de considerarlo el narrador, podría recibir alguna herida o corte por el ataque), mas lo logró sin desequilibrarse y por tanto caer hacia atrás. El desconocido se fue y Date escuchó el sonido de la joven al golpearse contra el suelo, intacta de cualquier herida. —Hmpf.— dijo simplemente el semigigante, que clavó una rodilla en el suelo y tomó a la joven en brazos, molesto por estar perdiendo tanto tiempo. Apenas era una molestia para él llevarla consigo, pero tenía muy claro que si la dejaba ahí tirada alguien acabaría aprovechándose de ella... Y no iba a permitir que la mujer muriera sin defenderse después de haberlo intentado ayudar tanto. Quién sabe, quizás pudiera ayudarlo más adelante.
Comenzó a andar dirección a donde sentía -o había sentido- la presencia de Ame. Estaba pendiente de la consciencia de aquella chica que llevaba consigo, pero su concentración estaba en el camino que seguía hasta donde la niña debía estar. Lo tenía claro: Si tenía que elegir entre Alice y Ame tiraría a la primera desde la Red Line sin dudarlo un segundo. Pero si podía cubrir a esa chica mientras salvaba a Ame Sora se sentiría bien. —Tranquila, eres libre de ir cuando te recuperes...— dijo simplemente el semigigante mientras caminaba, sin saber siquiera si ella lo había escuchado o estaba demasiado débil para oírlo. —Aguanta, Ame... Pronto te sacaré de aquí.—
- Resumen:
- Cubro a Alice Turner (Anglesey) del ataque (el narrador puede decir si Date sale dañado o algo) y toma a la chica inconsciente en brazos. La dejará irse cuando quiera, solo la carga para no dejarla tirada entre tantos gyojins. Camina hasta donde cree que está Ame Sora.
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Madara seguía en su forma dragón, tal vez no le pegaban pero quizás pudiera comerse a algún criminal importante y usar sus restos para cobrar. Se dio la vuelta lo más rápido que pudo mientras ahora se relamía despacio, su mirada era sádica y temible pero aquello le daba lo mismo. Se dirigió hacia lo más alto de la ciudad y pasó a ras pegado a un edificio dónde Kogáto saltó y se quedó allí en solitario, este siguió su rumbo con la chica hasta quedar en un callejón y volver a su forma humana para quedar con la chica en su espalda, la bajó en un momento y sonrió de lado mientras suspiraba.
- Ayane es hora de la caza, hace unas semanas supe que Ren se llama Etsu. Tenía otra apariencia y seguramente sea un infiltrado pero no sé de dónde. Vamos a vigilar a los nuestros y de paso tratar de pillar algún criminal valioso.
- Ayane es hora de la caza, hace unas semanas supe que Ren se llama Etsu. Tenía otra apariencia y seguramente sea un infiltrado pero no sé de dónde. Vamos a vigilar a los nuestros y de paso tratar de pillar algún criminal valioso.
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Kogáto saltó en una de las calles tras ser dejado por Madara en uno de los tejados, una vez lo hizo se quitó la sudadera quedando en una camiseta negra de manga larga. Llegaba la hora de hacer un cambio de planes, sacó la máscara blanca con aquellos dos agujeros y sonrió colocándosela, Jin estaba en la isla. Ahora salió del callejón rumbo a una dirección al azar para comenzar a liarla de buena forma, su ojo rojo analizaba el camino mientras al azulado se ocupaba de mirar el flanco derecho un poco. Acto seguido estiró los brazos hacia atrás para momentos después lanzar hacia el cielo un cañonazo de fuego, con aquello pretendía alertar a Asder para que se dirigiera hacia su posición. Después lanzó una llamarada a la sudadera quemándola por completo para no dejar pruebas.
Qiang Jing
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Robo, hurto, destrucción…Todo lo que posiblemente habría envuelto la situación de Ugetsu y compañía en aquella casa de Tenryuubito queda en nada, no hay nada de interés, ni un solo cuadro, ni un cofre…nada. De pronto un estruendo, gritos, alboroto por doquier, los oídos del músico, adaptados a escuchar hasta el más mínimo detalle de las obras musicales, definir una tonalidad acertada o errónea, puede percibirlo al detalle como si estuviera al lado de todo aquél jaleo. Su rostro pasa de una expresión seria y sin alegría a una sonrisa aviesa, casi siniestra en su rostro mientras este lleva sus manos a sus katanas. Estas claman por acción, se aburren, están cansadas de reposar en su vaina. En su pecho Warrior’s Poem clama a los cielos por un poco de acción. |~Tranquilas pequeñas…pronto entraremos en acción…~| Dice en un susurro acariciando sus apreciadas armas, a su alrededor Ryohei marcha hacia en bullicio, que ahora que el chico se fija se percata de que un enorme Geiser colide con una extraña embarcación, pues esta sobrevuela el lugar y ante el impacto del agua cae irremediablemente. En aquella zona poco se puede hacer, por no decir que ya no hay nada que hacer, ni un alma cruza aquellas calles desiertas olvidadas por la vida…
El muchacho sigue la estela de su jefe, sabe que no es de dar órdenes, pero sabe que le protegería, y Asari no quedaría atrás, rebatiría a cualquiera que apareciese por aquella zona, su capacidad de logia le da una ventaja y el no haberla mostrado, o al menos no haber dejado testigos de dicha habilidad le dan el factor ventaja.
El muchacho sigue la estela de su jefe, sabe que no es de dar órdenes, pero sabe que le protegería, y Asari no quedaría atrás, rebatiría a cualquiera que apareciese por aquella zona, su capacidad de logia le da una ventaja y el no haberla mostrado, o al menos no haber dejado testigos de dicha habilidad le dan el factor ventaja.
- Resumen:
- Decirles a las espadas que pronto habrá acción. Seguir a Ryohei.
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Drake ya había vuelto a la forma humana y estaba preparado para dar guerra, después de soltar al Almirante se dispuso a volar por encima de aquella ciudad. Su aura estaba activada y despedía aquella aura oscura, decidió continuar junto a sus compañeros y trató de seguir el olor de alguien que conocía muy bien. Su objetivo era ir con el vampiro, su jefe debía estar por aquel lugar y su deber era tratar de encontrarle. Con su perfecto olfato y su haki al máximo tal vez lo conseguía y era algo que le interesaba bastante. Ahora que el barco estaba hundido no había nada más que hacer por allí, ahora trató de llamar la atención del conde mientras cogía aire con sus pulmones y sin pensárselo empezaba a lanzar aullidos con toda su potencia para llamar su atención de esa forma. Después de unos momentos pudo localizarlo y soltó una carcajada colocándose a su lado para acto seguido colocarse en posición de combate.
- Drake presente señor.
- Drake presente señor.
Contenido patrocinado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Página 2 de 20. • 1, 2, 3 ... 11 ... 20
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.